Fdez-Carvajal: Antologia - CONFIANZA EN DIOS

CONFIANZA EN DIOS

Citas de la Sagrada Escritura

Gedeon y los 300 escogidos: .

David y Goliat: 1S 17,31-51.

Confianza en Dios y no en el hombre: Jr 17,5.

Castigo de los 40 ahos en el desierto por falta de confianza en Dios: Nb 14.

Confianza en Dios en tiempo de oscuridad: Si 2,1-6.

De la viuda de Sarepta: .

Esto os lo he dicho para que tengais paz en mí; en el mundo habeis de tener tribulación; pero confiad: yo he vencido al mundo. Jn 16,33.

Tal es la confianza que por Cristo tenemos en Dios. No que de nosotros seamos capaces de pensar algo como de nosotros mismos, que nuestra suficiencia viene de Dios. 2Co 3,4.

Considerad las generaciones antiguas y ved: ¿Quien confió en el Señor que fuese confundido? Si 2,11.

Mirad a los cuervos, que ni hacen sementera ni cosecha, que no tienen ni despensa ni granero, y Dios los alimenta. ¿Cuanto mas valeis vosotros que un ave? Lc 12,24.

Mirad los lirios como crecen: ni trabajan ni hilan, y yo os digo que ni Salomon en toda su gloria se vistio como uno de ellos. Si a la hierba, que hoy esta en el campo y mañana es arrojada al horno, así la viste Dios, ¿cuanto mas a vosotros, hombres de poca fe? Lc 12,27-28.

Los que confian en Yave son como el monte de Sion, que es inconmovible y esta asentado para siempre. Ps 124,1.

La confianza que tenemos en El es que, si le pedimos alguna cosa conforme con su voluntad, El nos oye. 1Jn 5,14.

Los que temeis al Señor esperad la dicha, el gozo eterno y la misericordia. Si 2,9.

Se alegraran cuantos en ti confian, exultaran por siempre. Tu los protegeras y en Ti se alegraran los que aman tu nombre. Ps 5,12.

Confia en Yave de todo corazon y no te apoyes en tu prudencia. Pr 3,5.

Confianza en El, ¡oh, pueblo!, en todo tiempo. Derramad ante El vuestros corazones, porque Dios es nuestro asilo. Ps 61,9.

Encomienda a Yave tus caminos, confía en El, y El actuara. Ps 61,9.

Pone en si su confianza el impio, y de la carne hace su apoyo y aleja de Yave su corazon. Jr 17,5.

"Nunca fallo a sus amigos"


1178 Y fiad de su bondad, que nunca falló a sus amigos (SANTA TERESA, Vida,1 1,4).


1179 Si no le dejas, El no te dejará (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 730).


1180 ¿Que madre estará tan pronta y dispuesta si sus hijos pequeños la llaman? Nadie, ciertamente, ni madre ni padre; sino sólo Dios (SAN JERONIMO, Hom. Evang. S. Mateo,55).


1181 ¿Que mas queremos tener al lado que un tan buen amigo, que no nos dejará en los trabajos y tribulaciones, como hacen los del mundo? (SANTA TERESA, Vida,22,6-7).


1182 Todo hombre, con tal que sea amigo de Dios, debe tener gran confianza en ser librado por El de cualquier angustia [. . . ]. Y como Dios ayuda especialmente a sus siervos, muy tranquilo debe vivir quien sirve a Dios (SANTO TOMAS, Sobre el Credo,5, I. c. , p. 72).


1183 Dios nunca falta de ayudar a quien por El se determina a dejarlo todo (SANTA TERESA, Camino de perfección,1,2).


1184 Tenía muy creído que no había de faltar el Señor a las que no tratan otro cuidado sino en cómo contentarle (SANTA TERESA, Fundaciones,1,2).

Da siempre las ayudas necesarias


1185 ¡Bienaventuradas malaventuras de la tierra! Pobreza, lágrimas, odios, injusticia, deshonra. . . Todo lo podrás en Aquel que te confortará (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 717).


1186 Pues nadie se basta a si mismo para librarse de tantos peligros de miserias, a no ser que le ayude el que está mas arriba (SAN AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montafla,1).


1187 (Hemos de confiar plenamente en Dios), de quien esperamos el socorro, no solo de beneficios espirituales, sino también temporales (SANTO TOMAs, Cuest. disput. sobre la esperanza,1).


1188 Y como les había hecho encargos de mucha importancia, queriendo animarlos, les dice: Y mirad que yo estoy con vosotros todos los días, hasta la consumación de los siglos. Como diciendo: y no digais que es difícil cumplir lo que se os manda, porque yo estoy con vosotros, que todo lo facilito (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt V111, p. 432).


1189 Si teneis confianza en El y ánimos animosos, que es muy amigo Su Majestad de esto, no hayais miedo que os falte nada (SANTA TERESA, Fundaciones,27,12).


1190 Y le dijo al paralitico: Coge tu camilla y vete a tu casa (Mc 2, I s. ), para hacer mas evidente el milagro, mostrando que no es cosa que se opere en la fantasía, sino un hecho positivo y patente, y para demostrar que no solo curaba, sino que devolvía también las fuerzas al enfermo. De la misma manera, no solo separa a las almas del pecado, sino que les da las ayudas necesarias para cumplir los mandamientos (TEOFILO, en Catena Aurea, vol IV, p. 54).


1191 La soledad tiene sus asaltos, el mundo tiene sus peligros; en todas partes es necesario tener buen ánimo, porque en todas partes el Cielo está dispuesto a socorrer a quienes tienen confianza en Dios, a quienes con humildad y mansedumbre imploran su paternal asistencia (SAN FRANCISCO DE SALES, Carta a su hermana, Epistolario,761).


1192 Fíate enteramente de Dios, encomiéndate a El, descarga en su providencia todos los cuidados, y El te sustentará, de modo que confiadamente puedas decir: el Señor anda solicito por mi (Sal 39,18) (SAN BERNARDO, Hom. en la Natividad de la B. Virgen Maria,5).

Confianza del que se dedica al apostolado por entero


1193 La confianza que el apóstol ha de poner en Dios debe ser tan grande que, aunque no posea lo necesario para esta vida, tenga por cierto que nada le ha de faltar (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).


1194 Tanta debe ser la confianza en Dios del que predica, que ha de estar seguro que no ha de faltarle lo necesario para la vida, aunque el no pueda procurárselo, puesto que no debe ocuparse menos de las cosas eternas, por tener que preocuparse de las temporales (SANTO TOMAS, en Catena Aurea, vol IV, p. 140).


1195 No os asusteis, ni temas ningún daño, aunque las circunstancias en que trabajeis sean tremendas [. . . ]. Las manos de Dios son igualmente poderosas y, si fuera necesario, harían maravillas (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,105).


1196 Noquerais llevar bolsa, ni alforja, ni calzado,y a nadie saludeis por el camino. Tanta debe ser la confianza que ha de tener en Dios el predicador, que aunque no se provea de las cosas necesarias para la vida, debe estar persuadido de que no le han de faltar, no sea que, mientras se ocupa en proveerse de las cosas temporales, deje de procurar a los demás las eternas (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. ).

Junto al Señor se ganan todas las batallas


1197 Es muv piadoso (el Señor), y a personas afligidas y desfavorecidas jamás falta si confían en El sólo (SANTA TERESA, Camino de perfección,29,2).


1198 Si posees a Cristo, serás rico y con el te bastara. El será tu proveedor y fiel procurador en todo, de manera que no tendrás necesidad de esperar en los hombres. Pon en Dios toda tu confianza y sea El el objeto de tu veneración y de tu amor. El responderá por tí y todo lo hará bien, como mejor convenga (Imitación de Cristo, II, l,2-3).


1199 Ahi lo veis: presumía de sus fuerzas humanas, intentó luchar, no pudo triunfar, se vino a tierra, fue subyugado, fue hecho cautivo. Entonces aprendió a presumir de Dios,y terminó por recibir el auxilio de la gracia cuando puso en Dios la esperanza (SAN AGUSTIN, Sermón 145).


1200 Fue permitida esta negación para que en el mismo príncipe de la Iglesia tuviese principio el remedio de la penitencia, y nadie se atreviera a confiar en sus propias fuerzas, cuando ni el mismo San Pedro había podido evadirse del peligro de la inconstancia (SAN LEON MAGNO, Sermón 9, sobre la Pasion).


1201 La fuerza de Dios se muestra perfecta en la debilidad (SAN IRENEO, Trat. contra las herejías,5).


1202 Que ninguno diga aquellas palabras frías: no me atrevo, tengo verguenza, no puedo pronunciar palabra. Este respeto es propio del diablo. El diablo quiere cerrarte las puertas que dan acceso a Dios (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt Vl, p. 301).


1203 Mirad lo que ha de consolar en gran manera a un cristiano: el pensar que, al sufrir una tentación, tiene la seguridad de que cuantas veces recurra a Dios, no ha de sucumbir a los embates del demonio (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre las tentaciones).


1204 Pero los Apóstoles, en medio de las persecuciones, mantuvieron en Cristo la paz, sin abandonarle, por el contrario, buscaron refugio en El [. . . ]. En ellos se cumplió lo que les había dicho: tened confianza, yo he vencido al mundo. Confiaron y vencieron. ¿Por quien vencieron sino por El? (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,103).


1205 Nadie confíe en si mismo al hablar; nadie confie en sus propias fuerzas al sufrir la prueba, ya que si hablamos con rectitud y prudencia nuestra sabiduría proviene de Dios, y si sufrimos los males con fortaleza nuestra paciencia es también don suyo (SAN AGUSTIN, Sermón 276).


1206 Cuanto mas determinados, menos confiados de nuestra parte: de donde ha de venir la confianza ha de ser de Dios (SANTA TERESA, Camino deperfección,41,4).


1207 Cuando imaginamos que todo se hunde ante nuestros ojos, no se hunde nada, porque Tu eres, Señor, mifortaleza (Sal 42,2). Si Dios habita en nuestra alma, todo lo demás, por importante que parezca, es accidental, transitorio; en cambio, nosotros, en Dios, somos lo permanente (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,92).

La confianza en Dios aumenta con la oración y las buenas obras


1208 Como no tardó en creer (se refiere al leproso de Cafarnaun), tampoco tardó en sanar; y como no dilató la confesión de la fe, tampoco se hizo esperar la curación (ORIGENES. en Catena Aurea, volt l, p. 467).


1209 Las buenas obras mueven la fe del corazón, y dan confianza al alma para dirigirse a Dios (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt 1P 345).


1210 Hay un solo modo de crecer en la familiaridad y en la confianza con Dios: tratarle en la oración, hablar con El, manifestarleóde corazón a corazónónuestro afecto (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,294).

Dios no manda imposibles


1211 Dios no manda imposibles, sino que al mandar avisa que hagas lo que puedas y pidas lo que no puedas y ayuda para que puedas (SAN AGUSTIN, Sobre la naturaleza y la gracia,43).

Confianza en la oración de peticion


1212 De la miseria del hombre está llena toda la tierra, y de la misericordia de Dios está llena la tierra. Lo mismo los desventurados que los felices, todos necesitan de Dios (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 32).


1213 No pueden dejar de cumplirse los deseos que el Hijo omnipotente manifestó al Padre omnipotente (SAN AGUSTIN. Trat. Evang. San Juan,11).


1214 Llama al cielo para que seas oido, y tu Padre, que está en los cielos, te enviará el auxilio y te defenderá. Te librará de la tribulación y te colmará de la gloria de la resurrección (SAN AMBROSIO, Coment. Evang. S. Lucas,7).


1215 Pedid y recibireis. . . (cfr. Mt 7,7-8). Lo repite para recomendar a justos y pecadores la confianza en la misericordia de Dios, y por eso añade: todo el que pide recibe; es decir, ya sea justo, ya sea pecador, no dude al pedir, para que conste que no desprecia a nadie [. . . ]. No puede concebirse que Dios, cuando manda la gran obra de caridad de hacer bien a los enemigos, imponga a los hombres el deber de que hagan lo que El no hiciera, siendo bueno (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt 1, pp. 428-429).


1216 Según somos, si nos dan lo que queremos, no admitiremos lo que el Señor nos diere; porque, aunque sea lo mejor, como no vemos luego el dinero en la mano, nunca nos pensamos ver ricos (SANTA TERESA, Camino de perfección,30,1 -5).


1217 ¿Y cuantos favores cada uno de nosotros podríamos contar si, recordando con ánimo agradecido los beneficios recibidos, quisiéramos hacer con ellos una alabanza a Dios? Pues almas que por mucho tiempo permanecieron sin descendencia, afectadas de esterilidad en lo mas noble de su ser y con sintomas de muerte en su alma, una vez fecundadas por el Espíritu Santo en la oración asidua, concibieron pensamientos saludables y llenos del conocimiento de la verdad. Y con ser innumerables las fuerzas adversas que frecuentemente arremeten contra nosotros con el propósito de apartarnos de la confianza divina, ¡cuantos enemigos fueron vencidos! Pero hemos permanecido en nuestra confianza porque estos confían en sus carros, aquellos en sus caballos; pero nosotros, a/ invocar el nombre del Señor, nuestro Dios, vemos la verdad de que vano es el caballo para la sa/vación (Ps 32,1 7) (ORIGENES, Trat. sobre la oración,13).


1218 No hay enfermo a quien le sea negada la victoria de la cruz, ni hay nadie a quien no ayude la oración de Cristo. Pues si esta fue de provecho para los que tanto se ensañaban con el, ¿cuanto mas no lo será para los que se convierten a el? (SAN LEON MAGNO, Sermón 15, sobre la Pasion).

Motivos de nuestra confianza en Dios


1219 Si vosotros, siendo malos, sabeis dar cosas buenas a vuestros hijos,¿ cuanto mas vuestro Padre. . . ? (Mt 7,9-11). Citó la semejanza de los padres y de los hijos para que, si desesperamos de nuestros pecados, esperemos en la bondad de nuestro Padre (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt 1P 430).


1220 Si Dios hizo todas las cosas de la nada, hay que creer que podría hacerlas de nuevo si fuesen destruidas; puede, por tanto, dar vista a un ciego, resucitar a un muerto y obrar cualquier otro milagro. Porque tienes en tu mano el poder cuando quieras (Sg 12,18) (SANTO TOMAS, Sobre el Credo,1, l. c. , p. 43).


1221 Cristo era tentado por el diablo y en Cristo eras tentado tu, porque Cristo tomó tu carne y te dio su salvación, tomo tu mortalidad y te dió su vida, tomó de tí las injurias y te dió los honores, y toma ahora tu tentación para darte la victoria. Si fuimos tentados en El, vencimos también al diablo en El. ¿Te fijas en que Cristo es tentado y, sin embargo, no consideras su trinnfo? (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 60).


1222 Ahora nos mueve a una confianza firme e inquebrantable con el ejemplo de las aves, diciendo: mirad los cuervos, que no siembran ni siegan (esto es, para tener que comer), los cuales no tienen despensa ni granero (esto es, para conservar) y Dios los alimenta. Pues, ¡cuanto mas no valeis vosotros que ellos! (SAN CIRILO, en Catena Aurea, volt VI, p. 88).


1223 Toda mi esperanza estriba sólo en tu gran misericordia (SAN AGusTiN, Confesiones, lO).


1224 Esta confianza del hombre en Dios ha de ser certísima, porque todo lo sabe, es todopoderoso y quiere nuestra salvación (SANTO TOMAS, Compendio de Teologia, II,4).

Confianza en Dios, por encima de todas las dificultades


1225 Aunque estoy convencido, mi querida Margarita, de que la maldad de mi vida pasada es tal que merecería que Dios me abandonase del todo, ni por un momento dejaré de confiar en su inmensa bondad. Hasta ahora, su gracia santísima me ha dado fuerzas para postergarlo todo: las riquezas, las ganancias y la misma vida, antes de prestar juramento en contra de mi conciencia (SANTO TOMAs MORO, Carta a su hija Margarita desde la carcel,1. c. ).


1226 Hubiera podido hacer que no tuvierais que sufrir mal alguno ni enfrentaros como ovejas ante lobos, podía haberos hecho mas temibles que leones; pero eso no era lo conveniente, porque así vosotros hubierais perdido prestigio y Yo la ocasión de manifestar mi poder. Es lo mismo que decia a Pablo: Te basta mi gracia, que en la debilidad se muestra perfecto mi poder. Asi es como yo he determinado que fuera. Al decir: Os envío como ovejas, dice implicitamente: "No desmayeis: yo se muy bien que de este modo sois invencibles" (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre San Mateo,33).


1227 Asi como no debemos confiar demásiado, para que no parezca que ensalzamos nuestro propio poder, tampoco debemos desconfiar, para no tratar de ineficaz la ayuda que Dios nos presta (ORIGENES, en Catena Aurea, volt 111, p. 311).

El Señor nunca abandona


1228 Para la desconfianza, el remedio es considerar que este negocio no se ha de alcanzar por s las tus fuerzas, sino por la divina gracia, la cual tanto mas presto se alcanza, cuanto mas el hombre desconfía de su propia virtud y confía en sólo la bondad de Dios, a quien todo es posible (SAN PEDRO DE ALCANTARA, Trat. de /a oración y meditación,11,4, aviso 7¡).


1229 Mirad que lo puede todo y nosotras no podemos nada sino lo que El nos hace poder (SANTA TERESA, Camino de perfección,16,10).


1230 Las oleadas son numerosas y peligrosas las tempestades, pero no tememos el naufragio: estamos consolidados sobre la roca. Aunque el mar se enfurezca, no demolerá la roca. Aunque las olas se agiten, no podrán hundir la barca de Jesús [. . . ]. Me importa poco cuanto el mundo considera como temible. Me río de sus bienes. Ni temo la pobreza, ni deseo la riqueza. Ni tengo miedo a la muerte, ni deseo seguir viviendo, si no es para aprovechamiento espiritual (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. antes de partir para el destierro).


1231 El se anticipó a sanarnos, y continuará interviniendo después para que alcancemos nuestro desarrollo; se adelantó para llamarnos, y nos seguirá hasta que logremos la gloria; previno las cosas para que vivamos piadosamente, porque sin El nada podemos (SAN AGUSTIN, Trat. sobre la naturaleza y la gracia,30).


1232 No debes desconfiar de Dios ni desesperar de su misericordia; no quiero que dudes ni que desesperes de poder ser mejor: porque, aunque el demonio te haya podido precipitar desde las alturas de la virtud a los abismos del mal, ¿cuanto mejor podrá Dios volverte a la cumbre del bien, y no solamente reintegrarte al estado que tenías antes de la caída, sino también hacerte mas feliz de lo que parecías antes? (RABANO MAURO, Tres libros a Bonosio,3,4).


1233 El alma del hombre recto, al buscar en la oración el remedio a sus heridas, se hace tanto mas acreedora a ser escuchada por Dios cuanto mas rechazada se ve de la aprobación de los hombres (SAN GREGORIO MAGNO, Moralia, lO).


1234 Buscad el rostro de Aquel que habita siempre, con presencia real y corporal, en su Iglesia. Haced, al menos, lo que hicieron los discípulos. Tenían sólo una fe débil, no tenían una gran confianza ni paz, pero por lo menos no se separaban de Cristo [. . . ] No os defendais de El, antes bien, cuando esteis en apuro acudid a El, día tras día, pidiéndole fervorosamente y con perseverancia aquellos favores que solo El puede otorgar. Y así como en esta ocasión que nos narran los Evangelios, El reprochó a sus discípulos, pero hizo por ellos lo que le habían pedido, así, aunque observe tanta falta de firmeza en vosotros, que no debía existir, se dignará increpar a los vientos y al mar y dirá: "Paz, estad tranquilos". Y habrá una gran calma (CARD, J. H. NEWMAN, Sermón para el Domingo IV después de Epifania; Cat. S. Chaud 1848).

Jesucristo ha prometido estar con sus discípulos hasta la consumación de los siglos


1235 El me ha garantizado su protección, no es en mis fuerzas donde me apoyo. Tengo en mis manos su palabra escrita. Este es mi báculo. Esta es mi seguridad, este es mi puerto tranquilo. Aunque se turbe el mundo entero, yo leo esta palabra escrita que llevo conmigo, porque ella es mi muro y mi defensa. ¿Que es lo que ella me dice? Yo estaré siempre con vosotros hasta el fin del mundo. Cristo esta conmigo, ¿que puedo temer? Que vengan a asaltarme las olas del mar y la ira de los poderosos; todo eso no pesa mas que una tela de araña (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. antes de partir para el destierro).


1236 El que promete estar con sus discípulos hasta la consumación de los siglos, manifiesta que ellos habrán de vencer siempre, y que El nunca se habrá de separar de los que crean (SAN JERONIMO, en Catena Aurea, volt III, p. 433).


1237 Qui habitat in adiutorio Altissimi, in protectione Dei coeli commorabitur (Sal 90,1), habitar bajo la protección de Dios, vivir con Dios: esta es la arriesgada seguridad del cristiano. Hay que estar persuadidos de que Dios nos oye, de que está pendiente de nosotros: así se llenará de paz nuestro corazón (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,58).


1238 Y como les había hecho encargos de gran importancia, queriendo animarles les dice: Y mirad que yo estoy con vosotros todos los días, hasta la consumación de los siglos (Mt 28,28). Como diciendo: no digais que es difícil cumplir lo que se os manda, porque estoy con vosotros, que todo lo hago fácil. Y no dijo que estaría sólo con ellos, sino con todos los que creyeron después de ellos [. . . ], ya que los Apostoles no iban a vivir hasta el final de los tiempos (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, volt III, p. 432).

Confianza en Dios, a pesar de las propias faltas y pecados


1239 (Mas libranos del mal). Nada queda ya que deba pedirse al Señor cuando hemos pedido su protección contra todo lo malo; la cual, una vez obtenida, ya podemos considerarnos seguros contra todas las cosas que el demonio y el mundo pueden hacer. ¿Que miedo puede darnos el siglo, si en el tenemos a Dios por defensor? (SAN CIPRIANO, en Catena Aurea, volt 1, pp. 371-372).


1240 Yo soy muy aficionada a San Agustín, porque el monasterio a donde estuve seglar era de su Orden; y también por haber sido pecador, que en los santos que después de serlo el Señor tornó a si, hallaba yo mucho consuelo, pareciéndome en ellos había de hallar ayuda; y que como los había el Señor perdonado, podía hacer en mi; salvo que una cosa me desconsolaba, como he dicho, que a ellos sola una vez los había el Señor llamado y no tornaban a caer, y a mi eran ya tantas, que esto me fatigaba. Mas considerando en el amor que me tenía, tornaba a animarme, que de su misericordia jamás desconfié; de mi, muchas veces (SANTA TERESA, Vida,9,3).


1241 Con razon tengo puesta en El la firme esperanza de que sanarán todas mis dolencias por medio de El, que esta sentado a tu diestra y que intercede por nosotros; de otro modo desesperaría. Porque muchas y grandes son mis dolencias; sí, son muchas y grandes, aunque mas grande es tu medicina (SAN AGUSTIN, Confesiones, l0,43).

La nave de Cristo no se hunde


1242 La nave de Jesús no puede hundirse [. . . ]. Las olas no quebrantan la roca, sino que se tornan ellas mismas espuma. Nada hay mas fuerte que la Iglesia. Deja, pues, de combatirla, para no destrozar tu fuerza en vano. Es inútil pelear contra el cielo. Cuando combates contra un hombre, o vences o eres vencido; pero si peleas contra la Iglesia, el dilema no existe. Dios es siempre mas fuerte (SAN JUAN CRISOSTOMO Hom. antes de partir para el destierro).


1243 Permitió el Señor que peligrasen sus discípulos para que se hicieran sufridos, y no los asistió en seguida, sino que los dejó en peligro toda la noche (hace referencia a la tempestad en el lago de Genezaret), a fin de enseñarles a esperar con paciencia y que no se acostumbrasen a recibir inmediatamente el socorro en las tribulaciones (TEOFILACTO, Trat. Evang. S. Marcos).

CONFIRMACION

Efectos propios de este sacramento


1244 El don propio de la confirmaciónóademás de los efectos comunes con los demás sacramentosóes perfeccionar la gracia bautismal. Quienes han sido hechos cristianos por el bautismo son aun como niños recien nacidos (cfr.P 2,2), tiernos y delicados. Con el sacramento de la confirmación se robustecen contra todos los posibles asaltos de la carne, del demonio y del mundo, y su alma se vigoriza en la fe para profesar y confesar valientemente el nombre de Nuestro Sefior Jesucristo. De a-tui el nombre de confirmación (Catecismo Romano, P. II, c. 2, n. 20).


1245 Todos los sacramentos son ciertas profesiones de fe. Y así como el bautizado recibe la potestad espiritual para confesar la fe por la recepción de los demás sacramentos, así el confirmado la recibe para confesar publicamente con la palabra y como por oficio la fe de Cristo (SANTO TOMAS, Suma Teológica,3, q. 72, a. 5 ad 2).


1246 Por el sacramento de la confirmación se vinculan mas estrechamente a la Iglesia, se enriquecen con una fuerza especial del Espíritu Santo, y con ello quedan obligados mas estrictamente a difundir y defender la fe, como verdaderos testigos de Cristo, por la palabra juntamente con las obras (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium, n. l l).

La edad adulta


1247 Es manifiesto que en la vida corporal constituye cierta perfección especial el hecho de que el hombre alcance la edad perfecta, de suerte que pueda realizar las acciones que corresponden al hombre perfecto. Y por eso, además de la generación, por la cual se recibe la vida corporal, existe el crecimiento y el aumento, por el que se alcanza la edad perfecta. Esto mismo ocurre en la vida espiritual: el hombre recibe la vida por el bautismo, que es una espiritual regeneración; y en la confirmación recibe como la edad perfecta en la vida espiritual. Y por ello es claro y manifiesto que la confirmación es un sacramento especial (SANTO ToMASí Suma Teológica,3, q. 72, a. l).

Confirmación y apostolado


1248 El apostolado de los laicos es una participación en la misma misión salvifica de la Iglesia, y todos estan destinados a este apostolado por el Sefior mismo, en virtud del Bautismo y de la Confirmación (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,33).


1249 Los laicos tienen el derecho y el deber de ser apostoles en virtud de su misma union con Cristo Cabeza. Insertos en el cuerpo mistico de Cristo por el Bautismo y robustecidos mediante la Confirmación por la fuerza del Espíritu Santo, son destinados al apostolado por el mismo SefSor (CONC. VAT. II, Decr. Apostolicam Actuositatem,3).

Especial fortaleza contra los enemigos de la fe


1250 Por el sacramento de la confirmación se da al hombre potestad espiritual para ciertas acciones sagradas distintas de las que ya recibio potestad en el bautismo. Porque en el bautismo recibe la potestad para realizar aquellas cosas que pertenecen a la propia salvación en el orden puramente individual; pero en la confirmación recibe la potestad para realizar las cosas relativas a la lucha espiritual contra los enemigos de la fe. Como aparece claro en el caso de los apostoles, quienes, antes de recibir la plenitud del Espíritu Santo, estaban encerrados en el cenaculo perseverando en la oración (Ac 1,13-14), y cuando salieron de alli no se avergonzaron de confesar publicamente la fe, incluso contra los enemigos de la misma (SANTO TOMAS, Suma Teológica,3, q. 72, a. 5).


1251 El hombre todo entero se funde en la Verdad, en la inteligencia de su espiritu, en el abandono de su voluntad, en la consagración de todo su amor. De lo cual el hombre pusilanime no es capaz mas que cuando es confirmado por la gracia de Dios (SAN BUENAVENTURA, Breviloquium, VI,8).


1252 La lucha espiritual contra los enemigos invisibles corresponde a todos los cristianos; pero la lucha contra los enemigos visibles, o sea contra los que persiguen la fe cristiana, confesando el nombre de Cristo, es propia de los confirmados, que han llegado espiritualmente a la edad viril (SANTO TOMAS, Suma Teológica,3, q. 72, a. 5 ad. 2).


1253 El efecto de este sacramento es que por medio de el se da a los cristianos el Espíritu Santo, como fue dado a los Apostoles en Pentecostes, para tener fuerzas y confesar con valentia el nombre de Cristo. Asi pues, el confirmado es ungido en la frente, donde se manifiesta la verguenza, para que no se averguence de confesar el nombre de Cristo y especialmente su cruz, escandalo para los judios y locura para los gentiles, como dice el Apostol (1Co 1,23). Por eso es marcado con el signo de la cruz (CONC. DE FLORENCIA, Decr. pro Armeniis, a. 1439).

Recibira una mayor gloria quien muera habiendo sido confirmado


1254 Quienes tienen niños a su cargo, han de ocuparse diligentemente de que sean confirmados, porque es grande la gracia que proporciona este sacramento. Si mueren, tendra mayor gloria el confirmado que el que no lo ha sido, porque aquel recibio mas gracia (SANTO TOMAS, Sobre el Credo,10,1. c. , p. 101).

CONOCIMIENTO PROPIO

Citas de la Sagrada Escritura.

Reconozco mis iniquidades y mi pecado esta siempre ante mis ojos. Ps 50,5.

Rociame con hisopo y quedaré limpio; lavame y quedaré mas blanco que la nieve. Ps 50,9.

Desde lo profundo clamo a ti, Señor; Señor escucha mi voz. Estén atentos tus oidos a la voz de mi súplica. Si te acordaras de los pecados, Señor, ¿quien quedaría en pie? Ps 129,2-3.

Dos hombres subieron al templo a orar, el uno fariseo el otro publicano. El fariseo, en pie, oraba para si de esta manera: ¡Oh Dios!, te doy gracias de que no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adulteros, ni como este publicano. Ayuno dos veces en la semana, pago el diezmo de todo cuanto poseo. El publicano se quedo alla lejos y ni se atrevia a levantar los ojos al cielo, y heria su pecho, diciendo: ¡Oh Dios, se propicio a mi, pecador!

Lc 18,10-13.

Al que tiene, se le dará mas y abundará; y al que no tiene, aun aquello que tiene le será quitado. Por esto les hablo en parabolas, porque viendo no ven y oyendo no oyen ni entienden; y se cumple con ellos la profecia de Isaias, que dice: "Cierto oireis y no entendereis, vereis y no conocereis. Porque se ha endurecido el corazon de este pueblo, y se han hecho duros de oidos, y han cerrado sus ojos, para no ver con sus ojos y no oir con sus oidos, y para no entender en su corazon y convertirse, que yo los curarla" Mt 13,12-15.

El conocimiento propio conduce a la humildad


1255 El propio conocimiento nos lleva como de la mano a la humildad (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 609).


1256 El que se acusa a si mismo acepta con alegria toda clase de molestias [. . . ] pues se considera merecedor de todo ello, y en modo alguno pierde la paz [. . . ].

Pero quizá alguien me objetará: "Si un hermano me aflige y yo, examinandome a mi mismo, no encuentro que le haya dado ocasión alguna, ¿por que tengo que acusarme?". En realidad, el que se examina con diligencia y con temor de Dios nunca se hallará del todo inocente, y se dará cuenta de que ha dado alguna ocasión, ya sea de obra, de palabra o con el pensamiento. Y si en nada de esto se halla culpable, seguro que en otro tiempo habra sido motivo de aflicción para aquel hermano, por la misma o por diferente causa; o quizá habra causado molestia a algun otro hermano. Por esto sufre ahora en justa compensación, o también por otros pecados que haya podido cometer en muchas otras ocasiones (SAN DOROTEO, Instrucción 7).

Primer paso para el conocimiento de Dios


1257 Conocimiento de sí, que es el primer paso que tiene que dar el alma para llegar al conocimiento de Dios (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cantico espiritual,4,1).


1258 Conócete, pues, alma hermosa, ya que eres imagen de Dios. Conocete, hombre, ya que eres gloria de Dios (SAN AMBROSIO. Hexameron, V111,50).

Otros bienes del propio conocimiento


1259 Y tengo por mayor merced del Señor un dia de propio y humilde conocimiento, aunque nos haya costado muchas afliciones y trabajos, que muchos de oración (SANTA TERE SA, Fundaciones,5,16).


1260 Pues yo reconocco mi culpa, tengo presente mi pecado. El que así ora no atiende a los pecados ajenos, sino que se examina a si mismo, y no de manera superficial, como quien palpa, sino profundizando en su interior. No se perdona a si mismo, y por esto precisamente puede atreverse a pedir perdon (SAN AGUSTIN, Sermón 19).


1261 Al no conocerse rectamente, los malos no se aman en verdad a si mismos, sino que aman lo que creen que son (SAN TO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 25, a. 7).

Caminos que conducen al conocimiento propio


1262 Con mucha frecuencia sucede que el mismo desprecio de que son objeto los hombres por parte del mundo, los lleva al conocimiento de si mismos (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 36 sobre los Evang. ).


1263 Para la presunción, el remedio es considerar que no hay mas claro indicio de estar el hombre muy lejos, que creer que esta muy cerca, porque en este camino los que van descubriendo mas tierra, esos se dan mayor prisa, por ver lo mucho que les falta; y por eso nunca hacen caso de lo que tienen en comparación de lo que desean. Mirate, pues, como en un espejo, en la vida de los Santos y en las de otras personas sehaladas que ahora viven en carne, y veras que eres ante ellos como un enano en presencia de un gigante, y así no presumiras (SAN PEDRO DE ALCANTARA, Trat. de la oración y meditación, II,4, aviso 7¡).

Conocimiento propio y formación de la conciencia


1264 Son mas peligrosos y mas dificiles de remediar los vicios que tienen apariencia de virtud y se cubren con la apariencia de cosas espirituales, que los que tienen claramente por fin el placer sensual. A estos, en efecto, como a las enfermedades que se manifiestan con claridad, puede atacarseles de frente y se les cura al instante. Los otros vicios, en cambio, paliados con el velo de la virtud, permanecen incurables, agravando el estado de los pacientes y haciendo desesperar de su remedio (CASIANO, Colaciones,4).


1265 No quisiera que ignoraseis, hermanos mios, de que modo se baja, o por mejor decir, se cae en estos caminos. El primer escalon es el disimulo de la propia flaqueza, de la propia iniquidad y del propio fracaso, cuando, perdonandose el hombre a si mismo, autoconsolandose, se engaña. El segundo escalon es la ignorancia de si [. . . ]. ¿Que mas logico que no ver sus llagas, especialmente si las ha tapado con el solo fin de no poderlas ver? De esto se sigue que, ulteriormente, aunque se las descubra otro, defienda con tozudez que no son llagas, dejando que su corazon se abandone a palabras engahosas para buscar excusas a sus pecados (SAN BERNARDO, Sermón sobre el Salmo 90).


1266 Mas aquellos que cubren los ojos de su corazon con el craso velo de los vicios, y segun la palabra del Salvador viendo no ven, y entendiendo no entienden ni comprenden (Mt 13,13), son incapaces de apreciar en lo intimo de su conciencia los pecados mortales (CASIANO, Colaciones,23).

A mayor santidad, mayor es el conocimiento que se tiene de uno mismo


1267 (El santo) se alegra de ser considerado poco por los demás, porque ve confirmado en esa baja reputación lo que el pensaba de si mismo (SAN GREGORIO MAGNO, Diatesseron,1).


1268 Es propio de los justos, a causa de su humildad, desmentir diligentemente, y de una en una, sus buenas obras narradas en presencia de los mismos; y es propio de los poco rectos dar a entenderóexcusandoseóque no tienen culpas, o que son leves y pocas (ORiGENEs, en Catena Aurea, vol III, p. 247).


1269 (Los santos) en su afan ilimitado por la santidad, descubren en si con rara sagacidad y condenan sin piedad cosas que nuestra mirada interior, entenebrecida, no puede ni siquiera atisbar (CASIANO, Colaciones,23).


1270 Examinate a ti mismo para conocer que eres; haz lo posible por conocerte (SAN BASILIO, Homilia 3).

El propio conocimiento facilita la caridad con el prójimo


1271 Dos cosas quiere el Señor de nosotros: que consideremos nuestros propios pecados y que perdonemos los de nuestro prójimo [. . . ], pues aquel que considera sus propios pecados estera mas pronto al perdon de su companero. Y no solo de boca, sino de corazon [. . . ] esforcemonos, pues, por no querer mal a nadie, para que Dios nos ame (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,61).


1272 De ordinario las perturbaciones del corazon se originan en nosotros, no por el mal proceder de los demás, sino por culpa propia. Estan ocultas en nosotros las causas de las ofensas y la semilla de los vicios (CASIANO, Instituciones,9).


1273 Los hombres sin remedio son aquellos que dejan de atender a sus propios pecados para fijarse en los de los demás. No buscan lo que hay que corregir, sino en que pueden morder. Y, al no poder excusarse a si mismos, estan siempre dispuestos a acusar (SAN AGUSTIN, Sermón 19).

CONTEMPLACION


Fdez-Carvajal: Antologia - CONFIANZA EN DIOS