TRENTO - ACLAMACIONES DE LOS PADRES AL FINALIZAR EL CONCILIO


APENDICE IIINombres, apellidos, patrias y dignidades de los Legados, Arzobispos, Obispos, y otros Padres, así como de los Embajadores, y Teólogos que asistieron a una, o a muchas, o a todas las nueve Sesiones del Concilio de Trento, celebradas en tiempo de Pío IV, desde 18 de enero de 1562 hasta el 4 de diciembre de 1563.Cardenales, Presidentes y Legados.El Rmo. e Ilmo. Sr. Hércules Gonzaga, Presbítero Card. del título de santa María la nova. Fue arz. de Tarragona, y tío del duque de Mantua, de Mantua.El Rmo. e Ilmo. Sr. Gerónimo Seripando, agustiniano, presb. card. del título de santa Susana. Apénd. I.El Rmo. e Ilmo. Sr. Marcos Sitico de Ataemps, card. diácono del título de la Basílica de los doce santos apóstoles, alemán. Embajadores eclesiásticos. Sentábanse a la derecha de los Legados.El Ilmo. y Rmo. Sr. Antonio Muglitz, arzob. de Praga: por el César: moravo.El Ilmo. y Rmo. Sr. Jorge Dracovitz, ob. de Cinco-iglesias: por el César como rey de Ungría: después cardenal: croato.El Ilmo. y Rmo. Sr. Valentín Herbot, ob. de Pruesmil: por el rey de Polonia: polaco.El Ilmo. y Rmo. Sr. Marcos Antonio Bobba, ob. de Agosta en el Piamonte: por el duque de Saboya: de Casal.El Ilmo. y Rmo. Sr. Gerónimo Gaddi, ob. de Cortona: por el duque de Florencia: florentino.El Rmo. Sr. Martín Hércules Rettinger, ob. de Lavantino: por el arzobispo y príncipe de Saltzbourg: alemán.Fr. Martín Roxas de Portarubio: por el gran Maestre, y toda la religión de S. Juan: murió en 1577: español. Embajadores seculares. A la siniestra de los Legados.El Ilmo. Sr. Sigismundo Tuun: por el emperador: de Trento.El Ilmo. Sr. Luis de S. Gelasio, señor de Lansac: por el rey de Francia: francés.El Ilmo. Sr. Arnaldo du Ferrier, francés.El Ilmo. Sr. Guido Fabro, señor de Pibrac, francés.El Ilmo. Sr. Fernando Martínez de Mascareñas: por el rey de Portugal: portugués.El Ilmo. Sr. Nicolás de Ponte: por la república de Venecia, de que después fue Gran-Dux, veneciano.El Ilmo. Sr. Mateo Dandulo, veneciano.El Ilmo. Sr. Juan Strozzi: por el duque de Florencia: florentino.El Rmo. Fr. Melchor Lussi: por los cantones suizos: suizo.El Ilmo. Sr. Agustín Baumgartnet, dr. en ambos derechos: por el duque de Baviera: alemán.El Ilmo. Sr. Fernando de Avalos, gobernador del Milanesado, y después virrey de Sicilia: por el rey de España. Murió en 1572: español.El Ilmo. Sr. Claudio de Quiñones, conde de Luna. Tenía su asiento separado de los demás embajadores por la competencia entre España y Francia: murió en Trento en 18 de diciembre de 1563: español. Arzobispos.El Rmo. Sr. Fernando Annio, antes arzob. de Amalfi, y a la sazón ob. de Boyano, napolitano.El Rmo. Sr. Pedro Guerrero. Apéndice I.El Rmo. Sr. César Cibo, arz. de Turín, genovés.El Rmo. Sr. Luis Beccateli, arzob. de Ragusa, boloñés.El Rmo. Sr. Antonio Tarragués de Castillejo, arzob. de Taller en Cerdeña, antes ob. de Trieste: español, aragonés.El Rmo. Sr. Julio Cavesi, arz. de Surrento, del orden de santo Domingo, de Brezza.El Rmo. Sr. Fr. Bartolomé de los Mártires, sabio, piadoso, y celosísimo arzob. de Braga, dominico: ardiente promotor de la disciplina eclesiástica: renunció el arzobispado, y murió entre sus religiosos en 1590: de Lisboa.El Rmo. Sr. Guillermo de Avanson, arzobispo de Evreux: francés, del Delfinado.El Rmo. Sr. Máximo de Máximis, arz. de Amalfi, romano.El Rmo. Sr. Gaspar Cervantes de Gaeta, de Cáceres en Extremadura, colegial de Oviedo, arzob. de Mesina, después de Salermo, y Tarragona, card. de la S. I. R. Murió en 1576: español.El Rmo. Sr. Nicolás de Selleve, después cardenal arzobispo de Sens, francés. Obispos.El Rmo. Sr. Vicente Nicosanti, ob. de Arbe, de Fano.El Rmo. Sr. Juan Francisco de Flisco, ob. de Andro, genovés.El Rmo. Sr. Quintio de Rusticis, obispo el más antiguo de Mileto, romano.El Rmo. Sr. Lucas Bisanti, ob. de Cataro, de Cataro.El Rmo. Sr. Antonio de Tamera, ob. de Belay, saboyano.El Rmo. Sr. Scipión Tongal, ob. de Cita di Castelo, romano.El Rmo. Sr. Vicente Durantibus, ob. de Termini, de Brezza.El Rmo. Sr. Juan Vicente Michaeli, ob. minarbino, de Carlet.El Rmo. Sr. Gabriel de Conver, ob. de Anjou, francés.El Rmo. Sr. Leonardo Haller, ob. de Filadelfia, sufragáneo, y procurador del ob. de Aichstad, alemán.El Rmo. Sr. Luis Vannini, de Chodulis, ob. de Certino, de Forlui.El Rmo. Sr. Julio Contarini, ob. de Celuno, veneciano.El Rmo. Sr. Pedro de Val, ob. de Seez, de París.El Rmo. Sr. Juan Antonio Pantusa, ob. de Lettere, del orden de predicadores, de Cosencia.El Rmo. Sr. Juan Bautista de Grosis, ob. de Regio, mantuano.El Rmo. Sr. Juan Suárez, ob. de Coimbra, agustiniano, confesor del rey de Portugal: murió en 1580: portugués.El Rmo. Sr. Felipe Rocabela, ob. de Recanate, de Recanate.El Rmo. Sr. Juan Beroaldo, ob. de santa Agata, de Palermo.El Rmo. Sr. Antonio Scarampi, ob. de Nola, de Aquis.El Rmo. Sr. César, conde de Gámbara, ob. de Tortona, de Brezza.El Rmo. Sr. Juan Bautista de Bernardis, ob. de Ajazzo, de Luca.El Rmo. Sr. Martín de Ayala, ob. de Segovia. Apén. I.El Rmo. Sr. Alfonso Rosseti, ob. de Camachio, ferrarés.El Rmo. Sr. Eustaquio de Belay, ob. de París, francés.El Rmo. Sr. Alberto Duimio de Gliticis, dominico, obispo de Veglia, de Cataro.El Rmo. Sr. Juan Antolinez Bricianos de Cibera, ob. de Jovenazo. Renunció el obispado, y murió en 1574: español.El Rmo. Sr. Balduino de Balduinis, ob. de Aversa, de Pisa.El Rmo. Sr. Diego Enriquez de Almansa, ob. de Coria, hijo de los marqueses de Alcañices, español.El Rmo. Sr. Sebastián Gualter, ob. de Viterbo, de Orvieto.El Rmo. Sr. Gaspar del Casal, ob. de Leyra, del orden de san Agustín: murió en Coimbra en 1587: portugués.El Rmo. Sr. Bernardino de Capis, ob. de Ossimo, romano.El Rmo. Sr. Juan de Morvillier, ob. de Orleans, francés.El Rmo. Sr. Julio Gentilis, ob. de Vultura, de Tortona.El Rmo. Sr. Fr. Antonio de san Miguel, ob. de Monte-marano, de la observancia de san Francisco, después arzob. de Lanciano: murió en 1570: español.El Rmo. Sr. Pedro Griti, ob. de Parenzo, veneciano.El Rmo. Sr. Luis de Bresc, ob. de Meaux, francés.El rmo. Sr. Ecisclo Moya de Contreras, ob. de Vique, después arzob. de Valencia, colegial mayor de san Bartolomé: murió en 1565: español, de Pedroche en el reino de Córdoba.El Rmo. Sr. Jacobo María Sala, ob. de Vivier, boloñés.El Rmo. Sr. Gabriel de Monte, ob. de Jesi, de S. Sabino.El Rmo. Sr. Mariano Sabelo, ob. de Gubio, romano.El Rmo. Sr. Julio Galeti, ob. de Alesano, de Pisa.El Rmo. Sr. Gerónimo Dubourg, ob. de Chalons, francés.El Rmo. Sr. Scipion de Este, ob. de Casal, ferrarés.El Rmo. Sr. Diego Sarmiento de Sotomayor, gallego de la casa de los condes de Gondomar, colegial mayor de Oviedo, obispo de Astorga: murió en 1571.El Rmo. Sr. Fausto Cafareli, ob. de Fondi, romano.El Rmo. Sr. Juan Bautista Osio, ob. de Reati, romano.El Rmo. Sr. Francisco de Beaucaire Peguillon, obispo de Metz.El Rmo. Sr. Juan Francisco Comendón, ob. de Zante y Cefalonia, después card. veneciano.El Rmo. Sr. Gonzalo Arias Gallego, español, ob. de Gerona, después de Cartagena: murió en 1573: de Galicia.El Rmo. Sr. Gerónimo Velásquez Gallego, colegial de S. Ildefonso, ob. de Oviedo: murió en 1566: español, de Haro.El Rmo. Sr. Martín Hércules Rettinger, ob. de S. Andrés, alemán.El Rmo. Sr. Juan de Mañatones, español, agustiniano ob. de Segorbe y Albarracín: murió en 1571.El Rmo. Sr. Francisco Blanco, español, natural de Capillas, tierra de Campos, colegial de santa Cruz, ob. de Orense, y después arzob. de Santiago. Prelado ejemplar: murió en 1581.El Rmo. Sr. Pompeyo Picolomini, ob. de Tropea.El Rmo. Sr. Pedro Barbarigo, ob. de Curzola, veneciano.El Rmo. Sr. Pedro Contarini, ob. de Pavia, veneciano.El Rmo. Sr. Pedro Danés, embajador de Francia al Concilio en la primera vez que se congregó, ob. de Vabres, francés.El Rmo. Sr. Felipe de Bec., ob. de Vennes, francés.El Rmo. Sr. Andrés de Cuesta, español de Medina del campo, colegial mayor de Alcalá, ob. de León: murió en 1564.El Rmo. Sr. Antonio Gorrionero, español, natural de Aguilafuente, colegial de Oviedo, magistral de Zamora, ob. de Almería: murió en 1570.El Rmo. Sr. Antonio Agustín, español, de Zaragoza, ob. de Lérida, antes de Alife, y nuncio apostólico en Inglaterra, sapientísimo canonista: murió arzob. de Tarragona en 1586.El Rmo. Sr. Lope Martínez de Lagunilla, ob. de Elna: murió en 1568: aragonés.El Rmo. Sr. Carlos de Espinay, ob. de Dola, francés.El Rmo. Sr. María Campegio, ob. de Feltri, boloñés.El Rmo. Sr. Juan Quiñones, maestre escuela de Salamanca, ob. de Calahorra: murió en 1576: español.El Rmo. Sr. Diego Covarrubias, de Leyba, español, de Toledo, ob. de Ciudad-Rodrigo, después de Segovia. Sabio escritor: murió en Madrid en 1577.El Rmo. Sr. Hipólito Capiculi, ob. de Fano, de Mantua.El Rmo. Sr. Mateo de Concinis, ob. de Cortona, florentino.El Rmo. Sr. Ludovico de Bucil, ob. de Vence, de Niza.El Rmo. Sr. Gerónimo Galerati, ob. de Sutri, milanés.El Rmo. Sr. Jorge Zifchouid, de los menores de S. Francisco, ob. de Sigeto, húngaro.El Rmo. Sr. Esteban Boucher, ob. de Quimper, francés.El Rmo. Sr. Guillelmo Cazador, español, de Vique, ob. de Barcelona: murió en 1570.El Rmo. Sr. Pedro González de Mendoza, español, hijo de los duques del Infantado, ob. de Salamanca: murió en 1574: de Guadalajara.El Rmo. Sr. Martín de Córdoba y Mendoza, español, hijo de los condes de Cabra, dominicano, provincial de Andalucía, y ob. de Tortosa: muy limosnero: después ob. de Plasencia, y últimamente de Córdoba: murió en 1581: de Córdoba.El Rmo. Sr. Simón Aleoti, ob. de Lindo en la isla de Rodas, después de Forlui, de Forlui.El Rmo. Sr. Fr. Pedro Jaque, español, religioso dominico, ob. de Niochi: murió en 1564.El Rmo. Sr. Melchor Alvarez de Vosmediano, español, colegial de Bolonia, ob. de Guadix: murió en 1577: de Carrión de los Condes.El Rmo. Sr. Diego de León, ob. de Coimbra, carmelita, español.El Rmo. Sr. Gerónimo Trivisiani, ob. de Merona, dominico.El Rmo. Sr. Rómulo de Valentibus, ob. de Conversano, treviano.El Rmo. Sr. Pedro de Albert, ob. de Eomenge, benedict. francés.El Rmo. Sr. Diego Ramírez Cedeño, español, natural de Villaescusa, ob. de Pamplona: murió en 1573.El Rmo. Sr. Francisco Delgado, español, de Pun, tierra de santo Domin. de la Calzada, colegial de S. Bartolomé, ob. de Lugo y después de Jaén: murió en 1576.El Rmo. Sr. Juan Clausé, ob. de Senez, de París.El Rmo. Sr. Santiago Gilberto de Nogueras, español, ob. de Alife en Nápoles: murió en 1566.El Rmo. Sr. Antonio María Salviati, ob. de S. Pepuli, después cardenal, romano.El Rmo. Sr. Tomás Lilio, ob. de Sora, boloñés.El Rmo. Sr. Francisco de la Valete Cornuson, ob. de Vabres, francés.El Rmo. Sr. Carlos Vizconti, ob. de Ventimilla, después cardenal, milanés.El Rmo. Sr. Juan Colos Narin, dominico, obisp. de Chonad, húngaro.El Rmo. Sr. Andrés Dudit Sbardelati, ob. de Tirnau, húngaro.El Rmo. Sr. Espinelo Benci, ob. de Montepulciano, de Montepulc.El Rmo. Sr. Stanislao Falenchi, ob. de Gangres, polaco.El Rmo. Sr. Guido Ferrero, ob. de Verceli, después cardenal, de Verceli.El Rmo. Sr. Pedro Frago, ob. de Jaca y Huesca. Apén. II. Abades.El Rmo. Sr. Luis de Velay, general del Cister, francés.El Rmo. Sr. Gerónimo Suchier de Claraval, después cardenal, francés.El Rmo. Sr. Joaquín Prevot de Sta. María de Gualdo, agustiniano, suizo.El Rmo. Sr. Ricardo de Vercel, abad de Preval, canónigo Lateranense, de Verceli.El Rmo. Sr. Sixto Davitiolo de Renis, de S. Bartolomé de Pistoya, canónigo Lateranense, de Cremon. Procuradores de Obispos ausentes.Además de los que firmaron:D. Juan Gotardi, del obispo de Ratisbona, alemán.Fr. Feliciano Ninguarda, del arz. de Salisburg, alemán.D. César Ferranti, del ob. de Sesa, de Sesa.Fr. Jacobo de Hugo, del ob. de Treguier, francés. Procuradores de órdenes.Fr. Juan Contignon, de la orden de Cluni, francés.Fr. Nicolás Boucherat, de la del Cister, francés. Doctores legistas.D. Gabriel Peleoti, boloñés.D. Scipion Lanceloto, romano.D. Juan Bautista Castel, boloñés.D. Miguel Tomás Taxaquet, mallorquín. Teólogos del sumo Pontífice.Fr. Pedro de Soto, español, confesor de Carlos V, primer teólogo del Papa. Disputó con Brencio en Trento: murió en esta ciudad en 1563: de Córdoba.Alfonso Salmeron. Apéndice I.D. Francisco de Torres, español.D. Antonio Solís, español.D. Camilo Campegio, de Pavia.Fr. Gerónimo Brabo, dominico, español.Fr. Adrián Valentis, dominico, de Venecia. Doctores parisienses enviados por el rey Cristianísimo Carlos IX.Mr. Nicolás Maillard, decano de la facultad de teología de París.Mr. Juan Peletier, rector del colegio de Navarra.Mr. Antonio de Mouchy.Mr. Nicolás de Bris.Fr. Jacobo Hugon, franciscano.Mr. Simón Vigor.Mr. Ricardo du-Pré.Mr. Natal Paillet.Mr. Roberto Fournier.Mr. Antonio Croquier.Mr. Lázaro Brochot.Fr. Claudio de Saintes. Todos franceses. Doctores del rey católico Felipe II.D. Cosme Damián de Ortola, Abad de Villa Beltrando: murió en 1566: de Perpiñan.D. Fernando Ticio.D. Fernando Velosillo, colegial del arzobispo: natural de Ayllón.D. Tomás Dasio.D. Antonio Covarr. Toledano, oidor de Granada: murió en 1602.D. Fernando Menchaca, sabio escritor: colegial del arzobispo: de Valladolid.Fr. Juan Ramírez.Fr. Alonso Contreras, comisario de los menores de S. Francisco.Fr. Miguel de Medina, franciscano: sabio escritor.D. Cosme Palma de Fuentes, valenciano, de san Mateo.Fr. Juan Gallo, dominico.Fr. Pedro Fernández, dominico, españoles.Fr. Desiderio de S. Martín, carmelita, de Palermo.Miguel Bayo, doctor de Lobayna, de Ath.Juan Hesels, de Lobayna.Cornelio Jansenio, doctor de Lobayna, después ob. de Gante: sabio escritor: de Hulst. Teólogos del rey de Portugal.Fr. Francisco Forer, dominico.D. Diego de Payva y Andrade.D. Melchor Cornel, portugués.P. Juan Covillón, jesuita, flamenco.Teólogos seculares, y doctores canonistas.Mr. Jorge Girard, francés.Mr. Genciano Herbeto, francés.D. Francisco Sancho, decano de la facultad de teología de Salamanca, y canónigo de esta iglesia, español.D. Mateo Guerra, de Consencia.D. Federico Pendasio, italiano.D. Juan Francisco Lombardi, napolitano.D. Pedro Mercado, español.D. Francisco Trujillo, español.D. Diego Sobaños, español.D. Antonio Brito, portugués.D. Pedro Fuentidueñas, español, sabio y elocuente escritor, de Segovia.D. Luis Juan Villeta, español.D. Juan de Fonseca, español.D. Miguel de Oroucuspe, navar.D. Alonso Fernández de Guerra, español.D. Miguel Itero, español.D. Joseph Puebla, español.D. Juan Chacón, español.D. Antonio García, español.D. Benito Arias Montano, doctor teólogo del orden de Santiago; teólogo del ob. de Segovia; sabio y elocuente escritor: murió en Sevilla en 1598: de Fregenal, reino de sevilla.D. Juan de Barcelona, español. Teólogos benedictinos.Fr. Juan Cartougne, francés.Fr. Juan de Verdun, francés. Teólogos dominicos.Fr. Angel Ciosi, florentino.Fr. Serafín de Cabalis, de Brez.Fr. Eliseo Capis, veneciano.Fr. Pedro Aridieu, francés.Fr. Bernardo Berad, francés.Fr. Juan Mateo Valdina, italiano.Fr. Pedro Mártir Coma, español.Fr. Pedro Zatores, español.Fr. Antonio de Grompto, italiano.Fr. Aurelio de Chio, griego.Fr. Adriano Valentici, veneciano.Fr. Marcos Médicis, veronés.Fr. Benito Herba, mantuano.Fr. Miguel de Aste, de Aste.Fr. Constantino Cocciano Isorela, italiano.Fr. Enrique de Távera de san Gerónimo, portugués.Fr. Luis de Sotomayor, portugués.Fr. Juan Bartolomé Ferro, italiano.Fr. Gerónimo Baroli, de Pavia.Fr. Basilio Cayocci, de Pisa. Teólogos observantes de S. Francisco.Fr. Luis de Burgo nuevo, italiano.Fr. Tomás de Sogliano, italiano.Fr. Antonio de Padua, portugués.Fr. Bonifacio Esteban de Ragusa, de Almata.Fr. Angelo de Petriolo, italiano.Fr. Angel Justiniani, de Chio.Fr. Vicente de Mesina, italiano.Fr. Julio Orseani, italiano.Fr. Jacobo Alani, francés.Fr. Diego de Tejada, español.Fr. Antonio Paganio, veneciano. Conventuales de S. Francisco.Fr. Marcos Gamboroni de Lugo, italiano.Fr. Bartolomé Golfi de Portula, italiano.Fr. Juan Tercio, de Bérgamo.Fr. Vicente Tomasini, florentino.Fr. Agustín Balbi de Lugo, italiano.Fr. Juan Bautista Ghisulpi, italiano.Fr. Antonio de Guignano, italiano.Fr. Lucio Aguisiola, de Placencia.Fr. Maximiano Benjamín, de Crema.Fr. Octavio Caro de Nápoles, italiano.Fr. Antonio Posi de Monte Ilcino, italiano.Fr. Buenaventura de Meduli, italiano.Fr. Marcial Peregrino, calabrés.Fr. Antonio Cubalo, de Feltri.Fr. Andrés Schinopi de Amandula, italiano.Fr. Baltasar Crispo, napolitano.Fr. Bartolomé Baphi, de Prosecho.Fr. Francisco Vicedomini, ferrar. Teólogos ermitaños de S. Augustín.Fr. Tadeo Guidell, de Perug.Fr. Juan Pablo Mazoferri, de Recanaté.Fr. Simón Florentino, italiano.Fr. Querubín Lavoso de Casia, italiano.Fr. Gabriel Verrateli, de Ancona.Fr. Ambrosio Veronés, italiano.Fr. Juan Bautista Burgos, valenciano, provincial de Aragón, dr. teólogo: murió en 1573.Fr. Antonio de Mondulfi, italiano.Fr. Gil de Volaterra, italiano.Fr. Eugenio de Pésaro, italiano.Fr. Adamancio de Florencia, italiano.Fr. Aurelio Coronalto, suizo.Fr. Baltasar de Masa, italiano.Fr. Sebastián Broil, de Fano.Fr. Cristóbal Santirso, español, de Burgos.Fr. Simón Brazolati, de Padua.Fr. Angel Ferro, veneciano.Fr. Pedro N. portugués.Fr. Gabriel de Ancona, italiano.Fr. Francisco de Trani, italiano.Fr. Alejo Estradela, toscano. Teólogos carmelitas.Fr. Juan Jacobo Cheregati, de Vicencia.Fr. Teodoro Mas, de Mantua.Fr. Silvestre N., italiano.Fr. Lucrecio Tirabosqui, italiano.Fr. Nicolás N. francés.Fr. Eraldo N. francés.Fr. Lorenzo Laureto, veneciano.Fr. Angel Ambrosini, veneciano. Teólogos servitas.Fr. Esteban Bonuci, de Arezo.Fr. Amante N., italiano. Oficiales del santo Concilio.El Rmo. Sr. obispo de Cava, comisario.El Rmo. Sr. obispo de Telese, secretario.El Sr. Luis Bondoni de Pirmanis, maestro de ceremonias, de Macerata.El Sr. Gerónimo Gambari, depositario, de Brezza.El Sr. Antonio Marceli, depositario, italiano. Cantores del santo Concilio.Simón Bartolini, de Perugia.Juan Luis de Episcopis, napolitano.Bartolomé le Comte, francés.Matías Albo, de Fulgino.Francisco Bustamante, español.Juan Antonio Latino, de Benev.Francisco Druda, de Urbino.Lucas Longinquo, de Guisors.Pedro Scortesi, de Arezo.Pedro Martínez, de Salamanca.Domingo Adán, de Castilla.Hipólito Mergoni, de Mantua.Jacobo Bennati, de Mantua. Notarios.El Sr. Marcos Antonio Peregrini, de Como.El Sr. Cintio Panfili, San Severino.El Sr. Gerónimo Gambari, de Brezza. Correos del sumo Pontífice, y del santo Concilio.Nicolás de Mateis, saboyano.Santiago Carra, saboyano. Padres que protestaron la traslación del Concilio a Bolonia.El Rmo. e Ilmo. Sr. Pedro Pacheco, Presbítero Cardenal de la S. R. I., español.El Rmo. Sr. Salvador Alepus, arz. de Sacer, español.El Rmo. Sr. Pedro Tagliavia, arz. de Palermo, siciliano.El Rmo. Sr. Marcos Viger, ob. de Sinigalia, de Saboya.El Rmo. Sr. Braccio Martel, de Fiesoli, florentino.El Rmo. Sr. Coriolano Martirano, de S. Marcos, napolitano.El Rmo. Sr. Baltasar de Heredia, de Bosa, español.El Rmo. Sr. Juan de Fonseca, de Castel-mar, español.El Rmo. Sr. Juan de Salazar, de Lanciano, español.El Rmo. Sr. Gerónimo de Bolonia, de Siracusa, siciliano.El Rmo. Sr. Francisco de Navarra, de Badajoz, español.El Rmo. Sr. Diego de Alava, de Astorga, español.El Rmo. Sr. Pedro Agustín, de Huesca, español.El Rmo. Sr. Bernardo Díaz, de Calahorra, español.El Rmo. Sr. Antonio de Cruz, de Canarias, español.El Rmo. Sr. Baltasar Limpo, de Oporto, portugués.El Rmo. Sr. Claudio de la Guische, de Mirepoix, francés.El Rmo. Sr. Galeazo Florimonti, de Aquino, de Sesa.




APENDICE IVProtesta hecha por los Padres españoles que suscriben contra el decreto de suspensión del Concilio general de Trento, y leída en la Sesión XVI por el Rmo. Sr. Salvador Alepus, arzobispo de Sacer."Habiéndose en fin congregado este sacrosanto y ecuménico Concilio, pretendido tantos años ha por todo el orbe cristiano, y procurado a expensas de tantos trabajos, en la ciudad de Trento, con el fin de extirpar las herejías, disipar los cismas, reformar las costumbres, y conciliar la paz entre los príncipes cristianos; y no habiéndose aun satisfecho después de su convocación, no decimos a todos estos objetos por que ha sido congregado, pero ni aun a sólo uno completamente, y en especial a la reforma necesaria de los abusos, de que consta han nacido, y se fomentan todos los males que afligen a la Iglesia: Nos los infrascritos arzobispo y obispos, impelidos del remordimiento de nuestras propias conciencias, hemos resuelto contradecir al enunciado decreto de suspensión del Concilio, y a todas las circunstancias y condiciones contenidas en él, así en la substancia como en el modo; según por la presente lo contradecimos y repugnamos. Lo primero, porque las causas que en él se alegan para la suspensión del Concilio, es a saber, las guerras y alborotos de Alemania (que aun en el mismo decreto se dice hay esperanzas de que en breve se sosegarán) no parece son tan urgentes, que por ellas se deje de proseguir el Concilio, a lo menos en las materias pertenecientes a la reforma; antes bien la convocación de este mismo Concilio se calificó de oportunísima para tranquilizar y apaciguar las discordias de los príncipes, y consiguientemente su prosecución. Lo segundo, porque dicha suspensión más parece disolución, que justa, moderada y necesaria suspensión: pues aunque faltasen todos los demás obstáculos que nos ha enseñado a temer tan repetida experiencia; no será fácil que se vuelvan a congregar los Prelados de tan diversas y remotas provincias, ni faltarán a los enemigos de la Iglesia católica ocasiones y motivos para suscitar y fomentar guerras y disensiones, con las que estorben y frustren la reasunción de este Concilio, cuyo nombre es tan odioso entre ellos; que es lo mismo que vemos ahora procuran con gran empeño por diferentes medios, y lo procurarán con mucho mayores conatos si ven que tienen estos el próspero efecto que desean, y que nos han precisado a desistir de la obra comenzada. Además de esto, nos amedrenta el gravísimo escándalo, y la confirmación casi cierta de las herejías, que es manifiesto se ha de seguir de esta suspensión tan larga, no sólo entre los mismos enemigos de la Iglesia, sino entre la mayor parte de los católicos: pues juzgarán que abandonamos la causa de Dios y la pública, no por otra razón que por el miedo de las persecuciones, falta de tolerancia en los trabajos, y lo que es peor, por desconfiar de nuestra propia causa, y de la protección divina, siendo así que todos saben estamos muy seguros y remotos de todos los daños de la guerra, en la misma ciudad donde en otra ocasión en que había guerras no menos peligrosas, perseveró no obstante con resolución y confianza el mismo Concilio en esta obra divina hecho por cierto que ni nosotros mismos lo podemos negar. En esta atención, y habiéndosenos de pedir de nuestras propias manos las almas que han de perecer por privarlas de este saludable y único remedio, y teniendo también otras causas que nos obligan en conciencia; no podemos dejar de contradecir expresamente a dicho decreto, o por decirlo mejor, lo contradecimos y repugnamos absolutamente en cuanto está de nuestra parte. Y para que se vea que buscamos por todos medios arbitrios de concordia, y no se crea que rehusamos todo temperamento suave y proporcionado a las presentes circunstancias; pues no condenamos que se tenga consideración a las dificultades del tiempo, y a la ausencia de casi todos los Prelados de la nación Alemana; pedimos que insistiendo este santo Concilio en el método que basta aquí ha seguido y observado, prorrogue la Sesión indicada para primero de mayo, a otro término moderado, y señale día fijo que por sí mismo llame los Prelados al Concilio, de manera que no deban aguardar otra convocación, declaración, o intimación para que todos puedan y estén obligados a concurrir al lugar del Concilio. Añadiendo no obstante, que si los inconvenientes referidos cesasen antes del término que se ha de señalar, cuide su Santidad de que vuelvan a proseguir el Concilio todos los Prelados; quienes podrán entre tanto volver, si les pareciere, a sus propias iglesias. Respecto de las últimas palabras del decreto, en que se recomienda la observancia de cuanto tiene establecido este santo Concilio; las aprobaríamos sin duda, si se publicasen sin esta cláusula: en cuanto toca a los obispos de derecho; pues parece dan ocasión, y serán manantial de pleitos. Pedimos, pues, que todo esto se haga así, y no de otro modo: y protestamos que a ejecutarlo en otros términos, ni nosotros, ni este santo Concilio seremos responsables en ningún tiempo de los perjuicios que se sigan, tanto por la publicación del decreto de suspensión, como por cualquier otro acto hecho, o que se haga, emprendido, o que se emprenda por cualesquier personas que sean, contra la autoridad y poder de este Concilio general, y de todos los concilios generales. Pedimos en fin al notario del Concilio que inserte en las actas juntamente con el decreto estas nuestras letras de contradicción, atestación y protesta, y que él mismo, u otros nos den, si fuese necesario, uno o muchos instrumentos auténticos copiados de ella". Los Prelados que contradijeron al decreto de suspensión del Concilio de 28 de abril de 1552, fueron los siguientes:El arzobispo de Sacer.El obispo de Lanciano.El obispo de Venosa.El obispo de Tuy.El obispo de Astorga.El obispo de Ciudad-Rodrigo.El obispo de Castel-mar.El obispo de Badajoz.El obispo de Elna.El obispo de Guadix.El obispo de Pamplona.El obispo de Calahorra contradijo precisamente a la suspensión, sin distinguir entre la suspensión o prorrogación del Concilio. Padres que no se conformaron al decreto de la III abertura del Concilio, sesión XVII, y cuya oposición dio motivo a declarar las palabras del mismo decreto en el cap. XXI de la Sesión XXIV."El Rmo. Sr. Pedro Guerrero, arzobispo de Granada, presentó una esquela del tenor siguiente: Aquellas palabras del decreto (sesión XVII): proponentibus Legatis, ac Praesidentibus, a proposición de los Legados y Presidentes, no me gustan, por ser nuevas, nunca usadas en los Concilios hasta ahora; y por no ser necesarias, ni convenientes, en especial en estos tiempos. Por tanto pido al notario de este santo Concilio que inserte este voto mío en las actas, junto con el mencionado decreto, y me dé un testimonio auténtico de ello".Pedro arzobispo de Granada.El Rmo. Sr. Juan Francisco Blanco, obispo de Orense, presentó una esquela del tenor siguiente: "No me gustan aquellas palabras: Proponentibus Il. et r. D. D. L. a proposición de los Ilmos. y Rmos. SS. Legados; tanto porque no es costumbre ponerlas en semejantes decretos, como porque dan a entender cierta limitación, que no es conforme al orden de un concilio general; y además de esto porque no se hallan en la Bula de convocación de este Concilio, a la que debe conformarse el decreto de su abertura: en cuya consecuencia pido, que a no borrarse dichas palabras, inserte el Rmo. Sr. secretario este voto mío después del mismo decreto: en lo demás me conformo".Juan obispo de Orense.El Rmo. Sr. Andrés Cuesta, obispo de León, dijo estas palabras: "Me conformo al decreto, con tal que propongan los Legados lo que juzgare el Concilio digno de proponerse".El Rmo. Sr. Antonio Gorrionero, obispo de Almería, dijo las mismas palabras que el reverendísimo obispo de León. Cédula de Felipe II, en que manda la observancia del Concilio.Don Felipe, por la gracia de Dios Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las islas de Canaria, de las Indias, Islas y tierra firme del mar Océano, Conde de Flandes, y de Tirol, etc. Al Serenísimo Príncipe don Carlos, nuestro muy caro y muy amado hijo, e a los Prelados, Cardenales, Arzobispos y Obispos, y a los Duques, Marqueses, Condes, Ricos-homes, Priores de las órdenes, comendadores, y subcomendadores, y a los Alcaides de los castillos, y casas fuertes y llanas, y a los del nuestro Consejo, presidentes y oídores de las nuestras audiencias, alcaldes, alguaciles de la nuestra casa y corte, y chancillerías, y a todos los corregidores, asistentes, gobernadores, alcaldes mayores y ordinarios, y otros jueces y justicias cualesquier de todas las ciudades, villas y lugares de los nuestros reinos y señoríos, y a cada uno y cualesquier de vos en vuestra jurisdicción, a quien esta nuestra carta fuere mostrada, salud y gracia: Sabed que cierta y notoria es la obligación que los Reyes y príncipes cristianos tienen a obedecer, guardar y cumplir, y que en sus reinos, estados y señoríos, se obedezcan, guarden y cumplan los decretos y mandamientos de la santa madre Iglesia, y asistir, y ayudar, y favorecer al efecto y ejecución, y a la conservación de ellos, como hijos obedientes, y protectores, y defensores de ella.
TRENTO - ACLAMACIONES DE LOS PADRES AL FINALIZAR EL CONCILIO