PIOXII, MAGISTERIO PONTIFICIO - C) EL ESPIRITU LITURGICO

C) EL ESPIRITU LITURGICO


242. Pero hay una cosa todavia mas importante, Venerables Hermanos, que recomendamos de modo especial a vuestra solicitud y a vuestro celo apostolico. Todo lo que afecta al culto religioso externo tiene su importancia, pero urge, sobre todo, que los cristianos vivan la vida liturgica y con ella alimenten e incrementen su espiritu sobrenatural.


243. Procurad, pues, diligentemente, que el clero joven sea formado en la inteligencia de las ceremonias sagradas y en la comprension de su majestad y belleza y aprenda diligentemente las rubricas en armonia con su formacion ascética, teologica, juridica y pastoral. Y esto no solo por razones de cultura; no solo para que el seminarista pueda un dia realizar los ritos de la religion con el orden, el decoro y la dignidad necesarios, sino, sobre todo, para que sea educado en intima union con Cristo sacerdote y se convierta en un santo ministro de santidad.


244. Procurad también por todos los medios que con los procedimientos que vuestra prudencia estime mas apropiados, el pueblo y el clero sean una sola mente y una sola alma y que asi, el pueblo cristiano participe activamente en la liturgia, que entonces sera verdaderamente la accion sagrada, en la cual el sacerdote que atiende a la cura de las almas en la parroquia que le ha sido confiada, unido con la asamblea del pueblo, rinda al Senor el culto debido.


245. Para obtener esto sera ciertamente util que se escojan jovenes piadosos y bien instruidos entre toda clase de fieles, para que, con desinterés y buena voluntad, sirvan devota y asiduamente al altar, mision que deberia ser tenida en gran consideracion por los padres, aun los de alta condicion social y cultural.


246. Si estos jovenes son instruidos con el cuidado necesario y bajo la vigilancia de un sacerdote para que cumplan este cometido con constancia y reverencia y en las horas establecidas, se hara facil el que surjan entre ellos nuevas vocaciones sacerdotales y el clero no se lamentara de no encontrar -como sucede a veces incluso en regiones catolicisimas- a nadie que en la celebracion del augusto sacrificio les responda y les sirva.


247. Intentad, sobre todo, obtener con vuestro diligentisimo celo, que todos los fieles asistan al sacrificio eucaristico y saquen de él los mas abundantes frutos de salvacion; exhortadlos asiduamente a fin de que participen en él con devocion, de todas aquellas formas legitimas de que mas arriba hemos hablado. El augusto sacrificio del altar es el acto fundamental del culto divino; es necesario, por tanto, que sea también la fuente y el centro de la piedad cristiana. No consideraria satisfecho vuestro celo apostolico hasta que no veais a vuestros hijos acercarse en gran numero al celeste convite que es "Sacramento de piedad, signo de unidad, vinculo de caridad" (7).


248. Para que el pueblo cristiano pueda conseguir estos dones sobrenaturales cada vez con mayor abundancia, instruidlo con cuidado por medio de oportunas predicaciones y especialmente con discursos y ciclos de conferencias, con semanas de estudio y con otras manifestaciones semejantes, sobre los tesoros de piedad contenidos en la sagrada liturgia. A este fin tendréis, ciertamente, a vuestra disposicion a los miembros de la Accion Catolica, siempre dispuestos a colaborar con la jerarquia para promover el reino de Jesucristo.


249. No obstante, es absolutamente necesario que en todo esto vigiléis atentamente para que en el campo del Senor no se introduzca el enemigo para sembrar la cizana en medio del grano; en otras palabras: para que no se infiltren en vuestro rebano los perniciosos y sutiles errores de un falso "misticismo" y de un nocivo "quietismo" -errores, como sabéis, ya condenados por Nos- y para que las almas no sean seducidas por un peligroso "humanismo" ni se introduzca una falsa doctrina que altere la nocion misma de la fe, ni, por fin, un excesivo "arqueologismo" en materia liturgica. Cuidad con igual diligencia para que no se difundan las falsas opiniones de aquellos que, sin razon, creen y ensenan que la naturaleza humana de Cristo glorificada habita realmente con su continua presencia en los "justificados" o que una sola e idéntica gracia une a Cristo con los miembros de su Cuerpo Mistico.


250. No os dejéis desanimar por las dificultades que surjan, sino que éstas sirvan para estimular vuestro celo pastoral. "Tocad la trompeta en Sion, convocad la asamblea, reunid al pueblo, santificad la Iglesia, congregad a los vecinos, recoged a los ninos" (Joel 2,15-16) y haced por todos los medios que se llenen por doquier las Iglesias y los altares de cristianos, que, como miembros vivos unidos a su Cabeza divina, sean restaurados por las gracias de los sacramentos, celebren el augusto sacrificio con El y por El, y den al Eterno Padre las alabanzas debidas.

Conclusion


251. Todas estas cosas, Venerables Hermanos, teniamos intencion de escribiros, y lo hacemos a fin de que nuestros y vuestros hijos comprendan mejor y estimen mas el preciosisimo tesoro contenido en la sagrada Liturgia; es decir, el sacrificio eucaristico que represente y renueve el sacrificio que el cielo y la tierra elevan cada dia a Dios.


252. Séanos permitido esperar que estas exhortaciones nuestras estimularan a los timidos y a los recalcitrantes no solo a un estudio mas intenso e iluminado de la Liturgia, sino también a traducir en la practica de la vida su espiritu sobrenatural, como dice el Apostol: "No apaguéis el espiritu".


253. A aquellos a quienes un celo excesivo les mueve a veces a decir y hacer cosas que nos duele no poder aprobar, les repetimos la advertencia de San Pablo: "Examinad, si, todas las cosas y ateneos a lo bueno", les amonestamos con animo paternal para que ajusten su modo de pensar y obrar en lo referente a la doctrina cristiana, conforme a los preceptos de la Inmaculada Esposa de Jesucristo y Madre de los Santos.


254. A todos, también, recordamos la necesidad de una generosa y fiel obediencia a los pastores a quienes compete el derecho e incumbe el deber de regular toda la vida y, ante todo, la espiritual de la Iglesia. "Obedeced a vuestros prelados y estadles sumisos, ya que ellos velan, como que han de dar cuenta de vuestras almas, para que lo hagan con alegria y no penando" (He 13,17).


255. Que el Dios que adoramos y que "no es Dios de discordia, sino de paz", nos conceda benigno a todos el participar en este destierro terrenal con una sola mente y un solo corazon en la sagrada Liturgia; que sea como una preparacion y auspicio de aquella liturgia celestial, con la cual, como confiamos, en compania de la excelsa Madre de Dios, y dulcisima Madre nuestra, cantaremos: "Al que esta sentado en el trono y al Cordero, bendicion y honra, y gloria, y potestad por los siglos de los siglos"(Ap 5,13) .


256. Con esta gozosisima esperanza, a todos y a cada uno de vosotros, Venerables Hermanos, a los fieles confiados a vuestra vigilancia como auspicio de los dones celestiales y testimonio de nuestra particular benevolencia, impartimos con gratisimo afecto la bendicion apostolica.

Dado en Castelgandolfo, cerca de Roma, el 20 de noviembre del ano 1947, noveno de nuestro pontificado.

Notas

(1) Suprema S. Congr. S. Officii: Decretum 26-5-1937.

(2) Pio XI, Const. Divini cultus,20-12-1928.

(3) )S. Agustin, Serm. 336, n. 1.

(4) Misal Rm Prefacio.

(5) C. I. C. can. 1178.

(6) Pio XI, Const. Divini cultus,20-12-1928.

(7) Comparese S. Agustin. Troct. 26 in Iian.







OPTATISSIMA PAX

Enciclica

PIO XII Necesidad de volver al recto camino, tanto en la vida privada como en la publica, para lograr la concordia 18 de diciembre de 1947

Venerables hermanos, salud y bendicion apostolica.


1. La paz vacilante, sobre todo en el campo social

La tan deseada paz, que debe ser la tranquilidad en el orden(1) y la libertad tranquila(2), tras las cruentas vicisitudes de una larga guerra, vacila hoy, como todos notan con tristeza y amargura, todavia insegura, y tiene suspendido en un angustioso afan el espiritu de los pueblos, mientras que en no pocas naciones, devastadas ultimamente por el conflicto mundial y por las destrucciones y miserias que han sido su dolorosa consecuencia, las clases sociales, movidas reciprocamente por amargo odio, amenazan, como todos ven, minar y convertir, con tumultos y turbulencias sin cuento, los cimientos mismos de los Estados.


2. El Papa exhorta a pedir a Dios la pacificacion

Una profunda amargura oprime Nuestro espiritu ante tan funesto y lamentable espectaculo, y Nos parece que el mandato paterno y universal que de Dios hemos recibido no solo Nos impulsa a encarecer a todos que procuren apagar los secretos odios y renovar felizmente la concordia, sino también a exhortar a cuantos son nuestros hijos en Cristo a que eleven al cielo con mayor frecuencia sus plegarias, porque, como muy bien sabemos, todo o que sin la proteccion divina se lleva a cabo, resulta defectuoso y estéril, segun la sentencia del salmista: Si el Senor no edifica la casa, en vano se fatigan los que la fabrican (3).


3. El desastre economico después de la guerra no se debe explotar

Son inmensos los males que exigen un inaplazable remedio. Porque por una parte, en muchas naciones la economia, por los enormes gastos militares, y las inmensas destrucciones bélicas, se halla en tas situacion de inseguridad y agotamiento, que muchas veces no esta en condiciones de resolver los problemas que se van planteando y de sostener las oportunas iniciativas, que podrian dar trabajo a quienes por desgracia contra su voluntad, se ven constrenidos a un ocio inutil. Por otra parte, desdichadamente, no faltan quienes exasperan y explotan la miseria de las clases proletarias, con secreto y astuto calculo, obstaculizando asi los nobles esfuerzos enderezados a la reconstruccion en el recto orden y la justicia de las fortunas deshechas.


4. La recuperacion de la crisis no se obra por la agitacion

Es necesario que, finalmente, comprendan todos que no se pueden conseguir de nuevo los bienes perdidos, ni conservar os que peligran, mediante las discordias, los tumultos y las matanzas entre hermanos, sino solamente mediante la laboriosa concordia, la mutua comprension y el trabajo pacifico. Los que con plan premeditado agitan inconsideradamente las multitudes, excitandolas al tumultos, a la sedicion y a las injurias a la libertad ajena, sin duda alguna no ayudan a mitigar la indigencia del pueblo, sino que mas bien la aumentan, provocando la ruina final, exacerbando el odio e interrumpiendo el curso de las actividades de la vida social. De hecho, las luchas de los partidos fueron y seran para muchos pueblos una calamidad mayor que la guerra misma, que el hambre y la peste(4).


5. Necesidad de la pacificacion por el espiritu cristiano

Pero al mismo tiempo, todos deben comprender que la crisis social es tan grande hoy y tan peligrosa para el porvenir, que es necesario que todos y cada uno, y especialmente los que mas tienen, antepongan el bien comun a los provechos y utilidades privadas. Y, antes que nada, urge la pacificacion de los espiritus, trayéndoles a la concordia fraternal, la comprension mutua, a la reciproca colaboracion. Hasta el punto de que puedan llevarse a la practica aquellas doctrinas y aquellas normas directivas que estan de acuerdo con las ensenanzas cristianas y con las circunstancias del momento


6. El abandono de Cristo trajo los males; hay que volver a l para conjurarlos

Tengan todos presente que el acerbo de males que en los ultimos anos hemos tenido que soportar se ha descargado sobre la humanidad principalmente porque la Religion divina de Jesucristo, que promueve la mutua caridad entre los hombres, los pueblos y las naciones, no era, como habria debido serlo, la regla de la vida privada familiar y publica. Si, pues, se ha perdido el recto camino por haberse alejado de Jesucristo, es menester volver a l tanto en la vida privada como en la publica. Si el error ha entenebrecido las inteligencias, hay que volver a aquélla verdad divinamente rebelada que muestra la senda que lleva al cielo. Si, por fin, el odio ha dado frutos amargos de muerte, habra que encender de nuevo aquel amor cristiano, que es el unico que puede curar tantas heridas mortales, superar tan tremendos peligros y endulzar tantas angustias y sufrimientos.


7. Invitacion a todos, en especial a los ninos, a rezar en la fiesta de Navidad por la concordia

Y puesto que se acercan ya las suaves fiestas de la Navidad que nos hacen contemplar a aquel Nino Jesus, que en el pesebre deja oir su vagidos y aquellos angélicos coros, que invocan para los hombres la paz, juzgamos oportuno exhortar calurosamente a todos los cristianos, y especialmente a los que estan en la flor de los annos, para que corran en gran numero a los nacimientos y alli derramen sus plegarias para hacer que el Nino Dios quiera benignamente apagar y alejar las amenazadoras teas que agita el odio en las sediciones y en los tumultos.

Que él ilumine con su luz las inteligencias de los que muchas veces, mas que movidos por terca malicia, son arrastrados al engano por errores que se disfrazan bajo las especiosas apariencias de la verdad; que reprima y aplaque el odio de los espiritus, componga las discordias, haga vivir y florecer de nuevo la caridad cristiana; que a los que gozan de abundante fortuna les ensene la abundante generosidad con los pobres; que a los que padecen de necesidad y pobreza les aporte y con su ejemplo y con su ayuda los consuelos del espiritu y enderece sus deseos hacia todas las cosas celestiales, que son las mejores y las que nunca se pierden.

Entre las angustias presentes, ponemos gran confianza en las oraciones de los ninos inocentes, escogidos y preferidos por el Divino Redentor de modo especial. Alcen, pues, ellos sus candidas voces y su débiles manecitas, simbolo de su inocencia interior, implorando la mutua caridad, y que a las fervorosas plegarias unan aquellas practicas piadosas y aquellos obolos generosos con que la divina justicia, por tantas culpas ofendida, se puede aplacar y, al mismo tiempo, los indigentes puedan recibir, en la medida que permite la disponibilidad de cada uno, los socorros convenientes.


8. Esperanza de que se cumplan los deseos papales

Tenemos plena confianza, Venerables Hermanos, en que con el empeno y la diligencia de que habéis dado tantas pruebas, haréis que estas paternales exhortaciones Nuestras sean acatadas y produzcan dichosos frutos, y en que todos, y de modo especial los ninos, correspondan con decision y entusiasmo a esta invitacion Nuestra, que vosotros haréis vuestra.


9. Bendicion Apostolica

Confortado con esta suave esperanza, como prenda de Nuestra paternal benevolencia y auspicio de lsa gracias celestiales os damos a todos y cada uno de vosotros, Venerables Hermanos, lo mismo que a la grey confiada a vuestro cuidado, la Bendicion Apostolica.

Dado en Roma, junto a San Pedro, el 185 de diciembre del ano 1947, noveno de Nuestro Pontificado.

Notas

(1) San Agustin, "De Civitate Dei, lib. 19, cap. XIII; Santo tomas, II, II,29, ad primum".

(2) Ciseron,2ª Filipica, cap. 44.

(3) Salmo 126,1.

(4) Tito Livio, "Historia", lib IV, cap. IX.










BIS SAECULARI

Constitucion Apostolica



Pio XII


27 de septiembre de 1948 Sobre las Congregaciones Marianas a proposito

del bicentenario de la Bula Aurea

INTRODUCCION

Congratulacion y aprobacion de las Congregaciones Marianas


1. Confirmacion de la Bula

Al cumplirse felizmente el dia del segundo centenario de la Bula de Oro "Gloriosae Dominae". por la que Benedicto XIV Confirmo con nuevos favores las Congregaciones Marianas que Gregorio XIII habia erigido e instituido para siempre(1), estimamos propio de Nuestro oficio apostolico, no solo felicitar paternalmente a los directores y miembros de dichas Congregaciones, sino ademas ratificar y declarar solemnemente los amplisimos privilegios y gracias con que, en el curso de casi cuatro siglos, muchos Predecesores Nuestros(2), y Nos mismo, hemos enriquecido tales Congregaciones por sus numerosos y relevantes servicios en bien de la Iglesia.

I. - NATURALEZA Y ACTUACION DE LA CONGREGACION MARIANA


2. Las gloriosas falanges marianas al servicio de la Iglesia

Pues bien sabemos, para servirnos de las palabras de Benedicto XIV en la citada Bula Aurea, no solo de cuanta utilidad haya resultado esta loable y piadosa institucion para todas las clases sociales(3) en las épocas precedentes, sino también con qué celo y ardor estas falanges marianas, caminando sobre las huellas gloriosas de sus antepasados, y obedeciendo religiosamente a sus reglas, pelean hoy en primera fila, bajo los auspicios y la direccion de la Jerarquia eclesiastica, iniciando y realizando con constancia sus obras por la mayor gloria de Dios y bien de las almas, tanto que se las debe contar entre las agrupaciones y fuerzas espirituales mas solidas en la defensa, propagacion y vinculacion del catolicismo(4). Y esto por multiples razones.


3. Su desarrollo en el pasado y el presente

Porque quien repasa la historia de las Congregaciones Marianas, aunque echa de ver que siempre brillaron por sus bien ordenados escuadrones, ha de confesar que las antiguas si pueden parangonar con las modernas en el fervor y actividad, pero no en el numero de congregantes; pues mientras en los siglos precedentes el numero anual de agregaciones a la Prima Primaria nunca pasaba de diez, desde principios del siglo XX semejantes agregaciones facilmente llegan al millar.


4. Sus normas y reglas son una escuela de perfeccion

Pero mas que el numero de las Congregaciones se han de estimar, porque es lo capital, las normas y reglas que llevan a los congregantes, como por la mano, a tal excelencia de la vida espiritual(5) que puedan subir a las cumbres mismas de la santidad(6), gracias sobre todo a los medios en los que es tan necesario que se ejerciten los incondicionales y perfectos seguidores de Cristo: la practica de los Ejercicios Espirituales(7) y el uso cotidiano de la meditacion y el examen de conciencia(8); la frecuencia de Sacramentos(9); el trato sumiso y filial con un director espiritual fijo(10); la consagracion total y perpetua de si mismo, bajo el manto virginal de la Bienaventurada Madre de Dios(11); y, finalmente, la firme promesa de trabajar en la perfeccion cristiana, propia y ajena(12)


5. Fomentan la vida interior

Todos estos medios conducen ya por si a excitar en los Congregantes Marianos la llama de la caridad divina y alimentar y fortificar la vida interior, tan necesaria, sobre todo, en nuestra época, mientras, como en otro lugar dijimos con dolor, tantos sectores de la humanidad padecen vacio espiritual y profunda indigencia interior (13).


6. Son escuela de apostolado catolico

Y que estos medios se encuentran, no solo determinados en sapientisimas leyes, sino puestos en practica felizmente, en la vida misma de las Congregaciones Marianas, se demuestra palmariamente porque, dondequiera que éstas se forman, con tal que se guarden fielmente las reglas establecidas, por todas partes brotan en ellas lozanas las flores de la pureza de las costumbres y la practica solidisima de nuestra Religion. Mas aun: bajo la inspiracion del Divino Espiritu, de ellas surgen numerosos grupos de Congregantes, que ya dentro del orden eclesiastico, ya en los institutos religiosos, anhelan conseguir la perfeccion cristiana y comunicarla a otros; y no son pocos los que con vuelo seguro se elevan hasta las empinadas cumbres de la santidad(14). De este ferviente afan de la vida interior dimana, naturalmente, una tan plena formacion apostolica de los Congregantes, acomodadas siempre a las nuevas necesidades y diversas circunstancias de la humanidad, que no dudamos en afirmar que el catolico perfecto, tal como la Congregacion Mariana, ya desde sus comienzos, solia modelarlo, no es menos apto para las necesidades actuales que para las de otros tiempos, puesto que nunca quizas tanto como ahora son necesarios catolicos solidamente formados en la vida cristiana(15).


7. Tienen preeminencia entre las organizaciones catolicas

Por ello, al observar desde esta catedra de Pedro, como desde una atalaya que domina el mundo entero, el admirable esfuerzo con que tantos cristianos en todas partes conservan, defienden y propagan nuestra Religion, estimamos dignas de un elogio especial a las huestes de las Congregaciones Marianas, que desde su mismo origen se propusieron como un deber propio y particularmente conforme a sus reglas(16) el llevar a cabo, ya individual, ya corporativamente y bajo la direccion de los sagrados Pastores(17), todos los trabajos apostolicos que la Santa Madre Iglesia les encomendara(18)

Transforman cristianamente todas las esferas

Los reiterados elogios de los Romanos Pontifices declaran elocuentisimamente cuan cumplidamente y con cuan feliz incremento de la Religion llevaron a cabo su deber y encargo(19). Y en ésta nuestra época, atormentada por tantas calamidades, Nos sirve de muy gozoso consuelo ver como las Congregaciones Marianas en todas partes del mundo consagran con vigor y eficacia sus fuerzas a toda clase de apostolado, ya estimulando a la virtud e inflamando en el deseo de una vida mas cristiana, por medio de los Ejercicios Espirituales, a todas las clases sociales, particularmente a los jovenes y obreros, ya socorriendo a los pobres en las necesidades espirituales y corporales, y esto no solamente por su iniciativa privada y por impulso de su caridad, sino también haciendo prevalecer en las asambleas estatales y aun en las alturas del poder supremo leyes conformes a los principios evangélicos y a la justicia social(20)


8. Las obras apostolicas especialmente actuales

Tampoco pueden pasarse en silencio las organizaciones creadas por las Congregaciones Marianas o sostenidas por ellas para combatir la inmoralidad en los espectaculos en el teatro y en el cine y para proteger las buenas costumbres contra el diluvio de libros y periodicos malos; las numerosisimas escuelas gratuitas para ninos y adultos pobres, y las escuelas técnicas para perfeccionar a los obreros en su oficio(21), sobre todo las que preparan a las diversas especialidades profesionales(22); esta forma de apostolado, tan necesaria en las circunstancias actuales, ha sido desarrollada por buen numero de Congregaciones Marianas, sobre todo por las interparroquiales, para favorecer la constitucion de grupos homogéneos por profesiones y especialidades(23).

II - LA CONGREGACION MARIANA Y LA ACCION CATOLICA


9. La prontitud de los congregantes para la cooperacion

Estas obras tan numerosas son ciertamente muy utiles a la causa catolica. Y también merecen singular alabanza las Congregaciones Marianas, porque han deseado sinceramente en todos los tiempos, pero sobre todo en los actuales, ir fraternalmente de acuerdo con las otras asociaciones catolicas, para cosechar con esta alianza de fuerzas, bajo la autoridad y direccion de los Obispos, frutos mas abundantes en los trabajos soportados en comun por el reino de Cristo.

Son los "pioneros" de la Accion Catolica

Mas aun: como ya lo indicamos en otra ocasion, a proposito de la Accion Catolica Italiana(24), en algunos paises, los primeros grupos de esta organizacion estuvieron constituidos por congregantes marianos, sin que mas tarde faltasen otros que les fuesen sucediendo y aportando con fervor su trabajo, demostrando asi con hechos que los congregantes marianos con razon habran de ser contados entre los principales promotores de la Accion Catolica.


10. La sujecion a la autoridad eclesiastica

Ademas, como toda la fuerza de los catolicos agrupados en una especie de ejercito ordenado, hay que ponerla en su obediencia a la autoridad de los sagrados Pastores, ¿quién no ve cuan buenos instrumentos de apostolado son estas Congregaciones Marianas, no solo a causa de su absoluto y ferviente rendimiento a esta Sede Apostolica, cabeza y fundamento de todo el orden eclesiastico(25), sino también, segun la naturaleza y posibilidad de cada una, por su humilde sumision y docil obediencia a los mandatos y consejos de los Ordinarios?(26)


11. Su esencial organizacion jerarquica

Porque quien examine bien el régimen interno de estas Congregaciones facilmente echara de ver que unas estan regidas por los Obispos y Parrocos, y otras en virtud de un privilegio por Nos mismo y, merced a la delegacion de Nos recibida, por el preposito General de la Compania de Jesus; pero que todas ellas, en la eleccion y ejercicio de los trabajos apostolicos estan sometidas a la potestad del propio Obispo, y aun a veces del Parroco.

Su colaboracion en el apostolado jerarquico; su obediencia institucional a la Iglesia

Por lo cual, ya que es la Jerarquia Eclesiastica la que las incluye en el ejército del apostolado militante y de ella dependen enteramente en lo tocante a emprender y llevar a cabo sus obras, con toda razon, como ya indicamos otra vez, se deben llamar cooperadoras del apostolado jerarquico(27). Esta reverencia y humilde sumision a los sagrados Pastores, que son connaturales en los congregantes marianos las sacan necesariamente de sus mismas reglas, segun las cuales es esencial para el congregante la integra profesion en su vida y en su conducta de todo lo que ensena la Iglesia Catolica, alabando lo que ella alaba, condenando lo que ella condena, sintiendo todo con ella, y no avergonzandose jamas de proceder en su vida publica y privada como hijo fiel y obediente de tan digna Madre(28).


12. Fieles al espiritu de la Compania de Jesus

Y a esta unidad estrecha, semejante a la militar, de los catolicos, no se opone en modo alguno el que estas Congregaciones, originariamente creadas por la familia ignaciana, se presenten como brotes y ampliaciones de la misma, sobre todo porque los sacerdotes de la Compania de Jesus dirigen una parte de ellas, aunque pequena, por delegacion Nuestra como hemos dicho. Y, mas aun: como las Congregaciones Marianas, ya desde aquel primer origen, se propusieron como norma las leyes para sentir con la Iglesia, diriase que heredaron cierta connatural propension de obedecer a los mandatos de los que "el Espiritu Santo puso como Obispos para regir la Iglesia de Dios(29), la cual hace que les hayan servido y les seguiran sirviendo a los mismos de auxilio muy poderoso en el dilatar el reino de Cristo.


13. Siempre sirviendo al bien comun de la Iglesia

De que siempre atendieron no a los intereses particulares sino siempre a la comun utilidad de la Iglesia es testigo de mayor excepcion ese brillantisimo escuadron de congregantes marianos, a quienes la santa Madre Iglesia decreto el supremo honor de los Santos, con cuya gloria no se honra solamente la Compania de Jesus, sino también el mismo clero secular y no pocas familias religiosas, ya que de las Congregaciones Marianas, han salido diez miembros Fundadores y padres de Nuevas Ordenes o Congregaciones.

Todo esto, pues, demuestra muy claramente que las Congregaciones Marianas son -como bien lo proclama la aprobacion de sus reglas por la Iglesia- asociaciones llenas de espiritu apostolico(30), que, al mismo tiempo que mueven a sus miembros, elevados a veces a los mas altos gados de la santidad(31), a trabajar por la perfeccion cristiana y por la eterna salvacion del projimo, bajo la direccion de los sagrados Pastores(32), y a defender los derechos de la Iglesia(33), logran formar en ellos diligentes heraldos de la Virgen Madre de Dios y apostoles muy competentes del reino de Cristo(34)


14. Su accion bajo la proteccion de Maria revisten el caracter integro de Accion Catolica

Siendo esto asi, no puede negarse a las Congregaciones Marianas -ya se consideren sus reglas, su fin, sus designios y hechos- ninguna de las Notas que caracterizan a la Accion Catolica, puesto que ésta, como tantas veces lo proclamo Nuestro Predecesor, de feliz memoria, Pio XI, se define rectamente: el apostolado de los fieles cristianos que prestan su cooperacion a la Iglesia y que en cierto modo la ayudan a cumplir su oficio pastoral(35). Las Congregaciones Marianas pueden ser llamadas en pleno derecho Accion Catolica bajo el amparo e inspiracion de la Bienaventurada Virgen Maria(36), y a ello no se oponen ni su estructura ni sus peculiares caracteristicas, las cuales mas bien son y seran defensa y baluarte de una mejor formacion catolica de los espiritus(37), como hasta aqui lo fueron.

La A. C. como lazo de union sin uniformar las actividades

Porque, como ya muchas veces ha declarado esta Sede Apostolica, La Accion Catolica no cristaliza rigidamente en esquemas fijos(38), como si estuviese circunscrita por ciertos limites definitivamente fijados que no puedan franquearse, ni de tal manera pretende conseguir con método y manera peculiar el fin a ella senalado(39), que suprima o absorba las demas asociaciones activas de los catolicos, con respecto a las cuales debe pensar mas bien que es propio de su oficio unirlas, arreglarlas entre si amigablemente, y hacer que los progresos de una redunden en provecho de las otras, con plena concordia de animos, union y caridad(40). Porque, como recientemente hemos recomendado en este magnifico fervor de apostolado, tan caro a Nuestro corazon, es necesario prevenir el error, que algunos, impulsados de buen celo, pueden tener de querer uniformar las actividades en pro de las almas y someterlas todas a una forma comun(41); pues semejante modo de obrar es del todo ajeno al espiritu de la Iglesia(42), la cual no solo esta muy lejos de aprobar semejante restriccion de la vida que brota y florece espontaneamente(43), por la que todas las obras de apostolado se confien a solo una determinada asociacion o solo a la parroquia, sino que mas bien favorece a la multiforme unidad(44) en la realizacion de dichas obras.

Cooperacion bajo la direccion de los Obispos

Naturalmente, mediante una cooperacion verdaderamente fraternal, bajo la direccion de los Obispos, han de enderezarse por un esfuerzo comun a una sola meta(45). Y tanto mas facilmente lograran dichas asociaciones aquella inteligencia cordial, coordenada union y mutua comprension, que con tanta frecuencia hemos recomendado(46), cuanto mas profundamente buscaren tan solo la gloria de Dios, olvidando toda controversia de primacia(47), amandose mutuamente con caridad fraterna, adelantandose unos a otros en el honor mutuo(48), persuadidos de que entonces tendran ventaja sobre las demas, cuando hubieren aprendido a cederles el primer puesto(49)



Notas

Ademas de su valor intrinseco para las Congregaciones Marianas, sorprendio esta Constitucion Apostolica por el concepto ampliado de Accion Catolica alli expuesto

(1) Bula Omnipotentis Dei,5-12-1584.

(2) Sixto V Bul. Suprema Dispositione 5-1-1547. Clemnte VIII, Breve Cum sit Nobis,30-8-1602. Greforio XV, Bulla Alias pro parte,15-4-1621. Benedicto XIV, Breve Praeclaris Romanorum Pontificum 24.4.1748; Bulla Aurea Gloriosae dominae 27-9-1748; Beve Quemadmodum presbyteri 15-7-1749; Beve Quo tibi 8-9-1751; Breve Laudabile Romanorum 15-2-1758. Clemente XIII Bulla apostolicam 7-1-1765. pio VI Decreta 2-5-1775,9-12-1tt5,20-3-1776. Leonis VII Breve Cum multa 17-5-1824. Pio IX Decretum 8-7-1848; Beve Exponendum 10-2-1863. Leonis XIII Breve Frugiferas 27-5-1884; Breve Nihil adeo 8-1-1886. Pio X Decreta 10-5-1910 y 21-7-1910. Benedicto XV Aloc. 19-12-1915.

(3) Benedicto XIV Bulla aurea Gloriosae Dominae 27-9-1748.

(4) Pio XII Ep. al Card. Leme,21-1-1942.

(5) Reg. Comm 1,33 (Regulae Comunes Congr. Marian.

(6) Reg. Comm 12.

(7) Reg. Comm 9.

(8) Reg. Comm 34.

(9) Reg. Comm 37,38,39.

(10) Reg. Comm. 36.

(11) Reg. Comm 27,1,40,43. volver)

(12) Reg. Comm 1.

(13) Pio XII Enciclica Summi Pontificatus,20-19-1939.

(14) Pio XII, Aloc. a los Sodal. Marian. 21-1-1945.

(15) Pio XII, Aloc. a los Sodal. Marian. 21-1-1945.

(16) Pio XII, Aloc. a los Sodal. Marian. 30-3-1930.

(17) Pio XII Carta al Cardenal Leme,21-1-1942.

(18) Pio XII, Carta al P. D. Lord 24-1-1948.

(19) Reg.Comm. 1,12,43. Benedicto XIV Bula Aurea Gloriosae Dominae 27-9-1748. Benedicto XV Alocuc. a los Sod Marian. 18-12-1915. Pio XI Carta al Adm. Apost. Oenip 2-8-1927. Carta a los Congr. Marianos de Alemania,8-9-1928. Pio XII Carta Apost. Nosti Profecto 6-7-1940; Carta al Cardenal Leme,21-1-1942; Carta al P. S. Ilundain 26-8-1946; Aloc. radiofon. "Nos sentimus" al Congr. Barcelona,7-12-1947.

(20) Pio XII, Carta al P. D. Lord 24-1-1948; Aloc. a los Sod. Mar. ex "Conference Olivaint" 27-3-1948 (L'Osservatore Romano Nº 73/26. 705 28 de marzo).

(21) Pio XII ep. ad. P. D. Lord 24-1-1948.

(22) Pio XII, alloc. ad. Sod. Mar. 21-1-1945.

(23) Pio XII, alloc. ad. Sod. Mar. 21-1-1945.

(24) Pio XII, alloc. ad. Sod. Mar. 21-1-1945.

(25)) Conc. Vat. sess. 4 const. 1 de Ecclesia Christi. DS 1821.

(26) Pio XII, carta al Card. Leme 21-1-1942.

(27) Pio XII, Aloc. Se atemperare a la A. C. Ital.,4-9-1940. La definicion de Accion Catolica que Pio XII dio aqui, incluyendo las Congregaciones Marianas en el ambito y definicion misma, parecio rectificar ciertos conceptos muy difundidos sobre la Accion Catolica. Cuatro anos mas tarde, el 14 de octubre de 1951, ante el Congreso Mundial de Apostolado Seglar, el Papa aprovecho la oportunidad para volver sobre su pensamiento precisando y profundizando la idea del Apostolado organizado.

(28) Reg. Comm. 33.

(29) Ac 20,28.

(30) Reg. Comm.,1,43 (Regulae Comunes Congr. Marianae, ed. Fr. Wernz. Romae Secret. Congr. Marianae 1924).

(31) Reg. Comm. 12.

(32) Reg. Comm. 33.

(33) Reg. Comm. 1.

(34) Reg. Comm. 43.

(35) Pio XI ep. Cum ex epistola al Card. Van Roey 15-8-1928; Carta Laetus sanc nuntius al Card. Segura,6-11-1929.

(36) Card. Pacelli, Aloc. a los Sod. Mar. en Menzingen, Suiza,22-10-1938.

(37) Pio XI, Aloc. a los Sod. Mar. 30-3-1030.

(38) Pio II, Encicl. Firmissiman constantiam a los Obispos mejicanos,28-3-1937.

(39) Pio XI, Carta Quae Nobis al Card. Bertram,13-11-1928.

(40) Pio XI, Aloc. a la Acc. Cat. de Francia,20-5-1931.

(41) Pio XII, Aloc. radiof. Nos sentimos al Congreso de la Congr. de Barcelona,7-12-1947.

(42) Pio XI, Aloc. a la Acc. Cat. Ital.,28-6-1930.

(43) Pio XI, Carta Quamvis Nostra a los Obispos del Brasil 27-10-1935.

(44) Pio XI, Aloc. a los Sod. Mar. 30-3-1030.

(45) Pio XII, Carta al P. S. Ilundain 26-8-1946.

(46) Pio XI, Carta Quamvis Nostra a los Obispos del Brasil 27-10-1935.

(47) Marc.,9,33.

(48) Rm,12,10.

(49) Mt 20,26-27.





Bis Saeculari

Constitucion Apostolica



PIOXII, MAGISTERIO PONTIFICIO - C) EL ESPIRITU LITURGICO