Compendio catecismo 108

108

¿Por qué Jesús manifiesta el Reino mediante signos y milagros?

(CEC 547-550 CEC 567)

Jesús acompaña su palabra con signos y milagros para atestiguar que el Reino está presente en Él, el Mesías. Si bien cura a algunas personas, Él no ha venido para abolir todos los males de esta tierra, sino ante todo para liberarnos de la esclavitud del pecado. La expulsión de los demonios anuncia que su Cruz se alzará victoriosa sobre «el príncipe de este mundo» (Jn 12,31).


109

¿Qué autoridad confiere Jesús a sus Apóstoles en el Reino?

(CEC 551-553 CEC 567)

Jesús elige a los Doce, futuros testigos de su Resurrección, y los hace partícipes de su misión y de su autoridad para enseñar, absolver los pecados, edificar y gobernar la Iglesia. En este colegio, Pedro recibe «las llaves del Reino» (Mt 16,19) y ocupa el primer puesto, con la misión de custodiar la fe en su integridad y de confirmar en ella a sus hermanos.


110

¿Cuál es el significado de la Transfiguración?

(CEC 554-556 CEC 568)

En la Transfiguración de Jesús aparece ante todo la Trinidad: «el Padre en la voz, el Hijo en el hombre, el Espíritu en la nube luminosa» (Santo Tomás de Aquino). Al evocar, junto a Moisés y Elías, su «partida» (Lc 9,31), Jesús muestra que su gloria pasa a través de la cruz, y otorga un anticipo de su resurrección y de su gloriosa venida, «que transfigurará este miserable cuerpo nuestro en un cuerpo glorioso como el suyo» (Ph 3,21).

«En el monte te transfiguraste, Cristo Dios, y tus discípulos contemplaron tu gloria, en cuanto podían comprenderla. Así, cuando te viesen crucificado entenderían que padecías libremente y anunciarían al mundo que tú eres en verdad el resplandor del Padre» (Liturgia bizantina).


111

¿Cómo tuvo lugar la entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén?

(CEC 557-560 CEC 569-570)

En el tiempo establecido, Jesús decide subir a Jerusalén para sufrir su Pasión, morir y resucitar. Como Rey-Mesías que manifiesta la venida del Reino, entra en la ciudad montado sobre un asno; y es acogido por los pequeños, cuya aclamación es recogida por el Sanctus de la Misa: «¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna! (¡sálvanos!)» (Mt 21,9). Con la celebración de esta entrada en Jerusalén la liturgia de la Iglesia da inicio cada año a la Semana Santa.

«JESUCRISTO PADECIÓ BAJO EL PODER DE PONCIO PILATO,


FUE CRUCIFICADO, MUERTO Y SEPULTADO»



112

¿Por qué es tan importante el Misterio pascual de Jesús?

(CEC 571-573)

El misterio pascual de Jesús, que comprende su Pasión, Muerte, Resurrección y Glorificación, está en el centro de la fe cristiana, porque el designio salvador de Dios se ha cumplido de una vez por todas con la muerte redentora de su Hijo, Jesucristo.


113

¿Bajo qué acusaciones fue condenado Jesús?

(CEC 574-576)

Algunos jefes de Israel acusaron a Jesús de actuar contra la Ley, contra el Templo de Jerusalén y, particularmente, contra la fe en el Dios único, porque se proclamaba Hijo de Dios. Por ello lo entregaron a Pilato para que lo condenase a muerte.


114

¿Cómo se comportó Jesús con la Ley de Israel?

(CEC 577-582 CEC 592)

Jesús no abolió la Ley dada por Dios a Moisés en el Sinaí, sino que la perfeccionó, dándole su interpretación definitiva. Él es el Legislador divino que ejecuta íntegramente esta Ley. Aún más, es el siervo fiel que, con su muerte expiatoria, ofrece el único sacrificio capaz de redimir todas «las transgresiones cometidas por los hombres contra la Primera Alianza» (He 9,15).


115

¿Cuál fue la actitud de Jesús hacia el Templo de Jerusalén?

(CEC 583-586 CEC 593)

Jesús fue acusado de hostilidad hacia al Templo. Sin embargo, lo veneró como «la casa de su Padre» (Jn 2,16), y allí impartió gran parte de sus enseñanzas. Pero también predijo la destrucción del Templo, en relación con su propia muerte, y se presentó a sí mismo como la morada definitiva de Dios en medio de los hombres.


116

¿Contradijo Jesús la fe de Israel en el Dios Único y Salvador?

(CEC 587-591 CEC 594)

Jesús nunca contradijo la fe en un Dios único, ni siquiera cuando cumplía la obra divina por excelencia, que realizaba las promesas mesiánicas y lo revelaba como igual a Dios: el perdón de los pecados. La exigencia de Jesús de creer en Él y convertirse permite entender la trágica incomprensión del Sanedrín, que juzgó que Jesús merecía la muerte como blasfemo.


117

¿Quién es responsable de la muerte de Jesús?

(CEC 595-598)

La pasión y muerte de Jesús no pueden ser imputadas indistintamente al conjunto de los judíos que vivían entonces, ni a los restantes judíos venidos después. Todo pecador, o sea todo hombre, es realmente causa e instrumento de los sufrimientos del Redentor; y aún más gravemente son culpables aquellos que más frecuentemente caen en pecado y se deleitan en los vicios, sobre todo si son cristianos.


118

¿Por qué la muerte de Cristo forma parte del designio de Dios?

(CEC 599-605 CEC 619)

Al fin de reconciliar consigo a todos los hombres, destinados a la muerte a causa del pecado, Dios tomó la amorosa iniciativa de enviar a su Hijo para que se entregara a la muerte por los pecadores. Anunciada ya en el Antiguo Testamento, particularmente como sacrificio del Siervo doliente, la muerte de Jesús tuvo lugar según las Escrituras.


119

¿De qué modo Cristo se ofreció a sí mismo al Padre?

(CEC 606-609 CEC 620)

Toda la vida de Cristo es una oblación libre al Padre para dar cumplimiento a su designio de salvación. Él da «su vida como rescate por muchos» (Mc 10,45), y así reconcilia a toda la humanidad con Dios. Su sufrimiento y su muerte manifiestan cómo su humanidad fue el instrumento libre y perfecto del Amor divino, que quiere la salvación de todos los hombres.


120

¿Cómo se manifiesta en la última Cena la oblación de Jesús?

(CEC 610-611 CEC 621)

En la última Cena con los Apóstoles, la víspera de su Pasión, Jesús anticipa, es decir, significa y realiza anticipadamente la oblación libre de sí mismo: «Esto es mi Cuerpo que será entregadopor vosotros», «ésta es mi sangre que será derramada...» (Lc 22,19-20). De este modo, Jesús instituye, al mismo tiempo, la Eucaristía como «memorial» (1Co 11,25) de su sacrificio, y a sus Apóstoles como sacerdotes de la nueva Alianza.


121

¿Qué sucede en la agonía del huerto de Getsemaní?

(CEC 612)

En el huerto de Getsemaní, a pesar del horror que suponía la muerte para la humanidad absolutamente santa de Aquél que es «el autor de la vida» (Ac 3,15), la voluntad humana del Hijo de Dios se adhiere a la voluntad del Padre; para salvarnos acepta soportar nuestros pecados en su cuerpo, «haciéndose obediente hasta la muerte» (Ph 2,8).


122

¿Cuáles son los efectos del sacrificio de Cristo en la Cruz?

(CEC 613-617 CEC 622-623)

Jesús ofreció libremente su vida en sacrificio expiatorio, es decir, ha reparado nuestras culpas con la plena obediencia de su amor hasta la muerte. Este amor hasta el extremo (cf. Jn Jn 13,1) del Hijo de Dios reconcilia a la humanidad entera con el Padre. El sacrificio pascual de Cristo rescata, por tanto, a los hombres de modo único, perfecto y definitivo, y les abre a la comunión con Dios.


123

¿Por qué llama Jesús a sus discípulos a cargar con la propia Cruz?

(CEC 618)

Al llamar a sus discípulos a tomar su cruz y seguirle (cf. Mt Mt 16,24), Jesús quiere asociar a su sacrificio redentor a aquellos mismos que son sus primeros beneficiarios.


124

¿En qué condiciones se encontraba el cuerpo de Cristo mientras estaba en el sepulcro?

(CEC 624-630)

Cristo sufrió una verdadera muerte, y verdaderamente fue sepultado. Pero la virtud divina preservó su cuerpo de la corrupción.

JESUCRISTO DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS,


AL TERCER DÍA RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS



125

¿Qué eran «los infiernos» a los que Jesús descendió»?

(CEC 632-637)

Los «infiernos» –distintos del «infierno» de la condenación– constituían el estado de todos aquellos, justos e injustos, que habían muerto antes de Cristo. Con el alma unida a su Persona divina, Jesús tomó en los infiernos a los justos que aguardaban a su Redentor para poder acceder finalmente a la visión de Dios. Después de haber vencido, mediante su propia muerte, a la muerte y al diablo «que tenía el poder de la muerte» (He 2,14), Jesús liberó a los justos, que esperaban al Redentor, y les abrió las puertas del Cielo.


126

¿Qué lugar ocupa la Resurrección de Cristo en nuestra fe?

(CEC 631 CEC 638)

La Resurrección de Jesús es la verdad culminante de nuestra fe en Cristo, y representa, con la Cruz, una parte esencial del Misterio pascual.


127

¿Qué «signos» atestiguan la Resurrección de Cristo?

Además del signo esencial, que es el sepulcro vacío, la Resurrección de Jesús es atestiguada por las mujeres, las primeras que encontraron a Jesús resucitado y lo anunciaron a los Apóstoles. Jesús después «se apareció a Cefas (Pedro) y luego a los Doce, más tarde se apareció a más de quinientos hermanos a la vez» (1Co 15,5-6), y aún a otros. Los Apóstoles no pudieron inventar la Resurrección, puesto que les parecía imposible: en efecto, Jesús les echó en cara su incredulidad.


128

¿Por qué la Resurrección es también un acontecimiento trascendente?

(CEC 647 CEC 656-657)

La Resurrección de Cristo es un acontecimiento trascendente porque, además de ser un evento histórico, verificado y atestiguado mediante signos y testimonios, transciende y sobrepasa la historia como misterio de la fe, en cuanto implica la entrada de la humanidad de Cristo en la gloria de Dios. Por este motivo, Cristo resucitado no se manifestó al mundo, sino a sus discípulos, haciendo de ellos sus testigos ante el pueblo.


129

¿Cuál es el estado del cuerpo resucitado de Jesús?

(CEC 645-646)

La Resurrección de Cristo no es un retorno a la vida terrena. Su cuerpo resucitado es el mismo que fue crucificado, y lleva las huellas de su pasión, pero ahora participa ya de la vida divina, con las propiedades de un cuerpo glorioso. Por esta razón Jesús resucitado es soberanamente libre de aparecer a sus discípulos donde quiere y bajo diversas apariencias.


130

¿De qué modo la Resurrección es obra de la Santísima Trinidad?

(CEC 648-650)

La Resurrección de Cristo es una obra trascendente de Dios. Las tres Personas divinas actúan conjuntamente, según lo que es propio de cada una: el Padre manifiesta su poder, el Hijo «recobra la vida, porque la ha dado libremente» (Jn 10,17), reuniendo su alma y su cuerpo, que el Espíritu Santo vivifica y glorifica.


131

¿Cuál es el sentido y el alcance salvífico de la Resurrección?

(CEC 651-655 CEC 658)

La Resurrección de Cristo es la culminación de la Encarnación. Es una prueba de la divinidad de Cristo, confirma cuanto hizo y enseñó y realiza todas las promesas divinas en nuestro favor. Además, el Resucitado, vencedor del pecado y de la muerte, es el principio de nuestra justificación y de nuestra resurrección: ya desde ahora nos procura la gracia de la adopción filial, que es real participación de su vida de Hijo unigénito; más tarde, al final de los tiempos, Él resucitará nuestro cuerpo.

«JESUCRISTO SUBIÓ A LOS CIELOS, Y ESTÁ SENTADO


A LA DERECHA DE DIOS, PADRE TODOPODEROSO»



132

¿Qué representa la Ascensión?

(CEC 659-667)

Cuarenta días después de haberse mostrado a los Apóstoles bajo los rasgos de una humanidad ordinaria, que velaban su gloria de Resucitado, Cristo subió a los cielos y se sentó a la derecha del Padre. Desde entonces el Señor reina con su humanidad en la gloria eterna de Hijo de Dios, intercede incesantemente ante el Padre en favor nuestro, nos envía su Espíritu y nos da la esperanza de llegar un día junto a Él, al lugar que nos tiene preparado.

«DESDE ALLÍ HA DE VENIR A JUZGAR


A VIVOS Y MUERTOS»



133

¿Cómo reina ahora el Señor Jesús?

(CEC 668-674 CEC 680)

Como Señor del cosmos y de la historia, Cabeza de su Iglesia, Cristo glorificado permanece misteriosamente en la tierra, donde su Reino está ya presente, como germen y comienzo, en la Iglesia. Un día volverá en gloria, pero no sabemos el momento. Por esto, vivimos vigilantes, pidiendo: «¡Ven, Señor Jesús!» (Ap 22,20).


134

¿Cómo se realizará la venida del Señor en la gloria?

(CEC 675-677 CEC 680)

Después del último estremecimiento cósmico de este mundo que pasa, la venida gloriosa de Cristo acontecerá con el triunfo definitivo de Dios en la Parusía y con el Juicio final. Así se consumará el Reino de Dios.


135

¿Cómo juzgará Cristo a los vivos y a los muertos?

(CEC 678-679 CEC 681-682)

Cristo juzgará a los vivos y a los muertos con el poder que ha obtenido como Redentor del mundo, venido para salvar a los hombres. Los secretos de los corazones serán desvelados, así como la conducta de cada uno con Dios y el prójimo. Todo hombre será colmado de vida o condenado para la eternidad, según sus obras. Así se realizará «la plenitud de Cristo» (Ep 4,13), en la que «Dios será todo en todos» (1Co 15,28).

CAPÍTULO TERCERO

«CREO EN EL ESPÍRITU SANTO»


136

¿Qué quiere decir la Iglesia cuando confiesa: «Creo en el Espíritu Santo»?

(CEC 683-686)

Creer en el Espíritu Santo es profesar la fe en la tercera Persona de la Santísima Trinidad, que procede del Padre y del Hijo y «que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria». El Espíritu Santo «ha sido enviado a nuestros corazones» (Ga 4,6), a fin de que recibamos la nueva vida de hijos de Dios.


137

¿Por qué la misión del Hijo y la del Espíritu son inseparables?

(CEC 687-690 CEC 742-743)

La misión del Hijo y la del Espíritu son inseparables porque en la Trinidad indivisible, el Hijo y el Espíritu son distintos, pero inseparables. En efecto, desde el principio hasta el fin de los tiempos, cuando Dios envía a su Hijo, envía también su Espíritu, que nos une a Cristo en la fe, a fin de que podamos, como hijos adoptivos, llamar a Dios «Padre» (Rm 8,15). El Espíritu es invisible, pero lo conocemos por medio de su acción, cuando nos revela el Verbo y cuando obra en la Iglesia.


138

¿Cuáles son los apelativos del Espíritu Santo?

(CEC 691-693)

«Espíritu Santo» es el nombre propio de la tercera Persona de la Santísima Trinidad. Jesús lo llama también Espíritu Paráclito (Consolador, Abogado) y Espíritu de Verdad. El Nuevo Testamento lo llama Espíritu de Cristo, del Señor, de Dios, Espíritu de la gloria y de la promesa.


139

¿Con qué símbolos se representa al Espíritu Santo?

(CEC 694-701)

Son numerosos los símbolos con los que se representa al Espíritu Santo: el agua viva, que brota del corazón traspasado de Cristo y sacia la sed de los bautizados; la unción con el óleo, que es signo sacramental de la Confirmación; el fuego, que transforma cuanto toca; la nubeoscura y luminosa, en la que se revela la gloria divina; la imposición de manos, por la cual se nos da el Espíritu; y la paloma, que baja sobre Cristo en su bautismo y permanece en Él.


140

¿Qué significa que el Espíritu «habló por los Profetas»?

(CEC 687-688 CEC 702-706 CEC 743)

Con el término «Profetas» se entiende a cuantos fueron inspirados por el Espíritu Santo para hablar en nombre de Dios. La obra reveladora del Espíritu en las profecías del Antiguo Testamento halla su cumplimiento en la revelación plena del misterio de Cristo en el Nuevo Testamento.


141

¿Cuál es la obra del Espíritu Santo en Juan el Bautista?

(CEC 717-720)

El Espíritu colma con sus dones a Juan el Bautista, el último profeta del Antiguo Testamento, quien, bajo la acción del Espíritu, es enviado para que «prepare al Señor un pueblo bien dispuesto» (Lc 1,17) y anunciar la venida de Cristo, Hijo de Dios: aquel sobre el que ha visto descender y permanecer el Espíritu, «aquel que bautiza en el Espíritu» (Jn 1,33).


142

¿Cuál es la obra del Espíritu Santo en María?

(CEC 721-726 CEC 744)

El Espíritu Santo culmina en María las expectativas y la preparación del Antiguo Testamento para la venida de Cristo. De manera única la llena de gracia y hace fecunda su virginidad, para dar a luz al Hijo de Dios encarnado. Hace de Ella la Madre del «Cristo total», es decir, de Jesús Cabeza y de la Iglesia su cuerpo. María está presente entre los Doce el día de Pentecostés, cuando el Espíritu inaugura los «últimos tiempos» con la manifestación de la Iglesia.


143

¿Qué relación existe entre el Espíritu y Jesucristo, en su misión en la tierra?

(CEC 727-730 CEC 745-746)

Desde el primer instante de la Encarnación, el Hijo de Dios, por la unción del Espíritu Santo, es consagrado Mesías en su humanidad. Jesucristo revela al Espíritu con su enseñanza, cumpliendo la promesa hecha a los Padres, y lo comunica a la Iglesia naciente, exhalando su aliento sobre los Apóstoles después de su Resurrección.


144

¿Qué sucedió el día de Pentecostés?

(CEC 731-732 CEC 738)

En Pentecostés, cincuenta días después de su Resurrección, Jesucristo glorificado infunde su Espíritu en abundancia y lo manifiesta como Persona divina, de modo que la Trinidad Santa queda plenamente revelada. La misión de Cristo y del Espíritu se convierte en la misión de la Iglesia, enviada para anunciar y difundir el misterio de la comunión trinitaria.

«Hemos visto la verdadera Luz, hemos recibido el Espíritu celestial,
hemos encontrado la verdadera fe: adoramos la Trinidad indivisible porque
Ella nos ha salvado» (Liturgia bizantina. Tropario de las vísperas de Pentecostés).


145

¿Qué hace el Espíritu Santo en la Iglesia?

(CEC 733-741 CEC 747)

El Espíritu Santo edifica, anima y santifica a la Iglesia; como Espíritu de Amor, devuelve a los bautizados la semejanza divina, perdida a causa del pecado, y los hace vivir en Cristo la vida misma de la Trinidad Santa. Los envía a dar testimonio de la Verdad de Cristo y los organiza en sus respectivas funciones, para que todos den «el fruto del Espíritu» (Ga 5,22).


146

¿Cómo actúan Cristo y su Espíritu en el corazón de los bautizados?

(CEC 738-741)

Por medio de los sacramentos, Cristo comunica su Espíritu a los miembros de su Cuerpo, y la gracia de Dios, que da frutos de vida nueva, según el Espíritu. El Espíritu Santo, finalmente, es el Maestro de la oración.

«CREO EN LA SANTA IGLESIA CATÓLICA»


La Iglesia en el designio de Dios



147

¿Qué designamos con la palabra «Iglesia»?

(CEC 751-752 CEC 777 CEC 804)

Con el término «Iglesia» se designa al pueblo que Dios convoca y reúne desde todos los confines de la tierra, para constituir la asamblea de todos aquellos que, por la fe y el Bautismo, han sido hechos hijos de Dios, miembros de Cristo y templo del Espíritu Santo.


148

¿Hay otros nombres e imágenes con los que la Biblia designe a la Iglesia?

(CEC 753-757)

En la Sagrada Escritura encontramos muchas imágenes que ponen de relieve aspectos complementarios del misterio de la Iglesia. El Antiguo Testamento prefiere imágenes ligadas alPueblo de Dios; el Nuevo Testamento aquellas vinculadas a Cristo como Cabeza de este pueblo, que es su Cuerpo, y las imágenes sacadas de la vida pastoril (redil, grey, ovejas), agrícola (campo, olivo, viña), de la construcción (morada, piedra, templo) y familiar (esposa, madre, familia).


149

¿Cuál es el origen y la consumación de la Iglesia?

(CEC 758-766 CEC 778)

La Iglesia tiene su origen y realización en el designio eterno de Dios. Fue preparada en la Antigua Alianza con la elección de Israel, signo de la reunión futura de todas las naciones. Fundada por las palabras y las acciones de Jesucristo, fue realizada, sobre todo, mediante su muerte redentora y su Resurrección. Más tarde, se manifestó como misterio de salvación mediante la efusión del Espíritu Santo en Pentecostés. Al final de los tiempos, alcanzará su consumación como asamblea celestial de todos los redimidos.


150

¿Cuál es la misión de la Iglesia?

(CEC 767-769)

La misión de la Iglesia es la de anunciar e instaurar entre todos los pueblos el Reino de Dios inaugurado por Jesucristo. La Iglesia es el germen e inicio sobre la tierra de este Reino de salvación.


151

¿En qué sentido la Iglesia es \IMisterio\i?

(CEC 770-773 CEC 779)

La Iglesia es Misterio en cuanto que en su realidad visible se hace presente y operante una realidad espiritual y divina, que se percibe solamente con los ojos de la fe.


152

¿Qué significa que la Iglesia es sacramento universal de salvación?

(CEC 774-776 CEC 780)

La Iglesia es sacramento universal de salvación en cuanto es signo e instrumento de la reconciliación y la comunión de toda la humanidad con Dios, así como de la unidad de todo el género humano.
 
La Iglesia: Pueblo de Dios, cuerpo de Cristo,


templo del Espíritu Santo



153

¿Por qué la Iglesia es el Pueblo de Dios?

(CEC 781 CEC 802-804)

La Iglesia es el Pueblo de Dios porque Él quiso santificar y salvar a los hombres no aisladamente, sino constituyéndolos en un solo pueblo, reunido en la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


154

¿Cuáles son las características del Pueblo de Dios?

(CEC 782)

Este pueblo, del que se llega a ser miembro mediante la fe en Cristo y el Bautismo, tiene pororigen a Dios Padre, por cabeza a Jesucristo, por condición la dignidad y la libertad de los hijos de Dios, por ley el mandamiento nuevo del amor, por misión la de ser sal de la tierra y luz del mundo, por destino el Reino de Dios, ya iniciado en la Tierra.


155

¿En qué sentido el Pueblo de Dios participa de las tres funciones de Cristo: Sacerdote, Profeta y Rey?

(CEC 783-786)

El Pueblo de Dios participa del oficio sacerdotal de Cristo en cuanto los bautizados son consagrados por el Espíritu Santo para ofrecer sacrificios espirituales; participa de su oficioprofético cuando, con el sentido sobrenatural de la fe, se adhiere indefectiblemente a ella, la profundiza y la testimonia; participa de su función regia con el servicio, imitando a Jesucristo, quien siendo rey del universo, se hizo siervo de todos, sobre todo de los pobres y los que sufren.


156

¿De qué modo la Iglesia es cuerpo de Cristo?

(CEC 787-791 CEC 805-806)

La Iglesia es cuerpo de Cristo porque, por medio del Espíritu, Cristo muerto y resucitado une consigo íntimamente a sus fieles. De este modo los creyentes en Cristo, en cuanto íntimamente unidos a Él, sobre todo en la Eucaristía, se unen entre sí en la caridad, formando un solo cuerpo, la Iglesia. Dicha unidad se realiza en la diversidad de miembros y funciones.


157

¿Quién es la cabeza de este Cuerpo?

(CEC 792-795 CEC 807)

Cristo «es la Cabeza del Cuerpo, que es la Iglesia» (Col 1,18). La Iglesia vive de Él, en Él y por Él. Cristo y la Iglesia forman el «Cristo total» (San Agustín); «la Cabeza y los miembros, como si fueran una sola persona mística» (Santo Tomás de Aquino).


158

¿Por qué llamamos a la Iglesia esposa de Cristo?

(CEC 796 CEC 808)

Llamamos a la Iglesia esposa de Cristo porque el mismo Señor se definió a sí mismo como «el esposo» (Mc 2,19), que ama a la Iglesia uniéndola a sí con una Alianza eterna. Cristo se ha entregado por ella para purificarla con su sangre, «santificarla» (Ep 5,26) y hacerla Madre fecunda de todos los hijos de Dios. Mientras el término «cuerpo» manifiesta la unidad de la «cabeza» con los miembros, el término «esposa» acentúa la distinción de ambos en la relación personal.


159

¿Por qué la Iglesia es llamada templo del Espíritu Santo?

(CEC 797-798 CEC 809-810)

La Iglesia es llamada templo del Espíritu Santo porque el Espíritu vive en el cuerpo que es la Iglesia: en su Cabeza y en sus miembros; Él además edifica la Iglesia en la caridad con la Palabra de Dios, los sacramentos, las virtudes y los carismas.

«Lo que nuestro espíritu, es decir, nuestra alma, es para nuestros miembros,
eso mismo es el Espíritu Santo para los miembros de Cristo, para el Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia» (San Agustín).


160

¿Qué son los carismas?

(CEC 799-801)

Los carismas son dones especiales del Espíritu Santo concedidos a cada uno para el bien de los hombres, para las necesidades del mundo y, en particular, para la edificación de la Iglesia, a cuyo Magisterio compete el discernimiento sobre ellos.

La Iglesia es una, santa, católica y apostólica



161

¿Por qué la Iglesia es \Iuna\i?

(CEC 813-815 CEC 866)

La Iglesia es una porque tiene como origen y modelo la unidad de un solo Dios en la Trinidad de las Personas; como fundador y cabeza a Jesucristo, que restablece la unidad de todos los pueblos en un solo cuerpo; como alma al Espíritu Santo que une a todos los fieles en la comunión en Cristo. La Iglesia tiene una sola fe, una sola vida sacramental, una única sucesión apostólica, una común esperanza y la misma caridad.


162

¿Dónde subsiste la única Iglesia de Cristo?

(CEC 816 CEC 870)

La única Iglesia de Cristo, como sociedad constituida y organizada en el mundo, subsiste (subsistit in) en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los obispos en comunión con él. Sólo por medio de ella se puede obtener la plenitud de los medios de salvación, puesto que el Señor ha confiado todos los bienes de la Nueva Alianza únicamente al colegio apostólico, cuya cabeza es Pedro.


163

¿Cómo se debe considerar entonces a los cristianos no católicos?

(CEC 817-819)

En las Iglesias y comunidades eclesiales que se separaron de la plena comunión con la Iglesia católica, se hallan muchos elementos de santificación y verdad. Todos estos bienes proceden de Cristo e impulsan hacia la unidad católica. Los miembros de estas Iglesias y comunidades se incorporan a Cristo en el Bautismo, por ello los reconocemos como hermanos.


164

¿Cómo comprometerse en favor de la unidad de los cristianos?

(CEC 820-822 CEC 866)

El deseo de restablecer la unión de todos los cristianos es un don de Cristo y un llamamiento del Espíritu; concierne a toda la Iglesia y se actúa mediante la conversión del corazón, la oración, el recíproco conocimiento fraterno y el diálogo teológico.


165

¿En qué sentido la Iglesia es \Isanta\i?

(CEC 823-829 CEC 867)

La Iglesia es santa porque Dios santísimo es su autor; Cristo se ha entregado a sí mismo por ella, para santificarla y hacerla santificante; el Espíritu Santo la vivifica con la caridad. En la Iglesia se encuentra la plenitud de los medios de salvación. La santidad es la vocación de cada uno de sus miembros y el fin de toda su actividad. Cuenta en su seno con la Virgen María e innumerables santos, como modelos e intercesores. La santidad de la Iglesia es la fuente de la santificación de sus hijos, los cuales, aquí en la tierra, se reconocen todos pecadores, siempre necesitados de conversión y de purificación.


166

¿Por qué decimos que la Iglesia es \Icatólica\i?

(CEC 830-831 CEC 868)

La Iglesia es católica, es decir universal, en cuanto en ella Cristo está presente: «Allí donde está Cristo Jesús, está la Iglesia Católica» (San Ignacio de Antioquía). La Iglesia anuncia la totalidad y la integridad de la fe; lleva en sí y administra la plenitud de los medios de salvación; es enviada en misión a todos los pueblos, pertenecientes a cualquier tiempo o cultura.


167

¿Es católica la Iglesia \Iparticular\i?

(CEC 832-835)

Es católica toda Iglesia particular, (esto es la diócesis y la eparquía), formada por la comunidad de los cristianos que están en comunión, en la fe y en los sacramentos, con su obispo ordenado en la sucesión apostólica y con la Iglesia de Roma, «que preside en la caridad» (San Ignacio de Antioquía).


168

¿Quién pertenece a la Iglesia católica?

(CEC 836-838)

Todos los hombres, de modos diversos, pertenecen o están ordenados a la unidad católica del Pueblo de Dios. Está plenamente incorporado a la Iglesia Católica quien, poseyendo el Espíritu de Cristo, se encuentra unido a la misma por los vínculos de la profesión de fe, de los sacramentos, del gobierno eclesiástico y de la comunión. Los bautizados que no realizan plenamente dicha unidad católica están en una cierta comunión, aunque imperfecta, con la Iglesia católica.


169

¿Cuál es la relación de la Iglesia católica con el pueblo judío?

(CEC 839-840)

La Iglesia católica se reconoce en relación con el pueblo judío por el hecho de que Dios eligió a este pueblo, antes que a ningún otro, para que acogiera su Palabra. Al pueblo judío pertenecen «la adopción como hijos, la gloria, las alianzas, la legislación, el culto, las promesas, los patriarcas; de él procede Cristo según la carne» (Rm 9,4-5). A diferencia de las otras religiones no cristianas, la fe judía es ya una respuesta a la Revelación de Dios en la Antigua Alianza.


170

¿Qué vínculo existe entre la Iglesia católica y las religiones no cristianas?

(CEC 841-845)

El vínculo entre la Iglesia católica y las religiones no cristianas proviene, ante todo, del origen y el fin comunes de todo el género humano. La Iglesia católica reconoce que cuanto de bueno y verdadero se encuentra en las otras religiones viene de Dios, es reflejo de su verdad, puede preparar para la acogida del Evangelio y conducir hacia la unidad de la humanidad en la Iglesia de Cristo.


171

¿Qué significa la afirmación «fuera de la Iglesia no hay salvación»?

(CEC 846-848)

La afirmación «fuera de la Iglesia no hay salvación» significa que toda salvación viene de Cristo-Cabeza por medio de la Iglesia, que es su Cuerpo. Por lo tanto no pueden salvarse quienes, conociendo la Iglesia como fundada por Cristo y necesaria para la salvación, no entran y no perseveran en ella. Al mismo tiempo, gracias a Cristo y a su Iglesia, pueden alcanzar la salvación eterna todos aquellos que, sin culpa alguna, ignoran el Evangelio de Cristo y su Iglesia, pero buscan sinceramente a Dios y, bajo el influjo de la gracia, se esfuerzan en cumplir su voluntad, conocida mediante el dictamen de la conciencia.


172

¿Por qué la Iglesia debe anunciar el Evangelio a todo el mundo?

(CEC 849-851)

La Iglesia debe anunciar el Evangelio a todo el mundo porque Cristo ha ordenado: «Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt 28,19). Este mandato misionero del Señor tiene su fuente en el amor eterno de Dios, que ha enviado a su Hijo y a su Espíritu porque «quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad» (1Tm 2,4)


173

¿De qué modo la Iglesia es misionera?

(CEC 852-856)

La Iglesia es misionera porque, guiada por el Espíritu Santo, continúa a lo largo de los siglos la misión del mismo Cristo. Por tanto, los cristianos deben anunciar a todos la Buena Noticia traída por Jesucristo, siguiendo su camino y dispuestos incluso al sacrificio de sí mismos hasta el martirio.


174

¿Por qué la Iglesia es \Iapostólica\i?

(CEC 857 CEC 869)

La Iglesia es apostólica por su origen, ya que fue construida «sobre el fundamento de los Apóstoles» (Ep 2,20); por su enseñanza, que es la misma de los Apóstoles; por su estructura, en cuanto es instruida, santificada y gobernada, hasta la vuelta de Cristo, por los Apóstoles, gracias a sus sucesores, los obispos, en comunión con el sucesor de Pedro.


175

¿En qué consiste la misión de los Apóstoles?

(CEC 858-861)

La palabra Apóstol significa enviado. Jesús, el Enviado del Padre, llamó consigo a doce de entre sus discípulos, y los constituyó como Apóstoles suyos, convirtiéndolos en testigos escogidos de su Resurrección y en fundamentos de su Iglesia. Jesús les dio el mandato de continuar su misión, al decirles: «Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo» (Jn 20,21) y al prometerles que estaría con ellos hasta el fin del mundo.



Compendio catecismo 108