COMPENDIO DE TEOLOGIA



COMPENDIO DE TEOLOGIA

Santo Tomas de Aquino

PRIMERA PARTE



251

CAPITULO PRIMERO

El Verbo del Padre Eterno, comprendiendo en su inmensidad toda las cosas, quiso reducirse a nuestra humilde pequenez sin despojarse de su majestad, para levantar al hombre caido por el pecado, y remontarle a la excelsitud de su divina gloria. Con el fin de que nadie pudiera excusarse de no comprender la doctrina de la palabra divina, encerro en su compendio sucinto, para utilidad y provecho de aquellos que estan consignados, ya en los escritos voluminosos de los hombres de la ciencia, ya en los diferentes libros de la Sagrada Escritura. En efecto, la salud del hombre consiste y se funda en el conocimiento de la verdad, conocimiento que le impide caer en los errores que oscurecen la inteligencia humana, y conduciéndole por caminos tortuosos, le arrebatan con este extravio la felicidad verdadera, por falta de observancia de la justicia, mancillandole con una infinidad de vicios. En pocos y sucintos articulos de fe ha compendiado, pues, la ensenanza de la verdadera verdad para la salvacion del hombre. Esto es precisamente lo que el Apostol dice a los romanos, cap. IX: "Palabra abreviada hara el Senor sobre la tierra", y esta es la palabra de fe que nosotros predicamos. l ha rectificado la intencion del hombre por medio de una oracion corta en que nos enseno a orar al mismo tiempo que el punto y fin al que debemos dirigir nuestra intencion, y en que debemos fundar nuestras esperanzas; l ha refundido en un solo precepto de caridad toda la justicia humana, que consiste en la observancia de la ley; porque el amor es la plenitud de la ley. Por esta razon, dirigiéndose el Apostol a los Corintios (I Cor., XIII), les ensena que toda la perfeccion de la vida presente consiste en la fe, la esperanza y la caridad, tres articulos en que se compendia toda nuestra salud; tres cosas en que, como dice San Agustin, esta basado el culto de Dios. Con el fin de ofreceros, mi querido hijo Reinaldo, un compendio de la doctrina cristiana que podais tener siempre a la vista, me propongo tratar en la presente obra de estas tres cosas: primera, de la fe; segunda, de la esperanza; tercera, de la caridad. Este es el orden que nos enseno el Apostol, y éste es también el mas conforme a la recta razon. En efecto, no puede haber amor puro y recto si no se fija el fin legitimo de la esperanza, ni puede haber esperanza si falta el conocimiento de la verdad. Necesario es, por consiguiente: primero, la fe, que hace conocer la verdad; segundo, la esperanza, que dirige nuestros deseos a su legitimo fin, y tercero, la caridad, que arregla totalmente los afectos.



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CAPITULO II

Orden de las Cuestiones sobre la Fe.

La fe es cierto goce anticipado de aquel conocimiento que nos hace bienaventurados en la felicidad futura. Por esto dice Apostol que; la fe es la sustancia del objeto de nuestras esperanzas, como operando ya en nosotros el principio de la realizacion d estas, es decir, la bienaventuranza futura. Nuestro Senor Jesucristo nos ha ensenado que este conocimiento generador de la felicidad consistia en el conocimiento de dos verdades: la divinidad de la Trinidad y la humanidad de Cristo; asi es que, dirigiéndose a su Padre, dice: "Esta es la via eterna; que te conozcan, Dios, etc.".

La divinidad de la Trinidad y al humanidad de Cristo son las dos verdades sobre que estriba toda la fe; sin que haya en esto nada que deba causarnos admiracion, porque la humanidad de Cristo es la via por la que se va a Dios.

El hombre, por consiguiente, tiene necesidad de conocer, durante su peregrinacion, aquel camino recto que ha de conducirlo al fin de su viaje, el reconocimiento y accion de gracias de los elegidos hacia Dios no serian suficientes, Si no conocieran el camino que es principio de su salvacion.

No fue otra la razon porque el salvador dijo a sus discipulos: "Sabéis a donde voy, y el camino que alli conduce".

Necesario pues, por consiguiente, conocer todas aquellas cosas que se refieren a la Divinidad: primero, al unidad de esencia; segundo, la trinidad de personas; tercero, los efectos de la divinidad.



253

CAPITULO III

Hay un Dios.

Lo primero que debemos creer sobre la unidad divina es que hay un Dios, verdad que la misma razon humana percibe con la mayor evidencia.

En efecto: vemos que todas las cosas que se mueven son movidas por otras; las inferiores por las superiores, como los elementos por los cuerpos celestes. Entre los mismos elementos, el que es mas fuerte mueve al que es mas débil;. y en los cuerpos celestes, los inferiores son movidos por los superiores. Esta comunicacion de movimientos no puede prolongarse hasta el infinito, porque como todo lo que es movido por otro viene a ser como una especie de instrumento del primer motor, no habiendo primer motor, seria instrumento todo lo que comunicara el movimiento. Si la comunicacion del movimiento fuera infinita, necesariamente faltaria el primer motor, y si asi fuera, no habria mas que instrumentos en esa serie infinita de seres que mueven y son movidos.

No hay hombre, por ignorante y sencillo que sea, que no conozca cuan absurdo y ridiculo seria suponer que un instrumento tiene actividad propia para moverse, sin haberla recibido de un agente principal; porque esto equivaldria al intento de aquel que se propusiera construir un arca o un lecho dejando que obraran solas la sierra y demas instrumentos sin la accion del carpintero.

Es, por consiguiente, absolutamente necesario que haya un primer motor, principio de todo movimiento, y a ese primer motor es al que llamamos Dios.



254

CAPITULO IV

Dios es Inmutable.

De lo que acabamos de decir se deduce claramente que asi como es necesario que haya un Dios que dé movimiento a todas las cosas, necesario es también que Dios sea inmutable (inmovil). Si Dios, que es el primer motor, recibiera movimiento, o lo recibiria de si mismo, o de un agente entrano. Si Dios recibiera el movimiento de otro agente, habria un motor superior a l; y esto repugna a la naturaleza de primer motor: y si le recibiera de si mismo, lo recibiria en virtud de una de estas dos hipotesis: o porque seria motor y movido bajo un mismo concepto o relacion, o porque seria motor bajo un concepto y movido bajo otro.

La primera de estas hipotesis es imposible; porque todo lo que es movido esta por lo mismo in potentia, y todo lo que mueve in actu, y claro es que si Dios fuera motor y movido bajo un mismo concepto o relacion, deberia estar también bajo la misma relacion in potentia et in actu, lo cual es imposible. Tampoco es admisible la segunda hipotesis: porque si fuese en parte motor y en parte movido, no seria motor suyo de una manera absoluta, sino en virtud de aquella parte suya que tiene la fuerza motriz; es asi que lo que es absoluto, o, lo que es lo mismo, lo que es y obra por si, es anterior y preferente a lo que no lo es; luego no puede ser primer motor suyo, si solo lo es en virtud de aquella parte que tiene fuerza motriz. De aqui resulta que el primer motor ha de ser entera y absolutamente inmovil.

Lo mismo podemos afirmar considerando las cosas que mueven y son movidas. Todo movimiento precede de un agente inmutable o causa que no tiene en si un movimiento de la misma naturaleza que el que comunica. Ahi vemos que las alteraciones, generaciones y corrupciones, (1)de los cuerpos inferiores, se refieren a un cuerpo celeste, como a su primer motor, sin embargo de que este no esté no esté bajo la influencia de un movimiento de la misma naturaleza, supuesto que no es susceptible ni de generacion, ni de corrupcion, ni de alteracion. Necesario es, por consiguiente, que lo que es primer principio de todo movimiento, sea entera y absolutamente inmutable.



255

CAPITULO V (2)

Dios es Eterno.

Resulta de lo que precede que Dios es eterno; porque todo lo que empieza a existir o deja de existir, nace y muere por movimiento y mutacion; y como antes hemos demostrado que Dios es inmutable, necesariamente hay que deducir que Dios es eterno.



256

CAPITULO VI

Es necesario que Dios exista por si mismo.

En esto mismo tenemos la prueba de la necesidad de la existencia de Dios. En efecto; todo lo que puede ser o no ser, es mutable, es asi que Dios es enteramente inmutable, segun hemos demostrado antes; luego no hay en Dios posibilidad de ser de y no ser.

Todo ser que es, y que es imposible que no sea, existe necesariamente, porque la necesidad de la existencia y la imposibilidad de la no existencia significan una misma cosa. Dios, por consiguiente, existe necesariamente. Ademas, todo ser que tiene posibilidad de ser y no ser, tiene necesidad de otro ser diferente a él, que le comunique el ser, porque por su naturaleza es apto para lo uno y para lo otro: es asi que el ser que da el ser es anterior al ser que recibe el ser, luego hay algun ser anterior al ser en quien hay posibilidad de ser o no ser; y como nada hay que sea anterior a Dios, no hay en l posibilidad de ser o de no ser, sino mas bien una existencia necesaria. Ademas, hay cosas necesaria que tienen, por una necesidad forzosa, una causa anterior a ellas; es asi que Dios, que es principio de todo, no tiene causa de su necesidad; luego Dios existe necesariamente por si mismo.



257

CAPITULO VII

Dios existe Siempre.

De lo que procede se deduce que Dios existe siempre. En efecto: todo ser que existe necesariamente, jamas se deja de ser; porque cuando no hay posibilidad de no ser; hay imposibilidad de no ser, y, por consiguiente, existe siempre: es asi que Dios existe necesariamente, segun ya hemos probado; luego Dios existe siempre. Ademas, nada empieza a ser ni deja de ser sino por movimiento o mutacion: es asi que Dios es absolutamente inmutable, segun ya hemos probado; luego es imposible que empezara a ser y que deje de ser.

Lo que no ha existido siempre, para empezar a ser tiene necesidad de un ser que sea causa suya eficiente, porque nada pasa por su propia virtud de la potencia al acto, o del no ser la ser; y como Dios no puede tener causa eficiente, puesto que es el primer ser, y la causa es anterior al efecto, necesario es que Dios haya existido y exista siempre.

Por ultimo, la cualidad que conviene a alguno, y no proviene de ninguna causa extrinseca, pertenece a la esencia del ser que la posee: es asi que Dios no ha recibido el ser de ninguna causa extrinseca, porque se asi fuere, esta causa seria anterior a l; luego Dios tiene el ser por si mismo; y como las cosa que existen por si mismas siempre existen, y necesariamente existen, Dios también existe siempre.



258

CAPITULO VIII

En Dios no hay sucesion alguna.

Es también evidente que en Dios no hay sucesion alguna, sino una existencia completa y simultanea. La sucesion no existe mas que en los seres que, de cualquier modo que sea, estan sujetos la movimiento, supuesto que la sucesion del tiempo es el producto de la anterioridad o de la posterioridad en el movimiento: y como ya hemos probado que Dios no esta de modo alguno sujeto al movimiento, claro es que en Dios no hay sucesion alguna, sino una existencia competa, indivisible, simultanea.

Ademas, el ser en quien no hay un simultaneidad completa de existencia, debe tener posibilidad de tener o de adquirir. Asi es que todo lo que pasa es perdido para ese ser, en tanto que puede adquirir todo lo que en el tiempo venidero pueda ser objeto de su esperanza. Es asi que en Dios ni disminucion ni aumento, porque es inmutable; luego Dios tiene una existencia completa y simultanea. Esto prueba que dios es eterno y que esta es una propiedad de su naturaleza, supuesto que el ser que tiene una existencia permanente, completa y simultanea, es eterno por esencia, segun estas palabras de Boecio: "La eternidad es la posesion simultanea y perfecta de una vida sin fin".



259

CAPITULO IX

Dios es Simple.

Deducese de lo dicho que el primer motor debe ser necesariamente simple, porque en toda composicion ha de haber dos cosas que son entre si lo que la potencia es el acto: es asi que en el primer motor, si es completamente inmutable, es imposible admitir la potencia unida al acto, porque todo lo que es in potentia es por lo mismo movil; luego es imposible que el primer motor sea un compuesto. Ademas, todo ser compuesto debe tener algo que sea anterior a él, porque las moléculas que entran en la composicion de un cuerpo preceden naturalmente en existencia al cuerpo que forman.

Es, pues, imposible que lo que es primero que todos los seres sea compuesto. En el orden mismo de las cosas compuestas vemos que las mas simples son las primeras, porque los elementos preceden naturalmente a los cuerpos mixtos (3). Esto sucede aun entre los elementos; el primero es el fuego, porque es el mas simple, y esto sucede también en los cuerpos celestes que son anteriores a todos los elementos, porque son de una naturaleza mas simple, supuesto que estan libres de toda contrariedad. No podemos, pues, dejar de deducir que el primero de los seres debe ser completa y absolutamente simple.



260

CAPITULO X

Dios es su propia esencia.

Siguese esta otra consecuencia, a saber: Dios es su propia esencia. En efecto, la esencia de una cosa es lo que significa su definicion, y esta cosa significada es idénticamente la misma que aquella de que es definicion, a no ser que contenga accidentalmente algo que no corresponda a su definicion, como la blancura que puede encontrarse en el hombre sin afectar a su definicion de animal mortal y racional; de donde se sigue que un animal racional y mortal es lo mismo que un hombre. No sucede lo mismo en el hombre blanco, en cuanto es blanco. En un ser no pueden hallarse dos cosas, una de las cuales sea esencial y otra accidental, porque es necesario que su esencia sea idéntica a él de la manera mas absoluta. En Dios, que es simple, segun hemos visto, no pude haber dos cosas que sean un esencial y otra accidental; luego necesario es que su esencia sea absoluta e idénticamente la misma que l. Ademas, en toda esencia no hay identidad perfecta con la cosa de que es esencia, supuesto que puede encontrar algo que la afecte por modum potentiae, y algo per modum actus, porque la esencia se refiere formalmente a la cosa de que es la esencia, como la humanidad la hombre. En Dios, por el contrario, no se puede encontrar la potencia y el acto, porque es acto puro. Luego Dios es su propia esencia.

Notas

1. Generacion es la adquisicion por un sujeto de una forma, y corrupcion la pérdida por un sujeto de una forma. La generacion y corrupcion seran substanciales si la forma que se gana o se pierde es substancial, accidentales o alteraciones si la forma es accidental.

2. Este

261
CAPITULO, segun demuestra A. R. Motte O. P. en la Revue Tomiste, Octubre- Diciembre 1939, pag. 749 sg., no es auténtico.

3. Aristoteles y Sto. Tomas hicieron suya la teoria de Empédocles (+ c. 435), que admitio cuatro cuerpos elementales: la tierra, el agua, el aire y el fuego, de cuya combinacion resultaban todos los demas cuerpos compuestos que ellos llamaban mixtos. Ademas creian: a) que a cada elemento correspondia su propio lugar, al fuego y al aire el lugar mas alto, al agua y a la tierra el lugar mas bajo; b) que eran cuatro las cualidades primarias, lo humedo, lo seco, lo calido y lo frio, y que de su mezcla se originaban todas las otras cualidades.



262

CAPITULO XI

La esencia de Dios no es otra cosa que su Ser.

Es ademas necesario que la esencia de Dios no sea una cosa diferente de su ser. En todo ser hay una diferencia entre la esencia y el ser, y esto es asi, porque necesariamente ha de haber una cosa que constituya su naturaleza intima, y otra su manera de ser. En efecto, hablando de una cosa, se entiende por su ser el principio de su existencia, y por su esencia su manera de ser. De aqui se entiende que una definicion se exprese la esencia, demuestra la manera de existir de una cosa; y como en Dios no es uno el ser, porque no es compuesto, segun se ha demostrado; resulta que su esencia no es distinta de su ser. Antes hemos probado que Dios es un acto puro, sin mezcla alguna de potencialidad, y necesario es, por lo mismo, que su esencia sea un acto ultimo, porque todo acto que precede al ultimo esta in potentia con relacion a este acto ultimo; y como un acto ultimo no es otra cosa que el ser mismo, en atencion a que todo movimiento es el paso de la potencia al acto, necesario es que sea el acto ultimo aquel a que se dirige y tiende todo movimiento. Es asi que todo movimiento natural tiende a lo que naturalmente es deseado; luego necesario es que este acto ultimo sea al que aspiran todas las cosas. Este es el ser; luego la esencia divina, que es un acto puro y ultimo, es necesariamente el ser mismo.



263

CAPITULO XII

Dios no esta comprendido en género alguno como si fuera una especie.

De lo hecho aparece que Dios no esta en género alguno como una especie; la adicion de la diferencia al género es lo que constituye la especie; luego la esencia de toda especie comprende algo mas que el género. El ser, que es la esencia de Dios, no contiene en si adicion alguna; luego Dios no es especie de género alguno. Ademas: como todo género contiene diferencias en potencia, en todo ser cuya constitucion esta basada en el género y las diferencias hay acto mismo de potencia: es asi que Dios es una acto puro sin mezcla de potencia, segun se ha demostrado antes; luego su esencia no consta de género y diferencias, y por lo mismo no esta en género alguno.



264

CAPITULO XIII

Es imposible que Dios sea género de ser alguno.

Necesario es demostrar que es imposible que Dios sea género; en efecto, el género indica el modo de ser, no el hecho de ser, porque las diferencias especificas son las que hacen que un acosa esté constituida en su propio ser: es asi que Dios es su propio ser; luego es imposible que sea un género. Ademas, todo género se divide en diferencias, pero su ser no consiste es la agregacion de estas diferencias, porque las diferencias no participan del género mas que por accidente, y en tanto en cuanto que las especies constituidas por las diferencias participan de este género: es asi que no puede haber ningunas diferencia que no participe del ser, porque en el no ser no hay ni puede haber diferencia, luego es imposible que Dios sea un género que se divida en especies.



265

CAPITULO XIV

Dios no es una especie que se divida en individuos.

Tampoco es posible que dios sea una especie que se divida en individuos. La diversidad de individuos que convienen en la esencia de una especie, se distinguen por algunas modificaciones que no pertenecen a la esencia de la especie. Los hombres, por ejemplo, estan todos comprendidos en la humanidad, Pero se distinguen uno de otros por alguna cosa que no es inherente a la esencia intima de la humanidad. Es asi que esto no puede verificarse en Dios, porque Dios es su propia esencia, segun queda ya probado; luego es imposible que Dios sea una especie que conste de numero alguno de individuos. Ademas, muchos individuos contenidos en una misma especie se diferencian entre si en cuanto al modo de ser, y sin embargo convienen en la esencia. Donde quiera que haya muchos individuos pertenecientes a la misma especie, necesariamente ha de haber diferencia entre el ser y la esencia de la especie: es asi que en Dios el ser y la esencia son una misma y unica cosa; luego es imposible que Dios sea una especie que conste de individuos.



266

CAPITULO XV

Es necesario confesar que Dios es Uno.

De lo expuesto aparece que es necesario haya un solo y unico Dios. Si hubiera muchos dioses, seria preciso tomar esta locucion, o en sentido equivoco, o univoco (es decir, o en sentido impropio o en sentido literal). En el primer caso, se falta al proposito, porque no hay obstaculo en que nosotros demos el nombre de piedra a lo que otros llaman Dios, y en el segundo caso, necesario es que estos diversos dioses pertenezcan a un género o a una especie. Es asi que Dios, como hemos probado, no pertenece ni a género ni a especie alguna en que se contengan muchos o pocos individuos; luego es imposible que haya muchos dioses. Ademas, lo que produce en una esencia comun una modificacion de individualidad, es imposible que convenga a muchos individuos; asi es que aunque haya muchos hombres, tal hombre determinado es imposible que no sea uno. Luego si una esencia produce por si misma la modificacion individual sin ningun auxilio extrano, claro es que no puede convenir a muchos individuos. La esencia divina se individualiza por si misma, porque en Dios la esencia y el ser no son diferentes, supuesto que, como ya hemos probado, Dios es su propia esencia; luego es imposible que haya mas de un solo y unico Dios. Aun podemos aducir otra prueba. Una forma cualquiera puede multiplicarse de dos maneras: o por las diferencias que contiene, como forma general, a la manera que el color se multiplica por sus diversas especies, o por el sujeto, que contiene las diferencias, como la blancura. Por consiguiente, toda forma que no puede multiplicarse por sus diferencias (a menos que no sea una forma inherente a un sujeto), es imposible que sea capaz de multiplicidad, como, por ejemplo, la blancura, que no podria ser mas que una si existiera sin sujeto. La esencia de Dios es su mismo ser, que no puede admitir diferencias, segun ya se ha probado; y como el ser divino es una especie de forma subsistente por si misma, en razon a que Dios es su mismo ser, es imposible que la esencia divina no sea una sola; luego es también imposible que haya muchos dioses.



267

CAPITULO XVI

Es imposible que Dios sea un Cuerpo.

Es ademas evidente que Dios no puede ser un cuerpo; en todo cuerpo se encuentra alguna composicion, supuesto que consta de partes; luego lo que es enteramente simple no puede ser cuerpo. Ademas, no hay cuerpo alguno que imprima movimiento, sin que él mismo esté sujeto al movimiento, segun lo acredita la experiencia; luego siendo inmutable como lo es el primer motor, no puede ser cuerpo.



268

CAPITULO XVII

Es imposible que Dios sea forma de un cuerpo, o a una potencia unida a cuerpo alguno.

Tampoco es posible que Dios sea forma de cuerpo alguno, o una potencia unida a un cuerpo. En efecto, como todo cuerpo es movible, preciso es que, estando el cuerpo en movimiento, todo lo que esta unido al cuerpo sufra el mismo movimiento, al menos de un modo accidental: es asi que el primer motor no puede recibir movimiento ni per sei, ni per accidens, porque debe ser completamente inmovil; luego es imposible que sea una forma o una potencia unida a un cuerpo. Ademas, todo motor, por lo mismo que mueve, debe tener cierto poder o dominio sobre las cosas que mueve; asi vemos que cuanto mas superior es la fuerza motriz a la resistencia del objeto puesto en movimiento, tanto mayor es el movimiento que le comunica. Necesario es, por consiguiente, que el primer motor de todas las cosas tenga un poder y dominio supremo sobre las cosas todas sometidas al movimiento. Como esto no podria verificarse si el primer motor estuviera unido de cualquier modo que fuera a alguna cosa movible, como sucederia si fuera la forma o la potencia de una cosa, necesario es que el primer motor no sea ni un cuerpo, ni una forma, o una potencia unida a un cuerpo. Por esto dijo Anaxagoras, hablando de la inteligencia, que era simple, en cuanto que todo lo imperaba y movia.



269

CAPITULO XVIII

Dios es infinito en su esencia.

De lo dicho se deduce también que Dios es infinito, no de un modo privativo, en cuanto que el infinito es un absorbente de la cantidad, y en el sentido de que el infinito es todo lo que puede ser naturalmente limitado en razon de su género, sin serlo realmente, sino negativamente y en el sentido de que el infinito es todo lo que no tiene limites, porque ningun acto es finito mas que por la potencia que es fuerza receptiva. De este modo es como las formas estan limitadas por relacion a la potencia de la materia; luego si el primer motor es un acto sin mezcla de potencia, porque no es ni la forma de un cuerpo, ni una potencia unida al cuerpo, necesariamente ha de ser infinito. El orden mismo de las cosas demuestra esta verdad, porque cuanto mas elevados estan los seres en su escala, tanto mas grandes se les considera en el sentido de su ser. En efecto, entre los elementos, los que son superiores son considerados como mas aventajados que los otros en cantidad y simplicidad. Asi lo demuestra su modo de generacion, mediante la que en una proporcion progresiva el fuego procede del aire, el aire del agua, y el agua de la tierra. Ademas de esto, un cuerpo celeste aventaja en cantidad a todos los elementos. Necesario es por consiguiente, que entre todos los seres, aquél que es el primero y no puede tener otro que sea superior a él, sea infinito en cantidad, segun su naturaleza. No debe causar admiracion que un ser simple, y que carece de cantidad corporal, sea considerado como infinito y aventaje por su inmensidad a toda cantidad corporal, supuesto que nuestra inteligencia, que es simple e incorporal, aventaja a la cantidad de todos los cuerpos, y lo abarca todo por el poder de su comprension. Luego con mucha mas razon el primero de los seres los aventaja y los comprende a todos en su inmensidad.



270

CAPITULO XIX

Dios tiene un poder infinito.

De lo anterior se deduce claramente que Dios tiene un poder infinito. El poder de una cosa esta en razon de su esencia, porque las cosas deben obrar segun la naturaleza de su ser; luego si Dios es infinito en esencia, es también infinito en poder. Lo mismo se demuestra observando atentamente el orden de las cosas. En efecto; todo ser que esta en potentia tiene por lo mismo la fuerza receptiva y pasiva, y la forma activa si existe in actu. Lo que esta solamente in potentia, como la materia prima, tiene una fuerza infinita de recepcion, sin participar en nada de la fuerza activa, y cuanto mas formalmente esta una cosa sobre ella, tanto mas grande es su fuerza de accion. Esta es la razon por qué el fuego es el mas activo de los elementos; luego Dios, que es un acto puro sin mezcla de potencialidad, tiene un poder activo, infinito sobre todos los seres.



271

CAPITULO XX

Lo infinito no implica imperfeccion en Dios.

Aunque lo infinito en las cantidades corporales sea una imperfeccion, lo infinito en Dios demuestra una perfeccion suprema. Lo infinito en las cantidades corporales pertenece a la materia, en cuanto que esta privada de fin: es asi que la imperfeccion acontece en una cosa, segun que la materia se encuentra en este estado de privacion de fin, porque toda perfeccion procede de la forma; luego siendo Dios infinito porque no es mas que forma o acto sin mezcla alguna de materia o potencialidad, lo infinito en l implica su perfeccion suprema. Lo mismo podemos afirmar considerando el orden de las cosas. En efecto: aun cuando en un mismo y unico objeto que pasa de la imperfeccion a la perfeccion haya algo imperfecto anterior a lo perfecto, a la manera que uno es nino antes de ser hombre, necesario es, sin embargo, que lo que es imperfecto proceda de lo que es perfecto, porque el nino no puede proceder sino del hombre, y la materia prolifica del animal o de la planta, necesario es también, por consiguiente, que el ser que por su naturaleza es anterior y da movimiento a todo, esté dotado de una perfeccion superior a todo.



272

CAPITULO XXI

Dios posee de una manera eminentisima todas las perfecciones que se encuentran en las criaturas.

Consecuencia es de lo que antes hemos dicho, que todas las perfecciones que se encuentran en las cosas han de existir necesaria, original y superabundantemente en Dios. Todo ser que comunica la perfeccion a otro, posee ya en si esta misma perfeccion, a la manera que el maestro posee la ciencia antes de ensenarla a los demas; y como Dios es el primer motor que comunica a todas las cosas las perfecciones que les son propias, debe poseer y tener en si superabundantemente las perfecciones de todas las criaturas. Ademas de esto, todo ser que posee una perfeccion y carece de otra, es limitado, o en el género, o en la especie, porque cada cosa esta constituida en el género o en la especie que la forma, que es la perfeccion del ser: es asi que lo que esta constituido bajo una especie o bajo un género no puede tener una esencia infinita, que es necesario que la diferencia ultima que constituye su especie limite su esencia, y ésta es la razon por qué llamamos definicion o fin a la razon que expresa una especie; luego si la esencia divina es infinita, es imposible que posea solamente las perfecciones de un género o de una especie, y esté privada de las demas, y es, por el contrario, esencial que reuna las perfecciones de todos los géneros y de todas las especies.



273

CAPITULO XXII

Todas las perfecciones estan unidas necesariamente en Dios.

Reasumiendo lo que antes hemos dicho, resulta con la mayor evidencia que todas las perfecciones estan esencialmente unificadas en Dios. En efecto; hemos demostrado que Dios es simple: es asi que donde hay simplicidad no puede haber diversidad en la intimidad del ser; luego si se encuentran en Dios las perfecciones de todas las criaturas, es imposible que estén en l con su diversidad, y, por consiguiente, dichas perfecciones estan unificadas en l. Se demuestra esta verdad considerando lo que sucede en las facultades cognoscitivas; porque una potencia superior abarca en un solo acto de comprension todas las cosas conocidas por las potencias inferiores, bajo puntos de vista diferentes. En efecto: la inteligencia, por una virtud unica y simple, juzga de todas las percepciones de la vista, del oido y de los demas sentidos. Esto mismo sucede en las ciencias; y aunque las ciencias inferiores sean multiples, en razon a sus diversos objetos, hay, sin embargo, una ciencia superior que lo abarca todo, y es conocida con el nombre de filosofia prima o trascendental. Lo mismo se verifica también en el poder; porque en la autoridad real, que es una, se encuentran refundidas todas las demas autoridades encargadas de ejercer las diversas funciones publicas. De este modo es como las perfecciones multiples, que de diferentes modos se encuentran en las criaturas inferiores, estan unidas al principio de todos los seres, que es Dios.



274

CAPITULO XXIII

En Dios no hay accidente alguno.

Estando en Dios y siendo una cosa con l las perfecciones todas, evidente es que en Dios no puede haber accidente alguno. El ser, la potencia, la accion y demas cosas semejantes, son perfecciones que necesariamente deben ser idénticas a su esencia; luego ninguna de ellas es accidental en l. Ademas, es imposible que sea infinito en perfeccion aquello cuya perfeccion puede recibir algun incremento: es asi que un ser que tiene alguna perfeccion accidental es susceptible de recibir el incremento de alguna otra perfeccion, porque todo accidente es una adicion a la esencia; luego no se encuentra perfeccion infinita en la esencia de ese ser. Antes hemos demostrado que Dios, segun su esencia, es infinitamente perfecto; luego no puede haber en l ninguna perfeccion que sea accidental, sino que todo lo que es en l, pertenece esencialmente a su substancia. Esta misma conclusion se deduce naturalmente de su suprema simplicidad, de su naturaleza de acto puro y de ser como es el primero de los seres. Todo sujeto esta afectado de algun modo de composicion, y ademas de esto, lo que es sujeto no puede ser acto puro, supuesto que un accidente es una forma cualquiera o un acto del sujeto. Lo que existe por si, es también anterior a lo que no existe mas que por accidente; de estos principios se deduce, como consecuencia legitima, que en Dios no hay nada que pueda decirse que es accidental.



275

CAPITULO XXIV

La multitud de denominaciones aplicadas a Dios no repugnan a su simplicidad.

Ocupémonos de la razon, de esa multitud de denominaciones que se aplican a Dios, aun cuando sea en si mismo completa y absolutamente simple. Como nuestra inteligencia no puede abarcar la esencia de Dios, se eleva a su conocimiento por medio de las cosas que estan a nuestro alcance, y en las que encontramos ciertas perfecciones, cuya raiz y origen comun esta en Dios: y como no podemos denominar una cosa sino en razon de la inteligencia o conocimiento que de ella tenemos, porque los nombres son los signos de la inteligencia, se sigue que no podemos aplicar a Dios denominacion alguna sino por medio de las perfecciones que percibimos en los demas seres, y cuyo origen esta en Dios; y como las perfecciones son multiples en los seres, indispensable es aplicar a Dios muchas denominaciones. Por el contrario; si nosotros pudiéramos ver la esencia de Dios en si mismo, no tendriamos necesidad de valernos de esta multitud de denominaciones, porque el conocimiento que tendriamos de Dios seria simple, y tan simple como lo es su esencia. Este conocimiento, objeto de nuestras esperanzas, nos esta reservado para el dia de nuestra glorificacion, segun las palabras de Zacarias: "En aquel dia el Senor unico no tendra mas que un solo nombre".




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