Ezechiel (BPD) 42

Las dependencias de la Casa:las habitaciones del norte

42 1 El hombre me hizo salir hacia el atrio exterior, en dirección al norte, y me llevó hasta las habitaciones que estaban frente al patio y frente a la construcción, hacia el norte. 2 Su largo era de cincuenta metros por el norte, y su ancho de veinticinco metros. 3 De frente a las puertas del atrio interior y de frente al pavimento del atrio exterior, había unas galerías que corrían paralelamente una en cada uno de los tres pisos. 4 Delante de las habitaciones había un corredor de cinco metros de ancho hacia el interior y de cincuenta metros de largo. Sus puertas daban hacia el norte. 5 Las habitaciones superiores eran más estrechas que las inferiores y las intermedias, porque las galerías les quitaban espacio, 6 ya que estaban dispuestas en tres pisos y no tenían columnas como las columnas del atrio: por eso eran más estrechas que las habitaciones inferiores y las intermedias, a partir del suelo. 7 La pared exterior, que correspondía a las habitaciones en dirección al atrio exterior, tenía un largo de veinticinco metros sobre el frente de las habitaciones. 8 Porque el largo de las habitaciones que daban al atrio exterior era de veinticinco metros, mientras que las que daban al frente del Templo tenían cincuenta metros. 9 Más abajo de estas habitaciones había una entrada, situada al este del que entraba por el atrio exterior.

Las habitaciones del sur

10 A lo ancho del muro del atrio, en dirección al sur, sobre el frente del patio y sobre el frente de la construcción, había unas habitaciones 11 con un pasillo delante de ellas. Su aspecto era el mismo que el de las habitaciones situadas hacia el norte: tenían el mismo largo, el mismo ancho, las mismas salidas, las mismas disposiciones y las mismas entradas. 12 Al pie de las habitaciones que daban al sur, había una entrada al comienzo de cada pasillo, frente al muro situado sobre la parte oriental.

Finalidad litúrgica de las habitaciones

13 El hombre me dijo: “Las habitaciones del norte y del sur, que están frente al patio, son las habitaciones santas donde los sacerdotes que se acercan al Señor comerán las cosas santísimas. Allí se depositarán las cosa santísimas: la oblación, la víctima del sacrificio por el pecado y la del sacrificio de reparación, porque ese lugar es santo. 14 Cuando los sacerdotes entren en el Santuario, no saldrán del lugar santo al atrio exterior sin dejar antes en ellas las vestiduras utilizadas para el culto, porque esas vestiduras son sagradas. Deberán ponerse otra ropa para acercarse al sitio destinado al pueblo”.

Las dimensiones del atrio

15 Cuando el hombre terminó de medir el interior de la Casa, me hizo salir hacia la puerta que daba al oriente, y midió todo el contorno. 16 Midió con la vara de medir el lado oriental: doscientos cincuenta metros. Se volvió 17 y midió el lado septentrional: doscientos cincuenta metros. Se volvió 18 hacia el lado meridional y lo midió: doscientos cincuenta metros. 19 Se volvió hacia el lado occidental y lo midió: doscientos cincuenta metros. 20 Él midió los cuatro costados, y allí había un muro circundante de doscientos cincuenta metros de largo por doscientos cincuenta de ancho, para separar lo sagrado de lo profano.

El retorno de la Gloria del Señor

43 1 El hombre me llevó hacia la puerta que miraba al oriente, 2 y yo vi que la gloria del Dios de Israel venía desde el oriente, con un ruido semejante al de las aguas caudalosas, y la tierra se iluminó con su Gloria. 3 Esta visión era como la que yo había visto cuando el Señor vino a destruir la ciudad, y como la que había visto junto al río Quebar. Entonces caí con el rostro en tierra.
4
La gloria del Señor entró en la Casa por la puerta que daba al oriente. 5 El espíritu me levantó y me introdujo en el atrio interior, y yo vi que la gloria del Señor llenaba la Casa. 6 Y oí que alguien me hablaba desde la Casa, mientras el hombre permanecía de pie junto a mí. 7 La voz me dijo: “Hijo de hombre, este es el lugar de mi trono, el lugar donde se asienta la planta de mis pies. Aquí habitaré para siempre en medio de los israelitas. El pueblo de Israel no profanará más mi Nombre: ni ellos ni sus reyes con sus prostituciones, ni los cadáveres de sus reyes con sus tumbas. 8 Al poner su umbral junto al mío y los postes de sus puertas al lado de los míos, con un simple muro de por medio, los israelitas mancharon mi santo Nombre con las abominaciones que cometieron, y yo los devoré en mi indignación. 9 Pero, de ahora en adelante, alejarán de mí sus prostituciones y los cadáveres de sus reyes, y yo habitaré en medio de ellos para siempre. 10 En cuanto a ti, hijo de hombre, describe la Casa al pueblo de Israel. Que ellos se avergüencen de sus culpas y tomen las medidas de su diseño. 11 Y si se avergüenzan de lo que hicieron, tú les darás a conocer la forma de la Casa y su diseño, sus salidas y sus entradas, y todos los preceptos y leyes concernientes a ella. Fíjalas por escrito a la vista de todos, para que observen todo lo concerniente a ella y lo realicen. 12 Esta es la ley concerniente a la Casa: todo su ámbito y sus alrededores, sobre la cima de la montaña, son un lugar santísimo. Tal es la ley concerniente a la Casa”.

El altar

13 Estas son las dimensiones del altar, con sus medidas en codos, a razón de un codo y palmo, es decir, de medio metro por cada codo. La fosa circundante medía medio metro de alto por medio de ancho, con un reborde de un palmo sobre su contorno. La altura del altar era la siguiente: 14 desde el basamento sobre el suelo hasta la plataforma inferior, un metro de alto y medio de ancho; y desde la plataforma pequeña hasta la plataforma más grande, dos metros de alto y uno de ancho. 15 Desde allí hasta el ara del altar había dos metros, y por encima de ella sobresalían cuatro cuernos. 16 El ara medía seis metros de largo por seis de ancho: era un cuadrado perfecto. 17 La plataforma superior era un cuadrado de siete metros de largo por siete de ancho, con un reborde de veinticinco centímetros. La fosa circundante era de medio metro, y sus gradas estaban vueltas hacia el oriente.

La consagración del altar

18 El hombre me dijo: Hijo de hombre, así habla el Señor: Estas son las prescripciones concernientes al altar, cuando sea erigido para ofrecer el holocausto sobre él y rociarlo con sangre. 19 Tú darás un ternero como sacrificio por el pecado a los sacerdotes levitas, a los descendientes de Sadoc que se acercan a mí para servirme –oráculo del Señor–. 20 Luego tomarás una parte de su sangre y la echarás sobre los cuatro cuernos del altar, sobre los cuatro ángulos del zócalo y alrededor de todo su reborde. Así le quitarás el pecado y harás la expiación por él. 21 Después tomarás el ternero del sacrificio por el pecado, y este será quemado en una dependencia de la Casa, fuera del Santuario. 22 El segundo día, ofrecerás un chivo sin defecto como sacrificio por el pecado y se quitará el pecado del altar, como se había hecho con el ternero. 23 Cuando hayas acabado de quitar el pecado, tomarás un ternero sin defecto y un carnero sin defecto, sacados del rebaño, 24 y los presentarás delante del Señor: los sacerdotes les echarán sal y los ofrecerán en holocausto al Señor. 25 Durante siete días, ofrecerás diariamente un chivo en sacrificio por el pecado; también se ofrecerá un ternero y un carnero sin defecto, sacados del rebaño. 26 Durante siete días se hará la expiación por el altar, se lo purificará y se lo dedicará. 27 Al cabo de estos días, desde el día octavo en adelante, los sacerdotes ofrecerán sobre el altar los holocaustos de ustedes y sus sacrificios de comunión, y yo los aceptaré –oráculo del Señor–.

Reglas para la admisión en el Santuario: el privilegio del príncipe

44 1 El hombre me hizo volver en dirección a la puerta exterior del Santuario, la que miraba hacia el oriente, y esa puerta estaba cerrada. 2 Entonces el Señor me dijo: “Esta puerta permanecerá cerrada. No será abierta, y nadie entrará por ella, porque el Señor, el Dios de Israel, ha entrado por ella. Por eso permanecerá cerrada. 3 Solamente el príncipe en ejercicio se sentará allí para comer en la presencia del Señor. Él entrará por el camino del vestíbulo de la puerta y saldrá por ese mismo camino”.

Los levitas

4 Luego me llevó por la puerta septentrional hacia la fachada de la Casa. Yo miré, y vi que la gloria del Señor llenaba la Casa del Señor. Entonces caí con el rostro en tierra. 5 El Señor me dijo: Presta atención, hijo de hombre; mira bien, y escucha cuidadosamente lo que te voy a decir acerca de todas las prescripciones concernientes a la Casa del Señor y a todo su ritual. Ten bien en cuenta quiénes podrán ser admitidos en la Casa del Señor y quiénes deberán ser excluidos del Santuario. 6 Tú dirás a esos rebeldes, al pueblo de Israel: Así habla el Señor: ¡Basta ya, pueblo de Israel, de todas las abominaciones que ustedes han cometido, 7 introduciendo gente extranjera, de corazón y cuerpo incircuncisos, para que estuvieran en mi Santuario y profanaran mi Casa, mientras ustedes me ofrecían grasa y sangre como alimento! Así ustedes, con todas sus abominaciones, quebrantaron mi alianza. 8 No se encargaron ustedes mismos de ejercer mi sagrado ministerio, sino que pusieron a esa gente para que lo ejerciera en lugar de ustedes, en mi propio Santuario.
9
Por eso, así habla el Señor: Ningún extranjero, de corazón y cuerpo incircuncisos, ninguno de los extranjeros que residen en medio de Israel, podrá entrar en mi Santuario. 10 Los levitas, que me abandonaron cuando Israel se descarriaba lejos de mí para seguir a sus ídolos, cargarán con su culpa: 11 ellos tendrán a su cargo en mi Santuario la custodia de las puertas de la Casa y el cuidado de la Casa. Ellos inmolarán el holocausto y el sacrificio para el pueblo, y estarán ante el pueblo para servirlo. 12 Porque ellos lo sirvieron delante de sus ídolos e hicieron caer en la iniquidad a la casa de Israel, por eso yo levanto mi mano contra ellos –oráculo del Señor– y ellos cargarán con su culpa: 13 no se aproximarán a mí para ejercer la función sacerdotal, ni se aproximarán a mis cosas santas –las cosas santísimas– sino que cargarán con el oprobio y las abominaciones que cometieron. 14 Yo los pongo como encargados del cuidado de la Casa y de todo el servicio que deba prestarse en ella.

Los sacerdotes

15 En cambio, los sacerdotes levíticos, hijos de Sadoc, que ejercieron el ministerio en mi Santuario cuando Israel se descarriaba lejos de mí, se acercarán a mí para servirme y estarán en mi presencia para ofrecerme la grasa y la sangre –oráculo del Señor–. 16 Ellos entrarán en mi Santuario, se acercarán a mi mesa para servirme y se encargarán de mi servicio.
17
Cuando entren por las puertas del atrio interior, se revestirán con vestiduras de lino: no llevarán ropa de lana cuando presten servicio a las puertas del atrio interior y en la Casa. 18 Tendrán turbantes de lino sobre su cabeza y también usarán calzoncillos de lino. No se ceñirán con nada que haga transpirar. 19 Cuando salgan al atrio exterior, donde está el pueblo, se quitarán las vestiduras que se hayan puesto para prestar servicio, dejándolas en las habitaciones del Santuario, y se pondrán otra ropa, para no santificar al pueblo con sus vestiduras. 20 No se raparán la cabeza ni dejarán crecer libremente sus cabellos, sino que se cortarán los cabellos cuidadosamente. 21 Ningún sacerdote beberá vino cuando deba entrar en el atrio interior. 22 Ellos no se casarán con una viuda ni con una mujer repudiada, sino sólo con una virgen de la raza del pueblo de Israel. Pero podrán casarse con la viuda de otro sacerdote.
23
Los sacerdotes instruirán a mi pueblo sobre la diferencia entre lo sagrado y lo profano, y le enseñarán a distinguir lo puro de lo impuro. 24 En los litigios, ellos tendrán autoridad para juzgar: juzgarán según mis leyes, observarán mis preceptos y mis instrucciones en todas mis solemnidades, y observarán mis sábados.
25
Los sacerdotes no tocarán a un hombre muerto, para no incurrir en impureza, a no ser que se trate del padre o la madre, de un hijo o de una hija, o de un hermano o hermana que no haya tenido marido. 26 Después de su purificación, se contarán siete días, 27 y el día que entren en el lugar santo, en el atrio interior, para prestar servicio en el lugar santo, ofrecerán su sacrificio por el pecado –oráculo del Señor–.
28
Los sacerdotes no tendrán una herencia, porque yo soy su herencia. Ustedes no les darán una propiedad en Israel, porque yo soy su propiedad. 29 Ellos se alimentarán con la oblación y con las víctimas del sacrificio por el pecado y del sacrificio de reparación. Todo lo dedicado al Señor en Israel, será para ellos. 30 También será para el sacerdote la mejor de todas las primicias y de todas las ofrendas que ustedes presenten. Ustedes entregarán al sacerdote lo mejor de sus moliendas, para que la bendición permanezca sobre tu casa. 31 Los sacerdotes no comerán ningún animal encontrado muerto o destrozado por las fieras, sea ave o ganado.

La repartición de la tierra:la parte del Señor

45 1 Cuando ustedes hagan el sorteo para repartirse el país en herencia, reservarán un tributo para el Señor, una fracción santa de territorio, de doce mil quinientos metros de largo por diez mil de ancho. Ese territorio será santo en toda su extensión. 2 De allí se destinará para el Santuario un cuadrado de doscientos cincuenta metros de cada lado, con una zona de veinticinco metros alrededor de él. 3 Sobre esta área medirás un espacio de doce mil quinientos metros de largo por cinco mil de ancho: allí estará el Santuario, el lugar santísimo. 4 Esta será la fracción santa del país, destinada a los sacerdotes que sirven al Santuario y se acercan al Señor para servirlo: ellos tendrán allí un sitio para sus casas y pastizales para su ganado. 5 Un espacio de doce mil quinientos metros de largo y cinco mil de ancho será para los levitas que sirven a la Casa: ellos poseerán allí ciudades donde habitar. 6 Como propiedad de la ciudad, ustedes demarcarán un espacio de dos mil quinientos metros de ancho por doce mil quinientos de largo, junto a la parte reservada al Santuario: esto será para todo el pueblo de Israel.

La parte del príncipe

7 Al príncipe le corresponderá una propiedad, a ambos lados de la parte reservada al Santuario y de los límites de la ciudad: se extenderá a lo largo de ellos, por el lado occidental hacia el oeste y por el lado oriental hacia el este. Esa propiedad tendrá una longitud igual a la de las otras partes del país, desde la frontera occidental hasta la frontera oriental 8 del país. Esa será su propiedad en Israel. Así mis príncipes no oprimirán más a mi pueblo, sino que dejarán el país al pueblo de Israel, según sus tribus.

Derechos y deberes del príncipe

9 Así habla el Señor: ¡Ya es demasiado, príncipes de Israel! Acaben con la violencia y la depredación, practiquen el derecho y la justicia, dejen de extorsionar a mi pueblo –oráculo del Señor–. 10 Tengan balanzas justas, un efá justo y un bat justo. 11 El efá y el bat tendrán la misma capacidad, de manera que tanto el bat como el efá contendrán la décima parta del jómer. Según el jómer se medirá su capacidad. 12 El siclo será de veinte gueras. Veinte siclos más veinte siclos y quince siclos serán para ustedes una mina.

Las ofrendas para el culto

13 Este es el tributo que ustedes reservarán: un sexto de efá por jómer de trigo y un sexto de efá por jómer de cebada. 14 Y esta es la medida para el aceite: un décimo de bat por cor, a razón de diez bat por jómer, ya que diez bat hacen un jómer. 15 Se reservará una cabeza de ganado menor por cada rebaño de doscientos animales, entre los rebaños de Israel, para la oblación, el holocausto y los sacrificios de comunión, como expiación en favor de ellos –oráculo del Señor–. 16 Todo el pueblo del país deberá reservar este tributo para el príncipe de Israel. 17 Pero el príncipe se encargará de los holocaustos, la oblación y la libación, en las fiestas, los días de luna nueva, los sábados y todas las solemnidades del pueblo de Israel. Él proveerá lo necesario para el sacrificio por el pecado, para la oblación, el holocausto y los sacrificios de comunión, a fin de expiar por el pueblo de Israel.

Diversos ritos de purificación

18 Así habla el Señor: El primer día del primer mes, tomarás un ternero sin defecto para quitar el pecado del Santuario. 19 El sacerdote tomará sangre de la víctima por el pecado y la pondrá sobre los postes de la puerta de la Casa, sobre los cuatro ángulos del zócalo del altar y sobre los postes de la puerta del atrio interior. 20 Lo mismo hará el primer día del séptimo mes, en favor de cualquiera que haya pecado por inadvertencia o ignorancia. Así harán la expiación por la Casa.

La Pascua

21 El día catorce del primer mes, ustedes celebrarán la fiesta de la Pascua. Durante siete días se comerá pan sin levadura. 22 Aquel día, el príncipe ofrecerá un ternero por sí mismo y por todo el pueblo del país, en sacrificio por el pecado. 23 Durante los siete días de la fiesta, cada uno de los siete días, ofrecerá siete terneros y siete carneros sin defecto en holocausto al Señor, y un chivo en sacrificio por el pecado. 24 Como oblación, ofrecerá una medida de harina por cada ternero y cada carnero, y siete litros de aceite por cada medida.

La fiesta de las Chozas

25 El día quince del séptimo mes, con ocasión de la Fiesta, el príncipe hará lo mismo durante siete días: el mismo sacrificio por el pecado, el mismo holocausto, la misma oblación y el mismo aceite.

El sábado y el día de la luna nueva

46 1 Así habla el Señor: la puerta del atrio interior que mira hacia el este, permanecerá cerrada durante los seis días laborables, pero se la abrirá el día sábado. También se la abrirá el día de la luna nueva. 2 El príncipe entrará desde afuera, por el vestíbulo de la puerta, y se quedará de pie junto al poste de la puerta. Los sacerdotes ofrecerán su holocausto y su sacrificio de comunión, y él se postrará sobre el umbral de la puerta. Luego saldrá, pero la puerta no se cerrará hasta la tarde. 3 También la gente del pueblo se postrará a la entrada de esta puerta, delante del Señor, los sábados y los días de luna nueva.
4
El holocausto que el príncipe ofrecerá al Señor el día sábado, será de seis corderos sin defecto y de un carnero sin defecto; 5 la oblación será de una medida de harina por el carnero, y por los corderos dará lo que pueda, más siete litros de aceite por cada medida. 6 El día de la luna nueva, en cambio, presentará un ternero sin defecto, seis corderos y un carnero sin defecto. 7 También ofrecerá, como oblación, una medida de harina por el ternero, otra medida por el carnero, y lo que pueda dar por los corderos, más siete litros de aceite por cada medida.

Otras prescripciones cultuales

8 Cuando el príncipe entre, lo hará por el camino del vestíbulo de la puerta, y saldrá por ese mismo camino. 9 Pero cuando la gente del pueblo se presente delante del Señor, con ocasión de las fiestas, el que entre para adorar por el camino de la puerta septentrional, saldrá por el camino de la puerta meridional, y el que entre por el camino de la puerta meridional, saldrá por el camino de la puerta septentrional: no volverá por el camino por donde haya entrado, sino que saldrá por el lado opuesto. 10 El príncipe estará en medio de ellos: entrará cuando ellos entren y saldrá cuando ellos salgan.
11
En las fiestas y solemnidades, la oblación consistirá en una medida de harina por el ternero, en otra medida por el carnero, y en lo que pueda dar por los corderos, más siete litros de aceite por cada medida.
12
Cuando el príncipe presente una ofrenda voluntaria, un holocausto o un sacrificio de comunión como ofrenda voluntaria al Señor, se le abrirá la puerta que mira hacia el este. Él ofrecerá su holocausto y sus sacrificios de comunión como lo hace el día sábado; luego saldrá, y la puerta se cerrará cuando haya salido.
13
Cada día ofrecerás en holocausto al Señor un cordero nacido en el año y sin defecto: lo ofrecerás cada mañana. 14 También ofrecerás cada mañana, como oblación al Señor, la sexta parte de una medida de harina y dos litros de aceite para amasar la harina de la mejor calidad. Esta es una institución perpetua, fijada para siempre. 15 Cada mañana se ofrecerá el cordero, la oblación y el aceite, como holocausto perpetuo.

Derechos inmobiliarios del príncipe

16 Así habla el Señor: Si el príncipe hace a alguno de sus hijos un regalo tomado de su herencia, el regalo pertenecerá a su hijo: será su propiedad por derecho hereditario. 17 Pero si hace a alguno de sus servidores un regalo tomado de su herencia, el regalo pertenecerá al servidor hasta el año de la remisión: entonces, él tendrá que devolverlo al príncipe. Solamente a sus hijos pertenecerá su herencia. 18 El príncipe no tomará nada de la herencia del pueblo para privarlo de lo que le pertenece: sólo de su propio patrimonio legará bienes a sus hijos, para que mi pueblo no se disperse, al ser privado de su propiedad.

Las cocinas del Templo

19 El hombre me llevó por la entrada que estaba al lado de la puerta, hacia las habitaciones santas reservadas a los sacerdotes, esas que miran hacia el norte, y vi que al fondo, hacia el oeste, había un espacio. 20 Él me dijo: “Aquí está el lugar donde los sacerdotes harán hervir la víctima del sacrificio de reparación y del sacrificio por el pecado, y donde harán cocer la oblación, para que no se saque nada al atrio exterior, y así no quede santificado el pueblo”.
21
Luego me hizo salir al atrio exterior y me hizo pasar por los cuatro ángulos del atrio: había un patio en cada ángulo del atrio. 22 En los cuatro ángulos del atrio había pequeños patios de veinte metros de largo y quince de ancho, todos de las mismas dimensiones. 23 Alrededor de los cuatro había una hilera de piedras, y en la parte baja de las hileras, todo alrededor, había unos fogones.  24 Él me dijo: “Estas son las cocinas donde los servidores de la Casa hervirán los sacrificios del pueblo”.

La fuente del Templo

47 1 El hombre me hizo volver a la entrada de la Casa, y vi que salía agua por debajo del umbral de la Casa, en dirección al oriente, porque la fachada de la Casa miraba hacia el oriente. El agua descendía por debajo del costado derecho de la Casa, al sur del altar. 2 Luego me sacó por el camino de la puerta septentrional, y me hizo dar la vuelta por un camino exterior, hasta la puerta exterior que miraba hacia el oriente. Allí vi que el agua fluía por el costado derecho. 3 Cuando el hombre salió hacia el este, tenía una cuerda en la mano. Midió quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a los tobillos. 4 Midió otros quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a las rodillas. Midió otros quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a la cintura. 5 Luego midió otros quinientos metros, y ya era un torrente que no pude atravesar, porque el agua había crecido: era un agua donde había que nadar, un torrente intransitable.
6
El hombre me dijo: “¿Has visto, hijo de hombre?”, y me hizo volver a la orilla del torrente. 7 Al volver, vi que a la orilla del torrente, de uno y otro lado, había una inmensa arboleda. 8 Entonces me dijo: “Estas aguas fluyen hacia el sector oriental, bajan hasta la estepa y van a desembocar en el Mar. Se las hace salir hasta el Mar, para que sus aguas sean saneadas. 9 Hasta donde llegue el torrente, tendrán vida todos los seres vivientes que se mueven por el suelo y habrá peces en abundancia. Porque cuando esta agua llegue hasta el Mar, sus aguas quedarán saneadas, y habrá vida en todas partes adonde llegue el torrente. 10 Los pescadores se apostarán a su orilla: desde Engadí hasta En Eglaim habrá lugares para tender las redes. Allí habrá tantas clases de peces como en el Mar Grande, y serán muy numerosos. 11 Pero sus charcos y sus lagunas no serán saneados, sino que quedarán como salinas. 12 Al borde del torrente, sobre sus dos orillas, crecerán árboles frutales de todas las especies. No se marchitarán sus hojas ni se agotarán sus frutos, y todos los meses producirán nuevos frutos, porque el agua sale del Santuario. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas de remedio”.

Los límites de la Tierra santa

13 Así habla el Señor: Esta es la frontera del país que ustedes se repartirán como herencia, entre las doce tribus de Israel, asignando dos partes a José. 14 Lo heredarán todos por igual, porque yo juré con la mano en alto que se lo daría a sus padres, y por eso este país le corresponde a ustedes como herencia. 15 La frontera del país es la siguiente: por el lado septentrional, desde el Mar Grande, en dirección a Jetlón, hasta la Entrada de Jamat: Sedad, 16 Berotá, Sibraim –que está entre el territorio de Damasco y el territorio de Jamat– y Jaser Ticón, hacia el territorio de Jaurán. 17 La frontera irá desde el mar hasta Jasar Enán, quedando al norte el territorio de Damasco y también el de Jamat: este es el lado septentrional. 18 Por el lado oriental, entre Jaurán y Damasco, entre Galaad y el país de Israel, la frontera estará delimitada por el Jordán, hasta el mar oriental, en dirección a Tamar: este es el lado oriental. 19 Por el lado meridional, hacia el sur, la frontera irá desde Tamar hasta las aguas de Meribá de Cades, hacia el Torrente, hasta el Mar Grande: este es el lado meridional, hacia el sur. 20 Por el lado occidental, el Mar Grande servirá de frontera hasta enfrente de la Entrada de Jamat: este es el lado occidental.

La repartición del país

21 Ustedes se repartirán el país según las tribus de Israel, 22 de la siguiente manera lo sortearán como herencia para ustedes y para los extranjeros que residan y tengan hijos en medio de ustedes, porque a ellos deberán tratarlos como a un israelita de nacimiento: así ellos recibirán una herencia con ustedes, entre las tribus de Israel. 23 En la tribu donde resida el extranjero, allí le darán su herencia –oráculo del Señor–.

La repartición del país:las partes de las tribus del Norte

48 1 Estos son los nombres de las tribus. Por el extremo septentrional, bordeando el camino de Jetlón, hacia la Entrada de Jamat y Jasar Enán, con el territorio de Damasco hacia el norte, al borde de Jamat, desde el lado oriental hasta el lado occidental: una parte para Dan. 2 Sobre la frontera de Dan, desde el lado oriental hasta el lado occidental: una parte para Aser. 3 Sobre la frontera de Aser, desde el lado oriental hasta el lado occidental: una parte para Neftalí. 4 Sobre la frontera de Neftalí, desde el lado oriental hasta el lado occidental: una parte para Manasés. 5 Sobre la frontera de Manasés, desde el lado oriental hasta el lado occidental: una parte para Efraím. 6 Sobre la frontera de Efraím, desde el lado oriental hasta el lado occidental: una parte para Rubén. 7 Sobre la frontera de Rubén, desde el lado oriental hasta el lado occidental: una parte para Judá. 8 Sobre la frontera de Judá, desde el lado oriental hasta el lado occidental: allí estará el tributo que ustedes reservarán para el Señor. Tendrá doce mil quinientos metros de ancho, y su longitud será igual que las otras partes, desde el lado oriental hasta el lado occidental. El Santuario estará en el medio.

La parte reservada al Señor

9 El tributo que ustedes reservarán para el Señor tendrá doce mil quinientos metros de largo por diez mil de ancho. 10 Ese tributo sagrado estará distribuido de la siguiente manera: a los sacerdotes les corresponderá una extensión de doce mil quinientos metros de largo por el norte, de cinco mil metros de ancho por el oeste, de cinco mil metros de ancho por el este, y de doce mil quinientos metros de largo por el sur. El Santuario del Señor estará en el medio. 11 Esta parte será para los sacerdotes consagrados, los hijos de Sadoc, que ejercieron mi ministerio y no se descarriaron como los levitas, cuando se descarriaron los israelitas. 12 Así, a los sacerdotes les corresponderá una fracción de la parte reservada del país, una porción santísima, junto al territorio de los levitas.
13
En cuanto a los levitas, también ellos tendrán una extensión de doce mil quinientos metros de largo por cinco mil de ancho, a lo largo del territorio de los sacerdotes. En total, tendrán doce mil quinientos metros de largo por cinco mil de ancho.
14
No se podrá vender, permutar o expropiar nada de esta porción escogida del país, porque está consagrada al Señor. 15 Los dos mil quinientos metros que quedarán a lo largo de estos doce mil quinientos metros, serán un espacio profano para la ciudad, destinados a viviendas y pastizales. La ciudad estará en el medio, 16 y sus dimensiones serán las siguientes: dos mil quinientos cincuenta metros por el lado del norte, y otros tantos por el sur, el este y el oeste. 17 La ciudad tendrá unos pastizales de ciento veinticinco metros cada uno, al norte, al sur, al este y al oeste. 18 En cuanto a la extensión restante, a lo largo de la parte reservada para el Señor –es decir, cinco mil metros hacia el este y otros tantos hacia el oeste–, lo que allí se produzca servirá para alimentar a los que trabajen en la ciudad. 19 La cultivarán esos mismos trabajadores, tomados de entre todas las tribus de Israel.
20
El conjunto de la parte reservada tendrá doce mil quinientos metros por doce mil: así, lo que ustedes reservarán será un cuadrado, incluyendo lo que pertenece a la ciudad. 21 El resto será para el príncipe, a uno y otro lado de la parte reservada y de la que pertenece a la ciudad. A él le corresponderá una extensión de doce mil quinientos metros por el lado este, hasta la frontera oriental; y de doce mil quinientos metros por el lado oeste, hasta la frontera occidental, a lo largo de las otras partes. La parte reservada y el Santuario del templo quedarán en el medio. 22 La propiedad de los levitas y lo que pertenece a la ciudad estarán entre la frontera de Judá y la frontera de Benjamín, en medio de lo que pertenecerá al príncipe.

Las partes de las tribus del Sur

23 En cuanto al resto de las tribus, desde el lado oriental hasta el lado occidental: una parte para Benjamín. 24 Sobre la frontera de Benjamín, desde el lado oriental hasta el lado occidental: una parte para Simeón. 25 Sobre la frontera de Simeón, desde el lado oriental hasta el lado occidental: una parte para Isacar. 26 Sobre la frontera de Isacar, desde el lado oriental hasta el lado occidental: una parte para Zabulón. 27 Sobre la frontera de Zabulón, desde el lado oriental hasta el lado occidental: una parte para Gad. 28 Sobre la frontera de Gad, por el lado meridional, hacia el sur, la frontera llegará desde Tamar hasta las aguas de Meribá de Cades, hasta el Torrente y hasta el Mar Grande.
29
Este es el país que ustedes se distribuirán por sorteo, como herencia para las tribus de Israel: estas serán sus partes –oráculo del Señor–.

Las puertas y el nombre de la ciudad

30 Estas son las salidas de la ciudad. El lado septentrional medirá dos mil doscientos cincuenta metros. 31 Las puertas de la ciudad llevarán los nombres de las tribus de Israel. Habrá tres puertas al norte: la puerta de Rubén, la de Judá y la de Leví. 32 El lado oriental medirá dos mil quinientos cincuenta metros y tendrá tres puertas: la puerta de José, la de Benjamín y la de Dan. 33 El lado meridional medirá dos mil doscientos cincuenta metros y tendrá tres puertas: la puerta de Simeón, la de Isacar y la de Zabulón. 34 El lado occidental medirá dos mil doscientos cincuenta metros y tendrá tres puertas: la puerta de Gad, la de Aser y la de Neftalí. 35 El perímetro total será de nueve mil metros. Y en adelante, el nombre de la ciudad será: “El Señor está allí”.

Ezechiel (BPD) 42