Fdez-Carvajal: Antologia - PURGATORIO

PURGATORIO

Citas de ¡a Sagrada Escritura

(Judas Macabeo) mandó hacer una colecta en las filas, recogiendo hasta dos mil dracmas, que envió a Jerusalén para ofrecer sacrificios por los pecados [. . . ] Obra santa y piadosa es orar por los muertos. Por eso hizo que fuesen expiados los difuntos: para que fuesen absueltos de los pecados. 2M 12,43-46.

En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que pagues el último centavo. Mt 5,26.

Con las riquezas injustas haceos amigos para que, cuando éstas falten, os reciban en los eternos tabernáculos. Lc 16,9.

llaz gracia a todo viviente, y al muerto no le niegues tu benevolencia. Si 7,37.

Y sucederá que en toda la tierra serán exterminados los dos tercios, y perecerán, pero será preservado un tercio. Yo pondré al fuego este tercio, y lo fundiré como se funde la plata, y lo acrisolaré como se acrisola el oro. Za 13,9.

1. . . ] y luego enseguida vendrá a su templo el Señor, a quien buscáis, y el Angel de la alianza que deseáis. Ile aquí que llega dice Yahvé de los ejércitos, y ¿quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién podrá mantenerse firme cuando aparezca? Porque será como fuego de fundidor y como lejía de batanero, y se pondrá a fundir y a depurar la plata y a purificar a los hijos de Levi, y los acrisolará como al oro y a la plata 1. . . ] .

Y serán encerrados presos en la mazmorra, encarcelados en la prisión, y después de muchos días serán visitados. 15 24,22.

Habré de soportar la ira de Yahvé, porque pequé contra El, hasta que juzgue mi causa y me haga justicia. Miq 7,9.

Saca mi alma de la cárcel para que pueda alabar tu nombre. Mc rodearán los justos en corona cuando te hayas mostrado propicio hacia mi. Ps 141,8.

Lugar de purificación


4458 Sucede que algunos mueren sin haber podido satisfacer totalmente la penitencia debida por sus pecados, de los que ya se han arrepentido. No es congruente con la divina justicia que no satisfagan [. . . ]. Asi, pues, padecen esta pena después de la muerte, pero no en el infierno, en el cual padecen los hombres por sus pecados mortales, ya que sus pecados mortales han sido perdonados por la penitencia [. . . J. Es necesario, pues, admitir que existen penas temporales y purgatorias después de esta vida y antes del juicio final. (SANTO TOMÁS, De rationibus fidel, n. 101 0).


4459 De los principios que hemos expuesto puede deducirse fácilmente la existencia del purgatorio. Porque si es verdad que la contrición borra los pecados, no quita todo el resto de la pena que por ellos se debe; ni tampoco se perdonan siempre los pecados veniales, aunque desaparezcan los pecados mortales. Ahora bien, la justicia de Dios exige que una pena proporcional restablezca el orden perturbado por el pecado. Luego hay que concluir que todo aquel que muera contrito y absuelto de sus pecados, pero sin haber satisfecho plenamente por ellos a la divina justicia, debe ser castigado en la otra vida. Negar el purgatorio es, pues, blasfemar contra la justicia divina. Es, pues, un error, y un error contra la fe. (SANTO TOMAS, Suma Teológica, Supí. , q. 71, a. 1).


4460 El alma justa, al salir de su cuerpo, viendo en si misma alguna cosa que empaña su inocencia primitiva y se opone a su unión con Dios, experimenta una aflicción incomparable; y como sabe muy bien que este impedimento no puede ser destruido sino por el fuego del purgatorio, se baja allí de repente y con plena voluntad [. . . ]. Sabiendo que el purgatorio es el baño destinado a lavar estas especies de manchas, corre allá [. . . J, pensando mucho menos en los dolores que le esperan que en la dicha de encontrar allí su primitiva pureza. (SANTA CATALINA DE GE NOVA, Trat. del Purgatorio, n. 12).


4461 Definimos con autoridad apostólica: que, según la común ordenación de Dios, las almas de todos los santos que salieron de este mundo [. . . ], en las que no había nada que purgar 1. . . ] o en las que hubo o habrá algo purgable, cuando después de su muerte se hubieren purgado 1. . ] estuvieron, están y estarán en el cielo. (BENEDICTO XII, Const. dogm. Benedictus Deus, Denz Sch. DS 1000).


4462 Si alguien dijere que después de recibida la gracia de la justificación de tal manera se le perdona la culpa y se le borra el resto de pena eterna a cualquier pecador arrepentido, que no queda reato alguno de pena temporal que haya de pagarse en este mundo, o en el otro en el purgatorio antes de que pueda abrirse la entrada en el reino de los cielos, sea anatema. (CONC. DE TRENTO, Denz Sch. DS 1 DS 580).


4463 Se ha de tener en cuenta que, por parte de los buenos, puede haber algún impedimento para que sus almas reciban, una vez salidas del cuerpo, el último premio consistente en la visión de Dios. Efectivamente, la criatura racional no puede ser elevada a dicha vísión, sí no esta totalmente purificada 1. . . J. Pero a veces acontece que tal purificación no se realiza totalmente en esta vida, permaneciendo el hombre deudor de la pena, ya por alguna negligencia [. . . ] o también porque es sorprendido por la muerte. Mas no por eso merece ser excluido totalmente del premio, porque pueden darse tales cosas sin pecado mortal, que es el único que quita la caridad [. . . J. Luego es preciso que sean purgadas después de esta vida antes de alcanzar el premio final. (SANTO TOMÁS, Suma contra gentiles,4,91).

Los sufragios en favor de las almas del Purgatorio


4464 Ofrecer el sacrificio por el descanso de los difuntos [. . . ] es una costumbre observada en el mundo entero. Por eso creemos que se trata de una costumbre enseñada por los mismos Apóstoles. En efecto, la Iglesia católica la observa en todas partes; y si ella no creyera que se les perdonan los pecados a los fieles difuntos, no haría limosnas por sus almas, ni ofreceria por ellas el sacrificio a Dios. (S. ISIDORO DE SEVILLA, Sobre los oficios eclesiásticos,1).


4465 Pensemos en procurarles algún alivio del modo que podamos [. . . ]. ¿Cómo? Haciendo oración por ellos y pidiendo a otros que también oren [. . . ]. Porque no sin razón fueron establecidas por los apóstoles mismos estas leyes; digo el que en medio de los venerandos misterios se haga memoria de los que murieron [. . . ]. Bien sabían ellos que de esto sacan los difuntos gran provecho y utilidad [. . . ](S. JUAN CRISÓSTOMO. Hom. sobre la Epistola a los Filipenses,3).


4466 El Concilío propone a los ortodoxos la siguiente profesión de fe para su vuelta a la Iglesia Católica: "Creemos (. . . ] que los que verdaderamente arrepentidos murieron en caridad antes de haber satisfecho con frutos dignos de penitencia por los pecados de comisión y omisión, sus almas son purificadas después de la muerte con penas purgatorias [. . . ], y para aliviar estas penas les aprovechan los sufragios de los fieles vivos, es decir, el sacrificio de la Misa, las oraciones, limosnas y otras obras de piedad que, según las leyes de la Iglesia, han acostumbrado hacer unos fieles por otros". (CONC. II DE LYON, Denz Sch. DS 856).


4467 [. . . ] algunos entre 105 discípulos (de Cristo) peregrinan en la tierra, otros, ya difuntos, se purifican, mientras otros son glorificados contemplando claramente al mismo Dios, Uno y Trino, tal cual es; todos, aunque en grado y forma distintos, estamos unidos en fraterna caridad y cantamos el mismo himno de gloria a nuestro Dios [. . . ]. Asi que la unión de los peregrinos con los que durmieron en la paz de Cristo de ninguna manera se interrumpe, antes bien, según la constante fe de la Iglesia, se fortalece con la comunicación de los bienes espirituales [. . . ]. La Iglesia de los peregrinos, desde los primeros tiempos del cristianismo, tuvo perfecto conocimiento de esta comunión de todo el cuerpo místico de Jesucristo y así conservó con gran piedad el recuerdo de los difuntos y ofreció sufragio por ellos, porque santo y saludable es el pensamiento de orar por los difuntos para que queden libres de sus pecados (2MC 12,46). (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium, LG 49-50).

En esta vida podemos purificarnos


4468 Lo que ha de llenarse ha de empezar por estar vacío. Has de llenarte del bien, comienza por echar fuera el mal. Imagina que Dios te quiere hacer rebosar de miel: sí estás lleno de vinagre, ¿dónde va a depositar la miel? Primero hay que vaciar lo que contenía el recipiente: hay que limpiar el mismo vaso; hay que limpiarlo, aunque sea con esfuerzo, a fuerza de frotarlo, para que sea capaz de recibir esta realidad misteriosa (S. AGUSTtN, Trat. sobre la 1. a Epístola de S. Juan,4).


4469 (Dios permite las humillaciones de algunos para que sus almas) estén del todo purificadas al poner el píe en el umbral de la otra vida, o por lo menos no tengan que sufrir más que una pena muy leve. (CASIANO, Colaciones,7).


4470 Esforcémonos por hacer penitencia en esta vida. ¡Qué dulce será la muerte de quien de todos sus pecados la tiene hecha, y no ha de ir al Purgatorio! (SANTA TERESA, Camino de perfección,40,9).


4471 Mejor es purgar ahora los pecados y vicios que dejarlos para el purgatorio. (Imitación de Cristo,1,24,3).

Las penas del Purgatorio


4472 (Estas penas son) tan intensas que la pena mínima del purgatorio excede a la mayor de esta vida. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica, Supí. , q. 71, a. 3).


4473 (Es doctrina común que existe pena de daño y de sentido). La pena de daño consiste en que se les retrasa la visión de Dios. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica, Supí. , q. 71, a. 2).


4474 En aquello que peca el hombre principalmente, será más gravemente punido. Allí los perezosos serán pungidos con aguijones ardiendo, los golosos serán atormentados con gravísima hambre y sed, los lujuriosos y amadores de deleites serán envestidos en pez y azufre ardiendo, los envidiosos aullarán con dolor como perros rabiosos.

No hay vicio que no tenga su propio tormento. Allí los soberbios serán llenos de toda confusión, los avaros serán puestos en miserable necesidad. Allí más grave será pasar una hora de pena que aquí cien años de penitencia amarga. (Imitación de Cristo 1,24,4).

Devoción a las almas del Purgatorio


4475 Las ánimas benditas del purgatorio. -Por caridad, por justicia, y por un egoísmo disculpable -¡pueden tanto delante de Dios!- tenlas muy en cuenta en tus sacrificios y en tu oración. Ojalá, cuando las nombres, puedas decir: "Mis buenas amigas las almas del purgatorio. . . ". (J. Es CRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 571).


4476 Encomendémosle nuestras vidas y las de aquellos que, habiendo vívido en otro tiempo con nosotros, nos han precedido, ya en la morada eterna. (S. GREGORIO DE NACIANCENO, Disertación 7).

PURIFICACION

Citas de la Sagrada Escritura

[. . . ] Jesucristo, el testigo veraz, el primogénito de los muertos, el príncipe de los reyes de la tierra. El que nos ama, y nos ha absuelto de nuestros pecados por la virtud de su sangre. .

Le respondí: Señor mío, eso tú lo sabes. Y me replicó: Estos son los que vienen de la gran tribulación, y lavaron sus túnicas y las blanquearon en la sangre del Cordero. Ap 7,14.

Bienaventurados los que lavan sus túnicas para tener derecho al árbol de la vida y a entrar por las puertas que dan acceso a la ciudad. Ap 22,14.

Lávame enteramente de mi iniquidad, y límpiame de mi pecado. Ps 50,4.

Lavaos, limpiaos, quitad de ante mis ojos la iniquidad de vuestras acciones. Dejad de hacer el mal. Is 1,16.

Cuando lave el Señor la inmundicia de las hijas de Sión, limpie en Jerusalén las manchas de sangre al viento, al viento de la devastación. 15 4,4.

Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Mt 5,8.

Respondió Jesús: En verdad, en verdad te digo que quien no renaciere del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de los cielos. .

Jesús les dijo: El que se ha bañado no necesita lavarse, está todo limpio; y vosotros estáis limpios, pero no todos. Jn 13,10.

Porque se ha manifestado la gracia salutifera de Dios a todos los hombres, enseñándonos a negar la impiedad y los deseos del mundo, para que vivamos sobria, justa y piadosamente en este siglo.

con la bienaventurada esperanza en la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Cristo Jesús, que se entregó por nosotros para rescatamos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celador de buenas obras. Tt 2,11-14.

No por las obras justas que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, nos salvó mediante el lavatorio de la regeneración y renovación del Espíritu Santo. .

Pero si andamos en la luz, como El está en la Luz, entonces estamos en comunión unos con otros y la sangre de Jesús, su Hijo, nos purifica de todo pecado. Si dijéramos que no tenemos pecado, nos engañaríamos a nosotros mismos y la verdad no estaría en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, fiel y justo es El para perdonamos y limpiarnos de toda iniquidad. 1Jn 1,7-9.

Porque todo lo que hay en el mundo, concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y orgullo de la vida, no viene del Padre, sino que procede del mundo. 1Jn 2,16.

Para ver a Dios


4477 Ese Cristo, que tú ves, no es Jesús. -Será, en todo caso, la triste imagen que pueden formar tus ojos turbios. . .

-Purifícate. Clarifica tu mirada con la humildad y la penitencia. Luego. . . no te faltarán las limpias luces del Amor. Y tendrás una visión perfecta. Tu imagen será realmente la suya: ¡El! (J. ESCRivA DE BALAGUER, Camino, n. 212).

Para que Dios habite en nosotros


4478 Figúrate que te dice Dios: "Tú me has invocado, ya voy a ti; pero ¿dónde entraré? ¿voy a soportar tantas suciedades de tu conciencia? Si convidases a un siervo mio a tu casa, ¿no procurarías antes limpiarla? Me convidas a mi a tu corazón, y está lleno de rapiñas". El lugar al que se convida a Dios está plagado de blasfemias, de adulterios, de fraudes, de malas pasiones, ¿y tú me convidas? (S. AGU5TtN, Coment. sobre el Salmo 30).


4479 Que, a mi parecer, si como ahora entiendo que en este palacio pequeñito de mi alma cabe tan gran Rey, no le dejara tantas veces solo, alguna me estuviera con El, y más procurara que no estuviera tan sucia. (SANTA TERESA, Camino deperfección,28,11).


4480 Y así como sacan poca agua de una fuente los que van allí con vasos pequeños, y sacan mucha quienes los llevan mayores, no distinguiendo la fuente las medidas, y como sucede también a la luz, que extiende más o menos su claridad según las ventanas que se abren, así se recibe la gracia, según la medida de las disposiciones. (S. JUAN CRIsósTOMO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 324).


4481 Es la otra propiedad limpiar cosas no limpias. Si no hubiese agua para lavar, ¿qué seria del mundo? Sabéis que tanto limpia este agua viva, este agua celestial, este agua clara, que de una vez que se beba pienso que deja el alma clara y limpia de todas las culpas. (SANTA TERESA, Camino deperfección,19,6).


4482 Y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos mansión en él. Considérese bien qué inefable dicha es dar hospedaje en nuestro corazón a Dios. Sí cualquier persona distinguida o que ocupe algún puesto elevado, o algún amigo rico y poderoso nos anunciara que iba a venir a visitarnos en nuestra casa, ¡con qué solicitud limpiaríamos y ocultaríamos todo aquello que pudiera ofender la vista de esta persona o de este amigo! Lave primero las manchas y suciedades que tiene el que ha ejecutado malas obras, si quiere preparar a Dios una morada en su alma. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. 30 sobre los Evang. ).


4483 Debemos disponer nuestras almas del mismo modo como deseamos encontrar dispuesta la iglesia cuando venimos a ella.

¿Deseas encontrar limpia la basílica? Pues no ensucies tu alma con el pecado. Si deseas que la basílica esté bien iluminada, Dios desea también que tu alma no esté en tinieblas [. . . J. Del mismo modo que tú entras en esta iglesia, así quiere Dios entrar en tu alma, como tiene prometido: habitaré en medio de ellos y andaré entre ellos. (S. Cesáreo DE ARLIES, Sermones).

El dolor y las contrariedades nos pueden servir de purificación


4484 Nuestra pureza y piedad exigen, precisamente porque sois aceptos y agradables a Dios, que esta pureza sea expurgada mediante repetidos golpes, hasta que llegue a su máxima perfección. Por esto, si a veces se duplica o triplica la espada sobre vosotros, renedio por sumo gozo y como una prueba de amor. (S. RAIMUNDO, Cartas, l. c. , PP. 84-85).


4485 Si el orfebre martillea repetidamente el oro, es para quitar de él la escoria; si el metal es frotado una y otra vez con la lima, es para aumentar su brillo. El horno prueba la vasija del alfarero, el hombre se prueba en la tribulación. (S. PEDRO DAMIÁN, Cartas,8,6).


4486 Que, por cuanto aquí purga Dios al alma [. . . ], conviene que sea puesta en vacío y pobreza y desamparo de todas estas partes (potencias interiores y exteriores), dejándola seca, vacía y en tinieblas. (S. JUAN DE LA CRUZ, Noche oscura, II,6,4).


4487 Más estima Dios en ti el inclinarte a la sequedad y al padecer por su amor, que todas las consolaciones, visiones y meditaciones que puedas tener. (S. JUAN DE LA CRUZ. Dichos de luz y amor,14).


4488 Sí sabes que esos dolores -físicos o morales- son purificación y merecimiento, bendícelos. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 219).

Purificación y libertad interior

Pero reflexionemos bien sobre estas palabras para que los 4489 perezosos vean con qué solicitud han de apresurarse a dejar la carga de sus almas. Porque sí llevasen sobre sus espaldas alguna carga pesada, como de piedras, de madera o de alguna ganancia (v. gr. : trigo, vino o también dinero), se darían prisa para líberarse de su carga. Llevan el peso de sus pecados, y no quieren acelerar su paso. Hay que darse prisa para líbrarse de esa carga, porque aplasta y hunde. (S. AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,1).


4490 No puedes "subir". -No es extraño: ¡aquella caída!. . . Persevera y "subirás". -Recuerda lo que dice un autor espiritual: tu pobre alma es pájaro, que todavía lleva pegadas con barro sus alas.

Hacen falta soles de cielo y esfuerzos personales, pequeños y constantes, para arrancar esas inclinaciones, esas imaginaciones, ese decaimiento: ese barro pegadizo de tus alas. Y te verás libre. -Si perseveras, "subirás". (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 991).

RECOGIMIENTO

Citas de la Sagrada Escritura

En la boca de los necios está su corazón; y el corazón de los sabios es su boca. Si 21,29

FI sabio se calla hasta el momento oportuno; el necio no sabe guardar su tiempo. Si 20,7.

En toda labor hay fruto; pero la charlatanería empobrece. Pr 14,23.

En el mucho charlar no falta el pecado, el que refrena sus labios es sabio. Pr 10,19.

El que mucho habla se hace aborrecible, y el que pretende imponerse se hace odioso. Si 20,8.

¿Has visto a un hombre precipitado en el hablar? Más esperanzas que en él hay en el necio. Pr 29,20.

El que guarda su boca, guarda su vida [. . . ] Pr 13,3.

Manzana de oro en bandeja cincelada de plata es la palabra dicha a tiempo. Pr 25,11.

Hay quien calla porque no tiene qué responder, y hay quien calla esperando su vez. Si 20,6.

Porque todos delinquimos en muchas cosas. Si alguno no peca de palabra, es varón perfecto, capaz de gobernar con el freno todo su cuerpo. Jc 3,2.

Es parco en palabras quien tiene la sabiduría; y el de ánimo apacible es hombre inteligente. Pr 17,27.

Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en pie en las sinagogas y en los ángulos de las plazas, para ser vistos de los hombres [. . . ]. Tú, cuando ores, entra en tu cámara y , cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensara. Mt 6,5-6.

Preguntado por los fariseos acerca de cuándo llegaría el reino de Dios, respondióles y dijo: No viene el reino de Dios ostensiblemente. Ni podrá decirse: Helo aquí o allí, porque el reino de Dios está dentro de vosotros. Lc 17,20-21.

Buscar a Dios dentro de nosotros


4491 Recógete. -Busca a Dios en ti y escúchale. (J. EScRIvA DE BALAGUER. Camino, n. 319).


4492 Pues hagamos cuenta que dentro de nosotros está un palacio de grandísima riqueza, todo su edificio de oro y piedras preciosas -en fin, como para tal Señor-, y que sois vos parte de que aqueste edificio sea tal, como a la verdad lo es (que es ansi, que no hay edificio y de tanta hermosura como un alma limpia y llena de virtudes, y mientras mayores, más resplandecen las piedras), y que en este palacio está este gran Rey y que ha tenido por bien ser vuestro Padre y que está en un trono de grandísimo precio, que es vuestro corazón. (SANTA TERESA, Camino de perfección,28,9).


4493 El alma que le quiere encontrar ha de salir de todas las Cosas con la afición y la voluntad, y entrar dentro de si misma con sumo recogimiento. Las cosas han de ser para ella como si no existiesen. San Agustín habla con Dios en los Soliloquios y le dice:

"No te hallaba, Señor, por fuera, porque mal te buscaba fuera, pues estabas dentro".

Dios, pues, está escondido en el alma y ahí le ha de buscar con amor el buen contemplativo, diciendo: ¿A dónde te escondiste? (S. JUAN DE LA CRUZ. Cántico espiritual,1,6).


4494 Poned los ojos en vos y miraos interiormente, como queda dicho: hallaréis vuestro Maestro, que no os faltará; mientras menos consolación exterior tuviéredes, mucho más regalo os hará. (SANTA TERESA. Camino de perfección,29,2).


4495 ¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y tú estabas dentro de mi y yo afuera, y así por fuera te buscaba; y, deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo. Retenianme lejos de ti aquellas cosas que sí no estuviesen en ti no existirían. Me llamaste y clamaste, y quebrantaste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera; exhalaste tu perfume y lo aspiré, y ahora te anhelo; gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti; me tocaste, y deseé con ansia la paz que procede de ti. (S. AGUSTIN, Confesiones,10).


4496 Gózate con él en tu recogimiento interior. Alégrate con El, ya que le tienes tan cerca.

Deséale ahí; adórale ahí; no vayas a buscarle fuera de ti porque te distraerás y cansarás y no le hallarás; no le podrás gozar con más certeza, ni con más rapidez ni más cerca que dentro de ti. (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,1,8).


4497 Que, a mi parecer, si como ahora entiendo que en este palacio pequeñito de mi alma cabe tan gran Rey, no le dejara tantas veces solo, alguna me estuviera con El, y más procurara que no estuviera tan sucia. (SANTA TERESA, Camino de perfección,28,11).


4498 Sí somos templos de Dios y el Espíritu de Dios habíta en nosotros, es mucho más lo que cada fiel lleva en su interior que todas las maravillas que contemplamos en el cielo. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 7, sobre la Natividad).


4499 ¡Oh alma hermosísima, más que todas las criaturas! Ya sabes el lugar que deseas. ¡Ya sabes dónde se encuentra tu Amado para buscarte y unirte con El! Tú misma eres su morada. Tú misma el escondite donde está escondido.

¡Alegría grande debe darte saber que todo tu bien y esperanza está tan cerca de ti, que está en ti misma! No puedes tú estar sin El: Mirad, ¡dentro de vosotros está el reino de Dios! (Lc 17,21); porque nosotros somos templo de Dios vivo (2Co 6,16). (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,1,7).


4500 ¿Qué más quieres, alma, y qué más buscas fuera de ti, si dentro de ti tienes tus riquezas, tus deleites, tu satisfacción? ¿Qué más puedes desear si en ti está la fuente que te sacia? (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,1,8).

Guarda de los sentidos


4501 Así, aunque viva en la soledad o retirado en una celda, la vanidad le hace deambular con la mente por casas y monasterios, y le muestra en su fantasía una multitud de almas que se convierten al imperio y eficacia de su palabra. El desgraciado, juguete de tales quimeras, parece sumergido en un profundo sueño. De ordinario, vive seducido por la dulzura de estos pensamientos. Absorto en tales imágenes, ni advierte lo que hace ni se da cuenta de lo que sucede en torno. Ni siquiera repara en la presencia de sus hermanos. El infeliz va meciéndose, cual sí fueran verdad, en las fantasías que soñó despierto. (CASIANO, Instituciones,11).


4502 Esta (la curiosidad), en tanto que procura saber las vidas ajenas, desconociendo siempre sus interioridades, gusta ocuparse de lo exterior. Grave y pernicioso es el vicio de la curiosidad, que mientras inclina la mente de cualquiera para que averigíle la vida del prójimo, a él le oculta siempre su interior, a fin de que, conociendo lo ajeno, se desconozca a sí mismo, y sea tanto más ignorante en todo aquelío que le concierne, cuanto más instruido esté en lo ajeno. (. GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).


4503 Y como quien se entra en un castillo fuerte para no temer los contrarios, que es retirarse los sentidos de estas cosas exteriores y darles de tal manera de mano, que -sin entenderse- se le cierran los ojos por no verlas, porque más se despierte la vista a los del alma. (SANTA TERESA, Camino de perfección,27,6).


4504 Disipación. -Dejas que se abreven tus sentidos y potencías en cualquier charca. -Así andas tú luego: sin fijeza, esparcida la atención, dormida la voluntad y despierta la concupiscencia.

-Vuelve con seriedad a sujetarte a un plan, que te haga llevar vida de cristiano, o nunca harás nada de provecho.

(J. EScRIvÁ DE BALAGUIER, Camino, n. 375).


4505 En la oración pasaba gran trabajo, porque no andaba el espíritu señor, sino esclavo; y así no me podía encerrar dentro de mi, que era todo el modo de proceder que llevaba en la oración, sin encerrar conmigo mil vanidades.

(SANTA TERESA, Vida,7,6).


4506 Todo cuanto hay fuera de nosotros fluctúa con las tempestades y tentaciones de este siglo. Mas tenemos un yermo interior donde recogernos y vivir de nuestra fe. (S. AGUSTIN, Sermón 47).


4507 Bien está que cierres la puerta de tu habitación; pero otra cosa quiere Dios antes que eso: que cierres las puertas de tu alma. (S. JUAN CRISÓSTOMO. Hom. sobreS. Mateo 31).


4508 Como no hay embarazo de lo exterior, estáse sola el alma con su Dios. (SANTA TERESA, Camino de perfección,28,8).


4509 El que sabe andar dentro de si y tener en poco las cosas de fuera, no busca lugares ni espera tiempos para darse a ejercicios devotos. El hombre interior presto se recoge, porque nunca se derrama del todo a las cosas exteriores. (Imitación de Cristo, II,1,10).


4510 Silos cinco sentidos del cuerpo buscan el alimento de las miserias mundanas, no pueden volar para conseguir los frutos de acciones más sublimes. (S. AMEROSIO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 66).

El "silencio" de María

Recogimiento y presencia de Dios


4511 Re dado muchas vueltas por las calles y plazas de la ciudad

de este mundo para buscaros, y no os he podido hallar, porque mal buscaba fuera lo que estaba dentro de mi alma. (S. AGUST!N, Soliloquios,31).


4512 Si ya arde en ti el fuego del amor divino, por pequeño que

éste sea, no lo saques fuera enseguida, no lo expongas al

viento, mantén el fogón protegido para que no se enfrie y pierda el calor; esto es, aparta cuanto puedas las distracciones, conserva el recogimiento, evita las conversaciones inútiles. (S. CARLOS BORROMEO, Sermón sobre el sínodo).


4513 Dios está en todas partes, es inmenso y está cerca de todos, según atestigua de si mismo'. Yo soy-dice- un Dios cercano, no lejano. El Dios que buscamos no está lejos de nosotros, ya que está dentro de nosotros, si somos dignos de esta presencia. (S. COLUMBANO, Instrucción sobre la fe,1).


4514 Es exigencia de nuestra mente una cierta quietud. Dios se deja ver en la soledad interior. (S. AGUSTíN, Trat. Evang. S. Juan,17).


4515 Es insultar a Jesucristo acudir a nuestros templos, ante nuestros altares, con el espíritu distraído y ocupado en los negocios mundanos; es insultar a la majestad de Dios cÓmparecer en su presencia con menos modestia que en las casas de los grandes de la tierra. (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el pecado).


4516 Procura lograr diariamente unos minutos de esa bendita soledad que tanta falta hace para tener en marcha la vida interior. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 304).


4517 Pues mirad que dice San Agustín que le buscaba en muchas partes y que le vino a hallar dentro de sí mismo (1). ¿Pensáis que importa poco para un alma derramada entender esta verdad y ver que no ha menester para hablar con su Padre Eterno ir al cielo, ni para regalarse con El, ni ha menester hablar a voces? Por paso (2) que hable, está tan cerca que nos oirá. Ni ha menester alas para ir a buscarle (3), sino ponerse en soledad y mirarle dentro de sí y no extrañarse de tan buen huésped; sino con gran humildad hablarle como a padre, pedirle como a padre, contarle sus trabajos, pedirle remedio para ellos, entendiendo que no es digna de ser su hija. (SANTA TERESA, Camino de perfección,28,2)


4518 Renazca en nosotros esta estima por el silencio, esa admirable e indispensable condición de nuestro espíritu, asaltado por tantos clamores [. . . ]. Oh silencio de Nazaret, enséñanos el recogimiento, la interioridad, la disponibilidad para escuchar las buenas inspiraciones y las palabras de los verdaderos maestros. Enséñanos la necesidad y el valor de la preparación del estudio, de la meditación, de la vida personal e interior, de la plegaria secreta que sólo Dios ve. (PABLO VI, Alocución en Nazaret,5-1-1964).


4519 El silencio de la Virgen no es un silencio de tartamudez e impotencia, sino de luz y arrobo; un silencio más elocuente, en las alabanzas de Jesús, que la misma elocuencia. . . Resulta sorprendente que en este estado de silencio y de infancia de Jesús todo el mundo habla excepto María 1. 1 Comentan los ángeles entre si y con los pastores, pero María permanece en silencio. Llegan los reyes, hablan y dan que hablar a toda la ciudad, al estado y al sagrado sínodo de Judá, pero María permanece retirada y en silencio. Todo el estado está revuelto y todos se maravillan y hablan del nuevo rey buscado por reyes, pero María permanece en su reposo y sagrado silencio. Simeón habla en el templo, y Ana la Profetisa, y todos los que esperan la salvación de Israel; y María ofrece, da, recibe y lleva a su hijo en silencio. Tanta fuerza e impresión secreta ejerce el silencio de Jesús en el espíritu y corazón de la Virgen que la tiene poderosamente y divinamente ocupada y arrebatada en silencio. (PEDRO DE BERULLE, Opuscules de piété,39, l. c. , PP. 988-989).

RECTITUD DE INTENCION

Citas de la Sagrada Escritura

Estad atentos a no hacer vuestra justicia delante de los hombres para que os vean; de otra manera no tendréis recompensa ante vuestro Padre, que está en los cielos. Mt 6,1.

Ya comáis, ya bebáis o ya hagáis alguna cosa, hacedlo todo para gloria de Dios. 1Co 10,31.

Buscad a Yavé y su poder, buscad siempre su rostro. Ps 104,4.

El sabio tiene ojos en la frente y el necio anda en tinieblas Si 2,14.

Crea en mi ¡Oh Dios! un corazón puro, y renueva dentro de mi un espíritu recto. Ps 50,12.

Siervos obedeced [. . . ], no sirviendo al ojo, como buscando agradar al hombre, sino como siervos de Cristo, que cumplen de corazón la voluntad de Dios. .

Cuando des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna sea oculta, y el Padre que ve lo oculto, te premiara. Mt 6,3.

La lámpara del cuerpo es el ojo, si tu ojo estuviese sano, todo tu cuerpo estará luminoso, pero sí tu ojo estuviese enfermo, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Mt 6,22.

Me hubiera avergonzado de pedir al rey una escolta y caballeria para protegernos del enemigo durante el camino, pues habíamos dicho al rey: "La mano de nuestro Dios está para bien de los que le buscan" Esd 8,22.

Honra al Dios de tu hacienda, da las primicias de todos los frutos. Y estarán llenas tus trojes y rebosará de mosto tu lagar. Pr 3,9-10.

Que sí las primicias son santas, también la masa, sj la raíz es santa, también las ramas. Rm 11,16.

Jesús les dijo: Mí alimento es hacer la voluntad del que me envió y acabar su obra. Jn 4,34.

Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. Lc 2,14.

Ahora, pues, en los cielos está mi testigo y allá arriba está mí fiador. Jb 16,19.

No alleguéis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín los corroen y donde los ladrones horadan y roban. Atesorad tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín los corroen y donde los ladrones no horadan ni roban. Donde está tu tesoro allí estará tu corazón Mt 6,19.

Allí buscaréis a Yavé, vuestro Dios, y le hallarás y con todo tu corazón, y con toda tu alma le buscará. Dt 4,29.

Lo verán los afligidos y se alegrarán, y que viva vuestro corazón, los que buscáis a Dios. Ps 68,33.

Pero los justos viven para siempre, y su recompensa está en el Señor, y el cuidado de ellos en el Altísimo. Sg 5,15.

Selección de Textos


Fdez-Carvajal: Antologia - PURGATORIO