COMPENDIO DE TEOLOGIA 340

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CAPITULO LXXXIX

Todas las potencias radican en la esencia del alma.

No solamente el entendimiento posible y el entendimiento activo son los que estan unidos en una misma esencia del alma; lo estan también todas las demas potencias que son principios de las operaciones del alma. Todas estas potencias tienen su raiz en cierto modo en el alma; unas, como las potencias de la parte vegetativa y sensitiva, estan en el alma como en su principio, y en el objeto en que se efectua su union como en un sujeto, porque sus operaciones pertenecen al conjunto y no solo al alma, en razon a que lo que tiene la accion, tiene la potencia otras, estan en el alma como en su principio y en su sujeto, porque sus operaciones son operaciones del alma sin el auxilio de ningun organo corporal. Tales son las potencias de la parte intelectual. Es asi que no es posible que haya muchas almas en un hombre luego es necesario que todas las potencias del alma pertenezcan a la misma alma.



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CAPITULO XC

No hay mas que una sola alma en el cuerpo.

Esta verdad se prueba asi. El alma es la forma substancial del ser que tiene su alma, en razon a que por medio del alma esta constituido en un género animado y en tina especie. Es imposible que una misma cosa tenga muchas formas substanciales, porque la forma substancial se diferencia de la accidental en que da el ser pura y simplemente, al paso que la forma accidental se produce en el ser ya constituido como tal, determinando en él la cualidad, la cantidad o el modo de ser. Si una sola cosa tiene muchas formas substanciales, o la primera es la que le da el ser, o no; en este ultimo caso no es una forma substancial, y en el otro caso es necesario considerar a todas las demas formas como accidentales al ser ya constituido. Luego todas las formas que sobrevengan después de ]a primera, son accidentales, y no substanciales. Asi aparece claramente que una misma cosa no puede tener muchas formas substanciales, y por consiguiente, es imposible que haya muchas almas en un mismo cuerpo. Ademas, el hombre es llamado ser viviente, por razon del alma vegetativa; animal, por razon del alma sensitiva, y hombre, por razon del alma inteligente. Si hay tres almas en el hombre, a saber, la vegetativa, la sensitiva y la racional, se sigue que el hombre recibe su género de un alma, y su especie de otra: es asi que esto es imposible, porque no resultaria del género y de la diferencia una unidad simple, sino una unidad por accidente, o una especie de agregacion, como la musica y la blancura, que juntas no constituyen una unidad simple; luego no puede haber en el hombre mas que una sola alma.



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CAPITULO XCI

Razones que parece demuestran que hay muchas almas en los hombres.

La verdad consignada en el

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CAPITULO anterior tiene algunos adversarios. En primer lugar, la diferencia es comparada al género, como la forma a la materia: es asi que lo animal es el género del hombre, y lo racional su diferencia constitutiva; luego siendo el animal un cuerpo animado de un alma sensitiva, parece que un cuerpo animado por una alma sensitiva esta en potencia con respecto al alma racional, y por lo mismo, el alma racional sera un alma diferente del alma sensitiva. Ademas de esto, el entendimiento no tiene organo corporal: es asi que las potencias sensitivas y nutritivas tienen un organo corporal; luego parece imposible que la misma alma sea a la vez inteligente y sensitiva, porque una misma cosa no puede estar a la vez separada y no separada. Otra razon. El alma racional es incorruptible, segun se demostro ya: es asi que el alma vegetativa y el alma sensitiva estan sujetas a la corrupcion porque son actos de organos corruptibles; luego el alma vegetativa, sensitiva y racional no es una misma, supuesto que es imposible que una misma cosa sea a la vez corruptible e incorruptible. Ademas, en la generacion del hombre aparece la vida producida por el alma vegetativa, antes de que el feto haya recibido la forma de animal por medio de los sentidos y el movimiento, existiendo el animal con el movimiento y los sentidos antes de tener entendimiento. Si es la misma alma que da la vida al feto, primero haciéndole vivir con la vida de la planta, después con la vida de animal, y por ultimo con la vida de hombre, se seguiria que las almas vegetativa, sensitiva y racional proceden de un principio externo, y se seguiria también que el alma inteligente tendria por principio la virtud seminal. Estas dos hipotesis son inadmisibles, porque las operaciones del alma vegetativa y del alma sensitiva no pueden efectuarse sin el cuerpo, ni sus principios pueden existir sin el cuerpo: es asi que las operaciones del alma inteligente existen sin el cuerpo; luego parece imposible que su causa proceda de alguna virtud corporal, y por consiguiente, parece también imposible que la misma alma sea a la vez vegetativa, sensitiva y racional.



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CAPITULO XCII

Solucion de las objeciones anteriores.

Para resolver estas dudas debemos considerar que asi como en los numeros las especies se diferencian por la adicion de la una a la otra, asi también en las cosas materiales una especie aventaja a otra en perfeccion; porque todas las perfecciones que existen en los cuerpos inanimados se encuentran en las plantas y otros seres. Todo lo que tienen las plantas, lo tienen los animales, y alguna cosa mas; y asi puede procederse hasta llegar al hombre, que es el ser mas perfecto de todas las criaturas corporeas. Todo lo que es imperfecto, es como la materia respecto de una cosa mas perfecta; y asi se ve mas claramente en los diversos ordenes de las criaturas, porque los elementos son la materia de los cuerpos que constan de partes semejantes: estos cuerpos son a su vez materiales respecto de los animales, y la misma observacion puede hacerse en un solo y mismo objeto. En efecto: en las cosas naturales, lo que ha llegado al mas alto grado de perfeccion, posee, en virtud de su forma, las perfecciones que convienen a la naturaleza inferior, y ademas, por medio de la misma forma, posee aquella parte de perfeccion que recibe por incremento, a la manera que la planta recibe de su alma su cualidad de substancia corporal y de cuerpo animado. El animal, en virtud de su alma, goza de todas estas cualidades, y ademas, de la sensibilidad; y el hombre, ademas de todo esto, recibe de su alma la inteligencia. Si consideramos en una cosa lo que pertenece a la perfeccion del grado inferior, veremos que esto sera material con respecto a lo que pertenece a la perfeccion del grado superior; por ejemplo, en el animal lo que tiene la vida de la planta, sera en cierto modo material, con respecto a lo que pertenece a la vida sensitiva, que es propia del animal. El género no es la materia, porque no puede ser aplicado a todo, sino a alguna cosa procedente de la materia. En efecto; la denominacion de una cosa es el género de la misma cosa, porque hay algo que es material en ella, y del mismo modo se toma la diferencia de la forma. Por esta razon cuerpo viviente o animado, es el género del animal; y sensible, la diferencia constitutiva; del mismo modo animal es el género del hombre, y racional su diferencia constitutiva. Por lo mismo que la forma del grado superior tiene todas las perfecciones del grado inferior, no hay en una cosa dos formas, una que constituya el género y otra la diferencia, sino una sola, de la que se deduce el género, en cuanto que dicha forma posee ]as perfecciones del grado inferior, deduciéndose de ella también la diferencia, en cuanto que posee las del grado superior. De lo dicho se deduce que aunque animal sea el género del hombre, y racional su diferencia constitutiva, no es, sin embargo, necesario que haya en el hombre una alma sensitiva y otra alma intelectual, como afirman los que hacen la primera objecion. Estas mismas razones sirven para resolver la objecion segunda. En efecto: hemos dicho que la forma de la especie superior comprende en si todas las perfecciones de los grados inferiores.

Debemos considerar que cuanto mas elevada esta una especie material, tanto menos esta sujeta a la materia y, por consiguiente, cuanto mas noble es una forma, tanto mas elevada esta sobre la materia. De aqui se sigue que el alma humana, que es la mas noble de las formas materiales, llega al mas alto grado de elevacion, ejerciendo, como ejerce, operaciones sin comunicacion de la materia corporal. Pero como esta alma comprende las perfecciones de los grados inferiores, tiene otras operaciones, en virtud de las cuales esta en comunicacion con la materia corporal. Es asi que la operacion procede de una cosa segun su virtud; luego el alma humana tiene fuerzas o potencias, que son los principios de las operaciones, que se ejercen por medio del cuerpo, y es necesario que sean actos de algunas partes del cuerpo. A este género pertenecen las potencias de la parte vegetativa y sensitiva. El alma tiene también potencias, que son los principios de las operaciones que se ejercen sin el cuerpo: tales son las potencias de la parte intelectual, que no son actos de organo alguno. En virtud de esto, el entendimiento, tanto posible como activo, se llama separado, porque ni uno ni otro tienen organos de que se deriven sus actos, como la vista y el oido, los cuales actos residen solamente en el alma, que es la forma del cuerpo. Porque el entendimiento se llame separado y no tenga organo corporal, lo cual no sucede en los sentidos, no hemos de decir que haya en el hombre un alma inteligente y otra sensitiva: de esto se deduce también claramente que no estamos obligados a suponer en el hombre un alma inteligente y otra sensitiva, porque el alma sensitiva es corruptible, y la inteligente no lo es, en razon a que la incorruptibilidad conviene a la parte inteligente, en cuanto esta separada. Como en la misma esencia del alma residen potencias, unas que estan separadas, como hemos dicho, y otras que no lo estan, no hay inconveniente en que algunas potencias del alma perezcan con el cuerpo, y que las otras permanezcan incorruptibles. Lo dicho anteriormente sirve para resolver la cuarta objecion. En efecto: todo movimiento natural pasa poco a poco de la imperfeccion a la perfeccion, lo que sucede de un modo distinto en la alteracion y en la generacion. La misma cualidad recibe mas y menos, y, por consiguiente, la alteracion, que es el movimiento en la cualidad, siendo una y continua de la potencia al acto, procede de lo imperfecto a lo perfecto. Por el contrario, la forma substancial no recibe mas y menos; porque el ser substancial de cada cosa esta constituido de una manera indivisible. Por esto la generacion natural no procede de una manera continua por una serie de modificaciones de lo imperfecto a lo perfecto, sino que es necesario que haya una generacion y una corrupcion nueva para cada grado de perfeccion (9). En la generacion del hombre el feto vive primero con la vida de la planta por el alma vegetativa. Después, quedando destruida esta forma por la corrupcion, adquiere por otra generacion una alma sensitiva, y vive con la vida animal; y destruyéndose, en fin, esta alma por una nueva corrupcion, recibe la ultima y completa forma, que es el alma racional, abrazando todas las perfecciones de las formas precedentes.



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CAPITULO XCIII

La Formacion del alma racional no se efectua por traduccion.

Esta forma ultima y completa, a saber, el alma racional, no recibe el ser de la virtud que existe en el semen, sino de un agente superior, porque la virtud que esta en el semen es la virtud de un cuerpo cualquiera. En efecto; el alma racional aventaja a toda naturaleza y naturaleza y virtud corporal, supuesto que ningun cuerpo puede llegar a su operacion intelectual. Como nada hace fuera de su especie, porque el agente es mas noble que el que es pasivo, y el ser que produce mas noble también que el ser producido, es imposible que la virtud de un cuerpo cualquiera produzca el alma racional, y por lo mismo lo es también que la produzca la virtud que esta en el semen. Ademas, siempre que una cosa recibe nuevo ser, es necesario que sea nuevamente formada, porque quien tiene el ser tiene la forma, y ninguna cosa es hecha mas que para que sea. Las cosas, pues, que tienen el ser en si mismas, como las cosas subsistentes, les conviene ser hechas por si mismas; lo contrario sucede en las cosas accidentales y en las formas materiales, las cuales no tienen el ser por si mismas: es asi que el alma racional posee el ser en si misma, porque tiene una operacion propia, segun se dijo antes; luego el alma racional debe ser producida de una manera propia. Como esta alma no esta compuesta de materia y de forma, claro es que no puede recibir el ser sino por la creacion: es asi que el poder de crear compete solo a Dios; luego Dios es el unico que da el ser al alma racional. Hay ademas de estas razones una razon natural. En las artes mutuamente combinadas, el arte supremo da la ultima forma, y las artes inferiores preparan la materia para esta ultima forma: es asi que el alma racional es la forma ultima y mas perfecta que puede recibir la materia de las cosas sujetas a la generacion y a la corrupcion; luego los agentes naturales en los grados inferiores son las causas de las disposiciones primarias, y Dios, que es el agente supremo, es el autor de la forma ultima, que es el alma racional.



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CAPITULO XCIV

El alma racional no esta sacada de la substancia de Dios.

Conviene, sin embargo, no creer que el alma racional esta sacada de la substancia de Dios, como erroneamente han creido algunos. En efecto: hemos demostrado que Dios es simple e indivisible; luego Dios no une el alma racional al cuerpo, como por una separacion de su propia substancia. También hemos probado antes que es imposible que Dios sea forma de un cuerpo: es asi que el alma racional esta unida al cuerpo como forma; luego no ha sido sacada de la substancia de Dios. Hemos probado, por ultimo, también que Dios no es mudable ni por si ni por accidente, y lo contrario sucede en el alma racional, porque se muda o mueve, pasando de la ignorancia a la ciencia, y del vicio a la virtud; luego el alma no esta sacada de la substancia de Dios.

Notas

7. Los escolasticos llaman material no solo lo que es materia. sino también lo que depende intrinsecamente de la materia: asi los principios vitales o las almas de las plantas y de los brutos, como también sus operaciones, son materiales porque dependen de la materia (in fieri et in esse). El alma humana no es material, porque tiene operaciones, como el entender, que no dependen de la materia.

8. En filosofia escolastica se dice del todo, como del caballo cuando muere, que se corrompe por si (per se), de la forma que se corrompe por accidente (per accidens).

9. En tiempo de Sto. Tomas todos los sabios sostenian sentencias muy otras de las de los modernos biologos sobre el proceso de la generacion de los vivientes; creian que los elementos de los cuales se origina el nuevo ser vivo. provenian no del organismo vivo de los padres, sino del alimento aun no vivificado; por consiguiente, diriamos nosotros, que las células germinales separadas no vivian; que el ovulo ya fecundado, todavia no tenia vida, sino mas tarde; que en la generacion del animal, por ejemplo, primero se producia una anima vegetativa y después mas adelante el alma sensitiva. pereciendo por supuesto la anterior.



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CAPITULO XCV

Las cosas que tienen el Ser por una virtud extrinseca, vienen inmediatamente de Dios.

De lo antes dicho debe deducirse que las cosas que no pueden recibir el ser mas que por la creacion, vienen inmediatamente de Dios. Es evidente que los cuerpos celestes solo pueden recibir el ser por la creacion, porque no puede decirse que han sido hechos de una materia preexistente. Si asi fuera, estarian sujetos a la generacion, a la corrupcion y a la contrariedad, cosas que no les convienen, como lo demuestra su movimiento. Este movimiento es circular: es asi que el movimiento circular no tiene contrario; luego los cuerpos celestes han recibido el ser inmediatamente de Dios. Ademas, los elementos completos en si mismos no han sido hechos de una materia preexistente, porque lo que fuera preexistente tendria una forma cualquiera, y asi seria necesario que cuerpos diferentes de los elementos fuesen anteriores a ellos en el orden de la causa material. Si la materia preexistente a los elementos tuviera otra forma, preciso seria que uno de los elementos fuese anterior a los demas en el mismo orden, si la forma preexistente tenia la forma de elemento. Los elementos, pues, han sido producidos inmediatamente por Dios. Aun es mucho mas imposible que las sustancias incorporales e invisibles hayan sido creadas por otro ser distinto de Dios, porque todas estas substancias son inmateriales. La materia no puede existir sin estar sujeta a dimension; dimension que hace sea divisible, y como es imposible que dichas substancias tengan por causa una materia preexistente, necesario es afirmar que han recibido el ser de Dios. Esta es la razon por qué la fe catolica proclama a Dios Creador del cielo y de la tierra, de los cosas visibles e invisibles.



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CAPITULO XCVI

Dios no obra por una necesidad natural, sino por su voluntad.

Lo que antes hemos dicho prueba que Dios da el ser, no por una necesidad de su naturaleza, sino por un acto de su voluntad. En efecto: un agente natural no puede producir inmediatamente mas que una cosa, al paso que un agente voluntario puede producir muchas, y la razon de esto es que todo agente obra por la forma. Es asi que la forma natural, en cuya virtud obra un agente natural, no es forma mas que de una cosa es asi que las formas intelectuales; en cuya virtud obra un agente voluntario, son multiples; luego produciendo Dios inmediatamente una multitud de cosas, segun hemos demostrado antes, es evidente que Dios comunica el ser por un acto de su voluntad, y no por una necesidad de su naturaleza. Ademas, el agente que obra por la inteligencia y la voluntad, es anterior en el orden de los agentes al que obra por una necesidad de su naturaleza; porque el agente voluntario se propone un fin: es asi que sin duda alguna, como resulta de lo antes dicho, Dios es el primer agente; luego Dios obra voluntariamente y no por una necesidad de su naturaleza. Antes hemos demostrado también que Dios posee un poder infinito, y que por consiguiente no esta determinado hacia tal o tal efecto, sino que los abarca todos de una manera indeterminada. Lo que asi es indeterminado con respecto a todos los efectos, es determinado para producir uno por el deseo o por la determinacion de la voluntad, como un hombre que puede andar o no andar, y anda cuando quiere. Necesario es, pues, que los efectos procedan de Dios, segun la determinacion de su voluntad, y que esto sea asi, no por una necesidad de su naturaleza, sino por un acto libre de su voluntad. Esta es la razon por qué la fe catolica, no solo llama a Dios Criador, sino también Hacedor, porque hacer es un acto propio del artifice que obra voluntariamente. Todo agente voluntario obra por la concepcion de su entendimiento, llamada, su verbo. Y como el Verbo de Dios es el Hijo, por eso la fe catolica hablando del Hijo confiesa que todo ha sido hecho por l.



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CAPITULO XCVII

Dios es inmutable en su accion.

Por lo mismo que Dios da el ser a las cosas por un acto de su voluntad, es evidente que, sin experimentar mutacion, puede dar la existencia a nuevos seres. Entre el agente natural y el agente voluntario, hay esta diferencia: el agente natural obra del mismo modo mientras tiene el mismo modo de ser, porque sus efectos son de la misma naturaleza que él, y el agente voluntario, por el contrario, produce lo que quiere. Puede suceder que, sin experimentar cambio alguno, el agente voluntario quiera obrar ahora, no habiendo querido obrar antes. Nada impide que sin cambio alguno tenga voluntad para obrar después, aun cuando no obre en la actualidad, y, por consiguiente, puede suceder que Dios, sin experimentar en si mutacion, y aun cuando sea eterno, no haya producido las cosas ab eterno.



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CAPITULO XCVIII

Razon que prueba que el movimiento ha existido "Ab Aeterno", y solucion de esta dificultad.

Si Dios por su voluntad eterna e inmutable puede producir un efecto nuevo, parece necesario que a este efecto nuevo preceda algun movimiento. La voluntad no retarda lo que quiere hacer, sino en virtud de alguna cosa que existe en la actualidad y que deja de existir después, o por alguna cosa que no existe y que se espera que exista en el porvenir. Por ejemplo, el hombre en el estio tiene voluntad de vestirse con cierto traje que ahora no quiere tomar, sino mas tarde, porque ahora hace calor, y cesara Cuando vuelva el invierno; luego si Dios quiso ab eterno crear cierto efecto, y no le produjo ab eterno, parece que espero alguna cosa que habia de sobrevenir y que no existia aun, o espero a que desapareciera alguna cosa existente: es asi que estas dos hipotesis son imposibles sin el movimiento; luego parece que un efecto cualquiera no podria ser producido en el porvenir por una voluntad precedente sin algun movimiento anterior, y por lo mismo, si la voluntad de Dios decreto la creacion ab eterno, sin realizarla ab eterno, necesario es que el movimiento la precediera, y al mismo tiempo, por consiguiente, las cosas moviles; y si estas cosas moviles han sido creadas por Dios, y no ab eterno, necesario es también que hayan preexistido otros movimientos y otras cosas movibles en una progresion infinita.

Esta objecion se disuelve facilmente considerando la diferencia que existe entre un agente universal y un agente particular. El agente particular tiene una accion proporcionada a la regla y a la medida que el agente universal establecio antes. Asi se ve en las cosas del orden civil. El legislador propone una ley que debe ser la regla y la medida que ha de presidir a los juicios y a que ha de atenerse un juez particular. El tiempo es la medida de las acciones que se hacen en el tiempo; y por eso vemos que el agente particular tiene una accion proporcionada al tiempo, a saber: que obre ahora y no mas tarde, en virtud de una razon determinada; por el contrario, el agente universal, que es Dios, ha establecido esta medida, que es el tiempo, y lo ha hecho segun su libre voluntad. El tiempo es, pues, una de las cosas creadas por Dios. Como cada cosa posee en cantidad y en medida aquello que plugo a la voluntad divina darle, y como el tiempo tiene la cantidad que a Dios plugo concederle, el tiempo y las cosas que existen en el tiempo empezarian a existir desde que a Dios pluguiera. La objecion presente procede del agente que presupone el tiempo y obra en el tiempo, pero que no instituyo el tiempo. La pregunta que se hace cuando se dice: ¿Por qué la voluntad eterna de Dios crea ahora una cosa y no mas tarde? Supone el tiempo preexistente, porque lo presente y lo anterior son partes del tiempo. Con respecto a la creacion universal de las cosas, entre las que debe contarse el tiempo, no es necesario preguntar por qué ahora y no después, sino por qué ha sido dada al tiempo esta medida dependiente de la voluntad divina, a la cual es indiferente asignar al tiempo esta o la otra cantidad, pudiendo el tiempo ser considerado segun la cantidad y dimension del mundo. En efecto: no se pregunta por qué Dios constituyo el mundo corporal en tal lugar y no en otro lugar superior o inferior, o en una posicion diferente; porque fuera del mundo no hay lugar. Fue un acto de la voluntad de Dios haber dado al mundo una cantidad tal, que ninguna parte de este mundo estuviese fuera de este lugar en cualquier posicion diferente que fuese. Aun cuando el tiempo no haya existido antes del mundo, y aun cuando no haya lugar fuera del mundo, usamos de este modo de hablar, como cuando decimos que antes de que el mundo existiera no habia nada mas que Dios, y que fuera del mundo no hay cuerpo alguno, no comprendiendo en estas palabras antes y fuera otro tiempo u otro lugar mas que un tiempo y un lugar puramente imaginarios.



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CAPITULO XCIX

Razones para sostener que es necesario que la materia haya precedido a la Creacion "Ab Aeterno". Solucion de estas objeciones.

Parece que si no tuvo lugar ab aeterno la creacion de las cosas, es necesario que la materia existiera ab aeterno. Todo lo que llega a ser después de no ser, pasa del no ser al ser por una mutacion de estado. Si las cosas creadas, por ejemplo, el cielo, la tierra y otros seres, no han existido ab aeterno, sino que empezaron a ser dejando de no ser, necesario es decir que han pasado por mutacion del no ser al ser. Toda mutacion o movimiento tiene un sujeto cualquiera. En efecto: el movimiento es el acto del ser que existe en potencia; el sujeto de la mutacion, en virtud de la cual una cosa recibe el ser, no es la misma cosa producida, es el fin del movimiento, y el fin y el sujeto del movimiento no son una misma cosa, sino que el sujeto de esta mutacion es aquello en virtud de lo cual la cosa es producida; es aquello que llamamos materia. Si las cosas creadas han recibido el ser dejando el no ser, preciso es que la materia haya sido preexistente. Si esta materia ha sido creada después de no haber sido existente, claro es que ha debido tener otra materia precedente: es asi que no puede haber en esto una progresion infinita; luego necesario es llegar a una materia eterna que no haya sido producida después de no haber sido. Ademas, si el mundo empezo a ser después de no ser, antes de que existiera, o era posible que el mundo fuera o fuese hecho o no lo era. Si no era posible que el mundo fuera o fuese hecho por la misma razon era imposible que el mundo fuera o fuese hecho; porque lo que no puede ser hecho, necesariamente no es hecho; luego el mundo no ha sido hecho. Siendo esto evidentemente falso, necesario es decir que si el mundo empezo a ser después de no ser, era posible que antes de ser pudiera ser. En efecto: habia en potencia alguna tosa susceptible de que el mundo pudiera ser y fuera hecho. Lo que esta en potencia con relacion a la creacion o al ser de una cosa, es a la materia de esta cosa lo que la madera con relacion al escano. Parece, pues, necesario que la materia existiera siempre, aun cuando el mundo no haya existido siempre. Pero como antes hemos demostrado que la materia misma no procede mas que de Dios, por la misma razon la fe catolica no llama ni eterna a la materia ni eterno al mundo. Es necesario expresar en las cosas la causalidad divina, de tal suerte, que los seres producidos por Dios empezaran a ser después de no ser, lo cual demuestra claramente que lo que existe no recibe el ser de si, sino de un autor eterno. Ninguno de estos raciocinios nos convence de la eternidad de la materia, porque la produccion universal de los seres no es propiamente una mutacion. En efecto: en ninguna mutacion es producido el sujeto de la mutacion por la mutacion misma; porque, como ya dijimos, el sujeto y el fin de la mutacion no son una misma y unica cosa.

Como la produccion universal de las cosas hechas por Dios, a que llamamos creacion, se extiende a todo lo que esta en estado de ser, esta produccion no puede ser considerada como una mutacion propiamente dicha, aun cuando las cosas creadas empiecen a ser después de no ser. Ser después de no ser, no basta para constituir una verdadera mutacion, a menos que se suponga que el sujeto esté ahora en estado de privacion, y después en estado de forma. Estos dos estados se encuentran, uno después de otro, en las cosas en que no hay propiamente ni movimiento ni mutacion, como cuando decimos que del dia se hace la noche. Resulta, pues, que aun cuando el mundo empezara a ser después de no ser, no ha sido necesario que esto sucediera asi por una mutacion cualquiera, sino por la creacion, que no es una mutacion verdadera, sino cierta relacion de la cosa creada, dependiente en su ser de su Criador, respecto del no ser precedente. En toda mutacion debe haber alguna cosa idéntica, cambiando de modo de ser, que esté primero bajo una forma y después bajo otra. Esto no se encuentra en realidad en la creacion, sino mas bien en la imaginacion, como cuando nos representamos una sola y unica cosa como no existente antes y existente después. Solo asi, y en virtud de cierta analogia, puede llamarse mutacion a la creacion. La segunda objecion es tan débil como la primera. Aun cuando pueda decirse con verdad que antes de que el mundo existiera, era posible que existiera, o que fuese hecho, no puede sin embargo, decirse que esto sea asi en virtud de cierta potencia. Se llama posible en el lenguaje comun lo que significa cierto modo de verdad, a saber: lo que ni es necesario ni imposible. Este género de posibilidad no es llamado asi en virtud de cierta potencia como ensena el Filosofo, en el libro VII de su Metafisica. Si se dice que, segun cierta potencia, era posible que el mundo existiera, no por eso se ha de afirmar que habia de ser asi en virtud de una potencia pasiva, sino de una potencia activa, de tal suerte, que cuando se dice que era posible que el mundo fuese antes de que existiera, ha de ser entendido bien que es en el sentido de que Dios ha podido llamar al mundo al ser, antes de que en realidad le diese el ser. De todo resulta que no hay necesidad de suponer a la materia preexistente a la creacion. En consecuencia de esto, la fe catolica nada admite coeterno a Dios, y por lo mismo le proclama: Creador y Hacedor de todas las cosas visibles e invisibles.



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CAPITULO C

Dios propone un fin en todas sus obras.

Hemos demostrado antes que Dios ha creado los seres, no por una necesidad de su naturaleza, sino por un acto de su inteligencia y de su voluntad. Obrando de este modo en todo, en todo se propone un fin, porque el fin es el principio de toda inteligencia en estado de operacion; por consiguiente, todas las cosas que han sido creadas por Dios, lo han sido en consideracion a un fin. Ademas, la creacion de los seres hecha por Dios, ha sido hecha de una manera excelente: es asi que es mucho mejor que una- cosa sea hecha en consideracion a un fin, que sin fin alguno, porque el fin es el que da a las cosas su cualidad de buenas; luego estos seres creados por Dios han sido creados para un fin. Asi sucede también en las operaciones de la naturaleza, en todas las cuales hay un fin: es asi que seria contrario a razon decir que hay mas orden en las operaciones de la naturaleza que en la creacion de esta misma naturaleza hecha por el primer agente, siendo asi que todo el orden de la naturaleza se deriva del primer agente; luego todas las cosas creadas por Dios han sido creadas para un fin.



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CAPITULO CI

La bondad divina es el fin ultimo de todas las cosas.

En efecto: el fin ultimo de las cosas hechas por la voluntad de algun agente, es aquello que este agente quiso desde luego y por si mismo, y en virtud de lo cual hace todo lo que hace: es asi que el primer objeto de volicion de la voluntad divina es su misma bondad, como ya queda probado; luego la bondad divina es el fin de las cosas creadas. Ademas, la forma es el fin de la generacion de cada cosa engendrada; y la generacion cesa cuando ya se ha recibido esta forma. En efecto: todo ser producido, o por el arte, o por la naturaleza, en cierto modo se asimila en su forma el agente, porque todo agente produce alguna cosa semejante a si, en cierta manera: asi sucede que la cosa que existe materialmente procede de la cosa que existe en la mente del arquitecto.

En el orden de la naturaleza el hombre engendra al hombre, y aun cuando sucediera que un ser hecho o engendrado en el orden natural no fuera semejante al que le produce en cuanto a su especie, tendria sin embargo, con sus autores la semejanza de lo imperfecto a lo perfecto. De aqui resulta que el ser producido no se asimila al que le produce en cuanto a su especie, porque no puede llegar a tener una semejanza perfecta con él, sino que participa de esta semejanza en cierto modo y de una manera imperfecta, como los animales y las plantas, que son engendrados por la virtud del sol. En todo lo que es producido, el fin de la generacion o de la perfeccion es la forma del ser productor o generador, y la adquisicion de su semejanza: es asi que la forma del primer agente, a saber, Dios, no es otra que su bondad; luego todo lo que ha sido hecho, lo ha sido para que se asimile a la bondad divina.




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