Fdez-Carvajal: Antologia - BIENES TEMPORALES

BIENES TEMPORALES

Citas de la Sagrada Escritura

1. Son bienes

Henchid la tierra, sometedla, y dominad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre los ganados, y sobre todo lo que vive y se mueve sobre la tierra. .

2. Pueden convertirse en "malos"si no se usan rectamente

A los ricos de este mundo encárgales que no sean altivos ni pongan su confianza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, que abundantemente nos provee de todo para que lo disfrutemos. 1Tm 6,17.

Nada más inicuo que el avaro, pues es capaz de venderse a si mismo. Si 10,10.

El oro perdió a muchos y pervirtió el corazón de los reyes. Si 8,3.

Los que quieren enriquecerse caen en tentaciones, en lazos y en muchas codicias locas y perniciosas, que hunden a los hombres en la perdición y en la ruina. 1Tm 6,9.

3. Desprendimiento. Generosidad. Confianza en Dios

Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas se os darán por añadidura. Mt 6,33.

No os acongojéis por el cuidado de hallar qué comer para sustentar vuestra vida, de dónde sacaréis vestidos para cubrir vuestro cuerpo. Mt 6,25.

Uso de las riquezas: Si 13,30-32.

Jb privado de sus bienes: Jb 1,13.

Generosidad con los necesitados. Consejos de Tobías a su hijo: Tb 4,7-12.

Si abundan las riquezas, no apaguéis vuestro corazón. Ps 61,11.

No alleguéis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín los corroen y donde los ladrones horadan y roban. Mt 6,11.

Los bienes materiales y los más necesitados


509 Había un hombre rico que vestía de parpara y lino y celebraba cada día espléndidos banquetes. Un pobre, de nombre Lácaro, estaba echado en su portal, cubierto de úlceras, y deseaba hartarse de lo que cala de la mesa del rico (Lc 16,19 ss). Murieron los dos [. . . ]. ¿Es que el rico fue condenado porque tenía riquezas, porque abundaba en bienes de la tierra, porque vestía de púrpura y lino y celebraba cada día espléndidos banquetes? NO [. . . ]. El rico fue condenado porque no ayudó al otro hombre. Porque ni siquiera cayó en la cuenta de Lázaro [. . . ]. En ningún sitio condena Cristo la mera posesión de bienes terrenos en cuanto tal. En cambio, pronuncia palabras muy duras para quienes utilizan los bienes egoístamente, sin fijarse en las necesidades de los demás (JUAN PABLO 11, Hom. en el Yankee Stadium de Nueva York,2-X-1979).


510 . . . El Sacro Concilio urge a todos, particulares y autoridades, a que, acordándose de la frase de los Padres: "AIimenta al que muere de hambre, porque, si no lo alimentas, lo matas" según las propias posibilidades, comuniquen y ofrezcan realmente sus bienes, ayudando en primer lugar a los pobres, tanto individuos como pueblos, a que puedan ayudarse por sí mismos (CONC. VAT. 11, Const. Gandium et spcs,69).


511 Sed moderados en el uso de los bienes de esta vida. No os pertenece todo; al menos una parte de estos bienes debe quedar para los pobres, que son amados especialmente por Dios [. . . ]. Usad, pues, de los bienes de la tierra, pero no abuséis de ellos (SAN GREGORIO DE NISA, Sermón I sobre el amor a los pobres).

No permanecerán siempre con nosotros


512 Gran remedio es para esto traer muy continuo en el pensamiento la vanidad que todo es y cuán presto se acaba, para quitar las aficiones de las cosas que son tan baladíes y ponerlas en las que nunca se han de acabar; que aunque parece flaco medio, viene a fortalecer mucho al alma y en las muy pequeñas cosas traer gran cuidado; en aficionándonos un poco a alguna, procurar apartar el pensamiento de ella y volverle a Dios, y Su Majestad ayuda (SANTA TERESA, Camino de perfección, IO,2).


513 Son engañosas (las riquezas) porque no pueden permane- cer siempre con nosotros; son engañosas, porque no pueden satisfacer las necesidades de nuestro corazan. Las riquezas verdaderas son únicamente las que nos hacen ricos en las virtudes (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 15 sobre los Evang. ).


514 Tus riquezas tendrás que dejarlas aquí, lo quieras o no; por el contrario, la gloria que hayas adquirido con tus buenas obras la llevarás hasta el Señor (SAN BASILIO MAGNO, Hom. sobre la caridad).


515 La virtud es la única de las riquezas que es inamovible y que persiste en vida y en muerte (SAN BASILIO, Discurso a los jóvenes).

Los bienes espirituales "no cansan, no se gastan ni se agotan". Permanecen para siempre


516 El menor bien de gracia es superior a todo el bien del universo (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,1-2, q. 113, a. 9).


517 Os diré, y quizá os lo muestre suficientemente, que si uno con su palabra abarca toda la felicidad desde que el mundo es mundo, y llega a juntarla en un solo lugar, encontrará que no iguala ni a la más pequeña parte de aquellos bienesólos celestialesó, sino que se dará cuenta de que todos los bienes de esta vida terrena reunidos distan más en dignidad del más pequeño de la futura que lo que la sombra y el sueño distan de la realidad (SAN BAS1LIO, Discurso a los jóvenes).


518 Si somos templos de Dios y el Espíritu de Dios habita en nosotros, es mucho más lo que cada fiel lleva en su interior que todas las maravillas que contemplamos en el cielo (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 7 en la Natividad del Señor).


519 [. . . ] las cosas espirituales, precisamente cuando se poseen, es cuando con más fuerza se desean (SANTO TOMÁS, Sobre el Padrenuestro,1. c. 152).


520 Entre los bienes corporales y los espirituales hay la diferencia de que los primeros, mientras no se tienen, inspiran al alma un fuerte deseo de poseerlos; mas cuando, alcanzados, se los gusta, producen luego hastío por su saciedad. Los bienes espirituales, por el contrario, cuando no se tienen causan fastidio, pero cuando se tienen producen deseo; y tanto más hambre tiene de ellos el que los gusta, cuanto más los gusta el que los desea (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).


521 Mientras que los bienes sensibles nos cansan cuando los poseemos, los bienes espirituales, al contrario, los amamos más cuanto más los poseemos; porque éstos no se gastan ni se agotan, y son capaces de producir en nosotros una alegría siempre nueva [. . . ]. Es como si Dios penetrase cada vez más profundamente en nuestra voluntad (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,1-2, q. 2, a. I ad 3).


522 La filosofía rica se ha formado muchos dioses; la Iglesia pobre sólo conoce a un Dios: ¿no es cierto que aquellas riquezas son indigencia y que esta pobreza es abundancia? (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 263).


523 Con los bienes de la tierra suele ocurrir que no se enriquece uno si no se empobrece otro; pero de las cosas espirituales no puede enriquecerse uno sin enriquecer a los demás. En las cosas materiales, pues, disminuye esta participación; en las espirituales, aumenta (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 342).

Sólo somos administradores de los bienes temporales


524 Se ven gentes que arrojan su fortuna a los luchadores, a los comediantes, a repugnantes gladiadores en los teatros, por la gloria de un momento y por el ruidoso aplauso del pueblo. Y a ti, ¿te preocuparán unos gastos con los que te puedes elevar a una gloria tan grande? Será Dios el que te aplaudirá, serán los ángeles los que te aclamarán, serán todos los hombres que han existido desde la creación los que celebrarán tu dicha: una gloria imperecedera, una corona de justicia, el Reino de los cielos, tal será el premio que tú recibirás por haber administrado bien tus bienes perecederos (SAN BASILIO, Hom. sobre la caridad).


525 Cuando dejamos a un lado las riquezas materiales, no son bienes nuestros los que abandonamos, sino bienes ajenos. Y eso, aun cuando podamos gloriarnos de haberlos adquirido por nuestro trabajo o de haberlos recibido en herencia de nuestros padres. Porque, como ya dije, nada nos pertenece, salvo lo que tiene su raigambre en el corazón y forma como un nexo indisoluble con nuestra alma, hasta el punto de que nadie nos lo puede arrebatar (CASIANO, Colaciones,3,10).


526 El que es esclavo de las riquezas, las guarda como esclavo; pero el que sacude el yugo de su esclavitud, las distribuye como señor (SAN JERÓNIMO, en Catena Aurea, vol. 1P 392).


527 Hemos sido colocados en la vida como huéspedes y forasteros, llevados a donde no queremos ir y cuando no pensamos: el que ahora es rico, en breve será pobre. Así, seas quien fueres, has de saber que eres sólo administrador de bienes ajenos, y que se te ha dado de ellos uso transitorio y derecho muy breve. Lejos, pues, de nosotros el orgullo de la dominación, y abracemos la humildad y la modestia del arrendatario o casero (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 225).


528 El artista más perfecto ha dotado a nuestra naturaleza de todo lo que necesita para cumplir su misión de dominio y señorío (SAN GREGORIO DE NISA, PL 67,347 ss. ).

Es necesario estar desprendido de los bienes


529 De la misma manera que el oro se malea cuando se mezcla aunque sea con plata pura, así también nuestra alma se mancha cuando se mezcla con tierra, aunque ésta sea de muy buena calidad (SAN AGUSTiN, en Catena Aurea, vol. 1P 383).


530 "Divitiae, si affluant, nolite cor apponere". Si vienen a tus manos las riquezas, no pongas en ellas tu corazón. Anímate a emplearlas generosamente. Y, si fuera preciso, heroicamente. Sé pobre de espiritu (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 636).


531 Con la templanza de quien las usa, no con el afán de quien pone en ellas el corazón (SAN AGUSTIN, Sobre las costambres de la Iglesia,1,21).


532 El amor del hombre es como la mano del alma: si coge una cosa no puede asirse a otra. Quien ama al siglo, no puede amar a Dios; tiene la mano ocupada. Le dice Dios: "Ten lo que te doy", pero como no quiere soltar lo que tenia, no puede recibir lo que se le ofrece (SAN AGUSTIN, Sermón 12S).


533 Que los falsos placeres de la vida presente no impidan el empuje de aquellos que vienen por el camino de la verdad, y que los fieles se consideren como viajeros en el itinerario que siguen hacia su patria; que comprendan que en el uso de los bienes temporales, si a veces hay algunos que agradan, no deben apegarse bajamente, sino continuar valientemente la marcha (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 72, sobre la Ascensión del Señor).


534 La verdadera, la única paz de las almas en este mundo consiste en estar llenos de amor de Dios y en estar animados por la esperanza del cielo hasta el punto de considerar poca cosa los éxitos o reveses de este mundo 1. . . ] Se equivoca quien se figura que podrá encontrar la paz en el disfrute de los bienes de este mundo y en las riquezas. Las frecuentes turbaciones de aquí abajo y el fin de este mundo deberían convencer a ese hombre que ha afirmado sobre arena los fundamentos de su paz (SAN BEDA, Hom. 12 sobre la Vigilia de Pentecostés).

Los bienes temporales no son un bien absoluto


535 No vayamos a creer, sin embargo, que aquellos que han sido elevados en este mundo a la cumbre de las riquezas, del poderio y los honores hayan alcanzado con ello el bien por excelencia, pues éste consiste únicamente en la virtud. Esas cosas son indiferentes. Son útiles y provechosas para los justos que usan de ella con recta intención y para cumplir sus menesteres ineludiblesópues les brindan la ocasión de hacer una obra buena y producir frutos para la vida eternaó. Son lesivas y dañosas para aquellos que abusan de ellas, proporcionándoles ocasión de pecado y de muerte (CASIANO, Colaciones,66,3).


536 Por muy brillantes que sean el sol, el cielo y las nubes; por muy verdes que estén las hojas y los campos; por muy dulce que sea el canto de los pájaros, sabemos que no todo está ahí y que no tomaremos la parte por el todo. Estas cosas proceden de un centro de amor y de bondad que es el mismo Dios; pero estas cosas no son su plenitud hablan del cielo, pero no son el cielo; en cierto modo son solamente rayos extraviados, un débil reflejo de su imagen; son migajas de la mesa (CARD J. H. NEWMAN,J. H. , Sermones parroquiales, Sermón 13).


537 Todo es nada, y menos que nada, lo que se acaba y no contenta a Dios (SANTA TERESA, Vida,20,26).


538 Observad cómo Cristo ensalza los elementos de este mundo, no por su propia naturaleza, sino por la relación que tienen con Dios, para quitar toda ocasión de idolatría (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1P 312).


539 Si queréis, aun reteniéndolo, dejáis lo que tenéis, siempre que administréis lo temporal de modo que aspiréis con toda vuestra alma hacia lo eterno (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).


540 (La concupiscencia es) el apetito del alma por el que preferimos bienes temporales a los bienes eternos (SAN AGUSTIN, Sobre la mentira,71).


541 Con frecuencia llena Dios de beneficios espirituales a las almas cuando causa o permite algún daño en los bienes temporales (TITO BOSTRENSE, en Catena Aurea, vol. IV, p. 121).


542 Llora, pero es como si no llorase, quien se aflige por los daños temporales de tal suerte que se consuela siempre su alma con los bienes eternos (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).


543 Todos los bienes de la tierra deben ordenarse en función del hombre, centro y cima de todos ellos (CONC. VAT. II, Const. Caudium et spes,12).


544 También los justos pueden tener bienes en esta vida, pero no los consideran como recompensa, porque, como apetecen bienes mejoresóes decir, los eternosó, a juicio de ellos, aunque abunden en bienes, con sus santos deseos los agostan y no los tienen por bienes. De ahí que el profeta David, que abundaba en riquezas de su reino y muchos dones, por más que comprendiese que estos bienes le eran necesarios, sin embargo, un solo bien era el que anhelaba con todo el ardor, diciendo: Todo mi bien es estar unido con Dios (Sal 72,26) (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 40 sobre los Evang. ).


545 No juzgamos grande ni digno de nuestros votos y deseos ni el esplendor de los antepasados, ni la salud del cuerpo, ni la belleza, ni la grandeza, ni los honores que tributan los hombres, ni el reinado mismo ni lo que pueda decirse entre lo humano, ni nos fijamos en los que lo tengan; damos un paso más con nuestra esperanza cristiana y hacemos todo lo que haya que hacer para preparar la otra vida. Por eso decimos que conviene desear lo que nos pueda ser útil en ese sentido y es necesario quererlo con todas nuestras fuerzas, y lo que no sea útil para la otra vida despreciarlo como no digno de estima (SAN BASILIO, Discurso a los jóvenes).


546 En sólo Dios hallará el hombre todas las cosas de un modo más sublime y perfecto que como se encuentran en el mundo. Si buscas deleites, sumo lo tendrás en Dios; si riquezas, en El hallarás la absoluta opulencia de donde manan las riquezas, y así lo demás. Agustín, en las Confesiones:"Cuando el alma se prostituye lejos de ti, busca fuera de ti; nada encuentra puro y limpio hasta que torna a ti" (SANTO TOMÁS, Sobre el Padrenuestro,1. c. ,140).

Dejan de ser bienes cuando nos separan de Dios


547 Está bien aquí aquello de Sócrates, que decía que no admiraria al que estuviera orgulloso de sus muchas riquezas antes de comprobar si sabla usar de ellas (SAN BASILIO, Discurso a los jóvenes).


548 Entregados a las cosas de este mundo, nos vamos volviendo tanto más insensibles a las realidades del espiritu, cuanto mayor empeño ponemos en interesarnos por las cosas visibles (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).


549 En todos los bienes temporales, el fin que el hombre busca es poseer cierta perfección o gloria. Por esta vía descubrimos que la soberbia, apetito de la propia excelencia, se pone como principio de todo pecado (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,1-2, q. 48, a. 2).


550 Al que es rico, y por su poder y excelente disposición corporal tiene cierta grandeza, y hace buen uso de aquellos bienes que posee, justo es amarle y respetarle como quien está dotado de bienes comunes, siempre que los emplee conforme a lo que dicta la recta razón: de tal modo que sea caritativo con los pobres, auxille a los enfermos y considere todos los bienes que posee no más suyos que de los indigentes. Por el contrario, al hombre que no procede así debemos tenerle como más digno de lástima que de envidia, en cuanto que tiene más medios y más ocasiones para pecar (SAN BASILIO, Hom. sobre la envidia).


551 Para el goloso, su dios es el vientre; para el lascivo, su tesoro es la impureza [. . . ]: cada uno es esclavo del que le ha vencido. Tiene su corazón donde tiene su tesoro (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1P 386).


552 Ninguna otra cosa hace desear tanto las riquezas como el deseo de gloria. Los hombres presentan gran número de criados, de caballos, cubiertos de oro y mesas adornadas con plata, no porque ello reporte alguna utilidad, sino por ostentación delante de los demás. Y dice el Señor: No queráis atesorar para vosotros tesoros en la tierra (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, VOI. 1P 383).


553 Las riquezas más conservadas pueden perderse fácilmente, si no de una manera material, sí en un sentido espiritual, porque no aprovechan a su dueño a conseguir su salvación (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol 1P 385).


554 Piensas tan poco en los bienes de tu alma, que of reces a ésta los alimentos del cuerpo (SAN BASILIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 83).

Deben ser promovidos para utilidad de todos los hombres


555 Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos. En consecuencia, los bienes creados deben llegar a todos en forma equitativa bajo la égida de la justicia y con la compañía de la caridad. Sean las que sean las formas de la propiedad, adaptadas a las instituciones legítimas de los pueblos según las circunstancias diversas y variables, jamás debe perderse de vista este destino universal de los bienes. Por tanto, el hombre, al usarlos, no debé tener las cosas exteriores que legítimamente posee como exclusivamente suyas, sino también como comunes, en el sentido de que no le aprovechen a él solamente, sino también a los demás (CONC. VAT 11, Const. Gaudium et spes,69).


556 Los bienes han de ser empleados, según las necesidades y deberes de cada uno, con la moderación de quien los usa y no como quien los valora demásiado y se ve arrastrado por ellos. (SAN AGUSTIN, Sobre las costumbres de la Iglesia,1,21).


557 Los laicos, con su competencia en los asuntos profanos y con su actividad elevada desde dentro por la gracia de Cristo, contribuyan eficazmente a que los bienes creados, de acuerdo con el designio del Creador y la iluminación de su Verbo, sean promovidos, mediante el trabajo humano,la técnica y la cultura civil, para utilidad de todos los hombres sin excepción; sean más convenientemente distribuidos entre ellos y, a su manera, conduzcan al progreso universal en la libertad humana y cristiana Así Cristo, a través de los miembros de la Iglesia, iluminará más y más con su luz salvadora a toda la sociedad humana (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium LG 36).

No toda pobreza es santa, ni toda riqueza mala


558 Cuando afirmo que Dios no inclina sus oídos al rico, no vayáis a deducir, hermanos, que Dios no escucha a los que poseen oro o plata, domésticos y posesiones. Si han nacido en ese estado y ocupan ese rango en la sociedad, que recuerden la palabra del Apóstol: Recomienda a los ricos de este mundo que no se dejen arrastrar del orgullo (ITm 6,17). Los que no se dejan arrastrar del orgullo son pobres delante de Dios, que inclina sus oídos hacia los pobres y necesitados. Saben, en efecto, que su esperanza no está en el oro ni en la plata ni en esas cosas en que ellos nadan en la abundancia ahora (SAN AGUSTIN, Coment. al Salmo 85).


559 No toda pobreza es santa, ni todas las riquezas son peca- minosas (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 341).


560 La pobreza no condujo a Lázaro al cielo, sino la humildad, y las riquezas no impidieron al rico entrar en el gran descanso, sino su egoísmo e infidelidad (SAN AGUSTIN, Sermón 24).


561 El rico del Evangelio en manera alguna fue condenado porque quitase los bienes ajenos, sino porque malamente se reservó para si solo los bienes que recibiera Este mal uso es el que le llevó al infierno, porque para todo aquello que concernía a su comodidad y felicidad no fue parco; porque empleó todos los dones recibidos como medio de satisfacer su orgullo y arrogancia; porque no tuvo caridad; porque no quiso redimir sus pecados con sus bienes aunque los tenia de sobra (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 40 sobre los Evang. ).


562 Los bienes de la tierra no son malos; se pervierten cuando el hombre los erige en ídolos y, ante esos ídolos, se postra; se ennoblecen cuando los convertimos en instrumentos para el bien, en una tarea cristianá de justicia y de caridad (J. ESCRIVADE BALAGUER, Es Cristo que pasa,35).


563 Por lo demás, el derecho a poseer una parte de bienes sufciente para si mismos y para sus familias es un derecho que a todos corresponde (CONC. VAT. II, Const. Gaudium et spes,69).

De Dios sólo recibimos bienes


564 De Dios sólo recibimos bienes, aunque muchas veces no los consideramos como tales: todo concurre al bien de sus amados (SANTO TOMÁS, en Catena Aurea, vol. 1P 432).


565 Si cada una de las cosas que existen en el mundo fuese mala por si misma, no habría criatura de Dios, porque toda criatura de Dios es buena (SAN BASILIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 97).


566 Cuando el alma contempla vivamente las criaturas y las conoce a fondo, ve que Dios las ha dotado de tanta abundancia de gracias, virtudes y hermosura, que le parece que todas están vestidas de admirable hermosura y fuerza. Hermosura y fuerza derivada de la infinita hermosura de Dios, cuyo mirar viste de hermosura y alegría el mundo y los cielos, y abre la mano y sacia defavores a todo viviente (Sal 144,16) (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cantico espiritual,6,1)


567 El bien que os hace buenos es Dios; el oro y la plata son un bien, no porque te hagan bueno, sino porque con ellos puedes obrar el bien (SAN AGUSTIN, en Catena Aurea, vol. 1P 432).

BUEN PASTOR

Citas de la Sagrada Escritura

1. Las ovejas que están fuera del redil

Los gentiles oirán la voz del Buen Pastor: Jn 10,16.

Jesús envió a los Apostoles en busca de las ovejas perdidas: Mt 10,6.

Hay ovejas que no quieren ir a El: Jn 5,40.

Las que no son suyas no creen en El: Jn 5,26 Jn 11-12.

2. Los malos pastores

Se cuidan de sí mismos y abandonan el rebaño: Ez 34,1-10 Jr 23,1.

3. El Buen Pastor

Los cuidados del Buen Pastor: Ez 34,11-31.

Jesucristo es el Buen Pastor: Jn 10,11-14.

Se compadece de las gentes que andaban "como ovejas sin pastor": Mt 9,36 Mc 6,34.

Conoce a sus ovejas y las llama por su nombre: Jn 10,3.

Pone sobre sus hombros a la oveja perdida: .

Les da ejemplo de todas las virtudes: Jn 10,4.

Da la vida por ellos: Jn 10,11-12

Les da la vida eterna: Jn 10,28.

4. Las ovejas del Buen Pastor

Conocen a su Pastor: Jn 10,14-15.

Le siguen: Jn 10,4.

Distinguen su voz: Jn 10,4.

Huyen de los mercenarios: Jn 10,5.

Nadie les arrebatará de las manos del Buen Pastor: 8

SELECCiÓN DE TEXTOS

Las virtudes del buen pastor


568 La guía de la comunidad cristiana que el Obispo le ha confiado evoca y solicita en la conciencia sacerdotal las virtudes propias del buen pastor: la caridad sin límites, hasta el olvido de sí mismo; la fe que ilumina, que estimula a perseverar, a esperar, a no cansarse nunca; la obediencia total y delicada, pero también inteligente, operativa, responsable; la humildad y la mansedumbre, que saben armonizar la comprensión con la firmeza; la perfecta continencia, que hace al corazón libre, enteramente disponible, para mejor ofrecerlo en la adoración y entregarlo más cumplidamente en el servicio; la paciencia, que sabe sufrir en silencio y perdonarlo todo; la pobreza, que es lección de bienaventuranza y testimonio de esperanza (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 63).


569 A los pastores que apacientan rebaños de ovejas no se les exige exponer su propia vida a la muerte por el bien de su rebaño; pero en cambio-, el pastor espiritual si que debe renunciar a su vida corporal ante el peligro de sus ovejas, porque la salvación espiritual del rebaño es de más precio que la vida corporal del pastor. Es esto precisamente lo que afirma el Señor: El buen pastor da su vidaóla vida del cuerpoópor las o vejas, es decir, por las que son suyas por razón de su autoridad y de su amor. Arabas cosas se requieren: que las ovejas le pertenezcan y que las ame, pues lo primero sin lo segundo no seria suficiente (SANTO TOMÁS, Coment. Evang. S. Juan,10,3).


570 Cuatro son las condiciones que debe reunir el buen pastor. En primer lugar, el amor: fue precisamente la caridad la única virtud que el Señor exigió a Pedro para entregarle el cuidado de su rebaño Luego, la vigilancia, para estar atento a las necesidades de las ovejas. En tercer lugar, la doctrina, con el fin de poder alimentar a los hombres hasta llevarlos a la salvación. Y finalmente la santidad e integridad de vida; ésta es la principal de todas las virtudes (SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA, Sermón sobre el Evang. del Buen Pastor en Opera omnia. Manila 1822, pp. 324-325).


571 Los obispos gobiernan [. . . ] con el consejo, la persuasión, pero también con la autoridad y el poder sagrados (CONC VAT. II, Const. Lumen gentiam,27).


572 Si sólo amas a los buenos discípulos no tienes ningún mérito, son más bien los rebeldes a quienes tienes que domar con tu dulzura. Sobre todas las heridas no se aplica idéntico remedio: trata los accesos violentos con suaves friegas (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Epist. a S. Policarpo).


573 El pastor debe saber guardar silencio con discreción y hablar cuando es útil, de tal modo que nunca diga lo que se debe callar ni deje de decir aquello que hay que manifestar (SAN GREGORIO MAGNO, Regla pastoral,2,4).


574 Aquel que no tiene caridad con otro, no puede, en manera alguna, recibir el cargo de predicación (SAN GREGOR[O MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).


575 El amor del que apacienta las ovejas del Señor debe ser tan grande que sea capaz de vencer incluso el temor natural de la muerte, que hace que nos resistamos a morir aun cuando deseamos vivir con Cristo (SAN AGUSTIN, Trat. sobre Evang. S. Juan,123,5).


576 A la triple negación corresponde la triple profesión de amor [. . . 1. Si la negación del pastor fue causada por el temor, ahora el pastoreo de la grey del Señor ha de ser la prueba de su amor (SAN AGUSTIN, Trat. sobre Evang. S. Juan,123,5).


577 Debe ser integro, moderado, indulgente y hacer siempre prevalecer la misericordia sobre la justicia, de suerte que a él le puedan tratar de la misma manera. Odiará los vicios, pero nunca dejará de amar a sus hermanos. Y cuando se vea obligado a reprenderles lo hará con moderación, según aquel principio: "No exagerar nada", no sea que a fuerza de raspar la herrumbre se rompa el recipiente. Su propia flaqueza deberá estar siempre ante sus ojos y recordará que Dios no quiere que la caña cascada se rompa. Con esto no queremos decir que deba permitir el desarrollo de las malas costumbres (SAN BENITO, Regla, cc. 2 y 64).


578 Evite el pastor la tentación de desear ser amado por los fieles antes que por Dios, o de ser demásiado débil por temor a perder el afecto de los hombres; no se exponga a la reprensión divina: ¡Ay de aquellos que aplican almohadillas a todos los codos! (Ez 13,8). El pastor debe tratar de hacerse amar, pero con la finalidad de hacerse escuchar, no de buscar este afecto para utilidad propia (SAN GREGORIO MAGNO, Regla Pastoral,1,2).


579 Tenga presente quien manda que la verdadera humildad es el mejor de los ejercicios. Asi como quien asiste a diversos heridos y se cuida de curarlos, quienesquiera que sean, no toma el mando para enorgullecerse, así mucho más el que se encarga de curar las enfermedades de sus hermanos, como tendrá que dar cuenta de cada uno de ellos, debe cuidar de andar muy solicito. Por ello, el mayor hágase como el menor (SAN BASILIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 444).


580 Preocúpate de la unidad, el mayor de todos los bienes. Lleva a todos sobre ti, como tú mismo eres llevado por el Señor. Soporta a todos con espiritu de caridad, como ya haces. Ora sin descanso; pide una sabiduría mayor que la que tienes; vela, y que tu espiritu no duerma nunca. Habla a cada uno en particular, siguiendo el ejemplo de Dios. Carga sobre ti, como un buen atleta, las enfermedades de todos. Donde es más grande el trabajo, también es mayor la recompensa (SAN IGNACIO DE ANTIOQUÍA, Epístola a San Policarpo).


581 Aquel buen Pastor que dio su vida por las ovejas salió a buscar la oveja perdida, por las montañas y colinas donde tú ofrecías sacrificios a los ídolos. Y, cuando encontró a la oveja perdida, la cargó sobre sus hombros -sobre los que había cargado también el madero de la cruz- y así la llevó nuevamente a la vida eterna (SAN GREGOR[O NACIANCENO, Disertación 45).


582 Que teniendo santo prelado lo serán las súbditas, y como cosa tan importante la pone siempre delante Nuestro Señor (SANTA TERESA, Camino de perfección,3,10).


583 El mismo Señor, después de su resurrección, dijo a Pedro: ¿Me amas? El respondió: Te amo. Por tres veces se repitió la misma pregunta y respuesta, y las tres veces dijo el Señor: Apacienta mis ovejas. ¿Cómo podrás demostrar que me amas, sino apacentando mis ovejas? ¿Qué vas a darme con tu amor, si todo lo esperas de mi? Aquí tienes lo que has de hacer para amarme: apacienta mis ovejas (SAN AGUSTIN, Sermón sobre el orden episcopal).


584 Conviene también que el superior proceda en las cosas que a él afectan, como juez inexorable; y en las que afectan a sus subordinados, debe ser bueno y comprensivo (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. LOO).

Es propio del buen pastor estar siempre vigilante y tratar a cada alma como conviene


585 No seamos perros mudos, centinelas silenciosos, mercenarios que huyen del lobo, sino pastores en acecho, velando sobre el robaio de Cristo, proclamando la Voluntad de Dios al pequeño y al grande, al rico y al pobre, a los hombres de todas las condiciones y de todas las edades, a tiempo y destiempo, en la medida en que Dios nos da fuerzas (SAN BONIFACIO, Carta a Cuthbert: PL 89,765-768).


586 ¿Podríamos alguno de nosotros imaginar la prueba por la que atravesó la Iglesia, cuando el infeliz Nestorio se convirtió repentinamente de oveja en lobo, comenzó a desgarrar el rebaño de Cristo, al mismo tiempo que aquellos a quienes él mordía, teniéndolo aún por oveja, estaban así más expuestos a sus mordiscos? (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. II).


587 Temo, además, que si a ti te abandonara daria incluso muerte a las ovejas sanas 1. . . ]. Si descuido a la que se descarria y se pierde, la que está fuerte deseará también andar por los caminos del error y de la perdición (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).


588 [. . . ] el superior tiene el deber de saber armonizar perfectamente la entereza que en el seno de la familia descubrimos en el padre con la amorosa intuición de la madre, que trata a sus hijos desiguales de desigual manera (A. DEL PORTILLO. Escritos sobre el sacerdocio, p. 35)


589 Es conveniente que quienes están al frente de sus hermanos se esfuercen más que los demás en trabajar por el bien ajeno, se muestren más sumisos que los súbditos y, a la manera de un siervo, gasten su vida en bien de los demás, pensando que los hermanos son en realidad como un tesoro que pertenece a Dios y que Dios ha colocado bajo su coidado (SAN GREGORIO DE NISA, Sobre la conducta cristiana)


590 Pero, a fin de que el débil no desfalleza al oír hablar de las pruebas que se avecinan, el pastor no debe ni alentarlo con falsas esperanzas ni atemorizarlo con miedos indebidos. Debe decirle: Prepárate para las pruebas. Y, si al oir estas palabras la oveja empieza a desfallecer y a temer hasta tal punto que ya no se atreve a acercarse, el pastor debe recordarle aquello otro: Fiel es Dios para no permitir que seáis tentados más allá de lo que podéis. Anunciar y recordar las pruebas que se avecinan es como curar a las ovejas enfermas; hablar de la misericordia de Dios, que hace superar las pruebas, al que se asusta desmesuradamente, es como vendar las heridas (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).


591 La gracia de Dios viene en socorro de cada alma; cada criatura requiere una asistencia concreta, personal. ¡No pueden tratarse las almas en masa! No es licito ofender la dignidad humana y la dignidad de hijo de Dios, no acudiendo personalmente a cada uno con la humildad del que se sabe instrumento, para ser vehículo del amor de Cristo: porque cada alma es un tesoro maravilloso; cada hombre es único, insustituible. Cada uno vale toda la sangre de Cristo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,80).

Cristo es el único Buen Pastor, que dirige a las almas a través de otros


592 Aunque dijo a Pedro, en su calidad de jefe: Apacienta mis ovejas, en realidad es él solo, el Señor, quien dirige a todos los pastores en su ministerio; y a los que se acercan a la piedra espiritual, él los alimenta con un pasto tan abundante y jugoso, que un número incontable de ovejas, fortalecidas por la abundancia de su amor, están dispuestas a morir por el nombre de su pastor, como él, el buen Pastor, se dignó dar la propia vida por sus ovejas (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 12, sobre la Pasión).


593 Todos los buenos pastores son, en realidad, como miembros del único pastor y forman una sola cosa con él. Cuando ellos apacientan es Cristo quien apacienta (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).


594 Cristo es, en efecto, quien apacienta su rebaño, él es el único pastor, que lo apacienta por medio de los demás buenos pastores, que lo hacen por delegación suya (SAN AGUSTIN, Sermón 47, sobre las ovejas).


595 De nadie puede decirse que sea puerta; esta cualidad Cristo se la reservó para sí; el oficio, en cambio, de pastor lo dio también a otros y quiso que lo tuvieran sus miembros; por ello Pedro fue pastor, y pastores fueron también los otros apóstoles y son pastores todos los buenos obispos. Os daréódice la Escrituraópastores conforme a mi corazón. Pero aunque los prelados de la Iglesia, que también son hijos, sean todos llamados pastores, sin embargo el Señor dice en singular: Yo soy el buen pastor; con ello quiere estimularnos a la caridad, insinuándoles que nadie puede ser buen pastor si no llega a ser una sola cosa con Cristo por la caridad y se convierte en miembro del verdadero pastor (SANTO TOMÁS, Coment. Evang. S. Juan,10,3).


596 Dios, el pastor supremo y verdadero agricultor, es poderoso tanto para hacer volver a la oveja al buen camino, como para injertar el sarmiento desgajado (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).


597 Yo soy el buen pastor. Es evidente que el oficio de pastor compete a Cristo, pues de la misma manera que el rebaño es guiado y alimentado por el pastor, así Cristo alimenta a los fieles espiritualmente y también con su cuerpo y su sangre. Erais como ovejas descarriadasódice el Apóstoló, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras almas (SANTO TOMÁS, Coment. Evang. S. Juan,10,3).


598 Que nada se haga sin tu autorización, y tú mismo no hagas nada sin Dios (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Epístola a San Policarpo).

Cada cristiano es a la vez oveja y buen pastor


599 El Señor, no según mis merecimientos, sino según su infinita misericordia, ha querido que yo ocupara este lugar y me dedicara al ministerio pastoral; por ello debo tener presente dos cosas, distinguiéndolas bien, a saber: que por una parte soy cristiano y por otra soy obispo. El ser cristiano se me ha dado como don propio; el ser obispo, en cambio, lo he recibido para vuestro bien. Consiguientemente, por mi condición de cristiano debo pensar en mi salvación; en cambio, por mi condición de obispo debo ocuparme de la vuestra (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).


600 En nosotros hay que considerar dos cosas: una, que somos cristianos; otra, que somos guardianes. Nuestra condición de guardianes nos coloca entre los pastores, con tal que seamos buenos. Por nuestra condición de cristianos, somos ovejas igual que vosotros (SAN AGUSTIN, Sermón 47, sobre las ovejas ).

"De las buenas ovejas salen los buenos pastores"


601 Si existen buenas ovejas habrá también buenos pastores, pues de entre las buenas ovejas salen los buenos pastores (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).

Los malos pastores


602 Si alguna vez, porque Dios puede permitir esa prueba, tropezáis con pastores indignos de este nombre, no os escandalicéis. Cristo ha prometido asistencia infalible e indefectible a su Iglesia, pero no ha garantizado la fidelidad de los hombres que la componen (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,81).


603 Acontece que hay algunos prelados poco prudentes, que no se abreven a hablar con libertad por miedo de perder la estima de sus súbditos; con ello, como lo dice la Verdad, no cuidan a su grey con el interés de un verdadero pastor, sino a la manera de un mercenario, pues callar y disminular los defectos es lo mismo que huir cuando se acerca el lobo (SAN GREGORIO MAGNO, Regla pastoral,2,4).


604 ¿Habéis visto cuán peligroso es callar? El malvado muere, y muere justamente: muere por su culpa y por su mala conducta; pero la negligencia del mal pastor lo llevó a la muerte. El malvado hubiera podido encontrar en su pastor al pastor de vida [. . . ]; pero, como su pastor era negligente, el malvado no podo oír la voz de aquel que precisamente fue constituido prelado y vigilante para amonestar al pueblo. Así, el malvado murió con toda justicia, pero el prelado también recibirá el castigo merecido (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).


605 El mal pastor lleva a la muerte incluso a las ovejas fuertes (SAN AGUSTiN, Sermón 46, sobre los pastores).


606 Por fortuna, las ovejas de Cristo que le habían sido confiadas (se refiere al hereje Fotino) eran muy prudentes y estaban vigilantes en lo que se refiere a la fe católica; inmediatamente se acordaron de las advertencias de Moisés, y aunque admiraban la elocuencia de su profeta y pastor, no se dejaron seducir por la tentación. Desde ese momento empezaron a huir, como si fuera un lobo, de aquel a quien hasta poco antes habían seguido como guía del rebaño (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 11).


607 No se llama pastor, sino mercenario, el que no apacienta las ovejas de su amo por amor hacia ellas, sino sólo por lucro. Es un mercenario el que ocupa el puesto del verdadero pastor, pero no se cuida del provecho de las almas; se afana por comodidades terrenas, se goza en el honor de la dignidad, apacienta sólo por la retribución temporal y se coogratula con la estimación en que le tienen los hombres (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 14 sobre los Evang. ).


608 Considerad, pues, qué ha de suceder a los rebaños cuando los pastores se convierten en lobos. Pues reciben a su cargo la guarda del rebaño del Señor hombres que no temen ponerle asechanzas, contra quienes debiera ser guardado el mismo rebaño (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).


609 El obispo que no sirve a los fieles (predicando, guiando) es solamente foenus custos (guardián de paja), un espantapájaros colocado en los viñedos para que los pájaros no coman las uvas (SAN AGUSTiN, Miscelánea Agustiniense, Roma 1930,1,568).


610 Son muy pocas las ovejas bien alimentadas y sanas, es decir, aquellas a quienes no falta el sólido manjar de la verdad y se apacientan abundantemente con los dones de Dios. Pero los malos pastores ni a éstas perdonan; les parece poco descuidar a las enfermas y errantes, a las débiles y descarriadas, y llegan incluso a dar muerte a las que están fuertes y sanas. Y si estas últimas conservan la vida, viven, en todo caso, únicamente porque Dios cuida de ellas; pero, por lo que se refiere a los pastores, éstos hacen lo posible por matarlas. Quizá preguntes: "¿Cómo las matan?". Pues las matan con su mala vida y con sus malos ejemplos (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).


611 El deber del buen pastor es la caridad; por eso dice: El buen pastor da su vida por las ovejas. Conviene, pues, distinguir entre el buen pastor y el mal pastor; el buen pastor es aquel que busca el bien de sus ovejas; en cambio, el mal pastor es el que persigue su propio bien (SANTO TOMÁS, Coment. Evang. S. Juan,10,3).


612 Ciertamente es una gran prueba ver a un hombre tenido por profeta, por discípulo de los profetas, por doctor y testigo de la verdad, un hombre sumamente amado y respetado, que de repente se pone a introducir a escondidas errores perniciosos. Tanto más cuanto que no hay posibilidad de descubTir inmediatamente ese error, puesto que le coge a uno de sorpresa, ya que se tiene de tal hombre un juicio favorable a causa de su enseñanza anterior, y se resiste uno a condenar al antiguo maestro al que nos sentimos ligados por el afecto (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 10).

Responsabilidad del buen pastor


613 La responsabilidad del Obispo es gravísima y, si no cumple su misión, el Salvador de toda la Iglesia le llamará a jqicio (ORiGENES, Trat. sobre la oración,28,4).


614 Quien no tenga las suficientes facultades para amonestar a todos los fieles a la vez por medio de una exhortación común, tiene obligación de instruir en cuanto pueda a cada uno en particular, edificarle en conversaciones privadas, y buscar con sencillas pláticas fruto en los corazones de sus hijos. Debemos, pues, pensar continuamente en lo que se dice a los Apóstoles y en los Apóstoles a nosotros: Vosotros sois la sal de la tierra. Luego si somos la sal, debemos condimentar las almas de los fieles. Por consiguiente, vosotros, los que sois pastores, pensad bien cómo estáis apacentando la grey de Dios (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).


615 Se sabe con toda certeza que el silencio del pastor algunas veces le perjudica a él, siempre a las personas que le están encomendadas (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobra los Evang. ).


Fdez-Carvajal: Antologia - BIENES TEMPORALES