Fdez-Carvajal: Antologia - LUGARES Y OBJETOS DE CULTO

LUGARES Y OBJETOS DE CULTO

Citas de la Sagrada Escritura

Dignidad de los objetos del culto: Gn 25,10-20.

Vestiduras sacerdotales: Ex 28,

El altar: Ex 30,1-10.

El óleo de unción: Ex 30,22

El tabernáculo: Ex 36,8-38.

El arca y la mesa de los panes: Ex 37,1-16.

El candelabro y el altar de oro: Ex 37,17-28.

El altar de los holocaustos y el atrio: Ex 38,1-32.

Despertó Jacob de su sueño, y se dijo: "Ciertamente está Yave en este lugar, y yo no lo sabía"; y atemorizado, añadió: "¡Qué terrible es este lugar! No es sino la casa de Dios y la puerta de los cielos". Levantóse Jabob bien de mañana, y tomando la piedra que había tenido de cabecera, la alzó, como memoria, y vertió óleo sobre ella. Llamó a este lugar Betel, aunque la ciudad se llamó primero Luz. E hizo Jacob voto diciendo: "Si Yavé está conmigo, y me protege en mi viaje, y me da pan que comer y vestidos que vestir, y retorno en paz a la casa de mi padre, Yavé será mi Dios; esta piedra que he alzado como memoria será para mi casa de Dios, y de todo cuanto a mi me dieres te daré el diezmo". Gn 28,1 Gn 6-22.

Entró Jesús en el templo de Dios y arrojó de allí a cuantos vendian y compraban en él, y derribó las mesas de los cambistas y los asientos de los vendedores de palomas, diciéndoles: Escrito está: "Mi casa será llamada casa de oración", pero vosotros la habéis convertido en cueva de ladrones. Mt. 21,12-1 3.

Siempre que entraban en el tabernáculo de la reunión para acercarse al altar, se lavaban, como Yavé se lo había mandado a Moisés. Ex 40,32.

Entonces la nube cubrió el tabernáculo de la reunión, y la gloria de Yavé llenó el habitáculo. Moisés no pudo ya entrar en el tabernáculo de la reunión, porque estaba encima la nube, y la gloria de Yavé llenaba el habitáculo.

Todo el tiempo que los hijos de Israel hicieron sus marchas, se ponian en movimiento cuando se alzaba la nube sobre el tabernáculo, y si la nube no se alzaba, no marchaban hasta el día en que se alzaba. Pues la nube de Yavé se posaba durante el día sobre el tabernáculo, y durante la noche la nube se hacia ígnea a la vista de todos los hijos de Israel, todo el tiempo que duraron sus marchas. Ex 40,34-38.

Piedad y arte cristiano


3429 El arte cristiano tiene un carácter que casi querríamos llamar sacramental: no ciertamente en el significado propio de la palabra, pero si como medio e instrumento del que se sirve el Señor para disponer los ánimos a los prodigios de la gracia. Por él los valores espirituales se hacen como visibles, más cercanos a la mentalidad humana, que quiere ver y tocar: la armonia de las estructuras, las formas plásticas, la magia de los colores son otros tantos medios que intentan aproximar lo visible a lo invisible, lo sensible a lo sobrenatural (JUAN XXIII, Aloc. 27-10-1961).


3430 Me viste celebrar la Santa Misa sobre un altar desnudo ómesa y araó, sin retablo. El Crucifijo, grande. Los candeleros recios, con hachones de cera, que se escalonan: más altos, junto a la cruz. Frontal del color del dia. Casulla amplia. Severo de lineas, ancha la copa y rico el cáliz. Ausente la luz eléctrica, que no echamos en falta. Y te costó trabajo salir del oratorio: se estaba bien allí. ¿Ves cómo lleva a Dios, cómo acerca a Dios el rigor de la liturgia? (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 543).


3431 ¡Oh, felices lugaresóexclamabanódonde tantos prodigios se realizaron por nuestra salvación! Pero, sin ir tan lejos, sin tenernos que molestar en atravesar los mares y exponernos a tantos peligros, ¿no tenemos aquí, en medio de nosotros, a Jesucristo, no solamente como Dios, sino en cuerpo y alma? ¿No son tan dignas de respeto nuestras iglesias como los lugares santos que visitaban aquellos peregrinos? ¡Nuestra dicha es demásiado grande!, jamás comprenderemos su alcance. ¡Pueblo feliz, el cristiano, al ver cómo cada día se renuevan todos los prodigios que la omnipotencia de Dios obró en otro tiempo en el Calvario para salvar a los hombres! (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el Jueves Santo).


3432 Entre las actividades más nobles del ingenio humano se cuentan, con razón, las bellas artes, principalmente el arte religioso y su cumbre, que es el arte sacro. Estos, por su naturaleza, están relacionados con la infinita belleza de Dios, que intentan expresar de alguna manera por medio de obras humanas. Y tanto más pueden dedicarse a Dios y contribuir a su alabanza y a su gloria cuanto más lejos están de todo propósito que no sea colaborar lo más posible con sus obras para orientar santamente los hombres hacia Dios.

Por esta razón, la santa madre Iglesia fue siempre amiga de las bellas artes, buscó constantemente su noble servicio y apoyó a los artistas, principalmente para que las cosas destinadas al culto sagrado fueran en verdad dignas, decorosas y bellas, signos y símbolos de las realidades celestiales (CONC. VAT. II, Const. Sacrosanctum Concilium,122).


3433 Más aún, la Iglesia se consideró siempre, con razón, como árbitro de las mismas, discerniendo entre las obras de los artistas aquellas que estaban de acuerdo con la fe, la piedad y las leyes religiosas tradicionales y que eran consideradas aptas para el uso sagrado (CONC. VAT. II, Const. Sacrosanctum Concilium,122).


3434 (La Iglesia ha procurado siempre que los fieles sean) tan cuidadosos del culto y del honor divino que puedan con razón llamarse celosos más que amantes [. . . ], para que imiten al mismo Jesucristo, de quien son estas palabras: el celo de tu Casa me devoró (Jn 2,17) (Catecismo Romano, III,2,27).


3435 Los artistas que, llevados por su ingenio, desean glorificar a Dios en la santa Iglesia, recuerden siempre que su trabajo es una cierta imitación sagrada de Dios Creador y que sús obras están destinadas al culto católico, a la edificación de los fieles y a su instrucción religiosa (CONC. VAT. II, Const. Sacrosanctum Conciliun,127).


3436 Revísense cuanto antes [. . . ] los cánones y prescripciones eclesiásticas que se refieren a la disposición de las cosas externas del culto sagrado, sobre todo en lo referente a la apta y digna edificación de los templos, a la forma y construcción de los altares, a la nobleza, colocación y seguridad del sagrario, así como también a la funcionalidad y dignidad del baptisterio, al orden conveniente de las imágenes sagradas, de la decoración y del ornato (CONC. VAT. II, Const. Sacrosantum Concilium,128).

Respeto hacia los templos y lagares de culto


3437 (Mi casa se llamará casa de oración). Nadie haga cosa alguna en el oratorio, sino aquellas para las que está destinado, y de quien recibe su nombre (SAN AGUSTIN, en Catena Aurea, vol. III, p. 16).


3438 Cualquiera que sea el lugar donde nos encontremos, dirijamos con alegría nuestros pensamientos, nuestros deseos, hacia donde está guardado este adorable Cuerpo, para unirnos a los ángeles que con tanto respeto lo adoran. Guardémonos de hacer como aquellos impíos que no muestran el menor respeto a los templos, tan santos, tan dignos de reverencia, tan sagrados por la presencia de Dios hecho hombre, que día y noche mora entre nosotros (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre el Jueves Santo).

Dignidad y veneración por los objetos del culto


3439 Los cálices sagrados y los santos lienzos y todo lo demás que pertenece a la Pasión del Señor [. . . ], por su consorcio con el Cuerpo y la Sangre del Señor, han de ser venerados con la misma reverencia que su Cuerpo y que su Sangre (SAN JERÓNIMO, Epístola 114).


3440 Aquella mujer que en casa de Simón el leproso, en Betania, unge con rico perfume la cabeza del Maestro, nos recuerda el deber de ser espléndidos en el culto de Dios.

Todo el lujo, la majestad y la belleza me parecen poco. Y contra los que atacan la riqueza de vasos sagrados, ornamentos y retablos, se oye la alabanza de Jesús: "opus enim bonum operata est in me"óuna buena obra ha hecho conmigo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 527).

Imágenes sagradas


3441 Siguiendo la enseñanza divinamente inspirada de nuestros Santos Padres y la tradición de la Iglesia Católica [. . . ], definimos con toda exactitud y cuidado que, de modo semejante a la imagen de la preciosa y vivificante cruz, han de exponerse las sagradas y santas imágenes, tanto las pintadas como las de mosaico y de otra materia convenienteí en las santas iglesias de Dios, en los sagrados vasos y ornamentos, en las paredes y cuadros, en las casas y caminos, las de nuestro Señor y Dios y Salvador Jesucristo, de la Inmaculada Señora nuestra la santa Madre de Dios, de los preciosos ángeles y de todos los varones santos y venerables. Porque cuanto con más frecuencia son contemplados por medio de su representación en la imagen, tanto más se mueven los que éstas miran al recuerdo y deseo de los originales y a tributarles el saludo y adoración de honor, no ciertamente de latría verdadera que según nuestra fe sólo conviene a la naturaleza divina; sino que, como se hace con la figura de la preciosa y vivificante cruz, con los evangelios y con los demás objetos sagrados de culto, se las honre con la of renda del incienso y de luces, como fue piadosa costumbre de los antiguos. "Porque el honor de la imagen se dirige al original" (S. Basilio), y el que adora una imagen adora a la persona en ella representada (CONC. II DE NICEA, Ses. VII; Denz 302-304).


3442 A esta causa era tan amiga de imágenes. ¡Desventurados los que por su culpa pierden este bien! Bien parece que no aman al Señor, porque si le amaran holgáranse de ver su retrato, como acá aun da contento ver el de quien se quiere bien (SANTA TERESA, Vida,9,2).


3443 Así como los Angeles son mensajeros de Dios y le presentan nuestras plegarias, así el arte cristiano se alza por encima del velo de lo sensible para unir con Dios, acompañar sus santas inspiraciones, facilitar y orientar nuestras relaciones con El (JUAN XXIII, Aloc. 27-X-1961).


3444 Este, pues, es buen tiempo para que nos enseñe nuestro Maestro, para que le oigamos y besemos los pies porque nos quiso enseñar y le supliquéis no se vaya de con nosotros.

Si esto habéis de pedir mirando a una imagen de Cristo, bobería me parece dejar la misma persona por mirar el dibujo. ¿No lo seria si tuviéramos un retrato de una persona que quisiésemos mucho y la misma persona nos viniese a ver, dejar de hablar con ella y tener toda la conversación con el retrato? ¿Sabéis para cuándo es bueno y caso en que yo me deleito mucho?: para cuando está ausente la misma persona y quiere darnos a entender que lo está con muchas sequedades, es gran regalo ver una imagen de quien con tanta razón amamos. A cada parte que volviésemos los ojos la querría ver (SANTA TERESA, Camino de perfección,34,10-11).

MAGNANIMIDAD

"Animarse a grandes cosas"


3445 Cuentan que un día salió al encuentro de Alejandro Magno un pordiosero, pidiendo una limosna. Alejandro se detuvo y mandó que le hicieran señor de cinco ciudades. El pobre, confuso y aturdido, exclamó: ¡yo no pedía tanto! Y Alejandro repuso: tú has pedido como quien eres; yo te doy como quien soy (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,160).


3446 Quiere Su Majestad y es amigo de ánimas animosas, como vayan con humildad y ninguna confianza de si; y no he visto a ninguna de éstas que quede baja en este camino; ni ninguna alma cobarde, con amparo de humildad, que en muchos años adelante lo que estotros en muy pocos. Espántame lo mucho que hace en este camino animarse a grandes cosas, aunque luego no tenga fuerzas el alma; da un vuelo y llega a muchos, aunque como avecita que tiene pelo malo, cansa y queda (SANTA TERESA, Vida,13,2).


3447 Quien tiene grandeza de alma, vea lo que viere, y ocurra lo que ocurra, no se aparta de la fe (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 265).


3448 Padeceráneacesidad es algo que puede sucederle a cualquiera; saber padecerla es propio de las almas grandes. E igualmente, ¿quién no puede andar en la abundancia? Pero saber abundar es propio de los que no se corrompen en la abundancia (SAN AGUSTIN, Sobre el bien del matrimonio,21).


3449 Existe un "orgullo" laudable que consiste en que el alma se haga magnánima, elevándose en la virtud. Tal elevación consiste en dominar las tristezas y en soportar las tribulaciones con noble fortaleza; también en el menosprecio de las cosas terrenas y en el aprecio de las del cielo. Esta grandeza de alma se diferencia de la arrogancia que nace del orgullo, como se diferencia la fortaleza de un cuerpo sano de la obesidad del que está hidrópico (SAN BASILIO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 303).


3450 Magnanimidad: ánimo grande, alma amplia en la que caben muchos. Es la fuerza que nos dispone a salir de nosotros mismos, para prepararnos a emprender obras valiosas, en beneficio de todos. No anida la estrechez en el magnánimo; no media la cicatería, ni el cálculo egoísta, ni la trapisonda interesada. El magnánimo dedica sin reservas sus fuerzas a lo que vale la pena; por eso es capaz de entregarse él mismo. No se conforma con dar: se da. Y logra entender entonces la mayor muestra de magnanimidad: darse a Dios (J. ESCRIVA DE BALAGUER. Amigos de Dios,80).


3451 Tened unos para con otros un corazón grande, con mansedumbre, como lo tiene Dios para con vosotros (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a S. Policarpo de Esmirna,5).


3452 Lo que necesita el cristiano, cuando es odiado por el mundo, no son palabras persuasivas, sino grandeza de alma (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los Romanos,3).


3453 Procurad entender en verdad que Dios no mira tantas menudencias como vosotras pensáis, y no dejéis encoger vuestra ánima y ánimo, que se podrán perder muchos bienes. La intención recta y la voluntad determinada de no ofender a Dios, como tengo dicho. No dejéis arrinconar vuestra alma, porque en lugar de procurar santidad sacará muchas imperfecciones que el demonio le pondrá por otras vías; no aprovechará tanto a si y a las otras como pudiera (SANTA TERESA, Camino deperfección,41,8).


3454 Señor, ¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano? (Mt 18,21). No encerró el Señor el perdón en un número determinado, sino que dio a entender que hay que perdonar con prontitud y siempre (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,6).


3455 Que no se os haga pequeño el corazón con la impaciencia. (CASIANO, Colaciones,16).


3456 Pararse en las pequeñeces del puesto, de la cortesía y del cumplimiento no es de almas grandes que tienen otras cosas en qué pensar, sino de gente desocupada. El que puede tener perlas no se carga con conchas, y el que busca la virtud no se afana por distinciones (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, III,4).

Magnanimidad y audacia


3457 [. . . ] y tener una santa osadia, que Dios ayuda a los fuertes y no hace acepción de personas (SANTA TERESA, Camino de perfección,16,12).


3458 José de Arimatea y Nicodemus visitan a Jesús ocultamente a la hora normal y a la hora del triunfo. Pero son valientes declarando ante la autoridad su amor a Cristoó"audacter"ócon audacia, a la hora de la cobardia. Aprende. (J. ESCRIVA DE BALAGUER Camino, n. 841).


3459 Si es que teméis que os llegue a faltar el valor, dirigid vuestros ojos a la cruz donde murió Jesucristo y veréis cómo no os faltará aliento (SANTO CURA DE ARS, Sobre el respeto humano).


3460 ¡Oh grandeza de Dios!¡Y cómo mostráis vuestro poder en dar osadia a una hormiga! ¡Y cómo, Señor mio, no queda por Vos el no hacer grandes obras los que os aman, sino por nuestra cobardía y pusilanimidad! Como nunca nos determinamos, sino llenos de mil temores y prudencias humanas, así, Dios mio, no obráis Vos vuestras maravillas y grandezas. ¿Quién más amigo de dar, si tuviese a quién, ni de recibir servicios a su costa? (SANTA TERESA, Fundaciones,2,7).


3461 No hagas caso. Siempre los "prudentes" han llamado locuras a las obras de Dios.

¡Adelante, audacia! (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino,n. 479).


3462 Todo os es posible con la gracia de Dios. Acudid a El a buscar la voluntad y la fuerza para hacer aquello para lo que El os llama. Nunca abandona a quien le busca (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón para el Domingo de Sexagésima: Llamadas de la gracia).


3463 Es inútil lamentarse de que los tiempos son malos. Como ya escribía San Pablo, hay que vencer el mal haciendo el bien (cfr. Rm 12,21). El mundo estima y respeta la valentia de las ideas y la fuerza de la virtud. No tengáis miedo de rechazar palabras, gestos y actitudes no conformes con los ideales cristianos. Sed valientes para oponeros a todo lo que destruye vuestra inocencia o desflora la lozanía de vuestro amor a Cristo. (JUAN PABLO II, Aloc. 8-XI-1978).

MANSEDUMBRE

Citas de la Sagrada Escritura

Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra. Mt 5,4.

Aprended de Mi, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis reposo para vuestras almas. Mt 11,29.

Al siervo de Dios no le conviene el altercar, sino ser manso con todos. 2Tm 2,24.

Amonéstales que no sean pendencieros, sino modestos, dando pruebas de mansedumbre con todos los hombres. Tt 3,1-2.

Los frutos del Espíritu Santo son: caridad. . . mansedumbre. . . Ga 5,22-23.

(Jesucristo), un Rey lleno de mansedumbre: Mt 21,5.

Consejos de mansedumbre: Mt 5,38-42 Lc 6,27-30 Col 3,12-15 1P 3,8-9.

Es una forma de la caridad: 1Co 13,4-7.

Bendecid a los que os persiguen, bendecidlos y no los maldigáis. Rm 12,14.

La falsa masedumbre de los hipócritas: Rm 16,18.

Estemos siempre dispuestos a responder con dulzura y respeto a quien nos pida razón de la esperanza en que vivimos. 1P 3,15.

Hermanos, si alguno fuere hallado en falta, vosotros, los espirituales, corregidle con espiritu de mansedumbre [. . . ]. Ga 6,1.

Así, pues, os exhorto yo, preso en el Señor, a andar de una manera digna de la vocación con que fuisíeis llamados. Ep 4,1.

Inclina al pobre tu oído y con mansedumbre respóndele palabras amables. Si 4,8.

Mansedumbre, caridad y fortaleza


3464 Te recomiendo la mansa y sincera cortesía que, sin molestar a nadie, a todos obliga; que busca el amor con preferencia al honor; que no se divierte nunca a expensas de otra persona, ni zahiere, ni rechaza, ni es rechazada, a no ser alguna vez por excepción. (SAN FRANCISCO DE SALES, Carta 8-XII-1616, I. c. , p. 839).


3465 Los justos también suelen algunas veces indignarse con ra- zón contra los pecadores. Mas una cosa es lo que se hace movidos por la soberbia, y otra lo que se verifica por celo del bien: se indignan sin indignarse, desesperan sin desesperar, mueven persecución pero amando; porque, aunque exteriormente parecen extremar la represensión para corregir, interiormente conservan la dulzura en virtud de la caridad. En su corazón prefieren las más veces a aquellos mismos a quienes corrigen, y tienen como mejores a aquellos a quienes juzgan (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 34 sobre los Evang. ).


3466 Quien lleva en sus ojos la viga de la indignación, ¿podrá observar serenamente la paja en el ojo de su hermano? (CASIANO, Instituciones,8).


3467 Ser manso y humilde es la mejor custodia de la caridad (SAN AGUSTIN, Coment. Epístola a los Gálatas).


3468 Es necesario persuadirse de que no está permitido encolerizarse bajo ningún pretexto (CASIANO, Colaciones,16).


3469 El que está en paz no piensa mal de nadie. En cambio, el descontento e inquieto es atormentado por muchas sospechas; ni descansa él ni deja descansar a los demás (Imitación de Cristo, II,2-3).


3470 El Señor conoce más que nadie la naturaleza de las cosas: él sabe que la violencia no se vence con la violencia, sino con la mansedumbre (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,33).


3471 Bienaventurados los mansos porque ellos en la guerra de este mundo están amparados del demonio y los golpes de las persecuciones del mundo. Son como vasos de vidrio cubiertos de paja o heno, y que así no se quiebran al recibir golpes. La mansedumbre les es como escudo muy fuerte en que se estrellan y rompen los golpes de las agudas saetas de la ira. Van vestidos con vestidura de algodón muy suave que les defiende sin molestar a nadie. (F. DE OSUNA, Tercer abecedario espiritual, III,4).

En el trato con los demás


3472 Conviene no forjarnos ilusiones. La paz de nuestro espiritu no depende del buen carácter y benevolencia de los demás. Ese carácter bueno y esa benignidad de nuestros prójimos no están sometidos en modo alguno a nuestro poder y a nuestro arbitrio. Esto seria absurdo. La tranquilidad de nuestro corazón depende de nosotros mismos. El evitar los efectos ridículos de la ira debe estar en nosotros y no supeditarlo a la manera de ser de los demás. El poder superar la cólera no ha de depender de la perfección ajena, sino de nuestra virtud (CASIANO, Instituciones,8).


3473 Bienaventurados son los mansos porque tienen la virtud del imán, que atrae el hierro con atracción natural. No hay manera mejor de atraer y ablandar la dureza de los corazones ásperos que con la mansedumbre, como se lee del manso David, (cfr. 1S 1S 24,17-18), que muchas veces ablandó el corazón de su gran enemigo Saúl e incluso le hizo llorar y le acercó a él con su misericordia. F. DE OSUNA, Tercer abecedario espiritual, III,4).


3474 Era su labor profesional (de S. José) una ocupación orientada hacia el servicio, para hacer agradable la vida a las demás familias de la aldea, y acompañada de una sonrisa,de una palabra amable, de un comentario dicho como de pasada, pero que devuelve la fe y la alegría a quien está a punto de perderlas (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,51).


3475 No juzguéis y no seréis juzgados (Mt 7,1). Al decir esto, no descarta el discernimiento y la sabiduría; lo que él llama juicio es una condenación demásiado severa (ASTERIO DE AMASES, Hom. 13; PG 40,355).

MILAGROS

Citas de la Sagrada Escritura

1. Finalidad de los milagros

El fin principal de los milagros de Nuestro Señor fue demostrar su misión divina y la verdad de su doctrina: Jn 14,21 Jn 15,24.

Para probar que puede perdonar los pecados cura a un paralitico: .

Realiza varias curaciones en día de sábado para probar que es dueño aun del sábado: Mt 12,8-13.

La liberación de los poseidos muestra que Nuestro Señor tiene poder de echar fuera al demonio, "príncipe de este mundo": Jn 7,31.

La multiplicación de los panes prepara la doctrina del Pan de Vida: Jn 12,1-48.

Resucita a los muertos porque El es la resurrección y la vida: Jn 11,25.

Todos los milagros, en fin, demuestran la compasión y la inmensa bondad de Nuestro Señor: Mt 15,32 Mc 7,34 Mc 8,2.

Nuestro Señor, en su bondad, cura hasta enfermos que no se lo piden: Lc 7,13-15 Jn 5,6.

Así hace el milagro de las bodas de Caná, que no es, aparte de su significado místico, sino un acto de gran bondad: Jn 2,3.

2. Milagros operados sobre cosas,

animales, plantas o elementos

Transformación en Caná del agua en vino: Jn 2,1-11.

Dos pescas milagrosas: Lc 5,1-11 Jn 21,1-13.

La tempestad calmada: Mt 8,23-27 Mc 14,35-40 Lc 8,22-25.

El andar sobre las aguas: Mt 14,25-31 Mc 6,48 Jn 6,19.

La moneda encontrada en la boca del pez: Mt 17,23-26.

La higuera seca: Mt 21,18-19 Mc 11,12-14 Mc 19-21.

Las dos multiplicaciones de panes: Mt 14,15-21 Mt 15,32-39 Mc 6,30-44 Mc 8,1-10 Lc 11,10-17 Jn 6,1-13.

3. Curaciones

Los Evangelistas hablan muchas veces de milagrosas curaciones obradas por Nuestro Señor: Mt 4,23 Mt 8,16-17 Mt 12,15 Mt 15,30-31 Mc 1,32-34 Mc 3,10-12.

Los Evangelistas hablan particularmente de la curación de personas a un tiempo enfermas y poseídas: Mt 8,28-34 Mt 9,32-33 Mt 12,22 Mt 17,14-20 Mc 1,23-37 Mc 5,1-20 Mc 9,13-28 Lc 8,26-39.

Ciegos: Mt 9,27-31 Mt 20,29-34 Mc 8,22-26 Mc 10,46-52 Lc 18,215 Jn 9,1-38.

Leprosos: Mt 8,2-4 Mc 1,205 Lc 5,12-15 Lc 18,11-19.

Paralíticos: Mt 9,1-8 Mc 2,1-12 Lc 5,17-26 Jn 5,1-14.

Un hidrópico: Lc 14,1-6.

Una mujer que tenía flujo de sangre: Mt 9,20-22 Mc 5,25-34 Lc 8,43-48.

El hombre de la mano seca: Mt 12,9-13 Mc 3,1-5 Lc 6,6-10.

La mujer encorvada: Lc 13,11-13.

El herido: Lc 22,40-51.

Y otras enfermedades: Mt 8,5-13 Mt 15,21-28 Mc 1,29-31 Mc 7,24-30 Lc 4,38-39 Lc 7,1-10 Jn 4,46-54.

Ordinariamente Nuestro Señor curaba con una sola palabra: Mt 9,6-7 Mc 5,33-34.

Otras veces empleaba ciertas acciones: Mt 7,33 Jn 9,6.

O tocaba al enfermo: Mt 8,3.

Otras veces hacía algunas recomendaciones: Lc 5,14 Jn 9,7.

Curaciones obradas a distancia: Mt 8,13 Mt 15,28 Jn 4,46-54.

Curaciones conseguidas por enfermos e inválidos que tocan a Nuestro Señor: .

Nuestro Señor da a sus discípulos el poder de realizar curaciones sobrenaturales: Mt 10,1 Mc 16,18 Lc 9,1 Lc 10,9.

4. Resurrecciones.

Los Evangelistas no cuentan más que tres:

la del hijo de la viuda de Naim: Lc 7,11-17.

la de la hija de Jairo: Mt 9,18-26 Mc 5,22-33 Lc 8,40-56.

La de Lázaro: Jn 11,1-45.

Es probable que Nuestro Señor hiciera muchas otras resurrecciones, según puede deducirse de las palabras que dirigió a los enviados de Juan Bautista: "Los muertos resucitan": Mt 11,5 Lc 7,22.

5. Milagros obrados por causa de

Nuestro Señor

Apariciones de Angeles, en diversas épocas de la vida de Nuestro Señor: Mt 1,20 Mt 2,13.

La estrella de los Magos: Mt 2,2.

La voz del Padre en el Bautismo de Nuestro Señor: Mt 3,17 Mc 1,11 Lc 3,22.

La transfiguración: Mt 17,1-3 Mc 9,1-16 Lc 9,28-35.

La voz de Dios Padre en el Templo: Jn 12,28.

Aparición del Espíritu Santo bajo la forma de una paloma: Mt 3,16.

Aparición de Elias y de Moisés: Mt 17,3 Mc 9,3 Lc 9,30.

Las tinieblas en la muerte de Nuestro Señor: Mt 27,45 Mc 15,33 Lc 23,44-45.

El velo del Templo que se rasga: Mt 27,51 Mc 15,38 Lc 23,45.

El temblor de tierra y las piedras que se parten: Mt 27,51.

La resurrección y la aparición de numerosos muertos: Mt 27,52-53.

Manifestación del poder de Dios


3476 Nadie tiene poder sobre la naturaleza sino Aquel que la hizo. Nadie puede obrar un milagro sino Dios. Si surgen milagros tenemos una prueba de que Dios está presente [. . . ]. Es la llamada que El hace a nuestra atención. De esta manera nos recuerda que es el Creador. Sólo quien hizo puede deshacer. Quien construyó puede destruir. Quien dio a la Naturaleza sus leyes puede cambiarlas. (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón para el Domingo IV después de Epifania).


3477 Como el hombre se hace a todo y las cosas a que se acostumbra le producen menos o ninguna impresión, se reservó Dios en su misericordia realizar algunas cosas fuera del curso y orden acostumbrados de la naturaleza, a fin de que los hombres, ante quienes habían perdido valor los acontecimientos cotidianos, sintiesen admiración al ver, no cosas mayores, sino hechos más insólitos. Pues más admirable es, por ejemplo, el gobierno de todo el mundo que saciar con cinco panes el hambre de cinco mil hombres, aunque nadie admire lo primero y todos se maravillen de lo segundo, no por ser esto más estupendo, sino más raro (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,24).


3478 ¿Por qué creéis en la resurrección de nuestra carne? Lo creéis porque nada hay demásiado difícil para Dios; porque por más maravillosa que pueda ser una cosa, El puede hacerla. ¿Por qué creéis que los santos oyen nuestras plegarias? Porque nada es demásiado difícil para el Señor.

Esto se aplica especialmente al gran milagro del altar. ¿Por qué creéis que el sacerdote transforma el pan en el Cuerpo de Cristo? Porque Dios es omnipotente y nada es demásiado difícil para El. Y aún más, sabéis también, como he dicho, que los milagros son los signos y señales de la presencia de Dios. Pues si El está presente en la Iglesia católica, es natural esperar que hará algunos milagros, y si no los hiciera estaríamos casi tentados de creer que había abandonado a su Iglesia (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón para el Domingo I V después de Epifania).

Ayudas a la fe


3479 Aunque el Señor realizó muchos milagros, no todos se escribieron. Como atestigua el mismo evangelista Juan, Cristo dijo e hizo innumerables cosas que no se escribieron (cfr. Jn 20,30). Se eligieron para escribirse las que parecian bastar para la salvación de los creyentes (SAN AGUSTiN, Trat. Evang. S. Juan,49).


3480 Quien ahora quisiese preguntar a Dios o querer alguna visión o revelación, no sólo haría una necedad, sino que haria agravio a Dios no poniendo los ojos totalmente en Cristo, sin querer otra alguna cosa o novedad (SAN JUAN DE LA CRUZ, Subida del monte Carmelo,1,2, cap. 22, no. 3-4).


3481 Los milagros fueron precisos al principio para confirmar con ellos la fe. Pero, una vez que la fe de la Iglesia está confirmada, los milagros no son necesarios (SAN JERÓNIMO, Coment. Evang. S. Marcos).

También hay se realizan milagros


3482 El cristiano sabe que Dios hace milagros: que los realizó hace siglos, que los continuó haciendo después y que los sigue haciendo ahora, porque non est abbreviata manas Domini (Is 59, D, no ha disminuido el poder de Dios.

Pero los milagros son una manifestación de la omnipotencia salvadora de Dios,y no un expediente para resolver las consecuencias de la ineptitud o para facilitar nuestra comodidad (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,50).


3483 Hizo allí (en Nazareth) algunos milagros (Mc 6, I ss. ) para que no pudieran excusarse del todo; pero hace todos los dias mayores milagros en medio de los hombres, no tanto por la salud de los cuerpos como por la de las almas (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. IV, p. 138).


3484 Y si no vieren lo que ahora hay, no lo echen a los tiempos; que para hacer Dios grandes mercedes a quien de veras le sirve, siempre es tiempo (SANTA TERESA, Fundaciones,4,5).


3485 Este demonio, según San Mateo, no sólo era mudo, sino también ciego. Luego hizo tres milagros en un solo hombre: siendo ciego ve, siendo mudo habla, estando poseído por el demonio, queda libre. Esto se verifica todos los dias en la conversión de los creyentes: primeramente, expulsando el demonio, ven la luz de la fe, y después se desatan en alabanzas al Señor aquellas bocas que antes eran mudas (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. Vl, pp. 23-24).


3486 Si dijeras que nadie ha visto milagros, te respondo: Es sabido que el mundo entero daba culto a los ídolos y perseguia la fe de Cristo, según narran hasta los mismos historiadores paganos; pero ahora se han convertido a Cristo todos, sabios, nobles, ricos, poderosos y grandes, ante la predicación de unos sencillos, pobres y escasos predicadores de Cristo. O se ha realizado esto con milagros, o sin ellos. Si con milagros, ya tienes la respuesta. Si sin ellos, diré que no pudo darse milagro mayor que éste de que el mundo entero se convirtiese sin milagros. No necesitamos más (SANTO TOMÁS, Sobre el Credo,1. c. , p. 33).


3487 (Los judíos), queriendo imitar a Dios, no hacían nada en sábado, como si Dios en este día hubiera dejado de actuar en absoluto. Es verdad que en sábado descansó de la creación de nuevas criaturas, pero siempre y de forma continua actúa, conservándolas en el ser [. . . ]. Dios es causa de todas las cosas en el sentido de que también las hace subsistir; porque si en un momento dado se interrumpiera su poder, al instante dejarían de existir todas las cosas que la naturaleza contiene (SANTO TOMÁS, Coment. Evang. S. Juan,5,16).

Nuestro milagro diario


3488 El milagro que os pide el Señor es la perseverancia en vuestra vocación cristiana y divina, la santificación del trabajo de cada dia: el milagro de convertir la prosa diaria en endecasílabos, en verso heroico, por el amor que ponéis en vuestra ocupación habitual. Ahi os espera Dios, de tal manera que seáis almas con sentido de responsabilidad, con afán apostólico, con competencia profesional (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,50).


Fdez-Carvajal: Antologia - LUGARES Y OBJETOS DE CULTO