Jesaja (BPD) 26

26 1 Aquel día, se entonará              este canto en el país de Judá:
Tenemos una ciudad fuerte,
el Señor le ha puesto como salvaguardia
muros y antemuros.
2
Abran las puertas,
para que entre una nación justa,
que se mantiene fiel.
3
Su carácter es firme,
y tú la conservas en paz,
porque ella confía en ti.
4
Confíen en el Señor para siempre,
porque el Señor es una Roca eterna.
5
Él doblegó a los que habitabanen la altura,
en la ciudad inaccesible;
la humilló hasta la tierra,
le hizo tocar el polvo.
6
Ella es pisoteada
por los pies del pobre,
por las pisadas de los débiles.

Salmo: la esperanza en los juicios del Señor

7 La senda del justo es recta,
tu allanas el sendero del justo.
8
Sí, en la senda trazada por tus juicios,
esperamos en ti, Señor:
tu Nombre y tu recuerdo
son el deseo de nuestra alma.
9
Mi alma te desea por la noche,
y mi espíritu te busca de madrugada,
porque cuando tus juicios se ejercen sobre la tierra,
los habitantes del mundoaprenden la justicia.
10
Si se hace gracia al malvado,
no aprende la justicia:
en el país de la rectitud,obra perversamente,
sin mirar la majestad del Señor.
11
Señor, tu mano está levantada,
pero ellos no la ven:
¡que vean avergonzadostu celo por el pueblo,
que los devore el fuegodestinado a tus adversarios!
12
Señor, tú nos aseguras la paz,
porque eres tú el que realiza por nosotros
todo lo que nosotros hacemos.
13
Señor, Dios nuestro,
otros señores nos han dominado,
pero a nadie reconocemos fuera de ti,
solamente pronunciamos tu Nombre.
14
Los muertos no revivirán,
las Sombras no se levantarán:
tú has intervenido para exterminarlos,
hiciste desaparecer hasta su recuerdo.
15
Has engrandecido la nación, Señor,
has engrandecido la nación,
has manifestado tu gloria,
has ensanchado todas las fronteras del país.
16
En medio de la angustia, Señor,acudimos a ti,
clamamos en la opresión,
cuando nos golpeaba tu castigo.
17
Como la mujer embarazada,que está por dar a luz,
se retuerce y da gritos de dolor,
así éramos nosotros delante de ti, Señor.
18
Hemos concebido, nos hemos retorcido,
y no dimos a luz más que viento.
¡No hemos traído la salvación a la tierra,
no le nacieron habitantes al mundo!
19
Pero tus muertos revivirán,
se levantarán sus cadáveres.
¡Despierten y griten de alegría
los que yacen en el polvo!
Porque tu rocío es un rocío de luz,
y la tierra dará vida a las Sombras.

El castigo de los habitantes de la tierra

20 ¡Ve, pueblo mío,entra en tus habitaciones
y cierra tus puertas por dentro;
escóndete por un instante,
hasta que pase la ira!
21
Porque el Señor sale de su morada
para pedir cuenta de su iniquidad
a los habitantes de la tierra:
la tierra pondrá al descubiertola sangre derramada
y ya no cubrirá a sus muertos.

El castigo de Leviatán

27 1 Aquel día, el Señor castigarácon su espada bien templada,
grande y fuerte,
a Leviatán, la Serpiente huidiza,
a Leviatán, la Serpiente tortuosa,
y matará al Dragón que está en el mar.

El canto de la viña

2 Aquel día, canten a la viña deliciosa:
3
Yo, el Señor, soy su guardián,
la riego constantemente;
para que nadie le haga daño,
la cuido día y noche.
4
Ya no estoy enojado:
aunque haya cardos y espinas
iré a luchar contra ellos
y los quemaré todos juntos.
5
A menos que se acojan a mi amparo,
que hagan las paces conmigo:
¡sí, que hagan las paces conmigo!

La expiación de los pecados de Israel

6 En los días que vendrán,Jacob echará raíces,
Israel florecerá, dará brotes,
y llenará el mundo con sus frutos.
7
¿Acaso el Señor lo ha golpeado
como golpeó al que lo golpeaba?
¿Lo ha matado como matóa los que lo mataban?
8
Al expulsarlo, al despoblarlo,
has concluido tu pleito con él.
Él lo arrolló con su soplo violento,
en un día de viento del este.
9
Así será expiada la iniquidad de Jacob,
y este será el fruto de la remisión de su pecado:
¡él tratará todas las piedras de altar
como piedra caliza que se tritura,
los postes sagradosy los altares de incienso
no quedarán en pie!

La ciudad abandonada

10 La plaza fuerte está solitaria,
es un pastizal abierto,
abandonado como el desierto.
Allí va a pacer el ternero,
allí se recuesta y deshoja las ramas.
11
Al secarse, se quiebran las ramas,
y vienen mujeres a prenderles fuego.
Porque este es un pueblo sin inteligencia:
por eso su Creadorno le tiene compasión,
el que lo formó no se apiada de él.

El retorno de los israelitas

12 Aquel día, el Señor trillará el grano
desde el curso del Ríohasta el Torrente de Egipto,
y ustedes, israelitas,
serán espigados uno por uno.
13
Aquel día, sonará la gran trompeta,
y vendrán los que estaban perdidosen el país de Asiria
y los desterrados en el país de Egipto,
para adorar al Señor
sobre la santa Montaña, en Jerusalén.

ORÁCULOS SOBRE ISRAEL Y JUDÁ


La caída de Samaría
28 1 ¡Ay de la soberbia corona         de los ebrios de Efraím,
y de la flor marchita que lucen como adorno,
sobre lo alto del valle fértil!
¡Ay de ustedes, los volteados por el vino!
2
Miren, el Señor tiene a un hombre fuerte y poderoso:
como tormenta de granizoy tempestad arrasadora,
como tormenta de aguas impetuosas, torrenciales,
él lo echa todo por tierra violentamente.
3
Con ambos pies será pisoteada
la soberbia corona de los ebrios de Efraím.
4
Y la flor marchita que lucen como adorno,
sobre lo alto del valle fértil,
será como una breva antes del verano:
el primero que la ve,
apenas la tiene en la mano, se la traga.
5
Aquel día, el Señor de los ejércitos
será una espléndida corona
y una diadema de gloria
para el resto de su pueblo;
6
inspirará la justicia
a los que se sientan en el tribunal,
y dará fortaleza
a los que rechazan el asalto a las puertas.

Contra los sacerdotes y los falsos profetas

7 Estos también se extravían por el vino
y van dando tumbos por la bebida:
sacerdote y profeta se extravían por la bebida,
se aturden con el vino,
van dando tumbos por la bebida,
se extravían en la visión,
titubean en la decisión.
8
¡Sí, todas las mesas están llenas
de vómitos inmundos,
no queda espacio limpio!
9
“¿A quién pretende instruir
y hacerle comprender lo que él oye?
¿A niños recién destetados,
que acaban de dejar el pecho?
10
Porque todo no es más que:
sau lasau, sau lasau,
cau lacau, cau lacau,
un poco aquí, otro poco allí”.
11
Ahora bien: en un lenguaje balbuciente
y en una lengua extranjera,
el Señor hablará a este pueblo,
12
al que le dijo una vez: “Este es el descanso,
hagan descansar al exhausto,
aquí está la tranquilidad”.
¡Pero ellos no quisieron escuchar!
13
Entonces la palabra del Señorles sonará así:
sau lasau, sau lasau,
cau lacau, cau lacau,
un poco aquí, otro poco allí,
a fin de que caigan de espaldas al caminar,
se destrocen y queden enredados en la trampa.

El falso refugio y el verdadero fundamento puesto por el Señor

14 Por eso, escuchen la palabra del Señor,
ustedes, gente burlona,
dominadores de este pueblo
que está en Jerusalén.
15
Ustedes dicen: “Hemos hechouna alianza con la Muerte,
hemos establecido un pacto con el Abismo.
Cuando pase el flagelo desencadenado, no nos alcanzará,
porque hemos hecho de la mentira un refugio
y nos hemos amparado en el engaño”.
16
Por eso, así habla el Señor:
Miren que yo pongo una piedra en Sión,
una piedra a toda prueba,
una piedra angular, escogida,bien cimentada:
el que tenga fe no vacilará.
17
Yo usaré el derecho como medida
y la justicia como plomada.
El granizo barrerá el refugio de la mentira
y las aguas inundarán el escondite.
18
La alianza que hicieron con la Muerteserá anulada
y no se mantendrá el pacto con el Abismo.
Cuando pase el flagelo desencadenado,serán aplastados:
19
los arrollará cada vez que pase,
porque pasará una mañana tras otra,de día y de noche,
y será algo terrible comprender el mensaje.
20
El lecho será demasiado cortopara estirarse,
la manta demasiado estrechapara envolverse.
21
¡Sí, el Señor se alzarácomo en el monte Parasím,
se enfurecerá como en el valle de Gabaón,
para realizar su obra, una obra extraña,
para ejecutar su tarea, una tarea inaudita!
22
Por lo tanto, dejen de burlarse,
no sea que se aprieten más las ataduras,
porque es un decreto de exterminioel que yo escuché
de parte del Señor de los ejércitos
contra todo el país.

La parábola del agricultor

23 ¡Presten oído y escuchen mi voz,
estén atentos y oigan mi palabra!
24
¿Acaso el que ara para sembrar
se pasa todo el día arando,
abriendo surcos y rastrillando su terreno?
25
Una vez igualada la superficie,
¿no siembra el hinojoy esparce el comino,
planta el trigo en hileras,
la cebada en el lugar señalado
y la espelta en sus linderos?
26
El que le enseña estas reglas,
el que lo instruye, es su Dios.
27
El hinojo no se trilla con el rastrillo,
no se pasa sobre el cominola rueda del carro:
el hinojo se golpea con la vara
y el comino con el bastón.
28
¿Se tritura el grano? No,
no se lo trilla indefinidamente;
se hace girar la rueda del carro,
se lo machaca, pero no se lo tritura.
29
También esto procede del Señor de los ejércitos,
admirable por su consejoy grande por su destreza.

Asedio y liberación de Jerusalén

29 1 ¡Ay, Ariel, Ariel,ciudad contra la que acampó        David!
Añadan un año a otro año,
que las fiestas completen su ciclo:
2
entonces yo oprimiré a Ariel,
habrá gemidos y quejidos,
y tú serás para mí como un “ariel”.
3
Yo acamparé contra ti, como David,
te cercaré con empalizadas
y levantaré contra ti torres de asalto.
4
Abatida, hablarás desde la tierra
y tu palabra saldrá débilmente del polvo;
tu voz vendrá de la tierra,como la de un espectro,
y tu palabra será un susurrodesde el polvo.
5
Pero el tropel de tus adversarios
quedará reducido a polvo,
y el tropel de los tiranos
será como paja que se lleva el viento.
De repente, en un instante,
6
serás visitada por el Señor de los ejércitos,
con trueno, fragor y gran estruendo,
huracán, tempestad y llama de fuegodevorador.
7
Pasará como un sueño,una visión nocturna,
el tropel de todas las naciones
que atacaban a Ariel,
todos los que combatían contra ella y su fortaleza
y la tenían cercada.
8
Como el hambriento sueña que come,
y se despierta con el estómago vacío;
como el sediento sueña que bebe,
y se despierta exhausto,con la garganta seca,
así le sucederá al tropelde todas las naciones
que atacan a la montaña de Sión.

La ceguera del pueblo

9 ¡Pásmense y quédense pasmados,
enceguézcanse y quédense ciegos!
¡Embriáguense, pero no con vino,
vacilen, pero no por la bebida!
10
Porque el Señor ha derramadosobre ustedes
un espíritu de letargo,
les ha cerrado los ojos –los profetas–
les ha cubierto sus cabezas –los videntes–
11
y toda visión es para ustedes
como las palabras de un libro sellado.
Se lo dan a uno que sabe leer, diciéndole: “Lee esto”. Pero él responde: “No puedo, porque el libro está sellado”. 12
Le dan el libro a uno que no sabe leer, diciéndole: “Lee esto”. Y él responde: “No sé leer”.

Contra el formalismo religioso

13 El Señor ha dicho:
Este pueblo se acerca a mí con la boca
y me honra con los labios,
pero su corazón está lejos de mí,
y el temor que me tiene
no es más que un precepto humano,
aprendido por rutina.
14
Por eso, yo seguiré haciendo prodigios,
prodigios estupendos,en medio de este pueblo:
desaparecerá la sabiduría de sus sabios
y se eclipsará la inteligenciade sus inteligentes.

Contra los que obran a espaldas del Señor

15 Ay de los que traman secretamente
para ocultar sus proyectos al Señor,
de los que actúan en la oscuridad
y dicen: “¿Quién nos ve y quién nos conoce?”.
16
¡Qué desatino el de ustedes!
¿Acaso se puede pensar
que el alfarero es igual al barro
para que la obra diga al que la hizo:
“No me ha hecho él”,
y la vasija diga de su alfarero:
“No entiende nada”?

Perspectivas de salvación

17 ¿No falta poco, muy poco tiempo,
para que el Líbano se vuelva un vergel
y el vergel parezca un bosque?
18
Aquel día, los sordos oirán
las palabras del libro,
y verán los ojos de los ciegos,
libres de tinieblas y oscuridad.
19
Los humildes se alegrarán más y másen el Señor
y los más indigentes se regocijaránen el Santo de Israel.
20
Porque se acabarán los tiranos,
desaparecerá el insolente,
y serán extirpados los que acechanpara hacer el mal,
21
los que con una palabrahacen condenar a un hombre,
los que tienden trampasal que actúa en un juicio,
y porque sí no más perjudican al justo.
22
Por eso, así habla el Señor,
el Dios de la casa de Jacob,
el que rescató a Abraham:
En adelante, Jacob no se avergonzará
ni se pondrá pálido su rostro.
23
Porque, al ver lo que hagoen medio de él,
proclamarán que mi Nombre es santo,
proclamarán santo al Santo de Jacob
y temerán al Dios de Israel.
24
Los espíritus extraviadosllegarán a entender
y los recalcitrantes aceptarán la enseñanza.

Contra el pacto con Egipto

30 1 ¡Ay de los hijos rebeldes–oráculo del Señor– que hacen planes sin contar conmigo, que concluyen pactos contrarios a mi espíritu,
añadiendo así un pecado tras otro!
2
Se ponen en camino para bajar a Egipto
sin haberme consultado,
para refugiarse al amparo del Faraón
y protegerse a la sombra de Egipto.
3
El amparo del Faraón será su vergüenza
y la protección a la sombra de Egipto,su confusión.
4
Aunque sus jefes estén en Soán
y sus mensajeros hayan llegado a Janés,
5
todos ellos serán defraudados
por un pueblo que no sirve de nada,
que no les aporta ayuda ni provecho,
sino vergüenza y oprobio.

La inutilidad de la ayuda egipcia

6 Oráculo sobre las bestias del Négueb:
Por una tierra de miseria y angustia,
de donde salen la leona y el león,
la víbora y la serpiente voladora,
ellos llevan sus riquezas a lomo de asnos
y sus tesoros sobre la giba de los camellos,
a un pueblo que no sirve de nada.
7
¡Egipto! Su ayuda es inútil y vana;
por eso yo lo llamé: “Rahab, la inmóvil”.

El testimonio escrito del profeta

8 Ahora ve, escribe esto
en una tabla, delante de ellos,
e inscríbelo en un libro:
que sirva de testimonio perpetuo
para el tiempo futuro.

Castigo de la rebeldía y de la falsa confianza

9 Porque este es un pueblo en rebeldía,
son hijos mentirosos,
hijos que no quieren escuchar
la enseñanza del Señor.
10
Ellos dicen a los videntes:
“¡No tengan visiones!”,
y a los profetas:
“¡No nos vaticinen la verdad!
¡Háblennos de cosas agradables,
tengan visiones ilusorias!
11
¡Apártense del camino,
desvíense del sendero,
dejen de ponernos por delante
al Santo de Israel!”.
12
Por eso, así habla el Santo de Israel:
Porque ustedes desprecian esta palabra
y confían en lo que es tortuoso y retorcido,
para tener donde apoyarse,
13
por eso, esta falta será para ustedes
como una grieta amenazadora
que se va agrandando en un muro elevado,
y de pronto, en un instante,
sobreviene el derrumbe;
14
o como se quiebra una vasija de alfarero
hecha añicos sin piedad,
sin que se encuentre entre sus pedazos
ni un trozo para sacar fuego del brasero
o para extraer agua del aljibe.
15
Porque así habla el Señor,el Santo de Israel:
En la conversión y en la calma
está la salvación de ustedes;
en la serenidad y la confianza
está su fuerza.
¡Pero ustedes no lo han querido!
16
Ustedes dijeron:“¡No, huiremos a caballo!”.
Está bien, tendrán que huir.
“¡Cabalgaremos velozmente!”.
Está bien, sus perseguidoresserán más veloces.
17
Ante la amenaza de uno solo,temblarán mil;
ante la amenaza de cinco, ustedes huirán,
hasta que sean dejados como un mástil
en la cumbre de una montaña,
como señal sobre una colina.

La conversión y la prosperidadfutura de Jerusalén

18 A pesar de todo, el Señor espera
para apiadarse de ustedes;
a pesar de todo, él se levantará
para tenerles compasión:
porque el Señor es un Dios de justicia.
¡Felices todos los que esperan en él!
19
Sí, pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén, ya no tendrás que llorar: él se apiadará de ti al oír tu clamor; apenas te escuche, te responderá. 20 Cuando el Señor les haya dado el pan de la angustia y el agua de la aflicción, aquel que te instruye no se ocultará más, sino que verás a tu maestro con tus propios ojos. 21 Tus oídos escucharán detrás de ti una palabra: “Este es el camino, síganlo, aunque se hayan desviado a la derecha o a la izquierda”. 22 Tendrás por impuros a tus ídolos recubiertos de plata y a tus estatuas enchapadas en oro; los arrojarás como inmundicia, y les dirás: “¡Fuera de aquí!”.
23
El Señor te dará lluvia para la semilla que siembres en el suelo, y el pan que produzca el terreno será rico y sustancioso. Aquel día, tu ganado pacerá en extensas praderas. 24 Los bueyes y los asnos que trabajen el suelo comerán forraje bien sazonado, aventado con el bieldo y la horquilla. 25 En todo monte elevado y en toda colina alta, habrá arroyos y corrientes de agua, el día de la gran masacre, cuando se derrumben las torres. 26 Entonces, la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces más intensa –como la luz de siete días– el día en que el Señor vende la herida de su pueblo y sane las llagas de los golpes que le infligió.

Castigo de las naciones

27 ¡Miren que el nombre del Señorviene de lejos!
Arde su ira y es densa la humareda;
sus labios desbordan de indignación
y su lengua es como fuego devorador.
28
Su aliento es como un torrente desbordado,
que sube hasta el cuello,
para zarandear a las nacionescon la criba destructora
y poner el freno del extravíoen las quijadas de los pueblos.
29
Entonces, ustedes cantarán
como en la noche sagrada de la fiesta,
y habrá alegría en los corazones,
como cuando se avanza al son de la flauta
para ir a la montaña del Señor,
hacia la Roca de Israel.
30
El Señor hará oír su voz majestuosa
y mostrará su brazo que se descarga
en el ardor de su ira, en la llama de un fuego devorador,
en el huracán, la tormenta y el granizo.
31
Asiria temblará ante la voz del Señor,
que golpeará con el bastón;
32
y cada vez que pase la vara vengadora
que el Señor descargará contra ella,
irá acompañada de tamboriles y cítaras,
en los combates que el Señorentablará con ella,
blandiendo su brazo.
33
Porque la hoguera está preparadahace tiempo,
está dispuesta también para el rey:
se ha hecho una pira profunda y ancha,
con fuego y leña en abundancia,
y el soplo del Señor la encenderá
como un torrente de azufre.

Inutilidad de la alianza con Egipto

31 1 ¡Ay de los que bajan a Egipto  para pedir ayuda,y buscan apoyo en los caballos!
Ellos confían en los carros,porque son numerosos,
y en los jinetes, porque son muy fuertes,
pero no miran al Santo de Israel
ni consultan al Señor.
2
Sin embargo, él también es sabio:
hace venir la desgraciay no revoca su palabra,
se levanta contra la casa de los malvados
y contra la ayuda de los malhechores.
3
Los egipcios son hombres y no dioses,
sus caballos son carne y no espíritu.
Cuando el Señor extienda su mano,
tropezará el que ayuda,
y caerá el que es ayudado,
y todos juntos desaparecerán.

El combate del Señor en favor de Jerusalén

4 Porque así me ha hablado el Señor:
Como gruñe el león
o el cachorro de león sobre su presa,
cuando se llama contra éla todos los pastores,
sin dejarse intimidar por sus gritos
ni amedrentarse por el tumulto,
así el Señor de los ejércitosbajará a combatir
sobre la montaña de Sión y su colina.
5
Como pájaros que revolotean,
así el Señor de los ejércitosprotegerá a Jerusalén:
él protegerá, salvará,
perdonará, librará.
6
¡Vuelvan, israelitas,
a aquel de quien se han apartado tanto!
7
Sí, en aquel día, cada uno rechazará
sus ídolos de plata y sus ídolos de oro,
esos que ustedes se han fabricadocon sus manos pecadoras.
8
Asiria caerá bajo una espadaque no es de un hombre,
una espada no humana la devorará:
ella huirá delante de la espada
y sus jóvenes irán a trabajos forzados.
9
Su roca huirá aterrorizada,
y sus jefes, espantados,abandonarán el estandarte.
–Oráculo del Señor,que tiene su fuego en Sión
y su horno en Jerusalén–.

El reinado de un rey justo

32 1 Sí, un rey reinaráconforme a la justicia
y los príncipes gobernaránsegún el derecho.
2
Ellos serán como un refugio contra el viento,
como un reparo contra la tormenta,
como una corriente de aguaen suelo árido,
como la sombra de un peñascoen tierra reseca.
3
No se obnubilarán los ojos de los que ven
y los oídos de los que oyenestarán atentos;
4
el irreflexivo aprenderá a comprender
y la lengua tartamuda hablarácon soltura y claridad.
5
Ya no se llamará noble al necio
ni se dará al sinvergüenzaun título honorífico.

El comportamiento del necio y del noble

6 Porque el necio dice necedades
y su corazón maquina el mal,
para proceder con impiedad
y proferir aberraciones contra el Señor,
para dejar al hambrientocon el estómago vacío
y privar de bebida al sediento.
7
En cuanto al sinvergüenza,usa malas artes,
no planea más que infamias,
para arruinar a los indigentes con engaños,
cuando el pobre reclama su derecho.
8
El hombre noble, en cambio,piensa noblemente
y se mantiene firme en su nobleza.

Contra las mujeres indolentes

9 ¡De pie, mujeres indolentes,
escuchen mi voz!
¡Presten oído a mi palabra,
mujeres demasiado confiadas!
10
Dentro de un año y unos días,
ustedes temblarán, mujeres confiadas,
porque terminará la vendimia
y no llegará la cosecha.
11
¡Tiemblen, indolentes,
estremézcanse, confiadas,
desvístanse, desnúdense,
cíñanse la cintura!
12
Laméntense por los campos,
por los campos deliciosos,
por las viñas fértiles,
13
por el suelo de mi pueblo,
porque crecerán espinas y zarzas
en todas las casas felices
de la ciudad alegre.
14
Sí, la ciudadela ha quedado desierta
y la ciudad tumultuosa, abandonada.
Ofel y la Torre de guardia
serán madrigueras para siempre,
delicia de los asnos salvajes,
pastizal para los rebaños...

El reino futuro de la justicia y la paz

15 ...hasta que sea infundido en nosotros
un espíritu desde lo alto.
Entonces el desierto será un vergel
y el vergel parecerá un bosque.
16
En el desierto habitará el derecho
y la justicia morará en el vergel.
17
La obra de la justicia será la paz,
y el fruto de la justicia, la tranquilidad
y la seguridad para siempre.
18
Mi pueblo habitará en un lugar de paz,
en moradas seguras,en descansos tranquilos
19
–pero la selva caerá abatida
y la ciudad será humillada por completo–.
20
¡Felices ustedes, los que siembranjunto al agua,
los que dejan sueltos al buey y al asno!

Súplica en un tiempo de angustia

33 1 ¡Ay de ti, devastador   que no has sido devastado,
traidor, a quien no han traicionado!
Cuando termines de devastar,serás devastado,
cuando acabes de traicionar,te traicionarán a ti.
2
Señor, ten piedad de nosotros,
nosotros esperamos en ti.
Sé nuestro brazo cada mañana
y nuestra salvaciónen el tiempo de la angustia.
3
Al estruendo de tu voz,huyen los pueblos;
cuando te alzas, se dispersan las naciones.
4
Como arrasa la oruga, se recoge el botín;
se abalanzan sobre él,como una bandada de langostas.
5
El Señor es sublimeporque habita en las alturas:
él llena a Sión con el derecho y la justicia,
6
él será la seguridad de tus días.
La sabiduría y la cienciason la riqueza salvadora;
el temor del Señor, ese es su tesoro.

La intervención del Señor en medio de la desolación

7 La gente de Ariel grita por las calles,
los mensajeros de pazlloran amargamente.
8
Los senderos están desolados,
nadie transita por los caminos.
Se ha roto la alianza,se rechaza a los testigos,
no se tiene en cuenta a nadie.
9
La tierra está de duelo y desfallece,
el Líbano pierde el color y se marchita,
el Sarón se ha convertido en una estepa,
el Basán y el Carmelo se deshojan.
10
“Ahora me levantaré, dice el Señor,
ahora me erguiré,
ahora me alzaré.
11
Ustedes han concebido heno
y darán a luz paja;
mi soplo es un fuego que los va a devorar.
12
Los pueblos serán calcinados,
como espinas cortadas,arderán en el fuego.
13
Los que están lejos,escuchen lo que hice;
los que están cerca,reconozcan mi poder”.

Condiciones para librarse del Juicio divino

14 Están aterrados en Sión los pecadores,
un temblor invade a los impíos:
“¿Quién de nosotros habitaráen un fuego devorador?
¿Quién de nosotros habitaráen una hoguera eterna?”.
15
El que obra con justiciay habla con rectitud,
el que rehúsa una ganancia extorsionada,
el que sacude sus manospara no retener el soborno,
el que tapa sus oídosa las propuestas sanguinarias,
el que cierra los ojospara no ver la maldad:
16
ese hombre habitará en las alturas,
rocas fortificadas serán su baluarte,
se le dará su pan
y tendrá el agua asegurada.

La gloria futura de Sión

17 Tus ojos verán a un reyen su hermosura,
contemplarán un paísque se extiende a lo lejos.
18
Tú evocarás lo que te horrorizaba:
“¿Dónde está el que contaba,
dónde el que pesaba,
dónde el que numeraba las torres?”.
19
Ya no verás más a aquel pueblo brutal,
aquel pueblo de lengua impenetrable,
que tartamudea en un idioma incomprensible.
20
Mira a Sión, la ciudad de nuestras fiestas,
que tus ojos vean a Jerusalén,
morada tranquila,carpa que no será desplazada,
cuyas estacas no serán arrancadas
y cuyas cuerdas no se romperán.
21
Porque allí el Señor se muestramagnífico con nosotros,
como un lugar de ríos,de canales anchurosos,
por donde no circulaningún barco a remos
ni atraviesa ningún navío poderoso.
23
¡Se aflojan tus cordajes,
ya no sostienen el mástil,
ni se despliega el pabellón!
22
Porque el Señor es nuestro Juez,
el Señor es nuestro Legislador,
el Señor es nuestro Rey:
él nos salvará.
23d Entonces se repartiránun inmenso botín,
hasta los tullidos participarán del saqueo.
24
Ningún habitante dirá: “Me siento mal”,
y al pueblo que habita allí
le será perdonada su culpa.


EL JUICIO DE LAS NACIONES Y LA RESTAURACIÓN DE ISRAEL


El juicio de las naciones

34 1 ¡Acérquense, naciones, para oír;pueblos, presten atención!
¡Escuche la tierra y todo lo que hay en ella,
el mundo y todo lo que él produce!
2
Porque el Señor está irritadocontra todas las naciones
y enfurecido contra todos sus ejércitos:
los ha consagrado al exterminio,
los ha destinado a la matanza.
3
Sus víctimas son arrojadas afuera,
de sus cadáveres sube el hedor,
y con su sangre se disuelven las montañas.
4
Se diluye todo el ejército del cielo,
los cielos son enrollados como un pliego,
y todo su ejército se marchita
como se marchita el follaje de la vid,
como cae marchita la hoja de la higuera.

El castigo de Edóm

5 Porque mi espada se abrevó en el cielo:
miren cómo baja sobre Edóm,
sobre el pueblo que he condenado al juicio.
6
La espada del Señor está llena de sangre,
impregnada de grasa,
de la sangre de corderos y chivos,
de la grasa de riñones de carneros.
Porque el Señor tiene un sacrificio en Bosrá,
una gran matanza en el país de Edóm.
7
Caen los búfalos con los terneros cebados,
los novillos con los toros:
su tierra se abreva con sangre,
su suelo se impregna de grasa.
8
Porque es un día de venganzapara el Señor,
un año de desquite para la causa de Sión.
9
Sus torrentes se transformarán en resina
y su suelo en azufre;
su tierra se convertirá en resina ardiente,
10
que no se extinguiráni de día ni de noche:
la humareda subirá incesantemente.
Quedará desierta de generación en generación,
nunca más pasará nadie por allí.
11
Se adueñarán de ella el pelícano y el erizo,
la lechuza y el cuervo habitarán allí.
Se extenderá sobre ella la plomada del caos
y el nivel del vacío.
12
Los nobles no proclamarán más un rey
y todos sus príncipes serán aniquilados.
13
En sus palacios crecerán zarzas,
en sus fortalezas, ortigas y espinas;
será una morada de chacales,
una guarida de avestruces.
14
Las fieras del desierto se juntarán con las hienas,
los sátiros se llamarán unos a otros.
Allí también descansará Lilit
y tendrá un lugar de reposo.
15
Allí anidará la serpientey pondrá sus huevos,
los incubará y los hará empollar;
y allí también se reunirán los buitres,
cada uno con su pareja.
16
Consulten el libro del Señor y lean:
no falta ninguno de ellos,
ni uno solo ha perdido su pareja,
porque lo ha mandado la boca del Señor
y su espíritu los ha congregado.
17
Él mismo ha echado la suerte para ellos,
su mano les asignó una parte con la cuerda:
ellos la poseerán para siempre,
habitarán allí de generación en generación.

Liberación y felicidad de Israel

35 1 ¡Regocíjese el desierto             y la tierra reseca,
alégrese y florezca la estepa!
2
¡Sí, florezca como el narciso,
que se alegre y prorrumpa en cantos de júbilo!
Le ha sido dada la gloria del Líbano,
el esplendor del Carmelo y del Sarón.
Ellos verán la gloria del Señor,
el esplendor de nuestro Dios.
3
Fortalezcan los brazos débiles,
robustezcan las rodillas vacilantes;
4
digan a los que están desalentados:
“¡Sean fuertes, no teman:
ahí está su Dios!
Llega la venganza, la represalia de Dios:
él mismo viene a salvarlos”.
5
Entonces se abrirán los ojos de los ciegos
y se destaparán los oídos de los sordos;
6
entonces el tullido saltará como un ciervo
y la lengua de los mudos gritará de júbilo.
Porque brotarán aguas en el desierto
y torrentes en la estepa;
7
el páramo se convertirá en un estanque
y la tierra sedienta en manantiales;
la morada donde se recostaban los chacales
será un paraje de caña y papiros.
8
Allí habrá una senda y un camino
que se llamará “Camino santo”.
No lo recorrerá ningún impuro
ni los necios vagarán por él;
9
no habrá allí ningún león
ni penetrarán en él las fieras salvajes.
Por allí caminarán los redimidos,
10
volverán los rescatados por el Señor;
y entrarán en Sión con gritos de júbilo,
coronados de una alegría perpetua:
los acompañarán el gozo y la alegría,
la tristeza y los gemidos
   se alejarán.


APÉNDICE HISTÓRICO



La invasión asiria y amenazas de Senaquerib contra Jerusalén

36 1 El decimocuarto año del rey Ezequías, Senaquerib, rey de Asiria, subió contra todas las ciudades fortificadas de Judá y se apoderó de ellas. 2 Desde Laquis, el rey de Asiria envió a Jerusalén, donde estaba Ezequías, al copero mayor acompañado de una fuerte escolta. Este se apostó junto al canal de la piscina superior, sobre la senda del campo del Tintorero. 3 Eliaquím, hijo de Jilquías, el mayordomo de palacio, salió a su encuentro, con Sebná, el secretario, y Joaj, hijo de Asaf, el archivista.
4
El copero mayor les dijo: “Digan a Ezequías: Así habla el gran rey, el rey de Asiria: ¿Qué motivo tienes para estar tan confiado? 5 ¿Piensas que la estrategia y la valentía para el combate son cuestión de palabras? ¿En quién confías para rebelarte contra mí? 6 ¡Ah, sí! Tú confías en el apoyo de esa caña quebrada, en Egipto, que perfora y atraviesa la mano de todo el que se apoya en él. Eso es el Faraón, rey de Egipto, para todos los que confían en él. 7 Seguramente, tú me dirás: Nosotros confiamos en el Señor, nuestro Dios. Pero ¿no fue acaso Ezequías el que suprimió todos los lugares altos y los altares dedicados a él, diciendo a la gente de Judá y de Jerusalén: ‘Sólo delante de este altar, ustedes deberán postrarse?’. 8 ¡Y bien! Haz una apuesta con mi señor, el rey de Asiria: ¡Yo te daré dos mil caballos, si puedes conseguir bastantes hombres para montarlos! 9 ¿Cómo harías retroceder a uno solo de los más insignificantes servidores de mi señor? ¡Pero tú confías en Egipto para tener carros de guerra y soldados! 10 ¿Acaso he venido a arrasar este país sin el consentimiento del Señor? Fue el Señor quien me dijo: ¡Sube a ese país, y arrásalo!”.
11
Eliaquím, Sebná y Joaj dijeron al copero mayor: “Por favor, háblanos en arameo, porque nosotros lo entendemos. No nos hables en hebreo, a oídas del pueblo que está sobre la muralla”. 12 Pero el copero mayor les replicó: “¿Acaso mi señor me envió a decir estas cosas a tu señor y a ti? ¿No están dirigidas a esos hombres apostados sobre la muralla, que tendrán que comer sus excrementos y beber su orina, igual que ustedes?”.
13
Entonces el copero mayor, puesto de pie, gritó bien fuerte en hebreo: “Escuchen las palabras del gran rey, el rey de Asiria:  14 Así habla el rey: Que Ezequías no los engañe, porque él no podrá librarlos. 15 Y que Ezequías no los induzca a confiar en el Señor, diciendo: Seguramente el Señor nos librará, y esta ciudad no caerá en manos del rey de Asiria. 16 No le hagan caso a Ezequías, porque así habla el rey de Asiria: Hagan las paces conmigo y ríndanse. Así cada uno de ustedes comerá los frutos de su viña y de su higuera, y beberá el agua de su pozo, 17 hasta que venga yo y los lleve a un país como el de ustedes, un país de trigo y vino nuevo, un país de pan y viñedos. 18 Que Ezequías no los seduzca, diciendo: El Señor nos librará. ¿Acaso los dioses de las naciones han librado a sus países de las manos del rey de Asiria? 19 ¿Dónde están los dioses de Jamat y de Arpad? ¿Dónde están los dioses de Sefarvaim? ¿Dónde los dioses del país de Samaría? ¿Han librado de mi mano a Samaría? 20 Entre todos los dioses de esos países, ¿hubo alguno que librara de mi mano a su propio país, para que el Señor libre de mi mano a Jerusalén?”.
21
Ellos guardaron silencio y no le respondieron ni una sola palabra, porque esta era la orden del rey: “No le respondan nada”. 22 Eliaquím, hijo de Jilquías, el mayordomo de palacio, Sebná, el secretario, y Joaj, hijo de Asaf, el archivista, se presentaron ante Ezequías con sus vestiduras desgarradas, y lo informaron de las palabras del copero mayor.


Jesaja (BPD) 26