Aquino - PRIMERA TIMOTEO 14

14
(
1Tm 4,11-18)

LECTIO 3: Ad 1 Timotheum 4,11-18

Amonesta a Timoteo a ser en todo un puro dechado de virtudes y a enseñar de diferente modo a diferentes personas.

11-12. Praecipe haec et doce. --Nemo adolescentiam tuant contemnat, sed exemplum esto fidelium in verbo, in conversatione, in chántate, in fide, in castitate.13. Dum venio attende lectioni, exhortationi et doclrinae.14. Noli negligere gratiam quae in te est, quae data est tibi per prophetiam, cum impositione manuum presbyterii.15. Haec meditare, in his esto, ut profectus tuus manifestus sit ómnibus.16. Attende enim tibi et doctrinae, insta in illis. Hoc enim faciens, et teipsum salvum facies, et eos qui te audiunt.17. Séniorem ne increpaveris, sed obsecra ut patrem, iuvenes ut fratres.18. Anus ut matres, iuvenculas ut sórores, in omni castitate.

Arriba exhortó el Apóstol a Timoteo a la piedad, dale aquí forma de enseñarla; mándale que enseñe la piedad y cómo ha de hacerse idóneo para ello: "nadie te menosprecie por tu poca edad"; y cómo ha de dar enseñanzas diversas a diferentes clases de personas. Mas la doctrina de la piedad consiste en 2 cosas, a saber, en lo que hay que hacer y creer. Cuanto a lo primero, si tienen autoridad, no sólo deben instruir, sino también mandar. Por eso dice: "esto has de enseñar". "Reprende con plena autoridad" (Tito 2,15). Cuanto a lo segundo dice: y enseña. "Enseñad a todas las gentes".

Al decir luego: nadie, muestra cómo puede hacerse idóneo para lo susodicho, y lo. para mandar; 2o. para enseñar: "entretanto que yo voy". Acerca de lo primero le enseña cómo ha de cerrar la puerta al menosprecio y por qué medios: "has de ser dechado". El precepto, si no es por la autoridad del que ordena, no es eficaz; por eso, cuando la autoridad es despreciada, el precepto da en vacío; lo que mayormente sucede con los jóvenes, porque se les estima menguados de prudencia. De donde, según el Filósofo, nadie elige capitanes jóvenes. Por eso dice: nadie; como si dijera: aunque joven, las costumbres lo retraten venerable anciano. "Y siendo de los más jóvenes, entre todos los de la tribu de Neftalí, nada mostró de pueril en sus acciones". (Tb 1,4). Muéstrale luego cómo ha de cerrarle la puerta al desprecio diciendo: sino has de ser... , a saber, has de portarte de tal manera que seas dechado de hacer de obra lo que de palabra enseñas. Pero hay una múltiple diferencia de cosas en las que el prelado es ejemplo; pues unas se ordenan al prójimo, otras a Dios y otras a sí. En lo tocante al prójimo dice: "has de ser dechado de los fieles", esto es, que cumplas de obra lo que mandas de palabra; "siendo dechado de la grey". Y esto en la manera de hablar; de donde dice: en la palabra, a saber, ponderada, ordenada y circunspecta. "Vuestra conversación sea siempre con agrado, sazonada con la sal de la discreción" (Col 4,6). "El que habla hágalo de manera que parezca que habla Dios por su boca" (1P ,4,2). También en el trato exterior, para que así como sobresale por el lugar que ocupa y la dignidad, así también por la honesta conversación. "Llevando una vida ajustada entre los gentiles" (1P ,2,12). "Vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos" (Mateo 5). Cuanto a Dios ordénase por la caridad, que perfecciona el afecto; de donde dice: en la caridad. También por la fe, que ilumina el entendimiento; de donde dice: en la fe, que toca especialmente a los prelados, que son custodios de la fe. De donde especialmente ora el Señor por la fe de Pedro, diciendo: "he rogado por ti, Pedro, para que tu fe no desfaüezca". Cuanto a sí, la castidad pone en orden la vida y la mente, porque desdice mucho que la vida de los ministros haga desarmonía con la vida del Señor. "Como es el juez del pueblo, así son sus ministros" (Eccli. X). Y Cristo de tal manera amó la castidad, que quiso nacer de Madre virgen y El mismo guardó virginidad; por eso se sigue: en castidad.

-"Entretanto que yo voy". Muéstrale cómo será idóneo para enseñar e indícale la razón del aviso: "no malogres la gracia". Y la idoneidad para enseñar se consigue por la lección, en la que adquiere la ciencia, y por el ejercicio, con que se hace expedito. Por eso dice: "entretanto que voy aplícate a la lectura", a saber, de los libros santos. "Teniendo para nuestro consuelo los libros santos". (I Mac. 12). "Escudriñad las Escrituras"

(Jn 5). Y esto es lo que se significa en Éxodo 25, donde se dice que en el Arca del Señor siempre debían estar metidas las varas en los anillos y los anillos en los ángulos, como siempre dispuestos a llevar el Arca. Y para el ejercicio es necesaria nuestra exhortación cuanto a lo que hay que hacer y cuanto a lo que hay que conocer la doctrina. Por eso añade: a la exhortación y a la enseñanza. "Os daré pastores según mi corazón, que os apacentarán con la ciencia y con la doctrina" (Jr 3,15).

Luego al decir: no quieras, pone la razón del aviso anterior, y por causas las del don recibido y del premio esperado: aplícate. Pone también la razón y muestra cómo puede cumplirse lo contenido en la razón: medita estas cosas.

Dice pues: no quieras; como si dijera: más bien presta atención, porque el que recibe la gracia no debe ser negligente con ella sino hacerla fructificar. El siervo que esconde en la tierra el dinero es castigado por su negligencia (Mateo 25). "No malogres pues la gracia que tienes". Entiéndase por esta gracia o la dignidad episcopal, o el don de la ciencia, o de la profecía, o de los milagros, de las cuales ninguna debe desatenderse. "No recibáis en vano la gracia de Dios" (2Co 6,1), digo la gracia "que se te dio en virtud de revelación", esto es, por divina inspiración; porque en la primitiva 1glesia, en que las elecciones hacíanse puramente y por Dios, nadie era ascendido al episcopado sino por elección divina, así como San Ambrosio y San Nicolás. Y esta inspiración la llama aquí profecía. De donde dice la Glosa: esto es, por elección de los Santos, porque los Santos no elegían a quien sabían que Dios no lo había elegido. También el Apóstol preveía que éste sería provechoso al pueblo. "En faltando la profecía -esto es, tal modo de elección- será disipado el pueblo" (Pr 29,18). ¿Y cómo?

-"con la imposición de las manos de los presbíteros". Como se dijo, los nombres de presbítero o de obispo son promiscuos, porque sacerdotes y presbíteros, esto es, obispos, eran los que se recibían con la imposición de las manos. "Llama a Josué e impon tu mano sobre él" (Nb 27). También el Señor impuso su mano sobre los niños (Mateo 19) y los Apóstoles a los 7 diáconos. Por eso a los que se ordenan de obispos les imponen las manos. Mas se pregunta ¿por qué aquí en número singular se dice del presbítero, siendo así que al obispo deben ordenarlo 3? Respondo: por esto se dice, porque, aunque se júnten muchos, uno es el principal, los demás coasistentes. Con todo puede decirse que entonces esta constitución no existía y pocos eran los obispos, que por pocos no podían júntarse. Otra letra tiene presbíteros, esto es, se refiere a los que le impusieron las manos, no como hombres, mas como presbíteros. Y esta imposición significa la colación de la gracia, no porque los ministros la den, sino porque significan la que da Cristo. Y esto sólo toca a los que son ministros de Cristo. Por eso dice del presbiterio o del presbítero, porque la imposición de manos una es la que hacen los diáconos y otra la que los presbíteros.

-"Medita estas cosas". Muestra cómo se cumple lo que se dijo, a saber, que medite continuamente lo que toca a su oficio; "ya que ellos velan puesto que han de dar cuenta de vuestras almas" (Ac 13,17). "Medita pues esto", esto es, piensa con frecuencia en lo que se refiere al cuidado de tu rebaño, "y ocúpate enteramente en ello", esto es, emplea todas tus fuerzas en eso. ¿Y por qué? "Para que vea todo el mundo tu aprovechamiento". "Nadie enciende una luz para ponerla en lugar escondido" (Mateo 5,15). "Sea conocida de todos vuestra modestia" (Ph 4). Y esto debe observarlo por la recompensa que espera; por lo cual añade: "vela sobre ti mismo y atiende a la doctrina". Algunos tanto se entregan al ministerio de la enseñanza que se descuidan de sí; mas el Apóstol dice que primero atienda a sí y luego a la doctrina. "Apiádate de tu alma procurando agradar a Dios" (Eccli. 30,24). Por eso Jesús comenzó a obrar y enseñar. "Insiste en ellas", esto es, ejercítalas sin descanso, y el fruto, que se seguirá de eso, será copioso, porque "haciendo esto te salvarás a ti y también a los que te oyeren". Y esto es cosa grande. "Quien hace que se convierta el pecador de su extravío salvará de ia muerte su alma" (Sant. 5,20). "Brillarán como estrellas por toda la eternidad aquellos que hubieren enseñado a muchos la justicia" (Daniel 12,3). De donde a los doctores se les debe el premio de la aureola.

Al decir: al anciano... muestra cómo debe acomodar su enseñanza a las diferentes clases de personas, que distingue según ia edad y según el sexo. Dice pues: "no reprendas con aspereza al anciano sino exhórtalo como a padre". Así dice el Lev. 19: "Honra la persona del anciano". Por consiguiente no hay que increparlos con acritud, sino rogarles. "A los ancianos que hay entre vosotros -dice Pedro 1, V- suplico yo también anciano". Y si Pedro anciano esto hacía, ¿cuánto más un ¡oven? Pero al contrario Is 65: "el niño de cien años morirá, y el pecador de cien años será maldito". Respondo: el anciano por su excesiva malicia pierde la honra que merecen las canas y entonces hay que echárselo en cara. "A los mozos como hermanos". De parte de las mujeres hay diferencia de edades, porque "a las ancianas como madres", mayormente a las que no son jóvenes; y "a las ¡ovencitas como hermanas", con amor de caridad. Porque el amor espiritual con las mujeres, si no se procede con cautela, degenera en carnal; por tanto, en lo concerniente a las ¡ovencitas ha de terciar la castidad; por eso la añade el Apóstol. De donde el Papa, cuando, les escribe, les dice: amadas en Cristo; pero a los varones simplemente: queridos hijos.


CAPUT 5

15
(
1Tm 5,1-6)

LECTIO 1: Ad 1 Timotheum 5,1-6

Hay que honrar a las viudas, cuáles lo son de veras y a quiénes hay que auxiliar.

1. Viduas honor a, quae veré viduae sunt.2. Si qua autem vidua filios aut nepotes habet, discat primum domum suam regere, et mutuam vicem reddere parentibus, hoc enim acceptum est coram Deo.3. Quae autem veré vidua est et desolata, speret in Deum et instet obsecrationibus et orationibus nocte et die.4. Nam quae in deliciis est vivens mortua est.5. Et hoc praecipe, ut irreprehensibiles sint.6. Si quis autem suorum, et máxime domesticorum, curarn non habet, fidem negavit, et est infideli deterior.

Arriba instruyó a Timoteo sobre el uso de los manjares y de la abstinencia; aquí sobre la distribución de alimentos que se hace a las personas espirituales, a saber, los que se repartían a las viudas y doctores. Así pues lo instruye acerca de las viudas y de los doctores diciendo cómo la 1glesia ha de suministrarles alimentos, y a qué viudas y cuál ha de elegirse. Dice pues: "honra a las viudas", no sólo reverenciándolas, sino proveyéndolas de lo necesario; porque estas 2 cosas se entienden en la palabra honrar. De donde en el precepto de honrar a los padres se entiende que habla también de socorrerlos; como si dijera: provéelos también de lo necesario; y esto empezó en la 1glesia desde su principio. "Se suscitó una queja de los griegos contra los hebreos, porque no se hacía caso de sus viudas en el servicio o distribución del sustento diario" (Ac 6,1). "Aquellos eran unos depósitos y alimentos de viudas y huérfanos" (Mac. 2,3,10). Mas ¿qué viudas? "Las que lo son de verdad". Dícese viuda, como si dijésemos viuda de varón, esto es, dividida; porque la verdadera viuda es aquella que no tiene otras personas a que arrimarse, y a ésta débanle lo necesario de las limosnas de los fieles.

-"Que si alguna viuda". Expone quiénes son las verdaderas viudas y cuáles no; trata de su institución y por qué. 1nstruyelas pues "que aprendan primero a gobernar bien su casa". "Enseñaron a su hija a gobernar su familia" (Tb X,13). Y dice: primero, porque la viuda, cuya manutención toma a su cargo la 1glesia, debe ser honesta y vigilante. Y esto es lo que dice: aprenda. También debe servir a sus padres; por eso dice: "dar el retorno debido"; como si dijera: así como sus padres la alimentaron, así ella a ellos, si los tiene. Y la razón, "pues esto es lo que a Dios agrada", que no es sólo en servicio de los hombres, sino de Dios. Y la razón es manifiesta, porque el Señor dio de esto especial mandato y no quiso se pasara en silencio en el Evangelio. Tambien enseña la naturaleza recompensar a los bienhechores los beneficios recibidos; mas ¿qué bienhechores como los padres?

-"mas la que de verdad". Trata de las verdaderas viudas, mostrando quiénes lo son de verdad y cómo hay que instruirlas: "espere en Dios". Dice pues: "mas la que verdaderamente es viuda y desamparada", esto es, que no tiene consolación humana, a saber, hijos o padres, y tal que no tenga otro paño de lágrimas, "ponga su esperanza en Dios", aun cuando la sustente la 1glesia con subsidios temporales. Y debe instruírsele primero a ejercitarse en buenas obras; segundo, a precaverse de las malas. "Hazles pues entender". Dice pues: espere en Dios y ejercite a propósito un acto de esperanza, por la oración y la súplica, por las que se obtiene lo que se espera. Pues la oración es una elevación de la mente a Dios, la súplica un ruego que interpone por medianeras algunas cosas sagradas. Por eso añade: "ejercítese en plegarias y oraciones". Y dice: "noche y día", porque es imposible que el ánimo humano se vea libre de alguna solicitud o cuidado. Por eso, si la viuda no tiene ya en qué ocuparse, debe siempre vacar a Dios. "Ana no salía del templo, sirviendo en él a Dios día y noche, con ayunos y oraciones" (Lc 2,37). Judit "en lo más alto de su casa se había hecho una vivienda separada para orar" (8,5).

-"Porque la que vive en deleites, viviendo está muerta". Explica el motivo por qué debe siempre vacar a la oración, a saber, porque es imposible que el ánimo no se entretenga con algún deleite. Y como el alma del que está ocioso no se ocupa en cosas útiles, por fuerza ha de ocuparse en cosas carnales. Por eso dice que la viuda así desamparada se entregue a la oración, porque, si esta ocupación no la embarga, se entregará a las delicias, y así muerta estará con la muerte del pecado. "Tienes nombre de vivo, y estás muerto" (Ap 3). "El vivo (interiormente), el vivo (exteriormente) te alabará" (Is 38). Y aunque las delicias sean para todos los hombres ocasión de muerte, de manera especial para las mujeres, que de su condición son muelles y delicadas. Y como las delicias enmollecen y afeminan el ánimo, fuerza es que las mujeres se tornen mucho más muelles de lo que son. "¿Hasta cuándo estarás estragándote en los deleites, oh hija perdida?" (Jr 3 1,22). "Cuanto se ha engreído y regalado, dadle otro tanto de tormento y de llanto" (Ap 18,7).

-"Hazles pues entender" que deben cautelarse de lo malo. Y por eso lo dice porque lo prohibe, mandando que las mujeres que sustenta la 1glesia sean irreprensibles, porque "a tu casa, Señor, conviene la santidad" (Ps 92,5).

-"Que si hay quien". 1ndica la razón de lo que dice: aprenda primero, diciendo ser menester sobre esto instruir a la viuda, porque esto es de necesidad. Por esto dice: "no mira por los suyos", cuyo cuidado le incumbe, "mayormente si son de la familia". "Ordenó en mí el amor" (Cant. 2). Y, como dice San Agustín, podemos querer bien a todos; pero los más allegados han de ser más amados, porque entran en la categoría de una especie de hacienda y posesión nuestra. San Ambrosio dice que la razón de esto es porque los que no se avergüenzan de recibir de los suyos quizá se avergonzaran de recibir de otros.

-"negado ha la fe" por las obras, porque si no guarda fe a los que la naturaleza juntó consigo, es consiguiente que ni a los otros. "Profesan conocer a Dios, mas con sus obras le niegan" (Tito 1). Mas ¿acaso es esto verdad? "y es peor que un infiel". Lo contrario parece sostener San Agustín sobre Juan XV: si no hubiese venido... Dice que allí habla del pecado de infidelidad, que es más grave que los otros pecados, porque los pecados contra Dios revisten mayor gravedad que los que van contra el prójimo. Respondo que el estado del fiel a diferencia del infiel puede considerarse de 2 maneras: lo. cuanto al estado de pecado, y así los infieles están en peor estado porque no hacen cosa agradable a Dios; 2o. cuanto a un pecado, y entonces es al contrario; pues si fornican ambos, más peca el fiel porque hace injuria a la fe. Y así dice que si el fiel menosprecia el cuidado de sus padres comete mayor pecado que si esto hiciera el infiel. "Mejor les fuera no haber conocido el camino de la justicia que, después de conocido, abandonar la Ley santa que se les había dado" (2P 2,21).

16
(
1Tm 5,7-14)

LECTIO 2: Ad 1 Timotheum 5,7-14

Señala qué viudas hay que elegir para que gobiernen a las demás y enseña a esquivar la familiaridad con las donceilifas.

7. Vidua eligatur non minus sexaginta annorum, quae fuerit unius viri uxor.8. 1n operibus bonis testimonium habens, si filios educavit, si hospitio recepit, si sanctorum pedes lavit, si tribulationem patientibus subministravit, si omne opus bonum subsecuta est.9. Adolescentiores autem viduas devita. Cuín enim luxuriatae fuerint in Christo, nubere volunt.10. Habentes damnationem, quia primam fidem irritam jecerunt.11. Simul autem et otiosae discunt circumire domos, non solum otiosae, sed et verbosae, et curiosae, loquentes quae non oportet.12. Voló autem iuniores nubere, filios procreare, matres familias esse, nullam occasionem daré adversario maledicti gratia.13. 1am enim quaedam conversae sunt retro post Satanam.14. Si quis fidelis habet viduas, subministret Mis, ut non gravetur Ecclesia, ut his quae veré viduae sunt sufficiat.

Mostró arriba que la 1glesia ha de sustentar a las viudas, aquí qué viudas son ésas. Asimismo cuál hay que evitar y cuál elegir, todo fundado en 3 razones: la edad, la castidad, el ejercicio de las buenas obras. Por razón del tiempo, porque ha de ser de 60 años. Mas ¿de qué elección se trata? A esto puede responderse de 2 maneras: de una, porque habla de la elección por la cual es elegida la que habrá de gobernar a las otras viudas que eran alimentadas por la 1glesia, y tal sea la antigua que les pongan al frente que nadie sospeche de su continencia. "De 30 años arriba hasta los 50" (Nb 4). Mas parece al contrario por lo que hace la 1glesia eligiendo abadesas más jóvenes. Respondo que es un desorden elegir a las muy ¡ovencitas; pero con todo la 1glesia no guarda tanta solicitud con las de clausura, como con las que vagan de rejas afuera.

De otra manera, si habla de la elección por la que es elegida para ser sustentada con las limosnas de la 1glesia, y elíjase entonces tal que no sea menor de 60 años; porque las jóvenes pueden trabajar con sus manos, como el Apóstol que, aunque pudiese vivir del Evangelio, con todo eso trabajaba; mas las vejezuelas descansan.

Otra razón para elegir una viuda es la castidad. Por eso dice: "que no haya sido casada más de una vez". Así como en el Obispo es menester marido sea de una sola mujer, así en la vejezuela esposa sea de un marido solo. La Glosa: esto lo dice por razón del antedicho sacramento. Pero esta Glosa es magistral y de poco valor; pues no parece tomarse la razón de algún sacramento, ya que las mujeres no toman a su cargo la administración de ninguno. Mas esto lo dice por la firmeza, a saber, que tengan un propósito perseverante de guardar viudez. Pero San Jerónimo da otra razón, a saber, que entre los Gentiles era costumbre, en los sacrificios de los dioses, no fungir de sacerdotisa o de vestal ninguna bígama o mujer de dos maridos. Por eso quiso el Apóstol fuesen no menos castas las que la 1glesia mantenía con sus alimentos, "porque has amado la castidad y no has conocido otro varón" (Judit 15,2); "la cual casada desde su virginidad vivió con su marido 7 años" (Lc 2,38). Por tanto el haber sido mujer de un solo varón es como una laudable señal de castidad.

-"cuyas buenas obras". 3a. razón para elegir la viuda el ejercicio de las buenas obras, en general, en especial, de todo género, que "den testimonio de ella", porque las obras exteriores son una lengua de la fe interior.

"Muéstrame tu fe sin obras, que yo te mostraré mi fe por las obras" (Sant. 2,18). Mas ¿qué obras? lo. cuanto a los suyos "Si ha educado bien a los hijos", a saber, en el temor de Dios y en la castidad. "¿Tienes hijos? Edúcalos" (Eccli. 8). 2o. cuanto a los otros, en 3 obras de piedad: a) la misericordia, porque las mujeres de blando corazón son naturalmente misericordiosas. Así pues lo. enseña la hospitalidad: "si dio hospedaje". 2o. júntamente con ésta la humildad: "si ha lavado los pies de los santos"; pues así ha de recibirse a los santos y darles la honra que se merecen. "Marta andaba muy afanada en disponer todo lo que era menester" (Lc X,40). Así Jesucristo: "pues si Yo, que soy el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies uno al otro" ¡Juan 13). Hacen esto entre sí los hermanos aun en la misma obra visible, y lo que no ejecutan con la mano, tampoco con el corazón. Mas mucho mejor es ejecutarlo aun con la mano, ni ha de desdeñarse el cristiano de hacer lo que hizo Cristo; porque, inclinado a los pies de su hermano, despiértasele en el pecho la humildad, o, si ya tenía allí su morada, confírmase el efecto de ella" (Glosa de San Agustín). 3o. La fortaleza y constancia, a saber, para asistir a los afligidos. De donde dice: "si ha socorrido a los atribulados".

Y al decir: si toda obra, concluye en qué cosas ha de ser buena diciendo: "si ha practicado toda suerte de buenas obras". "Así que mientras tenemos tiempo, hagamos bien a todos" (Sal,6,10).

-"Viudas jóvenes no las admitas al servicio de la 1glesia", y da la razón: "pues cuando se han regalado a costa de los bienes de Cristo". Dice pues: elíjanse viudas de tal edad, mas no admitas las más jóvenes, esto es, a bulto y a lo que salga, no las recibas, especialmente a las infames y disolutas, para que la 1glesia las mantenga; o esquívalas, cuanto a su familiaridad y compañía; pues dice el Eccli. 42: "menos te dañará la malignidad del hombre", esto es, mayor seguridad tendrás para convivir con él bajo del mismo techo, "que la mujer blanda y complaciente"; porque, añade: "acarrea la confusión e ignominia" (14). La primera exposición es literal.

-"pues cuando se han regalado". Señálase doble razón por el doble peligro que amenaza; porque, si se acepta a las jóvenes para que la iglesia las mantenga, se siguen 2 inconvenientes, a saber, que se sientan suficientes y que no se les obligue a trabajar manualmente. Y de ambas partes amenaza el peligro. De lo primero contra la castidad, "pues cuando se han regalado". La lujuria algunas veces se entiende como superfluidad del acto venéreo, y así es uno de los 7 vicios capitales; otras se toma por toda superfluidad de las cosas corporales, y así se toma aquí; como si dijera: teniendo sobreabundancia: en Cristo, esto es, por sufragio de Cristo, entonces "quieren casarse". "El pueblo todo sentóse a comer y beber y levantáronse a divertirse" (Éxodo 32,6). Dice Valerio que de Baco y Ceres (vino y trigo) hay vecindad con Venus. "Comerán y no se saciarán; han fornicado y no se han cansado" (Os 4,10).

-"teniendo contra sí sentencia de condenación". Responde a una tácita pregunta: que pudiera alguno decir: pues ¿qué mal hay en casarse? Tú mismo dices: "si se casa la mujer no peca". Por eso dice: "son condenadas por eso, por cuanto violaron la primera fe" de la castidad, de que hicieron voto; de otra suerte no las hubiesen recibido para alimentarlas. De donde dice San Agustín que por el solo propósito incurre uno en condenación. Lo cual es cierto si es para determinada cosa y consiente uno en ello. "Si hiciste algún voto, no te dilates en cumplirlo". "Ninguno que, después de haber puesto su mano en el arado, vuelve sus ojos atrás, es apto para el reino de Dios" (Lc 9,62).

Por lo segundo, a saber, por no trabajar, incurren 3 males: lo. la ociosidad "maestra de muchos vicios" (Eccli. 33,29). "He aquí cuál fue la maldad de Sodoma, tu hermana: la soberbia, la hartura, la abundancia y la ociosidad" (Ezeq. 16,49). "El que se entrega al ocio es sumamente necio" (Pr 12,1 1). De la ociosidad se siguen estos males. El corazón de la mujer no es firme como el del varón, y por eso se mueve a diferentes cosas. Si pues no se le obliga a trabajar, se moverá por fuerza de aquí para allá. Por tanto es peligroso que las mujeres estén ociosas; por eso los antiguos les daban quehacer.

Hácense también inestables cuanto al lugar, porque aprenden a andar de casa en casa. "Se pone en acecho, ya fuera, ya en las plazas, ya en las esquinas" (Pr 7,12). Cuanto a las palabras dice: parleras; porque, por no tener qué hacer, mucha parte del tiempo la emplean en hablar necedades, "habladora y callejera, incapaz de sosiego" (Pr 7,2). Cuanto al corazón: curiosas; porque, por no entender en lo suyo, se entremeten en lo ajeno, y por eso hablan de cosas de que no deberían hablar, porque juzgan lo que hacen todos. "Su conversación quema como fuego" (Eccli. 9).

-"Quiero pues". Muestra a qué han de aplicarse: a casarse; y da la razón: "pues algunas se han pervertido ya para ir en pos de Satanás".

Dice pues: quiero que las jóvenes, a saber, viudas, se casen. Al contrario en 1Co 7,8: "bueno les es si así permanecen". Luego debe mejor decir: quiero que guarden continencia. Respondo: San Jerónimo dice que eso lo quería de principal intento, mas cada uno tiene de Dios su propio don. Por eso añade: "más vale casarse que abrasarse". Por tanto hay que ver en qué caso habla, porque en éste se trata de no violar la primera te y, por consiguiente, lo que aquí dice: quiero, se entiende no de principal intento. Críen hijos, y no los maten a ocultas por el aborto. "Verdad es se salvará por medio de la buena crianza de los hijos, si persevera en la fe" (1Tm 2,15).

-"Sean madres de familia", para que tengan en qué ocuparse y no anden llevando chismes de casa en casa. También quiero no den al enemigo ninguna ocasión, esto es, al diablo o al gentil, de maledicencia, esto es, de poder maldecir las iglesias de Dios. En una palabra, vivan de tal manera que no provoquen lo más mínimo a nadie a la lascivia; "pues ésta es la voluntad de Dios: que obrando bien tapéis la boca a la ignorancia de los hombres necios" (1P 2,15). Y la razón es porque algunas, después de hacer voto de castidad, se echaron para atrás e hicieron nulo su voto. Y las tales van en pos de Satanás por imitación, porque apostató de la compañía de los ángeles.

-"Si alguno de los fieles tiene viudas en su parentela asístalas". Muestra qué viudas han de correr a cuenta de personas privadas y da la razón: "y no se grave a la 1glesia". Dice pues que la que es verdaderamente viuda espere en Dios; mas ya, si alguna tiene padres o hermanos, sea sustentada por ellos. Por eso dice: "si alguno de los fieles", porque ésta es una obra de piedad. Y esto "para no gravar a la 1glesia con su manutención, a fin de que haya lo suficiente para mantener a las que son verdaderamente viudas o desamparadas". Y esto es necesario, porque entonces la 1glesia no tuvo posesiones, mas ahora las tiene destinadas para ello. "Trabajando de día y de noche, a trueque de no gravar a nadie".(1Ts 2,9).

17
(
1Tm 5,15-23)

LECTIO 3: Ad 1 Timotheum 5,15-23

Entre muchos preceptos que inculca a los obispos más que nada hay que observar el de no imponer rápidamente las manos a nadie, y hay que socorrer a los que trabajan por difundir el Evangelio.

15. Qui bene praesunt presbyteri duplici honore digni habeantur, máxime qui laborant in verbo et doctrina.16. Dicit enim Scriptura: non alligabis os bovi trituranti, et: dignus est operarius mercede sua.17. Adversus presbyterum accusationem noli recipere, nisi sub duobus aut tribus testibus.18. Peccantes coram ómnibus argüe ut et caeteri timorem habeant.19. Testor coram Deo et Christto 1esu, et electis angelis eius, ut haec custodias sine praeiudicio, nihil faciens in alteram partem declinando.20. Manus cito nemini imposueris, ñeque communicaveris peccatis alienis. Teipsum castum custodi.21. Noli adhuc aquam bibere, sed módico vino utere propter stomachum tuum et frequentes tuas infirmitates.22. Quorumdam hominum peccata manifesta sunt, praecedentia ad iudicium, quorumdam autem sequuntur.23. Similiter et jacta bona manifesta sunt, et quae aliter se habent abscondi non possunt.

Arriba trató de cómo hay que honrar a las viudas que se mantenían a costa de la 1glesia, aquí trata de la honra que se debe a los presbíteros; instruye a Timoteo en cómo se ha de haber con ellos y cómo han de entenderse ciertos dichos: "de ciertos hombres". También muestra que hay que honrar a los presbíteros y lo confirma por autoridad; finalmente por qué razón se les debe honrar. Dice pues:

-"Los presbíteros que cumplen bien con su oficio". Presbítero suena ¡o mismo que anciano; y así como los ancianos con la edad se acostumbraron a tener prudencia (Jb 12), así el que es ascendido para gobernar la 1glesia debe ser prudente (Lc 12). Por eso los prelados eclesiásticos, a saber, los obispos y sacerdotes, se llaman presbíteros. Por eso dice: que están al frente. Mas no sólo eso, sino que lo hagan bien, a saber, para honra de Dios y no para la propia comodidad. "¡Ay de los pastores de 1srael que se apacentaban a sí mismos"! (Ez. 34).

También sea prudente para que oportunamente le dé a cada uno. "Lo que se busca en los dispensadores de la palabra de Dios es que sean fieles" (1Co 4). Estos son acreedores a doble honra, una de las cuales consiste en la administración de las cosas necesarias -como se lee de Tobías 1,16, honrado por el rey con gajes y dádivas-; otra en la demostración de la reverencia. "Humilla tu corazón al anciano" (Eccli. 4,7). Pero mayormente hay que tributar esta honra a los que se la merecen por su trabajo, a saber los que trabajan en predicar la palabra de Dios; "en donde resplandecéis como lumbreras del mundo, conservando la palabra de vida" (Ph 2,15). "La palabra de Cristo tenga en abundancia su morada entre vosotros, con toda sabiduría enseñándoos"

(Col 3,16). También en la doctrina, esto es, en la educación. "Os daré pastores según mi corazón, que os apacentarán con ciencia y doctrina" (Jr 3). En Efesios 4 junta a pastores y doctores, porque éste es el oficio del obispo.

Luego cuando dice: dice pues, lo prueba por doble autoridad, e introduce una según el sentido místico, otra según el literal: es digno. Dice pues: "porque la Escritura dice: no pondrás bozal al buey que trilla" (Ph. 2). En 1Co 9 prueba el Apóstol que esto hay que entenderlo de los doctores, porque a Dios no se le da nada de los bueyes, no porque no estén sujetos al gobierno de la Divina Providencia, sino porque Dios no cuida de cómo han de tratar los hombres a los bueyes, que pueden servirse de ellos a su voluntad. Por tanto esa ley no se refiere a los bueyes, sino se dice por semejanza, como si dijera: al hombre que trabaja en el oficio de la predicación y del gobierno no le estorbes que viva de ese oficio; pues por los bueyes se entienden los que enseñan. "Donde abundan las mieses, allí se ve claramente la fuerza y trabajo del buey" (Pr 14,4). Por las mieses se entienden los fieles (Mateo 9). Luego no hay que impedir a los predicadores y doctores que perciban sus gajes o emolumentos. "Digno es el obrero de su sustento" (Mateo 7). Esta autoridad es más bien del Antiguo Testamento, aunque no esté escrita así; ni acostumbró el Apóstol traer una autoridad del Evangelio sino con la expresión del que la dice; mas se toma del Lev. 19,13: "no retendrás el ¡ornal de tu jornalero hasta la mañana". Mas ¿por ventura estos gajes son jornales? San Agustín en la Glosa dice que sí. No es con todo un artículo de comercio el Evangelio para que por él se cumpla con el oficio de predicar. Que algunas veces se llama ¡ornal lo que le dan al hombre por premio final; y así lejos de nosotros pensar que tales gajes sean el ¡ornal de los predicadores. Otras veces se dice jornal sólo la retribución de que uno se hace digno trabajando. Y así se dice aquí de modo amplio ¡ornal. Por eso dice San Agustín: recíbanlos pues...

-"Contra presbítero no admitas acusación". Trata de la corrección del presbítero, diciendo que a los presbíteros que cumplen bien con su oficio con doblada honra hay que honrarlos, pero a los malos leerles la cartilla. Acerca de lo cual advertir 3 cosas: a) no se admita de ligero acusación contra ellos; b) a los culpables corregirlos en público; c) no condenar temerariamente. Dice pues: tú, el mayor entre los presbíteros, "no admitas acusación contra presbítero, sin la deposición de 2 o 3 testigos". Con 2 basta si son buenos. Y la razón está en la Glosa: que no hay que acusar de ligero a una persona de tan alta categoría, que hace las veces de Cristo. Pero esto parece no basta, porque la acusación de otros no se admite sino por deposición de 2 o 3 testigos, con cuyo testimonio "perderá la vida el que es digno de muerte" (Deut. 17,6). Donde hay que advertir que una cosa es recibir la acusación, y otra condenar al acusado. Esto segundo no debe hacerlo el juez, sino cuando el reo, convicto por la protestación de los testigos, fuese condenado, y esto entre gente vulgar; mas contra el sacerdote no debe recibir acusación, a no ser evidente.

Luego cuando dice: "a los pecadores"... muestra cómo hay que castigarlos si se les prueba su delito; a) que lo corrija en público; b) lo conjura a que "observe esta cosas, sin dejarse prevenir, y sin hacer nada por inclinación ni afición particular". Dice pues: a los pecadores, tanto presbíteros como cualesquiera otros, "has de reprenderlos delante de todos". ¿Y por qué? "Para que los demás teman". Mas de distinta manera se procede en la corrección fraterna y en la judicial, porque el juez hace el papel de persona pública; por tanto debe procurar el bien común, que deja maltrecho el pecado público, porque muchos se escandalizan. Por consiguiente el juez eclesiástico debe castigar en tal forma en público que los otros se edifiquen; "pues sucede que los hijos de los hombres, viendo que no se pronuncia luego contra los malos la sentencia, cometen la maldad sin temor alguno" (Ecles. 8,2). Mas "azotado el hombre impío o escandaloso, el necio será más cuerdo" (Pr 19,25). Advierte que dice: "delante de todos". Pero al contrario Mateo 18: "si pecare contra ti tu hermano, corrígelo entre ti y él solo". Responde San Agustín en la Glosa: distingue los tiempos y el pecado, porque uno es oculto y el otro público. Mas el primero necesita de un oculto remedio, esto es, ocultamente hay que corregirlo, y de éste habla el Señor. Por eso dice: contra ti, a saber, solo, como a ocultas. Mas el Apóstol habla del pecado público, que pena pública ha menester. Y esto se nos da a entender en los muertos que el Señor resucitó; porque a la niña dentro de la casa, por la cual se significa el pecado oculto, de donde echó fuera a la turba; pero al hijo de la viuda de puertas afuera, a vista de todos; con lo cual se demuestra que el pecado público en público ha de castigarse.

Luego dice: te conjuro, porque el juez eclesiástico, al desempeñar su oficio, representa más que nadie la persona de Dios, y por eso, para que ¡uzgue con justicia, se le ha de conjurar en nombre de Dios; y de tal modo se haga en público la reprensión que no se menosprecie el juicio de Dios. Donde 1nculca 3 cosas: a) la autoridad divina, porque Dios Padre juzgará con su autoridad; por eso dice: "delante de Dios", b) También Cristo hombre como si se presentase a juicio. "Le ha dado el poder de juzgar, porque es el Hijo del hombre" (Jn 5). Por eso dice: y de Cristo Jesús, c) También los ángeles como ministros. "Cuando viniere el Hijo del hombre en su majestad, y todos sus ángeles con El, entonces se sentará sobre el trono de su majestad". (Mateo 25). Por eso añade: delante de los ángeles.

Luego cuando dice: "sin dejarte prevenir", quita de en medio el juicio temerario, diciendo: sin prejuicio, a saber, para que no procedas temerariamente, sino con deliberación, a saber, sin hacer nada por inclinación ni la afición particular. O sin prejuicio, esto es, sin precedente discusión. "No hagas cosa de gravedad sin consejo" (Eccli. 33,30).

-"No pongas de ligero las manos sobre alguno".

Trata de la promoción a los sagrados órdenes, y ésta parece ser la razón de lo primero. Porque así como no debe apresurarse a castigar, así ni a promover, esto es, conferir de ligero los sagrados órdenes. "Sean éstos antes probados" (1Tm 3,10). "Reúneme 70 varones de ios ancianos de 1srael, los que tú conoces que son autorizados y maestros del pueblo" (Nb 2,16); como si dijera: los que te consta que son idóneos. ¿Y por qué? Para que "no seas cómplice de pecados ajenos"; porque, si promueves sin orden y de esto se les sigue algún pecado a ellos o al pueblo, se te imputará a ti. O se hace cómplice de pecados ajenos, porque no corrige cuando puede. "Dignos son de muerte no sólo los que hacen estas cosas, sino también los que aprueban a los que las hacen" (Rm 1,32).

-"Consérvate limpio y puro a ti mismo". Muéstrale cómo se ha de haber consigo mismo, y esto con sobrada razón, porque acontece que alguno así se porta con otros que descuida de sí. De donde primero lo exhorta -a la castidad, y de ahí arranca para reprimir su exagerada abstinencia: "no prosigas en beber agua sola". Dice pues: tú que debes corregir a otros "consérvate limpio y puro". "Castigo mi cuerpo y lo sujeto a servidumbre, no sea que, después de predicar a otros, quede yo descalificado" (1Co 9). Porque este Timoteo era muy dado a la abstinencia y para evitar los pecados de la carne maceraba su cuerpo. Y porque por esta causa se puso enteramente enfermo, por eso dice: "no prosigas, después de haberte enfermado, en beber agua sola". ¿Y por qué? Porque "cualquier sacrificio que ofrezcas ha de esiar sazonado con la sal de la discreción". "Vuestro obsequio sea razonable" (Rm 12). Por eso dice: "usa de un poco de vino", pero poco, no para emborracharte. "Recrea el aima y el corazón el vino bebido moderadamente" (Eccli. 3 1,36). "Por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades" que se te han seguido por la abstinencia; pues hay que procurar, en lo posible, que el comenzado oficio, más que por inconsideración disminuyendo, vaya de grado en grado adelantando. Y hay que advertir que Pablo sanaba enfermos y resucitaba muertos, pero con todo cura a Timoteo con el consejo de la medicina; con lo cual se nos da a entender que no siempre se valía de los milagros, sino cuando era conveniente por causa de la fe.

Luego cuando dice: "de ciertos hombres", muestra cómo hay que entender las 2 cosas que dijo, a saber, que nada ha de hacerse sin consejo previo cuando de condenar se trata; lo mismo cuando de imponer las manos. Cuanto a lo primero dice: "los pecados de ciertos hombres son notorios antes de examinarse en juicio; mas los de otros se manifiestan después de él"; como si dijera: arriba dije "sin dejarte prevenir... " con todo debes emplear la consideración, porque ciertos pecados son notorios y no han menester examinarse; otros ocultos, y éstos sí. De donde en éstos bien se entiende lo del prejuicio, y no en los primeros, porque aquéllos anteceden, éstos siguen al juicio, a saber, la manifestación por el escrutinio que por entonces no hay que publicar. "Como en las aguas se representan los semblantes de los que se miran en ellas, así los corazones humanos son manifiestos a los prudentes" (Pr 27,19). Dice lo segundo: "no impongas de ligero las manos", lo que hay que entender de los que no son manifiestamente buenos, porque "así también hay buenas obras manifiestas", de las cuales dice San Mateo 5: "vean vuestras obras y glorifiquen a vuestro Padra celestial". Y "las que no lo son, esto es, las que no son manifiestas, no pueden estar ocultas", porque "nada está encubierto que no se haya de descubrir, ni oculto que no se haya de saber" (Mateo X,26), porque o en lo futuro o también aquí toda iniquidad se manifiesta. Y en estas cosas no es fácil la imposición.


Aquino - PRIMERA TIMOTEO 14