Aquino: I Corintios 74

74
(
1Co 16,10-24)

Lección 2: 1Co 16,10-24

Recomienda a Timoteo y a otros, los amonesta a que se tengan mutua caridad, y mandandoles que estén en la gracia del Señor, firma su epistola.

10. Si va a veros Timoteo, procurad que esté sin recelo entre vosotros, pues trabaja, como yo, en la obra del Señor.
11. Por lo tanto, ninguno lo tenga en poco. Y despachadlo en paz, para que venga a verse conmigo, pues lo estoy aguardando con los hermanos.
12. En cuanto a nuestro hermano Apolo os hago saber que le he instado mucho para que fuese a visitaros con algunos de los hermanos; pero se ha negado absolutamente a hacerlo de momento. Mas ira cuando le sea oportuno.
13. Velad, estad firmes en la fe, obrad varonilmente, y alentaos mutuamente.
14. Todas vuestras cosas haganse con caridad.
15. Os hago una recomendación, hermanos: sabéis que las familias de Estéfanas y de Fortunato y de Acaico son las primicias de Acaya y que se han puesto al servicio dé los santos:
16. Y os ruego que tengáis mucha deferencia con personas de esa calidad y con todos los que cooperán y trabajan.
17. Yo me alegro por la visita de Estéfanas y de Fortunato y de Acaico, porque ellos son los que han suplido vuestra ausencia.
18. Ellos han tranquilizado mi Espíritu como el vuestro. Mostrad, pues, reconocimiento a tales personas. Os saludan todas las iglesias de Asia.
19. Os saludan con grande afecto en el Señor Aquila y Priscila, con la iglesia de su casa, en la que me hallo hospedado.
20. Todos los hermanos os saludan. Saludaos vosotros unos a otros con el beso santo.
21. Mi salutación, de mi mano, de Paulo.
22. Si alguien no ama a nuestro Señor Jesucristo sea anatema, marán atha.
23. Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.
24. Mi caridad con todos vosotros en Cristo Jesús. Amén.

Aquí los instruye el Apóstol acerca de lo que corresponde a sus discipulos. Y lo primero sobre lo relativo a Timoteo, y lo segundo sobre lo relativo a Apolo: En cuanto a nuestro hermano Apolo, etc.

Acerca de Timoteo tres cosas ordena. La primera, que se le cuide bien, por lo cual dice: Si va a veros Timoteo procurad, ved la manera de que esté sin recelo entre vosotros. Quiza había allí conmoción por los seu-do-apostoles. Combates por de fuera; por dentro, te-mores (2Co 7,5). Y lo debéis hacer porque él trabaja, como yo, en la obra del Señor, predicando. Tu, entretanto, vigila en todas las cosas, etc. (2Tm 4,5).

La segunda, que se le honre, por lo cual dice: Por lo tanto, ninguno lo tenga en poco. Y la razón de tal recomendación es quiza que Timoteo era loven. Nadie te menosprecie por tu poca edad (1Tm 4,12). Quien a vosotros desprecia a Mi me desprecia (Lc 10,16).

La tercera, que se le despida en paz: y despachadle en paz. Y la razón de esto es que lo estoy aguardando con los hermanos que están con él.

En cuanto a nuestro hermano Apolo, etc. Este es aquel Apolo de quien se dice en Hechos 18,24 que cierto judio, etc., y este mismo fue a Acaya y fue allí algo así como un especial doctor después del Apóstol (Yo planté, rego Apolo, etc.,1Co 3,6), y, como dice la Glosa, era obispo. Y por haberse portado mal los corintios se les separo y se fue a donde Pablo. Pero luego le rogaron los corintios al Apóstol que se lo enviara alla, a lo cual les responde diciendo: En cuanto a nuestro hermano Apolo, a quien queréis que os lo envie, os hago saber tres cosas. La primera, las suplicas que le hice, pues le he instado mucho para que fuese a visitaros con algunos de los hermanos. Así es que dice: le he instado -aunque podria ordenarle-, porque a. varones ilustres no así como así se les debe mandar.. A| anciano no lo reprendas con aspereza, etc. (1Tm 5,1). ¿Te han hecho director? No te engrias (Si 32 Si 1). Pero ¿es que le fue licito dejar a su pueblo? A esto se debe responder que, como dice San Gregorio, cuando todos los subditos se portan mal y no quieren corregirse, puede el Obispo apartarse de ellos. Así es que siendo éste el caso de los corintios, le fue licito dejarlos. O se puede decir que quiza no era Apolo su obispo sino que de manera especial les predicaba.

La segunda, la respuesta de Apolo: que se niega a volver a donde ellos: pero se ha negado absolutamente a hacerlo de momento. Y quiza la razón era que aun no se habían corregido bien los Corintios o que estaba ét ocupado en otras arduas empresas.

La tercera, la promesa que Apolo les hace de 1r algún dia a verlos. Por lo cual dice: Mas ira cuando le sea oportuno, esto es, cuando os hayáis corregido.

Consiguientemente, después de instruirlos sobre lo que deben hacer con los ausentes, los alecciona sobre-como deben portarse con los presentes. Acerca de esto hace dos cosas. La primera es mostrarles como deben portarse en cuanto a todos en comun; la segunda, en cuanto a ciertas personas en especial: Os hago una recomendación, hermanos. Los instruye, pues, el Apóstol en comun sobre tres cosas, que son: de la fe, de las buenas obras y de como obrar bien. Sin embargo, a estas tres cosas antepone una que es necesaria para todas, esto es, la solicitud. Por lo cual dice: Velad y orad. Dichosos aquellos siervos a los cuales el amo al volver encuentra así velando, etc. (Lc 12,37). Velad y orad para no caer en la tentación (Mt 26,41).

Acerca de la fe los instruye diciendo: Estad firmes en la fe (Estad, pues, a pie firme, cenidos vuestros lomos con el cingulo de la verdad,Ep 6,14).

Acerca de las buenas obras, diciendo: Varonilmente, esto es, con fortaleza, obrad, porque fe sin obras muerta es (Sant. 2,17). Pero como las buenas obras no se nos deben atribuir a nosotros, sino a Dios, añade: y alentaos en el Señor (Portaos varonilmente y tened buen animo, etc., Salmo 30,25).

Acerca del modo de obrar, diciendo: Todas vuestras obras haganse con caridad, esto es, todas deben referirse al fin de la caridad, de modo que sean por Dios y por el prójimo (Sobre todas las cosas la Caridad, la «cual es el vinculo de la perfección, Colos. 3,14).

En seguida, cuando dice: Os hago una recomendación, hermanos, etc., los instruye sobre como deben portarse con algunos en especial. Y lo primero en cuanto a aque-ilos que se ve que tienen alguna prerrogativa en las cosas espirituales; lo segundo en cuanto a aquellos que la iienen en las obras corporales: Yo me alegro, etc. Dice, pues, Os hago una recomendación, hermanos; sabéis, etc., esto es, dáis por buenas las familias de Estafarias y Fortunato y de Acaico. Las dáis por buenas, dice, por dos cosas: la primera, porque son las primicias, o

sea, las primeras en convertirse, porque fueron las primeras que el Apóstol bautizo (Bauticé también a la familia de Estéfanas, etc.,1Co 1,16) y porque son ellas las mas devotas y dispuestas al servicio de los santos.

Por lo cual dice: y ellos mismos se han puesto al servi-cio de los santos (Caritativos para aliviar las necesidades de los santos,Rm 12,13). Por lo. cual os ruego-que también vosotros tengáis mucha deferencia, etc. (Obedeced a vuestros prelados, etc.He 13,17). Y con todos los que cooperán (Ayuda a los que conmigo han trabajado, Filip. 4,3. Glorioso es el fruto de las buenas obras, etc.Sg 3,15). Aquí los instruye en cuanto a quienes tienen lugares preeminentes en los ministerios, y esto se puede explicar de dos maneras. De una manera como si dijera: Yo me alegro por la visita de Estéfanas y de Fortunato y de Acaico, que están entre vosotros, cuya presencia os es provechosa. Porque ellos han suplido lo que os falta, adoctrinandoos. Y con esto han tranquilizado tanto mi espiritu, en cuanto me alegro por vuestro bien, como vuestro espiritu, por cuanto sois instruidos por ellos. Yo, por mi, me holgué sobremanera en el Señor de que al fin ha reflorecido aquel afecto que me tenéis (Ph 4,10). Y, por lo* tanto, puesto que así se han portado, luego mosfradles, reconocimiento, o sea, honradlos, etc.

O de otro modo, como si dijera: Me alegro con la presencia de Estéfanas, de Fortunato y de Acaico, porque están conmigo en persona y me ayudan, en lo cual suplen lo que os faltaria a vosotros, o sea, que no podriáis presentarseme corporalmente. Y así alegraron mi espiritu, por cuanto me sirvieron y me sorprendieron, y el vuestro, por cuanto os alegráis de mi bien, y por lo mismo mostrad reconocimiento a tales personas.

Os saludan, etc. Aquí hace saber el Apóstol qué hacen otros respecto a los Corintios. Y acerca de esto hace dos cosas. La primera, hace saber como son saludados por otros; la segunda, agrega su propio saludo: Mi salutación de mi mano, etc.

Sobre lo primero hace tres cosas. La primera, hace saber como los saluda toda la 1glesia de Asia en comun. Por lo cual dice: Os saludan todas las 1glesias de Asia (Os saludan todas las 1glesias de Cristo,Rm 1 o,16). La segunda, que los saludan especialmente los huéspedes de Pablo. Por lo cual dice: Os saludan con grande afecto en el Señor Aquila y Priscila. Estos erán los huéspedes de Pablo, y de ellos se trata en Romanos 16,3 y Hechos 18,2. La tercera, que los saludan los Apostoles y sus familiares. Por lo cual dice: Todos los Ihermano5 os saludan, los que están conmigo (Os saludan los hermanos que están conmigo, Filip. 4,22). Así es que todos os saludan, y vosotros también saludaos unos a otros con el osculo santo, no libidinoso con el que la mujer besa al mozo que coge entre sus brazos (Pr 7,13); ni tampoco traidor, con el que Judas beso a Cristo (Mt 26,49 yMc 14,45).

Mi salutación, etc. Aquí agrega su saludo, y acerca de esto hace dos cosas. La primera, oa el motivo de su saludo, diciendo: Mi saludo va escrito de mi mano, de fiPaulo, y así lo hacia en sus epistolas por algunos que .escribian falsas cartas queriendo hacerlas pasar por del Apóstol. Por lo cual para que no fuerán enganados, después de haber sido escrita la epistola por algún amanuense, en seguida, al final escribia el Apóstol de su propio puno. $

La segunda, la propia salutación, en la cual desde luego habla fuertemente del peligro que hay, diciendo: Si alguien no ama a nuestro Señor Jesucristo sea anatema, o sea, separado o excomulgado, marán atha, esto es, que venga el Señor; como si dijera: Quien no ama a nuestro Señor Jesucristo sea anatema a la venida del Señor.

Pero ¿acaso no deben ser excomulgados cuantos no están en la caridad?

Respondo: Se entiende que no amar alguien a nuestro Señor Jesucristo es no amar la fe de Cristo, y estos tales son herejes y están excomulgados. O también que el que no persevere hasta el dia de su muerte en el amor de nuestro Señor Jesucristo, el dia de su venida sera separado de los buenos.

En segundo lugar bendice a los buenos, deseando para ellos lo mejor, o sea, la gracia de Nuestro Señor Jesucristo, diciendo: Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Y deseando esto les desea todo bien porque en la gracia de nuestro Señor Jesucristo se contiene todo bien.

Les ofrece también su amor, diciendo: Mi caridad con todos vosotros en Cristo Jesús, etc. Que os améis mutuamente y améis a Dios con la caridad con que yo os amo, y no por alguna otra cosa sino en Cristo Jesús, o sea, por amor de Cristo. Amén: hagase.




Aquino: I Corintios 74