Jesaja (BPD) 46

La derrota de los dioses de Babilonia

46 1 ¡Bel se doblega,         Nebo se desploma!
Sus estatuas han sido puestas
sobre bestias y animales de carga;
los ídolos que ustedes llevaban en andas
son una carga para el animal agotado.
2
¡Se desploman, se doblegantodos juntos,
no pueden librar al que los lleva
y ellos mismos van a la cautividad!
3
¡Escúchenme, casa de Jacob
y todo el resto de la casa de Israel,
ustedes, que fueron llevadosdesde el seno materno,
cargados por mí desde antes de nacer!
4
Hasta que envejezcan,yo seré siempre el mismo,
y hasta que encanezcan, yo los sostendré.
Yo he obrado, y me haré cargo de eso:
los sostendré y los libraré.
5
¿A quién me van a asemejar o igualar?
¿Con quién me van a comparar,que sea semejante a mí?
6
Los que malgastan el oro de sus bolsas
y pesan la plata en la balanza,
contratan a un orfebrepara que haga un dios,
lo adoran y se postran ante él;
7
lo llevan sobre sus hombros,lo sostienen,
lo ponen en su sitio, y allí se queda,
sin poder moverse de su lugar:
por más que se le grite, él no responde,
ni puede salvar de la angustia.

El Señor, dueño del pasado y del futuro

8 ¡Recuerden esto, y compréndanlo bien;
piénsenlo en su corazón, rebeldes!
9
Recuerden lo que sucedió antiguamente;
porque yo soy Dios, y no hay otro,
soy Dios, y no hay nadie igual a mí.
10
Yo anuncio el final desde el comienzo,
y desde mucho antes,lo que aún no ha sucedido;
yo digo: “Mi designio se cumplirá
y haré todo lo que me agrade”.
11
Llamo del Oriente al ave de rapiña,
y de un país lejano, al hombre de mi designio.
Así hablé, y así haré que suceda,
tracé un plan, y lo voy a ejecutar.
12
Escúchenme, duros de corazón,
ustedes, los que están lejos de la justicia:
13
yo hago que se acerque mi justicia
– ¡ella no está lejos!–
y mi salvación no tardará.
Pondré la salvación en Sión
y mi esplendor será para Israel.

Lamentación sobre Babilonia

47 1 ¡Baja y siéntate en el polvo,virgen, hija de Babilonia!
¡Siéntate en el suelo, sin trono,
hija de los caldeos!
Porque ya no volverán a llamarte
“Delicada” y “Refinada”.
2
¡Toma el mortero y muele la harina;
quítate el velo,
levántate el vestido, descúbrete el muslo,
cruza los ríos!
3
¡Que se descubra tu desnudez
y que se vea tu ignominia!
Yo me vengaré y nadie se me opondrá,
4
dice nuestro redentor:
su nombre es Señor de los ejércitos,
el Santo de Israel.
5
¡Siéntate en silencioy entra en las tinieblas,
hija de los caldeos!
Porque ya no volverán a llamarte
“Soberana de los reinos”.
6
Yo estaba irritado contra mi pueblo,
profané mi herencia,
y los entregué en tus manos.
Tú no les tuviste compasión:
hasta al anciano lo abrumaste
con el peso de tu yugo.
7
Tú decías: “Seré siempre soberana,
a lo largo de los siglos”.
Pero no te preocupabas de esto,
no tenías presente el futuro.
8
Y ahora, escucha esto, voluptuosa,
tú, que reinas confiada
y dices en tu corazón:
“¡Yo, y nadie más que yo!
¡Nunca me quedaré viuda
ni me veré privada de hijos!”.
9
Estas dos cosas te sobrevendrán,
de repente, en un solo día:
la privación de tus hijos y la viudez
vendrán sobre ti con todo su rigor,
pese a tus muchos sortilegios
y al cúmulo de tus encantamientos.
10
Tú te fiabas de tu maldad,
pensando: “Nadie me ve”.
Tu sabiduría y tu ciencia
te hicieron perder la cabeza,
mientras decías en tu corazón:
“¡Yo, y nadie más que yo!”.
11
Pero te va a suceder una desgracia,
que no sabrás conjurar;
va a caer sobre ti un desastre,
que no podrás aplacar;
te va a sobrevenir de improviso
una catástrofe que no imaginabas.
12
Persiste en tus encantamientos
y en tus muchos sortilegios,
por los que has bregadodesde tu juventud:
¡tal vez puedan servirte de algo,
tal vez logres infundir terror!
13
¡Te has cansado de recibir consejos!
¡Que se presenten y te salven
los que investigan el cielo,
los que observan las estrellas,
los que pronostican cada luna nueva
lo que te va a suceder!
14
Pero ellos serán como paja:
el fuego los quemará;
no podrán librarse a sí mismos
del poder de las llamas;
no serán brasas para dar calor
ni fuego para sentarse ante él.
15
Eso son para ti tus adivinos,
por los que has bregadodesde tu juventud:
ellos andan errantes,cada uno por su lado,
no hay nadie que pueda salvarte.

El cumplimiento de las predicciones divinas

48 1 Escuchen esto, casa de Jacob,ustedes, que se llaman
con el nombre de Israel
y salieron de las aguas de Judá;
ustedes, que juranpor el nombre del Señor
e invocan al Dios de Israel,
pero sin lealtad ni justicia.
2
–Sin embargo, ellos se llaman“Los de la Ciudad Santa”
y se apoyan en el Dios de Israel,
cuyo nombre es Señor de los ejércitos–.
3
Yo anuncié de antemanolas cosas pasadas,
salieron de mi boca, yo las predije;
obré súbitamente, y ellas sucedieron.
4
Yo sabía que tú eres obstinado,
que tu cerviz es una barra de hierro
y que tu frente es de bronce.
5
Por eso te las anuncié de antemano,
te las predije antes que sucedieran,
para que no dijeras: “Las hizo mi ídolo;
las ordenó mi estatua, mi imagen fundida”.
6
Tú has oído, has visto todo esto,
y ustedes ¿no lo van a anunciar?
Desde ahora te hago oír cosas nuevas,
guardadas en secreto, y que no conocías.
7
Ahora son creadas,no desde hace tiempo;
antes de hoy, nunca las habías oído
para que no dijeras: “¡Ya las sabía!”.
8
No, tú no habías oído ni sabías nada,
ni tus oídos fueron abiertos de antemano,
porque yo sé que no hacesmás que traicionar
y que te llaman “Rebeldedesde el seno materno”.
9
Por amor a mi Nombre, modero mi ira,
por mi honor, la reprimo en favor de ti,
a fin de no exterminarte.
10
Yo te purifiqué, y no por dinero,
te probé en el crisol de la aflicción:
11
lo hice por mí, sólo por mí,
porque ¿cómo iba a ser profanado mi Nombre?
Y mi gloria no la cederé a ningún otro.

Ciro, amado y conducido por el Señor

12 Escúchame, Jacob,
tú, Israel, a quien yo llamé:
Yo soy, yo soy el Primero
y también soy el Último.
13
Sí, mi mano fundó la tierra,
mi mano derecha desplegó los cielos:
apenas los llamo
ellos se presentan todos juntos.
14
Reúnanse todos y escuchen:
¿Quién entre ustedesanunció estas cosas?
Aquel a quien ama el Señor
cumplirá su voluntad sobre Babilonia
y sobre la raza de los caldeos.
15
Yo, sólo yo, hablé y lo llamé,
yo lo conduje y lo hice triunfar.
16
¡Acérquense a mí, escuchen esto:
Desde el comienzo,nunca hablé en lo secreto,
desde que esto sucede, yo estoy allí!
–Ahora me han enviadoel Señor y su espíritu–.

Mirada retrospectiva hacia el pasado

17 Así habla el Señor, tu redentor,
el Santo de Israel:
Yo soy el Señor, tu Dios,
el que te instruye para tu provecho,
el que te guía por el camino que debes seguir.
18
¡Si tú hubieras atendidoa mis mandamientos,
tu prosperidad sería como un río
y tu justicia, como las olas del mar!
19
Como la arena sería tu descendencia,
como los granos de arena,el fruto de tus entrañas;
tu nombre no habría sido extirpado
ni borrado de mi presencia.

Invitación a salir de Babilonia

20 ¡Salgan de Babilonia,
huyan de los caldeos!
¡Con gritos de alegría
anuncien, hagan oír estas cosas!
¡Divúlguenlas hasta los extremos de la tierra!
Digan:  “El Señor ha redimido
a su servidor Jacob”.
21
Ellos no sufrieron sed,
cuando los llevaba por los desiertos:
él hizo brotar para ellos agua de la roca,
partió la roca y fluyeron las aguas.
22
Pero no hay paz para los impíos,dice el Señor.



Segundo poema del Servidor del Señor

49 1 ¡Escúchenme, costas lejanas, presten atención, pueblos remotos!
El Señor me llamó desde el seno materno,
desde el vientre de mi madrepronunció mi nombre.
2
Él hizo de mi boca una espada afilada,
me ocultó a la sombra de su mano;
hizo de mí una flecha punzante,
me escondió en su aljaba.
3
Él me dijo: “Tú eres mi Servidor, Israel,
por ti yo me glorificaré”.
4
Pero yo dije: “En vano me fatigué,
para nada, inútilmente,he gastado mi fuerza”.
Sin embargo, mi derecho está junto al Señor
y mi retribución, junto a mi Dios.
5
Y ahora, ha hablado el Señor,
el que me formó desde el seno materno
para que yo sea su Servidor,
para hacer que Jacob vuelva a él
y se le reúna Israel.
Yo soy valioso a los ojos del Señor
y mi Dios ha sido mi fortaleza.
6
Él dice: “Es demasiado pocoque seas mi Servidor
para restaurar a las tribus de Jacob
y hacer volver a los sobrevivientes de Israel;
yo te destino a ser la luz de las naciones,
para que llegue mi salvación
hasta los confines de la tierra”.
7
Así habla el Señor,
el redentor y el Santo de Israel,
al que es despreciado,al abominado de la gente,
al esclavo de los déspotas:
Al verte, los reyes se pondrán de pie,
los príncipes se postrarán,
a causa del Señor, que es fiel,
y del Santo de Israel, que te eligió.
8
Así habla el Señor:
En el tiempo favorable, yo te respondí,
en el día de la salvación, te socorrí.
Yo te formé
y te destiné a ser la alianza del pueblo,
para restaurar el país,
para repartir las herencias devastadas,
9
para decir a los cautivos: “¡Salgan!”
y a los que están en las tinieblas: “¡Manifiéstense!”.

La alegría de los repatriados

Ellos se apacentarána lo largo de los caminos,
tendrán sus pastizaleshasta en las cumbres desiertas.
10 No tendrán hambre, ni sufrirán sed,
el viento ardiente y el sol no los dañarán,
porque el que se compadece de elloslos guiará
y los llevará hasta las vertientes de agua.
11
De todas mis montañasyo haré un camino
y mis senderos serán nivelados.
12
Sí, ahí vienen de lejos,
unos del norte y del oeste,
y otros, del país de Siním.
13
¡Griten de alegría, cielos,
regocíjate, tierra!
¡Montañas, prorrumpan en gritos de alegría,
porque el Señor consuela a su pueblo
y se compadece de sus pobres!

La reconstrucción de Sión

14 Sión decía: “El Señor me abandonó,
mi Señor se ha olvidado de mí”.
15
¿Se olvida una madre de su criatura,
no se compadece del hijo de sus entrañas?
¡Pero aunque ella se olvide,
yo no te olvidaré!
16
Yo te llevo grabada en las palmas de mis manos,
tus muros están siempre ante mí.
17
Tus constructores acuden presurosos,
los que te demolieron y arrasaronse alejan de ti.
18
Levanta los ojos y mira a tu alrededor:
todos se reúnen y llegan hasta ti.
¡Juro por mi vida –oráculo del Señor–
que a todos ellos te los pondrás como un adorno
y los lucirás como una novia!
19
Porque tus ruinas, tus escombros
y tu país destruido
resultarán estrechos para tus habitantes,
y estarán lejos los que te devoraban.
20
Los hijos que dabas por perdidos
dirán otra vez a tus oídos:
“El lugar es muy estrecho para mí,
dame sitio para que pueda habitar”.
21
Y tú dirás en tu corazón:
“¿Quién me engendró estos hijos?
Yo estaba sin hijos, estéril,
desterrada y dejada de lado;
y a estos ¿quién los crió?
Yo me había quedado sola,
y estos ¿dónde estaban?”.

Las naciones, al servicio del Pueblo de Dios

22 Así habla el Señor:
Yo alzaré mi mano hacia las naciones
e izaré mi estandarte hacia los pueblos;
ellos traerán a tus hijos en su regazo
y tus hijas serán llevadas a hombros.
23
Tendrás a reyes como tutores
y sus princesas serán tus nodrizas.
Se postrarán ante ti con el rostro en tierra
y lamerán el polvo de tus pies.
Así sabrás que yo soy el Señor
y que no se avergonzaránlos que esperan en mí.

El poder irresistible del Señor

24 ¿Se le puede quitar el botína un guerrero?
¿Se le escapa el cautivo al vencedor?
25
Ahora bien, así habla el Señor:
Sí, al guerrero se le quitará el cautivo
y al violento se le escapará el botín;
yo mismo litigaré con tus litigantes
y yo mismo salvaré a tus hijos.
26
A tus opresores les haré comer su propia carne,
como con vino nuevo, se embriagarán  con su sangre.
Así sabrán todos los hombres
que yo, el Señor, soy tu salvador
y que tu redentor es el Fuerte de Jacob.

Israel rechazado sólo por un tiempo

50 1 Así habla el Señor:¿Dónde está el acta de divorcio
con la que despedía la madre de ustedes?
O bien, ¿a cuál de mis acreedores
yo los he vendido?
No, ustedes fueron vendidospor sus culpas,
por los crímenes de ustedesfue despedida su madre
2
¿Por qué no había nadie cuando vine
ni respondió nadie cuando llamé?
¿Será demasiado corta mi manopara rescatar?
¿No tengo fuerza para librar?
Yo, con una amenaza, seco el mar
y hago de los ríos un desierto;
sus peces se pudren por falta de agua
y se mueren de sed.
3
Yo visto los cielos de negro
y los cubro con ropa de luto.

Tercer poema del Servidor del Señor

4 El mismo Señor me ha dado
una lengua de discípulo,
para que yo sepa reconfortar al fatigado
con una palabra de aliento.
Cada mañana, él despierta mi oído
para que yo escuche como un discípulo.
5
El Señor abrió mi oído
y yo no me resistí ni me volví atrás.
6
Ofrecí mi espalda a los que me golpeaban
y mis mejillas,a los que me arrancaban la barba;
no retiré mi rostro
cuando me ultrajaban y escupían.
7
Pero el Señor viene en mi ayuda:
por eso, no quedé confundido;
por eso, endurecí mi rostrocomo el pedernal,
y sé muy bien que no seré defraudado.
8
Está cerca el que me hace justicia:
¿quién me va a procesar?
¡Comparezcamos todos juntos!
¿Quién será mi adversario en el juicio?
¡Que se acerque hasta mí!
9
Sí, el Señor viene en mi ayuda:
¿quién me va a condenar?
Todos ellos se gastarán como un vestido,
se los comerá la polilla.
10
¿Quién entre ustedes teme al Señor
y escucha la voz de su Servidor?
Aunque camine en las tinieblas,
sin un rayo de luz,
que confíe en el nombre del Señor
y se apoye en su Dios.
11
Pero ustedes, los que atizan el fuego
y arman flechas incendiarias,
caminen al resplandor de sus hogueras
y entre las flechas que encendieron.
Esto les sucederá por obra mía
y ustedes yacerán en medio de tormentos.

La certeza de la salvación

51 1 ¡Escúchenme, los que van tras               la justicia,
ustedes, los que buscan al Señor!
Fíjense en la rocade la que fueron tallados,
en la cantera de la que fueron extraídos;
2
fíjense en su padre Abraham
y en Sara, que los dio a luz:
cuando él era uno solo, yo lo llamé,
lo bendije y lo multipliqué.
3
Sí, el Señor consuela a Sión,
consuela todas sus ruinas:
hace su desierto semejante a un Edén,
y su estepa, a un jardín del Señor.
Allí habrá gozo y alegría,
acción de gracias y resonar de canciones.
4
¡Préstenme atención, pueblos,
y ustedes, naciones, óiganme bien,
porque de mí saldrá la Ley
y mi derecho será la luz de los pueblos!
En un instante 5
estará cerca mi justicia,
mi salvación aparecerá como la luz
y mis brazos juzgarán a los pueblos;
las costas lejanas esperan en mí
y ponen su esperanza en mi brazo.
6
¡Levanten sus ojos hacia el cielo
y miren abajo, a la tierra!
Sí, el cielo se disipará como el humo,
la tierra se gastará como un vestido
y sus habitantes morirán como insectos.
Pero mi salvación permanecerá para siempre
y mi justicia no sucumbirá.
7
¡Escúchenme, los que conocen la justicia,
el pueblo que tiene mi Ley en su corazón!
No teman el desprecio de los hombres
ni se atemoricen por sus ultrajes.
8
Porque la polilla se los comerácomo a un vestido,
como a lana, los consumirá la tiña.
Pero mi justicia permanece para siempre,
y mi salvación, por todas las generaciones.

El brazo salvador del Señor

9 ¡Despierta, despierta,
revístete de poder, brazo del Señor!
¡Despierta como en los días antiguos,
como en las generaciones pasadas!
¿No eres tú el que hace pedazos a Rahab,
el que traspasa al Dragón?
10
¿No eres tú el que secó el Mar,
las aguas del gran Océano,
el que hizo de lo profundo del mar
un camino para que pasaran los redimidos?
11
Los rescatados del Señor volverán,
llegarán a Sión entre gritos de júbilo:
una alegría eterna coronará sus cabezas,
los acompañará el gozo y la alegría,
huirán la aflicción y los gemidos.

El Señor, liberador de su Pueblo

12 ¡Soy yo, soy yo el que los consuelo!
¿Quién eres tú para temer a un mortal,
a un hombre frágil como la hierba?
13
¿Olvidas acaso al Señor, que te hizo,
que extendió el cielo y fundó la tierra?
¿Temblarás sin cesar, todo el día,
ante la furia del opresor,
cuando se dispone a destruir?
Pero ¿dónde está la furia del opresor?
14
Pronto será liberado el prisionero:
no morirá en la fosa ni le faltará el pan.
15
Porque yo soy el Señor, tu Dios,
que agito el mar, y rugen las olas:
mi nombre es Señor de los ejércitos.
16
Yo puse mis palabras en tu boca
y te oculté a la sombra de mi mano,
mientras planto un cielo y fundo una tierra,
y digo a Sión: “¡Tú eres mi Pueblo!”.

El resurgimiento de Jerusalén

17 ¡Despiértate, despiértate,
levántate, Jerusalén,
tú que has bebido de la mano del Señor
la copa de su furor!
¡Tú has bebido hasta las heces
una copa, un cáliz embriagador!
18
No hay nadie que la guíe
entre los hijos que ella dio a luz;
no hay quien la tome de la mano
entre todos los hijos que crió.
19
Te han sucedido dos males:
¿quién se conduele de ti?
Devastación y desastre, hambre y espada:
¿quién te consolará?
20
Tus hijos sucumben, yacen tendidos
a la entrada de todas las calles,
como un antílope atrapado en la red,
colmados de la ira del Señor,
de la amenaza de tu Dios.
21
Por eso, ¡escucha esto,pobre desdichada,
ebria, pero no de vino!
22
Así habla el Señor, tu Dios,
el que defiende la causa de su Pueblo:
Yo he retirado de la mano
la copa embriagadora;
de la copa, del cáliz de mi furor,
ya no volverás a beber.
23
Yo lo pondré en la manode tus verdugos,
de aquellos que te decían:
“Doblégate para que pasemos”,
mientras tú ponías la espaldacomo un suelo,
como una calle para los transeúntes.

El inminente rescate de los cautivos

52 1 ¡Despierta, despierta,revístete de tu fuerza, Sión!
¡Vístete con tus vestidos más bellos,
Jerusalén, Ciudad santa!
Porque ya no entrarán más en ti
el incircunciso ni el impuro.
2
¡Sacúdete el polvo, levántate,
Jerusalén cautiva!
¡Desata las ataduras de tu cuello,
hija de Sión cautiva!
3
Porque así habla el Señor: Ustedes fueron vendidos por nada, y también sin dinero serán redimidos.
4
Porque así habla el Señor: Mi Pueblo bajó primero a Egipto, para residir allí como extranjero, y luego Asiria lo oprimió sin razón. 5 Y ahora, ¿qué tengo que hacer yo aquí –oráculo del Señor–, ya que mi Pueblo ha sido deportado por nada? Sus dominadores lanzan alaridos –oráculo del Señor– y todo el día, sin cesar, es despreciado mi Nombre. 6 Por eso mi Pueblo conocerá mi Nombre en ese día, porque yo soy aquel que dice: “¡Aquí estoy!”.

El mensajero de la buena noticia

7 ¡Qué hermosos son sobre las montañas
los pasos del que trae la buena noticia,
del que proclama la paz,
del que anuncia la felicidad,
del que proclama la salvación
y dice a Sión: “¡Tu Dios reina!”.
8
¡Escucha! Tus centinelas levantan la voz,
gritan todos juntos de alegría,
porque ellos ven con sus propios ojos
el regreso del Señor a Sión.
9
¡Prorrumpan en gritos de alegría,
ruinas de Jerusalén,
porque el Señor consuela a su Pueblo,
él redime a Jerusalén!
10
El Señor desnuda su santo brazo
a la vista de todas las naciones,
y todos los confines de la tierra
verán la salvación de nuestro Dios.

Invitación a salir de Babilonia

11 ¡Retírense, retírense, salgan de aquí,
no toquen nada impuro!
¡Salgan de en medio de ella, purifíquense,
los que llevan los vasos del Señor!
12
Porque no saldrán apresuradamente
ni partirán como fugitivos,
ya que al frente de ustedes irá el Señor,
y en la retaguardia, el Dios de Israel.

Cuarto poema del Servidor del Señor

13 Sí, mi Servidor triunfará:
será exaltado y elevadoa una altura muy grande.
14
Así como muchos quedaronhorrorizados a causa de él,
porque estaba tan desfigurado
que su aspecto no era el de un hombre
y su apariencia no era másla de un ser humano,
15
así también él asombraráa muchas naciones,
y ante él los reyes cerrarán la boca,
porque verán lo que nunca se les había contado
y comprenderán algo que nunca habían oído.
53 1 ¿Quién creyó lo que nosotros                                 hemos oído
y a quién se le reveló el brazo del Señor?
2
Él creció como un retoño en su presencia,
como una raíz que brota de una tierra árida,
sin forma ni hermosuraque atrajera nuestras miradas,
sin un aspecto que pudiera agradarnos.
3
Despreciado, desechado por los hombres,
abrumado de doloresy habituado al sufrimiento,
como alguien ante quien se aparta el rostro,
tan despreciado, que lo tuvimos por nada.
4
Pero él soportaba nuestros sufrimientos
y cargaba con nuestras dolencias,
y nosotros lo considerábamos golpeado,
herido por Dios y humillado.
5
Él fue traspasado por nuestras rebeldías
y triturado por nuestras iniquidades.
El castigo que nos da la pazrecayó sobre él
y por sus heridas fuimos sanados.
6
Todos andábamos errantes como ovejas,
siguiendo cada uno su propio camino,
y el Señor hizo recaer sobre él
las iniquidades de todos nosotros.
7
Al ser maltratado, se humillaba
y ni siquiera abría su boca:
como un cordero llevado al matadero,
como una oveja mudaante el que la esquila,
él no abría su boca.
8
Fue detenido y juzgado injustamente,
y ¿quién se preocupó de su suerte?
Porque fue arrancadode la tierra de los vivientes
y golpeado por las rebeldías de mi pueblo.
9
Se le dio un sepulcro con los malhechores
y una tumba con los impíos,
aunque no había cometido violencia
ni había engaño en su boca.
10
El Señor quiso aplastarlocon el sufrimiento.
Si ofrece su vida en sacrificio de reparación,
verá su descendencia,prolongará sus días,
y la voluntad del Señor se cumplirá por medio de él.
11
A causa de tantas fatigas, él verá la luz
y, al saberlo, quedará saciado.
Mi Servidor justo justificará a muchos
y cargará sobre sí las faltas de ellos.
12
Por eso le daré una parte entre los grandes,
y él repartirá el botínjunto con los poderosos.
Porque expuso su vida a la muerte
y fue contado entre los culpables,
siendo así que llevaba el pecado de muchos
e intercedía en favor de los culpables.

Nuevo desposorio del Señor con su esposa abandonada

54 1 ¡Grita de alegría, estéril, tú que no has dado a luz;
prorrumpe en gritos de alegría, aclama,
tú que no has conocidolos dolores del parto!
Porque los hijos de la mujer desamparada
son más numerososque los de la desposada,
dice el Señor.
2
¡Ensancha el espacio de tu carpa,
despliega tus lonas sin mezquinar,
alarga tus cuerdas, afirma tus estacas!
3
Porque te expandirás a derecha y a izquierda,
tu descendencia poseerá naciones enteras
y poblará ciudades desoladas.
4
No temas, porque no te avergonzarás;
no te sonrojes, porque no serás confundida:
olvidarás la ignominia de tu adolescencia
y no te acordarás del oprobio de tu viudez.
5
Porque tu esposo es aquel que te hizo:
su nombre es Señor de los ejércitos;
tu redentor es el Santo de Israel:
él se llama “Dios de toda la tierra”.
6
Sí, como a una esposa abandonada y afligida
te ha llamado el Señor:
“¿Acaso se puede despreciar
a la esposa de la juventud?”,
dice el Señor.
7
Por un breve instantete dejé abandonada,
pero con gran ternura te uniré conmigo;
8
en un arrebato de indignación,
te oculté mi rostro por un instante,
pero me compadecí de ticon amor eterno,
dice tu redentor, el Señor.
9
Me sucederá como en los días de Noé,
cuando juré que las aguas de Noé
no inundarían de nuevo la tierra:
así he jurado no irritarme más contra ti
ni amenazarte nunca más.
10
Aunque se aparten las montañas
y vacilen las colinas,
mi amor no se apartará de ti,
mi alianza de paz no vacilará,
dice el Señor, que se compadeció de ti.

La restauración de Jerusalén

11 ¡Oprimida, atormentada, sin consuelo!
¡Mira! Por piedras, te pondré turquesas
y por cimientos, zafiros;
12
haré tus almenas de rubíes,
tus puertas de cristal
y todo tu contorno de piedras preciosas.
13
Todos tus hijos serán discípulos del Señor,
y será grande la paz de tus hijos.
14
Estarás afianzada en la justicia,
lejos de la opresión, porque nada temerás,
lejos del temor, porque no te alcanzará.
15
Si alguien te ataca,no será de parte mía,
el que te ataque, caerá a causa de ti.
16
Yo he creado al herreroque sopla las brasas
y extrae una herramienta para su obra;
yo he creado también al destructorpara arrasar.
17
Ninguna herramienta forjada contra ti
resultará eficaz,
y tú desmentirás a toda lenguaque se alce para juzgarte.
Esta es la herencia de los servidores del Señor,
esta es la victoria que yo les aseguro
–oráculo del Señor–.

Promesa de una alianza eterna

55 1 ¡Vengan a tomar agua,              todos los sedientos,
y el que no tenga dinero,venga también!
Coman gratuitamente su ración de trigo,
y sin pagar, tomen vino y leche.
2
¿Por qué gastan dinero en algo que no alimenta
y sus ganancias, en algo que no sacia?
Háganme caso, y comerán buena comida,
se deleitarán con sabrosos manjares.
3
Presten atención y vengan a mí,
escuchen bien y vivirán.
Yo haré con ustedes una alianza eterna,
obra de mi inquebrantable amor a David.
4
Yo lo he puesto como testigopara los pueblos,
jefe y soberano de naciones.
5
Tú llamarás a una naciónque no conocías,
y una nación que no te conocíacorrerá hacia ti,
a causa del Señor, tu Dios,
y por el Santo de Israel, que te glorifica.

Los inescrutables caminos del Señor

6 ¡Busquen al Señormientras se deja encontrar,
llámenlo mientras está cerca!
7
Que el malvado abandone su camino
y el hombre perverso, sus pensamientos;
que vuelva al Señor,y él le tendrá compasión,
a nuestro Dios, que es generoso en perdonar.
8
Porque los pensamientos de ustedesno son los míos,
ni los caminos de ustedes son mis caminos
–oráculo del Señor–.
9
Como el cielo se alzapor encima de la tierra,
así sobrepasan mis caminosy mis pensamientos
a los caminos y a los pensamientos de ustedes.

La eficacia de la Palabra del Señor

10 Así como la lluvia y la nievedescienden del cielo
y no vuelven a él sin haber empapado la tierra,
sin haberla fecundado y hecho germinar,
para que dé la semilla al sembrador
y el pan al que come,
11
así sucede con la palabra que sale de mi boca:
ella no vuelve a mí estéril,
sino que realiza todo lo que yo quiero
y cumple la misión que yo le encomendé.

Últimas palabras de consuelo

12 Sí, ustedes saldrán gozosamente
y serán conducidos en paz;
al paso de ustedes, las montañas y las colinas
prorrumpirán en gritos de alegría,
y aplaudirán todos los árboles del campo.
13
En lugar de zarzas brotarán cipreses,
y mirtos en lugar de ortigas:
esto dará al Señor un gran renombre,
será una señal eterna, que no se borrará.


Tercera Parte del Libro de Isaías


El Templo, Casa de oración para todos los pueblos

56 1 Así habla el Señor: Observen el derechoy practiquen la justicia,
porque muy pronto llegará mi salvación
y ya está por revelarse mi justicia.
2
¡Feliz el hombre que cumple estos preceptos
y el mortal que se mantiene firme en ellos,
observando el sábado sin profanarlo
y preservando su manode toda mala acción!
3
Que no diga el extranjero
que se ha unido al Señor:
“El Señor me excluirá de su Pueblo”;
y que tampoco diga el eunuco:
“Yo no soy más que un árbol seco”.
4
Porque así habla el Señor:
A los eunucos que observen mis sábados,
que elijan lo que a mí me agrada
y se mantengan firmes en mi alianza,
5
yo les daré en mi Casay dentro de mis muros
un monumento y un nombre
más valioso que los hijos y las hijas:
les daré un nombre perpetuo,que no se borrará.
6
Y a los hijos de una tierra extranjera
que se han unido al Señor para servirlo,
para amar el nombre del Señor
y para ser sus servidores,
a todos los que observen el sábadosin profanarlo
y se mantengan firmes en mi alianza,
7
yo los conduciré hasta mi santa Montaña
y los colmaré de alegríaen mi Casa de oración;
sus holocaustos y sus sacrificios
serán aceptados sobre mi altar,
porque mi Casa será llamada
Casa de oración para todos los pueblos.
8
Oráculo del Señor,
que reúne a los desterrados de Israel:
Todavía reuniré a otros junto a él,
además de los que ya se han reunido.

Contra los malos pastores

9 ¡Bestias del campo,
fieras de la selva,
vengan todas a devorar!
10
Sus guardianes son todos ciegos,
ninguno de ellos sabe nada.
Todos ellos son perros mudos,
incapaces de ladrar.
Desvarían acostados,
les gusta dormitar.
11
Esos perros voraces
nunca terminan de saciarse,
¡y ellos son los pastores!
No saben discernir,
cada uno toma por su camino,
todos, hasta el último,detrás de su ganancia.
12
“¡Vengan! Voy en busca de vino;
nos embriagaremos con bebida fuerte,
y mañana será lo mismo que hoy,
o más, muchísimo más”.



La indiferencia ante la muerte de los justos

57 1 El justo desaparecey a nadie le llama la atención;
los hombres de bien son arrebatados,
sin que nadie comprenda
que el justo es arrebatado
a consecuencia de la maldad.
2
Pero llegará la paz:
los que van por el camino recto
descansarán en sus lechos.

Contra los idólatras

3 ¡Y ustedes, acérquense aquí,
hijos de una hechicera,
raza de un adúltero y una prostituta!
4
¿De quién se burlan?
¿Contra quién abren la boca
y sacan la lengua?
¿No son ustedes hijos de la rebeldía,
una raza bastarda?
5
¡Ustedes, que arden de lujuria
junto a los terebintos,
bajo todo árbol frondoso,
e inmolan niños en los torrentes,
en las hendiduras de las rocas!
6
Las piedras lisas del torrente son tu parte:
¡sí, ellas te han tocado en suerte!
En su honor has derramado libaciones,
has presentado ofrendas,
y yo ¿me dejaré aplacar con esas cosas?
7
Sobre una montaña alta y empinada
has instalado tu lecho,
y allí has subido a ofrecer sacrificios.
8
Detrás de los postes de la puerta
has colocado tu memorial;
te has desnudado, bien lejos de mí,
y has subido al lecho que habías tendido;
has hecho un trato con uno de esos
con quienes te gusta acostarte,
y has contemplado la insignia.
9
Corres hacia Mélec con el aceite,
prodigas tus perfumes;
envías muy lejos a tus mensajeros,
los haces descender hasta el Abismo.
10
Te has cansado de tanto caminar,
pero no dices: “¡Es inútil!”.
Has renovado la fuerza de tu brazo,
y por eso no te has debilitado.
11
¿De quién tenías miedo, a quién temías,
para mentir y no acordarte de mí,
para no prestarme ninguna atención?
¿Será porque me quedé calladoy cerré los ojos
que tú no me temes?
12
¡Pero yo voy a denunciar tu justicia y tus obras:
ellas no te servirán de nada!
13
Cuando clames,que te libren tus ídolos:
¡el viento se los llevará a todos ellos,
un soplo los disipará!
Pero el que se refugia en míheredará la tierra
y entrará en posesiónde mi santa Montaña.

Promesa de perdón para los pecadores arrepentidos

14 Entonces se dirá:
¡Abran paso, abran paso,preparen un camino,
quiten los obstáculos del camino de mi Pueblo!
15
Porque así hablael que es alto y excelso,
el que habita en una morada eterna,
aquel cuyo Nombre es santo:
Yo habito en una altura santa,
pero estoy con el contrito y humillado,
para reavivar los espíritus humillados,
para reavivar los corazones contritos.
16
No, yo no recrimino para siempre
ni me irrito eternamente,
porque entonces desfallecerían ante mí
el espíritu y el aliento de vida
que yo mismo hice.
17
Por sus ganancias injustas, yo me irrité
y lo herí, ocultándome en mi irritación,
pero el rebelde siguió el camino que quería.
18
Yo he visto sus caminos, pero lo sanaré,
lo guiaré y lo colmaré de consuelos;
y de los labios de los que están de duelo,
19
haré brotar la acción de gracias.
¡Paz al que está lejos,
paz al que está cerca!
Yo lo sanaré, dice el Señor.
20
Pero los impíos son como un mar agitado,
que no se puede calmar
y cuyas aguas arrojan fango y cieno.
21
¡No hay paz para los impíos!,
dice el Señor.

El falso ayuno

58
Jesaja (BPD) 46