ESCRITOS VARIOS-Sta. Teresa del Niño Jesús


ESCRITOS VARIOS

SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS


 I. EN LOS BUISSONNETS (1880-1884)

 1. Notas de retiros

 Octubre de 1885. Notas del retiro.

 En el Cuaderno azul, en una hojas sueltas escritas a lápiz, se encuentras unas notas del retiro espiritual de octubre de 1885, quizás del martes 6 por la noche al sábado 10 por la mañana. El abate Domin sólo les dio la primera charla; desconocemos el nombre del predicador que le sucedió. (Texto publicado en VT, nº 74, PP 134-135). Retiro de 1885 La primera charla nos la ha dado el Señor abate Domin. De este retiro sólo pondré las cosas más importantes. Por la impresión, me acordaré bien. Miércoles mañana Sobre el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por sus ovejas. Cuando pierde una, va en su busca y no vuelve hasta que la ha encontrado. A las 11 Sobre el Sagrado Corazón de Jesús. El deseo de una hija del Sagrado Corazón debe ser hacer latir el corazón de su Jesús. A las 2 Los principales defectos de una joven son la frivolidad y la impresionabilidad. A las 6 Sobre el pecado. El pecado nos vuelve horribles a los ojos de Dios. Pero Dios está deseando perdonarnos. Jueves Cómo meditar. A las 11 Sobre las almas del purgatorio. Nosotros podemos liberar las almas del purgatorio, y no lo hacemos. En un sepulcro había «Hoy yo, mañana tú». ¡Cuánto me ha hecho pensar esta frase! A las 2 Sobre el juicio. Inmediatamente después de nuestra muerte, compareceremos ante Dios que nos (¿enviará?) al cielo o al infierno o bien al purgatorio. A las 6 de la tarde Sobre la muerte. Podemos morir dentro de un minuto o dentro de un segundo. Viernes mañana Sobre el infierno. A las 2 Somos apóstoles del Corazón de Jesús. Todas las mañanas ofreceremos todos nuestros actos, éste es el 1<er> grado; rezar todos los días una decena con los misterios es el 2º grado. Además, una comunión al mes. A las 6 Nuestro Señor ha querido recibir un bautismo de sangre para redimir nuestros pecados. Sábado Contrición de los pecados. Nuestro Señor ha querido tomar sobre sí todos nuestros pecados en nuestro lugar.

 2. Notas cronológicas (1884-1886)

 Textos de Cuaderno gris (1884-1886), publicado en VT, nº 74, pp. 131s. Notas a lápiz. - Tom es el perrito blanco de Teresa (cf CG, p. 202, nota d).

 -Glos: una pequeña localidad a unos 5 kms. de Lisieux. - El viaje del señorMartin durará de seis a siete semanas; cf Cronología. - Pardillo: cf Ms A 53rº.

 Al final de este Cuaderno gris, Teresa registró la lista de sus comuniones de 1884-1885. En aquella época no se podía comulgar sin permiso del confesor. Entre paréntesis hemos añadido las fechas necesarias. - El orden de las comuniones 21 y 22 está invertido. «Mamá» recuerda el aniversario de la muerte de su madre.

 El 26 de junio llegó Tom a nuestra casa. Año 1884.
 El 1 de octubre del 84 me dieron un dado de hueso.
 El 2 de octubre del 84 fuimos en tren a Glos.
 El 22 de agosto de 1885 papá partió para Constantinopla.
 En el mes de julio de 1885 me trajeron un pardillo.
 El 25 de mayo del 86, martes, estreno unos zapatos blandos. Heredo 20 francos.
 18 de septiembre de 1884: nacen mis pececitos.

 Comuniones

 1ª comunión, 8 de mayo del 84
 2ª, Ascensión (22 de mayo de 1884)
 3ª, Confirmación (14 de junio de 1884)
 4ª, aniversario de mamá (muerta el 28 de agosto de 1877)
 5ª, triduo de la Natividad (8 de septiembre de 1884)
 6ª, el retiro (octubre de 1884)
 7ª, Todos los Santos
 8ª, El día de los Difuntos
 9ª, Inmaculada Concepción
 10ª, 1º de año de 1885
 11ª, Epifanía
 12ª, Purificación
 13ª, Anunciación
 14ª, Ramos (29 de marzo de 1885)
 15ª, Pascua (5 de abril)
 16ª, Ascensión (14 de mayo)
 17ª, 2ª comunión (21 de mayo)
 18ª, Trinidad (31 de mayo)
 19ª, Corpus (domingo 7 de junio)
 20ª, Asunción
 21ª, Natividad V. (8 de septiembre)
 22ª, Mamá (28 de agosto)

 3. Dictado y ejercicios de redacción

 Dictado (5 de junio de 1880) Teresa tiene siete años y medio. El interés de este «dictado» (inédito), un tanto incoherente, está en que nos ofrece informaciones acerca de varios miembros de la familia Martin y sobre la propia Teresa, sus gustos, sus temores, sus juegos, sus preocupaciones religiosas. Tal vez se trate incluso de un texto completamente improvisado por ella... - El miedo a las arañas aparecerá de nuevo en las Ultimas Conversaciones (cf CA 13 CA 7 CA 18 y 18.8.7). - Teresa no será curada por la Santísima Virgen (último párrafo) hasta tres años más tarde. Ayer se confirmó Celina. Hoy he leído la historia de la resurrección de Lázaro y la curación del centurión. Me gustan las grandes margaritas, los acianos y las amapolas. Las arañas grandes me dan mucho miedo. Hoy está lloviendo mucho, no me gusta el mal tiempo. Cuando haga bueno, nos iremos al campo. Hay un precioso nido de pardillos en el jardín, son unos pardillos brillantes. Celina y Leonia tendrán vacación el viernes, y yo también si soy buenecita. Hay dos guindas en el jardín. Leonia está cortando cartulina. El tapiz es verde, la noche es oscura, la tinta es negra. La corbata de Paulina es roja y el cuello es blanco. La Santísima Virgen fue al templo a la edad de tres años. Destacaba entre sus compañeras por su piedad y su dulzura angelical; todos la querían y la admiraban, pero mucho más los ángeles, que la consideraban como su hermanita. Los cielos proclaman la gloria de Dios. Ayer fui al campo con papá y me divertí mucho. Cogí un hermoso manojo de margaritas grandes para hacer una corona y traje en mi cestita más flores bonitas para Celina. Pronto llegarán las vacaciones de verano. Me gustan las fresas, las frambuesas, las cerezas, las grosellas, las grosellas negras, las peras, las manzanas, las ciruelas, los melocotones, los albaricoques, las uvas, los higos, etc. Tengo una muñeca grande y muy bonita, pero me gusta más el niñito que me regaló mi tía como aguinaldo. También tengo toda clase de muñequitas con las que me divierto mucho. Quiero ser una buena muchachita. La Santísima Virgen es mi Madre querida y lo normal es que los hijos se parezcan a su madre. Papá está en Trouville y a lo mejor nos trae cangrejos de mar. Me alegro, es tan divertido ver esos animalitos negros volverse rojos cuando se les cuece...

 Enero de 1885. Ejercicios de redacción

 Publicado en la revista Carmel, 1975/II, pp. 89-90, con un error de fecha

 (1886 en vez de 1885).

 Misa de Gallo

 Querida amiga:

 Me dices en tu carta que no han querido dejarte asistir a la Misa de Gallo.

 Para compensarte, te voy a hacer partícipe de mis impresiones con ocasión de esa hermosa fiesta. Por la tarde no estaba contenta, hablaba continuamente del día siguiente y quería que hubiera llegado ya. María quería que me acostase hasta que llegase la hora, aunque yo le aseguraba que no iba a poderme dormir; y de hecho, me costó mucho dormirme. Pero cuando María vino a despertarme a las once y medio, no me hice de rogar para levantarme; me levanté enseguida, y nos fuimos. Por el camino, yo pensaba en los pastores, que hace mil ochocientos ochenta y ocho años se habían puesto también en camino a esta hora para adorar al divino Niño Jesús, que acababa de nacer. Pero, al igual que ellos, yo no iba para verlo con los ojos del cuerpo, sino con los ojos del alma y para oírle hablar a mi corazón. ¡Y qué cosas tan dulces me dijo después de la comunión! Desde el día de mi primera comunión, nunca le había oído hablar tan bien a mi corazón. Creo realmente que hacía falta que fuese Navidad y que él viniese como un niñito a mi corazón para decirme palabras tan dulces. Así que ya ves, querida Genoveva, qué hermoso es recibir al Niño Jesús el día de navidad, y sobre todo en la Misa de Gallo. Por eso, espero que este año seas muy sensata y cuides tu salud para que el año que viene te permitan ir a la Misa de Gallo Adiós, querida amiga. Te dejo, esperando una próxima carta. Tu amiga que te quiere mucho, Teresa, hija de los Santos Ángeles

 15 de octubre de 1885. Ejercicios de redacción

 Carta ficticia al señor Martin, publicada en CG, pp. 200s, con el número LTS 18a, donde podrá encontrarse un extenso comentario. Se trata del viaje del señor Martin a Constantinopla. En esta composición es difícil distinguir la ficción de la realidad. - Sobre el episodio bíblico al que Teresa se refiere, cf Tb 5,20-21 y 11,9. - Otro ejercicio de estilo (LTS 18b), del 11 de febrero de 1886, podrá encontrarse en CG, p. 202s. Querido papaíto: Hace ya tres semanas que nos dejaste. Tres resulta muy largo para tu hijita desde que se separó de ti. Si supieras cómo deseo que vuelvas. Me imagino muchas veces tu llegada: todos estamos contentos, nos apresuramos por llegar a la estación, tenemos miedo de no llegar a tiempo, y al fin llegamos un cuarto de hora antes. Por fin, llega el tren y de damos un abrazo. Tú estás bien y nosotras estamos encantadas. Pero con mucha más frecuencia el cuadro es negro. Me imagino que has retrasado la vuelta y que, en vez de quince días, será un año o aún más lo que tendremos que esperar. O que estás enfermo porque no te cuidas lo suficiente. Papaíto querido, me vas a decir que no soy juiciosa, que me invento quimeras. Quizás eso sea un poco verdad, ¡pero qué se le va a hacer!, yo soy así; y además, creo que no me falta razón, porque, en realidad, ¿no puedes retrasar el viaje?, y además tienes que reconocer, papaíto, que

 nunca tomas suficientes precauciones para no caer enfermo, siempre dices que no hay peligro, pero hay un proverbio que dice: A Dios rogando y con el mazo dando.

 Pero me doy cuenta de que, a este paso, te voy a poner la moral por los suelos. Perdóname, querido padre, es el miedo que tiene tu hijita a que te pongas malo lo que la hace hablar así.

 Todos en casa desean también que vuelvas. Te tenemos acribillado a oraciones, invocamos a no sé cuántos santos, entre otros a san Rafael para que guía tu viaje como el de Tobías y te devuelva sano a nosotras. Estamos deseando que vuelvas lo más pronto posible, y estoy (segura) de que también Tom es de mi opinión, pues se aburre en tu ausencia y estoy segura de que se prepara para mover la cola a tu regreso como el perro de Tobías y a celebrarlo con saltos de alegría.

 Hasta pronto, queridísimo papá. Un abrazo de todo corazón. Tu hija que te quiere tanto como se puede querer a un papá como tú Teresa, hija de los Stos. Angeles

 Finales de diciembre de 1886 - Comienzos de enero de 1887. Ejercicio de redacción

 Ejercicio de redacción escrita después de la gracia de Navidad de 1886 (cf Ms A 44vº/45vº) José Jesús ¡¡¡María!!! ¡¡¡Navidad!!! La hermosa fiesta de Navidad es el aniversario del nacimiento de Jesús, nuestro Redentor, que vino al mundo en la noche del 25 de diciembre de 4004. Jesús, para salvar a los hombres, quiso nacer más pobre que los pobres. Aunque para salvar al género humano le habría bastado con derramar una sola gota de su sangre, quiso hacerse niño pequeñito y nacer en un establo, sin que hubiera para cubrirlo más que unos pañales prestados y para calentar sus delicados miembrecitos un buey y una mula. ¿Quién logrará nunca entender este misterio de amor? Todo un Dios baja del cielo, donde es adorado y alabado, para salvar a un criatura ingrata y culpable. ¿Cómo podremos alabar y agradecer lo suficiente a este Niñito que viene a nosotros y que, en recompensa por todo lo que hace por nosotros, no nos pide más que nos entreguemos a él sin reservas? ¿Quién, Jesús, se atreverá a negarte este corazón que tan merecidamente has conquistado y al que has amado hasta hacerte semejante a él y dejarte luego crucificar por unos verdugos despiadados?

 Además, eso no te pareció todavía suficiente: tuviste que quedarte para siempre cerca de tu criatura, y desde hace diez y ocho centenares de años estás prisionero de amor en la santa y adorable Eucaristía.

 Marzo (?) de 1886. Ejercicio de redacción

 Publicado en la revista Carmel, 1957/II, p. 99 San José

 ¡San José! ¿Quién se atreverá a pregonar sus alabanzas? ¿Quién podrá contar su vida y sus méritos? El Evangelio, al hablar de san José, no dice más que una cosa: que era un hombre justo y temeroso de Dios. Jesús quiso correr un velo misterioso sobre la vida de aquel a quien llamaba padre, con el fin de que las acciones de José fuesen sólo para él. Pero, con todo, a través de ese velo, Jesús nos permite distinguir algunos rasgos de la grandeza de alma de san José. San José siempre correspondió a las gracias divinas y nunca le pareció demasiado dura hacer la voluntad de Dios. ¡Qué ejemplo de fe nos da san José! Apenas el ángel le dijo que huyese con Jesús y María, se levanta y se pone en camino. Su vida está llena de acciones semejantes a ésta, obedeciendo siempre a los deseos de Dios. ¡Y qué poder no tendrá san José ante el que él alimentó durante su vida mortal...! Sí, vayamos con confianza a José. Jesús mismo nos lo recomienda, pues no puede negar nada al que durante su existencia buscó siempre agradarle. ¡Gran santo!, tú que todo lo puedes ante Jesús, ablanda su corazón en favor de la pobre Francia y pídele que no aleje de ella su gracia, recuérdale que Francia es la hija primogénita de la Iglesia.

 1887. Ejercicio de redacción

 Un texto muy significativo de Teresa, escrito a lápiz. Apareció en la revista Carmel, 1957/II, p. 106. (En ese mismo número se pueden encontrar otros dos ejercicios de 1887, de cierto interés, aunque bastante convencionales, sobre El mar y sobre Pascua). Si mis sueños se hacen realidad, un día iré a vivir en el campo. Cuando pienso en ese proyecto, me siento transportada en el espíritu a una casita encantadora o a un chalet muy soleado. Todas las habitaciones miran al mar, pues mi casita estaría en un pueblecito a la orilla del mar. Escogería uno aislado, sin más habitantes que algunos viejos marineros y algunas pobres gentes por el estilo. Podría satisfacer mis gustos y a la vez hacer mucho bien en el pueblecito.

 Me gustaría que mi casa fuese lo más pequeña posible. Tendría simplemente, Iº, en la planta baja una cocina y un comedor; en el primer piso un dormitorio, un pequeño cuarto de baño y una sala, todo para una sola persona; y finalmente, en el tercer piso, un granero y una buhardilla. Olvidé decir que debajo de la casa me gustaría tener un bodega bien provista, para socorrer a los pobres y fortalecerlos con vino generoso; y detrás de la casa, un pequeño leñero. El jardín sería bastante grande, con un pequeño invernadero y un cobertizo al fondo. Detrás del jardín, una pradera con un establo en la que habría una vaquita bretona y un asno. Tendría también algunos corderitos, pollos y una gran pajarera. El invernadero estaría siempre lleno de hermosas flores. Tendría un barquito para poder darme de cuando en cuando un paseo por el mar. Mi casa no estaría lejos de la iglesia, para poder ir todas las mañanas a Misa; e inmediatamente después, montada en el asno, iría a visitar a los pobres del pueblo y les llevaría provisiones y medicinas.

 Junio de 1887. Ejercicio de redacción

 Este «sueño de Juana de Arco» es una tarea escolar, probablemente de junio de 1887, siguiendo el borrador detallados de un Tratado de narraciones; cf Récréations, p. 320, donde apareció este texto por primera vez. Juana de Arco está en Rouen. Está allí, en su prisión, y pide perdón para sus verdugos, para los ingleses que la han condenado tan injustamente. Pide perdón también para el rey, para aquel rey que, en vez de la gratitud que debe a la generosa heroína, sólo tiene para ella olvido e indiferencia. ¡Cómo debe de sangrar su corazón cuando, sola y abandonada en su prisión, se acuerda de sus victorias y de sus triunfos! Entonces todo el mundo la aclamaba, veía como las multitudes se apretujaban emocionadas a su paso. Pero hoy todos la abandonan, y no ve más que olvido e indiferencia. Sin embargo, Juana no pierde el valor. Su espíritu está sereno, su confianza en Dios no tiene límites, posee la paz del corazón, da muestras de una conciencia pura. Sus enemigos podrán quitarle la vida, pero aunque todos se unan contra ella no lograrán quitarle lo que tiene de más precioso en la tierra. Se duerme con la conciencia tranquila. Es la víspera de su muerte, pero ¿qué le importa a Dios la muerte?, mañana estará con él. En sus sueños, Juana no ve sus victorias, no consigue nuevos triunfos; se ve transportada a los lugares queridos de su juventud, está en Domrémy, y allí vuelve a ver su rebaño ya sus queridas compañeras, vuelve a jugar los juegos de su niñez, pasa momentos felices con sus familiares, saluda el paisaje que tantas veces contemplaron sus ojos: el vallecito, el río plateado, las verdes praderas, la iglesita donde tantas veces escuchó las voces de sus santos preferidos. En el pueblo la reciben entre transportes de alegría; sus ancianos padres yerguen orgullosos sus blancas cabezas. Juana se encuentra en el colmo de la felicidad. Pero de pronto resuenan fuertes pasos bajo las bóvedas sonoras: son los del carcelero que viene a buscar a la prisionera. Juana se levanta valerosa, fortalecida por su sueño bendito, y se va a coronar en los cielos el sueño que había comenzado en la tierra, y que ya no conocerá interrupciones. Su sueño se convertirá en realidad, durante toda la eternidad gozará de la visión de Dios y volverá a encontrar a su padres a los que tanto había amado en la tierra, y ya nunca se separará de ellos.

 Marzo o abril de 1887. Ejercicio de redacción

 Esta evocación de la naturaleza fue publicada en Carmel, 1957/II, pp. 103s, y en Mss II, p. 9, a propósito del paseo al castillo de Grogny (Sarthe), en el Ms A 8vº. Un parque Cuando llega abril, el hermoso mes en que las flores brotan de sus capullos color rosa y en que las violetas despliegan a porfía sus pequeñas corolas perfumadas, también los niños, al igual que las flores, sienten necesidad de aire y de movimiento. Conozco, a la orilla del mar, un precioso castillo, rodeado de un gran parque. En ese parque retozan siete u ocho hermosos pelirrojos, semejantes a una nidada de reyezuelos. ¡Qué alegre que es ver en primavera cómo se despierta este viejo castillo! Se ve, al poco, la encantadora cabecita de un niño, mirando, inclinada, los pececitos rojos del acuario. Allí, a través de la enramada, se ven flotar al aire las cintas multicolores de las niñeras, que tienen en brazos un rorró que sonríe al sol y a la llegada de la primavera que sus ojos ven por primera vez desde que llegó al mundo. Un poco más lejos, bajo los grandes castaños seculares, otros niños que se vuelven semejantes a los pájaros y parecen volar por el aire: una hermana mayor empuja un silloncito en forma de columpio, y la niña hace resonar el aire con su risa argentina al ver que sube tan alto que sus hermanas quedan muy por debajo de ella. En este gran parque no hay solamente niños. Hay también gacelas, gamos y corzos domesticados. Se ven pasar velozmente ante los ojos a estos preciosos animales. Al principio, uno cree estar en un bosque y contiene el aliento por miedo a asustarlos. Pero no tengáis miedo, mirad a esa gacela seguida de su cervatillo: va a comer de la mano de un niño que le ofrece un trozo de pan blanco. A la vista de esto, uno creería estar realmente en el paraíso terrenal. Pero en este gran parque hay todavía otro entretenimiento más. Mirad, aquí más cerca, en medio de ese césped esmaltado de flores, otros niños montados en un caballo de madera que da vueltas y más vueltas alrededor de un círculo reducido; pero no por eso se les ve menos contentos, y querrían seguir cabalgando sin cesar alrededor de esa línea sin fin, si los brazos del viejo criado no se sintieran cansados por un momento. En ese gran parque hay también muchas otras maravillas que me llevaría mucho tiempo enumerar. Las personas que deseen adquirir un mayor conocimiento de mi parque sólo tienen que dirigirse al puertecito de mar de L... La encantadora familia X... recibe todos los años muchos visitantes.

 4. Notas sacadas de Arminjon

 En 1887, Teresa quedó fuertemente impresionada por la lectura de un libro del abate Carlos Arminjon: «Copié varios pasajes sobre el amor perfecto», etc. (Ms A 47 rº/vº). Se trataba del Fin del mundo presente y misterios de la vida futura, una serie de conferencias predicadas en la catedral de Chambéry (1ª ed., Palmé-Albanel, Paris/Bruxelles, 1881; Teresa conoció también, ya en el Carmelo, la 2ª ed., Imprimerie Saint-Paul, 1882; cf VT, nº 79, p. 219). La reedición de 1970, en la OCL, ofrece una concordancia entre la paginación de 1882 y la de 1970.

 30 de mayo de 1887. Copia

 El primer texto copiado (reproducido en Mss II, p. 32) aparece en la 165 de la edición de 1881, en la p. 149 de la edición de 1882, y en la p. 205 de la edición de 1970 (conferencia «Sobre el Purgatorio»); Teresa lo conservaba en su Manual del cristiano. El hombre abrasado en la llama del amor divino es tan indiferente a la gloria o a la ignominia como si estuviese solo y sin testigos en la tierra. Desprecia todas las tentaciones. Los sufrimientos le preocupan tan poco como si fuese otro el que los padece. Lo que está lleno de suavidad para el mundo no tiene ningún atractivo para él. Es menos susceptible de coger el más mínimo apego a las criaturas, que el oro refinado siete veces de coger herrumbre. Estos son, ya en esta tierra, los efectos del amor divino cuando se apodera con fuerza de un alma. 30 de mayo del 87. Extracto de «Fin del mundo presente y misterios de la vida futura», del abate Arminjon (Conferencias)

 4-5 de junio de 1887. Copia

 Estas copias, hechas en un cuaderno escolar de tapas negras, provienen de las pp. 290s y 315s de la edición de 1882 (7ª conferencia: «De la eterna Bienaventuranza y la visión sobrenatural de Dios»). Reproducidas en Mss II, pp. 32s.

 4 de junio de 1887. Extracto de Fin del mundo presente y misterio de la vida futura. Conferencia sobre el cielo, del abate Arminjon.

 -...Y Dios, agradecido, exclamará: ¡Ahora me toca a mí! A la entrega quelos santos me hicieron de sí mimos ¿podré yo responder de otra manera que entregándome a mí mismo sin restricción alguna y sin medida? Si pongo entre las manos de quienes me han servido con fidelidad el cetro de la creación, si los rodeo con los torrentes de mi luz, sería ya mucho, sería ir mucho más allá de cuanto se hayan encumbrado sus sentimientos y sus esperanzas; pero no es ése el último esfuerzo de mi corazón: yo les debo mucho más que el paraíso, mucho más que todos los tesoros de mi sabiduría, les debo mi vida, mi sustancia eterna e infinita. Si yo hago entrar en mi casa a mis servidores y a mis amigos, si los consuelo, si les hago estremecerse con los encantos de mi ternura, si los estrecho en un abrazo de mi amor, es para saciar sobreabundantemente su sed y sus deseos, muy por encima incluso de lo que sería necesario para el descanso total de su corazón. Pero ni aun esto es suficiente para que mi corazón se sienta conforme y mi corazón plenamente satisfecho. Es necesario que yo sea el alma de su alma, que los penetre y los impregne de mi divinidad como el fuego hace con el hierro; que, mostrándome a su espíritu sin nubes y sin velos y sin la mediación de los sentidos, me una a ellos en un cara a cara eterno; que mi gloria los ilumine, que transpire e irradie por todos los poros de su ser, para que, «conociéndome como yo los conozco, se vuelvan también ellos dioses».

 -Padre, exclamó Jesús: «te pido que donde estoy yo estén tambiénconmigo los que yo he amado». Que se abismen y se pierdan en las profundidades del océano de mis claridades; que deseen, que posean, que gocen, que sigan poseyendo y deseando; que desaparezcan en el seno de tu eterna felicidad, y que de alguna manera sólo quede de su personalidad el conocimiento y el sentimiento de su dicha.

 5 de junio En el cielo la felicidad es estable. Los elegidos, confirmados en gloria, son inasequibles al temor. Los siglos se sucederán unos a otros sin que disminuya su felicidad y sin que se extienda por su frente una sola nube de tristeza. La certeza de poseer eternamente los bienes que tanto aman centuplica su dulzura. ¡Qué gran motivo de júbilo cuando, después que hayan transcurrido millares y millares de siglos, contemplando en la lejanía del pasado el día en que hicieron su ascensión triunfante, digan: Nada de todo esto ha pasado, hoy reino, hoy estoy en posesión de mi dicha, y la poseeré mientras Dios se Dios, es decir, Siempre, siempre...! Inicio


 II. EN EL CARMELO (1888-1897)


 1. Estampas bíblicas

 Teresa compuso nueve estampas para el breviario, las más de ellas partiendo de fotografías sacadas por su hermana Genoveva (Celina). Ateniéndonos a la escritura, podemos pensar que ninguna de ellas es anterior al verano de 1896. Teresa rodea estas estampas ce texto básicamente bíblicos, de acuerdo a unos temas bien definidos. Remitimos al lector a la presentación exhaustiva que de ellas se hace en VT, nº 77, enero 1980, pp. 68-80. Las citas se encuentran, en su punto y lugar, en La Bible avec Thérèse de Lisieux (BT).

 Est 1 Cristo en la cruz (julio-agosto de 1896)

 Un citrato representa a María Magdalena postrada a los pies del Crucificado (cuadro de Kehren o de Müller). Es la reproducción de la estampa que Teresa tenía en su misal, en el verano de 1887, y que le inspiró «la sed de almas» (cf Ms A 45vº/46vº). La mujer allí postrada es al mismo tiempo la Samaritana, María Magdalena la pecadora y la propia Teresa que aspira a «pasar su vida recogiéndola para las almas» (CA 1 CA 8 CA 1). Esta estampa puede verse en DLTH, p. 77. Las tres estrofas al dorso están sacadas de la poesía de Teresa Jesús, amado mío, acuérdate (P 15, estr. 10, 25 y 26, con algunas variantes.) Anverso Tengo sed... Dame de beber... Juan XIX,28 - IV,7 Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: «Dame de beber», tal vez tú se lo pedirías a él y él te daría agua viva... El que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed, y el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna... Señor, dame de esa agua, y así no tendré más sed. (Juan IV) Señor, tú sabes que te quiero... pero ten compasión de mí, que no soy más que un pecador. Juan XXI,15 - Lc XVIII,13 Acuérdate, Jesús: junto al brocal de un pozo, un viajero, cansado del camino, hizo que rebosaran sobre cierta mujer samaritana los raudales de amor que encerraba su pecho. ¡Yo sé quién es aquel que pidió de beber él es el don de Dios, la fuente de la gloria! Eres tú, el agua que brota, eres tú, Jesús, que nos has dicho: »Venid a mí».

 Acuérdate de la amorosa queja
 que, clavado en la cruz, se te escapó del pecho.
 ¡En el mío quedó, Jesús, grabada,
 y por eso comparte el ardor de tu sed!
 Y cuanto más herido se siente por tu fuego,
 más sed tiene, Jesús, de darte almas.
 De que una sed de amor
 me quema noche y día
 ¡acuérdate!
 ¡Acuérdate, Jesús, Verbo de vida,
 de que tanto me amaste, que moriste por mí!
 También yo quiero amarte con locura,
 también por ti vivir y morir quiero yo.
 Bien sabes, ¡oh Dios mío!, que lo que yo deseo
 es hacer que te amen y ser mártir un día.
 Quiero morir de amor.
 Señor, de mi deseo
 ¡acuérdate!

 Est 2 Juana de Arco en prisión (julio? de 1896)

 Esta estampa doble se compone de un soporte de cartón en el que están pegadas, al dorso y en el reverso, dos fotografías de Teresa en «Juana de Arco en su prisión» (VTL, nº 13 y 14; DLTH, PP 220-221). La foto de VTL 13 lleva como leyenda: «La Ven. Juana de Arco en su prisión», y la de VTL 14: «La Ven. Juana de Arco consolada en su prisión por Sta. Catalina, v.m.» (virgen y mártir). Los versículos bíblicos elegidos traducen a la vez las Pasión de Juana de Arco y la «prueba de la fe» de Teresa. De esta estampa ha habido al menos cinco ejemplares (con tres borradores). Ultima cita del anverso: Sal 41,6.5; la segunda del anverso: Mt 5,10; y luego, Mt 5,5 y 2 Tim 4,7-8. Anverso: El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará. Mt XV, 24-25 Ten piedad de mí, Señor, que soy la burla de mis enemigos, el espanto de mis conocidos... Me han olvidado como a un muerto. Pero yo confío en ti, Señor..., te digo: ¡Tú eres mi Dios...! Sal XXX,12.13.15 Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. Juan XII,24-25

 Alma mía, ¿por qué estás triste...?, ¿por qué te me turbas...? Sí, marcharé entre la multitud de los justos y entraré con ellos en la casa de Dios, entre gritos de júbilo y cánticos de alabanza, entre la multitud de las vírgenes transportada de alegría...

 Anverso:

 Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos y se las has revelado a los pequeños.

 Lucas X,21.

 Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

 Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios...

 Mateo, c. V.

 Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados...

 He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta. Ahora sólo me queda recibir la corona de justicia...

 San Pablo

 Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa... Estad contentos y saltad de alegría, porque

 vuestra recompensa será grande en el cielo.

 Mateo V,11-12.

 Est 3 La adoración de los pastores (segundo semestre de 1898)

 Sobre un soporte de cartón, reproducción en medallón de la «Navidad» de Müller. Las citas son las siguientes: Lc 2,14; Mt 12,46-50; Jn 17,25-

 26.3.10.23. Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad... El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo he dado a conocer tu nombre a los que me has dado, y ellos han conocido que tú me has enviado... Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, a ti y a Jesucristo tu enviado... En ellos he sido glorificado... Yo en ellos y tú en mí, porque tú los has amado como me has amado a mí... San Juan XVII,25-3-23

 Est 4 La Sagrada Familia (verano de 1896)

 La misma presentación que la de la estampa anterior. En el centro, «La Sagrada Familia» de Müller. A Teresa le gustaba esta estampa (cf CA 10 CA 9 CA 2). La dimensión misionera del grupo está bien caracterizada. Cf Cta 264 y CG, p. 1281.

 La segunda cita del anverso: P 15, estr. 15 y 17 con variantes; luego, Mt 9,37-38; Jn 4,35-37; Lc 12,49.

 Anverso:

 Levantad los ojos y contemplad los campos, que están ya dorados para la siega... San Juan IV,35

 Para que tu cosecha recoger pronto puedas, mi Dios, todos los días me inmolo y te suplico.

 Son mi dolor y gozo para tu segadores...

 Yo quisiera, Dios mío,

 llevar lejos tu fuego...

 La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande trabajadores a su mies...

 Uno siembra y otro siega, y se alegran lo mismo sembrador y segador...

 He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo...! Mt 9 - Juan IV - Lc ,49

 Reverso: (Fórmulas conclusivas de las oraciones del Oficio divino, en latín.)

 Est 5 y 6 «Recuerdo del breve destierro» (agosto-septiembre de 1896)

 Soporte de cartón con tres citratos ovalados, en el anverso, que representan a los hermanitos y hermanitas de Teresa muertos en temprana edad. Debajo, simbolizando a la primera «Teresita», de la que no existe ninguna foto, una delicada miniatura: una paloma que levanta el vuelo desde la tierra y se eleva hacia unos rayos dorados (cf DLTH, p. 227). La estampa 6 es muy parecida a la estampa 7, con muy pocas variantes; Teresa la guardó para sí, y la madre Inés se quedó con ella tras la muerte de su hermana. Las citas bíblicas, al dorso, son las siguientes: Mc 10,14; Mt 18,10; Mt 18,4; Mc 10,16; Rom 4,6.4 y 3,24; Is 40,11; Ap 14,2-5. Anverso: Recuerdo del breve destierro de nuestros angelitos y de su nacimiento para el cielo: María Elena, 13 oct. 1896 - 22 febr. 1897 María José Luis, 20 sept. 1866 - 14 febr. 1867 María José Juan Bautista, 19 dic. 1867 - 25 agosto 1868 María Melania Teresa, 16 agosto 1870 - 8 oct. 1870. Reverso: Dejad que los niños se acerquen a mí, de ellos es el reino de los cielos... Sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial... El que se haga pequeño como un niño, ése es el más grande en el reino de los cielos.

 ... Jesús abrazaba a los niños después de bendecirlos. Evangelio. Dichoso aquel a quien Dios otorga la justificación prescindiendo de sus obras, pues al que hace un trabajo el jornal no se le cuenta como un favor sino como algo debido... Y los que no hacen un trabajo son justificados gratuitamente por Su gracia, en virtud de la redención cuyo autor es Cristo Jesús. Cta. de san Pablo a los Romanos. El Señor apacentará a su rebaño. Su brazo lo reúne, toma en brazos los corderos. Isaías, c. LX Oí una voz que bajaba del cielo; era como el son de arpistas que tañían sus arpas. Y cantaban un cántico nuevo ante el trono de Dios, y nadie podía cantar este cántico excepto las vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que vaya... Han sido rescatados como primicias de la humanidad para Dios y el Cordero. En sus labios no hubo mentira y han sido encontrados sin mancha ante el trono de Dios. Apoc. c. XIV

 Est 7 La Navidad (agosto de 1896 - marzo de 1897)

 En un soporte de cartón, citrato pegado da «La Navidad» o «Adoración de

 los pastores», pintada por Celina en 1882; ésta escribió a lápiz al margen:

 «Estampa que perteneció a sor María de la Eucaristía: los textos son de

 Sta. Teresa del Niño Jesús».

 Referencias de las citas: Lc 2,14; san Bernardo, cf Cta 162; Pr 9,4; Mt

 18,4; Is 40,11; Is 66,13.12; Sal 102,13.12.8; Mt 12,50; Jn 17,24.23. Varios

 textos se encuentran en el Ms B 1rº/vº. El reverso está reproducido en

 facsímil en CSG, p. 38, y en DLTH, p. 226.

 Anverso:

 Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena

 voluntad...

 Jesús, ¿quién te ha hecho tan pequeño? El amor.

 Reverso:

 El que sea pequeñito, que venga a mí... (Prov.)

 El que se haga pequeño como un niño, ése es el más grande en el reino

 de los cielos... ()

 El Señor reunirá a los corderitos y los tomará en brazos.

 Como una madre acaricia a su hijo, así os consolaré yo. Os llevaré en mis

 brazos y sobre mis rodillas os acariciaré.

 (Isaías)

 Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor compasión por

 nosotros. Como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros los delitos

 de que somos culpables. El Señor es compasivo y misericordioso, lento

 para castigar y rico en misericordia. (Sal CII)

 El que cumple la voluntad de mi Padre, ése es mi hermano y mi hermana y

 mi madre. ()

 Padre, a los que me diste tú los has amado como me has amado a mí.  ()

 Est 8 Ecce Homo - Virgen de los Dolores (agosto de 1897?)

 En el anverso, litografía del Ecce Homo de Guido Reni, ovalada. A Teresa el gustaba esta reproducción; la pegará, muy reducida, en la parte inferior de la estampa de Teófano Vénard que tenía prendida en las cortinas de su lecho en la enfermería (UC, pp. 447s). En el reverso, reproducción de una Mater Dolorosa de Carlo Dolci, ovalada (cf DLTH, p. 226). Teresa pegará también una reducción de esta imagen en la estampa de Teófano. Este montaje estaba destinada a sor Genoveva. La última cita está sacada de Lm 1,12. Anverso: Y pronto veréis que el Hijo del Hombre está sentado a la derecha del Todopoderoso y que viene entre las nubes del cielo... San Marcos, c XIV. v. 61.62 Reverso: Ecce Mater tua San Juan, c. XIX, v. 27 Mirad y ved si hay dolor como mi dolor...

 Est 9 El Niño Jesús («de Messine» - 1897)

 En un cartón está pegado un citrato que representa al Niño Jesús de Ittenbach, que sor María de la Trinidad había traído del Carmelo de la avenida de Messine (cf UC, p. 414). En el reverso, imagen de «Totó y Lilí» (Teresa y Celina: dos niños protegidos por un ángel), de los que habla sor Genoveva (UC, p. 526 y 546). Teresa será fotografiada con este Niño Jesús el 7 de junio de 1897 (VTL, nº 41, 42, 43; DLTH, PP 289 y 291). La conservará a su lado en la enfermería (UC, p. 251 y 395). La primera frase está sacada de la leyenda áurea de santa Teresa de Avila, que estaba escrita en una estampa que Teresa tenía en su breviario. Un niño viene hacia la Madre y le pregunta: «- ¿Cómo te llamas? - Yo soy Teresa de Jesús. - Pues yo soy Jesús de Teresa, replico el niño» (cf Or 13 a 16). La segunda cita es de Pr 9,4; cf Est 7 y Ms C 3rº. Yo soy Jesús de Teresa... El que sea pequeñito, que venga a mí. Prov.


ESCRITOS VARIOS-Sta. Teresa del Niño Jesús