Fdez-Carvajal: Antologia - CASTIDAD

CASTIDAD

Citas de la Sagrada Escritura

1. Pureza de corazón

Amaras al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas. Mt 22,37.

Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Mt 5,8.

Dame, hijo mio, tu corazón, y pon tus ojos en mis caminos. Pr 23,26.

2. El celibato apostólico

En verdad os digo, ninguno hay que haya dejado casa o padre, o hermanos o esposa o hijos, por amor del Reino de Dios, que no reciba mucho mas en este siglo y en el venidero la vida eterna. Lc 18,29-30.

3. Valor de esta virtud

Pues habéis de saber que ningun fornicarlo, o impuro, o avaro, que es como adorador de idolos, tendra parte en la heredad del reino de Cristo y de Dios. Ep 5,5.

Fuisteis comprados a gran precio. Glorificad, pues, a Dios y llevadle en vuestro cuerpo. 1Co 6,20.

No tiene precio la mujer casta. Si 26,20.

El cuerpo no es para la fornicaci6n, sino para el Señor. 1Co 6,13.

¿No sabeis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?. 1Co 6,15.

Huid de la fornicacion. ¿Por ventura no sabeis que vuestros cuerpos son miembros del Espíritu Santo?. 1Co 6,18-19.

No querais cegaros: ni los fornicarios. . . ni los adulteros, ni los impudicos. . . han de poseer el reino de Dios.

1Co 6,9-10.

Bien manifiestas son las obras de la carne: adulterio, fornicación, deshonestidad, lujuria [. . . ], sobre las cuales os prevengo, como ya tengo dicho, que los que tales cosas hacen no alcanzaran el reino de Dios. Ga 5,19-21.

En orden a los cobardes [. . . ] y deshonestos [. . . ], su suerte será en el lago que arde con fuego y azufre. Ap 21,8.

4. Amar la castidad

Por lo cual, ceñíos los lomos de vuestra mente y, viviendo sobriamente, tened vuestra esperanza completamente puesta en la gracia que os ha traido la revelación de Jesucristo. .

No fornicaras 1. . . ]. No desearas la mujer de tu prójimo. Ex 20,14-17.

La fornicación y toda especie de impureza [. . . ] ni aun se nombre entre vosotros, como corresponde a santos. Ep 5,3.

Esta es la voluntad de Dios, vuestra santificación: que os abstengais de la fornicación; que sepa cada uno usar de su propio cuerpo santa y honestamente. 1Th 4,3-4.

Habeis oido que se dijo a vuestros mayores: No fornicaras. Yo os digo mas: cualquiera que mirare a una mujer con mal deseo hacia ella, ya peco en su corazon. Mt 5,27-28.

Bien manifiestas son las obras de la carne; las cuales son: adulterio, fornicación, deshonestidad, lujuria [. . . ]. Col 5,19.

Haced morir en vosotros la fornicación, la impureza, la lascivia, los malos deseos [. . . ] Lejos de vuestra boca toda palabra torpe. Col 3,5-8.

Quien desechare a su mujer y tomare otra, comete adulterio. Y si la mujer se aparta de su marido y toma otro es adultera. Mc 10,11-12 Mt 19,9.

Pureza de corazon y santidad


824 El fin ultimo de nuestro camino es el reino de Dios; pero nuestro blanco, nuestro objetivo inmediato es la pureza del corazon. Sin ella es imposible alcanzar ese fin (CASIA NO, Colaciones,1,4).


825 Oisteis que fue dicho a los antiguos: No adulteraras. Pues yo os digo que todo aquel que pusiese los ojos en una mujer para codiciarla, ya cometio adulterio en su corazon con ella. La justicia menor prohibe cometer adulterio mediante la union de los cuerpos; mas la justicia mas perfecta del reino de los cielos prohibe cometerlo en el corazon. Yquien no comete adulterio en el corazon, mucho mas facilmente cuida de no cometerlo con el cuerpo (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montafla,1,23).


826 No se alcanza de golpe la perfección por solo desprenderse y renunciar a todas las riquezas y despreciar los honores, si no se añade esta caridad que el Apostol describe en sus diversos aspectos. En efecto, ella consiste en la pureza de corazon. Porque el no actuar con frivolidad, ni buscar el propio interes, ni alegrarse con la injusticia, ni tener en cuenta el mal, y todo lo demás, ¿que otra cosa es sino ofrecer continuamente a Dios un corazon perfecto y purisimo, y guardarlo intacto de toda conmoción de las pasiones? (CASIANO, Premiere Conference,6-7. En Sources chretiennes,42, Le Cerf,1955, p. 84).


827 No es pequeño el corazon del hombre capaz de abarcar tantas cosas. Si no es pequeño y si puede abarcar tantas cosas, se puede preparar en el un camino al Señor y trazar una senda derecha por donde camine la Palabra, la Sabiduria de Dios. Prepara un camino al Señor por medio de una buena conciencia, allana la senda para que el Verbo de Dios marche por ti sin tropiezos y te conceda el conocimiento de sus misterios y de su venida (ORIGENES, Hom. 21 sobre S. Lucas).

Sin la santa pureza no se puede contemplar a Dios


828 ¿Quieres ver a Dios? Escuchalo: bienaventurados los de corazon limpio, porque ellos veran a Dios. En primer lugar piensa en la pureza de tu corazon; lo que veas en el que desagrada a Dios, quitalo (SAN AGUSTIiN, Sermón sobre la Ascensión del Señor,2).


829 ¿Y que cosa mas cercana al hombre que su corazon? Alla, en el interior, es donde me han descubierto todos los que me han encontrado. Porque lo exterior es lo propio de la vista. Mis obras son reales y, sin embargo, son fragiles y pasajeras; mientras que yo, su Creador, habito en lo mas profundo de los corazones puros (ANONIMO DEL SIGLO XIII, Meditación sobre la Pasión y Resurrección de Cristo,38: PL 184,766).


830 Ninguna virtud es tan necesaria como esta (la castidad) para ver a Dios (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,15).


831 Con toda razon se promete a los limpios de corazon la bienaventuranza de la visión divina. Nunca una vida manchada podre contemplar el esplendor de la luz verdadera, pues aquello mismo que constituira el gozo de las almas limpias será el castigo de las que esten manchadas (SAN LEON MAGNO, Sermón 95, sobre las bienaventuranzas).


832 Dios se deja contemplar por los que tienen el corazon purificado (SAN GREGORIO DE NISA, Hom. 6, sobre las bienaventuranzas).


833 Los placeres de la carne, como crueles tiranos, después de envilecer al alma en la impureza, la inhabilitan para toda obra buena (SAN AMBROSIO, Trat. sobre las virgenes,1,3).


834 Aunque los ciegos no vean, no por eso deja de brillar la luz del sol [. . . ]. El hombre debe tener un alma pura como un brillante espejo. Una vez que la herrumbre empaSa el espejo, el hombre no puede contemplar en el el nitido reflejo de su rostro. Del mismo modo, cuando el pecado se introduce en el hombre, imposibilita a este para ver a Dios [. . . ] (S. Teófilo de Antioquía, Primer discurso a Autolico,2,7).

La pureza, intimamente relacionada con la humildad


835 No es suficiente el ayuno corporal para conquistar y conservar la castidad perfecta. Contra este espiritu impuro ha de proceder la contrición del corazon, junto con la oración y la reflexion constante de las Escrituras. Hay que unir, además, el conocimiento de las cosas del espiritu y el trabajo, que tienen la propiedad de reprimir la inconstancia y veleidad del corazon. Y, sobre todo, es preciso haber echado solidos cimientos de humildad (CASIANO, Instituciones,6,1).


836 Asi como es imposible obtener la pureza si no nos cimenta- mos antes en la humildad, del mismo modo nadie puede llegar a la fuente de la verdadera ciencia si el vicio de la impureza permanece arraigado en el fondo del alma (CASIANO, Instituciones,6,18).


837 El que es casto en su cuerpo, no se glorie de ello: sepa que de otro le viene la perseverancia en este don (SAN CLEMENTE, Epfst. a los Corintios,38,2).


838 El sentimiento de altivez que podria producir en nosotros la guarda de una falsa pureza, si descuidaremos la humildad, seria peor que muchos pecados e ignominias. Y cualquiera que fuere el posible grado de perfección en este aspecto, esa soberbia seria causa de que perdiesemos todo el merecimiento de nuestra castidad (CASIANO, Colaciones,4,16).

Necesaria para ser apostol


839 La docilidad de los Magos a esta estrella nos invita a imitar su obediencia y nos impulsa, en la medida de nuestras posibilidades, a servir a esta gracia que llama a todos los hombres a Cristo. En efecto, quien lleva una vida recta e inmaculada dentro de la Iglesia, y gusta de los bienes de arriba mas que de los bienes terrenos (cfr. Col 3,2), se asemeja, de algun modo, a una luz celeste. Mientras conserva en si mismo el resplandor de una vida santa, enseña a muchos, lo mismo que una estrella, el camino que conduce a Dios (SAN LEON MAGNO, Sermón 3 para la Epifania,1,2,3,5: PL 54,244).


840 [. . . ] sin ser (la pureza) la unica ni la primera (virtud), sin embargo actua en la vida cristiana como la sal que preserva de la corrupción, y constituye la piedra de toque para el alma apostolica (J. EscRvA DE BALAGUER, Amigos de Dios,175).


841 Comparo esta virtud a unas alas que nos permiten transmitir los mandatos, la doctrina de Dios, por todos los ambientes de la tierra, sin temor a quedar enlodados. Las alas -también las de esas aves majestuosas que se remontan donde no alcanzan las nubes- pesan, y mucho. Pero si faltasen, no habría vuelo. Grabadlo en vuestras cabezas, decididos a no ceder si notáis el zarpazo de la tentación, que se insinúa presentando la pureza como una carga insoportable: ¡ánimo!, ¡arriba!, hasta el sol, a la caza del Amor. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,177).

Es consecuencia del amor


842 La pureza es exigencia del amor. Es la dimensi6n de su verdad interior en el corazon del hombre (JUAN PABLO II, Aud. gen. 3-X11-1980).


843 Donde no hay amor de Dios, reina la concupiscencia (SAN AGUSTIN, Enquiridio,1 17).


844 (Si el pecado original rompió la armonia de nuestras facultades), la continencia nos recompone; nos vuelve a llevar a esa unidad que perdimos (SAN AGUSTIN, Confesiones,10,29).


845 La santa pureza no es ni la unica ni la principal virtud cristiana: es, sin embargo, indispensable para perseverar en el esfuerzo diario de nuestra santificación y, si no se guarda, no cabe la dedicación al apostolado. La pureza es consecuencia del amor con el que hemos entregado al Señor el alma y el cuerpo, las potencias y los sentidos. No es negación, es afirmación gozosa (J. ECRRVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,5).

El Espíritu Santo ejerce una acción especial en el alma que vive con delicadeza la santa pureza


846 El Espíritu Santo ejerce una acción especial en todos los hombres que son puros en sus intenciones y afectos (SAN BASILIO, Coment. sobre Isaias,3).


847 Quitame, Jesús, esa corteza roñosa de podredumbre sensual que recubre mi corazon, para que sienta y siga con facilidad los toques del Paraclito en mi alma (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 130).

Gula y lujuria ver también nn. 5051-5055.


848 Entre la gula y la lujuria existe un parentesco y una analogia peculiares (CASIANO, Colaciones,5,10).


849 La gula es la vanguardia de la impureza (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 126).


850 Mal se podre contener en la lujuria quien no corrija primero el vicio de la gula (CASIANO, Colaciones,5, lO).

Especial necesidad de los medios sobrenaturales para vivir esta virtud


851 Cierto que para todo progreso en la virtud y para alcanzar el triunfo sobre un vicio cualquiera se necesita la gracia de Dios y es suya la victoria. Pero hay en la adquisición de la pureza una gracia particular del Cielo, un don especial (CASIANO, Instituciones,6,6).


852 Para conservar la castidad no bastan ni la vigilancia ni el pudor. Es necesario también recurrir a los medios sobrenaturales: a la oración, a los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristia y a una ardiente devoción hacia la Santisima Madre de Dios (Pio XII, Sacra virginitas,25-3-1954).


853 Que nadie piense que ha adquirido la castidad a base de su trabajo personal. Nadie puede vencer la inclinación de la naturaleza; y por eso, cuando la mala inclinación ha sido vencida, hemos de reconocer que ha habido una intervención de Aquel que esta por encima (SAN JUAN CLIMACO, Escala del paraiso).

Belleza de la castidad


854 Es digna de ser amada la belleza de la castidad, cuyo paladeo es mas dulce que el de la carne, pues la castidad encierra un fruto muy suave y es la belleza sin mancha de los Santos. La castidad ilumina la mente y da salud al cuerpo (SAN ISIDORO, Sobre el bien supremo, II, l,9).

Necesidad de la mortificacion. Otros medios


855 No paseis con ligereza por encima de esas normas que son tan eficaces para conservarse dignos de la mirada de Dios: la custodia atenta de los sentidos y del corazon; la valentia óla valentia de ser cobardeópara huir de las ocasiones; la frecuencia de los sacramentos, de modo particular la Confesión sacramental; la sinceridad plena en la dirección espiritual personal; el dolor, la contrición, la reparación después de las faltas. Y todo ungido con una tierna devoción a Nuestra Señora, para que Ella nos obtenga de Dios el don de una vida santa y limpia (J. ESCIRVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,185).


856 La castidad no se adquiere de una vez para siempre, sino que es el resultado de una laboriosa conquista y de una afirmación cotidiana (PABLO Vl, Enc. Sacerdotalis coelibatus,24-VI-1967, n. 73).


857 Si vemos así la pureza como fruto y fuente de amor, la consolidaremos en nuestra vida, la amaremos y la custodiaremos en toda su maravillosa extensión y grandeza: Dios nuestro Señor nos pide la pureza de cuerpo, de corazon, de alma y de intencion. La pureza es una virtud fragil, o mejor, llevamos el gran tesoro de esta virtud en vasos fragilesóin vasis fictilibusó; por esto le hace falta una custodia prudente, inteligente y delicada. Pero para la custodia y para la defensa de esta virtud tenemos armas invencibles: las armas de nuestra humildad, de nuestra oración y de nuestra vigilancia. (S. CANALS, Ascetica meditada, p. 97).


858 La pureza del alma esta en razon directa de la mortificación del cuerpo. Ambas van a la par. No podemos, pues, gozar de la castidad si no nos resolvemos a guardar una norma constante en la temperancia (CASIANO, Instituciones,5,9).


859 (La penitencia) purifica el alma, eleva el pensamiento, somete la carne propia al espiritu, hace al corazon contrito y humillado, disipa las nebulosidades de la concupiscencia, apaga el fuego de las pasiones y enciende la verdadera luz de la castidad (SAN AGUSTIN, Sermón 73).


860 A la impureza debemos poner el remedio de la oracion. Como los ojos de los siervos estan pendientes de las manos de sus sehores, así debemos mirar al Señor Dios nuestro, hasta que tenga piedad de nosotros. Solo El es purisimo y solo El puede limpiar a quien ha sido concebido en pecado. Además, contra nuestros pecados instituyo el remedio de la Confesión, pues este Sacramento todo lo lava (SAN BERNARDO, Hom. en la festividad de todos los Santos,1,13).


861 Si queremos guardar la mas bella de todas las virtudes, que es la castidad, hemos de saber que ella es una rosa que solamente florece entre espinas; y, por consiguiente, solo la hallaremos, como todas las demás virtudes, en una persona mortificada (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre lapenitencia).


862 Dificilmente se refrenaran las pasiones ocultas y mas violentas de la carne, si [. . . ] se es incapaz de mortificar siquiera un instante las delicias del paladar (CASIANO, Colaciones,5,11).


863 No se puede andar haciendo equilibrios en las fronteras del mal: hemos de evitar con reciedumbre el voluntario in causa, hemos de rechazar hasta el mas pequeho desamor; y hemos de fomentar las ansias de un apostolado cristiano, continuo y fecundo, que necesita de la santa pureza como cimiento y también como uno de sus frutos mas caracteristicos (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,186).

El amor a la Virgen y la santa pureza.


864 Debemos profesar una ferviente devoción a la Santisima Virgen, si queremos conservar esta hermosa virtud; de lo cual no nos ha de caber duda alguna, si consideramos que ella es la reina, el modelo y la patrona de las virgenes. San Ambrosio llama a la Santisima Virgen seflora de la castidad; San Epifanio la llama princesa de la castidad, y San Gregorio, reina de la castidad [. . . ] (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la pureza).


865 Mas para guardar inmaculada y perfeccionar la castidad, existe ciertamente un medio, cuya maravillosa eficacia se halla confirmada continuamente por la experiencia de siglos: Nos referimos a una devoción solida y ardiente hacia la Virgen Madre de Dios. En cierto modo, todos los demás medios se resumen en esta devoción; porque todo el que vive sincera y profundamente la devoción mariana se siente ciertamente inclinado a vigilar, a orar, a acercarse al tribunal de la Penitencia y a la Eucaristia (Pio Xll, Sacra virginitas,57)


866 La Virgen Santa Maria, Madre del Amor Hermoso, aquietara tu corazon, cuando te haga sentir que es de carne, si acudes a Ella con confianza (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 504).

La santa pureza y la Sagrada Eucaristia


867 Cuanto mas pura y mas casta sea un alma, tanto mas hambre tiene de este Pan, del cual saca la fuerza para resistir a toda seducción impura, para unirse mas intimamente a su Divino Esposo: Quien come mi Carne y bebe mi Sangre, permanece en mi, y yo en el (LEON Xlll, Enc. Mirae caritatis,28-V-1902).

Es virtud para todos


868 ¿Que quieres que hagamos? ¿Subirnos al monte y hacernos monjes? Y eso que decis es lo que me hace llorar: que penseis que la modestia y la castidad son propias solo de los monjes. No. Cristo puso leyes comunes para todos. Y así, cuando dijo el que mira a una mujer para desearla (Mt 5,28), no hablaba con el monje, sino con el hombre de la calle. . . Yo no te prohibo casarte, ni me opongo a que te diviertas. Solo quiero que se haga con templanza, no con impudor, no con culpas y pecados sin cuento. No pongo por ley que os vayais a los montes y desiertos, sino que seais buenos, modestos y castos aun viviendo en medio de las ciudades (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,7,7).


869[. . . ] cada uno en su sitio, con la vocación que Dios le ha infundido en el almaósoltero, casado, viudo, sacerdoteó ha de esforzarse en vivir delicadamente la castidad, que es virtud para todos y de todos exige lucha, delicadeza, primor, reciedumbre, esa finura que solo se entiende cuando nos colocamos junto al Corazon enamorado de Cristo en la Cruz (J. ESCRIVA DE BAEAGUER, Amigos de Dios,184).

La castidad, sin la caridad, es "lampara sin aceite"


870 Aunque la castidad sobresalga de modo eminente, sin la caridad no tiene valor ni merito. La castidad sin la caridad es una lampara sin aceite (SAN BERNARDO, Trat. sobre costumbresy ministerios de los obispos,3,8).

Pecados y vicios que se originan de la lujuria


871 (La lujuria origina) la ceguera de espiritu, la inconsideración, la precipitación, la inconstancia, el egoismo, el odio a Dios, el apagamiento a este mundo, el disgusto hacia el mundo futuro (SAN GREGORIO MAGNO, Moralia,31,45).


872 ¿No habeis visto a esos pacientes con paralisis progresiva, que no consiguen valerse, ni ponerse de pie? A veces, ni siquiera mueven la cabeza. Eso ocurre en lo sobrenatural a los que no son humildes y se han entregado cobardemente a la lujuria. No ven, ni oyen, ni entienden nada. Estan paraliticos y como locos (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,181).


873 Especialmente el fuego de la lujuria prende en seguida alli donde halla el veneno de la ira, que es como su excitante inmediato (CASIANO, Instituciones,6,23).


874 Quien no sabe dominar su concupiscencia es como caballo desbocado, que en su violenta carrera atropella cuanto encuentra, y el mismo, en su desenfreno, se maltrata y hiere (SAN AMBROSIO, Trat. sobre las virgenes, III,5).


875 [. . . ] Se sigue un doble acto desordenado. El primero hace referencia al fin, y es el egoismo, que busca un placer desordenado y es causa del odio a Dios, impidiendo, con la misma fuerza de la concupiscencia, el amor de Dios. El segundo hace referencia a los medios, y es la complacencia en la vida presente, en la que se encuentra el placer, junto con la desesperación de la vida futura; pues quien no reprime los placeres carnales no se preocupa de adquirir los espirituales, sino que siente fastidio de ellos (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 153, a. 5 c).


876 Son individuos infelices, y de nuestra parteóademás de las oraciones por ellosóbrota una fraterna compasión, porque deseamos que se curen de su triste enfermedad; pero, desde luego, no son jamás ni mas hombres ni mas mujeres que los que no andan obsesionados por el sexo (J. EsCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,179).

Crear un clima favorable a la castidad


877 Queremos en esta ocasión llamar la atención de los educadores y de todos aquellos a quienes incumbe una especial responsabilidad en orden al bien comun de la convivencia humana, sobre la necesidad de crear un clima favorable a la educación de la castidad, es decir, al triunfo de la libertad sobre el libertinaje, mediante el respeto del orden moral. Todo lo que en los medios modernos de comunicación social conduce a la excitación de los sentidos, el desenfreno de las costumbres, como cualquier forma de pornografia y de espectaculos licenciosos, debe suscitar la franca y unanime reacción de todas las personas, solicitas del progreso de la civilización y de la defensa de los supremos bienes del espiritu humano. En vano se tratarla de buscar justificación a estas depravaciones con el pretexto de exigencias artisticas o cientificas, o aduciendo como argumento la libertad concedida en este campo por las autoridades publicas (PABLO Vl, Enc. Humanae vitue, n. 22).

El celibato "por amor al reino de los cielos"


878 La continencia perfecta y perpetua por el Reino de los cielos recomendada por Jesucristo Señor Nuestro, gozosamente abrazada y laudablemente observada por no pocos cristianos a traves de los tiempos y también en nuestros dias, siempre ha sido tenida en mucho por la Iglesia, especialmente para la vida sacerdotal (CONC. VAT. II, Decr. Presbyterorum Ordinis,16).


879[. . . ] lo mismo que en el amor humano, la plenitud de amor que lleva consigo el celibato exige una renovación realizada cada dia en una renuncia alegre de si mismo (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 94).


880 Tu, cultiva la vida afectiva, porque son reprendidos los que carecen de afecto, y con un sentimiento sano di: ¿ Quien se pone enfermo que yo no desfallezca? (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 55).


881 Por la ley del celibato, el sacerdote, lejos de perder por completo el deber de la verdadera paternidad, lo realza hasta lo infinito, puesto que engendra hijos no para esta vida terrenal y perecedera, sino para la celestial y eterna (Pio XII, Menti nostrae).


882 Si se considera que el Amor encarnado entre los hombres evito cualquier atadura humanaópor justa y noble que fueseóque pudiera en algun momento dificultar o restar plenitud a su total dedicación ministerial, se comprende bien la conveniencia de que el sacerdote haga lo mismo, renunciando librementeópor el celibatoóa algo en si bueno y santo, para unirse mas facilmente a Cristo con todo el corazon (cfr. Mt 19,12 1Co 7,32-34), y por El y en El dedicarse con mas libertad al entero servicio de Dios y de los hombres (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 79).


883 La respuesta a la vocación divina es una respuesta de amor al amor que Cristo nos ha demostrado de manera sublime (Jn 15,13 Jn 3,16); ella se cubre de misterio en el particular amor por las almas, a las cuales El ha hecho sentir sus llamadas mas comprometedoras (cfr. Mc 10,21). La gracia multiplica con fuerza divina las exigencias del amor, que, cuando es autentico, es total, exclusivo, estable y perenne, estimulo irresistible para todos los heroismos. Por eso la elección del sagrado celibato ha sido considerada siempre en la Iglesia "como seilal y estimulo de caridad" (L. G. n. 42); senal de un amor sin reservas, estimulo de una caridad abierta a todos (PABLO VI, Enc. Sacerdotalis coelibatus, n. 24).


884 Asi el sacerdote, muriendo cada dia totalmente a si mismo, renunciando al amor legitimo de una familia propia por amor de Cristo y de su reino, hallara la gloria de una vida en Cristo plenisima y fecunda, porque, como El y en El, ama y se da a todos los hijos de Dios (PABLO VI, Enc. Sacerdotalis coelibatus, n. 30).


885 El Sacerdote, renunciando a esta paternidad que es propia de los esposos, busca otra paternidad y casi otra maternidad, recordando las palabras del Apostol sobre los hijos, que el engendra en el dolor. Ellos son hijos de su espiritu, hombres encomendados por el Buen Pastor a su solicitud. Estos hombres son muchos, mas numerosos de cuantos puede abrazar una simple familia humana. La vocación pastoral de los sacerdotes es grande y el Concilio enseña que es universal: esta dirigida a toda la Iglesia y, en consecuencia, es también misionera. Normalmente, ella esta unida al servicio de una determinada comunidad del Pueblo de Dios, en la que cada uno espera atención, cuidado y amor. El corazon del Sacerdote, para estar disponible a este servicio, a esta solicitud y amor, debe estar libre. El celibato es signo de una libertad que es para el servicio. En virtud de este signo el sacerdocio jerarquico, o sea "ministerial", estaósegun la tradición de nuestra Iglesiaómas estrechamente ordenado al sacerdocio comun de los fieles. (JUAN PABLO II, Carta Novo incipiente, n. 8).

El pudor y la modestia, "hermanos pequenos de la pureza"


886 El pudor advierte el peligro inminente, impide el exponerse a el e impone la fuga en ocasiones a las que se hallan expuestos los menos prudentes. El pudor no gusta de palabras torpes y vulgares, y detesta toda conducta inmodesta, aun la mas leve; obliga con todo cuidado a evitar la familiaridad sospechosa con personas de otro sexo, porque llena plenamente el alma de un profundo respeto hacia el cuerpo, que es miembro de Cristo (Plo XII, Enc. Sacra virginitas,25-lII-1954).


887 El pudor y la modestia son hermanos pequeños de la pureza (J. EscRívA DE BALAGUER, Camino, n. 128).


888 Leese en la Passio SS. Perpetuee et Felicitatisóconsiderada justamente como una de las joyas mas preciadas de la antigua literatura cristianaóque, cuando en el anfiteatro de Cartago la martir Vibia Perpetua, lanzada al aire por una ferocisima vaca, cayo sobre la arena, su primer cuidado y su primer ademan fue arreglarse bien su tunica, que se le había abierto al costado, para recubrirla "pudoris potius memor quam doloris", mas solicita del pudor que del dolor (Pío XII, Aloc. 6-X-1940).


889 Este huerto no lo asaltan los ladrones, porque lo defiende el muro infranqueable del pudor. Y como en la heredad cercada de recia valla rinden copiosos frutos la vida y el olivo, y difunde la rosa sus perfumes, así en este mistico jardin abundan los frutos de la religion (SAN AMBROSIO, Trat. sobre las virgenes, I,45).


890 La moda y la modestia deberian andar y caminar siempre juntas, como dos hermanas, pues que ambos vocablos tienen la misma etimologia, del latin modas, que es tanto como recta medida, mas aca o mas alla de la cual no puede ya encontrarse lo justo (Pio XII, Aloc. 6-X-1940).


891 Todos los años sube al templo de Jerusalen a celebrar la Pascua, pero acompañada de José, su casto esposo, que es enseñar a las virgenes a escudar su virginidad con el pudor, amparo a que debe acogerse quien quiera conservarla sin quebranto en esta vida (SAN AMBROSIO, Trat. sobre las vfrgenes,2,14).


892 Cristo esta presente en todas partes. Y si nos preguntais como lo llevareis, os contestamos que principalmente con vuestra modestia cristiana. Sin gazmonerias ni encogimientos, con buen animo y decisión, imponed por doquier el buen tono de vuestro recato y vuestro pudor, como exteriorización natural de vuestra piedad (Pio XII, Aloc. I-VII-1951).

CIELO

Citas de la Sagrada Escritura

Habiendo quedado libres del pecado y hechos siervos de Dios, cogeis por fruto vuestro la santificaci6n y por fin la vida eterna. Rm 6,22.

Dios ha de pagar a cada uno segun sus obras, dando la vida eterna a los que, por medio de la perseverancia en las buenas obras, aspiran a la gloria. Rm 2,7.

Justificados por la gracia de Nuestro Señor Jesucristo, vendremos a ser herederos de la vida eterna, conforme a la esperanza. Doctrina es esta certisima; y deseo que arraigues bien en ella a los que creen en Dios a fin de que procuren aventajarse en practicar buenas obras. Tt 3,7-8.

Ni ojo vio, ni oreja oyó, ni pasó a hombre por pensamiento las cosas que Dios tiene preparadas para aquellos que le aman. 1Co 2,9.

La vida eterna consiste en conocerte a Ti, solo Dios verdadero. Jn 1 7,3.

Ya no podran (los justos) morir otra vez, siendo iguales a los angeles e hijos de Dios. Lc 20,36.

Os hago saber que sus angeles en los cielos estan siempre viendo la cara de mi Padre celestial. Mt 18,10.

Al presente no vemos (a Dios) sino como en un espejo, y bajo imagenes oscuras: pero entonces le veremos cara a cara. 1Co 13,12.

En la casa de mi Padre hay muchas mansiones. Jn 14,2.

Cada uno recibira su propio salario a medida de su trabajo. 1Co 3,8.

Una es la claridad del sol, otra la claridad de la luna y otra la claridad de las estrellas, y aun hay diferencia en la claridad entre estrella y estrella: así sucedera también en la resurrección de los muertos. 1Co 15,41-42.

Quien escasamente siembre, cogera escasamente; y quien siembre a manos llenas, a manos llenas cogera. 2Co 9,6.

Tengo por cierto que los padecimientos del tiempo presente no son nada en comparación con la gloria que ha de manifestarse en nosotros. Rm 8,18.

Yo en justicia contemplare tu faz, y me saciare, al despertar, con tu imagen. Ps 16,15.

No padeceran hambre ni sed, ni les afligira el viento solano ni el sol, porque los guiara el que de ellos se ha compadecido, y los llevara a manantiales de agua. Is 49,10.

Entonces los justos brillaran como el sol en el reino de su Padre. Mt 13,43.

Carisimos, ahora somos hijos de Dios, aunque aun no se ha manifestado lo que hemos de ser. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a El, porque le veremos tal cual es. 1Jn 3,2.

Alegraos y regocijaos, porque grande será en los cielos vuestra recompensa, pues así persiguieron a los profetas que hubo antes de vosotros. Mt 5,12.

Con Cristo en el Cielo


893 Puede decirse que nadie sube al cielo sino Cristo solo, porque los santos no suben mas que en cuanto miembros de El, que es la cabeza de la Iglesia (SANTO TOMASí Sobre el Credo,6,1. c. , p. 80).


894 Cuando conozcas a Dios tal cual es, tendras un cuerpo inmortal e incorruptible como el alma, y poseeras el Reino de los cielos. Puesto que, durante la vida terrestre, has reconocido al Rey celestial, seras el familiar de Dios y el coheredero de Cristo, y no mas esclavo de las pasiones, de las codicias y de las enfermedades (SAN HIPOLITO, Refutación de todas las herejias, libro 10,33-34: PG 163,3452-3453).

Aquí en la tierra, la caridad es ya un comienzo de cielo


895 Es de notar que la bienaventuranza se otorga en proporción a la caridad y no en proporción a cualquier otra virtud (SANTO ToMAs, Sobre la caridad,1. c. ,204).


896 El amor humano, el amor de a-tui abajo en la tierra cuando es verdadero, nos ayuda a saborear el amor divino. Asi entrevemos el amor con que gozaremos de Dios y el que mediara entre nosotros, alla en el cielo, cuando el Señor sea todo en todas las cosas (1Co 15,28). Ese comenzar a entender lo que es el amor divino nos empujara a manifestarnos habitualmente mas compasivos, mas generosos, mas entregados (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,166).


897 Aquí la caridad es ya un comienzo de la vida eterna, y la vida eterna consistira en un acto ininterrumpido de caridad (SANTO TOMAS, Suma Teológica,1-2, q. 114, a. 4).


898 Reinar en el cielo es estar intimamente unido a Dios y a todos los santos con una sola voluntad, y ejercer todos juntos un solo y unico poder. Ama a Dios mas que a ti mismo y ya empiezas a poseer lo que tendras perfectamente en el cielo. Ponte de acuerdo con Dios y con los hombresócon tal de que estos no te aparten de Diosóy empiezas ya a reinar con Dios y con todos los santos. Pues en la medida en que estes ahora de acuerdo con la voluntad de Dios y de los hombres, Dios y todos los Santos se conformaran con la tuya. Por tanto, si quieres ser rey en el cielo, ama a Dios y a los hombres como debes, y mereceras ser lo que deseas (SAN ANSELMO, Carta 112 a Hugo el recluso, texto latino en Opera omnia volt 3, Nelson, Edimburgo 1946, pp. 245

Solo Dios saciara el corazon humano para siempre y sin termino


899 Aquellos tesoros de sabiduria y ciencia, aquellas riquezas divinas, son llamados así porque ellos hos bastaran. Y aquella gran bondad es llamada así porque nos saciara. Muestranos, pues, al Padre, y eso nos bastara.

Ya en uno de los salmos, uno de nosotros, en nosotros y por nosotros, le dice al Sefior: Me saciare cuando aparezca tu gloria [. . . ]. Cuando se vuelva a nosotros, nos mostrara su rostro; y seremos salvados y quedaremos saciados, y eso nos bastara (SAN AGUSTIN, Sermón 194).


900 La vida perdurable consiste primariamente en nuestra union con Dios, ya que el mismo Dios en persona es el premio y el termino de todas nuestras fatigas (SANTO TOMAS, Sobre el Credo,1. c. ,1 10).


901 La pena del infierno es insufrible, es verdad; pero si alguno fuera capaz de imaginar diez mil infiernos, nada seria el sufrimiento en comparación de la pena que produce el haber perdido el cielo y ser rechazado por Cristo (SAN JUAN CRISOSTOMO, Catena Aurea, volt 1P 447).


902 Vamos a pensar lo que será el Cielo. Ni ojo vio, ni oido oyo, ni paso a hombre por pensamiento cuales cosas tiene Dios preparadas para los que le aman. ¿Os imaginais que será llegar alli, y encontrarnos con Dios, y ver aquella hermosura, aquel amor que se vuelca en nuestros corazones, que sacia sin saciar? Yo me pregunto muchas veces al dia: ,,que será cuando toda la belleza, toda la bondad, toda la maravilla infinita de Dios se vuelque en este pobre vaso de barro que soy yo, que somos todos nosotros? Y entonces me explico bien aquello del Apbstol: ni ojo vio, ni oido oyo. . . Vale la pena, hijos mios, vale la pena (J. ESCRIVA DE BALAGUER, en Hoja informativa n. I, de su proceso de beatificación, p. 5).


903 Consiste asimismo en la perfecta satisfacción de nuestros deseos, ya que alli los bienaventurados tendran mas de lo que deseaban o esperaban. La razon de ello es porque en esta vida nadie puede satisfacer sus deseos, y ninguna cosa creada puede saciar nunca el deseo ae nomore. Solo Dios puede saciarlo con creces, hasta el infinito (SANTO TOMAS Sobre el Credo,1. c. , III).

La contemplación de Dios


904 Los hombres, pues, veran a Dios y viviran, ya que esta visión los hara inmortales, al hacer que lleguen hasta la posesión de Dios. Esto, como dije antes, lo anunciaban ya los profetas de un modo velado, a saber, que veran a Dios los que son portadores de su Espíritu y esperan continuamente su venida. Como dice Moises en el Deuteronomio, aquel dia veremos que puede Dios hablar a un hombre y seguir este con vida (SAN IRENEO, Trat. sobre las herejías,4,20).


905 Cuando ya contemples a Dios tal cual es, tendras un cuerpo inmortal e incorruptible, como el alma, y poseeras el reino de los cielos, tu que, viviendo en la tierra, conociste al Rey celestial; participaras de la felicidad de Dios, seras coheredero de Cristo y ya no esteras sujeto a las pasiones ni a las enfermedades, porque habras sido hecho semejante a Dios (SAN HIPOLITO, Trat. refut. de las herejias,10).


906 Sus ovejas encontraran pastos, porque todo aquel que le sigue con un corazon sencillo es alimentado con un pasto siempre verde. ¿Y cual es el pasto de estas ovejas, sino el gozo intimo de un paraiso siempre lozano? El pasto de los elegidos es la presencia del rostro de Dios, que, al ser contemplado ya sin obstaculo algun^, sacia para siempre el espiritu con el alimento de vida (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 14 sobre los Evang. ).


907 Los que se quieren, procuran verse. Los enamorados solo tienen ojos para su amor. ¿No es logico que sea así? El corazon humano siente esos imperativos. Mentiria si negase que me mueve tanto el afan de contemplar la faz de Jesucristo. Vultumátaum, Domine, requiram, buscare, Señor, tu rostro. Me ilusiona cerrar los ojos, y pensar que llegara el momento, cuando Dios quiera, en que podre verle, no como en un espejo, y bajo imagenes oscuras. . . sino cara a cara. Si, hijos, mi corazon esta sediento de Dios, del Dios vivo. ¿ Cuando vendre y vere la faz de Dios? (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Hoja informativa n. I de su proceso de beatificación, p. 1).

La esperanza del cielo


908 Para nosotros el Alleluia es el cantico del viandante; nos dirigimos por un camino penoso hacia el descanso de la patria, donde no tendremos otra ocupación que repetir incesantemente el Alleluia (SAN AGUSTIN, Sermón 255, sobre el "alleluia").


909 Nosotros, que conocemos los gozos eternos de la patria celestial, debemos darnos prisa para acercarnos a ella por el camino mas corto (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. I sobre los Evang. ).


910 Ya no habra enemigo y no perecera ningun amigo. Alli Dios será alabado. Aquí también Dios es alabado. Pero aquí lo es por hombres sumergidos en preocupaciones, alli por hombres que viven en paz; aquí por mortales, alli por seres definitivamente vivos; aquí en esperanza, alli en realidad; aquí de camino, alli en la patria (SAN AGUSTIN, Sermón 256).


911 Quien tiene su ojo malo [. . . ], tiene su cuerpo en tinieblas. No resiste a la carne cuando desea las cosas malas, porque no tiene esperanza en el cielo, que es la que nos concede el valor para resistir a las malas pasiones (SAN JUAN CRISOSTOMO en Catena Aurea, volt 1P 388).


912 Prometio la salvación eterna, la vida bienaventurada y sin fin en compaiiia de los argeles, la herencia imperecedera, la gloria eterna, la dulzura de la contemplación de su rostro, su templo santo en los cielos y, como consecuencia de la resurrección, la ausencia total del miedo a la muerte (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 109).


913 Debemos pensar y meditar, que hemos renunciado al mundo y que mientras vivimos en el somos como extranjeros y peregrinos. Deseamos con ardor aquel dia en que se nos asignara nuestro propio domicilio, en que se nos restituira al paraiso y al reino [. . . ]. El que esta lejos de su patria es natural que tenga prisa por volver a ella. Para nosotros, nuestra patria es el paraiso; alli nos espera un gran numero de seres queridos, alli nos aguarda el numeroso grupo de nuestros padres, hermanos e hijos, seguros ya de su suerte, pero solicitos aun de la nuestra (SAN CIPRIANO, Trat. sobre la muerte,18).


914 Y con ir siempre con esta determinación de antes morir que dejar de llegar al fin del camino, si os llevare el Señor con alguna sed en este camino en esta vida, daros ha de beber con toda abundancia en la otra y sin temor que os ha de faltar (SANTA TERESA, Camino de perfección,20,2).

La felicidad de los bienaventurados


915 El mana era saboreado por todos los que lo comian, pero con diferente sabor segun los diversos deseos de los que lo tomaban, y jamás fue saboreado por completo, pues tenía mas sabores que gustos había en Israel. Nosotros veremos y saborearemos en el cielo a toda la Divinidad, pero ninguno de los bienaventurados, ni todos juntos, la veran y saborearan por completo. La esencia divina cuenta con tal excelencia que sobrepasa nuestra capacidad de gozo. Pero nosotros sentiremos gran placer al saber que, después de haber saciado todos los deseos de nuestro corazon y después de haber satisfecho toda nuestra capacidad con el goce del bien infinito, quedaran aun en la infinita esencia perfecciones infinitas para ver, gozar y poseer, perfecciones que solo la divina Majestad entiende y ve perfectamente, pues solo ella se comprende a si misma (SAN FRANCISCO DE SALES, Trat. del amor de Dios,3,15).


916 En cuanto estemos intimamente unidos a esta pura y perfectisima Bondad, ya no tendremos necesidad de atender a estas necesidades del cuerpo, seremos felices y no estaremos faltos de nada, poseyendo mucho y no teniendo que buscar nada (SAN AGUSTIN, Sermón 255, sobre el "alleluia>).


917 La vida eterna consiste: En primer lugar en la union con Dios. Dios mismo es el premio y fin de todos nuestros trabajos: Yo soy tu protector, y tu galardon grande sobremanera (Gn 15, I).

A la vez, esta union consiste en visión perfecta: Ahora vemos en un espejo, confusamente; entonces veremos cara a cara (1Co 13,12). Y también en una excelsa alabanza.

En segundo lugar, la vida eterna consiste en una perfecta sociedad de los deseos, porque en ella todos los bienaventurados tendran mas de lo que anhelan y esperan [. . . ].

En tercer lugar, la vida eterna consiste en una seguridad total [. . . ].

En cuarto lugar en la feliz compatlia de todos los bienaventurados, compania que será la mas agradable, porque seran de cada uno los bienes de todos (SANTO TOMAS, Sobre el Credo, I. c. , p. 110).


918 ¡Ah!, si amais tanto una gota de agua, ¿que será de la misma fuente? (SAN AGUSTIN, Sermón 255, sobre el "alleluia").


919 Alli esta la sociedad de los ciudadanos de la patria celestial; alli es donde todo es fiesta; alli esta el descanso verdadero y seguro; alli es donde reinan la paz y tranquilidad perpetuas (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 30 sobre los Evang. ).


920 No creamos que quienes desprecian al mundo hacen gran sacrificio, porque toda la tierra vale muy poco en comparación del cielo; por lo tanto, aun cuando fuesemos duenos de todo el mundo y renunciaremos a el, nada hariamos que fuese digno en comparación del reino de los cielos (SAN ATANASIO, en Catena Aurea, volt VI, p. 311).


921 La alabanza desborda de un corazon demásiado lleno. Y si alabamos lo que creemos, lcomo alabaremos cuando veamos? (SAN AGUST;N, Sermón 255, sobre el "alleluia").


922 ¿Que discurso podre representar lo que luego ha de seguirse: el placer, la dicha, el jubilo de la presencia y el trato con Cristo? No hay lengua que pueda explicar la bienaventuranza que goza ni la ganancia de que es duena el alma que ha tornado a su propia nobleza y que puede en adelante contemplar a su Señor. Y no solo se goza de los bienes que tiene en sus manos, sino de saber con certidumbre que esos bienes no han de tener fin jamás (SAN JUAN CRISOSTOMO, Exhortac. a Teodoro,1).


923 No padeceras alli limites ni estrecheces al poseer todo; tendras todo, y tu hermano también tendra todo; porque vosotros dos, tu y el, os convertireis en uno, y este unico todo también tendra a Aquel que os posea a ambos (SAN AGUSTiN, Coment. sobre el Salmo 36).


924 De tres cosas descansaremos entonces: de los trabajos dela vida presente, del agobio de las tentaciones y de la esclavitud del diablo (SANTO TOMAS, Sobre los mandamientos,1. c. , p. 240).


925 El gran bien que me parece a mi hay en el reino del cielo, con otros muchos, es ya no tener cuenta con cosa de la tierra, sino un sosiego y gloria en si mismos, un alegrarse que se alegren todos, una paz perpetua, una santificación grande en si mismos, que les viene de ver que todos santifican y alaban al Señor, y bendicen su nombre y no le ofende nadie. Todos le aman, y la misma alma no entiende en otra cosa sino en amarle, ni puede dejarle de amar, porque le conoce. Y así le amariamos aca, aunque no en esta perfección, ni en un ser; mas muy de otra manera le amariamos de lo que le amamos, si le conociesemos (SANTA TERESA, Camino de perfección,30,1-5).


926 Pues toda la riqueza de esta vida, comparada con la felicidad eterna, no es ni un auxilio, es una carga. La vida temporal, comparada con la eterna, debe llamarse muerte y no vida (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 37 sobre los Evang. ).


927 Y por encima de todo ello, el trato y goce sempiterno de Cristo, de los argeles. . . , todos perpetuamente en un sentir comun, sin temor a Satanas ni a las asechanzas del demonio ni a las amenazas del infierno o de la muerte (SAN JUAN CRISOSTOMO, Epistola I a Teodoro,11).


928 Eso haremos en el cielo: gozarnos con la grandeza de Dios. Nuestra felicidad radicara en un pasmo dichoso, en el que no se distinguen el amor, la acción de gracias, la glorificación: jGracias, Seior, porque eres grandeóagimus tibi gratias propter magnam gloriamátuamó: Santo, Santo Santo!

El bienaventurado agradece: ama, glorifica, se goza en la bondad y belleza divinas. Por eso el agradecimiento, la alegria de quien se sabe beneficiado, deudor, es prenda de salvacion. (J. M. PEROSANZ ELORZ, La hora sexta, pp. 269-270).


929 Este Bien, que satisface siempre, producira en nosotros un gozo siempre nuevo. Cuanto mas insaciablemente seais saciados de la Verdad, tanto mas direis a esta insaciable Verdad: amen; ;es verdad! Tranquilizaos y mirad; será una continua fiesta (SAN AGUSTIN, Sermón 362).

La felicidad en esta vida no puede ser plena


930 El gozo en esta vida no puede ser pleno. Lo será cuando en la patriaóposeamos de modo acabado el bien perfecto: entra en el gozo de tu Señor (Mt 25,21) (SANTO ToMAS, Trat. Evang. S. Juan,15).

Cumplir la voluntad de Dios, condición para entrar en el cielo


931 Esta es la llave para abrir la puerta y entrar en el Reino de los Cielos: "-tui facit voluntatem Patris mei qui in coelis est, ipse intrabit in regnum coelorum"óel que hace la voluntad de mi Padre. . . dese entrara! (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 754).

La compañia de los santos en el cielo


932 Tanto para ellos como para nosotros significa una gran alegria poder llegar a su presencia y abrazarlos; la felicidad plena y sin termino la hallaremos en el reino celestial, donde no existira ya el temor a la muerte, sino la vida sin fin. Alli esta el coro celestial de los apostoles, la multitud de los profetas, la innumerable muchedumbre de los martires, coronados por el glorioso certamen de su pasión; alli las virgenes triunfantes, que con el vigor de su continencia dominaron la concupiscencia de su carne y de su cuerpo; alli los que han obtenido el premio de su misericordia, los que practicaron el bien, socorriendo a los necesitados con sus bienes, los que, obedeciendo el consejo del Señor, trasladaron su patrimonio terreno a los tesoros celestiales. Deseemos avidamente, hermanos muy amados, la compahia de todos ellos (SAN CIPRIANO, Trat. sobre la muerte,18,24).


933 [. . . ]ciertamente, los bienaventurados gozaran de la gloria, no solo de aquella que ultimamente hemos mostrado ser la felicidad esencial, o la mas unida a su naturaleza, sino también de aquella que consiste en el conocimiento claro y evidente que cada uno ha de tener de la grande y excelente dignidad de los demás. Pues, a la verdad, ¿cuan grande no se ha de estimar la honra que les dara el Señor al llamarlos, ya no mas siervos, sino amigos, hermanos o hijos de Dios?[. . . ]

Por otra parte, si en todos los hombres ha impuesto la naturaleza el deseo comun del honor, que dan los varones insignes en sabiduria, por creer que estos seran los testigos mas valiosos de su virtud, í,cuanto creemos que se acrecentara la gloria de los bienaventurados al honrarse con muy grandes alabanzas unos a otros? (Catecismo Romano,1, cap. 13, n. 11).


934 Lo mismo que la salud destierra muchos deseos que atormentan a los enfermos, así la inmortalidad los desecha todos porque ella misma es alli nuestra salud. Recordad al Apostol y ved que hace falta, dice el, que lo corruptible óeste cuerpoóse revista de incorruptibilidad y que lo mortal se revista de inmortalidad. Entonces seremos iguales a los argeles. Pero los argeles, `,son infelices por no comer? (SAN AGusTiN, Sermón 255, sobre el "alleluia").


935 Para los buenos será motivo especial de gloria el hecho de tener sus cuerpos gloriosos, adornados de cuatro dotes. La primera es la claridad: Brillaran los justos como el sol en el reino de su Padre (Mt 13,43). La segunda es la impasibilidad: [. . . ] Secara Dios toda lagrima de sus ojos y no hatera mas muerte, ni hatera mas llanto ni lamentos ni dolores, porque lo de antes paso (Ap 21,4). La tercera es la agilidad: Brillaran los justos, y avanzaran como chispa en cañaveral (Sg 3,7). La cuarta es la sutileza: Es sembrado un cuerpo animal, resucitara un cuerpo espiritual (ICor 15,44); no quiere decir que sea por completo espiritu, sino que estera totalmente sometido a este (SANTO ToMAs, Sobre el Credo,1. c. , p. 108).

La gracia de la Confirmación y el aumento del estado de gloria


936 Quienes tienen nitros a su cargo, han de ocuparse diligentemente de que sean confirmados, porque es grande la gracia que proporciona este sacramento. Si mueren, tendra mayor gloria el confirmado que el que no lo ha sido, porque aquel recibio mas gracia (SANTO TOMASí Sobre el Credo,1. c. , p. 101).

Hemos nacido para el cielo


937 La meta que se nos ha señalado no consiste en algo de poca monta, sino que nos esforzamos por la posesión de la vida eterna. Por esto, en la profesioh de fe, se nos enseha que, después de aquel articulo: La resurrección de los muertos, de la que ya hemos disertado, creamos en la vida del mundo futuro, por la cual luchamos los cristianos (SAN CIRILO DE JERUSALEN, Catequesis,18).


938 Hemos nacido para las cosas presentes y renacido para las futuras (SAN LEON MAGNO, Sermón 7 en la Natividad del Señor).


939 No son pequehos los objetivos que nos hemos propuesto, nuestra pretensión consiste nada menos que en la consecución de la vida eterna (SAN CIRILO DE JERUSALEN, Catequesis,18).


940 ¡Que necedad tan grande es amontonar donde se ha de dejar, y no enviar alli donde se ha de ir! Coloca tus riquezas donde tienes tu patria (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt 1P 386).


941 Endeble criatura, ¿por que te extravias buscando los bienes de tu alma y de tu cuerpo? Ama el unico bien en el que estan contenidos todos los bienes: eso te bastara. . . Cuerpo mio, ¿,que es lo que tu amas? Alma mia, ¿que es lo que tu deseas?unicamente allá,en lo alto,se encuentra todo cuanto podeis amar y desear (SAN ANSELMO, Proslogion,25-26).

La intercesión de los bienaventurados remedia nuestra debilidad


942 La union de los viadores con los hermanos que se durmieron en la paz de Cristo de ninguna manera se interrumpe, antes bien, segun la constante fe de la Iglesia, se robustece con la comunicación de bienes espirituales. Por lo mismo que los bienaventurados estan mas intimamente unidos a Cristo, consolidan mas eficazmente a toda la Iglesia en la santidad, ennoblecen el culto que ella ofrece a Dios a-tui en la tierra y contribuyen de multiples maneras a su mas dilatada edificación (cfr. 1Co 12,12-27). Porque ellos habiendo llegado a la patria y estando en presencia del Señor (cfr. 2Co 5,8), no cesan de interceder por El, con El y en El a favor nuestro ante el Padre, ofreciendole los meritos que en la tierra consiguieron por el Mediador unico entre Dios y los hombres, Cristo Jesús (cfr. 1Tm 2,5), como fruto de haber servido al Seilor en todas las cosas y de haber completado en su carne lo que falta a los padecimientos de Cristo en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia (cfr. Col 1,24). Su fraterna solicitud contribuye, pues, mucho a remediar nuestra debilidad (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,49).


Fdez-Carvajal: Antologia - CASTIDAD