Gaudium et spes ES



CONSTITUCION PASTORAL

GAUDIUM ET SPES

SOBRE LA IGLESIA

EN EL MUNDO ACTUAL

PROEMIO


Union intima de la Iglesia con la familia humana universal

1 Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discipulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazon. La comunidad cristiana esta integrada por hombres que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espiritu Santo en su peregrinar hacia el reino del Padre y han recibido la buena nueva de la salvacion para comunicarla a todos. La Iglesia por ello se siente intima y realmente solidaria del genero humano y de su historia.

Destinatarios de la palabra conciliar

2 Por ello, el Concilio Vaticano Ii, tras haber profundizado en el misterio de la Iglesia, se dirige ahora no solo a los hijos de la Iglesia catolica y a cuantos invocan a Cristo, sino a todos los hombres, con el deseo de anunciar a todos como entiende la presencia y la accion de la Iglesia en el mundo actual.

Tiene pues, ante si la Iglesia al mundo, esto es, la entera familia humana con el conjunto universal de las realidades entre las que ésta vive; el mundo, teatro de la historia humana, con sus afanes, fracasos y victorias; el mundo, que los cristianos creen fundado y conservado por el amor del Creador, esclavizado bajo la servidumbre del pecado, pero liberado por Cristo, crucificado y resucitado, roto el poder del demonio, para que el mundo se transforme segun el proposito divino y llegue a su consumacion.

Al servicio del hombre

3 En nuestros dias, el género humano, admirado de sus propios descubrimientos y de su propio poder, se formula con frecuencia preguntas angustiosas sobre la evolucion presente del mundo, sobre el puesto y la mision del hombre en el universo, sobre el sentido de sus esfuerzos individuales y colectivos, sobre el destino ultimo de las cosas y de la humanidad.

El Concilio, testigo y expositor de la fe de todo el Pueblo de Dios congregado por Cristo, no puede dar prueba mayor de solidaridad, respeto y amor a toda la familia humana que la de dialogar con ella acerca de todos estos problemas, aclararselos a la luz del Evangelio y poner a disposicion del género humano el poder salvador que la Iglesia, conducida por el Espiritu Santo, ha recibido de su Fundador. Es la persona del hombre la que hay que salvar. Es la sociedad humana la que hay que renovar. Es, por consiguiente, el hombre; pero el hombre todo entero, cuerpo y alma, corazon y conciencia, inteligencia y voluntad, quien sera el objeto central de las explicaciones que van a seguir.

Al proclamar el concilio la altisima vocacion del hombre y la divina semilla que en éste se oculta, ofrece al género humano la sincera colaboracion de la Iglesia para lograr la fraternidad universal que responda a esa vocacion. No impulsa a la Iglesia ambicion terrena alguna. Solo desea una cosa: continuar, bajo la guia del Espiritu, la obra misma de Cristo, quien vino al mundo para dar testimonio de la verdad, para salvar y no para juzgar, para servir y no para ser servido.


EXPOSICION PRELIMINAR: SITUACION DEL HOMBRE EN EL MUNDO DE HOY


Esperanza y temores

4 Para cumplir esta mision es deber permanente de la Iglesia escrutar a fondo los signos de la época e interpretarlos a la luz del Evangelio, de forma que, acomodandose a cada generacion, pueda la Iglesia responder a los perennes interrogantes de la humanidad sobre el sentido de la vida presente y de la vida futura y sobre la mutua relacion de ambas.

Es necesario por ello conocer y comprender el mundo en que vivimos, sus esperanzas, sus aspiraciones y el sesgo dramatico que con frecuencia le caracteriza. He aqui algunos rasgos fundamentales del mundo moderno.

El género humano se halla en un periodo nuevo de su historia, caracterizado por cambios profundos y acelerados, que progresivamente se extienden al universo entero. Los provoca el hombre con su inteligencia y su dinamismo creador; pero recaen luego sobre el hombre, sobre sus juicios y deseos individuales y colectivos, sobre sus modos de pensar y sobre su comportamiento para con las realidades y los hombres con quienes convive. Tan esto es asi, que se puede ya hablar de una verdadera metamorfosis social y cultural, que redunda también en la vida religiosa.

Como ocurre en toda crisis de crecimiento, esta transformacion trae consigo no leves dificultades. Asi mientras el hombre amplia extraordinariamente su poder, no siempre consigue someterlo a su servicio. Quiere conocer con profundidad creciente su intimidad espiritual, y con frecuencia se siente mas incierto que nunca de si mismo. Descubre paulatinamente las leyes de la vida social, y duda sobre la orientacion que a ésta se debe dar.

Jamas el género humano tuvo a su disposicion tantas riquezas, tantas posibilidades, tanto poder economico. Y, sin embargo, una gran parte de la humanidad sufre hambre y miseria y son muchedumbre los que no saben leer ni escribir.

Nunca ha tenido el hombre un sentido tan agudo de su libertad, y entretanto surgen nuevas formas de esclavitud social y psicologica. Mientras el mundo siente con tanta viveza su propia unidad y la mutua interdependencia en ineludible solidaridad, se ve, sin embargo, gravisimamente dividido por la presencia de fuerzas contrapuestas.

Persisten, en efecto, todavia agudas tensiones politicas, sociales, economicas, raciales e ideologicas, y ni siquiera falta el peligro de una guerra que amenaza con destruirlo todo. Se aumenta la comunicacion de las ideas; sin embargo, aun las palabras definidoras de los conceptos mas fundamentales revisten sentidos harto diversos en las distintas ideologias. Por ultimo, se busca con insistencia un orden temporal mas perfecto, sin que avance paralelamente el mejoramiento de los espiritus.

Afectados por tan compleja situacion, muchos de nuestros contemporaneos dificilmente llegan a conocer los valores permanentes y a compaginarlos con exactitud al mismo tiempo con los nuevos descubrimientos.

La inquietud los atormenta, y se preguntan, entre angustias y esperanzas, sobre la actual evolucion del mundo. El curso de la historia presente en un desafio al hombre que le obliga a responder.

Cambios profundos

5 La turbacion actual de los espiritus y la transformacion de las condiciones de vida estan vinculadas a una revolucion global mas amplia, que da creciente importancia, en la formacion del pensamiento, a las ciencias matematicas y naturales y a las que tratan del propio hombre; y, en el orden practico, a la técnica y a las ciencias de ella derivadas.

El espiritu cientifico modifica profundamente el ambiente cultural y las maneras de pensar. La técnica con sus avances esta transformando la faz de la tierra e intenta ya la conquista de los espacios interplanetarios.

También sobre el tiempo aumenta su imperio la inteligencia humana, ya en cuanto al pasado, por el conocimiento de la historia; ya en cuanto al futuro, por la técnica prospectiva y la planificacion. Los progresos de las ciencias biologicas, psicologicas y sociales permiten al hombre no solo conocerse mejor, sino aun influir directamente sobre la vida de las sociedades por medio de métodos técnicos. Al mismo tiempo, la humanidad presta cada vez mayor atencion a la prevision y ordenacion de la expansion demografica.

Cambios en el orden social

6 Por todo ello, son cada dia mas profundos los cambios que experimentan las comunidades locales tradicionales, como la familia patriarcal, el clan, la tribu, la aldea, otros diferentes grupos, y las mismas relaciones de la convivencia social.

El tipo de sociedad industrial se extiende paulatinamente, llevando a algunos paises a una economia de opulencia y transformando profundamente concepciones y condiciones milenarias de la vida social. La civilizacion urbana tiende a un predominio analogo por el aumento de las ciudades y de su poblacion y por la tendencia a la urbanizacion, que se extiende a las zonas rurales.

Nuevos y mejores medios de comunicacion social contribuyen al conocimiento de los hechos y a difundir con rapidez y expansion maximas los modos de pensar y de sentir, provocando con ello muchas repercusiones simultaneas.

Y no debe subestimarse el que tantos hombres, obligados a emigrar por varios motivos, cambien su manera de vida.

De esta manera, las relaciones humanas se multiplican sin cesar y el mismo tiempo la propia socializacion crea nuevas relaciones, sin que ello promueva siempre, sin embargo, el adecuado proceso de maduracion de la persona y las relaciones auténticamente personales (personalizacion).

Esta evolucion se manifiesta sobre todo en las naciones que se benefician ya de los progresos economicos y técnicos; pero también actua en los pueblos en vias de desarrollo, que aspiran a obtener para si las ventajas de la industrializacion y de la urbanizacion. Estos ultimos, sobre todo los que poseen tradiciones mas antiguas, sienten también la tendencia a un ejercicio mas perfecto y personal de la libertad.

Cambios psicologicos, morales y religiosos

7 El cambio de mentalidad y de estructuras somete con frecuencia a discusion las ideas recibidas. Esto se nota particularmente entre jovenes, cuya impaciencia e incluso a veces angustia, les lleva a rebelarse.

Conscientes de su propia funcion en la vida social, desean participar rapidamente en ella. Por lo cual no rara vez los padres y los educadores experimentan dificultades cada dia mayores en el cumplimiento de sus tareas.

Las instituciones, las leyes, las maneras de pensar y de sentir, heredadas del pasado, no siempre se adaptan bien al estado actual de cosas. De ahi una grave perturbacion en el comportamiento y aun en las mismas normas reguladoras de éste.

Las nuevas condiciones ejercen influjo también sobre la vida religiosa. Por una parte, el espiritu critico mas agudizado la purifica de un concepto magico del mundo y de residuos supersticiosos y exige cada vez mas una adhesion verdaderamente personal y operante a la fe, lo cual hace que muchos alcancen un sentido mas vivo de lo divino.

Por otra parte, muchedumbres cada vez mas numerosas se alejan practicamente de la religion. La negacion de Dios o de la religion no constituye, como en épocas pasadas, un hecho insolito e individual; hoy dia, en efecto, se presenta no rara vez como exigencia del progreso cientifico y de un cierto humanismo nuevo.

En muchas regiones esa negacion se encuentra expresada no solo en niveles filosoficos, sino que inspira ampliamente la literatura, el arte, la interpretacion de las ciencias humanas y de la historia y la misma legislacion civil. Es lo que explica la perturbacion de muchos.

Los desequilibrios del mundo moderno

8 Una tan rapida mutacion, realizada con frecuencia bajo el signo del desorden, y la misma conciencia agudizada de las antinomias existentes hoy en el mundo, engendran o aumentan contradicciones y desequilibrios.

Surgen muchas veces en el propio hombre el desequilibrio entre la inteligencia practica moderna y una forma de conocimiento teorico que no llega a dominar y ordenar la suma de sus conocimientos en sintesis satisfactoria.

Brota también el desequilibrio entre el afan por la eficacia practica y las exigencias de la conciencia moral, y no pocas veces entre las condiciones de la vida colectiva y a las exigencias de un pensamiento personal y de la misma contemplacion. Surge, finalmente, el desequilibrio entre la especializacion profesional y la vision general de las cosas.

Aparecen discrepancias en la familia, debidas ya al peso de las condiciones demograficas, economicas y sociales, ya a los conflictos que surgen entre las generaciones que se van sucediendo, ya a las nuevas relaciones sociales entre los dos sexos.

Nacen también grandes discrepancias raciales y sociales de todo género. Discrepancias entre los paises ricos, los menos ricos y los pobres. Discrepancias, por ultimo, entre las instituciones internacionales, nacidas de la aspiracion de los pueblos a la paz, y las ambiciones puestas al servicio de la expansion de la propia ideologia o los egoismos colectivos existentes en las naciones y en otras entidades sociales.

Todo ello alimenta la mutua desconfianza y la hostilidad, los conflictos y las desgracias, de los que el hombre es, a la vez, causa y victima.

Aspiraciones mas universales de la humanidad

9 Entre tanto, se afianza la conviccion de que el género humano puede y debe no solo perfeccionar su dominio sobre las cosas creadas, sino que le corresponde ademas establecer un orden politico, economico y social que esté mas al servicio del hombre y permita a cada uno y a cada grupo afirmar y cultivar su propia dignidad.

De aqui las instantes reivindicaciones economicas de muchisimos, que tienen viva conciencia de que la carencia de bienes que sufren se debe a la injusticia o a una no equitativa distribucion. Las naciones en via de desarrollo, como son las independizadas recientemente, desean participar en los bienes de la civilizacion moderna, no solo en el plano politico, sino también en el orden economico, y desempenar libremente su funcion en el mundo.

Sin embargo, esta aumentando a diario la distancia que las separa de las naciones mas ricas y la dependencia incluso economica que respecto de éstas padecen. Los pueblos hambrientos interpelan a los pueblos opulentos.

La mujer, alli donde todavia no lo ha logrado, reclama la igualdad de derecho y de hecho con el hombre. Los trabajadores y los agricultores no solo quieren ganarse lo necesario para la vida, sino que quieren también desarrollar por medio del trabajo sus dotes personales y participar activamente en la ordenacion de la vida economica, social, politica y cultural. Por primera vez en la historia, todos los pueblos estan convencidos de que los beneficios de la cultura pueden y deben extenderse realmente a todas las naciones.

Pero bajo todas estas reivindicaciones se oculta una aspiracion mas profunda y mas universal: las personas y los grupos sociales estan sedientos de una vida plena y de una vida libre, digna del hombre, poniendo a su servicio las inmensas posibilidades que les ofrece el mundo actual. Las naciones, por otra parte, se esfuerzan cada vez mas por formar una comunidad universal.

De esta forma, el mundo moderno aparece a la vez poderoso y débil, capaz de lo mejor y de lo peor, pues tiene abierto el camino para optar entre la libertad o la esclavitud, entre el progreso o el retroceso, entre la fraternidad o el odio. El hombre sabe muy bien que esta en su mano el dirigir correctamente las fuerzas que él ha desencadenado, y que pueden aplastarle o servirle. Por ello se interroga a si mismo.

Los interrogantes mas profundos del hombre

10 En realidad de verdad, los desequilibrios que fatigan al mundo moderno estan conectados con ese otro desequilibrio fundamental que hunde sus raices en el corazon humano. Son muchos los elementos que se combaten en el propio interior del hombre. A fuer de criatura, el hombre experimenta multiples limitaciones; se siente, sin embargo, ilimitado en sus deseos y llamado a una vida superior. Atraido por muchas solicitaciones, tiene que elegir y que renunciar.

Mas aun, como enfermo y pecador, no raramente hace lo que no quiere y deja de hacer lo que querria llevar a cabo. Por ello siente en si mismo la division, que tantas y tan graves discordias provoca en la sociedad. Son muchisimos los que, tarados en su vida por el materialismo practico, no quieren saber nada de la clara percepcion de este dramatico estado, o bien, oprimidos por la miseria, no tienen tiempo para ponerse a considerarlo.

Otros esperan del solo esfuerzo humano la verdadera y plena liberacion de la humanidad y abrigan el convencimiento de que el futuro del hombre sobre la tierra saciara plenamente todos sus deseos. Y no faltan, por otra parte, quienes, desesperando de poder dar a la vida un sentido exacto, alaban la insolencia de quienes piensan que la existencia carece de toda significacion propia y se esfuerzan por darle un sentido puramente subjetivo.

Sin embargo, ante la actual evolucion del mundo, son cada dia mas numerosos los que se plantean o los que acometen con nueva penetracion las cuestiones mas fundamentales: ¿Qué es el hombre? ¿Cual es el sentido del dolor, del mal, de la muerte, que, a pesar de tantos progresos hechos, subsisten todavia? ¿Qué valor tienen las victorias logradas a tan caro precio? ¿Qué puede dar el hombre a la sociedad? ¿Qué puede esperar de ella? ¿Qué hay después de esta vida temporal?.

Cree la Iglesia que Cristo, muerto y resucitado por todos, da al hombre su luz y su fuerza por el Espiritu Santo a fin de que pueda responder a su maxima vocacion y que no ha sido dado bajo el cielo a la humanidad otro nombre en el que sea necesario salvarse.

Igualmente cree que la clave, el centro y el fin de toda la historia humana se halla en su Senor y Maestro. Afirma ademas la Iglesia que bajo la superficie de lo cambiante hay muchas cosas permanentes, que tienen su ultimo fundamento en Cristo, quien existe ayer, hoy y para siempre. Bajo la luz de Cristo, imagen de Dios invisible, primogénito de toda la creacion, el Concilio habla a todos para esclarecer el misterio del hombre y para cooperar en el hallazgo de soluciones que respondan a los principales problemas de nuestra época.


PRIMERA PARTE: LA IGLESIA Y LA VOCACION DEL HOMBRE


Hay que responder a las mociones del Espiritu

11 El Pueblo de Dios, movido por la fe, que le impulsa a creer que quien lo conduce es el Espiritu del Senor, que llena el universo, procura discernir en los acontecimientos, exigencias y deseos, de los cuales participa juntamente con sus contemporaneos, los signos verdaderos de la presencia o de los planes de Dios. La fe todo lo ilumina con nueva luz y manifiesta el plan divino sobre la entera vocacion del hombre. Por ello orienta la menta hacia soluciones plenamente humanas.

El Concilio se propone, ante todo, juzgar bajo esta luz los valores que hoy disfrutan la maxima consideracion y enlazarlos de nuevo con su fuente divina. Estos valores, por proceder de la inteligencia que Dios ha dado al hombre, poseen una bondad extraordinaria; pero, a causa de la corrupcion del corazon humano, sufren con frecuencia desviaciones contrarias a su debida ordenacion. Por ello necesitan purificacion.

¿Qué piensa del hombre la Iglesia? ¿Qué criterios fundamentales deben recomendarse para levantar el edificio de la sociedad actual? ¿Qué sentido ultimo tiene la accion humana en el universo? He aqui las preguntas que aguardan respuesta. Esta hara ver con claridad que el Pueblo de Dios y la humanidad, de la que aquél forma parte, se prestan mutuo servicio, lo cual demuestra que la mision de la Iglesia es religiosa y, por lo mismo, plenamente humana.


CAPITULO I - LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA


El hombre, imagen de Dios

12 Creyentes y no creyentes estan generalmente de acuerdo en este punto: todos los bienes de la tierra deben ordenarse en funcion del hombre, centro y cima de todos ellos.

Pero, ¿qué es el hombre? Muchas son las opiniones que el hombre se ha dado y se da sobre si mismo. Diversas e incluso contradictorias. Exaltandose a si mismo como regla absoluta o hundiéndose hasta la desesperacion. La duda y la ansiedad se siguen en consecuencia.

La Iglesia siente profundamente estas dificultades, y, aleccionada por la Revelacion divina, puede darles la respuesta que perfile la verdadera situacion del hombre, dé explicacion a sus enfermedades y permita conocer simultaneamente y con acierto la dignidad y la vocacion propias del hombre.

La Biblia nos ensena que el hombre ha sido creado "a imagen de Dios", con capacidad para conocer y amar a su Creador, y que por Dios ha sido constituido senor de la entera creacion visible para gobernarla y usarla glorificando a Dios. ¿Qué es el hombre para que tu te acuerdes de él? ¿O el hijo del hombre para que te cuides de él? Apenas lo has hecho inferior a los angeles al coronarlo de gloria y esplendor. Tu lo pusiste sobre la obra de tus manos. Todo fue puesto por ti debajo de sus pies (
Ps 8,5-7).

Pero Dios no creo al hombre en solitario. Desde el principio los hizo hombre y mujer (). Esta sociedad de hombre y mujer es la expresion primera de la comunion de personas humanas. El hombre es, en efecto, por su intima naturaleza, un ser social, y no puede vivir ni desplegar sus cualidades sin relacionarse con los demas.

Dios, pues, nos dice también la Biblia, miro cuanto habia hecho, y lo juzgo muy bueno (Gn 1,31).

El pecado

13 Creado por Dios en la justicia, el hombre, sin embargo, por instigacion del demonio, en el propio exordio de la historia, abuso de su libertad, levantandose contra Dios y pretendiendo alcanzar su propio fin al margen de Dios. Conocieron a Dios, pero no le glorificaron como a Dios. Obscurecieron su estupido corazon y prefirieron servir a la criatura, no al Creador.

Lo que la Revelacion divina nos dice coincide con la experiencia. El hombre, en efecto, cuando examina su corazon, comprueba su inclinacion al mal y se siente anegado por muchos males, que no pueden tener origen en su santo Creador. Al negarse con frecuencia a reconocer a Dios como su principio, rompe el hombre la debida subordinacion a su fin ultimo, y también toda su ordenacion tanto por lo que toca a su propia persona como a las relaciones con los demas y con el resto de la creacion.

Es esto lo que explica la division intima del hombre. Toda la vida humana, la individual y la colectiva, se presenta como lucha, y por cierto dramatica, entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas. Mas todavia, el hombre se nota incapaz de domenar con eficacia por si solo los ataques del mal, hasta el punto de sentirse como aherrojado entre cadenas.

Pero el Senor vino en persona para liberar y vigorizar al hombre, renovandole interiormente y expulsando al principe de este mundo (cf. 10 12,31), que le retenia en la esclavitud del pecado. El pecado rebaja al hombre, impidiéndole lograr su propia plenitud.

A la luz de esta Revelacion, la sublime vocacion y la miseria profunda que el hombre experimenta hallan simultaneamente su ultima explicacion.

Constitucion del hombre

14 En la unidad de cuerpo y alma, el hombre, por su misma condicion corporal, es una sintesis del universo material, el cual alcanza por medio del hombre su mas alta cima y alza la voz para la libre alabanza del Creador. No debe, por tanto, despreciar la vida corporal, sino que, por el contrario, debe tener por bueno y honrar a su propio cuerpo, como criatura de Dios que ha de resucitar en el ultimo dia.

Herido por el pecado, experimenta, sin embargo, la rebelion del cuerpo. La propia dignidad humana pide, pues, que glorifique a Dios en su cuerpo y no permita que lo esclavicen las inclinaciones depravadas de su corazon.

No se equivoca el hombre al afirmar su superioridad sobre el universo material y al considerarse no ya como particula de la naturaleza o como elemento anonimo de la ciudad humana. Por su interioridad es, en efecto, superior al universo entero; a esta profunda interioridad retorna cuando entra dentro de su corazon, donde Dios le aguarda, escrutador de los corazones, y donde él personalmente, bajo la mirada de Dios, decide su propio destino.

Al afirmar, por tanto, en si mismo la espiritualidad y la inmortalidad de su alma, no es el hombre juguete de un espejismo ilusorio provocado solamente por las condiciones fisicas y sociales exteriores, sino que toca, por el contrario, la verdad mas profunda de la realidad.

Dignidad de la inteligencia, verdad y sabiduria

15 Tiene razon el hombre, participante de la luz de la inteligencia divina, cuando afirma que por virtud de su inteligencia es superior al universo material. Con el ejercicio infatigable de su ingenio a lo largo de los siglos, la humanidad ha realizado grandes avances en las ciencias positivas, en el campo de la técnica y en la esfera de las artes liberales.

Pero en nuestra época ha obtenido éxitos extraordinarios en la investigacion y en el dominio del mundo material. Siempre, sin embargo, ha buscado y ha encontrado una verdad mas profunda. La inteligencia no se cine solamente a los fenomenos. Tiene capacidad para alcanzar la realidad inteligible con verdadera certeza, aunque a consecuencia del pecado esté parcialmente oscurecida y debilitada.

Finalmente, la naturaleza intelectual de la persona humana se perfecciona y debe perfeccionarse por medio de la sabiduria, la cual atrae con suavidad la mente del hombre a la busqueda y al amor de la verdad y del bien. Imbuido por ella, el hombre se alza por medio de lo visible hacia lo invisible.

Nuestra época, mas que ninguna otra, tiene necesidad de esta sabiduria para humanizar todos los nuevos descubrimientos de la humanidad. El destino futuro del mundo corre peligro si no forman hombres mas instruidos en esta sabiduria. Debe advertirse a este respecto que muchas naciones economicamente pobres, pero ricas en esta sabiduria, pueden ofrecer a las demas una extraordinaria aportacion.

Con el don del Espiritu Santo, el hombre llega por la fe a contemplar y saborear el misterio del plan divino.

Dignidad de la conciencia moral

16 En lo mas profundo de su conciencia descubre el hombre la existencia de una ley que él no se dicta a si mismo, pero a la cual debe obedecer, y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oidos de su corazon, advirtiéndole que debe amar y practicar el bien y que debe evitar el mal: haz esto, evita aquello. Porque el hombre tiene una ley escrita por Dios en su corazon, en cuya obediencia consiste la dignidad humana y por la cual sera juzgado personalmente.

La conciencia es el nucleo mas secreto y el sagrario del hombre, en el que éste se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto mas intimo de aquélla. Es la conciencia la que de modo admirable da a conocer esa ley cuyo cumplimiento consiste en el amor de Dios y del projimo.

La fidelidad a esta conciencia une a los cristianos con los demas hombres para buscar la verdad y resolver con acierto los numerosos problemas morales que se presentan al individuo y a la sociedad. Cuanto mayor es el predominio de la recta conciencia, tanto mayor seguridad tienen las personas y las sociedades para apartarse del ciego capricho y para someterse a las normas objetivas de la moralidad.

No rara vez, sin embargo, ocurre que yerra la conciencia por ignorancia invencible, sin que ello suponga la pérdida de su dignidad. Cosa que no puede afirmarse cuando el hombre se despreocupa de buscar la verdad y el bien y la conciencia se va progresivamente entenebreciendo por el habito del pecado.

Grandeza de la libertad

17 La orientacion del hombre hacia el bien solo se logra con el uso de la libertad, la cual posee un valor que nuestros contemporaneos ensalzan con entusiasmo. Y con toda razon. Con frecuencia, sin embargo, la fomentan de forma depravada, como si fuera pura licencia para hacer cualquier cosa, con tal que deleite, aunque sea mala.

La verdadera libertad es signo eminente de la imagen divina en el hombre. Dios ha querido dejar al hombre en manos de su propia decision para que asi busque espontaneamente a su Creador y, adhiriéndose libremente a éste, alcance la plena y bienaventurada perfeccion.

La dignidad humana requiere, por tanto, que el hombre actue segun su conciencia y libre eleccion, es decir, movido e inducido por conviccion interna personal y no bajo la presion de un ciego impulso interior o de la mera coaccion externa. El hombre logra esta dignidad cuando, liberado totalmente de la cautividad de las pasiones, tiende a su fin con la libre eleccion del bien y se procura medios adecuados para ello con eficacia y esfuerzo crecientes.

La libertad humana, herida por el pecado, para dar la maxima eficacia a esta ordenacion a Dios, ha de apoyarse necesariamente en la gracia de Dios. Cada cual tendra que dar cuanta de su vida ante el tribunal de Dios segun la conducta buena o mala que haya observado.

El misterio de la muerte

18 El maximo enigma de la vida humana es la muerte. El hombre sufre con el dolor y con la disolucion progresiva del cuerpo. Pero su maximo tormento es el temor por la desaparicion perpetua. Juzga con instinto certero cuando se resiste a aceptar la perspectiva de la ruina total y del adios definitivo.

La semilla de eternidad que en si lleva, por se irreductible a la sola materia, se levanta contra la muerte. Todos los esfuerzos de la técnica moderna, por muy utiles que sea, no pueden calmar esta ansiedad del hombre: la prorroga de la longevidad que hoy proporciona la biologia no puede satisfacer ese deseo del mas alla que surge ineluctablemente del corazon humano.

Mientras toda imaginacion fracasa ante la muerte, la Iglesia, aleccionada por la Revelacion divina, afirma que el hombre ha sido creado por Dios para un destino feliz situado mas alla de las fronteras de la miseria terrestre. La fe cristiana ensena que la muerte corporal, que entro en la historia a consecuencia del pecado, sera vencida cuando el omnipotente y misericordioso Salvador restituya al hombre en la salvacion perdida por el pecado.

Dios ha llamado y llama al hombre a adherirse a El con la total plenitud de su ser en la perpetua comunion de la incorruptible vida divina. Ha sido Cristo resucitado el que ha ganado esta victoria para el hombre, liberandolo de la muerte con su propia muerte.

Para todo hombre que reflexione, la fe, apoyada en solidos argumentos, responde satisfactoriamente al interrogante angustioso sobre el destino futuro del hombre y al mismo tiempo ofrece la posibilidad de una comunion con nuestros mismos queridos hermanos arrebatados por la muerte, dandonos la esperanza de que poseen ya en Dios la vida verdadera.

Formas y raices del ateismo

19 La razon mas alta de la dignidad humana consiste en la vocacion del hombre a la union con Dios. Desde su mismo nacimiento, el hombre es invitado al dialogo con Dios. Existe pura y simplemente por el amor de Dios, que lo creo, y por el amor de Dios, que lo conserva.

Y solo se puede decir que vive en la plenitud de la verdad cuando reconoce libremente ese amor y se confia por entero a su Creador. Muchos son, sin embargo, los que hoy dia se desentienden del todo de esta intima y vital union con Dios o la niegan en forma explicita. Es este ateismo uno de los fenomenos mas graves de nuestro tiempo. Y debe ser examinado con toda atencion.

La palabra "ateismo" designa realidades muy diversas. Unos niegan a Dios expresamente. Otros afirman que nada puede decirse acerca de Dios. Los hay que someten la cuestion teologica a un analisis metodologico tal, que reputa como inutil el propio planteamiento de la cuestion.

Muchos, rebasando indebidamente los limites sobre esta base puramente cientifica o, por el contrario, rechazan sin excepcion toda verdad absoluta. Hay quienes exaltan tanto al hombre, que dejan sin contenido la fe en Dios, ya que les interesa mas, a lo que parece, la afirmacion del hombre que la negacion de Dios.

Hay quienes imaginan un Dios por ellos rechazado, que nada tiene que ver con el Dios del Evangelio. Otros ni siquiera se plantean la cuestion de la existencia de Dios, porque, al parecer, no sienten inquietud religiosa alguna y no perciben el motivo de preocuparse por el hecho religiosos.

Ademas, el ateismo nace a veces como violenta protesta contra la existencia del mal en el mundo o como adjudicacion indebida del caracter absoluto a ciertos bienes humanos que son considerados practicamente como sucedaneos de Dios. La misma civilizacion actual, no en si misma, pero si por su sobrecarga de apego a la tierra, puede dificultar en grado notable el acceso del hombre a Dios.

Quienes voluntariamente pretenden apartar de su corazon a Dios y soslayar las cuestiones religiosas, desoyen el dictamen de su conciencia y, por tanto, no carecen de culpa. Sin embargo, también los creyentes tienen en esto su parte de responsabilidad. Porque el ateismo, considerado en su total integridad, no es un fenomeno originario, sino un fenomeno derivado de varias causas, entre las que se debe contar también la reaccion critica contra las religiones, y, ciertamente en algunas zonas del mundo, sobre todo contra la religion cristiana.

Por lo cual, en esta génesis del ateismo pueden tener parte no pequena los propios creyentes, en cuanto que, con el descuido de la educacion religiosa, o con la exposicion inadecuada de la doctrina, o incluso con los defectos de su vida religiosa, moral y social, han velado mas bien que revelado el genuino rostro de Dios y de la religion.


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