Fdez-Carvajal: Antologia - PREDICACION

PREDICACION

Citas de la Sagrada Escritura

Exhortación a escuchar la palabra de Dios: Mc 4,9-23 Lc 8,14-15.

Nuestro Señor tiene palabras de vida eterna: Jn 6,69.

La palabra de Nuestro Señor es espíritu y vida; ella da la vida: obra lo que dice: Jn 6,64.

El don de lenguas: 1Co 14.

El Evangelio es la palabra de la verdad: Ep 1,13.

Dignidad de los predicadores: .

El Sacerdote es puesto para beneficio de los hombres: He 5 He 1-4'

El predicador debe combatir las malas doctrinas: 1Tm 1,3-20.

Necesidad de la predicación: Rm 10,14.

El predicador no debe tratar de agradar a los hombres, sino sólo a Dios: 2Co 4,5 1Th 2,4.

Comete un crimen el que profana la palabra de Dios: 2Co 2,17.

El predicador debe sacar de la doctrina revelada en el Antiguo y Nuevo Testamento la ciencia necesaria: 2Tm 3,16-17.

Los predicadores del Evangelio son cooperadores de Dios: 1Co 3,4-9.

Su responsabilidad personal: 1Co 3,10-11.

Serán juzgados en el dia del juicio por su predicación: 1Co 3,10-16.

Los predicadores son ministros de Cristo y dispensadores de los misterios de Dios: 1Co 4,1-2.

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El predicador, instrumento de la gracia


4252 Jamás se podrá recomendar bastante la sobriedad y moderación. Muchas cosas se pueden decir en quince y veinte minutos, sin cansar, con tal que no se divague.

A veces puede ocurrir que un alma esté en la iglesia por pura casualidad o, como suele acontecer en Roma, sencillamente con ocasión de visitar las obras de arte. No es pura imaginación pensar que Dios haya escogido aquella palabra o aquel determinado momento para tocar un corazón y convertirle. ¡Qué honor y qué mérito para el predicador, convertido en instrumento de gracia y de salvación! (JUAN XXIII, Aloc. 19-II- 1960).


4253 Podemos amonestar con el sonido de nuestra voz, pero si dentro no está el que enseña, vano es nuestro sonido [ . . ]. Os hable El interiormente, ya que ningún hombre está alli de maestro (SAN AGUSTIN, Coment, sobre la I Epist. de S. Juan,3).


4254 Cualquiera que se atreve a despreciar a estos hombres puestos por Dios en su Iglesia según los lugares y los tiempos, y que están de acuerdo en la interpretación del dogma católico, no despreciaría a un hombre, sino a Dios mismo (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio,28).

Preparación y confianza en Dios


4255 No queráis llevar bolsa, ni alforja, ni calzado, y a nadie saludéis por el camino. Tanta debe ser la confianza que ha de tener en Dios el predicador, que aunque no se provea de las cosas necesarias para la vida, debe estar persuadido de que no le han de faltar, no sea que mientras se ocupa en proveerse de las cosas temporales, deje de procurar a los demás las eternas (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).


4256 Repetir la Palabra revelada y atreverse a comentarla, hacer de ella las aplicaciones doctrinales y darle una recta interpretación, es tal deber de conciencia que presupone en el sacerdote una preparación que le haga instrumento dócil e inteligente para cumplir su altisima misión en nombre de toda la Iglesia, muy por encima de su modesta persona (JUAN XXIII, Aloc 19-2-1960).


4257 ¡Oh Timoteo! ¡Oh sacerdote!, intérprete de las Escrituras, doctor, si la gracia divina te ha dado el talento por ingenio, experiencia, doctrina, debes ser el Beseleel del Tabernáculo espiritual. Trabaja las piedras preciosas del dogma divino, reúnelas fielmente, adórnalas con sabiduria, añádeles esplendor, gracia, belleza. Que tus explicaciones hagan que se comprenda con mayor claridad lo que ya se creia de manera más oscura Que las generaciones futuras se congratulen de haber comprendido por tu mediación lo que sus padres veneraban sin comprender (SAN VIGENTE DE LERINS, Conmonitorio,22).

Dios es el centro, el origen y el fin de toda predicación


4258. . . Lo que los hombres quieren, lo que esperan-aunque muchas veces no sepan o no se den cuenta de que lo quieren y esperan-es que el sacerdote, con su testimonio de vida y con su palabra, les hable de Dios. Y si el sacerdote no lo hace así, si no les busca para eso, si no les ayuda a escuchar, a descubrir o a comprender rectamente la dimensión religiosa de su vida, entonces el sacerdote les defrauda, como les defraudarla un bombero sin agua, un tabernero [. . . ] que despachase leche. o un médico nue no se atreviese a diagnosticar y a recetar (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 140).


4259 [. . . ] lo importante no somos nosotros y nuestras miserias. el único que vale es El, Jesús. Es de Cristo de quien hemos de hablar, y no de nosotros mismos (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,163).


4260 Aun cuando Dios no ocupa lugar, anda, sin embargo, por lugares diversos en la persona de sus santos cuando ellos le predican en uno y otro lugar; pues Dios, que está al margen del espacio y del tiempo, con todo, se mueve en el espacio y en el tiempo cuantas veces es predicado por ellos en un lugar (SAN ISIDORO DE SEVILLA, Sentencias,2).


4261 La ciencia del ministro sagrado debe ser sagrada, porque sagrada es la fuente de donde nace y sagrado el fin al que tiende (CONC. VAT. II, Presbyterorum ordinis,18).


4262 Si preguntamos qué cosas solia (San Pablo) tratar en la predicación, él mismo las compendia así todas: Que nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste, crucificado (1Co 2,2). Hacer que los hombres conociesen más y más a Jesucristo, y con un conocimiento que no se parase sólo en la fe, sino que se tradujera en las obras de la vida (BENEDICTO XV, Enc. Humanum genus).

Meditar lo que se ha de predicar


4263 Al hablar haga cuanto esté de su parte para que se le escuche inteligentemente, con gusto y docilidad. Pero no dude de que, si logra algo y en la medida en que lo logre, es más por la piedad de sus oraciones que por sus dotes oratorias. Por tanto, orando por aquellos a quienes ha de hablar, sea antes varón de oración que de peroración, y cuando se acerque la hora de hablar, antes de comenzar a proferir palabras, eleve a Dios su alma sedienta para derramar de lo que bebió y exhalar de lo que se llenó (SAN AGUSTIN, Sobre la doctrina cristiana,4).


4264 Si no arde el ministro de la Palabra, no enciende al que le predica (SAN AGUSTIN, Sermón 21).


4265 La evangelización, la predicación, son inseparables de la serena meditación de la Palabra divina (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 63).


4266 (No ser como esos) predicadores vacíos de la palabra, que no la escuchan por dentro (SAN AGUSTIN, Sermón 179).

Cualidades de la buena predicación


4267 En la predicación y exhortación emplea un lenguaje sencillo y familiar, bajando a los detalles concretos; y, en cuanto puedas, insiste en proponer ejemplos, para que cualquier pecador, con aquel pecado concreto, se sienta aludido como si hablaras para el solo [. . . ]. Esta es la manera que acostumbra a ser provechosa a los oyentes. Porque un modo de hablar genérico sobre las virtudes y los vicios mueve poco a los que te escuchan (SAN VICENTE FERRER. Trat. de la vida espiritual 1 3,1. c. ,5 1 3514).


4268 Si no se sabe presentar la doctrina condimentada con la gracia y la sal del bien decir [. . . ] poco se consigue (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Trat. Evang. S. Juan,53).


4269 Cuando la perversidad de los malos va cada vez en aumento, lejos de disminuir la predicación, se debe aumentar cada vez más. El Señor nos lo aconseja con su ejemplo, el cual, después de haber oido decir de si que tenla el demonio, distribuyó más copiosamente los beneficios de su predicación (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 18 sobre los Evang. ).


4270 (No podemos ser como aquellos que) se preocupan más de hacer un buen papel ante el auditorio ingenuo que de trabajar por su salvación (BENEDICTO XV, Enc. Humanum genus 15-VI-1917).


4271 Lo que hay que temer no es el mal que digan contra vosotros, sino la simulación de vuestra parte; entonces si que perderiais vuestro sabor y seriais pisoteados. Pero si no cejáis en presentar el mensaje con toda su austeridad, si después ois hablar mal de vosotros, alegraos. Porque lo propio de la sal es morder y escocer a los que llevan una vida de molicie.

Por tanto, estas maledicencias son inevitables y en nada os perjudicarán, antes serán prueba de vuestra firmeza. Mas si, por temor a ellas, cedéis en la vehemencia conveniente, peor será vuestro sufrimiento, ya que entonces todos hablarán mal de vosotros y todos os despreciarán; en esto consiste el ser pisoteado por la gente (SAN JUAN CRISÓSTO MO, Hom. sobre 5. Mateo,15).


4272 Pablo, capitán del ejército cristiano y orador invicto, al defender la causa de Cristo, hasta una inscripción vista al azar la convierte en argumento de la fe (SAN JERÓNIMO, Epistola a los magnesios)


4273 Quien no tiene caridad para los demás no debe de ningún modo tomar a su cargo el oficio de la predicación (SAN GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, volt IV, p. 140).


4274 Cuando Dios bajó del monte de su divinidad y tomó las debilidades de nuestra humanidad, una gran turba de naciones le ha seguido. En ello se enseña a los doctores que se acomoden al auditorio en sus predicaciones, y según vean que cada uno pueda comprender, así expliquen la palabra de Dios (SAN JERÓNIMO, en Catena Aurea, volt III, p. 464).

Pecados de omisión en la predicación y en el apostolado


4275 El que tiene el don de la predicación y de la doctrina para hacer el bien, pierde estos dones si no usa de ellos; pero quien los cultiva atrae otros mayores (SAN JUAN CRiSÓSTOMO, en Catena Aurea, volt III, p. 234).


4276 Así como el hablar indiscreto lleva al error, así el silencio imprudente deja en su error a quienes pudieran haber sido adoctrinados (SAN GREGORIO MAGNO, Regla pastoral,2).


4277 Es difícil averiguar por culpa de quién deja de llegar al pueblo la palabra del predicador; pero, en cambio, fácilmente se ve cómo el silencio del predicador perjudica siempre al pueblo y, algunas veces, incluso al mismo predicador (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).


4278 Otra manera de hacer daño es la de quienes hablan de las cosas de la religión como si hubiesen de ser medidas según los cánones y las conveniencias de esta vida que pasa, dando al olvido la vida eterna futura [. . . ]. El fruto que esta predicación produce es exiguo, ya que, después de oírla, cualquier profano llega a persuadirse de que, sin necesidad de cambiar de vida, él es buen cristiano con tal de decir: Creo en Jesucristo. ¿Qué clase de fruto quieren obtener estos predicadores? No tienen, ciertamente, ningún otro propósito más que el buscar por todos los medios ganarse adeptos halagándoles los oidos; con tal de ver el templo lleno a rebosar, no les importa que las almas estén vacias. Por eso es por lo que ni siquiera mencionan el pecado, los novísimos, ni ninguna otra cosa importante [. . . ]; una vez que (los oyentes) han aplaudido al perito de turno, salen del templo igual que entraron, como aquellos que-según San Agustin-se llenaban de admiración pero no se convertian (SAN PIO X, Motu Proprio Sacrorum Antistitum l-lX-l9l0)

PREMIO

Citas de la Sagrada Escritura

Alegraos y regocijaos porque es muy grande la recompensa que os aguarda en los cielos. Mt 5,12 Mt 10,41-42.

Quien haya dejado casa o hermanos [. . . ] por causa de mi nombre recibirá cien veces más, y poseerá la vida eterna. Mt 19,29 Mc 10,30.

Cada uno recibirá su salario a la medida de su trabajo. 1Co 3,8.

Es preciso que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba el pago debido a las buenas o las malas acciones que haya hecho mientras estaba revestido de su cuerpo. 2Co 5,10.

Mi única mira es [1 ir corriendo hasta la meta para ganar el premio que Dios me tiene preparado. Ph 3,13-14.

Bienaventurado aquel que sufre la tentación, porque después que fuere probado recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a los que le aman. .

Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida. Ap 2,10.

Recompensa a los que tengan fe: Mt 17,19.

a los cansados y agobiados que acudan al Señor: Mt 11,28.

a los que tomen su yugo y le sigan: Mt 11,28-30.

a quienes pierdan la vida por amor suyo: Mt 10,39. a los humildes: Mt 18,4.

a quienes hayan socorrido a los necesitados: Mt 25,34-40 Lc 14,14.

a quienes asisten a sus discipu10s: Mt 10,40-42.

a quienes practican y enseñan los mandamientos: Mt 5,19.

a quienes perdonan las ofensas: Mt 6,14.

a quienes piden con perseverancia: Mt 7,7-11.

a quienes padecen persecución: Mt 10,19-22.

a quienes le sigan: Jn 8,12 Jn 3132 Jn 10,9.

a quienes le confiesen delante de los hombre: Mt 10,28-33.

a quienes son generosos: Lc 6,38 Lc 16,9.

a quienes son dóciles a sus enseñanzas: Jn 10,28-29.

a quienes perseveren hasta el fin: Mt 24,13.

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Dios es "buen pagador"


4279 Siempre son mayores los premios de Dios que los deseos de los santos. (S. JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt 1P 247).


4280 Dice Jesús: "y cualquiera que deje casa o hermanos o hermanas o padre o madre o esposa o hijos o heredades por causa de mi nombre, recibirá cien veces más y poseerá la vida eterna". -¡A ver si encuentras, en la tierra, quien pague con tanta generosidad! (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER Camino, n. 670).


4281 ¡Cuánta bondad la de Dios, al recompensar por toda una eternidad la más insignificante de nuestras obras! (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la esperanza).


4282 Dios quiera abrir vuestros ojos para considerar cuánta. mercedes nos hace en lo que el mundo piensa que son disfavores, y cuán honrados somos en ser deshonrados por buscar la honra de Dios, y cuán alta honra nos está guardada por el abatimiento presente, y cuán blandos, amorosos y dulces brazos nos tiene Dios abiertos para recibir a los heridos en la guerra por él. (S. JUAN DE AVILA, Carta 58).


4283 Nuestro Padre Dios, cuando acudimos a El con arrepentimiento, saca, de nuestra miseria, riqueza; de nuestra debilidad, fortaleza. ¿Qué nos preparará, si no lo abandonamos, si lo frecuentamos cada dia, si le dirigimos palabras de cariño confirmado con nuestras acciones, si le pedimos todo, confiados en su omnipotencia y en su misericordia? Sólo por volver a El SU hijo, después de traicionarle, prepara una fiesta, ¿qué nos otorgará, si siempre hemos procurado quedarnos a su lado? (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER. Amigos de Dios,309).


4284 A los hombres y a los animales, Señor-dice el salmista- aseguráis la salud en proporción a la extensión inmensa de vuestra compasiva bondad (Sal 35,7). Si Dios concede a todos, a los buenos y a los malos, a los hombres y a los animales, un don tan precioso, hermanos mios, ¿qué no reservará a aquellos que le son fieles? (S. AGUSTIN, Sermón 255, sobre el "alleluia").


4285 Se hablará de lo que ha hecho ésta, en memoria suya (Mt 26,13). Las victorias de muchos reyes y de grandes capitanes han sido olvidadas en la memoria de los hombres; también la mayor parte de los que fundaron ciudades y redujeron a esclavitud muchas naciones, ni de palabra ni de nombre han sido conocidos; sin embargo, esta mujer que derramó este bálsamo en la casa de cierto leproso, en presencia de doce hombres, es celebrada por todo el orbe, y la memoria de su hecho no se ha borrado, a pesar de tanto tiempo como ha transcurrido. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, volt 111, p. 265).


4286 Son dos horas de vida y grandísimo el premio; y cuando no hubiera ninguno, sino cumplir lo que nos aconsejó el Señor, era grande la paga en imitar en algo a Su Majestad. (SANTA TERESA, Camino de perfección,2,7).


4287 Ahora trabajarás un poco, y hallarás después gran descanso y aun perpetua alegria. Si permaneces fiel y diligente en el servir, sin duda será Dios fidelisimo y riquísimo en pagar. (Imitación de Cristo, I,25,1).


4288 Mas he visto claro que no deja Dios sin gran premio, aun en esta vida, porque es así cierto, que (con) una hora de las que el Señor me ha dado de gusto de Si después acá, me parece quedan pagadas todas las congojas que en sustentarme en la oración mucho tiempo pasé. Tengo para mi que quiere el Señor dar muchas veces al principio, y otras a la postre, estos tormentos y otras muchas tentaciones que se ofrecen, para probar a sus amadores y saber si podrán beber el cáliz y ayudarle a llevar la cruz, antes que ponga en ellos grandes tesoros. (SANTA TERESA, Vida,11,4).


4289 La esperanza del premio conforta el alma para realizar las buenas obras. (S. CIRILO DE JERUSALÉN, Catequesis 348).

El premio de la caridad


4290 Ahora, hermanos, Cristo pasa hambre, es él quien se digna padecer hambre y sed en la persona de todos los pobres; y lo que reciba a-tui en la tierra lo devolverá luego en el cielo. (S. CESÁREO DE ARLES, Sermón 25).


4291 Esta es la idea invariable del Señor: que quienes ahora gozan en servir a sus prójimos, sean alimentados después en la mesa sacratisima del Señor con los manjares de la vida eterna. (SAN BEDA, en Catena Aurea, volt Vl, p. 447).


4292 Mas como nada les pusisteis en las manos (a quienes os necesitaban), nada habéis hallado en Mi. (S. AGUSTIN, Sermón 18).


4293 Los hombres pierden todo lo que dejan en este mundo; tan sólo se lleyan consigo el premio de su caridad y las limosnas que practicaron, por las cuales recibirán del Señor la recompensa y una digna remuneración. S. FRANCISCO DE Asis, Opúsculos,1. c. , pp. 87-94).


4294 La tierra produce unos frutos de los que ella no ha de gozar sino que están destinados a tu provecho. En cambio, los frutos de beneficencia que tú produces los recolectas en provecho propio, ya que la recompensa de las buenas obras revierte en beneficio de los que las hacen. (S. BASILIO MAGNO, Hom. 3, sobre la caridad).


4295 Un simple vaso de agua fria que des, que nada ha de costarte, aun de tan sencilla obra tienes señalada recompensa. Porque vosotros, que acogéis a mis enviados, yo estoy dispuesto a hacerlo todo. (S. JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,35).

El cielo como premio


4296 A la hora de la tentación piensa en el Amor que en el cielo te aguarda: fomenta la virtud de la esperanza, que no es falta de generosidad. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 139).


4297 La recompensa que se recibe en esta vida presente debe producir en nosotros mayores brios para aspirar a la recompensa que la sigue, esto es, la patria celestial. S. GREGORIO, MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. )


4298 Prometió la salvación eterna, la vida bienaventurada y sin fin en compañia de los ángeles, la herencia imperecedera, la gloria eterna, la dulzura de la contemplación de su rostro, su templo santo en los cielos y, como consecuencia de la resurrección, la ausencia total del miedo a la muerte. (S. AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 109).


4299 Si las tempestades son llevaderas para los navegantes y las heridas son dulces para los militares por la esperanza de premios transitorios, cuando se sufre por una recompensa eterna no habrá quien sienta la angustia de los peligros. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1P 438).


4300 Siervo bueno y fiel, puesto que fuiste fiel en lo poco, te constituiré sobre lo mucho: entra en el gozo de tu Señor. Todas las cosas de este mundo, por grandes que parezcan, son pequeñas en comparación de la retribución eterna. (S. GREGORIO MAGNO, Hom 9 sobre ios Evang. ).

Según las obras de cada uno


4301 La retribución se hará con medida, por cuanto cada uno recibirá según lo que haya hecho estando unido al cuerpo, como dice el Apóstol. Y en otro lugar parece que se dice de este celemin corporal: Con la medida con que midierais, os volverán a medir. (S. AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,1).


4302 Vuestras buenas obras deben ser vuestras inversiones, de las que un dia recibiréis considerables intereses. S. IGNACIO DE ANTIOQUIA, Epistola a S. Policarpo).


4303 Si, pues, es verdad que quien ofrece un vaso de agua no pierde su premio, también lo es que quien sufre la injuria de una palabra leve no quedará privado del premio. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, volt l, p. 257).


4304 La paga y el jornal del amor es recibir más amor hasta llegar al colmo del amor. El amor sólo con amor se paga. (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,9,7).


4305 Este amor será la medida de la gloria de que disfrutaremos en el paraiso, ya que ella será proporcionada al amor que hayamos tenido a Dios durante nuestra vida; cuanto más hayamos amado a Dios en este mundo, mayor será la gloria de que gozaremos en el cielo, y más le amaremos también, puesto que la virtud de la caridad nos acompañará durante toda la eternidad y recibirá mayor incremento en el cielo. ¡Qué dicha la de haber amado mucho a Dios en esta vida!, pues así le amaremos también mucho en el paraiso. (SANTO CURA DE ARS. Sermón sobre el precepto 1. ° del decálogo).

El premio y la rectitud de intención


4306 Alma que ama a Dios no ha de pretender ni esperar otra recompensa por sus servicios prestados que la perfección de amar a Dios. (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual 9,7). ,


4307 Las lámparas de las virgenes fatuas se apagan porque sus obras, que aparecian claras exteriormente a los hombres,quedaron oscurecidas interiormente a la venida del juez. No hallaron retribución de Dios, porque recibieron por ellas las alabanzas que desearon de los hombres. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 12 sobre los Evang. ).


4308 El que dispensa la misericordia la pierde, si no se compadece con un corazón puro; si busca quedar bien, pierde todo el fruto [. . . ]. (S. AMBROSIO, Catena Aurea, volt 1P 248).


4309 Jamás llegaremos a comprender el grado de gloria que nos proporcionará en el cielo cada acción buena, si la realizamos solamente por Dios. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la esperanza).


4310 Todo aquel que predica para recibir recompensa de alabanza o de premio, no hay duda de que se priva de la recompensa eterna. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).


4311 El mismo Dios en persona es el premio y el término de todas nuestras fatigas. (SANTO TOMÁS, Sobre e/ Credo,2,1. c. ).


4312 Yo estaré con vosotros [. . . . El que en la vida presente permanece con sus escogidos, protegiéndolos, también estará con ellos después que esto haya concluido, premiándolos. (SAN BEDA, en Catena Aurea, volt III, pp. 432-433).


4313 Como tu premio será el mismo Dios, al que amas desinteresadamente, debes amarle de modo que no dejes de desearlo como el premio que únicamente puede saciarte. (S. AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 134).

PRESENCIA DE DIOS

Citas de la Sagrada Escritura

¡La voz de mi amado! Vedle que llega, saltando por los montes, triscando por los collados. Ct 2,8.

Pues sus ojos (están fijos) sobre los caminos del hombre, y contemplan todos sus pasos. . . Jb 34,21.

Mis ojos siempre están en Yavé, porque es quien saca mis pies de la red. Ps 24,15.

Tengo siempre a Yavé ante mi, porque está a mi diestra, no me moveré. Ps 15,8.

Los que teméis al Señor preparad el corazón y humillaos ante El. Si 2,20.

Yo estaré con vosotros siempre hasta la consumación del mundo. Mt 28,20.

Siendo Abram de noventa y nueve años, se le apareció Yavé y le dijo: Yo soy El-Saddai; anda en mi presencia y sé perfecto. Gn 17,1.

Elohim, tu eres mi Dios; a ti te busco solicito; sedienta de ti está mi alma; mi carne languidece en pos de ti como tierra árida, sedienta, sin agua. Ps 63,2.

Como (están atentos) los ojos del siervo a las manos de su señor, como los ojos de la esclava a la mano de su señora, así (se alzan) nuestros ojos a Yavé, nuestro Dios, para que se compadezca de nosotros. Ps 123,2.

Por cuanto que El nos eligió antes de la constitución del mundo para que fuésemos santos e inmaculados ante El en caridad. Ep 1,4.

Salte de júbilo el campo y cuanto hay en él, y exulten todos los árboles de la selva ante la presencia de Yavé que viene a juzgar la tierra. Regirá el orbe con justicia, y a los pueblos con equidad. Ps 96,12-13.


El Señor está con nosotros: nos ve y nos oye


4314 Es preciso convencerse de que Dios está junto a nosotros de continuo. -Vivimos como si el Señor estuviera allá lejos, donde brillan las estrellas, y no consideramos que también está siempre a nuestro lado. Y está como un Padre amoroso-a cada uno de nosotros nos quiere más que todas las madres del mundo pueden querer a sus hijos-, ayudándonos, inspirándonos, bendiciendo. . . y perdonando. ¡Cuántas veces hemos hecho desarrugar el ceño de nuestros padres diciéndoles, después de una travesura: ¡ya no lo haré más!-Quizá aquel mismo dia volvimos a caer de nuevo. . . -Y nuestro padre, con fingida dureza en la voz, la cara seria, nos reprende. . . , a la par que se enternece su corazón, conocedor de nuestra flaqueza, pensando: pobre chico, ¡qué esfuerzos hace para portarse bien! Preciso es que nos empapemos, que nos saturemos de que Padre y muy Padre nuestro es el Señor, que está junto a nosotros y en los cielos. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER Camino, n. 267).


4315 Dios está en todas partes, es inmenso y está cerca de todos, según atestigua de si mismo: Yo soy-dice-un Dios cercano, no lejano. El Dios que buscamos no está lejos de nosotros, ya que está dentro de nosotros, si somos dignos de esta presencia. (S. COLUMBANO, Instrucciones sobre la fe,1).


4316 ¿Cuál es la explicación de que nos alegremos con el Señor, si él está lejos? Pero en realidad no está lejos. Tú eres el oue hace que esté lejos. Amalo y se te acercará; ámalo y habitará en ti. El Señor está cerca. No os inquietéis por cosa alguna. (S. AGUSTIN. Sermón 21).


4317 Nuestro Dios no nos pierde de vista, como una madre que está vigilando al hijito que da los primeros pasos. "Abraham, dice el Señor, anda en mi presencia y la hallarás en todas partes". "¡Dios mio!, exclama Moisés, servios mostrarme vuestra faz: con ello tendré cuanto puedo desear" (Ex 23,13). Cuán consolado queda un cristiano, al pensar que Dios le ve, que es testigo de sus penalidades y de sus combates, que tiene a Dios de su parte. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el Corpus Christi).


4318 Si quieres tener espectadores de las cosas que haces, ahi los tienes: los ángeles, los arcángeles y hasta el mismo Dios del Universo. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, volt 1P 344).


4319 No calles, no guardes silencio en su presencia. Háblale para que también El te hable (S. BERNARDO. Hom. en la Natividad de la B. Virgen Maria,15).


4320 Quien ama a Jesús está con Jesús y Jesús está con él. (S. ALFONSO Ma DE LIGORIO, Visitas al Stmo. Sacramento,12).


4321 Porque como yo temia tanto la honra, todas mis diligencias eran en que fuese secreto, y no miraba que no podía serlo a quien todo lo ve. ¡Oh, Dios mio, qué daño hace en el mundo tener esto en poco y pensar que ha de haber cosa secreta que sea contra Vos! Tengo por cierto que se excusarian grandes males si entendiésemos que no está el negocio en guardarnos de los hombres, sino en guardarnos de descontentaros a Vos. (SANTA TERESA, Vida 2,4).


4322 Todo lo ve, incluso los pensamientos y los secretos de la voluntad. De a-tui que también a los hombres de manera especial les alcanza la necesidad de obrar bien, porque todo lo que piensan y hacen está patente a la mirada divina. Todas las cosas están desnudas y descubiertas a los ojos de El (Hete 4,13). (SANTO TOMÁS, Sobre el Credo, I, I. c. , p. 36).


4323 Llega sin ser visto y se aleja sin que se le sienta. Su presencia, por si sola, es luz del alma y del espiritu: en ella se ve lo invisible y se conoce lo incognoscible. (BEATO GUERRIC, Sermón 2. ° de Adviento).


4324 Cuando Dios os concede la gracia de sentir su presencia y desea que le habléis como al amigo más querido, exponedle vuestros sentimientos con toda libertad y confianza. Se anticipa a darse a conocer a los que le anhelan (Sg 6,14). Sin esperar a que os acerquéis a él, se anticipa cuando deseáis su amor, y se os presenta, concediéndoos las gracias y remedios que necesitáis. Sólo espera de vosotros una palabra para demostraros que está a vuestro lado y dispuesto a escucharos y consolaros: Sus oidos están atentos a la oración (Ps 33,16) [. . . ]. LOS demás amigos, los del mundo, tienen horas que pasan conversando juntos y horas en que están separados; pero entre Dios y vosotros, si queréis, jamás habrá una hora de separación. (S. ALFONSO Ma DE LIGORIO, Cómo conversar continua y familiarmente con Dios).

En medio de las ocupaciones


4325 Cuando la obediencia os trajere empleadas en cosas exteriores, entender que, si es en la cocina, entre los pucheros anda el Señor, ayudándoos en lo interior y exterior. (SANTA TERESA, Fundaciones,5,8).


4326 No se os pide aplicación continua del espiritu que os haga olvidar vuestros asuntos y vuestros descansos. Sin descuidar vuestras ocupaciones, no se os pide más que hacer por Dios lo mismo que hacéis siempre por los que os aman y vosotros amáis. (S. ALFONSOM a DE LIGORIO, Cómo conversar continua y familiarmente con Dios).


4327 Conviene que la atención de nuestra mente no se limite a concentrarse en Dios de modo repentino, en el momento en que nos decidimos a orar, sino que hay que procurar también que cuando está ocupada en otros menesteres, no prescinda del deseo y el recuerdo de Dios. (S. JUAN CRISbS TOMO, Hom. 6 sobre la oración).


4328 No te preocupes demásiado por saber quién está por ti o contra ti; busca más bien que Dios esté contigo en todo lo que haces. (Imitación de Cristo,11,2,3).


4329 Cuando dice: no andéis solícitos. . . , no quiere decir que no trabajéis, sino que las cosas del mundo no absorban nuestra alma: porque podemos trabajar sin que nos turbe la inquietud. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, volt Vl, p. 87).


4330 Persuadíos de que no resulta dificil convertir el trabajo en un diálogo de oración. Nada más ofrecérselo y poner manos a la obra, Dios ya escucha, ya alienta. ¡Alcanzamos el estilo de las almas contemplativas, en medio de la labor cotidiana! Porque nos invade la certeza de que El nos mira, de paso que nos pide un vencimiento nuevo: ese pequeño sacrificio, esa sonrisa ante la persona inoportuna, ese comenzar por el quehacer menos agradable pero más urgente, ese cuidar los detalles de orden, con perseverancia en el cumplimiento del deber cuando tan fácil seria abandonarlo, ese no dejar para mañana lo que hemos de terminar hoy: ¡todo por darle gusto a El, a Nuestro Padre Dios! Y quizá sobre tu mesa, o en un lugar discreto que no llame la atención, pero que a ti te sirva como despertador del espiritu contemplativo, colocas el crucifijo, que ya es para tu alma y para tu mente el manual donde aprendes las lecciones de servicio. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,67).


4331 Mis delicias, leemos en el libro de los Proverbios, son estar con los hijos de los hombres (7,31). El paraiso de Dios, por decirlo así, es el corazón del hombre. Dios os ama: amadlo. Sus delicias son estar con vosotros: que las vuestras sean estar con él y pasar el tiempo de vuestra vida junto a aquel con quien esperáis pasar la eternidad en su amable compañia.

Tomad la costumbre de hablarle a solas, familiarmente, con confianza y amor, como a vuestro amigo, como al que más queréis y el que más os quiere. S. ALFONSO Ma DE LIGORIO, Cómo conversar continua y familiarmente con Dios).


4332 Cuando de dos cosas una es la razón de la otra, la ocupación del alma en una no impide ni disminuye la ocupación en la otra [. . . ]. Y como Dios es aprehendido por los santos como la razón de todo cuanto hacen o conocen, su ocupación al percibir las cosas sensibles o al contemplar o al hacer cualquiera otra cosa, en nada les impide la divina contemplación ni viceversa. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica, Supl. , q. 82, a. 3).

Sintiéndonos templos de Dios


4333 Acaecíame en esta representación que hacía de ponerme cabe Cristo, que he dicho, y aun algunas veces leyendo, venirme a deshora un sentimiento de la presencia de Dios que en ninguna manera podía dudar que estaba dentro de mí, o yo toda engolfada en El. (SANTA TERESA, Vida,10,1).


4334 ¡Oh alma hermosísima más que todas las criaturas! Ya sabes el lugar que deseas. ¡Ya sabes dónde se encuentra tu Amado para buscarte y unirte con El! Tú misma eres su morada. Tú misma el escondite donde está escondido. ¡Alegría grande debe darte saber que está en ti misma! No puedes tú estar sin El: Mirad, ¡dentro de vosotros está el reino de Dios! (Lc 17,21); porque nosotros somos templo de Dios vivo (2Co 6,16). (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,1,7).


4335 Nada hay escondido para el Señor, sino que aun nuestros secretos más íntimos no escapan a su presencia. Obremos, pues, siempre conscientes de que él habita en nosotros, para que seamos templos suyos y él sea nuestro Dios en nosotros, tal como es en realidad y tal como se manifestará ante nuestra faz; por esto tenembs motivo más que suficiente para amarlo. (S. IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a /os Efesios).


4336 ¿Cómo he podido yo saber que estaba presente? Porque está vivo y es eficaz; apenas entra en mí, despierta mi alma adormecida, vivifica, enternece y excita mi corazón embotado y duro como una piedra. Comienza por arrancar y destruir, por edificar y plantar, por regar mi sequedad, por iluminar mis tinieblas, por abrir lo que estaba cerrado, por inflamar mi frialdad, y también por enderezar los senderos tortuosos y allanar las rugosidades de mi alma, de tal suerte que pueda bendecir al Señor y que todo lo que hay en mí bendiga su santo Nombre (cfr. Ps 102,1). (S. BERNARDO, Sermón 74 sobre el Cantar de los Cantares).


4337 Considerad, pues, que hay sin duda dentro del alma de cada uno un pozo de agua viva [. . . ]. Dios está cerca de vosotros; mejor, está dentro de vosotros, y quita la tierra del alma de cada uno para hacer saltar en ella el agua viva (ORIGENES, Hom. sobre el Génesis,13).

El cristiano ha de procurar que la presencia de Dios sea continua


4338 Porque yendo con consideración todo es amor. (SANTA TERESA, Camino de perfección,7,7).


4339 Si nunca te desvias del buen camino, aunque calle tu lengua, habla tu conducta; y los oidos de Dios atienden a tu corazón. Pues, del mismo modo que nuestros oidos escuchan nuestra voz, así los oidos de Dios escuchan nuestros pensamientos. (S. AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 148).


4340 Nada hay mejor, que la oración y coloquio con Dios [. . . ]. Me refiero, claro está, a aquella oración que no se hace por rutina, sino de corazón; que no queda circunscrita a unos determinados momentos, sino que se prolonga sin cesar dia y noche. (S. JUAN CRISÓSTOMO, Hom. 6, sobre la oración).


4341 Asi, pues, todo hombre que vive entre los hombres busque a Aquel a quien ama de modo que no abandone a aquel con quien camina; y preste a éste su auxilio de tal manera que bajo ningún motivo se separe de aquel a quien se dirige. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 38 sobre los Evangelios).


4342 Debemos considerar como una infidelidad a nuestros ojos el alejarnos, aunque no sea más que un instante, de la contemplación de Cristo. (CASIANO, Colaciones,1).


4343 Aspira, pues, a Dios muy a menudo [. . . ], con breves pero ardientes suspiros del corazón, admira su hermosura; implora su auxilio, arrójate en espíritu a los pies de la cruz, adora su bondad, consúltale continuamente sobre tu salud espiritual, entrégale mil veces al dia tu alma, fija la vista interior en su dulzura; extiende hacia El los brazos como un niño chiquito a su padre, para que El te lleve; ponle como delicioso ramillete sobre tu pecho, fijare en tu alma como bandera y ejercita todos los movimientos del corazón para concebir amor de Dios y excitar en ti una tierna y apasionada dilección del divino Espóso. (S. FRANCISCO DE SALES. Introd. a la vida devota, II,13).


4344 Asi como los que están enamorados con amor humano y natural casi siempre tienen empleado el pensamiento en recordar, el corazón en estimar y la boca en alabar al objeto de sus amores, y cuando se hallan ausentes no pierden ocasión de manifestar su afecto por cartas, y en cualquier árbol que encuentran escriben el nombre de la persona amada, así los que aman a Dios no pueden dejar de pensar en E1, suspirar por El, aspirar a El y hablar de El, y quisieran, si fuese posible, grabar en todos los corazones del mundo el santo y sagrado nombre de Jesús (S. FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota,11,13).


4345 Este debe ser nuestro principal objetivo y el designio de nuestro corazón: que nuestra alma esté unida a Dios y a las cosas divinas. Todo lo que aparte de esto, por grande que pueda parecernos, ha de tener en nosotros un lugar puramente secundario o, por mejor decir, el último de todos. Inclusive debemos considerarlo como un daño positivo. (CASIANO, Colaciones,1).


4346 Reflexionad bien qué es en lo que estáis pensando a todas horas. Unos piensan en los honores, otros en el dinero, otros en la extensión de sus posesiones. Todas estas cosas están en lo bajo, y cuando el alma se ocupa de tales cosas queda doblada de la rectitud de su estado; y como no se eleva a los deseos celestiales, no puede mirar hacia arriba, como la mujer encorvada (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 31 sobre los Evang. ).


4347 La oración se hace continua, como el latir del corazón, como el pulso. Sin esa presencia de Dios no hay vida contemplativa; y sin vida contemplativa de poco vale trabajar por Cristo, porque en vano se esfuerzan los que construyen, si Dios no sostiene la casa (cfr. Ps 126,1). (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,8).


4348 Y creedme, mientras pudiéredes no estéis sin tan buen amigo. Si os acostumbráis a traerle cabe vos y El ve que lo hacéis con amor y que andáis procurando contentarle, no le podréis-como dicen-echar de vos, no os faltará para siempre, ayudaros ha en todos vuestros trabajos, tenerle heis en todas partes; mirad que es gran cosa un tal amigo al lado. (SANTA TERESA, Camino de perfección,26,1).


4349 Si este comportamiento es frecuente, ¡cuántos pecados se evitarian y cuántas acciones buenas se realizarian! [. . . ]. Porque si el recuerdo de un hombre valiente y sabio nos incita a imitarlo y reprime nuestra tendencia al mal, cuánto más nos ayudará en la oración el recuerdo de Dios, nuestro Padre, si estamos convencidos de su presencia y de que nos escucha y nos habla. (ORIGENES, Tratado sobre la oración,8-9)

Especialmente al comenzar y al terminar el dia


4350 Del mismo modo que la pureza y la atención durante el dia preparan una noche santa, así las vigilias nocturnas nos hacen atesorar energias para toda la jornada. (CASIANO, Instituciones,6).


4351 Oremos con acción de gracias al despuntar el nuevo dia, al salir de casa, antes de comer y después de haber comido, a la hora de ofrecer incienso y entregarnos al descanso. Y aun en la misma cama quiero que alternes los salmos con la oración dominical, ya antes de que el sueño domine, ya cuando despiertes, para que el sueño te coja libre de pensamientos mundanos y ocupada en los divinos. (S. AMBROSIO, Sobre las virgenes,3).


4352 Antes de que amanezca el dia en el firmamento, luzca el sol de la gracia en nuestro pecho y salga de nuestros labios la confesión del Simbolo, como signo de defensa y amparo contra los peligros que rodean la vida. ¿Qué soldado va a la guerra sin llevar su santo y seña? (SAN AMBROSIO, Sobre las virgenes,3).

"Industrias humanas" para tener presencia de Dios


4353 Emplea esas santas "industrias humanas" que te aconsejé para no perder la presencia de Dios: jaculatorias, actos de Amor y desagravio, comuniones espirituales, "miradas" a la imagen de Nuestra Señora. . . (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 272).


4354 Brotarán de tu alma más actos de amor, jaculatorias, acciones de gracias, actos de desagravio, comuniones espirituales. Y esto, mientras atiendes tus obligaciones: al descolgar el teléfono, al subir a un medio de transporte, al cerrar o abrir una puerta, al pasar ante una iglesia, al comenzar una nueva tarea, al realizarla y al concluirla; todo lo referirás a tu Padre Dios. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios 149).


4355 Las criaturas son como un rastro del paso de Dios. Por esta huella se rastreará su grandeza, poder, sabiduria y todos sus atributos. (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,5,3).


4356 ¡Qué felices seriamos de no tener sino a Jesús en el entendimiento, a Jesús en la memoria, a Jesús en la voluntad, a Jesús en la imaginación! Jesús estarla por todo en nosotros, y nosotros estariamos por todo en El. Tratemos de que sea así; pronunciémosle tan a menudo como podamos. Aunque no sea sino tartamudeando [. . . ]. (S. FRANCISCO DE SALES, Epistolario, fragm. 20,1. c. , p. 654).


4357 Rezaremos algunas preces en honor del santo Angel de la Guarda, y no dejaremos nunca de bendecir la mesa, ni de dar gracias después de la comida, de rezar el Angelus, y el Ave Maria cuando dan las horas: todo lo cual nos va recordando nuestro último fin, nos hace presente que en breve ya no estaremos en la tierra, y así nos iremos desligando de ella [. . . ]. Ya veis, cuán fácil es orar constantemente, practicando lo que hemos dicho. Esta es la manera como oraban siempre los santos. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la oración).


4358 No seas tan ciego o tan atolondrado que dejes de meterte dentro de cada Sagrario cuando divises los muros o torres de las casas del Señor. El te espera. No seas tan ciego o tan atolondrado que dejes de rezar a Maria Inmaculada una jaculatoria siquiera cuando pases junto a los lugares donde sabes que se ofende a Cristo. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 269).


4359 Tu Crucifijo. -Por cristiano, debieras llevar siempre contigo tu Crucifijo. Y ponerlo sobre tu mesa de trabajo. Y besarlo antes de darte al descanso y al despertar: y cuando se rebele contra tu alma el pobre cuerpo, bésalo también. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 302).

Jaculatorias


4360 ¿Cuándo llegará la hora de su presencia? Cuando le veamos cara a cara, como dice el Apóstol; esto es lo quc nos promete Dios como premio a nuestros trabajos. Cuando trabajas para esto lo haces: para llegar a la visión. (S, AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 90).


4361 Ayuda para la memoria continua de Dios y el andar siempre en su presencia, el uso de aquellas breves oraciones que S. Agustin llama jaculatorias, porque éstas guardan la casa del corazón y conservan el calor de la devoción. (S. PEDRO DE ALCÁNTARA, Trat. de la oración y meditación, II,2).


4362 Se dice que los monjes de Egipto hacen frecuentes oraciones, pero muy cortas, a manera de jaculatorias brevísimas, para que así la atención, que es tan sumamente necesaria en la oración, se mantenga vigilante y despierta. (S. AGUSTIN, Carta 130, a Proba).


4363 Acaecíanos estar muchos ratos tratando de esto y gustábamos de decir muchas veces: ¡Para siempre, siempre, siempre! En pronunciar esto mucho rato era el Señor servido me quedase en esta niñez impreso el camino de la verdad. (SANTA TERESA, Vida, I,4).


4364 En otras ocasiones nos bastarán dos o tres expresiones, lanzadas al Señor como saeta, iaculata: jaculatorias, que aprendemos en la lectura atenta de la historia de Cristo: Domine, si vis, potes me inundare (Mt 8,2), Señor, si quieres, puedes curarme; Domine, tu omnia nosti, tu scis quia amo te (Jn 21,17), Señor, Tú lo sabes todo, Tú sabes que te amo; Credo, Domine, sed aditiva incredulitatem meam (Mc 9,23), creo, Señor, pero ayuda mi incredulidad, fortalece mi fe; Domine non sum dignus (Mt 8,8), ¡Señor, no soy digno!; Dominus meus et Deus meus (Jn 20,28), ¡Sefior mío y Dios mío!. . . U otras frases, breves y afectuosas, que brotan del fervor intimo del alma, y responden a una circunstancia concreta. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,119).

La plenitud de la presencia de Dios tendrá lugar después de esta vida


4365 Yo estaré con vosotros [. . . ]. El que en la vida presente permanece con sus escogidos, protegiéndoles, también estará con ellos después que esto haya concluido, premiándolos. (SAN BEDA, en Catena Aurea, volt 111, pp. 432-433).


4366 Sus ovejas encontrarán pastos, porque todo aquel que le sigue con un corazón sencillo es alimentado con un pasto siempre verde. ¿Y cuál es el pasto de estas ovejas, sino el gozo infinito de un paraiso siempre lozano? El pasto de los elegidos es presencia del rostro de Dios, que, al ser contemplado ya sin obstáculo alguno, sacia para siempre el espiritu con el alimento de vida. (SAN GREGORIO MAGNO Hom. 14 sobre los Evang. ).


4367 Podemos decir que el Señor viaja con aquellos que viven dentro de la fe [. . . ], y estará con nosotros (en este mundo) hasta que, saliendo de nuestros cuerpos, nos reunamos con El (en el cielo). (ORIGENES, en Catena Aurea, volt 111, p. 225).

A través de la Virgen


4368 [. . . ] no nos importe repetirlo durante el dia-con el corazón, sin necesidad de palabras-pequeñas oraciones, jaculatorias. La devoción cristiana ha reunido muchos de esos elogios encendidos en las Letanias que acompañan al Santo Rosario. Pero cada uno es libre de aumentarlas, dirigiéndole nuevas alabanzas, &ciéndole lo que-por un santo pudor que Ella entiende y aprueba-no nos atreveriamos a pronunciar en voz alta. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,294).


4369 Si te acostumbras, siquiera una vez por semana, a buscar la unión con María para ir a Jesús, verás cómo tienes más presencia de Dios. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 276).


Fdez-Carvajal: Antologia - PREDICACION