Congregacion para la Doctrina de la Fe - I LLAMADOS AL VERDADERO AMOR

I LLAMADOS AL VERDADERO AMOR


8. El hombre, en cuanto imagen de Dios, ha sido creado para amar. Esta verdad ha sido revelada plenamente en el Nuevo Testamento, junto con el misterio de la vida intratrinitaria: " Dios es amor (1Jn 4,8) y vive en si mismo un misterio de comunion personal de amor. Creandola a su imagen ..., Dios inscribe en la humanidad del hombre y de la mujer la vocacion y consiguientemente la capacidad y la responsabilidad del amor y de la comunion. El amor es por tanto la vocacion fundamental e innata de todo ser humano ".9 Todo el sentido de la propia libertad, y del autodominio consiguiente, esta orientado al don de si en la comunion y en la amistad con Dios y con los demas.10

El amor humano como don de si


9. La persona es, sin duda, capaz de un tipo de amor superior: no el de concupiscencia, que solo ve objetos con los cuales satisfacer sus propios apetitos, sino el de amistad y entrega, capaz de conocer y amar a las personas por si mismas. Un amor capaz de generosidad, a semejanza del amor de Dios: se ama al otro porque se le reconoce como digno de ser amado. Un amor que genera la comunion entre personas, ya que cada uno considera el bien del otro como propio. Es el don de si hecho a quien se ama, en lo que se descubre, y se actualiza la propia bondad, mediante la comunion de personas y donde se aprende el valor de amar y ser amado.

Todo hombre es llamado al amor de amistad y de oblatividad; y viene liberado de la tendencia al egoismo por el amor de otros: en primer lugar de los padres o de quienes hacen sus veces, y, en definitiva, de Dios, de quien procede todo amor verdadero y en cuyo amor solo el hombre descubre hasta qué punto es amado. Aqui se encuentra la raiz de la fuerza educativa del cristianismo: " El hombre es amado por Dios! Este es el simplicisimo y sorprendente anuncio del que la Iglesia es deudora respeto del hombre ".11 Es asi como Cristo ha descubierto al hombre su verdadera identidad: " Cristo, el nuevo Adan, en la misma revelacion del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocacion ".12

El amor revelado por Cristo " al que el apostol Pablo dedico un himno en la primera Carta a los Corintios..., es ciertamente exigente. Su belleza esta precisamente en el hecho de ser exigente, porque de este modo constituye el verdadero bien del hombre y lo irradia también a los demas ".13 Por tanto es un amor que respeta la persona y la edifica porque " el amor es verdadero cuando crea el bien de las personas y de las comunidades, lo crea y lo da a los demas ".14

El amor y la sexualidad humana


10. El hombre esta llamado al amor y al don de si en su unidad corporeo-espiritual. Feminidad y masculinidad son dones complementarios, en cuya virtud la sexualidad humana es parte integrante de la concreta capacidad de amar que Dios ha inscrito en el hombre y en la mujer. " La sexualidad es un elemento basico de la personalidad; un modo propio de ser, de manifestarse, de comunicarse con los otros, de sentir, expresar y vivir el amor humano ".15 Esta capacidad de amar como don de si tiene, por tanto, su " encarnacion " en el caracter esponsal del cuerpo, en el cual esta inscrita la masculinidad y la feminidad de la persona. " El cuerpo humano, con su sexo, y con su masculinidad y feminidad visto en el misterio mismo de la creacion, es no solo fuente de fecundidad y de procreacion, como en todo el orden natural, sino que incluye desde el " principio " el atributo " esponsalicio ", es decir, la capacidad de expresar el amor: ese amor precisamente en el que el hombre-persona se convierte en don y -mediante este don- realiza el sentido mismo de su ser y existir ".16 Toda forma de amor tiene siempre esta connotacion masculino-femenina.


11. La sexualidad humana es un Bien: parte del don que Dios vio que " era muy bueno " cuando creo la persona humana a su imagen y semejanza, y " hombre y mujer los creo " (Gn 1,27). En cuanto modalidad de relacionarse y abrirse a los otros, la sexualidad tiene como fin intrinseco el amor, mas precisamente el amor como donacion y acogida, como dar y recibir. La relacion entre un hombre y una mujer es esencialmente una relacion de amor: " La sexualidad orientada, elevada e integrada por el amor adquiere verdadera calidad humana ".17 Cuando dicho amor se actua en el matrimonio, el don de si expresa, a través del cuerpo, la complementariedad y la totalidad del don; el amor conyugal llega a ser, entonces, una fuerza que enriquece y hace crecer a las personas y, al mismo tiempo, contribuye a alimentar la civilizacion del amor; cuando por el contrario falta el sentido y el significado del don en la sexualidad, se introduce " una civilizacion de las "cosas" y no de las "personas"; una civilizacion en la que las personas se usan como si fueran cosas. En el contexto de la civilizacion del placer la mujer puede llegar a ser un objeto para el hombre, los hijos un obstaculo para los padres ".18


12. En el centro de la conciencia cristiana de los padres y de los hijos, debe estar presente esta verdad y este hecho fundamental: el don de Dios. Se trata del don que Dios nos ha hecho llamandonos a la vida y a existir como hombre o mujer en una existencia irrepetible, cargada de inagotables posibilidades de desarrollo espiritual y moral: " la vida humana es un don recibido para ser a su vez dado ".19 " El don revela, por decirlo asi, una caracteristica especial de la existencia personal, mas aun, de la misma esencia de la persona. Cuando Yahvé Dios dice que "no es bueno que el hombre esté solo" (Gn 2,18), afirma que el hombre por si "solo" no realiza totalmente esta esencia. Solamente la realiza existiendo "con alguno", y mas profunda y completamente, existiendo "para alguno" ".20 En la apertura al otro y en el don de si se realiza el amor conyugal en la forma de donacion total propia de este estado. Y es siempre en el don de si, sostenido por una gracia especial, donde adquiere significado la vocacion a la vida consagrada, " manera eminente de dedicarse mas facilmente a Dios solo con corazon indiviso "21 para servirlo mas plenamente en la Iglesia. En toda condicion y estado de vida, de todos modos, este don se hace todavia mas maravilloso por la gracia redentora, por la cual llegamos a ser " participes de la naturaleza divina " (2P 1,4) y somos llamados a vivir juntos la comunion sobrenatural de caridad con Dios y con los hermanos. Los padres cristianos, también en las situaciones mas delicadas, no deben olvidar que, como fundamento de toda la historia personal y doméstica, esta el don de Dios.


13. " En cuanto espiritu encarnado, es decir, alma que se expresa en el cuerpo informado por un espiritu inmortal, el hombre esta llamado al amor en esta su totalidad unificada. El amor abarca también el cuerpo humano y el cuerpo se hace participe del amor espiritual ".22 A la luz de la Revelacion cristiana se lee el significado interpersonal de la misma sexualidad: " La sexualidad caracteriza al hombre y a la mujer no solo en el plano fisico, sino también en el psicologico y espiritual con su huella consiguiente en todas sus manifestaciones. Esta diversidad, unida a la complementariedad de los dos sexos, responde cumplidamente al diseno de Dios segun la vocacion a la cual cada uno ha sido llamado ".23

El amor conyugal


14. Cuando el amor se vive en el matrimonio, comprende y supera la amistad y se plasma en la entrega total de un hombre y una mujer, de acuerdo con su masculinidad y feminidad, que con el pacto conyugal fundan aquella comunion de personas en la cual Dios ha querido que viniera concebida, naciera y se desarrollara la vida humana. A este amor conyugal, y solo a él, pertenece la donacion sexual, que se " realiza de modo verdaderamente humano, solamente cuando es parte integrante del amor con el que el hombre y la mujer se comprometen entre si hasta la muerte ".24 El Catecismo de la Iglesia Catolica recuerda que " en el matrimonio, la intimidad corporal de los esposos viene a ser un signo y una garantia de comunion espiritual. Entre bautizados, los vinculos del matrimonio estan santificados por el sacramento ".25

Amor abierto a la vida


15. Signo revelador de la autenticidad del amor conyugal es la apertura a la vida: " En su realidad mas profunda, el amor es esencialmente don y el amor conyugal, a la vez que conduce a los esposos al reciproco "conocimiento"..., no se agota dentro de la pareja, ya que los hace capaces de la maxima donacion posible, por la cual se convierten en cooperadores de Dios en el don de la vida a una nueva persona humana. De este modo los conyuges, a la vez que se dan entre si, dan mas alla de si mismos la realidad del hijo, reflejo viviente de su amor, signo permanente de la unidad conyugal y sintesis viva e inseparable del padre y de la madre ".26 A partir de esta comunion de amor y de vida los conyuges consiguen esa riqueza humana y espiritual y ese clima positivo para ofrecer a los hijos su apoyo en la educacion al amor y a la castidad.

II AMOR VERDADERO Y CASTIDAD


16. Tanto el amor virginal como el conyugal, que son, como diremos mas adelante, las dos formas en las cuales se realiza la vocacion de la persona al amor, requieren para su desarrollo el compromiso de vivir la castidad, de acuerdo con el propio estado de cada uno. La sexualidad -como dice el Catecismo de la Iglesia Catolica- " se hace personal y verdaderamente humana cuando esta integrada en la relacion de persona a persona, en el don mutuo total y temporalmente ilimitado del hombre y de la mujer ".1 Es obvio que el crecimiento en el amor, en cuanto implica el don sincero de si, es ayudado por la disciplina de los sentimientos, de las pasiones y de los afectos, que nos lleva a conseguir el autodominio. Ninguno puede dar aquello que no posee: si la persona no es duena de si -por obra de las virtudes y, concretamente, de la castidad- carece de aquel dominio que la torna capaz de darse. La castidad es la energia espiritual que libera el amor del egoismo y de la agresividad. En la misma medida en que en el hombre se debilita la castidad, su amor se hace progresivamente egoista, es decir, deseo de placer y no ya don de si.

La castidad como don de si


17. La castidad es la afirmacion gozosa de quien sabe vivir el don de si, libre de toda esclavitud egoista. Esto supone que la persona haya aprendido a descubrir a los otros, a relacionarse con ellos respetando su dignidad en la diversidad. La persona casta no esta centrada en si misma, ni en relaciones egoistas con las otras personas. La castidad torna armonica la personalidad, la hace madurar y la llena de paz interior. La pureza de mente y de cuerpo ayuda a desarrollar el verdadero respeto de si y al mismo tiempo hace capaces de respetar a los otros, porque ve en ellos personas, que se han de venerar en cuanto creadas a imagen de Dios y, por la gracia, hijos de Dios, recreados en Cristo quien " os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz " (1P 2,9).

El dominio de si


18. " La castidad implica un aprendizaje del dominio de si, que es una pedagogia de la libertad humana. La alternativa es clara: o el hombre controla sus pasiones y obtiene la paz, o se deja dominar por ellas y se hace desgraciado ".2 Toda persona sabe, también por experiencia, que la castidad requiere rechazar ciertos pensamientos, palabras y acciones pecaminosas, como recuerda con claridad San Pablo (Rm 1,18 Rm 6,12-14 1Co 6,9-11 2Co 7,1 Ga 5,16-23 Ep 4,17-24 Ep 5,3-13 Col 3,5-8 Col 1 Ts Col 4,1-18 1Tm 1,8-11 1Tm 412). Por esto se requiere una capacidad y una aptitud de dominio de si que son signo de libertad interior, de responsabilidad hacia si mismo y hacia los demas y, al mismo tiempo, manifiestan una conciencia de fe; este dominio de si comporta tanto evitar las ocasiones de provocacion e incentivos al pecado, como superar los impulsos instintivos de la propia naturaleza.


19. Cuando la familia ejerce una valida labor de apoyo educativo y estimula el ejercicio de las virtudes, se facilita la educacion a la castidad y se eliminan conflictos interiores, aun cuando en ocasiones los jovenes puedan pasar por situaciones particularmente delicadas.

Para algunos, que se encuentran en ambientes donde se ofende y descredita la castidad, vivir de un modo casto puede exigir una lucha exigente y hasta heroica. De todas maneras, con la gracia de Cristo, que brota de su amor esponsal por la Iglesia, todos pueden vivir castamente aunque se encuentren en circunstancias poco favorables.

El mismo hecho de que todos han sido llamados a la santidad, como recuerda el Concilio Vaticano II, facilita entender que, tanto en el celibato como en el matrimonio, pueden presentarse -incluso, de hecho ocurre a todos, de un modo o de otro, por periodos mas o menos largos-, situaciones en las cuales son indispensables actos heroicos de virtud.3 También la vida matrimonial implica, por tanto, un camino gozoso y exigente de santidad.

La castidad conyugal


20. " Las personas casadas son llamadas a vivir la castidad conyugal; las otras practican la castidad en la continencia ".4 Los padres son conscientes de que el mejor presupuesto para educar a los hijos en el amor casto y en la santidad de vida consiste en vivir ellos mismos la castidad conyugal. Esto implica que sean conscientes de que en su amor esta presente el amor de Dios y, por tanto, deben vivir la donacion sexual en el respeto de Dios y de su designio de amor, con fidelidad, honor y generosidad hacia el conyuge y hacia la vida que puede surgir de su gesto de amor. Solo de este modo puede ser expresion de caridad;5 por esto el cristiano esta llamado a vivir su entrega en el matrimonio en el marco de su personal relacion con Dios, como expresion de su fe y de su amor por Dios, y por tanto con la fidelidad y la generosa fecundidad que distinguen el amor divino.6 Solamente asi se responde al amor de Dios y se cumple su voluntad, que los mandamientos nos ayudan a conocer. No hay ningun amor legitimo que no sea también, a su nivel mas alto, amor de Dios. Amar al Senor implica responder positivamente a sus mandamientos: " si me amais, guardaréis mis mandamientos " (Jn 14,15).7


21. Para vivir la castidad el hombre y la mujer tienen necesidad de la iluminacion continua del Espiritu Santo. " En el centro de la espiritualidad conyugal esta ... la castidad, no solo como virtud moral (formada por el amor), sino, a la vez, como virtud vinculada con los dones del Espiritu Santo -ante todo con el respeto de lo que viene de Dios (" donum pietatis ")-. Asi, pues, el orden interior de la convivencia conyugal, que permite a las " manifestaciones afectivas " desarrollarse segun su justa proporcion y significado, es fruto no solo de la virtud en la que se ejercitan los esposos, sino también de los dones del Espiritu Santo con los que colaboran ".8

Por otra parte, los padres, persuadidos de que su propia castidad y el empeno por testimoniar la santidad en la vida ordinaria constituyen el presupuesto y la condicion para su labor educativa, deben considerar cualquier ataque a la virtud y a la castidad de sus hijos como una ofensa a su propia vida de fe y una amenaza de empobrecimiento para su comunion de vida y de gracia (Ep 6,12).

La educacion a la castidad


22. La educacion de los hijos a la castidad mira a tres objetivos: a) conservar en la familia un clima positivo de amor, de virtud y de respeto a los dones de Dios, particularmente al don de la vida;9 b) ayudar gradualmente a los hijos a comprender el valor de la sexualidad y de la castidad y sostener su desarrollo con el consejo, el ejemplo y la oracion; c) ayudarles a comprender y a descubrir la propia vocacion al matrimonio o a la virginidad dedicada al Reino de los cielos en armonia y en el respeto de sus aptitudes, inclinaciones y dones del Espiritu.


23. En esta tarea pueden recibir ayudas de otros educadores, pero no ser sustituidos salvo por graves razones de incapacidad fisica o moral. Sobre este punto el Magisterio de la Iglesia se ha expresado con claridad,10 en relacion con todo el proceso educativo de los hijos: " Este deber de la educacion familiar (de los padres) es de tanta trascendencia, que, cuando falta, dificilmente puede suplirse. Es, pues, deber de los padres crear una ambiente de familia animado por el amor por la piedad hacia Dios y hacia los hombres, que favorezca la educacion integra personal y social de los hijos. La familia es, por tanto, la primera escuela de las virtudes sociales, que todas las sociedades necesitan ".11 La educacion, en efecto, corresponde a los padres en cuanto que la mision educativa continua la de la generacion y es dadiva de su humanidad12 a la que se han comprometido solemnemente en el momento de la celebracion de su matrimonio. " Los padres son los primeros y principales educadores de sus hijos, y en este campo tienen una competencia fundamental: son educadores por ser padres.

Comparten su mision educativa con otras personas e instituciones, como la Iglesia y el Estado; pero aplicando correctamente el principio de subsidiaridad. De ahi la legitimidad e incluso el deber de ayudar a los padres, pero a la vez el limite intrinseco y no rebasable del derecho prevalente y las posibilidades efectivas de los padres. El principio de subsidiaridad esta, por tanto, al servicio del amor de los padres, favoreciendo el bien del nucleo familiar. En efecto, los padres no son capaces de satisfacer por si solos todas las exigencias del proceso educativo, especialmente en lo que atane a la instruccion y al amplio sector de la socializacion. La subsidiaridad completa asi el amor paterno y materno, ratificando su caracter fundamental, porque cualquier otro colaborador en el proceso educativo debe actuar en nombre de los padres, con su consenso y, en cierta medida, incluso por encargo suyo ".13


24. La propuesta educativa en tema de sexualidad y de amor verdadero, abierto al don de si, ha de enfrentarse hoy a una cultura orientada hacia el positivismo, como recuerda el Santo Padre en la Carta a las Familias: " El desarrollo de la civilizacion contemporanea esta vinculado a un progreso cientifico-tecnologico que se verifica de manera muchas veces unilateral, presentando como consecuencia caracteristicas puramente positivas. Como se sabe, el positivismo produce como frutos el gnosticismo a nivel teorico y el utilitarismo a nivel practico y ético... El utilitarismo es una civilizacion basada en producir y disfrutar; una civilizacion de las "cosas" y no de las "personas"; una civilizacion en la que las personas se usan como si fueran cosas... Para convencerse de ello, basta examinar -precisa todavia el Santo Padre- ciertos programas de educacion sexual introducidos en las escuelas, a menudo contra el parecer y las mismas protestas de muchos padres ".14

En tal contexto es necesario que los padres, remitiéndose a la ensenanza de la Iglesia, y con su apoyo, reivindiquen su propia tarea y, asociandose donde sea necesario o conveniente, ejerzan una accion educativa fundada en los valores de la persona y del amor cristiano, tomando una clara posicion que supere el utilitarismo ético. Para que la educacion corresponda a las exigencias objetivas del verdadero amor, los padres han de ejercitarla con autonoma responsabilidad.


25. También en relacion con la preparacion al matrimonio, la ensenanza de la Iglesia recuerda que la familia debe seguir siendo la protagonista principal de dicha obra educativa.15

Ciertamente, " los cambios que han sobrevenido en casi todas las sociedades modernas exigen que no solo la familia, sino también la sociedad y la Iglesia se comprometan en el esfuerzo de preparar convenientemente a los jovenes para las responsabilidades de su futuro ".16 Precisamente por esto, adquiere todavia mayor importancia la labor educativa de la familia desde los primeros anos: " la preparacion remota comienza desde la infancia, en la juiciosa pedagogia familiar, orientada a conducir a los ninos a descubrirse a si mismos como seres dotados de una rica y compleja sicologia y de una personalidad particular con sus fuerzas y debilidades ".17

III : EN EL HORIZONTE VOCACIONAL


26. La familia tiene un papel decisivo en el nacer de las vocaciones y en su desarrollo, como ensena el Concilio Vaticano II: " Del matrimonio procede la familia, en la que nacen nuevos ciudadanos de la sociedad humana, quienes, por la gracia del Espiritu Santo, quedan constituidos en el bautismo hijos de Dios. En esta especie de Iglesia doméstica los padres deben ser para sus hijos los primeros predicadores de la fe, mediante la palabra y el ejemplo, y deben fomentar la vocacion propia de cada uno, pero con un cuidado especial la vocacion sagrada ".18 Mas aun, el signo de una pastoral familiar adecuada es precisamente el hecho que florezcan las vocaciones: " donde existe una iluminada y eficaz pastoral de la familia, como es natural que se acoja con alegria la vida, asi es mas facil que resuene en ella la voz de Dios, y sea mas generosa la escucha que recibe ".19

Ya se trate de vocaciones al matrimonio o a la virginidad y al celibato, son siempre vocaciones a la santidad. En efecto, el documento del Concilio Vaticano II Lumen gentium expone su ensenanza acerca de la llamada universal a la santidad: " Todos los fieles, cristianos de cualquier condicion y estado, fortalecidos con tantos y tan poderosos medios de salvacion, son llamados por el Senor, cada uno por su camino, a la perfeccion de aquella santidad con la que es perfecto el mismo Padre ".20


1. La vocacion al matrimonio


27. La formacion en el amor verdadero es la mejor preparacion para la vocacion al matrimonio. En familia los ninos y los jovenes pueden aprender a vivir la sexualidad humana con la grandeza y en el contexto de una vida cristiana. Los ninos y los jovenes descubren gradualmente que el solido matrimonio cristiano no es el resultado de conveniencias ni de una mera atraccion sexual. Por ser una vocacion, el matrimonio comporta siempre una eleccion bien meditada, el mutuo compromiso ante de Dios, y la constante peticion de su ayuda en la oracion.

Llamados al amor conyugal


28. Los padres cristianos, empenados en la tarea de educar a los hijos en el amor, partiran de la experiencia de su amor conyugal. Como recuerda la Enciclica Humanae vitae, " la verdadera naturaleza y nobleza del amor conyugal se revelan cuando este es considerado en su fuente suprema, Dios, que es Amor (1Jn 4,8), " el Padre de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra " (Ep 3,15). El matrimonio no es, por tanto, efecto de la casualidad o producto de la evolucion de fuerzas naturales inconscientes; es una sabia institucion del Creador para realizar en la humanidad su designio de amor. Los esposos, mediante su reciproca donacion personal, propia y exclusiva de ellos, tienden a la comunion de sus seres en orden a un mutuo perfeccionamiento personal, para colaborar con Dios en la generacion y en la educacion de nuevas vidas. En los bautizados el matrimonio reviste, ademas, la dignidad de signo sacramental de la gracia, en cuanto representa la union de Cristo y de la Iglesia ".21

La Carta a las familias del Santo Padre recuerda que " la familia es una comunidad de personas, para las cuales el propio modo de existir y vivir juntos es la comunion: communio personarum ";22 y, aludiendo a la ensenanza del Concilio Vaticano II, el Santo Padre recuerda que tal comunion implica " una cierta semejanza entre la union de las personas divinas y la union de los hijos de Dios en la verdad y en la caridad ".23 " Esta formulacion, particularmente rica de contenido, confirma ante todo aquello que determina la identidad intima de cada hombre y de cada mujer. Esta identidad consiste en la capacidad de vivir en la verdad y en el amor; mas aun, consiste en la necesidad de verdad y de amor como dimension constitutiva de la vida de la persona. Tal necesidad de verdad y de amor abre al hombre tanto a Dios como a las criaturas. Lo abre a las demas personas, a la vida "en comunion", particularmente al matrimonio y a la familia ".24


29. El amor conyugal, de acuerdo con lo que afirma la Enciclica Humanae vitae, tiene cuatro caracteristicas: es amor humano (sensible y espiritual), es amor total, fiel y fecundo.25

Estas caracteristicas se fundamentan en el hecho de que " el hombre y la mujer en el matrimonio se unen entre si tan estrechamente que vienen a ser -segun el libro del Génesis- " una sola carne " (Gn 2,24). Los dos sujetos humanos, aunque somaticamente diferentes por constitucion fisica como varon y mujer, participan de modo similar de aquella capacidad de vivir "en la verdad y el amor". Esta capacidad, caracteristica del ser humano en cuanto persona, tiene a la vez una dimension espiritual y corporea... La familia que nace de esta union basa su solidez interior en la alianza entre los esposos, que Cristo elevo a sacramento. La familia recibe su propia naturaleza comunitaria -mas aun, sus caracteristicas de "comunion"- de aquella comunion fundamental de los esposos que se prolonga en los hijos. "¡Estais dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos y a educarlos? ", les pregunta el celebrante durante el rito del matrimonio. La respuesta de los novios corresponde a la intima verdad del amor que los une ".26 Y con la misma formula de la celebracion del matrimonio los esposos se comprometen a " ser fieles por siempre "27 precisamente porque la fidelidad de los esposos brota de esta comunion de personas que se radica en el proyecto del Creador, en el Amor Trinitario y en el Sacramento que expresa la union fiel de Cristo con la Iglesia.


30. El matrimonio es un sacramento mediante el cual la sexualidad se integra en un camino de santidad, con un vinculo que refuerza aun mas su indisoluble unidad: " El don del sacramento es al mismo tiempo vocacion y mandamiento para los esposos cristianos, para que permanezcan siempre fieles entre si, por encima de toda prueba y dificultad, en generosa obediencia a la santa voluntad del Senor: "lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre" ".28

Los padres afrontan una preocupacion real


31. Por desgracia hoy, incluso en las sociedades cristianas, no faltan motivos a los padres para estar preocupados por la estabilidad de los futuros matrimonios de sus hijos. Deben, sin embargo, reaccionar con optimismo, pese al incremento de los divorcios y la creciente crisis de las familias, procurando dar a los propios hijos una profunda formacion cristiana que los torne capaces de superar las diversas dificultades. Concretamente, el amor por la castidad, en lo que tan importante es la ayuda de los padres, favorece el respeto mutuo entre el hombre y la mujer y confiere la capacidad de compasion, ternura, tolerancia, generosidad y, sobre todo, espiritu de sacrificio, sin el cual ningun amor se mantiene. Los hijos llegaran asi al matrimonio con la sabiduria realista de la que habla San Pablo, segun el cual, los esposos deben continuamente ganarse el amor del uno por el otro y prestarse atencion reciproca con mutua paciencia y afecto (1Co 7,3-6 Ep 5,21-23).


32. Mediante esta formacion remota a la castidad en familia, los adolescentes y los jovenes aprenden a vivir la sexualidad en la dimension personal, rechazando toda separacion entre la sexualidad y el amor -entendido como donacion de si- y entre el amor esponsal y la familia.

El respeto de los padres hacia la vida y hacia el misterio de la procreacion, evitara en el nino o en el joven la falsa idea de que las dos dimensiones del acto conyugal, la unitiva y la procreativa, puedan separarse segun el propio arbitrio. La familia se reconoce entonces parte inseparable de la vocacion al matrimonio.

Una educacion cristiana a la castidad en familia no puede silenciar la gravedad moral que implica la separacion de la dimension unitiva de la procreativa en el ambito de la vida conyugal, que tiene lugar sobre todo en la contracepcion y en la procreacion artificial: en el primer caso, se pretende la busqueda del placer sexual interviniendo sobre la expresion del acto conyugal a fin de evitar la concepcion; en el segundo caso, se busca la concepcion sustituyendo el acto conyugal por una técnica. Esto es contrario a la verdad del amor conyugal y a la plena comunion esponsal.

La formacion en la castidad ha de formar parte de la preparacion a la paternidad y a la maternidad responsables, que " se refieren directamente al momento en que el hombre y la mujer, uniéndose "en una sola carne", pueden convertirse en padres. Este momento tiene un valor muy significativo, tanto por su relacion interpersonal como por su servicio a la vida. Ambos pueden convertirse en procreadores -padre y madre- comunicando la vida a un nuevo ser humano. Las dos dimensiones de la union conyugal, la unitiva y la procreativa, no pueden separarse artificialmente sin alterar la verdad intima del mismo acto conyugal ".29

Es necesario también presentar a los jovenes las consecuencias, siempre mas graves, que surgen de la separacion entre la sexualidad y la procreacion cuando se llega a practicar la esterilizacion y el aborto, o a buscar la practica de la sexualidad separada también del amor conyugal, sea antes, sea fuera del matrimonio.

De este momento educativo que se coloca en el plan de Dios, en la estructura misma de la sexualidad, en la naturaleza intima del matrimonio y de la familia, depende gran parte del orden moral y de la armonia conyugal de la familia y, por tanto, depende también de él el verdadero bien de la sociedad.


33. Los padres que ejercen el propio derecho y deber de formar en la castidad a los hijos, pueden estar seguros de ayudarlos a formar a su vez familias estables y unidas, anticipando de esta forma, en la medida de lo posible, el gozo del paraiso: " ?Como lograré exponer la felicidad de ese matrimonio que la Iglesia favorece, que la ofrenda eucaristica refuerza, que la bendicion sella, que los angeles anuncian y que el Padre ratifica?... Ambos son hermanos y los dos sirven juntos: no hay division ni en la carne ni en el espiritu ... En ellos Cristo se alegra y los envia en su paz; donde estan los dos, alli se encuentra también El, y donde esta El no puede haber ningun mal ".30


2. La vocacion a la virginidad y al celibato


34. La Revelacion cristiana presenta dos vocaciones al amor: el matrimonio y la virginidad. No raramente, en algunas sociedades actuales estan en crisis no solo el matrimonio y la familia, sino también las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa. Las dos situaciones son inseparables: " cuando no se estima el matrimonio, no puede existir tampoco la virginidad consagrada; cuando la sexualidad humana no se considera un valor donado por el Creador, pierde significado la renuncia por el Reino de los cielos ".31 A la disgregacion de la familia sigue la falta de vocaciones; por el contrario, donde los padres son generosos en acoger la vida, es mas facil que lo sean también los hijos cuando se trata de ofrecerla a Dios: " Es necesario que las familias vuelvan a expresar el generoso amor por la vida y se pongan a su servicio, sobre todo acogiendo, con sentido de responsabilidad unido a una serena confianza, los hijos que el Senor quiera donar "; y lleven a feliz cumplimiento esta acogida no solo " con una continua accion educativa, sino también con el debido compromiso de ayudar, sobre todo, a los adolescentes y a los jovenes, a descubrir la dimension vocacional de cada existencia, dentro del plan de Dios... La vida humana adquiere plenitud cuando se hace don de si: un don que puede expresarse en el matrimonio, en la virginidad consagrada, en la dedicacion al projimo por un ideal, en la eleccion del sacerdocio ministerial. Los padres serviran verdaderamente la vida de sus hijos si los ayudan a hacer de su propia existencia un don, respetando sus opciones maduras y promoviendo con alegria cada vocacion, también la religiosa y sacerdotal ".32

Por esta razon, el Papa Juan Pablo II, cuando trata el tema de la educacion sexual en la Familiaris consortio, afirma: " los padres cristianos reserven una atencion y cuidado especial -discerniendo los signos de la llamada de Dios- a la educacion para la virginidad como forma suprema del don de uno mismo que constituye el sentido mismo de la sexualidad humana ".33

Los padres y las vocaciones sacerdotales y religiosas


35. Los padres por ello deben alegrarse si ven en alguno de sus hijos los signos de la llamada de Dios a la mas alta vocacion de la virginidad o del celibato por amor del Reino de los cielos. Deberan entonces adaptar la formacion al amor casto a las necesidades de estos hijos, animandolos en su propio camino hasta el momento del ingreso en el seminario o en la casa de formacion, o también hasta la maduracion de esta vocacion especifica al don de si con un corazon indiviso. Ellos deberan respetar y valorar la libertad de cada uno de sus hijos, animando su vocacion personal y sin pretender imponerles ninguna determinada vocacion.

El Concilio Vaticano II recuerda con claridad esta peculiar y honrosa tarea de los padres, apoyados en su obra por los maestros y por los sacerdotes: " Los padres, por la cristiana educacion de sus hijos, deben cultivar y proteger en sus corazones la vocacion religiosa ".34 " El deber de formar las vocaciones afecta a toda la comunidad cristiana ... La mayor ayuda en este sentido la prestan, por un lado, aquellas familias que, animadas del espiritu de fe, caridad y piedad, son como un primer seminario, y, por otro, las parroquias, de cuya fecundidad de vida participan los propios adolescentes ".35 " Los padres y maestros y todos aquellos a quienes de cualquier modo incumbe la educacion de ninos y jovenes, instruyanlos de forma que, conociendo la solicitud del Senor por su grey y considerando las necesidades de la Iglesia, estén prontos a responder generosamente al llamamiento del Senor, diciendo con el profeta: Aqui estoy yo, enviame (Is 6,8) ".36

Este contexto familiar necesario para la maduracion de las vocaciones religiosas y sacerdotales, recuerda la grave situacion de muchas familias, especialmente en ciertos paises, que son pobres en el valor de la vida, porque carecen deliberadamente de hijos, o tienen un unico hijo, donde es muy dificil que surjan vocaciones y también se lleve a cabo una plena educacion social.


36. Ademas, la familia verdaderamente cristiana sera capaz de ayudar a entender el valor del celibato cristiano y de la castidad a aquellos hijos no casados o inhabiles para el matrimonio por razones ajenas a su propia voluntad. Si desde ninos y en la juventud han recibido una buena formacion, se encontraran en condiciones de afrontar la propia situacion mas facilmente. Mas aun, podran rectamente descubrir la voluntad de Dios en dicha situacion y encontrar asi un sentido de vocacion y de paz en la propia vida.37 A estas personas, especialmente si estan afectadas por alguna inhabilidad fisica, es necesario desvelarles las grandes posibilidades de realizacion de si y de fecundidad espiritual abiertas a quien, sostenido por la fe y por el Amor de Dios, se empena en ayudar a los hermanos mas pobres y mas necesitados.


Congregacion para la Doctrina de la Fe - I LLAMADOS AL VERDADERO AMOR