CALDERON-A María el corazón





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A María el corazón


Pedro Calderón de la Barca




A María el corazón
Calderón de la Barca



PERSONAS


EL FUROR
LA CULPA
LA SOBERBIA
LA AVARICIA
LA LASCIVIA
LA ENVIDIA
LA IRA
LA GULA
LA PEREZA
EL PEREGRINO
EL PENSAMIENTO
LAURETA, dama.
LA CODICIA
ÁNGEL PRIMERO
CUATRO PEQUEÑOS
MÚSICOS


(Oyéndose en el primer carro instrumentos de música, y
mientras se canta y representa dentro la primera copla,
sale oyéndola con asombro EL FUROR.)
ÁNGEL Salga del Asia infiel.
MÚSICA Salga del Asia infiel.
ÁNGEL Esta sagrada fábrica divina.
MÚSICA Esta sagrada fábrica divina.
ÁNGEL Y vaya a Europa, donde.
MÚSICA Y vaya a Europa, donde.
ÁNGEL Más venerada triunfe, reine y viva.
MÚSICA Más venerada triunfe, reine y viva.
ÁNGEL Que no ha de estar cautiva.
MÚSICA Que no ha de estar cautiva.
ÁNGEL En tirano poder la casa de María.
MÚSICA En tirano poder la casa de María.
FUROR ¿Que no ha de estar cautiva
en tirano poder la casa de María?
¿Cuándo, Señor, la luminar tarea
del sol madrugará para mí un día,
sin que un alba esplendor de otra alba sea
en nuevas excelencias de María?
¿Cuándo elegido empleo de tu idea
(en honra y gloria suya, en pena mía)
una aurora veré que el orbe dora,
con nuevos privilegios de otra aurora?
¿No bastaba que, estrella matutina
del mar, en el instante amaneciera
primero de su ser, tan peregrina,
que a fuer de estrella ni una sombra viera,
sin que hoy Nazareth, de Palestina
la casa, que en su oriente fue a otra esfera,
vea surcar en alas de querubes
golfos de vientos, piélagos de nubes?
Diciendo, para que, más
atormentadas mis iras
a vista de tanto asombro,
suspiren, lloren y giman.
MÚSICA Salga del Asia infiel
esta sagrada fábrica divina.
FUROR Si es porque, victorioso Saladino,
el servil yugo vuelve a la garganta,
¡ay de Jerusalén!, y a su destino
obediente otra vez la tierra santa
la cerviz dobla, ¿cómo tu divino
poder, de esclavitud, de pena tanta,
tu sepulcro no saca, y de su impía
furia saca la casa de María?
Mas, ¡ay!, que como a ti no te ha tocado
ni podido tocar (que eres el que eres)
el más lejano viso del pecado,
mostrar, no en ti, sino en tu madre quieres,
que casa que te vio Verbo encarnado,
es la que privilegias y prefieres,
como dando a entender si sería empeño
librar la casa, y no librar el dueño;
y si es ésta la razón,
que me asombra, que me admira,
que de su asiento se arranque,
de su centro se divida.
ÉL Y MÚSICA ¿Y vaya a Europa, donde
más venerada, triunfe, reine y viva?
FUROR Y aun no aquí para que de portento tanto
la causa, pues añade a este portento
cuanto de sus apóstoles, y cuanto
de sus fieles su culto fue en aumento;
pues de ellos consagrada, en templo santo
ara fue del más alto sacramento
que vio la fe, pues vio contra el sentido,
cautiva la razón por el oído.
¿Qué mucho, pues, que el cielo en ese pobre
de María, José, Joaquín y Ana,
vinculado solar, prodigios obre,
si sobre concepción tan soberana,
sobre tan casto matrimonio y sobre
encarnación tan altamente humana,
de albergue de Jesús, José y María,
a altar pasó de sacra Eucaristía?
Que en los páramos del viento
elevada, esas festivas,
esas angélicas voces,
una y otra vez repitan.
ÉL Y MÚSICA ¿Que no ha de estar cautiva
en tirano poder la casa de María?
FUROR Haciendo por que, al tomar
tierra, aumente mis fatigas,
que sus cláusulas confusas
vuelvan a decir distintas.
ÉL Y MÚSICA Salga del Asia infiel
esta sagrada fábrica divina
y vaya a Europa, donde
más venerada, triunfe, reine y viva;
que no ha de estar cautiva
en tirano poder la casa de María.
(Con esta repetición y las chirimías se descubre en el
primer carro, por elevación, una fábrica pequeña sobre
nubes, con cuatro ángeles a las cuatro esquinas, y en la
fachada principal uno que viene delante, como guiando a
los demás y cantando.)
ÁNGEL(Cantando.)
En esta de Dalmacia,
católica provincia,
que al propósito de hoy
no en vano se llamó la Esclavonía,
es donde Dios nos manda,
¡oh aladas jerarquías!,
en cuyos hombros vuela,
elevada esta fábrica en sí misma,
que la primer mansión
haga, bien como iba
del testamento el arca
de un tránsito en otro peregrina,
y pues para que aquí
hoy quede, determina.
ÉL Y MÚSICA Salga del Asia infiel
esta sagrada fábrica divina.
ÁNGEL Aquí descanse, en tanto
que su piedad benigna
por justos juicios suyos
a otra estación traslade sus reliquias,
ya que de paso requiere
comunique esta dicha.
MÚSICA Y vaya a Europa, donde
más venerada triunfe, reine y viva.
ÁNGEL Abata, pues, el vuelo
de tan dulce fatiga,
que lo que pesa halaga,
que lo que carga alivia,
mostrando en nuevos rumbos,
pues de infieles la libran.
MÚSICA Que no ha de estar cautiva
en tirano poder la casa de María.
ÁNGEL PRIMERO Al despedirnos de ella.
ÁNGEL SEGUNDO El himno se prosiga.
ÁNGEL TERCERO El cántico es doble.
ÁNGEL CUARTO El pasmo se repita.
ÁNGEL PRIMERO Sí; mas diga, pidiendo
de tan no merecida
piedad, tan no esperado
favor, a Europa albricias.
ÉL Y MÚSICA Pues salió del Asia infiel
esta sagrada fábrica divina,
quede en Dalmacia, donde,
más venerada, triunfe, reine y viva;
que no ha de estar cautiva
en tirano poder la casa de María.
(Con esta repetición, quedando la casa, desaparecen los
ángeles.)
FUROR ¿Cómo, si tu Furor
soy, ¡oh sañuda hidra!,
que por siete gargantas
los tósigos respiras
de siete infeccionados
anhélitos, que vician
el Universo, cuando
en copa de oro rica,
a no hacer la razón,
a los mortales brindas
viéndome padecer
de tanto asombro a vista
no en mi socorro vienes?
(Ábrese el segundo carro, que ha de ser un peñasco, y
del primero cuerpo de él, quedando cerrado el segundo,
sale una hidra al tablado, movida sobre un carretón de
ruedas, con siete cabezas coronadas, y de cada una
pendiente una banda, que han de traer, como tirando de
ella, LA SOBERBIA, LA AVARICIA, LA LASCIVIA, LA GULA, LA
IRA, LA ENVIDIA y LA PEREZA; y en ella sentada, LA CULPA
con una copa dorada.)
CULPA Como al ver repetida,
con la exención hoy de ella,
pobre caduca ruina,
la de su dueño, cuya
planta, nunca mordida,
en la frente de un áspid
mis siete frentes pisa,
tanto, Furor, me asombra;
tanto me atemoriza,
me asusta y me estremece,
que de ti me retira
al seno de este monte,
cuya elevada sima
es a mí y mis secuaces
tumba, sepulcro y pira,
porque no sé que haya
(en tocando a María)
ni poder que te valga,
ni fuerza que te asista,
pues no sólo naciendo
en Gracia concebida,
pero viviendo en gracia
confirmada, a su limpia
intacta huella no hay,
en cuantas sañas vibran
estas siete cervices,
una que no se rinda.
SOBERBIA Dígalo la Soberbia,
de su humildad vencida,
cuando al jurarla reina
(como del padre hija,
como del Hijo Madre,
y como Esposa digna
del Espíritu), toda
la angélica milicia,
ella se nombre esclava,
cuya piedad sencilla
de sus triunfos me ahuyenta.
(Vase.)
AVARICIA Dígalo la Avaricia,
cuando su heredamiento
liberal da a la pía
obra del hospital,
que labra la piscina.
(Vase.)
LASCIVIA Dígalo, no sé cómo
pronuncie, la Lascivia
ante una Virgen Madre,
tan pura y sin mancilla,
que concibe doncella,
y después de parida,
doncella permanece.
(Vase.)
IRA O dígalo la Ira,
también de ella postrada,
cuando madre propicia,
de la misericordia
el hombre la apellida,
sin que su amparo falte
a nadie que lo pida.
(Vase.)
ENVIDIA También lo diga; pero
¿cómo podrá la Envidia,
pues que envidiar no tiene,
humanas monarquías,
la que es llena de Gracia?
(Vase.)
GULA Ni la Gula, pues rica
empobrece a limosnas,
a su labor se aplica,
y al afán de su esposo.
PEREZA En que también rendida
se mira la Pereza.
LAS DOS Ganando la comida.
(Vanse.)
CULPA Pues siendo así, Furor,
que ni en la primitiva
culpa, ni en la actual
(que de ella se origina),
pues no perdió su Gracia
la original justicia,
¿tengo acción contra ésa,
antes de Niña, Niña
de los ojos de Dios,
huyendo convencidas
a su nombre mis huestes,
para que tus fatigas
en tu favor me invocan,
cuando en tal maravilla,
aun antes que el mirarla,
me atormentó el oírla?
FUROR Culpa, en común al hombre,
ya sé que no militan
contra María nunca
tus armas, ni las mías,
contra su devoción,
puesto que la ejercitan,
afectos que tal vez
estraga la malicia,
es contra quien te invoco,
por pensar que sería
no pequeño trofeo,
que de un milagro a vista
tus vicios coronases.
CULPA Empresa tan altiva,
de la escamada espalda,
que oprimo; me derriban
ya tus conjuros. ¿Cómo?
(Apéase de la hidra y retírase y ciérrase el peñasco.)
FUROR Oye la causa.
CULPA Dila.
FUROR Y a esta tierra no extrañes
el ver que te anticipa
mi conjetura el tiempo,
porque siendo fingidas
ideas, como somos
de alguna fantasía,
que contara esta historia
a luz de alegoría,
cuando significando
en aquesta venida
(puesto que siempre Gracia
María significa,
y la naturaleza
siempre es esclava mía),
aquella que a la ley
de Gracia hizo la escrita,
claro está que a lugares
ni a tiempos nos obliga
la precisión; y así,
porque nos facilitan
los retóricos tropos,
el que el oyente mida
los instantes a horas,
las horas luego a días,
y los días a años,
lo que empecé prosiga,
ya esta tierra admirada
de ver en sus campiñas
una fábrica, antes
que comenzada antigua,
discurre en su extrañeza.
CULPA Y más cuando examina
sus viviendas, y halla
que sus tapicerías,
sus estrados y alfombras,
sus camas y vajillas,
tan solamente son
cuatro pobres vasijas
de barro, en el vasar
de una ahumada cocina;
siendo entre tal menaje
el dueño que la habita
(cuyo artífice fue
Lucas evangelista)
de incorruptible cedro
una imagen tan viva,
que ser original,
copiado de ella misma,
no desdice en la hermosa
terneza con que aplican
sobre el izquierdo brazo
sus amantes caricias
al Niño Dios al pecho,
en cuya compañía,
juntando los extremos,
del curso de su vida,
también un crucifijo
de la materia misma,
y de la misma mano,
hallan sobre las limpias
aras, donde el excelso
misterio de la misa
se celebró después
de la triunfal subida
que hizo Cristo a los cielos,
comulgando a María
apóstoles, que...
FUROR Calla;
no, Culpa, me repitas
que volvió a las entrañas
de quien nació en la pía
incruenta oblación
de ese sagrado enigma;
que aún no penetra el Ángel,
que el ver que su infinita
Gracia, a la misma Gracia
aumentos multiplica,
es lo que más me aflige
en esa hasta hoy no vista
translación, en que juntos
encarnación se cifran,
y sacramento.
CULPA Pues
volvamos a que admira
su novedad la tierra.
FUROR Ella, pues, discursiva,
en que esta casa sea
que halla como nacida;
y no como labrada,
en su verdad deliria.
CULPA Hasta que padeciendo
accesos de prolija
mortal fiebre, Alejandro,
su obispo, cuya vida,
siempre ejemplar, fue afecta
a cultos de María,
ella se le aparece
dándole las noticias
de ser la casa esta
donde fue concebida,
donde fue desposada
y donde fue elegida
para Madre del Verbo,
cobrando repentina
salud, en testimonio
que hermosas revalidan
las celestiales luces,
que sobre ella iluminan
la cúpula a su esfera.
FUROR Aunque el milagro admiran
todos, no todos, Culpa,
por tal le califican.
CULPA ¿Qué importa si a ese efecto,
Dalmacia a Judea envía
su legado, que a expensas
de tributos, fatigas,
tribulaciones y ansias
que el moro, que hoy domina
la Santa Tierra, cobra,
llegan donde averiguan
que en Nazareth se cuentan
ser desaparecida,
sin que haya seña de ella
en toda Palestina?
FUROR El sitio reconocen.
CULPA Y en las dejadas ruinas
de sus quiebras, habiendo
llevado las medidas,
cuadras, compartimientos
y ámbitos, examinan,
sin que sobre ni falte,
un átomo a sus líneas.
FUROR Con esa información
vuelve, donde acreditan
la verdad de Alejandro.
CULPA Conque una vez creída
es inmenso el común
de gentes infinitas,
infinitas naciones,
que al templo peregrinan.
FUROR En eso, Culpa, es
en lo que necesita
de ti ahora mi furor.
CULPA ¿Pues qué es lo que imaginas?
FUROR Que todos los concursos
de varias romerías
tal vez en celo empiezan,
y acaban en delicia;
el verse unos a otros
conmueve a la alegría,
la alegría al banquete,
el banquete a la risa,
la risa al baile, al juego,
a la vaya, a la grita,
escollos en que siempre
la devoción peligra;
y así quiero que cortes,
desates y dividas
de esas siete gargantas
la Gula, y la Lascivia
que el concurso perviertan,
la devoción impidan
y la estación profanen.
CULPA Sí haré, y cuán presto mira
salgan de entre nosotros.
(Dentro suenan instrumentos, y salen los vicios. LA
GULA, con copa, y LA LASCIVIA, con unas sonajas.)
MÚSICA Salgan de entre nosotros.
CULPA Donde nocivas.
MÚSICA Donde nocivas.
CULPA Hagan sus efectos
Gula y Lascivia.
MÚSICA Hagan sus efectos
Gula y Lascivia.
(Tocan y bailan.)
Vaya, vaya de fiesta;
vaya de risa,
y hagan sus efectos
Gula y Lascivia.
LASCIVIA Ya a tu obediencia atentas.
GULA No habrá en cuantas cuadrillas.
LASCIVIA Contiene el campo apenas.
GULA Una que se resista.
LAS DOS A nuestro encanto.
SOBERBIA Pues
por que más repetidas
tus voces oigan todos,
también las nuestras digan.
TODOS Vaya, vaya de fiesta, etc.
LASCIVIA Mientras yo abraso a todos,
tú a todos brinda,
que sin Baco, y sin Ceres,
todo se entibia.
TODOS Vaya, vaya de fiesta;
vaya de risa.
GULA Si mañana a la muerte
todos caminan,
vívase hoy, que mañana
será otro día.
TODOS Y hagan sus efectos
Gula y Lascivia.
(Vanse cantando y bailando: GULA y LASCIVIA, por una
parte, y los demás al peñasco, y sale EL PEREGRINO como
luchando con EL PENSAMIENTO, y deteniéndole.)
PEREGRINO ¿Dónde vas, Pensamiento?
PENSAMIENTO ¿Dónde he de ir, cuando miras,
que se canta y se baila,
que se come y se brinda,
sino donde con todos
mi voz repita?
TODOS Y EL PENSAMIENTO Vaya, vaya de fiesta, etc.
PEREGRINO Tente, Pensamiento; no
vayas tras ellos; aguarda.
PENSAMIENTO ¿Cómo, si soy Pensamiento,
me quieres tener a raya?
CULPA Ya van sembrando venenos
por todas esas campañas
Gula y Lascivia.
FUROR ¿Qué importa
si de cuantos triunfos ganan
en todos, en sólo ese hombre
fallecen mis esperanzas?
CULPA ¿Pues quién es ése?
FUROR ¿Qué más
pueden decirte mis ansias
dél de lo que tú me has dicho?
CULPA ¿Yo?
FUROR Si, supuesto le extrañas,
pues no saber de él la Culpa
seña es de saber la Gracia,
un dálmata sacerdote
es, que buscando esta casa,
le trae un piadoso voto.
CULPA Con su Pensamiento anda
luchando a brazo partido.
FUROR Oye, que ésa es la batalla
del hombre y su Pensamiento.
PEREGRINO ¡Tente!
PENSAMIENTO ¡Suelta!
PEREGRINO ¡Mira!
PENSAMIENTO ¡Aparta!
Que donde se come y bebe,
ir tengo, y donde se canta.
(Luchando los dos, desásese del PEREGRINO EL
PENSAMIENTO, y dice LA MÚSICA dentro y él fuera.)
ÉL Y MÚSICA(Dentro.)
Vaya, vaya de fiesta.
PEREGRINO ¡Ay de mí! Que a detenerte
humanas fuerzas no bastan.
PENSAMIENTO ¿Cómo han de bastar, si son
plumas del viento las alas
con que el Pensamiento vuela?
PEREGRINO Sin mi voluntad te apartas
de mí en la oración, que haciendo
ir quisiera hasta las aras
de aquel templo; y pues sin ella
vas, quizá presto a su instancia
volverás, no consentido.
PENSAMIENTO Una cosa es que no hagas
tú, que deje de irme; y otra,
que la voluntad me traiga;
y hasta entonces.
(Aparte.)
PEREGRINO ¿Es posible
que siendo todas mis ansias
llegar al piadoso umbral
de María soberana
visitar la humilde celda,
adonde fue saludada
de Gabriel, que sería el ángel,
sin duda, que aquí su casa
traería, puesto que a él
Dios los misterios encarga
siempre de su encarnación,
pues fue el que habló en las semanas
de su venida a Daniel,
(Detiénese EL PENSAMIENTO.)
el que anunció en muestras claras
de ella también al Bautista,
el que trajo la embajada
y el que, en fin, piadosamente
se cree ser su ángel de guarda,
que en tal consideración,
Pensamiento, te distraigas?
PENSAMIENTO No haré tal; ya vuelvo a ti.
(Anda EL PENSAMIENTO dando vueltas y suenan
instrumentos.)
Mas no vuelvo ya.
CULPA ¡Oh! Cuál anda
dando el Pensamiento vueltas.
PEREGRINO ¿En contemplación tan alta
no te paras?
PENSAMIENTO Sí.
FUROR ¿Qué fuera
de mí, ¡ay mortal!, si llegaras
a saber que la oración
tanto con el cielo alcanza,
si la voluntad se enciende,
que el Pensamiento se pasma?
(Quedan suspensos los dos.)
CULPA Vuelvan para divertirlos
a decir las voces altas.
(Aparecen EL ÁNGEL y los demás, como primero en su
elevación, y, dando vuelta con la casa, desaparecen.)
ÁNGEL Soberana jerarquía
a quien puso Dios en guarda
de este sagrario, bien como
noble solar de su humana
naturaleza, con él
volved a cortar las vagas
esferas del aire, pues
sus arcanos juicios mandan
que, como de Asia salió,
también de esta tierra salga.
MÚSICA Salga, y corte los vientos,
hasta que vaya
donde más reverente
culto la aguarda.
UNOS(Dentro.)
¡Qué asombro!
OTROS ¡Qué confusión!
CULPA Y FUROR ¡Mejor dijeran qué rabia!
(Vuelven en sí EL PEREGRINO y EL PENSAMIENTO.)
PEREGRINO ¿Qué mundo es éste?
PENSAMIENTO Si el mismo
Pensamiento no lo alcanza,
¿quién podrá decirlo?
PEREGRINO ¿Adónde
el templo, que ya dejaba
verse desde aquí, se ha ido,
que de la vista nos falta?
MÚSICA Donde más reverente
culto la aguarda.
PEREGRINO ¿Qué es esto, cielos?
FUROR Porque
no en novedad tan extraña
se pierda todo, pon, Culpa,
a aquéste en desconfianza.
CULPA Que ha de ser, que viendo el cielo
que de entre injustos no saca
esta casa de María
(pues es poca la distancia
que hay del infiel al vicioso
el día que está en desgracia),
según pretende justicia,
del centro otra vez la arranca,
negándosela a esta tierra.
PEREGRINO ¡Ay, que no es ésa la causa!
FUROR ¿Pues cuál puede ser?
PEREGRINO Que como
este sacro erario el arca
es del Nuevo Testamento,
de un tránsito en otro anda.
CULPA ¿Del Nuevo Testamento es
arca?
PEREGRINO Sí.
FUROR ¿De qué lo sacas?
PEREGRINO ¿Qué era lo que contenía
aquélla?
LOS DOS Ley, Maná, Vara.
PEREGRINO Pues ésta también Maná,
Vara y Ley.
LOS DOS ¿Cómo?
PEREGRINO En la santa
imagen del crucifijo
la Ley, pues la cruz la tabla
es, donde el dedo de Dios
escribió la ley de Gracia;
la Vara en la de María,
pues es de Jesé la Vara,
y el Arca, en que el Maná
vivo hoy de los cielos baja,
el mismo maná con que
viene a ser en ese alcázar
la Vara, el Maná y la Ley
María, la Cruz y el Ara.
Y a pagar de mi desvelo,
que es la moneda que gasta
el Pensamiento, lo afirmo.
LOS DOS ¡Loco, decrépito, calla!
FUROR ¡Qué no ha de poder tu ingenio!
CULPA Mejor dirás tu ignorancia.
FUROR Persuadirnos a que no.
CULPA Sea el ver que de aquí falta.
FUROR Lo vicioso de esta tierra.
PEREGRINO ¡Ay de mí! Si ésa es la causa,
pues yo sólo soy el malo
que no merece adorarla,
decís bien, por mí sin duda
se ausenta.
FUROR Por ti y por cuantas
gentes más a su festejo
que al culto van.
CULPA Y así trata.
FUROR ¿De desconfiar de qué?
CULPA Dios ese favor te haga.
FUROR Pues que nunca merecer
podrás.
CULPA Ni verla.
FUROR Ni hallarla.
PEREGRINO De que yo no la merezca,
ya estoy en desconfianza
de que Dios, sin merecerlo,
no me otorgue dicha tanta,
no, que no fiar de mí
es reconocer mis faltas,
mas no fiar de Dios fuera
desconocer su sagrada
misericordia; y así,
no en mí, en él la confianza
tengo de peregrinar
en su seguimiento, hasta
que en el altar de María
ministre la sacrosanta
Comunión, o la reciba,
y en ella de mis entrañas,
arrancado el corazón,
llegue a ponerle a sus plantas,
no te apartes, Pensamiento,
de mí en tan justa demanda
un instante.
PENSAMIENTO Mal podré,
que imán piadoso del alma
tú presumes que me llevas,
y yo pienso que me arrastras.
(Vanse los dos.)
FUROR ¡Ay de mí, Culpa! Que puesto
que en la alegoría pasada
la Esclavonía fue toda
la Naturaleza humana,
en cuya primer mansión
no halló aceptación la casa
de la Encarnación, y al verla
pasar a otra, es semejanza
de cuando del judaísmo
a la gentilidad pasa
a predicación, y más
si al ver que ese hombre retrata
en sacros órdenes toda
la fe y devoción cristiana,
que devota es de María,
añado la circunstancia
de ser la marca de Ancona,
fértil provincia de Italia,
que es la corte de la Iglesia,
el centro donde descansa,
pues el monte de Laureta,
por quien Laureto se llama
su distrito, es quien la admite
al regazo de su falda.
CULPA No por vencidos, Furor,
nos demos porque se hayan
entrado a la alegoría
en esa nueva mudanza
Iglesia y Gentilidad;
ella, después de abrazarla,
¿no fue quien más la afligió
con persecuciones y ansias?
FUROR Sí.
CULPA Pues en nuestras insidias
se vean significadas
ellas también.
FUROR ¿De qué suerte?
CULPA ¿Ira y Soberbia?
LAS DOS ¿Qué mandas?
(Salen del peñasco LA IRA y LA SOBERBIA.)
CULPA Que tú, Ira, pues te tocan
los robos y muertes, vayas
a los montes de Laureta,
y en las fragosas montañas
que los cercan introduzcas
todo el furor de tus armas
en bandidos que despojen
de haciendas, vidas y almas
a todos los Peregrinos
que penetraren la estancia
desde hoy del Laureto, tú,
Soberbia, en infiel pirata
de sus mares se transforma,
y en corso de toda Italia
el paso infesta, con que
por tierra y por mar sitiada,
más tributos en Europa
pagará que pagó en Asia.
IRA Tú verás con cuánto estrago.
SOBERBIA Tú verás con cuánta saña.
IRA Los pasos corto.
SOBERBIA Los mares
impido.
IRA De sus comarcas.
SOBERBIA De sus puertos.
IRA Que no nueva
es en mí bandida saña
de robar los peregrinos;
o díganlo las campañas
de Jericó.
SOBERBIA En mí tampoco
los piélagos, pues me llama
la Apocalipsis, la bestia
del mar, y por mí las aguas
se entienden tribulaciones.
IRA Y así espera.
SOBERBIA Y así aguarda.
IRA Que en sus selvas.
SOBERBIA Que en sus golfos.
IRA Nadie entre.
SOBERBIA Nadie salga.
IRA Sin peligros.
SOBERBIA Sin zozobras.
IRA Sin desdichas.
SOBERBIA Sin desgracias.
IRA Hasta que mal asistida.
SOBERBIA Hasta que no bien cursada.
IRA Su estación.
SOBERBIA Su devoción.
IRA Escondida.
SOBERBIA Sepultada.
IRA Quede a los incultos senos.
SOBERBIA Quede a las duras entrañas.
LAS DOS De los montes de Laureto.
CULPA Pues yo a quien (como de incauta
serpiente, que maldecida
el pecho por tierra arrastra)
la tierra toca, trocando
en iras las asechanzas,
contigo iré.
FUROR Yo contigo,
pues como a Dragón que explaya
el río, que a la mujer
intentó impedir la planta
contra cuyo raudal huyo
de- vestirla el cielo de alas,
también del agua me tocan
las tormentas y borrascas.
IRA Pues si tú, Culpa, me asistes.
SOBERBIA Si tú, Furor, me acompañas.
IRA Haz aprensión.
SOBERBIA Imagina.
IRA Que desde aquí se retrata
en mí la gentilidad
cuando en los montes andaba,
tras la primitiva Iglesia.
SOBERBIA Que en mí la secta africana
desde aquí se representa,
cuando haciendo esclavos anda,
en las católicas costas.
FUROR Y CULPA Pues Ira y Soberbia, al arma.
IRA Y SOBERBIA Al arma, Furor y Culpa.
FUROR Y CULPA Sin que escándalo nos hagan
esos ecos.
LAS DOS Por más que
repitan en voces altas.
MÚSICA Y Salga, y corte los vientos,
LOS CUATROhasta que vaya
donde más reverente
culto la aguarda
(Vanse, y salen atravesando el tablado EL PEREGRINO y EL
PENSAMIENTO.)
PEREGRINO ¿Hasta que vaya
donde más reverente
culto la aguarda?
Sigue estas voces.
PENSAMIENTO Si vas
tan en las alas del viento,
que con ser yo el Pensamiento
me deja el afecto atrás.
¿Cómo es posible?
PEREGRINO Si el día
que aquel gran milagro oí,
sabes que dar ofrecí
el corazón a María
en las aras de su altar;
si habiéndome ausentado
sabes cuán presto he pasado
del Adrïático mar
al pequeño golfo, que
a Dalmacia dividió
de Italia, donde tomó
puerto; si sabes que en fe
de este deseo aun no son
todas las alas del viento
tan veloces, Pensamiento,
como las del corazón,
neciamente torpe y ciego
admiras que no me igualas,
si al fin volamos con alas,
tú de aire y yo de fuego.
PENSAMIENTO Dices bien, y siendo así
que en espacio imaginado
al Laureto hemos llegado,
¿quién nos dirá por aquí
dónde vive una Señora
que sin mudarse se pasa
de un barrio a otro con su casa?
PEREGRINO En tal despoblado, ahora
a quien preguntar no vi;
mas oye, por si veloces
vuelven a sonar las voces
que dijeron.
LAURETA(Dentro.)
¡Ay de mí,
infeliz!
UNOS ¡Socorro, cielos!
OTROS ¡Cielos, favor!
PEREGRINO ¡Qué pesar!
PENSAMIENTO Aquéste es otro cantar.
CULPA E IRA ¡Mueran todos!
PEREGRINO Torpes hielos
nos van sembrando el camino.
PENSAMIENTO ¿Qué mucho, si lo que dice
el eco horror es?
(Sale LAURETA huyendo.)
LAURETA Felice,
e infelice Peregrino;
felice, pues como aquel
que de Sión descendió,
la rosa de Jericó
va buscando; y como él
infelice, pues que vas
a dar también en las manos
de bandoleros tiranos;
ten el paso y vuelve atrás;
no lo misterioso oses
averiguar de estas selvas,
donde las felicidades
se rozan con las tragedias,
pues apenas el aurora
a ellos vino, cuando a ellas
turbar los blancos albores
intentaron sombras negras,
que síncopes de su oriente,
y su ocaso, hacen que sean
lágrimas en nuestros ojos
las que en los suyos son perlas.
Apenas (digo otra vez)
la mística rosa intenta,
en el regazo del alba,
gozar dulcemente tierna,
cuando espinas de otras flores
no suyas, verás que cercan,
sino el rosal en que nace,
el plantel en que se alberga
apenas campo del día
la más cándida azucena
al rayo del sol verás,
que halagüeñamente honesta
abriga al pecho los granos
del oro que intacta engendra,
cuando del grosero arado
verás, ya que no la muerda
el corvo diente, que el surco
por lo menos se le atreva
a descaminar arroyos,
porque en ondedas culebras
a no besarla la planta
el curso a otro valle tuerzan,
tan a pesar de las aves,
que sin su compás gorjean,
que a la más llena de gracia
los tonos el eco trueca,
pues en vez de cantos de aves
se escuchan gemidos de Eva;
siendo de todo ese bosque
a la palma más excelsa,
más alto ciprés, más fértil
plátano, oliva más bella,
más enamorado lirio,
durable cedro y vid tierna,
en descortés ojeriza
de su hermosa primavera,
agrado el cierzo el estrago
de una bandida violencia;
mas ¿para qué, ¡ay, infelice!,
retóricamente necia,
por frases digo lo que
debí decir a la letra?
Apenas, pues, venerable
Peregrino, y bien apenas,
esa fábrica que corre,
ese edificio que vuela,
ese palacio que anda,
ese alcázar que navega
a ponerse en salvo, donde
vasallajes no padezca
ya de infieles que la ultrajen,
ya de fieles que la ofendan,
en mi dichosa heredad
tomo asiento, de Laureta
haciendo, que la memoria
viva a los siglos eterna,
cuando el piadoso concurso
de tantas gentes diversas
despertó la Ira en aleves
ánimos, que humanas fieras
de estos montes, en las vidas
y en los robos ensangrientan
presas, y garras, sin que
allá en todo el campo yerba,
que amaneciendo esmeralda,
rojo rubí no anochezca,
tan común el alarido
es de todos cuantos llegan
a tocar de esas montañas
los términos, que a una queja
reducidas las demás
sólo se oye.
IRA Y CULPA(Dentro.)
Todos mueran.
UNOS Piedad, señora.
MÚSICA Piedad.
OTROS(Dentro.)
Clemencia, Virgen.
MÚSICA Y TODOS Clemencia.
LAURETA Mas ¿para qué lo repite
mi voz, si ya de más cerca
las suyas lo dicen? Sigue
mis pasos, que yo las sendas,
como dueño, sé del monte,
y alguna habrá que nos pueda
dar escape.
(Vase.)
PEREGRINO ¡Ay, infelice!
Que aunque yo seguirte quiera,
dos imposibilidades
lo estorban.
PENSAMIENTO ¿Que son?
PEREGRINO Las fuerzas
fallecidas a la edad,
al cansancio, y la terneza
de haber llegado hasta aquí,
y que desde aquí me vuelva
sin lograr la dicha, sólo
sacando de oír sin verla,
piedad, Señora.
MÚSICA Piedad.
PEREGRINO Clemencia, Virgen.
MÚSICA Clemencia.
PEREGRINO ¿Pero qué temor, qué asombro,
qué horror, qué ira, qué fiereza
habrá que mi celo impida?
Pues aunque mil vidas pierda,
menos importa, que no
que tan gran motivo tuerza.
PENSAMIENTO ¿Adónde vas?
PEREGRINO A morir
en igual demanda.
PENSAMIENTO Piensa
primero el riesgo.
PEREGRINO Ya tú,
Pensamiento, me lo acuerdas;
mas no basta.
PENSAMIENTO Mira.
PEREGRINO Aparta.
PENSAMIENTO Advierte.
PEREGRINO Quita.
PENSAMIENTO Oye.
PEREGRINO Suelta,
que aunque puedes, Pensamiento,
moverme, no hacerme fuerza.
PENSAMIENTO Si ya otra vez me detuve
por ti, ¿por qué tú en aquésta
por mí no te detendrás?
PEREGRINO Porque no está en mano nuestra
que el Pensamiento nos lidie,
y está.
PENSAMIENTO ¿En qué?
PEREGRINO En que no nos venza;
y así, a Pesar suyo tengo
que pasar.
(Desásese y éntrase. Salen LA CULPA y LA IRA, de
bandoleros, con capas y pistolas, y los detienen.)
LOS DOS ¿Dónde?
PEREGRINO A esas selvas,
donde el templo de María
está, pues que ya me alienta.
UNOS(Dentro.)
Piedad, Señora.
MÚSICA Piedad.
OTROS Clemencia, Virgen.
MÚSICA Clemencia.
CULPA Antes perderás la vida.
PEREGRINO ¿Qué más vida que perderla
en su servicio?
CULPA Veamos
si lo es o no.
IRA ¿Qué esperas?
Muera en este peregrino
de María la fe.
CULPA Muera.
ÁNGEL(Dentro.)
No hará, que para mayor
fin Dios su vida reserva.
CULPA ¡Ay de mí! Faltó a mis armas
el fuego.
IRA ¿Con qué fuerza,
no dando el fuego la Culpa,
que la Ira no le encienda?
PENSAMIENTO Pues tan suspensos quedaron,
huye.
PEREGRINO Inspiración me alienta,
no temor de dar la vida
por vos, pura Virgen bella,
pues no he de desistir hasta
que a vuestras aras la ofrezca.
(Vase.)
PENSAMIENTO Gran cosa es ser Pensamiento;
conmigo no salen ni entran,
que hasta ver lo que hace un hombre,
no hay ver lo que un hombre piensa.
(Vase.)
CULPA Síguelos, Ira, que absorta,
helada, muda y suspensa
he quedado.
IRA Sí haré, puesto
que la Culpa al que huye de ella
no le sigue, aunque sus iras
vayan tras él.
(Vase.)
CULPA Fortaleza
(Sale EL ÁNGEL.)
de Dios, ¿qué quieres de mí,
que en la piadosa defensa
de este hombre me amenaza
algún prodigio?
ÁNGEL Que veas,
pues fortaleza de Dios
dijiste (que se interpreta
Gabriel) que Gabriel es justo,
que ser la guarda se entienda
de esa casa de María.
CULPA De buen cuidado te precias
por una vida que salvas,
donde hay tantas que perezcan.
ÁNGEL Si en la significación
de alguna pasada idea
(a donde la Esclavonía
era la naturaleza)
fue pasar la ley escrita
a la de gracia primera
mudanza; si la segunda
fue huyendo a las asperezas,
significar los trabajos
a la primitiva Iglesia,
huida a los montes, donde
de la gentilidad ciega
la persiguieron las iras,
ya es tiempo que en la tercera
se signifique también,
que salió triunfante de ellas
a coronarse, ocupando
las más altas eminencias
de las cimas de los montes,
dejándole descubiertas,
manifestar sin los riesgos
de las pasadas malezas,
a donde vivió escondida.
CULPA ¿Cómo?
ÁNGEL De aquella manera.
CANTAN Ah de la guardia del templo,
aladas inteligencias
a quien sus mansiones tocan.
MÚSICA ¿Qué mandas? ¿Qué dices?
¿Qué quieres? ¿Qué ordenas?
ÁNGEL Que tercera vez salga
de aquellas selvas
a donde más segura,
más descubierta
pueda visitarse, mientras no llega
donde más reverente culto la espera.
(Ábrese el peñasco, y se ve la casa de María.)
Mira cómo ya en aquel
elevado risco (fuera
de los peligros del monte)
vecina del mar se ostenta.
CULPA Qué importa, ya hechos los ojos
a ver una vez tan nueva
maravilla, acontecida,
que repetida la vuelvan
a ver, para que quien supo
echarla la vez primera
de su primera estación,
por falta de reverencia,
y la segunda por sobra
de insultos, también no sepa
de la tercera arrojarla,
pues aun a la Hidra quedan
más gargantas que desate,
con que a perseguirla pueda
también allí.
ÁNGEL ¿Cómo?
CULPA ¿No es
el collado en que se asienta
apenas de aquí una milla
pequeño tercio de legua,
heredad de los hermanos
que por árida y por seca,
no la han partido hasta ahora?
ÁNGEL Sí.
FUROR Pues siguiendo la mesma
metáfora, si en los montes
la guerra la hizo la ciega
gentilidad, en los llanos
verás que la hacen la guerra.
ÁNGEL ¿Quién?
CULPA Los ladrones de casa,
a quien también se refiera
la apostasía, supuesto
que el hereje es de la Iglesia
el doméstico enemigo,
para cuyo efecto, al verla
los dos en su hacienda, mira
cómo te lo representan.
Envidia y codicia,
(Descubre el segundo cuerpo del segundo carro, y vense
en lo alto otra casa, como la primera, y delante de ella
LA CODICIA y LA ENVIDIA luchando.)
ENVIDIA A mí
me ha de tocar por herencia
este terreno, pues soy
mayor hermano.
ÁNGEL No fuera
del Texto el mayor hermano
la Envidia hace.
CODICIA Considera,
pues ésta no divisó
este sitio, antes que pierda
la acción dél, he de perder
la vida, que no es bien tengas
(ya que esta ventura quiso
entrársenos por las puertas)
tú los aprovechamientos
de las limosnas y ofrendas,
que puedan hacerme rico
a mí, ya que tú lo seas
por mayor.
ÁNGEL Bien la Codicia
en el segundo se muestra,
pues ya hubo inferior hermano
que puso lo sacro en venta.
ENVIDIA Yo las partiré contigo,
como tú el nombre no tengas
de dueño.
ÁNGEL ¡Qué propia envidia,
no querer que otro parezca
dueño de nada!
CODICIA Pues como
yo los intereses tenga,
¿qué se me da a mí del nombre?
ÁNGEL ¡Ah, Codicia! ¿Que no sientas
ver que se pierda el honor
como el caudal no se pierda?
CODICIA Y así remitir podemos
la lucha a la conveniencia,
pues como iguales partamos
lo que a la imagen se ofrezca,
y la devoción de otros
venga a ser granjería nuestra,
¿qué me importa a mí el dominio?
ENVIDIA Pues sea así.
CODICIA Pues así sea.
ENVIDIA Medre él, como mande yo.
CODICIA Mande él, como yo enriquezca.
(Cúbrase la apariencia.)
CULPA ¿Qué dirás de esto, al ver que hay
hechos, cuestiones y temas
de casa enemiga?
ÁNGEL Que
si supo de otras violencias
ponerse a salvo, también,
¿quién duda que sabrá de éstas?
CULPA ¿Dónde?
ÁNGEL El tiempo lo dirá.
(Vase.)
CULPA Sí dirá, más dondequiera
la seguirán mis rencores.
PENSAMIENTO(Dentro.)
En vano seguirme intentas.
CULPA ¿Qué oráculo de su culto
ha respondido en defensa?
FURIA(Dentro.)
El viento abraso, por más
que entre mis brazos le tenga.
CULPA ¿Qué es esto?
IRA Aquel peregrino,
como mandaste, seguí,
y apenas del mar le vi
tomar la orilla, camino
buscando para volver
(según hablando a este intento
iba con su pensamiento)
al Templo, en llegando a ver
que encontraba compañía,
que el paso le asegurase.
Cuando impidiendo que pase
de una ensenada que hacía
el mar, a donde había dado
fondo la secta africana,
que hoy es la Soberbia ufana,
con los triunfos que ha ganado,
la asaltó, y hecho cautivo,
se hizo a la vela con él;
su pensamiento, el cruel
lance viendo fugitivo
huyó, con que aunque el Furor
le sigue, prenderle dudo,
pues nunca alcanzarle pudo;
de modo que aunque al rigor,
a la miseria, al tormento,
va de un remo condenado,
va alegre, con que ha dejado
en Loreto el pensamiento.
CULPA Aunque de esa prisión fío
no logre el voto su fe,
no ha de parar hasta que
su pensamiento sea mío;
procura tú por ahí
atajarle, mientras yo
por aquí le sigo.
(Sale huyendo EL PENSAMIENTO, y EL FUROR tras él.)
PENSAMIENTO No
has de alabarte que a mí
jamás pudiste prenderme.
FUROR ¿Pues dónde te has de amparar?
PENSAMIENTO Donde me mandó quedar
mi dueño; y así, a ponerme
en salvo iré.
CULPA Mi agonía
te saldrá al paso.
IRA Y mi aliento.
PENSAMIENTO Nada teme Pensamiento,
que quedó puesto en María.
(Vase.)
FUROR ¡Ay de mí!, que aquel fervor
figura es, y...
CULPA ¿Qué te inquieta,
si del Alcorán la secta,
ya por lo menos, Furor,
dueño del Hombre se halla?
FUROR Nada en el Hombre tenemos
sin Pensamiento.
CULPA E IRA Intentemos
seguirle.
(Vanse los tres. Da vuelta la galera con LA SOBERBIA en
la popa, y EL PEREGRINO, de cautivo, al remo con otros.)
SOBERBIA Boga, canalla,
boga y corre la esfera
del ancho mar del mundo esta galera,
que a oposición labrada de la nave
de la Iglesia, volar y nadar sabe,
si ella en auroras de rizada espuma
de verdinegra bruma
está en abismos, siendo sus soldados
voluntarios allá, y aquí forzados:
dígalo en ese anciano
la devoción piadosa del humano
género, reducida
a tales propensiones de la vida,
que imagen de la culpa, y de la pena,
lleva el remo, y arrastra la cadena.
PEREGRINO Ya sé que las pensiones
humanas todas son tribulaciones,
que el agua significa;
mas también sé que el agua, si se aplica
al llanto, significa su consuelo;
y más cuando la fe, piedad y celo
puesto en María.
SOBERBIA No prosigas, calla.
PEREGRINO Nada deja temer.
SOBERBIA Boga, canalla,
proejando al doblar de aquel celaje
al cabo, que del África es paraje
en cuyo escollo quiero
que descanse la proa, porque espero
aún con mayor victoria saludalla;
y así, hasta dar con él, boga, canalla.
PEREGRINO ¿Cómo si ya de la vecina sierra
los vasos roza el buque?
SOBERBIA Pues a
tierra,
a tierra, y tú no más falta conmigo.
PEREGRINO Sí haré, pues sin tu ley, tus leyes sigo.
(Da vuelta la nave y bajan al tablado LA SOBERBIA y EL
PEREGRINO.)
SOBERBIA Ya ves, miserable anciano,
que si perdió el Asia un Templo
material, un Templo vivo
África ha ganado, puesto
que templo vivo de Dios
es el hombre, y más teniendo
en él sacerdotal orden
aquel carácter impreso,
que al alma del alma obliga
con más perfección a serlo,
y siendo así, que en común
representas hoy, sujeto
a mi esclavitud en esa
cadena, la de los hierros,
que forjados de la culpa
arrastró al hombre primero,
ya que también en común
la Soberbia represento
yo, que aquí en particular
aquélla, cuyos trofeos
hoy tan soberbia la tienen,
que ella y yo somos lo mesmo;
piensa cuál te está mejor,
ya que en mi poder, es cierto,
que tarde o nunca podrás
volver a tu patrio centro,
vivir en éste cautivo,
mísero, abatido y preso,
o mudando religión
hacerte señor y dueño
de mi poder, que no es
menos dilatado imperio
que del África y del Asia,
pues ambos dominios tengo.
¿No me respondes? Bien haces,
que es dar a entender suspenso
el que lo piensas.
PEREGRINO Te engañas,
porque ¿cómo (¡ay de mí!) puedo
yo aquí pensar nada, cuando
está allá mi pensamiento?
SOBERBIA Persuádete, que él vendrá
a la voluntad atento.
PEREGRINO No hará, que es norte muy fijo
adonde le dejé puesto.
SOBERBIA ¿Pues no es de la voluntad
vasallo?
PEREGRINO Sí, mas no habiendo
voluntad para mandarle
mal podrá él obedecerlo.
SOBERBIA ¿Por qué no habrá voluntad?
PEREGRINO Porque es fuerza que primero
por el Pensamiento a ella
le pase, cual el afecto
es a que quiere inclinarle,
y no estando él aquí, es cierto
que no le puede pasar
ella por el Pensamiento.
SOBERBIA El tiempo sabrá mudar,
con los malos tratamientos,
buenos propósitos.
PEREGRINO No
esperes que podrá hacerlo.
SOBERBIA ¿Por qué?
PEREGRINO Porque para hacer
mudanza tan de un extremo
a otro extremo es fuerza que haya
libertad; yo no la tengo,
que no soy dueño de mí.
SOBERBIA Es verdad, yo soy tu dueño,
yo te lo mando.
PEREGRINO No hablo
yo de este caduco imperio
de la vida.
SOBERBIA ¿Pues de cuál?
PEREGRINO Del del alma.
SOBERBIA ¿Y es ajeno
ése en ti?
PEREGRINO Sí, que no es mío
mi corazón, y no siendo
mío el corazón, que es
virrey del alma (supuesto
que es el que primero anima
y último muere), mal puedo
enajenar monarquía
de dominio, que no tengo.
SOBERBIA ¿Pues cúyo es tu corazón?
¿No es tuyo?
PEREGRINO No, de otro dueño,
a quien ya le di.
SOBERBIA ¿Mi esclavo
no eres?
PEREGRINO Sí, en la vida.
SOBERBIA ¿Luego
si el corazón de la vida
primero y último centro
es, tampoco enajenarle
pudiste, y tengo derecho
a poder cobrarle yo
rasgándote antes el pecho,
para ver si está o no está
en él?
PEREGRINO Sagrado precepto
nos manda que no temamos
al poder que sólo al cuerpo
puede extenderle y no al alma.
SOBERBIA Considera.
PEREGRINO Nada temo.
SOBERBIA Advierte.
PEREGRINO Nada reparo.
SOBERBIA Piénsalo mejor.
PEREGRINO Mal puedo
sin pensamiento pensar;
de más, que aun con Pensamiento,
no lo pensara mejor,
pues lo mejor sin él pienso.
SOBERBIA ¿Qué es?
PEREGRINO Perder una y mil vidas
antes que cometa el yerro
de tan vil estelionato
que obliga a lo que no puedo.
SOBERBIA ¿Por qué?
PEREGRINO Porque tan grabado
de María el nombre tengo
en el corazón, tan fijo
en vida y alma, tan dentro
de las entrañas, que...
SOBERBIA Calla
que vivo yo, que he de verlo,
y como en entrañas, vida,
alma y corazón impreso
está el nombre de María.
(Dale con un puñal y cae.)
PEREGRINO Ella sabe que no siento
la muerte, sino no ser
yo quien la lleve a su Templo,
en cuyas aras pensé
lograr el dichoso trueco
de, dándola el corazón,
recibir el Sacramento.
(Sácale del pecho un corazón ensangrentado.)
SOBERBIA Muere, caduco, a mis manos.
PEREGRINO Virgen bella de Loreto,
en protección vuestra, a Dios
el espíritu encomiendo.
SOBERBIA Ya el corazón arrancado
de sus entrañas, no veo
el nombre en él de María,
bien que al pronunciarlo tiemblo.
(Con turbación.)
¿Qué es esto? ¿Yo me acobardo?
¿Yo me asusto y me estremezco?
A la Soberbia vestida
de infiel sacrílego afecto,
de réproba secta, falta
valor, en vano me aliento,
mas no, no me aliento en vano;
mísero, infelice, Viejo:
si deste corazón era
María el hermoso dueño,
toma y llévale a María.
(Arrójale el corazón, levántase ensangrentado EL
PEREGRINO y tómale.)
PEREGRINO Sí haré.
SOBERBIA ¡Ay infeliz! ¿Qué veo?
¿Cómo contra todo el orden
natural (¡qué sentimiento!),
siendo el corazón (¡qué asombro!)
el órgano (¡qué veneno!),
que vital y animal (¡qué ansia!)
vivifica (¡qué tormento!)
los espíritus (¡qué ahogo!)
de todo aqueste pequeño
mundo del hombre (¡qué pena!),
es posible (¡qué despecho!),
que sin él (¡qué pasmo!) pueda
animar (¡qué horror!), teniendo
agilidades de vivo
en precisiones de muerto?
Y aun no aquí el prodigio para,
pues alzándole del suelo,
con él camina.
PEREGRINO Mortal (Andando.)
si te admiró en un desierto,
que Cristo con pocos panes
sustente número inmenso,
¿cómo no te admira ver
que en los poblados con menos
(pues es de nada) sustenta
junto a todo el Universo?
(Como tropezando.)
Mas, ¡ay!, que por raro allí
nos admiró aquel suceso,
y estotro no nos admira
por frecuente, que es lo mesmo
que pasa por mí, si atiendes,
que esto es raro, mas no es nuevo,
pues para darle a María
(puesto en ella el Pensamiento)
todos nuestros corazones,
en nuestras manos tenemos.
(Vase.)
MÚSICA Pues para darle a María
(puesto en ella el Pensamiento)
todos nuestros corazones,
en nuestras manos tenemos.
SOBERBIA Sonoras músicas siguen
entre cambiantes reflejos,
avisos que la iluminan
los pasos que da en el viento,
sin que la impidan los mares;
¿qué es esto, cielos, qué es esto?,
mas, ¡ay infeliz!, ¿qué dudo?,
si sé es de María efecto
contra quien no hay en la Culpa
fuerza, aunque los siete cuellos
de su Hidra desatados
respiren sus siete alientos.
Dígalo yo, que primera
cerviz suya, cuando intento
vestir infieles disfraces,
ya que consiga un trofeo,
es para ver un milagro,
en cuyo desaire vuelvo
a mi pavorosa cárcel,
absorto, confuso y ciego,
pues voy oyendo esas voces,
que, repetidas del eco,
no hay cóncavo en que no suenen
una y otra vez, diciendo:
ÉL Y MÚSICA Que para darle a María.
CULPA Que para darle a María, etc.
ÉL Y MÚSICA Puesto en ella el Pensamiento,
todos nuestros corazones,
en nuestras manos tenemos.
(Vase LA SOBERBIA con la copla que repite la Música, y
con ella salen por una parte EL FUROR y por otra LA
CULPA.)
CULPA ¿Furor?
FUROR ¿Culpa?
CULPA ¿Has escuchado
armonïosos acentos
en el aire repetidos?
FUROR Y hubiera a sus manos muerto
a ser capaz de morir.
CULPA ¿Qué nos dice Dios en ellos?
FUROR No sé, que como al obrar
el soberano misterio
de su encarnación, me puse
nieblas de tupidos velos
ante los ojos, parece
que en tocando al más pequeño
rasgo suyo, tropezando
con todo, con nada encuentro,
de esa misteriosa casa.
CULPA Ni yo, pues que no penetro
más de que habiendo delitos
del poco culto primero,
del mucho terror después,
después del avaro afecto,
en los términos de Roma,
en real camino se ha puesto,
que no siendo de ninguno,
es de todos.
FUROR ¡Ay! ¿Qué es esto?
El cerrar la alegoría,
puedes estarnos diciendo
que la Iglesia en real camino,
ya para todos abierto,
está en la romana furia.
CULPA Lo alegórico dejemos,
y vamos a lo historial:
¿qué ecos habrán sido estos
que, hiriendo en nuestros oídos,
han pronunciado en el viento?
(Sale LAURETA asustada.)
LAURETA ¿Adónde podré ampararme
segunda vez de otro miedo,
otro terror, otro asombro?
CULPA Mujer, tente.
FUROR Di, ¿qué es eso?
LAURETA A la orilla de ese mar
estaba (¡ay de mí!) sintiendo
soledades de María,
pues para tan poco tiempo
la gozó mi heredad (bien
que para que viva eterno
su nombre, con conservar
donde hoy yace el de Laureto
pago el hospedaje), cuando
en ella vi tomar puerto,
sin saber de qué bajel,
pálido, herido y sangriento,
descubiertas las entrañas
por el desgarrado pecho,
el corazón en las manos,
un cadáver o esqueleto
con poca alma para vivo
y con mucha para muerto,
claras luces, suaves voces
le acompañan; mas no puedo
proseguir; pero qué mucho,
si todos huyen, diciendo:
(Salen todos asustados.)
LASCIVIA ¿Adónde irán mis desdichas?
GULA ¿Adónde mis desconsuelos?
ENVIDIA ¿Dónde a parar van mis ansias?
VARICIA ¿Dónde a morir mis tormentos?
IRA ¿Dónde a descansar mis iras?
SOBERBIA ¿Dónde a fallecer mis riesgos?
LOS DOS ¿Qué es esto, mortales vicios?
SOBERBIA Volver a ti pretendiendo
(dos veces mortales) que
vuelvas a abrir de este centro,
Culpa, la oscura prisión,
para que de la Hidra el cuerpo
cobre sus siete gargantas
por quien respire venenos
que desahoguen las furias
y los rencores de vernos
vencidos de tal asombro.
TODOS Que vendrá a importarnos menos
que ver nuestros triunfos fuera,
sentir nuevas penas dentro.
SOBERBIA Y por que veas con cuánta
causa huimos, y tememos,
vuelve a ver fe y religión
de aquel venerable Viejo,
a quien di muerte, que trae
de su voto en cumplimiento
a María el corazón.
IRA Y a quien de todos los pueblos
que ha pasado, sigue el vulgo,
a coros con él, diciendo
de su oficio los más dulces,
más enamorados versos.
TODOS A cuyos cánticos todos,
fuerza es rendirnos, oyendo
alabanzas, que aun nosotros
digamos, a pesar nuestro.
(Salen. EL PEREGRINO, con el corazón en las manos, y los
cuatro ángeles pequeños con hachas, y delante de todos,
EL ÁNGEL, y detrás, músicos.)
PEREGRINO Ave, estrella de la mar,
Madre de Dios soberana.
MÚSICA Ave, Maris Stella,
Dei mater alma.
PEREGRINO Ave, siempre Virgen pura,
feliz puerta de la Gloria.
MÚSICA Atque semper virgo,
felix caeli porta.
PEREGRINO Ave, ¡oh tú!, que concebiste
creyendo a Gabriel las voces.
MÚSICA Sumens illud Ave
Gabrielis ore.
PEREGRINO Tú, que para nuestra paz,
mudaste a Eva en Ave, el nombre.
MÚSICA Funda nos in pace,
mutans Evae nomen.
PEREGRINO Ave, y dando al ciego luz,
los lazos al reo disuelve.
MÚSICA Solve vincla reis,
profer lumen caecis.
PEREGRINO Y para que nuestros males
con tus bienes se mejoren.
MÚSICA Mala nostra pelle,
bona cuncta posce.
PEREGRINO Muéstrate ser Madre, haciendo
por ti nuestro ruego acepte.
MÚSICA Monstra te esse Matrem,
sumat per te preces.
PEREGRINO El que de tu vientre quiso
ser el más bendito fruto.
MÚSICA Qui pro nobis natus
tullit esse tuus.
PEREGRINO Deje al Padre la alabanza,
la honra al Hijo Cristo, y luego.
MÚSICA Sit laus Deo Patri,
Summo Christo decus.
PEREGRINO Al Espíritu la gloria,
por que sea en este triunfo.
MÚSICA Spiritui Sancto,
tribus honor unus.
(Ábrese el cuarto carro, que ha de ser un templo; vese
en el retablo la imagen, y en el altar, el Sacramento.)
CULPA Hollando nuestras cervices,
y pisando nuestros cuellos,
por encima de nosotros
ha pasado.
FUROR Y hasta el templo
ha llegado, a cuyas puertas
(que a admitirle se han abierto),
retraído de nosotros
encuentra su Pensamiento.
SOBERBIA Cobrado con él se abraza.
PENSAMIENTO No me dirás, por lo menos,
que donde quedé no me hallas.
PEREGRINO Claro está, pues por ti vuelvo,
que si no estuvieras vivo
tú, ya estuviera yo muerto.
(Los ángeles, con las luces en las gradas; EL ÁNGEL,
delante, y sube EL PEREGRINO al altar.)
ÁNGEL Suba al altar, y con él,
suba nuestra voz al cielo,
para que con experiencia
reconozca el Universo.
MÚSICA Que para darle a María,
puesto en ella el Pensamiento,
todos nuestros corazones
en nuestras manos tenemos.
UNOS ¡Qué asombro!
OTROS ¡Qué confusión!
PEREGRINO A vuestras plantas ofrezco,
Virgen pura, sin pecado,
desde el instante primero
de vuestro primero ser,
privilegiado al eterno
ese humilde corazón;
nada os doy, pues ya era vuestro,
sólo en premio de mi fe
(pues él es de la fe el premio),
os suplico ya, Señora,
que a vuestro piadoso ruego,
tan sobrenaturalmente
viva hasta aquí en breve tiempo,
me dilatéis el favor,
que tarden mis muchos yerros
en confesarse, por que
con menos indigno afecto
en vuestras Aras reciba
este santo Sacramento.
ÁNGEL Yo te otorgo de su parte
esa piedad, por que luego
que le hayas recibido,
sea tu dichoso entierro
la peana de su altar.
FUROR Llegó a su extremo el extremo
de mis desdichas.
CULPA Qué mucho
si llegó el mayor aumento
de la gracia.
SOBERBIA Declarando
al mundo con este ejemplo,
que para atropellar vicios
IRA y recibir el inmenso
milagro de los milagros,
ENVIDIA misterio de los misterios,
CODICIA prodigio de los prodigios
GULAy extremo de los extremos
LASCIVIA del poder y del amor,
TODOSes María el mejor medio.
PEREGRINO Pues confesadlo vosotros,
para mayor dolor vuestro,
mientras para mayor honra
suya, decimos a un tiempo:
(Música y todos.)
TODOS Que para darle a María,
puesto en ella el Pensamiento,
todos nuestros corazones
en nuestras manos tenemos.
(Con esta repetición se cubre la apariencia tocando
chirimías y se da fin al auto).

A María el corazón
Pedro Calderón de la Barca

Copyright Universidad de Alicante, Banco Santander
Central Hispano 1999-2000




CALDERON-A María el corazón