Fdez-Carvajal: Antologia - SANTIDAD

SANTIDAD

Citas de la Sagrada Escritura

1. . 1 quien ha empezado en vosotros la buena obra, la llevará a cabo hasta el día de la venida de Nuestro Señor Jesucristo. Ph 1,6.

[. . . ] Mas Dios, dador de toda la gracia, que nos llamó a su eterna gloria, El mismo os perfeccionará, fortificará y os consolidará. .

Llegado en poco tiempo a la perfección, vivió una larga vida. Sub 4,13.

Anda en mi presencia y sé perfecto. Gn 17,1.

Sed pues, perfectos, como perfecto es vuestro Padre celestial. Mt 5,48.

En el amor no hay temor, pues el amor perfecto desecha el temor; porque el temor supone castigo, y el que teme no es perfecto en el amor. 1Jn 4,18.

Yo he venido para que tengan vida, y la tengan abundante. Jn 10,10.

Pero el que guarda su palabra, en ése la caridad de Dios es verdaderamente perfecta. En esto conocemos que estamos en El. 1Jn 2,5.

Sí quieres ser perfecto, ve, vende cuanto tienes dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos, y ven y sígueme. Mt 19,21.

Sed santos para mí, porque yo, Yavé, soy santo, y os he separado de las gentes para que seáis mios. Lv 20,26.

Por cuanto que en El nos eligió antes de la constitución del mundo para que fuésemos santos e inmaculados ante El en caridad. Ep 1,4.

Todos los fieles, cada uno en su propio camino, son llamados a la santidad


4804 En mis charlas con gentes de tantos paises y de los ambientes sociales más diversos, con frecuencia me preguntan: ¿Y qué nos dice a los casados? ¿Qué, a los que trabajamos en el campo? ¿Qué, a las viudas? ¿Qué, a los jóvenes? Respondo sistemáticamente que tengo un solo puchero. Y suelo puntualizar que Jesucristo Señor Nuestro predicó la buena nueva para todos, sin distinción alguna. Un solo puchero y un solo alimento: mi comida es hacer la voluntad del que me ha enviado, y dar cumplimiento a su obra (Jn 4,34). A cada uno llama a la santidad, de cada uno pide amor: jóvenes y ancianos, solteros y casados, sanos y enfermos, cultos e ignorantes, trabajen donde trabajen, estén donde estén. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,294).


4805 Nuestro fin debe ser nuestra perfección; nuestra perfección es Cristo. (S. AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 69).


4806 El estilo de la vida espiritual propia de los laicos debe recabar su nota característica del estado de matrimonio y de familia, de soltería o de viudez, de la situación de enfermedad, de la actividad profesional y social. No deje, por tanto, de cultivar con asiduidad las cualidades y dotes que, adecuadas a tales situaciones, les han sido dadas, y hagan uso de los dones personales recibidos del Espíritu Santo. (CONC. VAT. II, Decret. Apostolicam actuositatem,4).


4807 Todos estamos llamados a la santidad; para todos hay las gracias necesarias y suficientes; nadie está excluido [. . . ].

La tentación más engañosa y que se repite siempre, es la de querer cambiar la sociedad, cambiando solamente las estructuras externas; querer hacer feliz al hombre en la tierra, satisfaciendo únicamente sus necesidades y sus deseos.

(JUAN PABLO II, Hom. 26-X-1980).


4808 La devoción debe ser practicada de una forma por el caballero y de otra por el artesano; por el criado y por el príncipe; por la viuda y por la soltera; por la doncella y por la casada; hay que relacionar su práctica con las fuerzas, las ocupaciones y los deberes de cada estado. Yo te ruego que me respondas [. . . ]: ¿Sería justo que el obispo observase una vida de soledad semejante a la del monje cartujo? Y si los casados no quisieran poseer nada como los capuchinos, y el artesano pretendiese estar todo el día en el templo como los religiosos; y el religioso, entregado a toda suerte de relaciones para servir al prójimo, como el obispo, ¿no sería todo ello devoción ridícula, desordenada e intolerable? [. . . ]. No [. . . ], la devoción nada perjudica cuando es verdadera; al contrario, todo lo perfecciona; y cuando se pronuncia contra la vocación de alguno hay que considerarla como falsa. (S. FRANCISCO DE SALEs, Introd. a la vida devota,1,3,19-20).


4809 La llamada a la santidad y la consiguiente exigencia de santificación personal, es universal: todos, sacerdotes y laicos, estamos llamados a la santidad; y todos hemos recibido, con el Bautismo, las primicias de esa vida espiritual que, por su misma naturaleza, tiende a la plenitud. (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 111).


4810 Quedan, pues, invitados y aun obligados todos los fieles cristianos a buscar insistentemente la santidad y la perfección dentro del propio estado. Estén todos atentos a encauzar rectamente sus afectos, no sea que el uso de las cosas del mundo y un apego a las riquezas contrario al espíritu de pobreza evangélica les impida la prosecución de la caridad perfecta. Acordándose de la advertencia del Apóstol: Los que usan de este mundo no se detengan en eso, porque los atractivos de este mundo pasan (cfr. 1Co 7,31). (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,42).


4811 Tienes obligación de santificarte. -Tú también. -¿Quién piensa que ésta es labor exclusiva de sacerdotes y religiosos? A todos, sin excepción, dijo el Señor: "Sed perfectos, como mi Padre Celestial es perfecto". (J. ESCRIVÁ DE BALA-GUER, Camino, n. 291).


4812 Lo han imitado los santos mártires hasta el derramamiento de su sangre, hasta la semejanza con su pasión; lo han imitado los mártires, pero no sólo ellos. El puente no se ha derrumbado después de haber pasado ellos; la fuente no se ha secado después de haber bebido ellos.

Tenedlo presente, hermanos: en el huerto del Señor no sólo hay las rocas de los mártires, sino también los lirios de las vírgenes y las yedras de los casados, así como las violetas de las viudas. Ningún hombre, cualquiera que sea su género de vida, ha de desestimar su vocación: Cristo ha sufrido por todos Con toda verdad está escrito de él: Nuestro Salvador quiere que todos los hombres se salven y lleguen al pleno conocimiento de la verdad. (S. AGUSTIN, Sermón 304).


4813 Todos los fieles cristianos, de cualquier condición y estado, fortalecidos con tantos y tan poderosos medios de salvación, son llamados por el Señor, cada uno por su camino, a la perfección de aquella santidad con la que es perfecto el mismo Padre. (CoNc. VAT. II, (Const. Lumen gentium,11).


4814¿Qué es la santidad? Es precisamente la alegría de hacer la Voluntad de Dios. (JUAN PABLO II, Hom. 18-1-1981).

Santidad en las tareas de cada dia


4815 No hay situación terrena, por pequeña y corriente que parezca, que no pueda ser ocasión de un encuentro con Cristo y etapa de nuestro caminar hacia el Reino de los cielos.

(J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,22).


4816 Una mujer ocupada en la cocina o en coser una tela puede siempre levantar su pensamiento al cielo e invocar al Señor con fervor. Uno que va al mercado o viaja solo, puede fácilmente rezar con atención. Otro que está en su bodega, ocupado en coser los pellejos de vino, está libre para levantar su ánimo al Maestro. El servidor, si no puede llegarse a la iglesia porque ha ido de compras al mercado o está en otras ocupaciones o en la cocina, puede siempre rezar con atención y con ardor. Ningún lugar es indecoroso para Dios. (S. JUAN CRíSÓSTOMO, Hom. 4, sobre la Profetisa Ana).


4817 Todos los fieles cristianos, en cualquier condición de vida, de oficio o de circunstancias, y precisamente por medio de todo eso, se podrán santificar de dia en día, con tal de recibirlo todo con fe de la mano del Padre celestial. (CONC. VAT II, Const. Lumen gentium,41>.


4818 No es posible creer en la santidad de quienes fallan en las virtudes humanas más elementales. (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 28).


4819 En esa tarea profesional vuestra, hecha cara a Dios, se pondrán en juego la fe, la esperanza y la caridad. Sus incidencias, las relaciones y problemas que trae consigo vuestra labor, alimentarán vuestra oración. El esfuerzo para sacar adelante la propia ocupación ordinaria, será ocasión de vivir esa Cruz que es esencial para el cristiano. La experiencia de vuestra debilidad, los fracasos que existen siempre en todo esfuerzo humano, os darán más realismo, más humildad, más comprensión con los demás. Los éxitos y las alegrías os invitarán a dar gracias, y a pensar que no vivís para vosotros mismos, sino para el servicio de los demás y de Dios. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,49).


4820 [. . . ] equivocaríamos el camino si nos desentendiéramos de los afanes temporales: ahí os espera también el Señor; estad ciertos de que a través de las circunstancias de la vida ordinaria, ordenadas o permitidas por la Providencia en su sabiduría infinita, los hombres hemos de acercarnos a Dios. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,63).


4821 Son más numerosos sin comparación los acontecimientos cuyo realce social queda por ahora oculto: es la multitud inmensa de las almas que han pasado su existencia gastándose en el anonimato de la casa, de la fábrica, de la oficina; que se han consumido en la soledad orante del claustro; que se han inmolado en el martirio cotidiano de la enfermedad. Cuando todo quede manifiesto en la parusía, entonces aparecerá el papel decisivo que ellas han desempeñado, a pesar de las apariencias contrarias, en el desarrollo de la historia del mundo. Y esto será también motivo de alegría para los bienaventurados, que sacarán de ello tema de alabanza perenne al Dios tres veces Santo. (JUAN PABLO II, Hom. 11-II-1981).

Sólo Dios puede llenar el corazón humano


4822 Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti. (S. AGUSTíN, Confesiones,1,1).


4823¿Buscáis aquí -en este mundo- el alimento como cosa preciosa? Dios será vuestro alimento. ¿Buscáis aquí los abrazos carnales? Mi felicidad está en unirme a Dios (Sal 72,28). ¿Buscáis aquí las riquezas? ¿Cómo no poseeréis todo, pues gozaréis de Aquel que ha hecho todo? Para quitar toda inquietud a nuestra fe he aquí, en fin, lo que el Apóstol dice de esta vida: Dios es todo en todos (1Co 15,28). (S. AGUSTIN, Sermón 255, sobre el "alleluia").


4824 (Jesucristo) tiene sed de nuestra sed. (S. GREGORIO MAGNO, Sobre el Bautismo,40).


4825 Nuestro Salvador está siempre a disposición de los sedientos y, por su benignidad, atrae a la celebración del gran día a los que tienen sus entrañas sedientas, según aquellas palabras suyas: El que tenga sed que venga a mí y que beba. (S. ATANAsIO, Carta 5).


4826 Es mejor para mi, Señor, sufrir la tribulación, con tal de que tú estés conmigo, que reinar sin ti, disfrutar sin ti, gloriarme sin ti. Es mejor para mí, Señor, abrazarme a ti en la tribulación, tenerte conmigo en el horno de fuego, que estar sin ti, aunque fuese en el mismo cielo. ¿Qué me importa el cielo sin ti?; y contigo, ¿qué me importa la tierra? (S. BERNARDO, Sermón 17).


4827 Hacia el El dirigen su mirada todos los que sienten necesidad de santificación; hacia El tiende el deseo de todos los que llevan una vida virtuosa, y su soplo es para ellos a manera de riego que los ayuda en la consecución de su fin propio y natural.

Fuente de santificación, luz de nuestra inteligencia, El es quien da, de si mismo, una especie de claridad a nuestra razón natural, para que conozca la verdad. (S. BASILIO MAGNO, Sobre el Espíritu Santo,9).


4828 Mas ¡con qué sed se desea tener esta sed! Porque entiende el ánima su gran valor y es sed penosisima que fatiga y trae consigo la misma satisfacción con que es amada aquella sed; de manera que es una sed que no ahoga sino a las cosas terrenas, antes da hartura; de manera que cuando Dios le satisface, una de las mayores mercedes que puede hacer al alma es dejarla con la misma necesidad, y mayor queda siempre de tornar a beber esta agua. (SANTA TERESA Camino de perfección,19,2).


4829 Pasa aquí de algún modo como en el cielo, que los que más conocen a Dios comprenden lo infinito que les queda por conocer. Y los que menos le ven no les parece tanto lo que les queda por conocer. (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,7,9).


4830 Es propio de los buenos no gozar en donde hay grandes convites, sino en donde brilla la bondad. (S. JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 22).

Santidad y "cosas pequeñas"


4831 La santidad "grande" está en cumplir los "deberes pequeOS" de cada instante. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 817).


4832 María santifica lo más menudo, lo que muchos consideran erróneamente como intrascendente y sin valor: el trabajo de cada día, los detalles de atención hacia las personas queridas, las conversaciones y las visitas con motivo de parentesco o de amistad. ¡Bendita normalidad, que puede estar llena de tanto amor de Dios! (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristp que pasa,148).

Santificación del trabajo


4833 Los que viven entregados al trabajo, con frecuencia duro, conviene que en ese mismo trabajo humano se perfeccionen, ayuden a sus conciudadanos, traten de mejorar la sociedad entera y la creación; mas aún, traten también de imitar, en su activa caridad, a Cristo, cuyas manos se ejercitaron en el trabajo, y que continúa trabajando siempre por la salvación de todos en unión con el Padre; gozosos en la esperanza, ayudándose unos a otros a llevar sus cargas y sirviéndose del trabajo cotidiano para subir a una mayor santidad, incluso apostólica. (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,41).


4834 Se trata de santificar el trabajo ordinario, de santificarse en esa tarea y de santificar a los demás con el ejercicio de la propia profesión, cada uno en su propio estado. (J. EsCRIvÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,122).


4835 Desde ahora, pues, hermanos, cantemos, no por amenizar nuestro descanso, sino para sostener nuestros trabajos, como se canta de camino: "Canta pero camina; mantén tu trabajo cantando; no te dejes llevar de la pereza; canta y camina". ¿Qué quiere decir "camina"? Progresa, progresa en el bien [. . . ], progresa en la verdadera fe, progresa en la santidad. Canta y camina. (S. AGUSTíN, Sermón 256).


4836 A veces, nuestras caminatas llegaban al monasterio de Las Huelgas, y en otras ocasiones nos escapábamos a la Catedral.

Me gustaba subir a una torre, para que contemplaran de cerca la crestería, un auténtico encaje de piedra, fruto de una labor paciente, costosa. En esas charlas les hacía notar que aquella maravilla no se veía desde abajo. Y, para materializar lo que con repetida frecuencia les había explicado, les comentaba: ¡esto es el trabajo de Dios, la obra de Dios!: acabar la tarea personal con perfección, con belleza, con el primor de estas delicadas blondas de piedra. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,65).


4837 Comprendían, ante esa realidad que entraba por los ojos, que todo eso era oración, un diálogo hermoso con el Señor. Los que gastaron sus energías en esa tarea, sabía perfectamente que desde las calles de la ciudad nadie apreciaría su esfuerzo: era sólo para Dios. ¿Entiendes ahora cómo puede acercar al Señor la vocación profesional? tú lo mismo que aquellos canteros, y tu trabajo será también operatio Dei, una labor humana con entrañas y perfiles divinos. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,65).

Prontitud y alegría en nuestro trato con Dios y con los demás


4838 Toda santidad fingida está muerta; porque no obra impulsada por Dios, y más bien no debiera llamarse santidad; así como un hombre muerto no es hombre, así como los farsantes que fingen y simulan las personas de otros no son las personas que imitan. (ORIGENES, en Catena Aurea, vol. III, p. 129).


4839 Es éste un distintivo del hombre justo: que, aun en medio de sus dolores y tribulaciones, no deja de preocuparse por los demás; sufre con paciencia sus propias aflicciones, sin abandonar por ello la instrucción que prevé necesaria para los demás, obrando así como el médico magnánimo cuando está él mismo enfermo. Mientras sufre las desgarraduras de su propia herida, no deja de proveer a los otros el remedio saludable. (S. GREGORIO MAGNO, Moralia,3).


4840 En lo que está la suma perfección, claro está que no es en regalos interiores ni en grandes arrobamientos ni visiones ni en espíritu de profecía; sino en estar nuestra voluntad tan conforme con la de Dios, que ninguna cosa entendamos que quiere, que no la queramos con toda nuestra voluntad, y tan alegremente tomemos lo sabroso como lo amargo, entendiendo que lo quiere Su Majestad. (SANTA TERESA, Fundaciones,5,10).


4841 Importa mucho entender que vais bien, porque en diciendo a algún caminante que va errado y que ha perdido el camino, le acaece andar de un cabo a otro, y mientras anda buscando por donde ir se cansa y gasta el tiempo y llega más tarde. (SANTA TERESA, Camino de perfección,22,3).


4842 La devoción viva y verdadera presupone el amor de Dios; mejor dicho, no es otra cosa que el verdadero amor de Dios [. . . ]. La devoción no es otra cosa que una agilidad o viveza espiritual, por cuyo medio la caridad actúa en nosotros y nosotros actuamos en ella con prontitud y alegría. (S. FRANCiSCO DE SALES, Introd. a la vida devota,1,1).


4843 Suelen tener tedio (los principiantes) en las cosas que son más espirituales y huyen de ellas, como son aquellas que contradicen el gusto sensible [. . . ]. Y así por esta acidia retrasan el camino de perfección. (S. JUAN DE LA CRUZ, Noche oscura,1,7).


4844 Si nos nos determinamos a tragar de una vez la muerte y la falta de salud, nunca haremos nada. (SANTA TERESA, Camino de perfección,11,4).

Con santidad personal se vencen todas las dificultades


4845 Ante cualquier dificultad, ésta es la panacea: santidad personal, entrega al Señor. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,160).


4846 La cultura más amplia y más escogida [. . . ], la actividad y el acierto en la acción, aun en los casos en que pueda producir algún bien a la Iglesia y a los individuos, faltando la santidad, acabarían por reportarle con frecuencia lamentables perjuicios. Pero aquel que tenga santidad y por la santidad se distinga, por humilde que parezca, puede emprender y llevar a buen fin obras de gran provecho para el pueblo de Dios. (S. Pío X, Exhortac. Haerent animo).


4847 El alma, cuanto más avanza en la perfección, tanto más fuerte y valerosa se vuelve en orden a soportar las penalidades que le puedan sobrevenir. (S. DOROTEO, Instrucción 7).


4848 Cuanto más alto llegue uno, tanto más tiene que sufrir en este mundo, porque debilitándose el amor de nuestra alma hacia las cosas del presente siglo, van aumentando cada vez más sus adversidades. De aquí que vemos a muchos que obran el bien, y sudan bajo el grave peso de las tribulaciones. Pero según las palabras del Señor, dan fruto por la paciencia, porque recibiendo las pruebas con humildad, son admitidos después al descanso en la gloria. De esta manera es pisoteada la uva y se licúa adquiriendo el sabor del vino; de esta manera abandona la oliva, sus heces, y su zumo se convierte en aceite puro, después de molida y prensada; de esta manera es como, por medio de la trilla, se separa en las eras el grano de la paja y es llevado limpio a los graneros. Por consiguiente, todo el que desee vencer los vicios, procure sufrir con humildad las penas de su purificación, para que se presente tanto más limpio ante el juez, cuanto más le purifica ahora el fuego de la tribulación. (S. GREGORiO MAGNO, Hom. 15 sobre los Evang. ).


4849 Un poquito de este puro amor [. . . ], más provecho hace a la Iglesia, aunque parece que no hace nada, que todas las obras juntas. (S. JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,2,29).

Lucha ascética cada día


4850 Ya sabe que, venga lo que viniere, no ha de tornar atrás. Es como uno que está en una batalla, que sabe que si le vencen no le perdonarán la vida y que ya que no muere en la batalla ha de morir después, pelea con más determinación y quiere vender bien su vida y no teme tanto los golpes, porque lleva delante lo que le importa, la victoria, y que le va la vida en vencer. (SANTA TERESA, Camino deperfección 23,6).


4851 Pedimos y rogamos que nosotros, que fuimos santificados en el bautismo, perseveremos en esta santificación inicial. Y esto lo pedimos cada día. Necesitamos, en efecto, de esta santificación cotidiana, ya que todos los días delinquimos, y por esto necesitamos ser purificados mediante esta continua y renovada santificación. (S. CIPRIANO, Trat. sobre la oración,11-12).


4852 Juntos andemos, Señor; por donde fuéredes tengo que ir; por donde pasáredes tengo de pasar. (SANTA TERESA, Camino de perfección,26,6).


4853 Todos lo santos han abominado de las dignidades, las alabanzas y los honores, y, por el gran desprecio que sentían por si mismos, no deseaban sino las humillaciones y los oprobios. ¿Eres tú quizá más santo que ellos? (J. PEcci León XIII-, Práctica de la humildad,52).


4854 Muchos hay que envejecen en la tibieza y relajación que han contraído en su adolescencia, intentando granjearse autoridad no por la madurez de su vida, sino por su edad avanzada. (CASIANO Colaciones,2).


4855 Muchos hay en la Iglesia que se parecen a este siervo (el que escondió el talento) que, temiendo entrar en el camino de una vida mejor, no se atreven a sacudir la pereza de su cuerpo; y creyéndose pecadores tiemblan de tomar el camino de la santidad, y no se horrorizan de permanecer en sus iniquidades. (S. GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, vol. III, p. 232).


4856 El aprovechamiento del alma no está en pensar mucho, sino en amar mucho. (SANTA TERESA, Fundaciones,5,2).

El principal objetivo del hombre


4857 Este debe ser nuestro principal objetivo y el designio constante de nuestro corazón: que nuestra alma esté continuamente unida a Dios y a las cosas divinas. Todo lo que le aparte de esto, por grande que pueda parecernos, ha de tener en nosotros un lugar puramente secundario o, por mejor decir, el último de todos. Inclusive debemos considerarlo como un daño positivo. (CASIANO, Colaciones,1).


4858 El tiempo exige de ti que anheles alcanzar a Dios con los tuyos, de la misma forma que el piloto anhela vientos favorables y el marinero sorprendido por la tempestad suspira por el puerto. (S. IGNACIO DE ANTIOQUíA, Epístola a S. Policarpo).


4859 Ahora, tornando a los que quieren ir por él y no parar hasta el fin -que es llegar a beber de esta agua de vida-, cómo han de comenzar digo que importa mucho y el todo una grande y muy determinada determinación de no parar hasta llegar a ella, venga lo que viniere, suceda lo que sucediere, trabájase lo que se trabajare, murmure quien murmurare, siquiera llegue allá, siquiera se muera en el camino, siquiera no tenga devoción para los trabajos que hay en él, siquiera se hunda el mundo. (SANTA TERESA, Camin0 de perfección,21,2).


4860 Las palabras del Señor nos advierten que, en medio de la multiplicidad de ocupaciones de este mundo, hay una sola cosa a la que debemos tender. Tender, porque somos toda vía peregrinos, no residentes; estamos aún en camino, no en la patria definitiva; hacia ella tiende nuestro deseo, pero no disfrutamos aún de su posesión. Sin embargo, no cejemos en nuestro esfuerzo, no dejemos de tender hacia ella, porque sólo así podremos un día llegar a término. (S. AGUSTIN, Sermón 103).

Santidad y apostolado ver nn. 315-324; 3893-3895.


4861 El Señor no dice solamente: Quiero, queda limpio, sino que extendió la maño y tocó al leproso. Esto es muy digno de retener la atención. ¿Por qué, en efecto, cuando bastaba querer y hablar para limpiarlo, lo toca con su mano? Me parece que no había más razón que la de mostrar que se situaba no por debajo de la Ley, sino por encima, y que no existe nada impuro para el que es puro 1. . . ] Su mano no se hizo impura por el contacto con la lepra; al contrario, el cuerpo del leproso quedó purificado por esta santísima mano. Es que Cristo no vino únicamente para curar los cuerpos, sino para elevar las almas a la santidad []y enseñarnos que la única lepra temible es el pecado [. . . J. (S. JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,25).


4862 El cristiano ha de encontrarse siempre dispuesto a santificar la sociedad desde dentro, estando plenamente en el mundo, pero no siendo del mundo, en lo que tiene -no por característica real, sino por defecto voluntario, por el pecado- de negación de Dios, de Oposición a su amable voluntad salvifica. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,125).


4863 Duos ha hecho un cielo nuevo, una tierra nueva, como dice el Profeta. ¿Qué cielo? El firmamento de la fe en Cristo. ¿Qué tierra? El corazón humano, dice el Señor, que se empapa de la lluvia que cae del cielo y que produce numerosas espigas. En esta creación el sol, sin duda, es la pureza de vida; las estrellas son las virtudes; el clima, una vida limpia; el mar, la profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia; las hierbas y los brotes, la doctrina buena donde el pueblo, rebaño de Dios, va como a pastar y a pacer. (S. GREGORIO MAGNO, Hom. de Pascua).


4864 La santidad no depende del estado -soltero, casado, viudo, sacerdote-, sino de la personal correspondencia a la gracia, que a todos se nos concede, para aprender a alejar de nosotros las obras de la tinieblas y para revestirnos de las armas de la luz: de la serenidad, de la paz, del servicio sacrificado y alegre a la humanidad entera (cfr. Rm 13,12). (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Hom. Sacerdotepara la eternidad,13-IV-1973).


4865 Las obras de misericordia son la prueba de la verdadera santidad. (SANTO TOMÁS, en Catena Aurea, vol. II, p. 15).


4866 En esto consiste la perfección de la vida cristiana: en que, hechos partícipes del nombre de Cristo por nuestro apelativo de cristianos, pongamos de manifiesto, con nuestros sentimientos, con la oración y con nuestro género de vida, la virtualidad de este nombre. (S. GREGORIO DE NISA, Trat. sobre el modelo cristiano).

SANTOS

El santo aquí en la tierra: alegría, necesidad de la oración, de la lucha ascética, fortaleza, humildad, etc-


4867¿Santo, sin oración?. . . -No creo en esa santidad. (J. EsCRIV DE BLAGJER Camino, n. 107).


4868 Hay que pensar en la sabiduría de Esteban, en la palabra de Pedro, en el ímpetu de S. Pablo. Nada pudo contener? menguar su empuje: ni la cólera del pueblo, ni la violencia de los tiranos, ni el ataque de los demonios, ni los asesinatos cotidianos. Como el río impetuoso pasaron sobre todo lo que tenían delante. (S. JUAN CRISÓSTOMO, Hom. Sobre Mateo,51).


4869 Los santos, mientras vivían en este mundo, estaban siempre alegres, como si siempre estuvieran celebrando la Pascua. (S. ATANAsIO Carta 14).


4870 El santo no es sólo la alegría de sus padres, sino la salvación de muchos. (S. BRO5IO, en Catena Aurea, vol. V, p. 22).


4871 Ya veis, pues, cómo todos los santos han hablado, no ,tanto en persona del pueblo como en nombre propio, y como se proclaman verdaderos pecadores. (CASlANO Colaciones,23,17).


4872 Cuando llegue allí (al cielo) entonces seré de verdad un hombre de Dios. (S. IGNACIO DE Antioquía Hom. 6).


4873 (Los santos) en su afán ilimitado por la santidad, descubren en sí con rara sagacidad y condenan sin piedad cosas que nuestra mirada interior, entenebrecida, no puede ni siquiera atisbar. (CASIANO, Colaciones,23).


4874 He notado, y es muy natural, que las hermanas más santas

son más queridas. (SANTA TERESA, DF LISIEUx, Manuscrito a la M. M. de Gonzaga, X,13).


4875 ¿Hay otra clase de Santos? Sí, pero está escondida. Hay, en efecto, santos que todavía luchan y pelean; corren aún sin haber llegado a la meta [. . . ]. La palabra "santo" tiene, pues, diversos significados: unas veces designa a aquellos cuya santidad está ya consumada, otras a los que luchan por alcanzarla. (S. BERNARDO, Sermón 5 para la fiesta de Todos los Santos).

"Obras maestras del Espíritu Santo"


4876 Cada uno de los Santos es una obra maestra de la gracia del Espíritu Santo. (JUAN XXIII, Abc. 5-6-1960).


4877 ¿Quiénes son aquellos a quienes la Iglesia dedica la solemnidad de hoy (Todos los Santos), sino el fruto de la obra santificante del Espíritu de verdad y de amor, que es el Espíritu Santo? ¿Qué es la santidad de tantos hermanos y hermanas -conocidos por su nombre, o no- a los que honramos particularmente este día, sino la madura plenitud de esa vida que precisamente El, el Espíritu Santo, injerta en el alma del hombre?

¡El "que es Señor y Dador de vida"! [. . . ].

La liturgia de esta solemnidad nos infunde un gran júbilo y una alegre esperanza cuando, mediante las palabras del Apocalipsis, observamos con los ojos del alma esa muchedumbre inmensa que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas (Ap 7,9).

Este es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob (Sal 23 [24],6).

Y todos los santos, a los que hoy honramos, son portadores del don misterioso del Espíritu Santo, al cual han testimoniado fidelidad heroica.

Teniendo ante nuestra mirada espiritual esta espléndida imagen que la liturgia de la Iglesia nos ofrece el 1 de noviembre, tratemos ahora, en la oración del "Angelus", de manifestar al Espíritu Santo una ferviente gratitud por Todos los Santos, esto es, por todos los frutos de la santidad que han nacido en el curso de la historia de la salvación bajo el influjo de su gracia.

Agradezcamos especialmente ese particularísimo fruto de santidad, nacido y madurado por la presencia del Espíritu Santo, la Virgen de Nazaret, llena de gracia, Santísima, Theotokos, Madre de Dios. (JUAN PABLO II, Angelus, l-XI-1981).

Necesidad de personas santas


4878 Un secreto. -Un secreto, a voces: estas crisis mundiales son crisis de santos.

-Dios quiere un puñado de hombres "suyos" en cada actividad humana.

--Después. . . "pax Christi in regno Christi" -la paz de Cristo en el reino de Cristo. (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Camino, n. 301).

Los santos en la Patria definitiva. Intercesión y veneración


4879 Hemos de suponer, sin duda alguna, que aquella misma familiaridad, respeto y altísima dignidad que Cristo tributó a José mientras vivía aquí en la tierra, como un hijo con su padre, no se la ha negado en el cielo; al contrario, la ha colmado y consumado. (S. BERNARDINO DE SIENA, Sermón

2).


4880 Los santos no necesitan de nuestros honores, ni les añade nada nuestra devoción. La veneración de su memoria redunda en provecho nuestro, no suyo. Por lo que a mí respecta, confieso que, al pensar en ellos, se enciende en mí un fuerte deseo. (S. BERNARDO, Sermón 2).


4881 Contempla a tu lado el colegio de todos los santos, congregados para colmo de tu felicidad por la divina clemencia, porque no es dichosa la posesión de un bien cuando de él se goza en soledad. (S. BUENAvENTURA, Soliloquio,4).


4882 Siempre creyó la Iglesia que los apóstoles y mártires de Cristo, por haber dado el supremo testimonio de fe y de caridad con el derramamiento de su sangre, nos están más intimamente unidos en Cristo; les profesó especial veneración junto con la Bienaventurada Virgen y los santos ángeles, e imploró piadosamente el auxilio de su intercesión. (CONC VAT II, Const. Lumen gentium,50).


4883 Es algo injurioso rezar por el mártir, a cuyas oraciones debemos nosotros encomendarnos. Sin embargo, las Oraciones de los santos mártires satisfacen a Dios por los pecados de su pueblo. Todos los mártires que están alabando a Dios, interceden por nosotros; y no cesan sus oraciones hasta que no cesan nuestras lamentaciones. Se alegran de nosotros quienes oran por nosotros. (S. AGUSTIN, Sermón sobre S. Esteban,1).


4884 De la misma manera que Noé y sus hijos, salvos en el arca, evitaron perecer en el diluvio, así también los hombres podrán evitar el diluvio de la eterna condenación si prontamente recurren al arca espiritual, es decir, si se refugian en la intercesión de los santos. (SAN AMBROSIO, Sobre el arca de Noé,7).


4885 Que les enseñen que los santos, que reinan juntamente con Cristo, ofrecen sus oraciones por los hombres; que es bueno y provechoso invocarles humildemente y recurrir a sus plegarias, a su ayuda y socorro para obtener de Dios los beneficios por su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, que es nuestro único Redentor y Salvador. Aquellos que niegan que han de ser invocados los santos que gozan en el cielo de la felicidad eterna, los que afirman que ellos no oran por los hombres o que es idolatría invocarles para que oren por cada uno de nosotros, o que es cosa contraria a la palabra de Dios y Opuesta al honor debido a Jesucristo, único mediador entre Dios y los hombres, o que es necedad suplicar oral o mentalmente a los que reinan en el cielo, todos estos piensan impíamente. (CONC. DE TRENTO, Ses. XXV).

Conocer la vida de los santos


4886 Debemos conocer la vida de los santos, para afinar en la corrección de nuestra propia vida 1. . . ] y así el fuego de la juventud espiritual, que tiende a apagarse por el cansancío, revive con el testimonio y el ejemplo de los que nos han precedido. (S. GREGORIO MAGNO, Moralia,24).

Las fiestas de los santos


4887 Las fiestas de los santos proclaman las maravillas de Cristo en sus servidores y proponen ejemplos oportunos a la imitación de Cristo. (CONC. VAT 11, Const. Sacrosanctum Concilium,111).

Veneración por las reliquias, lugares donde vivieron, etc.

Los fieles han de venerar también los santos cuerpos de los 4888 mártires y los de los otros santos que viven con Cristo, pues fueron miembros vivos de Cristo y templos del Espíritu Santo (1Co 3,16 1Co 6,19 2Co 6,16) y serán resucitados y glorificados por él para la vida eterna. Por ellos Dios concede muchos beneficios a los hombres. Por tanto, los que afirman que no se debe honor y veneración a las reliquias de los santos, o que los fieles honran inútilmente sus reliquias y los otros monumentos sagrados y que en vano visitan los lugares de su martirio para obtener ayuda, estos tales han de ser condenados, como antaño los condenó la Iglesia y ahora también los condena. (CONC. DE TRENTO, Ses. XXV).

Imágenes de santos


4889 Las imágenes de Cristo, de la Virgen, Madre de Dios, y las de otros santos, hay que tenerlas y guardarlas sobre todo en los templos y tributarles la veneración y el honor debidos. No es que se crea que en ellas hay algo de divino [. . i,. sino que el honor que se les tributa se refiere a los modelos originales por ellos representados. Por tanto, a través de las imágenes que besamos y ante las cuales descubrimos nuestra cabeza y nos postramos, adoramos a Cristo y veneramos a los santos cuya semejanza ellas evocan. (CONC.

DE TRENTO, Ses. XXV).


4890 Definimos que [. . . ], tal como se hace con la cruz preciosa y vivificante, las imágenes venerables y sagradas, tanto las pintadas como las de mosaico y de otra materia apropiada, deben colocarse en las Iglesias santas de Dios, en los vasos y en los ornamentos, en las paredes y en los cuadros, en las calles y en las casas: tanto la imagen de nuestro Señor Jesucristo, Dios y Salvador nuestro, como las de la Virgen santa, Madre de Dios y Señora nuestra, de los ángeles venerables y de los justos. (II CONC DF NICEA Dz 511,302).


4891 En efecto, cuanto más frecuentemente son contempladas por medio de su representación en la imagen, tanto más se mueven los que las contemplan al recuerdo y deseo del modelo original, a besarías y a tributarles el culto debido, no por cierto el de latría verdadera que, según nuestra fe, sólo conviene a la naturaleza divina; sino que, como se hace con la cruz preciosa y vivificante, con los santos evangelios y con los demás objetos sagrados, hay que honrarlas con la ofrenda de incienso y luces, como fue costumbre piadosa de los antiguos. "Porque el honor de la imagen se dirige al original" (S. Basilio). El que venera una imagen venera a la persona por ella representada. (II CONC. DE NICEA, Dz 511,302).


4892 Es conveniente, según lo que dicta la razón y en conformidad con la tradición más antigua, honrar y venerar las imágenes, puesto que el honor se refiere a los mismos originales, del mismo modo que el libro santo de los Evangelios y la imagen de la cruz preciosa. Si, pues, no venera la imagen de Cristo, Salvador nuestro, que no vea su forma cuando venga en la gloria de su Padre a ser glorificado y glorificar a sus santos. Que sea excluido de su sociedad y de su claridad. Lo mismo decimos para quien no venera la imagen de su Madre inmaculada, Maria, Madre de Dios. Pintamos también las imágenes de los santos ángeles, tal como los representan las palabras de la Sagrada Escritura. Honramos y veneramos las imágenes de los Apóstoles, tan dignas de alabanza, de los profetas, de los mártires, de los santos varones y de todos los santos. Quienes no sienten así, sean anatemas de parte del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. (CONC. DE CONSTANTINOPLA IV, Dz. 513,337).

Comunión de los santos. Ver nn. 1046-1087.


Fdez-Carvajal: Antologia - SANTIDAD