Suma Teológica I Qu.8 a.3

ARTíCULO 3 Dios, ¿está o no está en todas partes por esencia, presencia y potencia?

 Objeciones por las que parece que se designa incorrectamente la presencia de Dios en las cosas cuando se dice que está por esencia, presencia y potencia:
£Objeciones: 1£. Estar por esencia en algo es ser esencial a aquello. Dios no está por esencia en las cosas, pues no es esencia de cosa alguna. Luego no debe decirse que Dios está en todas las cosas por esencia, presencia y potencia.
£2£. Estar presente en alguna cosa significa no dejarla. Que Dios esté por esencia en alguna cosa significa no dejarla. Luego es lo mismo estar Dios en las cosas por esencia que por presencia. Por lo cual resulta superfluo decir que Dios está en las cosas por esencia, presencia y potencia.
£3£. Como quiera que Dios es principio de todas las cosas por potencia, así también lo es por ciencia y voluntad. Pero no se dice que Dios esté en las cosas por ciencia y voluntad. Luego tampoco lo está por potencia.
£4£. Como la gracia es una cierta perfección que se añade a la sustancia, asi también se le añaden otras muchas perfecciones. Si se dice que Dios está de un modo especial presente en algunas cosas por gracia, también habrá un modo especial de estar Dios en las cosas para cualquier otra perfección.
Contra esto: está lo que dice Gregorio en el comentario al Cant. Cantic.: Dios está en las cosas de un modo general por presencia, potencia y sustancia; y de un modo especial se dice que está en algunos por gracia.
Respondo: Dios está en las cosas de un modo doble.

 1) Uno, como causa agente; y así se dice que está en todas las cosas creadas por él.

 2) Otro, como está en el agente el objeto de la acción. Esto es propio de las operaciones del alma como lo conocido está en el que conoce, y lo deseado en el que desea. De este segundo modo está Dios especialmente en las criaturas racionales, que le conocen y le aman actual o habitualmente. Como quiera que la criatura racional tiene esto por gracia, como veremos (q.43 a.3), se dice que está en los santos por gracia.
Lo referente a cómo está en las demás criaturas se puede entender considerando lo que sucede en las demás cosas humanas. Se dice que el rey está en potencia en todo su reino, aunque no esté presente físicamente en todas partes. Se dice que alguien está por presencia en todo lo que cae bajo su mirada. Así se dice que alguien está en casa y, sin embargo, sustancialmente no está en todas y cada una de las partes de la casa. Por sustancia o esencia se dice de aquel que está presente en un lugar ocupado por su totalidad física.
Hubo algunos, los maniqueos en concreto, que enseñaban que, así como las realidades espirituales e incorporales eran tales por potestad divina, las realidades visibles y corporales lo eran por potestad de su principio contrario.
 Contra ellos hay que decir que Dios está en todos por su poder. Hubo otros que, aun cuando confesaron que todo está sujeto al poder de Dios, sin embargo, negaban que la Providencia divina se ocupara de las cosas de este mundo siguiendo lo que se dice en (Jb 22,14): Se pasea por la bóveda del firmamento y se desentiende de lo nuestro. Contra éstos hubo que decir que está en todas partes.
 Además hubo quienes, aun cuando admitieron la providencia de Dios sobre todo, sostenían que no todo había sido creado por Dios de forma directa, sino que El creó de forma directa las primeras criaturas, y éstas crearon otras.
 Contra esos hay que decir que está en todas partes por esencia.
 Así, pues, hay que decir que está en todos por potencia en cuanto que todo está sometido a su poder; que está por presencia en todos en cuanto que todo queda al descubierto ante El; que está en todos por esencia en cuanto que está presente en todos como razón de ser, como se dijo (a.1).
 A las objeciones:
£Soluciones: 1£. Dios está presente en todos por esencia, pero no la esencia de las cosas, como si El fuera de la esencia de las cosas, sino por su esencia, porque su sustancia está presente en todos como razón de ser, como ya se dijo (a.l).
£2£. Algo puede estar en presencia de alguien por estar al alcance de la mirada, y, sin embargo, sustancialmente estar distante como ya se dijo. Así, es preciso establecer dos modos de estar: uno por esencia; otro, por presencia.
£3£. Al concepto de ciencia y de voluntad pertenece el que lo conocido esté en el que conoce, y lo querido en el que lo quiere. Por eso, y atendiendo a la ciencia y a la voluntad, lo creado está más en Dios que Dios en lo creado. En cambio, propio del poder es que sea principio de actuar en otro, de ahí que todo agente esté orientado, por su poder operativo, a algo externo a él. Es así como se puede decir que alguien está por potencia en otro.
£4£. Ninguna perfección añadida a la sustancia hace que Dios esté en alguien como algo conocido y amado. Sólo la gracia. Así, sólo la gracia hace que Dios esté de un modo especial en las cosas. Sin embargo, hay otro modo especial de estar Dios en el hombre: por unión. Pero esto ya lo trataremos (3 q.2).

ARTíCULO 4 ¿Es o no es propio de Dios estar en todas partes?

 Objeciones por las que parece que estar en todas partes no es propio de Dios:
£Objeciones: 1£. Según el Filósofo, lo universal está en todas partes permanentemente.
También la materia prima, por estar en todos los cuerpos, está en todas partes.
 Pero Dios no es nada de todo eso, como quedó demostrado (q.3 a.5,8). Luego
no es propio de Dios estar en todas partes.
£2£. El número está en lo numerado. Pero el universo entero está constituido en el número, como consta en (). Luego hay algún número que está en todo el universo; y, por tanto, en todas partes.
£3£. Como se dice en I Caeli et Mundi, el universo entero es como un todo corpóreo perfecto. Pero el universo entero está en todas partes, porque fuera de él no hay lugar. Luego no sólo Dios está en todas partes.
£4£. Si algún cuerpo fuera infinito, no habría lugar fuera de él. Luego estaría en todas partes. Así, no parece que sea propio de Dios estar en todas partes.
£5£. Dice Agustín en VI De Trin.: El alma está toda en el cuerpo, y toda en cada una de sus partes. Por tanto, si no hubiera en el mundo más que un único animal, su alma estaría en todas partes. Y así, no parece que sea propio de Dios estar en todas partes.
£6£. Escribe Agustín en su carta a Volusiano: Donde el alma ve, allí siente; donde siente, allí vive; donde vive, allí existe. Pero el alma lo ve casi todo, porque de forma sucesiva ve también en el cielo. Luego el alma está en todas partes.
Contra esto: está lo que dice Ambrosio en el libro De Spiritu Sancto: ¿Quién se atreverá a decir que el Espíritu Santo es una criatura, precisamente El que está en todo, en todas partes permanentemente, lo cual es propio de la divinidad? Respondo: Ante todo y sobre todo, estar en todas partes es propio de Dios.
 Digo ante todo porque, en cuanto tal, Dios está totalmente en todas partes.
 Pues si algo estuviese en todas partes, estando en diversos lugares según sus partes, no podría decirse que ante todo está en todas partes, ya que no puede aplicarse el ante todo a lo que es una particularidad de la parte. Ejemplo: Si un hombre tiene los dientes blancos, la blancura no corresponde ante todo al hombre, sino a los dientes. Y digo sobre todo porque no le corresponde estar accidentalmente en todas partes, es decir, como consecuencia de una suposición. Ejemplo: Un grano de mijo está en todas partes suponiendo que no existiera nada más que aquel grano de mijo.
 Así, pues, estar en todas partes sobre todo es propio de aquello que, considerado bajo cualquier aspecto o suposición, le corresponde estar en todas partes. Esto es lo que propiamente le corresponde a Dios. Pues, a pesar de que sean muchos los lugares que se supongan, incluso si hubiera muchos más de los que hay, necesariamente Dios estaría en todos porque nada puede existir si no es por El. Así, pues, ante todo y sobre todo le corresponde a Dios estar en todas partes, y es propio de El, porque, por muchos que sean los lugares que se pongan, es necesario que en cualquiera esté Dios. Y no una parte suya, sino todo El en sí mismo.
 A las objeciones:
£Soluciones: 1£. Lo universal y la materia prima están en todas partes ciertamente, pero no con el mismo ser.
£2£. Al número, por ser un accidente, no le corresponde estar en un lugar más que por accidente. Y en lo enumerado no está totalmente, sino en parte.
 Consecuentemente no está ante todo y sobre todo en todas partes.
£3£. El cuerpo entero del universo está en todas partes, pero no ante todo, pues su totalidad no está en cualquier lugar, sino sólo por partes. Y tampoco está simplemente por ser tal, pues, supuestos otros lugares, no estaría en ellos.
£4£. Si hubiera un cuerpo infinito, estaría por doquier, pero sólo por partes.
£5£. Si no hubiera más que un solo animal, efectivamente su alma estaría ante todo en todas partes, pero por accidente.
£6£. El alma puede ver en alguna parte, puede entenderse de dos maneras. La primera, cuando el adverbio en alguna parte indica el acto de ver por parte del objeto. Así es cierto que ver el cielo es ver en el cielo; y, por el mismo motivo, siente en el cielo. Sin embargo, no puede deducirse que viva y esté en el cielo, porque vivir y estar no conllevan el acto de pasar a algo externo a uno mismo.
La segunda manera de entenderlo es cuando el adverbio significa el acto de ver que procede del que ve. Así es cierto que, hablando en este sentido, el alma donde siente y ve, allí está y vive. Pero no se sigue que esté en todas partes.

CUESTIÓN 9 Sobre la inmutabilidad de Dios

 De lo dicho se sigue que hay que tratar ahora sobre la inmutabilidad y la eternidad divina que se sigue de la inmutabilidad. La cuestión sobre la inmutabilidad divina plantea y exige respuesta a dos problemas: 1. Dios, ¿es o no es completamente inmutable? 2. ¿Es o no es propio de Dios ser inmutable?

ARTíCULO 1 Dios, ¿es o no es completamente inmutable?

 Objeciones por las que parece que Dios no es completamente inmutable:
£Objeciones: 1£. Lo que se mueve a sí mismo, de algún modo es mutable. Pero, como dice Agustín en VIII Super Genesim ad litteram: El Espíritu creador se mueve más allá del tiempo y del espacio. Luego Dios de algún modo es mutable, 2. En el libro de la (), se dice que la Sabiduría supera en movilidad a iodos los móviles. Pero Dios es la misma Sabiduría. Luego Dios es móvil.
£3£. Acercarse y alejarse significan movimiento. Así, en la Escritura (Jc 4,8), se dice: Acercaos a Dios y Dios se acercará a vosotros. Luego Dios es mutable.
Contra esto: está lo que se dice en (Ml 3,6): Yo soy Dios, y no me mudo, Respondo: De lo establecido queda claro que Dios es completamente inmutable. Primero, porque, tal como quedó demostrado (q.2 a.3), existe un primer ser a quien llamamos Dios. Por ser primer ser requiere ser acto puro sin mezcla alguna de potencialidad, pues la potencia es absolutamente posterior al acto (q.3 a.1). Todo lo que de una manera u otra se muda, de un modo u otro está en potencia. Por lo cual, es imposible que Dios de algún modo se mueva.
 Segundo, porque todo lo que se mueve, con respecto a algo permanece, y con respecto a algo cambia. Ejemplo: La blancura que se cambia en negritud permanece en su sustancia. Así, en todo lo que se mueve hay alguna composición. Quedó demostrado (q.3 a.7) que en Dios no hay ningún tipo de composición sino que es completamente simple. Por todo lo cual, queda claro que Dios no puede mudarse. Tercero, porque todo lo que se mueve, por su movimiento adquiere algo que antes no tenía. Dios, por ser infinito, comprehende en sí mismo toda la plenitud de perfección de todo el ser (q.7 a.1) no pudiendo adquirir nada ni ampliarse en algo que antes no tuviera. De ahí que de ningún modo puede atribuírsele movimiento. Fue por esto, y como empujados por esta verdad, por lo que algunos antiguos determinaron que el primer principio era inmóvil.
 A las objeciones:
£Soluciones: 1£. En aquel texto Agustín usa los términos de Platón llamando movimiento a toda operación; y por eso decía que el primer motor se mueve a sí mismo. En este sentido se dice que son auténticos movimientos los actos de entender, querer y amar. Como quiera que Dios se entiende y se ama a sí mismo, dedujeron, en sentido platónico, que se mueve a sí mismo; pero no en el sentido que el movimiento y el cambio sean actos de lo que está en potencia, que es el sentido que le estamos dando ahora a la mutación y al movimiento.
£2£. Se dice que la Sabiduría es móvil en sentido metafórico, por cuanto difunde su semejanza hasta las últimas cosas; ya que nada podría existir si no procediera de la sabiduría divina, por cierta semejanza, como del principio eficiente y formal, tal como procede la obra artesana de la ciencia del artesano.
 Como quiera que la semejanza de la sabiduría divina desciende gradualmente desde los seres supremos, que son los que más participan de la semejanza, hasta los más ínfimos, que son los que menos participan, se dice que hay un cierto movimiento y progresión de la sabiduría divina en las cosas. También decimos que el sol baja hasta la tierra porque sus rayos llegan hasta la tierra.
 En este sentido dice Dionisio en c.1 Cael. Hier.: Todo proceso de la sabiduría divina llega hasta nosotros movido por el Padre de las luces.
£3£. En la Escritura se dicen cosas de Dios en sentido metafórico. Así como se dice que el sol entra y sale en la casa cuando sus rayos llegan hasta la casa, así también se dice que Dios se acerca o se aleja de nosotros cuando recibimos el influjo de su bondad o cuando lo echamos en falta.

ARTíCULO 2 ¿Es o no es propio de Dios ser inmutable?

 Objeciones por las que parece que no es propio de Dios ser inmutable:
£Objeciones: 1£. Dice el Filósofo en II Metaphys.' que la materia está en todo lo que se mueve. Pero hay algunas sustancias creadas, como los ángeles y las almas, que, según algunos, no tienen materia. Luego no es propio de Dios ser inmutable.
£2£. Todo lo que se mueve se mueve por algún fin. Lo que ya ha conseguido el último fin no se mueve. Pero algunas criaturas, como todos los bienaventurados, ya llegaron al último fin. Luego algunas criaturas son inmóviles.
£3£. Todo lo que es mutable, es variable. Pero las formas son invariables, pues, tal como se dice en el libro Sex principiorum, la forma consiste en una esencia simple e invariable. Luego no sólo es propio de Dios ser inmutable.
Contra esto: está lo que dice Agustín en el libro De Natura Boni: Sólo Dios es inmutable; pero ¡o que él hace, porque procede de la nada, es mutable.
Respondo: Sólo Dios es completamente inmutable. Toda criatura de algún
modo es mutable. Pues hay que saber que mutable se puede decir de algo de dos formas. Una, por la potencia que alberga en sí mismo; otra, por la potencia que hay en otro. Pues todas las criaturas, antes de que existieran, no era posible que existieran por una potencia creada, pues nada creado es eterno; sino sólo por la potencia divina en cuanto que Dios podría constituirlas en ser.
 De la misma forma que de Dios depende que las cosas tengan ser, de la misma forma depende de la voluntad de Dios que lo conserven; pues conservar el ser no es más que estar recibiendo siempre el ser, ya que si Dios retirase su influjo todo quedaría reducido a nada, como consta en Agustín, IV Super Gn. ad litt.
 Así, pues, de la misma forma que en la potencia del creador estaba que las cosas existieran antes de que existieran, de la misma forma en la potencia del Creador está el que, después de existir, no existan. Por tanto, en virtud de la potencia que hay en otro, Dios, son mutables, pues El las sacó de la nada y puede volverlas a la nada.
 Si se dice de algo que es mutable por la potencia existente en sí mismo, así también de algún modo toda criatura es mutable. Pues en la criatura hay una doble potencia, la activa y la pasiva. Llamo potencia pasiva a aquella por la cual algo puede alcanzar su perfección, bien sea la del ser, bien sea la del fin. Si consideramos la mutabilidad de algo por su potencia para ser, no todas las criaturas son mutables, sino sólo aquellas en las que se da algo que también puede darse en su no ser. Por eso, los cuerpos inferiores son mutables, en su mismo ser sustancial, pues su materia es compatible con la privación de su forma sustancial y con su ser accidental, siempre que la existencia del sujeto tolere la privación de la accidentalidad. Ejemplo: El sujeto hombre es compatible con no blanco; y así puede cambiar de blanco a no blanco. Pero si tal accidente proviene de los principios esenciales, su ausencia sería incompatible con la conservación del sujeto, y, por tanto, éste no puede cambiar con respecto a aquél. Ejemplo: La nieve no puede volverse negra.
 Por su parte, en los cuerpos celestes la materia no sufre la privación de la forma, porque la forma actualiza toda la potencialidad de la materia; por eso no son sustancialmente mutables, sino sólo según su sustancia local, porque el sujeto sufre la privación del lugar.
Las sustancias incorpóreas, que son formas subsistentes, y que, sin embargo, en sí mismas tienen idéntica relación a la existente entre potencia y acto, no sufren la privación del acto porque el existir sigue a la forma y nada se destruye si no se pierde la forma. Como quiera que en la forma no hay potencia para el no ser, tales sustancias son inmutables e invariables según el ser. Es lo mismo que dice Dionisio en el c.4 De Div. Nom.: Las sustancias intelectuales creadas están exentas de generación y corrupción lo mismo que las incorpóreas e inmateriales. Sin embargo, en ellas hay una doble mutabilidad. Una, porque están en potencia ordenadas a un fin; por eso en ellas se da la mutabilidad de elección entre bien y mal, como dice el Damasceno. Otra, por el lugar, por cuanto por su poder limitado pueden alcanzar una situación que antes no tenían. Esto no puede decirse de Dios, el cual, por su infinitud, llena todo lugar, como dijimos anteriormente (q.8 a.2). Así pues, en toda criatura hay potencia para la mutación. O bien sustancialmente, como los cuerpos corruptibles; o bien localmente, como los cuerpos celestes; o bien por su ordenación al fin o por la aplicación a su capacidad para diversas cosas, como los ángeles.
Umversalmente todas las criaturas en general son mutables por el orden del
 Creador en el cual está el que las cosas existan o no.
 Por todo lo cual, y como quiera que en Dios no se da ninguno de esos modos de mutabilidad, es propio de El ser completamente inmutable.
 A las objeciones:
£Soluciones: 1£. Esta objeción se refiere a la mutabilidad sustancial o accidental, pues de este tipo de movimiento trataron los filósofos.
£2£. Los ángeles buenos, además de la inmutabilidad del ser que tienen por naturaleza, poseen, por poder divino, la inmutabilidad de elección. Sin embargo, en ellos está la mutabilidad de situación.
£3£. Las formas son invariables porque no pueden ser sujeto de variación. Sin embargo pueden variar si por ellas varía el sujeto. Por eso, queda claro que varían según lo que son, ya que no son seres por ser sujeto, sino porque están en el sujeto.

CUESTIÓN 10 Sobre la eternidad de Dios

 Ahora hay que tratar lo referente a la eternidad de Dios. Esta cuestión plantea y exige respuesta a seis problemas: 1. ¿Que es la eternidad? 2. Dios, ¿es o no es eterno? 3. Ser eterno, ¿es o no es propio de Dios? 4. ¿Hay o no hay diferencia entre tiempo y eternidad? 5. Diferencia entre evo y tiempo.
£6£. ¿Hay o no hay un evo como hay un tiempo y una eternidad?

ARTíCULO 1 ¿Es o no es correcto definir la eternidad como la posesión total, simultánea y completa de la vida interminable?

 Objeciones por las que parece que no es correcto definir la eternidad como lo hace Boecio en V De consolatione al decir: la eternidad es la posesión total, simultánea y completa de la vida interminable.
£Objeciones: 1£. Lo interminable tiene sentido negativo Pero lo negativo no es aplicable más que a lo deficiente. A la eternidad no le corresponde lo deficiente. Luego en la definición de eternidad no debe entrar el término interminable.
£2£. Más aún. La eternidad tiene cierto sentido de duración. La duración afecta más al ser que a la vida. Luego en la definición de eternidad no debe entrar el término vida, sino, más bien, el término ser.
£3£. Se llama todo a lo que tiene partes. La eternidad, por ser simple, no admite partes. Luego no es correcto decir total.
£4£. Muchos días y muchos tiempos no pueden existir simultáneamente; pues se dice en Mi 5,2): Su origen está en el principio, en los días eternos; y en (Rm 16,25): Siguiendo la revelación de los misterios guardados en el silencio desde los tiempos eternos. Luego la eternidad no es total y simultánea.
£5£. Y también. Todo y completo es lo mismo. Así, pues, establecido el total sobra añadir completa.
£6£. La posesión no cuadra con la duración. Pero eternidad implica cierta duración. Luego la eternidad no es posesión.
Respondo: Así como llegamos al conocimiento de lo simple partiendo de lo compuesto, así también llegamos al conocimiento de eternidad partiendo del
tiempo, que no es más que el número de movimiento según el antes y el después . Como en todo movimiento hay sucesión, y una de sus partes viene después de la otra, contando el antes y el después del movimiento, conseguimos la noción de tiempo, que no es más que el número de lo anterior y de lo posterior en el movimiento. En cambio, en lo que carece de movimiento no es posible distinguir un antes y un después, ya que siempre está del mismo modo. Así, pues, como el concepto de tiempo consiste en la numeración de lo anterior y de lo posterior en el movimiento, así el concepto de eternidad consiste en la concepción de la uniformidad de lo que está absolutamente exento de movimiento. Además, se dice que son cronometrables aquellas cosas que en el tiempo tienen principio y fin, como consta en el IV Physic. Esto es así porque en todo lo que se mueve hay algún principio y algún final; mientras que en lo completamente inmutable, como no hay sucesión, tampoco puede haber principio ni fin. Así, pues, entendemos la eternidad partiendo de dos aspectos.
 El primero, referido a lo que se da en la eternidad y que es interminable, esto es, carente de principio y de fin (a lo cual se refiere el término). El segundo, referido a la misma eternidad como carente de sucesión, esto es, siendo toda ella simultaneidad.
 A las objeciones:
£Soluciones: 1£. Es costumbre definir lo simple por negación. Ejemplo: El punto es aquello que no tiene partes. Y esto es así no porque la negación sea esencial a lo simple, sino porque nuestro entendimiento, que primero comprehende lo compuesto, no puede llegar al conocimiento de lo simple más que siguiendo un proceso de eliminación de lo compuesto.
£2£. Lo que es verdaderamente eterno no sólo es ser, sino viviente; y el mismo vivir comprende en cierto modo la acción, no así el ser. De esta manera, la amplitud de la duración más bien parece que deba tomarse de la acción más que del ser. De ahí que el tiempo sea el número del movimiento.
£3£. La eternidad es llamada total no porque tenga partes, sino porque nada le falta.
£4£. Así como a Dios, que es incorpóreo, en la Escritura se le aplican metafóricamente nom- bres de las cosas materiales, asi a la eternidad, que es totalidad simultánea, se le aplican nombres de las realidades temporales sucesivas.
£5£. En el tiempo hay que considerar dos aspectos. Uno, el tiempo en sí mismo, que es sucesivo. Otro, el ahora del tiempo que es incompleto. A la eternidad se la llama totalidad simultánea para eliminar el tiempo; y completa para excluir el ahora del tiempo.
£6£. Lo que se posee, se tiene firmemente y seguro. Para designar la inmutabilidad e indefectibilidad de la eternidad, se usa la palabra posesión.

ARTíCULO 2 Dios, ¿es o no es eterno?

 Objeciones por las que parece que Dios no es eterno:
£Objeciones: 1£. Nada de lo hecho es atribuible a Dios. Pero la eternidad es algo hecho. Dice Boecio: El ahora que fluye hace el tiempo; el ahora que permanece hace la eternidad. Y Agustín en el libro Octoginta trium quaest.: Dios es el autor de la eternidad. Luego Dios no es eterno.
£2£. Lo que es anterior y posterior a la eternidad no puede ser medido por la eternidad. Pero Dios es anterior a la eternidad, tal como se dice en el libro De Causis ; y posterior a la eternidad, como se dice en (Ex 15,18): El Señor reinará eternamente y aún más. Luego a Dios no le corresponde ser eterno.
£3£. La eternidad es una cierta medida. Pero a Dios no le corresponde ser medido.
Luego no le compete ser eterno.
£4£. En la eternidad no hay presente, pasado ni futuro, ya que es totalidad simultánea, como quedó dicho (a.l). Pero en la Escritura se dicen de Dios cosas en presente, pasado y futuro. Luego Dios no es eterno.
Contra esto: está lo que dice Atanasio: El Eterno Padre, el Eterno Hijo, el Eterno Espíritu Santo.
Respondo:al problema. El concepto de eternidad se deriva de la inmutabilidad, como el de tiempo del movimiento, según ha quedado dicho (a.1). Como quiera que Dios es lo más inmutable, a El le corresponde en grado máximo ser eterno.
 No sólo es eterno, sino que es su misma eternidad. Por otra parte, ninguna otra cosa es su propia duración, porque ninguna es su propio ser. Dios es su mismo ser uniforme. Por lo cual, lo mismo que es su esencia, así también es su eternidad.
 A las objeciones:
£Soluciones: 1£. Según nuestro modo de entender, el ahora permanente hace eternidad. Del mismo modo que nuestra noción de tiempo la provoca nuestra percepción del fluir del ahora, la noción de eternidad la provoca nuestra idea del ahora permanente. Lo que dice Agustín, Dios es autor de la eternidad, debe entenderse de la eternidad participada. De hecho, Dios comunicó a algunos su eternidad como también su inmutabilidad.
£2£. La respuesta a esta objeción resulta evidente después de lo dicho. Pues, decir que Dios existe antes de la eternidad, se entiende que se trata de la eternidad participada en las criaturas inmateriales. De ahí que en el mismo texto se diga que la inteligencia se equipara a la eternidad. Lo que dice en el Éxodo (16,18): El Señor reinará eternamente y aún más, según otra versión, allí eterno es igual a siglo. Por eso se dice que reinará aún más porque su reino dura más que cualquier siglo, es decir, más que cualquier duración establecida.
 El siglo no es más que el perío- do de duración de una cosa, como se dice en el libro I De caelo . También se dice que reinará eternamente y aún más, porque, de existir algo que siempre hubiese sido, como el movimiento del cielo según algunos filósofos, sin embargo, Dios reinará aún más en cuanto que su reino es totalidad simultánea.
£3£. La eternidad no es más que el mismo Dios. Y no se dice que Dios sea eterno porque de algún modo sea mensurable, sino que se toma el concepto de medida sólo por nuestro modo de entender.
£4£. Los tiempos de los verbos son aplicados a Dios en cuanto que su eternidad incluye todos los tiempos, no porque El varíe por el presente, el pasado o el futuro.

ARTíCULO 3 Ser eterno, ¿es o no es propio de Dios?

 Objeciones por las que parece que ser eterno no es propio sólo de Dios:
£Objeciones: 1£. Se dice en el libro de (): Quienes preparan a los pueblos en la justicia serán como estrellas en perennes eternidades. No habría muchas eternidades si sólo Dios fuese eterno. Así, pues, no sólo Dios es eterno.
£2£. Se dice en (Mt 25,41): ¡Malditos, id al fuego eterno! Así, pues, no sólo Dios es eterno.
£3£. Todo lo necesario es eterno. Pero muchas cosas son necesarias, como todos los principios de demostración y todas las proposiciones demostrativas. Luego no sólo Dios es eterno.
Contra esto: está lo que dice Jerónimo a Marcelo: Sólo Dios no tiene principio.
Todo lo que tiene principio no es eterno. Luego sólo Dios es eterno.
Respondo: Verdadera y propiamente sólo en Dios está la eternidad. Porque, tal como se dijo (a.1), la eternidad deriva de la inmutabilidad, y sólo Dios es completamente inmutable, como quedó demostrado (q.9 a.2). Sin embargo, en la medida en que algunos participan de su inmutabilidad participan también de su eternidad. Por otra parte, hay seres que obtienen de Dios la inmutabilidad, pues no dejarán de existir. Así, Si 1,4) dice que la tierra permanece eternamente. Hay algunas cosas que, por su duración, la Escritura también las llama eternas aunque sean corruptibles. Así, el (Ps 75,5) dice: montes eternos; y en (Dt 33,15): collados eternos. Otros participan en mayor grado del concepto de eternidad por ser inmutables en cuanto al ser y también en cuanto a la operación, como ocurre en los ángeles y en los santos que ya gozan de la Palabra, porque por lo que respecta a la contemplación de la Palabra, en los santos no hay pensamientos cambiables, como dice Agustín en XV De Trin. De ahí que, de quienes contemplan a Dios, se diga que tienen la vida eterna, siguiendo aquello de (Jn 17,3): Esta es la vida eterna, que conozcan, etcétera.
 A las objeciones:
£Soluciones: 1£. Se dice que hay muchas eternidades porque son muchos los que participan de la eternidad por la misma contemplación de Dios.
£2£. El fuego del infierno es llamado eterno como sinónimo de interminable. Sin embargo, puede haber cambio en las penas de los condenados, según aquello
de (Jb 24,19): Pasarán de aguas de nieve a un calor inmenso. De ahí que en el infierno no haya auténtica eternidad, sino tiempo más largo, según aquello del (Ps 80,16): Su tiempo durará por los siglos.
£3£. Necesario expresa un modo de la verdad. Y lo verdadero está en el entendimiento, como dice el Filósofo en VI Metaphys. Así, pues, según eso, lo verdadero y lo necesario es eterno porque se da en el único entendimiento eterno, que es el divino. Pero de ahí no se deduce que, fuera de Dios, haya algo eterno.

ARTíCULO 4 ¿Hay o no hay diferencia entre tiempo y eternidad?

 Objeciones por las que parece que la eternidad no es distinta del tiempo:
£Objeciones: 1£. Es imposible que puedan aplicarse simultáneamente dos medidas de duración, a no ser que una sea parte de la otra. De hecho no hay simultáneamente dos días o dos horas; pero el día y la hora son simultáneos, porque la hora es parte del día. Pero la eternidad y el tiempo son simultáneos, pues ambos son cierta medida de duración. Como quiera que la eternidad no es parte del tiempo porque la eternidad incluye y sobrepasa el tiempo, parece que el tiempo es parte de la eternidad y no algo distinto de la eternidad.
£2£. Según el Filósofo en el IV Physic., el ahora del tiempo permanece idéntico mientras dura. Pero esto parece ser lo constitutivo del concepto de eternidad, que es la identidad indivisible en el transcurrir del tiempo. Luego la eternidad es el ahora del tiempo. Pero el ahora del tiempo no es algo sustancialmente distinto del tiempo. Luego la eternidad no es sustancialmente distinta del tiempo.
£3£. Así como la medida del primer movimiento es la medida de todos los movimientos, como se dice en IV Physic., parece que la medida del primer ser es la medida de todo ser. Pero la eternidad es la medida del primer ser, que es el ser divino. Luego la eternidad es la medida de todo ser. Pero el ser de las cosas corruptibles se mide con el tiempo. Luego el tiempo o es la eternidad o algo de la eternidad.
Contra esto: está el hecho de que la eternidad es totalidad simultánea. En el tiempo se da lo anterior y lo posterior. Luego el tiempo y la eternidad no son lo mismo.
Respondo: Es evidente que el tiempo y la eternidad no son lo mismo. El fundamento de su diversidad consiste para algunos en que la eternidad no tiene ni principio ni fin, mientras que el tiempo sí tiene principio y fin. Pero es ésta una diferencia accidental, no esencial. Porque, aun considerando que el tiempo no hubiese tenido principio ni fuera a tener fin, como sostienen quienes tienen por eterno el movimiento det cielo, aún se mantendría la diferencia entre eternidad y tiempo, como dice Boecio en el libro De consolat., porque la eternidad es totalidad simultánea, cosa que no le corresponde al tiempo; puesto que la eternidad es la medida del existir permanente, mientras que el tiempo lo
es del movimiento. Sin embargo, si la anterior diferencia la aplicamos a lo medido, pero no a las medidas, nos encontramos con otra fuerza argumental; pues con el tiempo se mide sólo lo que en el tiempo tiene principio y fin, como se dice en el IV Physic. De ahí que, si el movimiento del cielo durara siempre, el tiempo no se mediría por su duración total, pues lo infinito no es medible; pero sí podría medirse alguna rotación que en el tiempo tiene principio y fin. Sin embargo, puede haber otra razón argumental por parte de estas medidas, si se toma el fin y el principio en cuanto potencia. Porque, aun considerando que el tiempo siempre dure, sin embargo es posible señalar en el tiempo el principio y el fin siempre que tomemos alguna de sus partes, como, por ejemplo, decimos principio y fin del día o del año. Y esto no es aplicable a la eternidad. Sin embargo, estas diferencias presuponen lo que es la diferencia en sí misma, es decir, que la eternidad es totalidad simultánea y el tiempo no.
 A las objeciones:
£Soluciones: 1£. Aquel argumento tendría razón de ser si el tiempo y la eternidad fueran medidas del mismo género. Pero es falso si se analiza a partir de lo medido por el tiempo y lo medido por la eternidad.
£2£. El ahora del tiempo es el mismo sujeto en todo el tiempo, pero lo captamos como diferen- te. Pues, así como el tiempo responde al movimiento, el ahora del tiempo responde al móvil. El móvil es siempre el mismo a lo largo del tiempo, pero unas veces captado estando aquí, y otras allí. Esta alternancia es el movimiento. Algo parecido le sucede al ahora, pero atendiendo a la razón de la alternancia, que es el tiempo. La eternidad, en cambio, permanece la misma como sujeto y como realidad entendida. De ahí que la eternidad no sea lo mismo que el ahora del tiempo.
£3£. Así como la eternidad es la medida propia del mismo ser, el tiempo lo es del movimiento. Por eso, cuanto más apartado está algo de la permanencia en el ser, viéndose sometida al cambio, tanto más apartada estará de la eternidad y sometida al tiempo. Por lo tanto, el ser de lo corruptible, que es variable, no puede ser medido por la eternidad, sino por el tiempo, ya que el tiempo mide no sólo lo que varía realmente, sino todo lo que es variable. De ahí que no sólo mida el movimiento, sino también lo estable, que, al fin y al cabo, es el estado de aquello que ha nacido para estar en movimiento y no se mueve.

Suma Teológica I Qu.8 a.3