DICCIONARIO DE PATRÍSTICA- César Vidal Manzanares - Museo de Marsella


N

Nemesio de Emesa

Vida: Sólo sabemos de él que fue uno de los sucesores de Eusebio en la diócesis de Emesa.

Obras: Fue autor, a finales del s. IV, de un tratado Acerca de la naturaleza del hombre.

Nestorio

Vida: Nació con posterioridad al 381 de padres persas en Germanicia, Siria del Eufrates. Se educó en la escuela de Antioquía. Posteriormente ingresó en el monasterio de San Euprepio, adquiriendo fama como predicador en la iglesia de Antioquía de la que era sacerdote. El 428 Teodosio II lo elevó a la sede de Constantinopla. Aunque persiguió con dureza a los diversos herejes, pronto él mismo cayó bajo la sospecha al predicar la cristología antioquena públicamente. El 22 de junio del 431 fue depuesto por el concilio de Efeso, que había sido convocado por Teodosio a instancia suya. Ese mismo año Nestorio fue enviado por el emperador a su monasterio de San Euprepio y en el 435 el destierro imperial lo desplazó a Oasis, en el Egipto Superior. Vivía todavía en el 450 pero no sabemos lo que sucedió con él después de esta fecha.

Obras: Nestorio fue autor de multitud de obras pero, dada la orden del 435 de Teodosio II por la que se ordenaba la quema de sus libros, poco ha llegado hasta nosotros. En 1905, F. Loofs recopiló y editó los restos de su obra de la que sólo nos ha llegado íntegro el Bazar de Herádides de Damasco.

Teología: No es fácil establecer nítidamente cuál era la cristología de Nestorio. Su Bazar, de hecho, denota un altura de pensamiento que llevó a diversos autores (A. von Harnack, J. B. Bethune-Baker, I. Rucker, etc.) a revalorizarlo como teólogo. No obstante, sí está fuera de duda que enseñó que a María no se la podía llamar Zeotokos (madre de Dios) y que había dos personas separadas en Cristo encarnado.

Nicetas de Remesiana

Vida: Hasta los estudios de A. E. Burn y G. Morin poco sabíamos de determinado acerca de este obispo al que se había llegado incluso a confundir con Nicetas de Aquileya (454-485) y con Nicecio de Tréveris (527-566). Parece que ejerció su ministerio en Remesiana y que falleció después del 414.

Obras: Fue autor de una Instrucción para los competentes, dedicada a los catecúmenos, que no nos ha llegado completa, de un tratado Acerca de los diversos apelativos (relativos a Cristo), un sermón Acerca de la utilidad de los himnos, otro Acerca de las vigilias de los siervos de Dios y un Te Deum.

Nilo de Ancira

Vida: Abad o archimandrita de un monasterio cercano a Ancira (Ankara) a finales del s. IV e inicios del s. V. Fue discípulo de Juan Crisóstomo y murió poco después del 430. La biografía de él contenida en las Narraciones es evidentemente legendaria.

Obras: Desgraciadamente, buen número de las obras atribuidas a Nilo — en su práctica totalidad relacionadas con el ascetismo — se deben a otros autores, algunos de ellos incluso sospechosos de herejía.

Nilo Sinaíta

Nombre con el que también se conoce a Nilo de Ancira. Ver Nilo de Ancira.

Nonno de Panópolis

Vida: Poeta pagano egipcio, nacido en Panópolis hacia el 400. Se convirtió al cristianismo tras haber alcanzado una gran popularidad con su obra.

Obras: Escribió el poema griego más extenso que se conserva, la Dionisiaca, donde se relata en 48 libros el viaje de Dionisos a la India. También se le ha atribuido una Paráfrasis del Evangelio de Juan en hexámetros.

Novaciano

Vida: De origen posiblemente frigio, parece ser que padeció de posesión diabólica, y estando siendo ayudado por varios exorcistas, recibió el bautismo ante la creencia de que se hallaba a punto de morir (HE, VI, 43). Posteriormente no recibiría la confirmación pero sí fue ordenado como sacerdote. Hacía el 250 ya disfrutaba de una posición relevante dentro del clero romano. De hecho, se conocen dos cartas entre las de Cipriano de Cartago en que el clero de Roma coincide con éste en relación con el trato que debía darse a los lapsos, si bien retrasa la decisión hasta el momento en que se elija un nuevo obispo. Ambas cartas estaban firmadas por Novaciano — que demuestra en ellas ser un personaje nada corriente — y existe la posibilidad de que concibiera esperanzas de ser elegido como obispo de Roma. La elección de Cornelio en el 251 y la indulgencia de éste frente a los lapsos contribuyó a radicalizar la postura de Novaciano. Exigió que los apóstatas fueran excomulgados para siempre y provocó un cisma que, así parecen señalarlo las evidencias, arrancaba más de cuestiones personales que teológicas. El cisma de Novaciano logró adeptos desde España hasta Siria y su influencia persistió durante siglos, siendo sus seguidores autodenominados como "cázaroi" (puros) y viéndose excomulgados por un sínodo que tuvo lugar en Roma. No sabemos más de la vida ulterior de Novaciano aunque algunas fuentes apuntan al hecho de que murió mártir durante la persecución de Valeriano. De hecho, una tumba, con el nombre de Novaciano mártir, descubierta en Roma en el verano de 1932, cuenta con buenas posibilidades de haber sido la suya.

Obras: Escribió un tratado Acerca de la Trinidad, tres obras contra los judíos Acerca de la circuncisión, Acerca del sábado y Acerca de los alimentos judíos, una obra Acerca de los espectáculos, otra Acerca de las ventajas de la castidad y tres cartas.



O

Odas de Salomón

Descubiertas en 1905 por Rendell Harris, son un conjunto de 42 himnos — algunos de ellos con resabios gnósticos — que, escritos durante el s. II, pudieron tener inicialmente origen judío para ser, posteriormente, interpoladas por autores cristianos. En estas interpolaciones son de destacar algunos aspectos teológicos como la descripción de la Encarnación y del descenso "ad inferos." La oda 19 contiene la que, posiblemente, es la primera referencia al parto sin dolor de María. Ver Gnosticismo; Interpolaciones en los Apócrifos.

Olimpio

Vida: Obispo español del s. IV, citado por Agustín como "gran varón en la Iglesia y en la gloria de Cristo."

Obras: Fue autor de un Libro de la fe contra aquellos que llaman a la naturaleza y no al arbitrio para culpa suya.

Optato de Milevi

Vida: Sólo sabemos de él que fue obispo de Milevi (Numidia) durante los inicios del donatismo.

Obras: Pese a la casi total escasez de datos que tenemos de este autor, su obra reviste especial relevancia porque fue autor de la primera obra escrita contra los donatistas en una época — anterior a Aurelio y Agustín — en que la Iglesia africana no se había defendido aún con eficacia frente a ellos. Su escrito Contra la calumnia de la parte donaciana es conocida también con el título de Contra Parmeniano, obispo donatista, contra el que va dirigida. Ver Agustín; Donatiano.

Oráculos de Sexto

Colección de máximas morales atribuidas al filósofo pitagórico Sexto. Al parecer, un autor cristiano — quizá de Alejandría — las revisó a finales del s. II. Dado el parecido de algunas de las máximas con el pensamiento de Clemente de Alejandría, se ha pensado en la posibilidad de que él hubiera sido el revisor de las sentencias.

Oráculos sibilinos

La literatura sibilina es un género literario nacido en el paganismo en el que las sibilas — que a diferencia de las pitonisas de Delfos no eran personajes reales — predecían el futuro. El género comenzó a ser utilizado por los judíos un par de siglos antes de Cristo y de ellos pasó a los cristianos. Como sucedería con otros aspectos espirituales, la utilización feliz de este género por los cristianos motivó su abandono por parte de los judíos. Los vv. 249-251 del libro II de los Oráculos sibilinos, que ha sido fechado en el s. II (E. Suárez de la Torre) y III (A. Diez-Macho), han sido considerados por algunos autores como interpolación cristiana y, a la vez, como el primer texto donde se hace referencia a la intercesión de la virgen María (Kurfess, E. Suárez de la Torre). El pasaje en cuestión tiene dudoso apoyo textual — como señaló el franciscano B. Bagatti — pero, con todo, como ha señalado C. Vidal Manzanares, la iconografía del texto parece más apuntar a que el mismo va referido a la nación de Israel, como intercesora — ¡que además fracasa! — en favor de los gentiles, y sería por lo tanto totalmente judío. El pasaje que se halla en VIII, 456-472 sí que parece ser una interpolación cristiana con influencias considerables, sobre todo del Evangelio de Lucas. Ver Interpolaciones en los Apócrifos.

Orencio

Vida: Hoy se suele identificar a Orencio con el obispo de Auch, en Gascuña, que en el 439 intervino como mediador entre los visigodos, por un lado, y Aecio y Lictorio, por otro.

Obras: Fue autor de un Commonitorio, sermón en verso, en el que se recoge una breve confesión de fe trinitaria seguida por una exposición de la moral.

Oriencio

Ver Orencio.

Orígenes

Vida: Nacido hacia el 185 en una familia cristiana de Alejandría, su padre murió mártir durante la persecución de Severo (202). Al haber confiscado su patrimonio la administración imperial, tuvo que dedicarse a la enseñanza para subsistir y sostener a su familia. Se le confió la escuela de catecúmenos de Alejandría, que dirigió llevando una vida ejemplar. Durante este período de tiempo es cuando se sitúa su famosa auto-castración. Durante el período que va del 203 al 231, en que dirigió la escuela de Alejandría, viajó a Roma, Arabia y Palestina con ocasión del saqueo de Alejandría por Caracalla. Ordenado sacerdote de paso por Cesárea, Demetrio de Alejandría, según Eusebio, movido por la envidia, convocó un sínodo en el que, argumentando que un castrado no podía ser ordenado sacerdote, se excomulgó a Orígenes. En el 231 otro sínodo lo depuso del sacerdocio. A la muerte de Demetrio (232), Orígenes regresó a Alejandría, pero Heracles, el nuevo obispo, renovó la excomunión. Ante aquella situación Orígenes partió a Cesárea de Palestina, comenzando una etapa distinta de su vida, pues el obispo de esta ciudad lo invitó a fundar una nueva escuela de teología. Hacia el 244 volvió a Arabia, logrando convencer al obispo de Bostra, Berilo, del error de su monarquianismo. Tras pasar por numerosas penalidades durante la persecución de Decio, murió en Tiro el 253. Tras su muerte se discutió — con razón — el carácter heterodoxo de algunas de sus ideas. Hacia el 400, Epifanio de Salamis lo condenó en un sínodo que tuvo lugar cerca de Constantinopla, y el papa Anastasio hizo lo mismo en una carta pastoral. El concilio de Constantinopla (543) pronunció quince anatemas contra él, decisión que fue suscrita por Virgilio, el obispo de Roma, y los demás patriarcas.

Obras: Epifanio señala que Orígenes escribió unas seis mil obras, pero, perdidas en su mayor parte a causa de las controversias relativas a su carácter herético, sólo conocemos el título de unas ochocientas. La mayor parte de las mismas están relacionadas con la Biblia siendo sus Hexaplas el primer intento de llegar a un texto crítico del Antiguo Testamento. En ellas aparecía el texto del Antiguo Testamento en seis bandas — hebreo con alfabeto hebreo, hebreo con alfabeto griego, traducción griega de Aquila, traducción griega de Símmaco, los LXX y traducción de Teodoción. En los Salmos añadió tres versiones más formando las Ennéaplas Asimismo redactó otra edición con sólo cuatro columnas, las Tetraplas. Escribió asimismo homilías, comentarios y escolios relacionados con todos los libros del Antiguo y el Nuevo Testamento. Redactó también diversas obras dogmáticas (El PeriArjón, La disputa con Herádides, el tratado Acerca de la resurrección, etc.) y apologéticas, siendo la más importante el Contra Celso.

Teología: En relación con la doctrina de la Divinidad, Orígenes utilizó frecuentemente el término "trinidad," rechazando el modalismo que no distinguía entre las tres personas divinas. Insiste en que el Hijo no tuvo principio ni hubo un tiempo en que no fuera. Asimismo dio vida al término "consustancial" (homoousios) que tanta trascendencia tendría en el enfrentamiento con Arrio. Con todo, Orígenes supone un orden jerárquico dentro de la Trinidad, lo que explica que se le acusara de subordinacionismo.

Mariológicamente: Aunque Sozomeno (HE VII, 32) señala que Orígenes denominó madre de Dios (Zeotokos) a María, lo cierto es que no nos ha llegado ningún pasaje suyo que avale tal afirmación. Sí es cierto, no obstante, que insiste en la necesidad de recibir a María como madre para poder comprender el Evangelio (Comm. In Joh, I:6). Eclesiológicamente, Orígenes considera a la Iglesia como pueblo de los creyentes y cuerpo de Cristo. Fuera de esa casa, nadie puede salvarse ni puede haber fe, ya que los herejes no tienen fe sino credulidad vana. Sacramentalmente, Orígenes abogó por el bautismo de infantes (Hom in. Lev, VIII, 3) como medio de remitir el pecado con el que éstos nacen. Orígenes creía en sólo una remisión de los pecados, la bautismal, si bien para obtener el perdón por los pecados cometidos tras el bautismo enumera otros siete medios: el martirio, la limosna, el perdón de los que nos ofenden, la conversión del pecador, la práctica del amor y la confesión del pecado — en ocasiones parece referirse a un sacerdote, en otras a un creyente maduro el que debe aconsejar al pecador si es conveniente que confíese el mismo en público o no. La idolatría, el adulterio y la fornicación sí parece que quedaban limitados al perdón sacerdotal, que debía venir precedido por una excomunión pública y prolongada. En cuanto a la Eucaristía, coexiste en Orígenes una interpretación alegórica (que identifica el cuerpo y la sangre escritúrales con la enseñanza de Cristo) con otra realista, mediante la que afirma que, por la oración, el pan se convierte en cuerpo santo. Orígenes parecía sostener que la interpretación literal era la común en la Iglesia pero destinada a las almas simples (In Mat XI: 14), mientras que la simbólica es más digna de Dios y es la sostenida por los sabios (In **Ioh XXXII:24; In Mat, **LXXXVI). Dudosas fueron empero las ideas escatológicas de Orígenes que negaba el castigo eterno de los condenados sustituyéndolo por un fuego purificador para todos, que concluiría con una salvación universal — sin excluir ni a Satanás ni a los demonios — en un proceso de restauración cósmica o apokatastasis. Esta tesis junto a la de la preexistencia de las almas — un resabio platonista — y algunas conclusiones derivadas de una alegorización excesiva del texto bíblico, como la de atribuir un estado espiritual y sin cuerpo físico a los seres humanos antes de la caída, fueron condenadas correctamente por la Iglesia en repetidas ocasiones, como hemos señalado con anterioridad. Ver Epifanio de Salamis.

Orosio

Ver Paulo Orosio.

Orsiesio

Vida: Sucesor de Pacoinio y Petronio. Falleció en torno al 380.

Obra: Se le ha atribuido un tratado titulado Doctrina de la institución de los monjes, que figura como apéndice en la traducción de Jerónimo de la regla de Pacomio. Para algunos autores (Quasten, etc.), la minuciosidad de la obra hace que sea una fuente incluso más valiosa a la hora de estudiar el espíritu de Pacomio que la regla de éste.

Osio de Córdoba

(c. 257-c. 357). Obispo de Córdoba, España, (c. 295) que padeció la persecución lanzada por Maximiano contra los cristianos (303-305). Tomó parte en el concilio de Elvira (c. 306) y se manifestó como un formidable oponente de arríanos y donatistas. Asesor del emperador Constantino, en lo que a asuntos eclesiásticos se refiere (312-326), desempeñó un muy relevante papel en el concilio de Nicea (325), presidiendo, además, el de Sárdica (343). Su oposición al emperador Constancio II, que pretendía obtener la condena de Atanasio, provocó su detención en Sir-mio. Sería allí donde, bajo presión, suscribiría (357) una fórmula que implicaba concesiones hacia los arríanos. Puesto en libertad de nuevo, y de regreso a su diócesis, repudiaría la firma atribuyéndola a la fuerza a que se le había sometido. Falleció poco después.



P-Q

Pablo de Samosata

Vida: Nacido en Samosata, fue gobernador y ministro del tesoro de Zenobia de Palmira. En el año 260 fue consagrado obispo de Antioquía. Sustentador de la tesis de que Cristo había sido sólo un "hombre ordinario" (HE VII, 27), entre los años 264 y 268 se celebraron tres sínodos en Antioquía con la intención de discutir sus opiniones cristológicas. El tercero (268) lo depuso finalmente. Curiosamente, sin embargo, el concilio condenó la palabra "homoousios" (consustancial) por el hecho de que la empleaba Pablo, término que, posteriormente, sería esencial en la lucha contra el arrianismo. Ver Arrio.

Paciano de Barcelona

Vida: Obispo de Barcelona, muerto durante el reinado de Teodosio, si bien con anterioridad al 392.

Obra: Fue autor de varios opúsculos como el Cervus (contra las fiestas paganas de año nuevo) y el Contra novacianos.

Pacomio

Vida: Nacido en una familia pagana, se convirtió al cristianismo a los veinte años educándose en la escuela ascética de Palemón. En torno al 320 inició su primer cenobio, en Tabennisi, cerca de Dendera, en la Tebaida. Con ello sentaba las bases del monacato comunitario que existe hasta el día de hoy. Murió en el 346.

Obras: La Regla de Pacomio nos ha llegado de manera fragmentaria — salvo por la traducción latina de Jerónimo que tanto influyó en Occidente — y en dos recensiones. Aparte de esto fue autor de unas exhortaciones a los monjes y once cartas a abades y hermanos de los monasterios. Curiosamente dos de éstas se hallan escritas en clave que aún no ha sido descifrada.

Padres Alejandrinos

Ver Ammonio; Clemente de Alejandría; Constitución eclesiástica de los Apóstoles; Dionisio de Alejandría; Hesiquio de Jerusalén; Orígenes; Panteno; Pedro de Alejandría; Pierio.

Padres Apostólicos

Ver Clemente de Roma; Didajé; Epístola de Bernabé; Ignacio de Antioquía; Papías de Hierápolis; Pastor de Hermas; Policarpo de Esmirna.

Padres Capadocios

Ver Basilio el Grande; Gregorio de Nacianzo; Gregorio de Nisa; Anfdoquio de Iconio; Asterio de Amasea.

Paladio

Vida: Nació en Gaiacia el 363 ó 364. En el 388 se trasladó a Egipto para relacionarse con los ermitaños. Incapaz de completar su noviciado con el ermitaño de Tebas, Doroteo, a causa de un quebrantamiento de salud, marchó en el 390 a Nitria y luego a Celia con Macario y Evagrio. Tras volver a caer enfermo, se le aconsejó marchar a Palestina donde el clima es más benigno. Hacia el 400 fue consagrado obispo de Elenópolis, en Bitinia. En el 405 marchó a Roma para defender la causa de Juan Crisóstomo, siendo desterrado al año siguiente por Arcadio al Egipto Superior. De regreso en el 412-413, fue consagrado obispo de Aspuna, Galacia. Falleció poco después del concilio de Efeso (431).

Obras: Fue sin duda el historiador monástico más relevante. Su obra más notable es la Historia Lausiaca — el nombre deriva de Lauso, camarlengo de Teodosio II, al que iba dedicada-, pero también redactó un Diálogo acerca de la vida de san Juan, posiblemente la fuente más importante para la biografía de Juan Crisóstomo, y un tratado Acerca del pueblo de la India y de los brahmanes, aunque lo más posible es que sólo sea suya la primera parte de esta obra. Ver Evagrio; Juan Crisóstomo; Macario.

Panfilo de Cesárea

Vida: Nacido en Berito de Fenicia, Panfilo estudió en Alejandría bajo Pierio, el sucesor de Orígenes. Posteriormente se estableció en Cesárea de Palestina, donde fue ordenado sacerdote por Agapito. Maestro de Eusebio de Cesárea, fue torturado y encarcelado durante la persecución de Maximino Daia (307), siendo ejecutado en el 309 ó 310.

Obras: Escribió una Apología de Orígenes y destacó asimismo por su labor de bibliotecario y copista.

Panteno

Vida: Nacido en Sicilia, filósofo estoico primero y convertido al cristianismo después, emprendió entonces un viaje misionero que lo llevó hasta la India. Llegado a Alejandría, fue el primer director conocido de esta escuela, ocupándose de la misma hasta poco antes del 200.

Obras: Realmente ignoramos si escribió alguna obra. Con todo, H. I. Marrou le ha atribuido la redacción de la Epístola a Diogneto. Ver Epístola a Diogneto.

Papías de Hierápolis

Vida: Obispo de Hierápolis en el Asia Menor. Según Ireneo (Adv. haer. V, 33) fue amigo de Policarpo de Esmirna y llegó a escuchar la predicación de san Juan. Con todo, el hecho de que hable de un Juan apóstol y de otro discípulo no permite discernir realmente a cuál escuchó.

Obras: Fue autor de una Explicación de los dichos del Señor hacia el 130 si bien nos han llegado escasísimos fragmentos de esta obra.

Teología: Poco sabemos de la teología de este autor aun cuando resulta evidente que mantuvo una postura en escatología favorable al milenarismo.

Pastor

Vida: Obispo ordenado en Lugo junto con Siagrio en el 433. Fue obispo de Palencia y murió preso en Orleans el 457.

Obras: De él sabemos que escribió un símbolo de la fe cristiana en el que se condena, entre otros, a los priscilianistas. Hoy en día existe un acuerdo casi generalizado en identificar ese símbolo con el Libelo a modo de símbolo — una ampliación del símbolo del primer concilio de Toledo del 400 — que publicó P. Labbe. Ver Prisciliano.

Pastor de Hermas

Escrito clasificado entre los denominados Padres Apostólicos, otros autores prefieren considerarlo un apocalipsis apócrifo (Quasten), lo que no deja de ser discutible. El autor era posiblemente judío convertido al cristianismo y de vida familiar desdichada. La obra narra diversas visiones experimentadas por Hermas en Roma, posiblemente en la época de Clemente pero cuya redacción final tuvo lugar en el pontificado de Pío I. Ireneo, Tertuliano — en su período montanista — y Orígenes consideraron la obra inspirada y formando parte de la Sagrada Escritura. En Occidente, no obstante, no fue muy conocida. El Fragmento Muratoriano habla de que sólo podía leerse en privado, pero Orígenes nos ha dejado noticia de que también se leía en público en algunas iglesias.

Teología: Sacramentalmente, el Pastor de Hermas conoce una penitencia o perdón de los pecados aparte de la dispensada en el bautismo, pero da la impresión de que ésta se prodiga una sola vez en la vida, lo que ha provocado fuertes controversias. Asimismo considera que el bautismo es indispensable para la salvación, hasta el punto de afirmar que los apóstoles y maestros experimentaron un descenso "ad inferos" con la finalidad de bautizar a los justos fallecidos antes de Cristo. Cristológicamente, el Pastor identifica al Espíritu Santo con el Hijo de Dios, si bien cree en la Trinidad que, para él, estaría compuesta por el Padre, el Espíritu Santo o Hijo de Dios y el Salvador. Eclesiológicamente, Hermas considera a la Iglesia como la primera de las criaturas ya que por ella fue creado el mundo. Moralmente, permite las segundas nupcias pero rechaza la posibilidad de divorcio, aunque admite la separación de la adúltera.

Paulino de Nola

Vida: Meropio Poncio Anicio Paulino nació de familia aristocrática senatorial hacia el 353 en Burdigala (Burdeos). Tuvo como maestro a Ausonio. Hacia los 20 años marchó a Roma y en el 379 fue nombrado gobernador de Campania. Casado con Terasia — que presuntamente influyó en su visión espiritual de la vida — vivió en España y posteriormente recibió el bautismo en Burdeos el 389 y fue ordenado el 394 en Barcelona. Al año siguiente vendió sus inmensas posesiones y marchó a Nola a vivir una existencia monástica. Entre el 409 y el 413 fue ordenado obispo, y murió hacia el 431.

Obras: Fue autor de un conjunto de cartas — el Epistolario — y de una colección de poemas. Es posible que escribiera una obra contra los paganos que no nos ha llegado y un panegírico del emperador Teodosio.

Paulino de Pella

Vida: Nació en Pella (Macedonia) a fines del 376 o inicios del 377, siendo abuelo materno suyo Ausonio. A los nueve meses de su nacimiento su familia se trasladó a Cartago y luego a Burdigala, donde realizó sus estudios y se casó. Habiendo mantenido una postura colaboracionista con los godos, padeció después las represalias de los galo-romanos. Experimentó su conversión hacia el 421 ó 422 y pasó la parte final de su vida en Marsella, muriendo hacia el 459.

Obras: Fue autor del Eucarístico, un poema autobiográfico publicado el 459 destinado a dar gracias a Dios por la manera en que había intervenido en su vida.

Paulo Orosio

Vida: Nació en Braga entre el 375 y el 380. Ante la invasión de los godos se refugió en África, donde entrega a Agustín una memoria de los errores priscilianistas y origenistas que circulaban por la Península Ibérica. Enviado por Agustín a Belén para consultar a Jerónimo sobre el problema del origen del alma, en el 415 asiste en Jerusalén al sínodo convocado por el obispo Juan contra Pelagio ("renacuajo" y "dragón abominable" en términos de Orosio). Ante el callejón sin salida al que se llegó, se optó por remitir la solución del problema al papa Inocencio. Al no serle posible volver a España ya en poder de los bárbaros, Orosio optó por regresar a Hipona.

Obras: Escribió un Commonitorio acerca del error de los priscilianistas y origenistas, un Libro apologético contra los pelagianos y siete libros de Historias contra los paganos. Ver Agustín; Orígenes; Pelagio; Prisciliano.

Pectorio

Nombre al que va referido un epitafio cristiano hallado en siete pedazos en un antiguo cementerio cristiano cercano a Autún (Francia) en 1830. J. P. Pitra — al igual que J. B. De Rossi — lo dató a inicios del s. II, mientras que E. Le Blant y J. Wilpert lo sitúan a finales del s. III. Quasten se ha inclinado por una datación entre el 350 y el 400 en base a la forma y al estilo de las letras, si bien reconoce que la fraseología es igual a la del epitafio de Abercio. El poema que aparece en este epitafio — tres dísticos y cinco hexámetros — es en su primera parte de carácter doctrinal y denomina al bautismo "fuente inmortal de divinas aguas," a la vez que atestigua la costumbre primitiva de recibir la comunión en las manos. En la segunda parte, Pectorio pide por su madre y rogaba a sus familiares una oración "en la paz del Pez." Ver Abercio.

Pedro de Alejandría

Vida: Consagrado obispo de Alejandría hacia el 300, se vio obligado a abandonar la ciudad durante la persecución de Diocleciano. Murió mártir en el 311. En su ausencia, el obispo de Licópolis, Melecio, se apoderó de su diócesis y de otras cuatro, cuyos obispos habían sido encarcelados durante la persecución. Pedro lo depuso en un sínodo alejandrino (305-306), pero Melecio, lejos de someterse, se constituyó en defensor de una postura rigorista — Iglesia de los mártires — que ni siquiera Nicea llegó a reducir.

Obras: Fue autor de varios tratados (Acerca de la divinidad, Acerca del alma, Acerca de la resurrección, etc.) y de una Carta a los alejandrinos sobre Melecio.

Pedro Crisólogo

Vida: Nació supuestamente en Ravena entre el 425 y el 429. Entre el 448 y el 449 escribió a Eutiques invitándolo a someterse a las decisiones del papa León. Falleció entre el 449 y el 458.

Obras: Los estudios de A. Olivar nos permiten hoy en día tener una idea bastante precisa de los escritos auténticos de Pedro Crisólogo. Estos serían una carta, 168 sermones de la Colección Feliciana (s. VIII) y 15 extravagantes. El Rollo de Ravena, así como otros escritos, deben ser rechazados como suyos.

Pelagio

Vida: Nació en Bretaña hacia el 354, posiblemente hijo de funcionarios romanos de la región. Entre el 380 y el 384 llegó a Roma, siendo papa Atanasio, y fue bautizado. Discutible es si fue monje, aunque V. Grossi cree que pudo serlo de la especie seglar no cenobítica. Gozó de gran predicamento entre las grandes familias romanas. En el 410, tras el saqueo de Roma, se refugió en África y de allí pasó a Jerusalén. A fines del 415 dos obispos galos exilados, Eros y Lázaro de Aix, acusaron en Dióscopolis a Pelagio de defender la posibilidad de impecabilidad real del hombre en base a su libre albedrío y a su capacidad de obedecer los mandamientos divinos. La disputa, planteada magistralmente por Pelagio, que se distanció de Celestio, concluyó con la absolución de éste. No obstante, su Cartilla de defensa llegó a Agustín provocando la reacción de cinco obispos africanos que suplicaron a Inocencio I que condenara a Pelagio, lo que aquél hizo manifestando, no obstante, que esperaba que cambiara de postura. Muerto Inocencio el 417, le sucedió Zósimo, que convocó a Pelagio y a Celestio en la basílica de san Clemente para aquel mismo año. Estos adoptaron una línea de defensa de nuevo brillantísima hasta el punto de no sólo salir absueltos sino también de lograr la revocación de la condena de Celestio del 411. Los africanos convocaron entonces un concilio en su continente, donde se elaboró un volumen que fue llevado a Roma para exigir la condena de Pelagio y Celestio. Zósimo respondió en el 418 no cediendo a las pretensiones de los africanos. Estos recurrieron entonces a Ravena, de donde emanó un rescripto de condena de 30 de abril del 418 y otro más a final de aquel mismo año. El concilio de Cartago de aquel mismo año condenó varias proposiciones pelagianas, lo que unido a la postura imperial llevó a Zósimo a escribir su carta Tractoria del 418, en la que hacía suyas las decisiones de Cartago y pedía la adhesión de las principales sedes episcopales de Oriente y Occidente. Pelagio se refugió en Egipto. El 425, Valentiniano III dictó un rescripto contra los pelagianos del sur de las Galias, y finalmente el concilio de Efe-so anatematizó las tesis pelagianas. Los papas Bonifacio y Celestino adoptaron la línea del concilio de Cartago y de la Tractoria de Zósimo.

Obras: C. P. Caspari ha dividido las obras de Pelagio en ciertas, dudosas y de otros autores, si bien su punto de vista dista mucho de ser universalmente aceptado. Únese a esta dificultad el hecho de que ya en época de Pelagio, éste y sus seguidores se negaban a asumir como suyos algunos de sus escritos precisamente para evitar condenas canónicas. Entre sus obras ciertas destacan las Exposiciones de las 13 epístolas de Pablo, el Libro acerca del endurecimiento del corazón del Faraón, la Exposición interlineal del libro de Job, el Libelo de la fe, etc.

Teología: V. Grossi ha dividido la teología pelagiana en tres períodos que serían antes del 411, entre el 411 y el 418 y después del 418 respectivamente. En la primera fase Pelagio se declara creyente en una predestinación que deriva de los merecimientos derivados de la observancia de los preceptos divinos con la libertad personal que hay en la naturaleza humana. Dios predestina para salvación a los que sabe que obedecerán, a los que conoce que soportarán sin desfallecer todos los sufrimientos que les puedan venir por ser fieles cristianos. En un segundo período, Pelagio se niega a creer en un traducianismo del pecado original — con lo que choca, entre otras cosas, con la práctica del bautismo de infantes precisamente destinado a borrar tal pecado del niño — y sostiene que todo hombre nace en la misma condición que Adán — la muerte no es sino algo natural — ya que el pecado de éste no tuvo consecuencias para su posteridad que puede pecar o no. Si los niños eran bautizados no era para remitirles un pecado, sino para regenerarlos. La naturaleza humana tiene pues una posibilidad natural de hacer el bien y evitar el mal — algo que forzosamente tenía que chocar con la teología de Agustín — reduciéndose la gracia a la ley revelada por Dios para mostrarle lo que debe hacer, la gracia queda pues prácticamente reducida a la libertad y la salvación es algo obtenido por el hombre sobre la base de sus propios y únicos esfuerzos. Con posterioridad a Pelagio (post 418), las posturas irían radicalizándose progresivamente tanto en torno a la herejía del predestinacionismo (Dios predestina a unos a salvarse y a otros a condenarse, Cristo no murió por todos sino sólo por los salvos, Dios no desea la salvación para todos, etc.) condenada en el concilio de Arles en el 473 y recuperada por Calvino en el s. XVII en su Institución de la religión cristiana y por el sínodo de Dort. Ver Agustín de Hipona; Bonifacio; Celestino; Celestio; Inocencio I.

Philocalia

Ver Filocalia.

Pierio

Vida: Aunque parece que pasó la mayor parte de su vida en Roma, sabemos que sucedió a Teognosto en la dirección de la escuela de Alejandría. En esta ciudad padeció el martirio aunque, según algunas fuentes, no murió en el curso del mismo, marchando después a Roma donde falleció con posterioridad al 309.

Obras: Fue autor de un tratado Acerca del profeta Oseas y de una homilía basada en este mismo libro del Antiguo Testamento. Se le han atribuido también diversos tratados Acerca del Evangelio de Lucas y Acerca de la Madre de Dios así como una Vida de san Panfilo.

Polemio Silvio

Vida: Historiador de las Galias de mitad del s. V.

Obras: Se han perdido sus escritos salvo el Laterculus, redactado hacia el 448-449, que era un calendario mensual en el que se intercalan los nombres de los emperadores y los cónsules, los de las provincias, los de los animales, un cómputo pascual y, como apéndice, los monumentos de Roma, una historia universal y los pesos y medidas.

Policarpo de Esmirna

Vida: Obispo de Esmirna, ha sido muy estimado su testimonio por cuanto conoció a un Juan — difícil es determinar si el apóstol u otro — que fue discípulo directo de Jesús. El hecho de que constituyera una especie de eslabón con los apóstoles y con Cristo, explica, por ejemplo, el que, alrededor del 155, mantuviera una serie de encuentros con Aniceto, el obispo de Roma, en relación con la fecha de la fijación de la Pascua. Con todo, en este aspecto concreto, no se llegó a una solución ya que Policarpo era partidario del uso cuartodecímano — apelando a Juan, el discípulo de Jesús — y Aniceto era favorable de continuar la tradición de celebrarla en domingo. Pese a todo, no parece que aquella divergencia implicara una disminución de comunión entre ambos obispos. Una carta de la iglesia de Esmirna a la de Filomelio, en Frigia, nos ha transmitido el relato de su martirio que sucedió no mucho después de regresar de Roma en el 156, aunque H. Gregoire y P. Orgels hayan defendido, a nuestro juicio sin base suficiente, el año 177 como fecha del martirio. En este sentido se han definido precisamente E. Griffe, W. Telfer, P. Mein-hold y H. I. Marrou.

Obras: Al parecer Policarpo redactó varias cartas dirigidas a comunidades cercanas a la suya pero sólo se ha conservado la dirigida a los Filipenses y ésta en su traducción al latín. P. N. Harrison ha señalado que, posiblemente, el documento que ha llegado a nosotros está formado en realidad por dos cartas del 110 y 130 respectivamente.

Teología: Cristológicamente, Policarpo se manifestó como firme defensor de la encarnación de Cristo utilizando un lenguaje muy similar al de la I Epístola de Juan. Parece con ello estar combatiendo a herejías de tipo gnóstico — sabemos que se enfrentó con Marción — y docetista. Eclesiológicamente, Policarpo señala cómo la iglesia de Filipos disfrutaba de un gobierno formado por un conjunto de presbíteros. Ver Gnosticismo; Marción.

Policromo de Apamea

Vida: Hermano de Teodoro de Mopsuestia, se manifestó igual que éste opuesto a la interpretación alegórica de las Escrituras. Estas eran tratadas por él desde una perspectiva histórico-arqueológica. Murió antes del concilio de Efeso (431).

Obras: Parece ser que destacó como exegeta, especialmente del Antiguo Testamento, pero sólo conocemos su obra de manera muy fragmentaria.

Potamio de Lisboa

Vida: Obispo de Lisboa hacia el 350, a partir del 357 militó en las filas arrianas. Tomó parte en el concilio de Rímini (359) con los obispos arríanos moderados. Nada sabemos de él tras esa fecha.

Obras: Nos han llegado cuatro obras suyas: dos homilías (Acerca de Lázaro y Acerca del martirio del profeta Isaías) y dos epístolas (A Atanasio y Acerca de la sustancia).

Prisciliano

Vida: Nació en España hacia la mitad del s. IV y comenzó sus actividades en torno al 370 ó el 375. Predicador de una ascética muy rigurosa, comenzó su obra en el sur de España, gozando de especial predicamento entre las mujeres. Pronto se le unieron dos obispos, Instancio y Salviano, pero se le opusieron otros dos: Hidacio de Mérida e Itacio de Ossonoba (Algarve). Un concilio celebrado en Zaragoza a fines del 380 condenó las ideas de Prisciliano y sus adeptos pero sin tomar medidas disciplinarias contra las personas. La respuesta de Instancio y Salviano fue consagrar a Prisciliano como obispo de Avila. Hidacio e Itacio obtuvieron entonces de Graciano un decreto de exilio contra los maniqueos, que aprovecharon contra Prisciliano y sus seguidores. Estos huyeron a Aquitania y posteriormente a Roma y Milán con la intención de lograr el apoyo de Dámaso y Ambrosio, lo que no lograron. Sí consiguieron, no obstante, la revocación del decreto de exilio con lo que Prisciliano e Instancio pudieron regresar a España. Salviano había muerto mientras en Italia. Itacio denunció entonces ante Máximo el usurpador a Prisciliano, y aquél, deseoso de granjearse el apoyo católico, transmitió la causa a un concilio que se celebró en Burdeos el 384. Instancio se vio despojado de su carácter episcopal, mientras Prisciliano, que se negó a asistir, apelaba directamente al emperador. De nada le sirvió porque fue condenado a muerte por inmoralidad y práctica de la magia junto con algunos de sus seguidores, pese a algunos intentos de evitar la pena capital como el de Martín de Tours. Era la primera vez que se condenaba a muerte a un cristiano por herejía, y aquello provocó un enorme pesar incluso en personajes como Ambrosio que se habían negado a recibir a Prisciliano. Itacio fue depuesto e Hidacio dimitió. Los seguidores de Prisciliano seguirían existiendo todavía un tiempo en España y el sur de las Galias.

Obras: Hasta finales del s. XIX sólo nos habían llegado los cánones paulinos. I. Dóllinger había propuesto atribuir a Prisciliano los once textos del manuscrito de Würzburd, que fueron editados en 1889 por G. Schepss, lo que resultó una conmoción científica ya que eran de una estricta ortodoxia. H. Chadwick ha aceptado tal identificación, siquiera parcialmente. Esto motivó que Ch. Babut considerara a Prisciliano ortodoxo si bien presa de un rigorismo moral que le granjeó claras antipatías. Tal postura es excesiva pues no se puede descartar una pasión de Prisciliano por la astrología así como una pretensión de recibir inspiraciones divinas dudosamente ortodoxas. Como ha señalado C. Vidal Manzanares, la postura de Prisciliano rozaba más que claramente la heterodoxia pero es indiscutible que en su condena pesó, posiblemente, más que ese aspecto el de los enconos personales y que con su ejecución se abría camino una práctica — la de la ejecución de los herejes — que sólo se revelaría portadora de amarguísimos frutos en el futuro. Ver Ambrosio; Martín de Tours.

Proclo de Constantinopla

Vida: El 426 fue consagrado obispo de Cícico, aunque no pudo tomar posesión de su sede. Permaneció por ello en Constantinopla, pronunciando hacia el 428 el sermón en el que se enfrentaba con Nestorio al denominar a María Zeotokos (madre de Dios). Nestorio le respondió con otra homilía en la que prevenía contra el uso de ese título. No asistió al concilio de Efeso. Consagrado patriarca de Constantinopla el 434, ordenó traer a la ciudad el cuerpo de Juan Crisóstomo. Puso fin al conflicto relacionado con Teodoro de Mopsuestia e introdujo el Trisagion en la liturgia de Constantinopla. Murió el 446. Ver Juan Crisóstomo; Nestorio; Teodoro de Mopsuestia.

Próspero de Aquitania

Vida: Nació en Aquitania a finales del s. IV. Trasladado a Marsella, mantendría desde entonces buenas relaciones con los monasterios de Provenza. Hacia el 426, y en relación con la controversia semi-pelagiana, se declaró partidario de las tesis agustinianas. Tras viajar a Roma para entrevistarse con Celestino I logra que éste condene las posturas heréticas si bien no con el rigor que deseaba Próspero. Entre el 432 y el 434 publicó diversos escritos polémicos, trasladándose después a Roma donde sirvió a León el Grande, posiblemente ayudándole en la redacción del Tomo a Flaviano. Intervino en la controversia pascual del 455, muriendo poco después.

Obras: Nos han llegado algunas cartas suyas, un poema, varios epigramas, ocho obras de polémica teológica y una Crónica histórica.

Teología: Aunque partidario de Agustín, moderó no obstante la postura de éste en lo favorable a la predestinación. De hecho, puede decirse que el agustinianismo medieval es más de Próspero que de Agustín (M. Cappuyns), ya que fue abandonando progresivamente la voluntad salvífica restringida y la reprobación incondicional, afirmando la voluntad universal salvífica de Dios aunque sin menoscabar la gratuidad absoluta de la gracia. Fue así como logró imponer el agustinianismo en el concilio de Orange abriendo el camino a su recepción por la escolástica. Ver Agustín de Hipona; León Magno; Pelagio.

Prudencio

Vida: Aurelio Prudencio Clemente nació en el 348 en Zaragoza o, menos probablemente, en Calahorra. Ejerció la abogacía y se trasladó luego a la administración pública, de donde pasó a la corte. Experimentaría allí una crisis de conciencia que le llevó a retirarse y a consagrar su vida a la tarea de alabar a Dios a través de la poesía. Entre el 401 y el 403 viajó a Roma, lo que le impulsó a continuar la polémica antipagana. No sabemos nada de él después del 405.

Obras: Fue autor del Cathemerinon, de la Apotheosis, de la Hamartigenia, de la Psycomaquia, de dos libros Contra Símmaco, del Peristefanon y del Ditojeon, todos ellos en verso.

Teología: Escatológicamente, Prudencio creía desde luego en el infierno pero asimismo hace referencia al fuego purificador o purgatorio por el que espera pasar para obtener la salvación eterna. Pese a escribir en género poético, desarrolla con habilidad magistral la exposición de la doctrina de la Trinidad y defiende la fe cristiana frente a paganos, herejes y judíos. Acerca de éstos, como ha estudiado recientemente C. Vidal Manzanares, desarrolla toda una teología de la Historia. Son también interesantes sus aportes al campo de la liturgia así como los datos que nos ha proporcionado en relación con la historia de algunos mártires, en buen número españoles.

Ptolomeo

Posiblemente el miembro más destacado de la escuela gnóstica italiana de Valentín. Hasta el descubrimiento de la biblioteca gnóstica de Nag Hammadi, su Carta a Flora constituía el documento gnóstico más importante llegado hasta nosotros. En esta obra se realiza un alegato virulento contra la Ley de Moisés que sólo es divina en lo relativo a los Diez mandamientos pero que tiene su origen en Moisés y los ancianos del pueblo judío en cuanto al resto. Ver Gnosticismo; Valentín.

Quodvultdeus

Vida: Diácono de la iglesia de Cartago y amigo de Agustín de Hipona, del cual solicitó una lista de herejías a fin de salvar a su rebaño de las mismas. Se le suele identificar con el obispo de Cartago del mismo nombre que abandonó en el 439 su sede y que murió en Nápoles antes de octubre del 454.

Obras: Escribió diversas obras homiléticas como el tratado Contra los judíos, los paganos y los arrianos; los tres sermones Acerca del símbolo, etc.; un Líber promissionum et praedictorum, y las dos cartas en que ruega a Agustín de Hipona el envío del libro De haeresibus.

Teología: propiamente no podemos hablar de aportaciones teológicas de Quodvultdeus. Su preocupación era fundamentalmente pastoral, y este aspecto queda reflejado de manera preeminente, si es que no única, en sus obras. Ver Agustín.



DICCIONARIO DE PATRÍSTICA- César Vidal Manzanares - Museo de Marsella