Isaïe (BPD) 12

Canto de alabanza y acción de gracias

12 1 Tú dirás en aquel día: Te doy gracias, Señor,
porque te habías irritado contra mí,
pero se ha apartado tu ira
y me has consolado.
2
Este es el Dios de mi salvación:
yo tengo confianza y no temo,
porque el Señor es mi fuerzay mi protección;
él fue mi salvación.
3
Ustedes sacarán agua con alegría
de las fuentes de la salvación.
4
Y dirán en aquel día:
Den gracias al Señor,invoquen su Nombre,
anuncien entre los pueblos sus proezas,
proclamen qué sublime es su Nombre.
5
Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso:
¡que sea conocido en toda la tierra!
6
¡Aclama y grita de alegría,habitante de Sión,
porque es grande en medio de ti
el Santo de Israel!

ORÁCULOS SOBRE LOS PUEBLOS EXTRANJEROS


Oráculo sobre Babilonia
13 1 Oráculo sobre Babilonia, que Isaías, hijo de Amós, recibió en una visión:
2
Sobre un monte desiertoalcen un estandarte,
lancen un grito hacia ellos,agiten la mano,
para que entren por las Puertas de los nobles.
3
Yo di una orden a los que me estánconsagrados,
convoqué a los guerreros de mi ira,
a los que se alegran de mi triunfo.
4
¡Escuchen! ¡Un tumulto en las montañas,
algo así como una inmensa muchedumbre!
¡Escuchen! ¡Un alboroto de reinos,
de naciones congregadas!
Es el Señor de los ejércitosque pasa revista
al ejército para la batalla.
5
Ya vienen de un país lejano,
desde los extremos del cielo,
el Señor y los instrumentos de su furor
para arrasar toda la tierra.
6
¡Giman, porque está cercael Día del Señor
y viene del Devastadorcomo una devastación!
7
Por eso desfallecen todas las manos
y se descorazonan todos los mortales.
8
Se llenan de espanto,
dolores y convulsiones los invaden,
se retuercen como una parturienta,
se miran unos a otros con estupor,
sus rostros están encendidos como llamas.
9
¡Miren! Ahí llega el Día del Señor,
día cruel, de furor y de ira ardiente,
para hacer de la tierra una devastación
y exterminar de ella a los pecadores.
10
Porque los astros del cieloy sus constelaciones
no irradiarán más su luz;
el sol se oscurecerá al salir
y la luna dejará de brillar.
11
Yo castigaré al mundo por su maldad
y a los malvados por su iniquidad.
Pondré fin al orgullo de los arrogantes
y humillaré la soberbia de los violentos.
12
Haré a los mortales más escasosque el oro fino,
a los hombres, más escasosque el oro de Ofir.
13
Por eso, haré temblar los cielos,
y la tierra se moverá de su sitio
bajo el furor del Señor de los ejércitos,
en el día de su ira ardiente.
14
Entonces, como una gacela espantada
y como un rebaño al que nadie congrega,
cada uno se volverá a su pueblo,
cada uno huirá a su país.
15
Todo el que sea descubierto,será traspasado,
y el que sea apresado,caerá bajo la espada.
16
Sus niños pequeños serán estrelladosante sus ojos,
sus casas saqueadasy sus mujeres violadas.
17
¡Miren! Yo suscito contra ellos a los medos,
que no estiman la plata,
ni les importa el oro:
18
sus arcos acribillarán a los jóvenes,
no se apiadarán del fruto de las entrañas
ni sentirán compasión por los niños.
19
Babilonia, hermosura de los reinos,
gloria y orgullo de los caldeos,
soportará la misma catástrofe
que Dios envió a Sodoma y Gomorra.
20
Quedará despoblada para siempre,
no la habitarán a lo largo de las generaciones;
allí el árabe no plantará su carpa
ni los pastores apacentarán sus rebaños.
21
Allí se apacentarán las fieras del desierto
y los búhos llenarán sus casas;
allí anidarán los avestruces
y danzarán los sátiros;
22
las hienas aullarán en sus mansiones
y los chacales en sus palacios suntuosos.
Su hora ya está por llegar
y no serán prolongados sus días.

El retorno del exilio

14 1 Porque el Señor tendrá compasión de Jacob y elegirá de nuevo a Israel, y los instalará en su propio suelo. Los extranjeros se unirán a ellos y serán agregados a la casa de Jacob. 2 Los pueblos los acogerán y los llevarán a su lugar. La casa de Israel los poseerá como esclavos y esclavas, en el suelo del Señor. Así harán cautivos a los que los habían hecho cautivos y dominarán a sus tiranos.

Sátira contra el rey de Babilonia

3 Y el día en que el Señor te haga descansar de tu pena y tu tormento, y de la dura servidumbre a la que fuiste sometido, 4 entonarás esta sátira contra el rey de Babilonia. Tú dirás:
¡Qué fin ha tenido el tirano,
en qué acabó su frenesí!
5
El Señor quebró el bastón de los malvados,
el cetro de los déspotas;
6
al que golpeaba con saña a los pueblos,
dando golpes incesantes,
al que dominaba con furia a las naciones,
persiguiendo sin tregua.
7
Toda la tierra descansa tranquila,
se lanzan gritos de júbilo.
8
Hasta los cipreses, los cedros del Líbano,
se regocijan de tu suerte:
“¡Desde que yaces tendido,
nadie sube a talarnos!”.
9
Abajo, se estremeció el Abismo
al anuncio de tu llegada;
por ti, él despierta a las Sombras,
a los potentados de la tierra;
hace levantar de sus tronos
a todos los reyes de las naciones.
10
Todos ellos hablan a coro y te dicen:
“¡Tú también has perdido las fuerzascomo nosotros,
te has vuelto igual que nosotros!
11
Tu majestad ha sido precipitada al Abismo,
junto con el sonido de tus arpas;
tienes debajo de ti un colchón de gusanos
y te cubren las lombrices”.
12
¡Cómo has caído del cielo,
Lucero, hijo de la aurora!
¡Cómo has sido precipitado por tierra,
tú que subyugabas a las naciones,
13
tú que decías en tu corazón:
“Subiré a los cielos;
por encima de las estrellas de Dios
erigiré mi trono,
me sentaré en la montañade la asamblea divina,
en los extremos del norte;
14
escalaré las cimas de las nubes,
seré semejante al Altísimo!”.
15
¡Pero te han hecho bajar al Abismo,
a las profundidades de la Fosa!
16
Los que te ven, fijan en ti la mirada,
meditan tu suerte:
“¿Es este el hombre que hacía temblar la tierra,
que sacudía los reinos,
17
que hacía del mundo un desierto,
demolía sus ciudades
y no soltaba a sus prisioneros?”.
18
Todos los reyes de las naciones
descansan llenos de gloria,
cada uno en su tumba.
19
Pero tú has sido arrojado lejos de tu sepulcro
como un aborto abominable,
como un cadáver pisoteado.
Los que han sido masacrados, traspasados por la espada,
son depositados sobre las piedras de la fosa.
20
Pero tú no te unirás con ellosen una sepultura,
porque has destruido tu país,
has asesinado a tu pueblo.
¡Nunca más será nombrada
una raza de malhechores!
21
Preparen la masacre de los hijos
por los crímenes de sus padres;
que no se levanten para adueñarse de la tierra
y cubrir de ciudades el mundo.

Contra Babilonia

22 Yo me alzaré contra ellos –oráculo del Señor de los ejércitos– y extirparé de Babilonia el nombre y el resto, el vástago y la posteridad –oráculo del Señor–. 23 La convertiré en propiedad de erizos, en agua estancada, y la barreré con la escoba del exterminio –oráculo del Señor de los ejércitos–.

Contra Asiria

24 El Señor de los ejércitos pronunció este juramento:
“Sí, como lo he proyectado, así será;
como lo he planeado, así sucederá.
25
Yo haré pedazos a Asiria en mi tierra
y la pisotearé sobre mis montañas;
su yugo será quitado de encima de ellos
y su carga se apartará de sus espaldas”.
26
Esta es la decisión tomada
contra toda la tierra;
esta es la mano extendida
contra todas las naciones.
27
Si el Señor de los ejércitosha tomado una decisión,
¿quién la hará fracasar?
Su mano está extendida:
¿quién la hará volver atrás?

Amenaza contra Filistea

28 El año de la muerte del rey Ajaz se pronunció este oráculo:
29
No te alegres, Filistea entera,
porque se ha quebrado la vara que te golpeaba:
de la raíz de la serpiente saldrá una víbora
y su fruto será una serpiente voladora.
30
Los pobres pacerán en mi pradera
y los indigentes se recostarán seguros;
pero yo haré morir de hambre a tu raíz
y mataré lo que aún quede de ti.
31
¡Gime, Puerta! ¡Grita, Ciudad!
¡Desfallece, Filistea toda entera!
Porque del Norte viene una humareda
y nadie se desbanda en sus formaciones.
32
¿Qué responder a los enviados de esa nación?
Que el Señor ha fundado a Sión
y que en ella se refugianlos pobres de su pueblo.

Lamentación por la ruina de Moab

15 1 Oráculo sobre Moab.La noche en que fue devastada,
sucumbió Ar de Moab.
La noche en que fue devastada,
sucumbió Quir de Moab.
2
La gente de Dibón ha subido
a los lugares altos para llorar.
Por Nebo y por Medebá,
está gimiendo Moab.
Todas las cabezás están rapadas,
todas las barbas cortadas.
3
Van por sus calles vestidos de sayal,
sobre sus techos y en sus plazas
todos lanzan gemidos,
deshechos en llanto.
4
Gritan Jesbón y Elealé
hasta en Iahás se hace oír su voz.
Por eso se estremecen las entrañasde Moab,
hasta su alma se estremece.
5
Mi corazón grita por Moab,
sus fugitivos llegan hasta Soar,
hasta Eglat Selisiyá.
Sí, por la subida de Lujit,
la gente sube llorando;
sí, por el camino de Joronaim
se lanza un grito desgarrador.
6
Porque las aguas de Nimrím
son una desolación:
el pasto está seco,
la hierba consumida,
ya no existe el verdor.
7
Por eso se llevan más alládel torrente de los Sauces
lo que han podido ahorrar y sus reservas.
8
Porque el clamor va recorriendo
el territorio de Moab:
sus alaridos llegan hasta Eglaim,
sus alaridos llegan a Beer Elím;
9
porque las aguas de Dimónestán llenas de sangre.
Pero yo añadiré a las desgraciasde Dimón
un león para los fugitivos de Moab,
para el resto de Admá.

Pedido de asilo de los moabitas a Judá

16 1 Envíen un corderode parte del soberano del país,
desde la Roca, por el desierto,
a la montaña de la hija de Sión.
2
Como un pájaro espantado,
como nidada dispersa,
así estarán las hijas de Moab
en los vados del Arnón.
3
Presenta un plan,
toma una decisión.
Extiende tu sombra como la noche
en pleno mediodía,
oculta a los desterrados,
no delates al prófugo.
4
Que encuentren en ti un asilo
los desterrados de Moab,
sé tú su escondite
frente al devastador.
Porque cuando cese la extorsión,
se acabe la devastación
y se vaya del país el que lo pisotea,
5
el trono será afianzado en la fidelidad
y sobre él se sentará con lealtad,
en la carpa de David,
un juez celoso del derecho
y dispuesto a hacer justicia.

Lamentación por Moab

6 Nos hemos enterado del orgullo de Moab,
el muy orgulloso:
¡de su arrogancia, su orgullo, su arrebato,
su charlatanería inconsistente!
7
Por eso, Moab gime por sí mismo,
todos están gimiendo.
¡Por las tortas de uva de Quir Jaréset,
ellos suspiran, enteramente abatidos!
8
Porque languidecen los fértiles camposde Jesbón,
la viña de Sibmá,
cuyas cepas escogidas dejaban volteados
a los señores de las naciones:
ellas llegaban hasta Iazer,
se perdían en el desierto;
sus sarmientos se extendían
hasta más allá del mar.
9
Por eso, uno mi llanto al de Iazer
por la viña de Sibmá;
yo te riego con mis lágrimas
a ti, Jesbón, y a Elealé,
porque sobre tu siega y tu cosecha
enmudecieron los cantos de la vendimia.
10
El gozo y la alegría
se han retirado de los vergeles;
ya no hay en las viñas
ni gritos ni aclamaciones;
nadie pisa el vino en los lagares,
han cesado los cantos de la vendimia.
11
Por eso, mis entrañas
vibran como una lira por Moab,
y mi corazón, por Quir Jaréset.
12
Por más que Moab se presente
y se fatigue en los lugares altos,
por más que vaya a su santuario a orar,
no le valdrá de nada.
13
Esta es la palabra que el Señor pronunció hace tiempo sobre Moab. 14 Y ahora, así habla el Señor: “Dentro de tres años, computados como los años de un mercenario, la gloria de Moab será envilecida, a pesar de su inmensa muchedumbre: no quedará más que un poco, muy poco, casi nada”.

Oráculo sobre Damasco y Efraím

17 1 Oráculo sobre Damasco.¡Miren! Damasco ya no será una ciudad,
se ha convertido en un montón de ruinas.
2
Sus poblaciones, abandonadas para siempre,
serán para los rebaños:
allí pacerán sin que nadie los moleste.
3
Efraím perderá su plaza fuerte
y Damasco, la realeza.
El resto de Arám tendrá la misma suerte
que la gloria de los hijos de Israel
–oráculo del Señor de los ejércitos–.
4
Aquel día, disminuirá la gloria de Jacob
y enflaquecerá la gordura de su cuerpo.
5
Será como cuando el segadorrecoge la mies
y su brazo siega las espigas,
como cuando se desgranan las espigas
en el valle de Refaím
6
y sólo queda un residuo;
o como cuando se golpea un olivo:
quedan dos o tres aceitunasen lo alto de la copa,
cuatro o cinco en las ramasdel árbol frutal
–oráculo del Señor, Dios de Israel–.

El fin de la idolatría

7 Aquel día, el hombre volverá la mirada hacia su Creador, y sus ojos mirarán al Santo de Israel. 8 Ya no volverá la mirada hacia los altares que son obra de sus manos, ni mirará hacia los postes sagrados y los altares de incienso que fabricaron sus dedos.

Contra los jardines de Adonis

9 Aquel día, tus ciudades de refugioserán abandonadas
como las de los jivitas y los amorreos
delante de los hijos de Israel,
y habrá una desolación.
10
Porque tú has olvidado al Diosde tu salvación
y no te has acordado de la Rocade tu refugio.
Por eso plantas plantaciones deliciosas
e injertas gajos extranjeros.
11
El mismo día que plantas,los ves crecer,
y a la mañana siguiente,ves germinar tu semilla.
Pero la cosecha se pierdeen un día funesto,
y el dolor es incurable.

La invasión de los pueblos

12 ¡Ah, ese rugido de pueblos numerosos,
que rugen como rugen los mares!
¡Ese bramido de naciones,
que braman como las aguas encrespadas!
13
Él los amenaza, y huyen bien lejos,
empujados como pajapor el viento de las montañas,
como la flor del cardo por el vendaval.
14
¡Al atardecer, sobreviene el espanto,
antes del amanecer, ya no existen más!
Esta es la parte de los que nos despojan
y la suerte de los que nos saquean.

Oráculo sobre Etiopía

18 1 ¡Ah, país del zumbido de alas, más allá de los ríos de Cus,
2
que envías emisarios por mar,
en canoas de junco, sobre las aguas!
Vayan, mensajeros veloces,
a una nación esbelta, de tez bronceada,
a un pueblo temible de cerca y de lejos,
a una nación vigorosa y dominadora,
cuyo país está surcado de ríos.
3
¡Habitantes del mundo entero,
y ustedes, los que pueblan la tierra:
cuando se alce el estandarte, observen,
cuando suene la trompeta, escuchen!
4
Porque así me ha hablado el Señor:
Yo observaré impasible en mi puesto,
como el calor ardiente y deslumbrante,
como nube de rocíoen el calor de la cosecha.
5
Porque antes de la cosecha,acabada la floración,
cuando la flor se convierte en un racimo que madura,
se cortan los pámpanos con la podadora,
se arrancan y se quitan los sarmientos.
6
Todos ellos serán abandonados
a las aves de rapiña en las montañas
y a las fieras de la tierra:
las aves de rapiña pasarán allí el verano
y todas las fieras de la tierra, el invierno.
7
En aquel tiempo, se llevarán dones al Señor de los ejércitos de parte de un pueblo esbelto y bronceado, de un pueblo temible de cerca y de lejos, de una nación vigorosa y dominadora, cuyo país está surcado de ríos: se llevarán hasta el lugar donde reside el Nombre del Señor de los ejércitos, a la Montaña de Sión.

Oráculo sobre Egipto

19 1 Oráculo sobre Egipto.¡Miren al Señor que entra en Egipto,
montado sobre una nube ligera!
Ante él vacilan los ídolos de Egipto,
y el corazón de Egipto se disuelve en su interior.
2
Yo incitaré a egipcios contra egipcios
y combatirán hermano contra hermano,
amigo contra amigo,
ciudad contra ciudad,
reino contra reino.
3
El espíritu de Egipto se desvanecerá en su interior,
yo confundiré sus designios,
y ellos consultarán a ídolos y encantadores,
a nigromantes y adivinos.
4
Entregaré a los egipcios
en manos de un amo implacable,
y un rey cruel los dominará
–oráculo del Señor de los ejércitos–.
5
Las aguas del mar se secarán
y el Río quedará árido y reseco;
6
los canales apestarán,
los Nilos de Egipto bajarán hasta secarse,
las cañas y los juncos se marchitarán.
7
Toda la vegetación de los bordes del Nilo
y todas las plantas sembradas junto a él se secarán:
serán arrasadas y desaparecerán.
8
Gemirán los pescadores,
los que arrojan el anzuelo en el Niloestarán de duelo,
y desfallecerán los que echan la redsobre las aguas.
9
Los que trabajan el linoquedarán defraudados,
las cardadoras y los tejedoresse pondrán lívidos,
10
sus tejedores se sentirán acongojados
y todos los asalariados, afligidos.
11
¡Qué necios son los príncipes de Soán!
¡Los más sabios consejeros del Faraón
forman un consejo de estúpidos!
¿Como pueden ustedes decir al Faraón:
“Yo soy hijo de sabios,
hijo de antiguos reyes”?
12
¿Dónde están tus sabios?
¡Vamos, que te anuncien
   y te den a conocer
lo que el Señor de los ejércitos
ha proyectado contra Egipto!
13
¡Se han enloquecido los príncipesde Soán,
se ilusionan los príncipes de Nof,
los dignatarios de sus tribus
han extraviado a Egipto!
14
El Señor ha derramado en medio de ellos
un espíritu de vértigo,
y ellos extravían a Egiptoen todo lo que emprende,
como pierde pie el borrachocuando vomita.
15
Y no será para provecho de Egipto nada de lo que hagan la cabeza y la cola, la palmera y el junco.

La conversión de Egipto y de Asiria

16 Aquel día, los egipcios serán como mujeres: temblarán y estarán aterrorizados ante la mano amenazadora del Señor de los ejércitos, que él agitará contra ellos. 17 La tierra de Judá será el espanto de Egipto: cada vez que se la mencione, Egipto temblará a causa del designio que el Señor ha proyectado contra él.
18
Aquel día, habrá en la tierra de Egipto cinco ciudades que hablarán la lengua de Canaán y jurarán por el Señor de los ejércitos; una de ellas se llamará Ciudad del Sol.
19
Aquel día, habrá un altar para el Señor en medio del país de Egipto, y una estela para el Señor junto a la frontera. 20 Esto servirá de señal y de testimonio para el Señor de los ejércitos en el país de Egipto. Cuando ellos clamen al Señor a causa de sus opresores, él les enviará un salvador y un defensor, para que los libre. 21 El Señor se dará a conocer a los egipcios, y los egipcios conocerán al Señor en aquel día. Lo servirán con sacrificios y oblaciones; harán votos al Señor y los cumplirán. 22 El Señor herirá a Egipto, pero sólo para sanarlo. Ellos se volverán al Señor, y él los escuchará y los sanará.
23
Aquel día, habrá un camino entre Egipto y Asiria: los asirios irán a Egipto, y los egipcios a Asiria; y Egipto rendirá culto junto con Asiria.
24
Aquel día, estarán juntos los tres, Egipto, Asiria e Israel, y este será una bendición en medio de la tierra. 25 El Señor de los ejércitos los bendecirá, diciendo: “Bendito sea Egipto, mi pueblo, y Asiria, la obra de mis manos, e Israel, mi herencia”.

Anuncio simbólico de la derrota de Egipto

20 1 El año en que el general en jefe enviado por Sargón, rey de Asiria, llegó a Asdod, la atacó y la tomó, 2 en ese mismo tiempo, el Señor habló por medio de Isaías, hijo de Amós, diciendo: “Ve, despójate del sayal que llevas ceñido, y quítate las sandalias de los pies”. Él lo hizo así, y anduvo desnudo y descalzo.
3
El Señor dijo: “Así como mi servidor Isaías anduvo desnudo y descalzo durante tres años, como signo y presagio contra Egipto y contra Cus, 4 así el rey de Asiria llevará desnudos y descalzos, y con las nalgas al aire, a los cautivos de Egipto y a los deportados de Cus, jóvenes y viejos, para vergüenza de Egipto. 5 La gente sentirá terror y vergüenza a causa de Cus, su esperanza, y a causa de Egipto, su orgullo. 6 Y los habitantes de esta costa dirán en aquel día: ‘¡Ahí está nuestra esperanza, a la que acudíamos en busca de auxilio, para ser librados del rey de Asiria! Y ahora nosotros ¿cómo podremos escapar?’”.

La caída de Babilonia

21 1 Oráculo sobre el desierto del  mar.
¡Como torbellinos que pasan por el Négueb,
él viene del desierto,
de un país temible!
2
Una visión siniestra me ha sido revelada:
el traidor traiciona,
el devastador devasta.
“¡Sube, Elám,
al asedio, medos!
Yo hago cesar todos los gemidos”.
3
Por eso mis entrañas
se sienten convulsionadas;
me asaltan los dolores,
dolores como los del parto.
Me desconcierta lo que oigo,
me espanta lo que veo.
4
Se extravía mi mente,
el pánico me aterra;
el crepúsculo que ansiaba
se ha vuelto para mí un horror.
5
Se pone la mesa,
se extiende el tapiz,
se come, se bebe.
¡De pie, príncipes,
engrasen el escudo!
6
Porque así me ha hablado el Señor:
“¡Ve, aposta al centinela,
que anuncie lo que vea!
7
Si ve gente a caballo,
parejas de jinetes,
hombres montados en asnos,
hombres montados en camellos,
que preste atención,
mucha atención”.
8
Entonces gritó el vigía:
“Sobre la atalaya, Señor,
estoy siempre de pie, todo el día;
en mi puesto de guardia,
estoy alerta toda la noche.
9
¡Miren, llegan hombres montados,
parejas de jinetes!”.
Luego retoma la palabra y dice:
“¡Ha caído, ha caído Babilonia,
y todas las estatuas de sus dioses
se han hecho añicos contra el suelo!”.
10
¡Pueblo mío, trillado
y aventado en la era,
lo que oí del Señor de los ejércitos,
el Dios de Israel,
te lo he anunciado!

Oráculo sobre Dumá

11 Oráculo sobre Dumá.
Alguien me grita desde Seír:
“Centinela, ¿cuánto queda de la noche?
Centinela, ¿cuánto queda de la noche?”.
12
El centinela responde:
“Llega la mañana y de nuevo la noche.
Si quieren preguntar, pregunten;
vengan otra vez”.

Oráculo sobre las tribus árabes

13 Oráculo en la estepa.
Entre las malezas, en la estepa,
ustedes pasarán la noche,
caravanas de los dedanitas.
14
Lleven agua al encuentro de los sedientos,
habitantes del país de Temá,
salgan a recibir con pan a los fugitivos.
15
Porque ellos huyen ante las espadas,
ante la espada desenvainada,
ante el arco tendido,
ante el encarnizamiento del combate.
16
Porque así me ha hablado el Señor: “Dentro de un año, computado como los años de un mercenario, se habrá terminado toda la gloria de Quedar. 17 Y el resto de los arqueros de los valientes hijos de Quedar será muy poca cosa. Porque ha hablado el Señor, el Dios de Israel”.

Contra la euforia de Jerusalén

22 1 Oráculo sobre el valle               de la Visión.
¿Qué es lo que te sucede
para que subas en masa a las azoteas,
2
tú, que estás llena de bullicio,
ciudad tumultuosa, ciudad alegre?
Tus víctimas no son víctimas de la espada
ni muertos en el combate.
3
Tus jefes desertaron todos juntos,
cayeron prisioneros sin disparar el arco;
todos tus valientes fueron apresados,
mientras huían lejos.
4
Por eso dije: “¡Aparten sus ojos de mí,
voy a llorar amargamente;
no insistan en consolarme
por la devastación de la hija de mi pueblo!”.
5
Porque es un día de confusión,
de humillación y consternación,
enviado por el Señor de los ejércitos:
en el valle de la Visiónse socavaba el muro,
el clamor llegaba a la montaña.
6
Elám tomó la aljaba,
Arám montó a caballo,
Quir desenfundó el escudo.
7
Tus valles más hermosos
se llenaron de carros de guerra,
los jinetes se apostaron a la Puerta
8
y cayó la defensa de Judá.
Aquel día, ustedes volvieron los ojos
hacia el arsenal de la Casa de Bosque.
9
Vieron qué numerosas eran
las brechas de la Ciudad de David;
juntaron agua en la cisterna inferior;
10
contaron las casas de Jerusalén
y derribaron algunaspara reforzar la muralla;
11
hicieron un depósito entre los dos muros
para las aguas de la cisterna antigua.
¡Pero no se fijaron en el que hacía todo eso,
ni miraron al que lo planeóhace mucho tiempo!
12
Aquel día, el Señor de los ejércitos
convocaba al llanto y al luto,
a raparse la cabeza y vestirse de sayal;
13
en cambio, hay gozo y alegría,
se matan bueyes y se degüellan ovejas,
se come carne y se bebe vino:
“¡Comamos y bebamos,porque mañana moriremos!”.
14
El señor de los ejércitosse ha revelado a mi oído:
No, esta falta no les será expiada
hasta que ustedes mueran,
dice el Señor de los ejércitos.

Contra Sebná, el mayordomo de palacio

15 Así habla el Señor de los ejércitos:
“Ve a encontrarte con ese intendente,
Sebná, el mayordomo de palacio,
16
que talla su sepulcro en la altura
y se cava una morada en la roca.
¿Qué tienes y a quién tienes aquí,
para tallarte aquí un sepulcro?
17
Mira que el Señor te arroja
de un solo golpe, hombre fuerte;
te envuelve bien envuelto,
18
te ata fuerte como un ovillo
y te arroja como una bola
a un país de vastas dimensiones.
Allí morirás, y allí irán a parar
los carruajes que eran tu gloria,
¡tú, deshonra de la casa de tu señor!
19
Yo te derribaré de tu sitial
y te destituiré de tu cargo.
20
Y aquel día, llamaré a mi servidor
Eliaquím, hijo de Jilquías;
21
lo vestiré con tu túnica,
lo ceñiré con tu faja,
pondré tus poderes en su mano,
y él será un padrepara los habitantes de Jerusalén
y para la casa de Judá.
22
Pondré sobre sus hombros
la llave de la casa de David:
lo que él abra, nadie lo cerrará;
lo que él cierre, nadie lo abrirá.
23
Lo clavaré como una estaca
en un sitio firme,
y será un trono de gloria
para la casa de su padre.
24
De él estará suspendida
toda la gloria de la casa de su padre:
retoños y gajos,
todos los vasos pequeños,
desde las tazas
hasta las vasijas de todas clases.
25
Aquel día –oráculo del Señor de los ejércitos–
cederá la estaca clavada en un sitio firme,
se quebrará, caerá,
y la carga que estaba sobre ellaserá destruida,
porque ha hablado el Señor.

Oráculo sobre Tiro y Sidón

23 1 Oráculo sobre Tiro.¡Giman, naves de Tarsis,
porque su puerto ha sido devastado!
Cuando llegaban de Quitím,
recibieron el anuncio.
2
¡Enmudezcan, habitantes de la costa,
comerciantes de Sidón,
cuyos emisarios atraviesan el mar,
3
por las aguas profundas!
El grano de Sijor, las cosechas del Nilo,
le aportaban ganancias:
¡ella era el emporio de las naciones!
4
Avergüénzate, Sidón, fortaleza del mar,
porque el mar habla así:
“No he sufrido los dolores del parto,
ni he dado a luz;
no he criado muchachos
ni hice crecer muchachas”.
5
Cuando se enteren en Egipto,
temblarán por las noticias de Tiro.
6
Emigren a Tarsis,
giman, habitantes de la costa.
7
¿Es esta la ciudad alegre,
la de orígenes remotos,
cuyos pasos la llevaron
a colonias lejanas?
8
¿Quién ha concebido esto contra Tiro,
la que repartía coronas,
cuyos comerciantes eran príncipes
y sus mercaderes, grandes de la tierra?
9
Lo ha concebido el Señor de los ejércitos,
para envilecer la soberbia de todo esplendor,
para humillar a los grandes de la tierra.
10
Cultiva tu tierra, hija de Tarsis,
como a lo largo del Nilo:
¡el puerto no existe más!
11
Él ha extendido su mano sobre el mar,
ha hecho temblar los reinos;
el Señor ha ordenado a Canaán
que destruya sus fortalezas.
12
Él ha dicho: “¡No te regocijarás nunca más,
virgen violada, hija de Sidón!”.
Levántate y emigra a Quitím,
aunque tampoco allí tendrás descanso.
13
Mira el país de los caldeos,
ese pueblo que ya no existe;
Asiria lo destinó a las fieras del desierto:
levantaron sus torres de asalto,
demolieron sus palacios,
lo redujeron a escombros.
14
¡Giman, naves de Tarsis,
porque su fortaleza ha sido devastada!
15
Aquel día, Tiro será olvidada durante setenta años, que es la duración de la vida de un rey. Al cabo de setenta años, a Tiro le sucederá como en la canción de la prostituta:
16
“¡Toma la cítara,
recorre la ciudad,
prostituta olvidada!
Toca bien, canta mucho,
para que se acuerden de ti”.
17
Al cabo de setenta años, el Señor visitará a Tiro. Ella volverá a su antiguo comercio, y se prostituirá con todos los reinos de la tierra, sobre la superficie del suelo. 18 Pero sus ganancias y sus salarios serán consagrados al Señor. No serán acumulados ni atesorados: serán para los que habitan delante del Señor, a fin de que coman hasta saciarse y se atavíen espléndidamente.


APOCALIPSIS DE ISAÍAS



La conmoción universal

24 1 Miren, el Señor arrasa la tierra                y la deja desierta,
trastorna su faz y dispersa a sus habitantes.
2
Correrán la misma suerte
tanto el pueblo como el sacerdote,
el esclavo como su señor,
la esclava como su señora,
el comprador como el vendedor,
el que pide prestado como el que presta,
el acreedor como el deudor.
3
La tierra es arrasada, sí, arrasada,
saqueada por completo,
porque el Señor ha pronunciado esta palabra.
4
La tierra está de duelo, desfallece,
el mundo se marchita,
desfallecen las alturas junto con la tierra.
5
La tierra está profanada
bajo los pies de los que la habitan,
porque ellos violaron las leyes,
transgredieron los preceptos,
rompieron la alianza eterna.
6
Por eso la Maldición devora la tierra
y sus habitantes soportan la pena;
por eso se consumen los habitantes de la tierra
y no quedan más que unos pocos.

La ciudad desolada

7 El vino nuevo está de duelo,
la viña desfallece,
gimen los que estaban alegres.
8
Cesó la alegría de los tamboriles,
se acabó el tumultode los que se divierten,
cesó la alegría de las cítaras.
9
Ya no se bebe vino entre canciones,
el licor es amargo para el que lo bebe.
10
Se ha derrumbado la ciudad del caos,
está cerrada la entrada de todas las casas.
11
Se pide vino a gritos por las calles,
se ha apagado toda alegría,
ha sido desterrada la alegría del país.
12
No queda más que desolación en la ciudad,
la puerta ha sido rota a pedazos.

La salvación de un resto

13 Sí, en medio de la tierra,entre las naciones,
sucederá lo que pasa con el olivo,
cuando se bajan a golpes las aceitunas,
o cuando todavía quedan unos racimos,
una vez acabada la vendimia.
14
Ellos elevan la voz, gritan de alegría,
aclaman desde el ponientela majestad del Señor.
15
Por eso en el orientese glorifica al Señor,
y en las costas del mar,
el nombre del Señor, Dios de Israel.
16
Desde el confín de la tierraoímos cantar:
“¡Gloria al Justo!”.

El juicio y la victoria del Señor

Pero yo digo: “¡Desfallezco,
desfallezco! ¡Ay de mí!”.
Los traidores traicionan,
los traidores perpetran traiciones.
17 ¡Terror, fosa y red,
contra ti, habitante de la tierra!
18
El que huya del grito de terror,
caerá en la fosa;
el que suba del fondo de la fosa
quedará atrapado en la red.
Porque están abiertas las compuertasde lo alto
y tiemblan los cimientos de la tierra.
19
¡La tierra se quiebra, se resquebraja,
la tierra se parte, se parte en pedazos,
se mueve, se conmueve la tierra!
20
La tierra se tambaleacomo un borracho
y se sacude como una cabaña.
Tanto le pesa su pecado
que cae y no se alzará nunca más.
21
Aquel día, el Señor pedirá cuenta
al ejército de lo alto, en la altura,
y a los reyes de la tierra, sobre la tierra.
22
Ellos serán reunidos,reunidos en un calabozo,
recluidos en una prisión,
y después de muchos díastendrán que dar cuenta.
23
La luna se sonrojará
y el sol se avergonzará,
porque reinará el Señor de los ejércitos
sobre el monte Sión y en Jerusalén,
y ante sus ancianosresplandecerá la Gloria.

Canto de acción de gracias por la salvación

25 1 Señor, tú eres mi Dios,yo te exalto, doy gracias a tu Nombre.
Porque tú has realizado designios admirables,
firmemente establecidosdesde tiempos antiguos.
2
Has hecho de la ciudadun montón de escombros,
de la ciudad fortificada, una ruina.
La ciudadela enemiga ya no es una ciudad,
nunca más será reconstruida.
3
Por eso te glorifica un pueblo fuerte,
la ciudad de los tiranos siente temor de ti.
4
Porque has sido un refugio para el débil,
un refugio para el pobre en su angustia,
un resguardo contra la tormenta,
una sombra contra el calor.
Porque el soplo de los tiranos
es como tormenta de invierno,
5
como el calor en el suelo reseco.
Tú acallas el tumulto del enemigo:
como el calor por la sombra de una nube,
así se extingue el canto de los tiranos.

El banquete escatológico

6 El Señor de los ejércitos
ofrecerá a todos los pueblossobre esta montaña
un banquete de manjares suculentos,
un banquete de vinos añejados,
de manjares suculentos, medulosos,
de vinos añejados, decantados.
7
Él arrancará sobre esta montaña
el velo que cubre a todos los pueblos,
el paño tendido sobre todas las naciones.
8
Destruirá la Muerte para siempre;
el Señor enjugará las lágrimas
de todos los rostros,
y borrará sobre toda la tierra
el oprobio de su pueblo,
porque lo ha dicho él, el Señor.
9
Y se dirá en aquel día:
“Ahí está nuestro Dios,
de quien esperábamos la salvación:
es el Señor, en quien nosotros esperábamos;
¡alegrémonos y regocijémonosde su salvación!”.

La humillación de Moab

10 Porque la mano del Señor se posará sobre esta montaña,
pero Moab será pisoteado en su suelo,
como se pisotea la paja en el estercolero.
11
En medio de esto, extenderá sus manos,
como las extiende el nadador para nadar;
pero el Señor aplastará su orgullo,
a pesar del esfuerzo de sus manos.
12
Los baluartes inaccesibles de tus murallas,
los derribó, los abatió,
los echó por tierra hasta el polvo.

Canto de victoria

26
Isaïe (BPD) 12