Fdez-Carvajal: Antologia - ENFERMOS

ENFERMOS

Citas de la Sagrada Escritura

Habiendo convocado a los doce, comenzo a enviarlos de dos en dos [. . . ]. De esta suerte salieron a predicar [. . . ], y lanzaban muchos demonios, y ungian a muchos enfermos con oleo y los sanaban. Mc 6,7-13.

¿Esta enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbiteros de la Iglesia y oren por el, ungiendole con el oleo en el nombre del Serhor, y la oración de la fe salvara al enfermo, y el Señor le aliviara, y si se halla con pecados se le perdonaran. Jc 5,14-15.

Nuestro Señor, a la vez que cura al paralitico de Cafarnaum, le perdona los pecados: Mt 9,1-6; Mc2,5-11; Lc5,17-25.

Nuestro Señor cura al enfermo de la piscina probatica, paralitico hacia ya treinta y ocho anos, y le dice: Vete y no peques mas, para que no te suceda algo peor: Jn 5,5-14.

El ciego de nacimiento habla nacido así unicamente para que las obras de Dios fueran manifestadas en el: Jn 9,2-3.

Valor redentor del dolor: 2 Co

Misterio del dolor: Jb 42,1-6.

Jesús paso haciendo el bien en medio de los enfermos:

Coger la Cruz y seguir a Cristo: Lc 9,23.

El sufrimiento de aquí abajo no tiene proporción con la gloria del cielo: 2Co 4,17.

En el "mundo nuevo" no habra ya dolor, ni pena: Ap 7,17 Ap 21,4.

Presencia del dolor y de la enfermedad en el mundo


1894 Cinco son las causas de las enfermedades que afligen a los hombres: la de aumentar sus meritos, como acontecio con Jb y los martires; la de conservar su humildad, de lo que es ejemplo San Pablo combatido por Satanas (2Co 12); que conozcamos nuestros pecados y nos enmendemos, como sucedio a Maria hermana de Moises (Nb 12) y al paralitico de Cafarnaun (Mc 2, I ss. ); para mayor gloria de Dios. como ocurrio con el ciego de nacimiento (Jn 9) y con Lazaro (Jn 11); y la que es un principio de condenación, como ocurrio con Herodes (Ac 12) y con Antioco (2 Rey 9) (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. IV, p. 55).


1895 Vosotros teneis que desarrollar una tarea altisima, esteis llamados a completar en vuestra carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia (cfr. Col 1,24). Con vuestro dolor podeis afianzar a las almas vacilantes, volver a llamar al camino recto a las descarriadas, devolver serenidad y confianza a las dudosas y angustiadas. Vuestros sufrimientos, si son aceptados y ofrecidos generosamente en union de los del Crucificado, pueden dar una aportación de primer orden en la lucha por la victoria del bien sobre las fuerzas del mal, que de tantos modos insidian a la humanidad contemporanea. En vosotros, Cristo prolonga su pasión redentora. ¡Con El, si quereis, podeis salvar el mundo! (JUAN PABIO 11, TUrin,13-lV-1980).

Evitar el excesivo cuidado de la salud corporal


1896 Si el demonio nos comienza a amedrentar con que nos faltara la salud, nunca haremos nada (SANTA TERESA, Camino de perfección,10,6).


1897 Mientras estamos enfermos, podemos ser cargantes: no me atienden bien, nadie se preocupa de mi, no me cuidan como merezco, ninguno me comprende. . . El diablo, que anda siempre al acecho, ataca por cualquier flanco; y en la enfermedad, su tactica consiste en fomentar una especie de psicosis, que aparte de Dios, que amargue el ambiente, o que destruya ese tesoro de meritos que, para bien de todas las almas, se alcanza cuando se lleva con optimismo sobrenaturaló¡cuando se ama!óel dolor. Por lo tanto, si es voluntad de Dios que nos alcance el zarpazo de la aflicción, tomadlo como sehal de que nos considera maduros para asociarnos mas estrechamente a su Cruz redentora (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,124).


1898 El demonio ayuda mucho a hacerles inhabiles, cuando ve un poco de temor. No quiere el mas para hacernos entender que todo nos ha de matar y quitar la salud; hasta tener lagrimas nos hace temer de cegar. He pasado por esto, y por eso lo se; y no se yo que mejor vista ni salud podemos desear que perderla por tal causa. Como soy tan enferma, hasta que me determine en no hacer caso del cuerpo ni de la salud, siempre estuve atada sin valer nada, y ahora hago bien poco. Mas como quiso Dios entendiese este ardid del demonio, y como me ponla delante el perder la salud, decia yo: Poco va en que me muera. Si el descanso: No he menester descanso, sino cruz. Asi otras cosas. Vi claro que en muy muchas, aunque yo de hecho soy harto enferma, que era tentación del demonio, o flojedad mia; que después que no estoy tan mirada y regalada, tengo mucha mas salud (SANTA TERESA, Vida,13,4).

Enfermos y mortificacion


1899 Dime amigo,óPregunto el Amadoó¿tendras paciencia si te doblo tus dolencias? Siórespondio el Amigoó, con tal que dobles mis amores. (R. LLULL Libro del Amigo y del Amado,8).


1900 Sufres. . . y no querrias quejarte. No importa que te quejes óes la reacción natural de la pobre carne nuestraó, mientras tu voluntad quiere en ti, ahora y siempre, lo que quiera Dios (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 718).


1901 Si la salud poco firme u otras causas no permiten a alguno mayores austeridades corporales, no por ello le dispensan jamás de la vigilancia y de la mortificación interior (Pio Xll, Sacra virginitas,25-111-1954, n. 24).

Una enfermedad puede servir para una mayor purificación y un

mayor acercamiento a Dios


1902 En ocasiones una enfermedad hace entrar en el buen camino a quien era malvado cuando sano. Igualmente puede ocurrir a proposito de otra desgracia cualquiera: La tribulación hara comprender (Is 28,19) (SANTO ToMAs, Sobre el doble precepto de la caridad, I. c. , p. 223).


1903 El mismo Apostol dice también que cuando estaba delicado era cuando se sentia fuerte, pues la fortaleza de Dios se manifiesta francamente en nuestra debilidad. Sed animosa en medio de las aflicciones de vuestra casa. Estas largas enfermedades son buena escuela de caridad para los que asisten a ella, y de amorosa conformidad para los pacientes; los unos estan al pie de la cruz con nuestra Señora y San Juan, cuya piedad imitan; los otros estan en la cruz con el Salvador, cuya pasión comparten (SAN FRANCISCO DE SALES, Epistolario, fragm. 8,1. c. , p. 71).


1904 El Señor no había venido solamente a curar los cuerpos, sino también a guiar a las almas por el camino de la verdadera sabiduria; así como ya no prohibia comer antes de lavarse las manos, así enseña aquí que conviene temer solo la lepra del alma (que es el pecado), porque la lepra del cuerpo no sirve de impedimento a la practica de la virtud (SAN JUAN CRISOSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,26).


1905 Vosotros teneis un puesto importante en la Iglesia, si sabeis interpretar vuestra situación dificil a la luz de la fe y si, bajo esta luz, sabeis vivir vuestra enfermedad con corazon generoso y fuerte. Cada uno de vosotros puede entonces afirmar con San Pablo: "Completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo, a favor de su Cuerpo que es la Iglesia" (Col 1,24) (JUAN PABLO II, Sobre la fortaleza. Aud. gen. 15-XI-1978).


1906 Muchos son martires en cama. Yace el cristiano en el lecho, le atormentan los dolores, reza, no se le escucha, o quizas se le escucha, pero se le prueba, se le ejercita, se le flagela para que sea recibido como hijo. Se hace martir en la cama y le corona el que por el estuvo pendiente en la cruz (SAN AGUSTIN, Sermdn 286).

l907 El sabe ciertamente que con frecuencia nuestros sufrimientos son un instrumento de salvación (SAN GREGORIO NACANCENO, Disertaci6n 7).


1908 Si sabes que esos doloresófisicos o moralesóson purificación y merecimiento, bendicelos (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 219).

El sentido del dolor


1909 El sufrimiento es también una realidad misteriosa y desconcertante. Pues bien, nosotros, cristianos, mirando a Jesús crucificado encontramos la fuerza para aceptar este misterio. El cristiano sabe que, después del pecado original, la historia humana es siempre un riesgo; pero sabe también que Dios mismo ha querido entrar en nuestro dolor, experimentar nuestra angustia, pasar por la agonia del espiritu y el desgarramiento del cuerpo. La fe en Cristo no suprime el sufrimiento, pero lo ilumina, lo eleva, lo purif- ca, lo sublima, lo vuelve valido para la eternidad (JUAN PABLO II, Aloc. 24-III-1979).


1910 Para quien cree en Cristo, las penas y los dolores de la vida presente son signos de gracia y no de desgracia, son pruebas de la infinita benevolencia de Dios, que desarrolla aquel designio de amor, segun el cual, como dice Jesús, el sarmiento que de fruto, el Padre lo podara, para que de masfruto (Jn 15,2) (PABLO Vl, Hom. 5-X-1975).

Unción de los enfermos


1911 Prosiguiendo la obra de purificación comenzada por la Penitencia, la Extremaunción establece al hombre en una santidad sin tacha, que hace a su alma inmediatamente capaz de la visión de la Trinidad reservada a los corazones puros. Esta ella pronta a comparecer ante Dios. La liturgia de la Unción de los enfermos [. . . ] pide la remisión plenaria de los pecados y la vuelta a la salud para el alma y para el cuerpo: [. . . ] Aun después de una larga vida culpable, el cristiano que recibe con las disposiciones requeridas el sacramento de los moribundos, se va directamente al cielo, sin pasar por el purgatorio. La Extremaunción obra con la misma plenitud de gracia que el sacramento de la Confirmación con respecto al Bautismo. Los Padres y los Doctores de la Iglesia, se han complacido en descubrir en el la "consumacion" de la obra purificadora de Cristo. Ningun rastro de pecado ya: todo esta perdonado y purificado (M. M. PHILIPON, Los sacramentos en la vida cristiana, pp. 343-344).

La Virgen y los enfermos en peligro de muerte


1912 La presencia de Maria y su ayuda maternal en esos momentos (de enfermedad grave) no debe ser pensada como cosa marginal y simplemente paralela al sacramento de la uncion. Es, mas bien, una presencia y una ayuda que se actualiza y se transmite por medio de la unción misma. El robustecimiento que la unción confiere al enfermo contiene como uno de sus elementos integrantes el influjo de la Virgen, influjo que llega al enfermo bajo la modalidad propia de este sacramento. Aunque el enfermo haya perdido el uso de sus facultades y no pueda pensar en la Virgen ni invocarla, recibe la ayuda mariana, porque esta se transmite y es comunicada por el sacramento mismo. Supuesto que Maria sirvio bajo Cristo y con Cristo al misterio de la redención, es necesario aceptar todas las consecuencias implicadas en un hecho tan fundamental (A. BANDERA, La Virgen Maria y los Sacramentos, p. 184-185).


1913 Si el organismo de gracia instituido por Nuestro Señor no implicase de por si la asistencia de Maria a los enfermos en peligro de muerte, seria imposible entender que la Virgen es en verdad "Madre de los hombres, especialmente de los fieles" (LG 54). ¿Que es, aun en el orden humano, una madre que se quede lejos de su hijo moribundo o en peligro de muerte? Para Maria, ser Madre de los hombres no es un titulo honorifico, sino un misterio de gracia conducente a la salvación (A. BANDERA, La Virgen Maria y los Sacramentos, p. 185).

La Virgen al pie de la Cruz


1914 La Virgen Santisima, que en el Calvario, estando de pie valerosamente junto a la cruz del Hijo (cfr. Jn 19,25), participo en primera persona de su pasión, sabe convencer siempre a nuevas almas para unir sus propios sufrimientos al sacrificio de Cristo, en un "ofertorio" que, sobrepasando el tiempo y el espacio, abraza a toda la humanidad y la salva (JUAN PABLO II, Hom. 11-XI-1980).

ENTREGA

Citas de la Sagrada Escritura

Maria, ejemplo de una entrega a Dios sin condiciones: Lc 1,38.

Fe para vencer y seguir al Señor: Lc 18,35-43.

No existe nunca razon suficiente para volver la cara atras en el propio camino: Lc 9,61-62.

Desprendimiento para seguir al Señor. El joven rico: Lc 18,18-23.

El premio de la entrega: Mt 19,27-30.

El que no esta conmigo esta contra mi, y el que conmigo no recoge, derrama. Lc 11,23.

Entonces dijo Jesús a sus discípulos: El que quiera venir en pos de mi, nieguese a si mismo, tome su cruz y sigame. Pues el que quiera salvar su vida, la perdera; y el que pierda su vida por mi la hallara. Y 1que aprovecha ai hombre ganar todo el mundo si pierde su alma? `,O que podre dar el hombre a cambio de su alma? Mt 16,24-26.

Siguiendo el camino, vino uno que le dijo: Te seguire adondequiera que vayas. Jesús le respondio: Las raposas tienen cuevas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza. A otro le dijo: Sigueme, y respondio: Señor, dejame ir primero a sepultar a mi padre. El le contesto: Deja a los muertos sepultar a sus muertos, y tu vete y anuncia el reino de Dios. Otro le dijo: Te seguire, Seiior, pero dejame antes despedirme de los de mi casa. Jesús le dijo: Nadie que, después de haber puesto la mano sobre el arado, mire atrae, es apto para el reino de Dios. Lc 9,57-62.

Se le junto numerosa muchedumbre, y vuelto a ella, les decia: Si alguno viene a mi y no aborrece a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y aun a su propia vida, no puede ser mi discípulo. Lc 14,25-26.

La vocación cristiana supone una entrega


1915 Seguir a Cristo es algo muy distinto de admirar un modelo, aun en el caso de que tengais buen conocimiento de las Escrituras y de la teologia. Seguir a Cristo es algo existencial. Es querer imitarle hasta el extremo de dejarse configurar con El, asimilarse a El, hasta el punto de ser "como otra humanidad suya" (JUAN PABLO II, Aloc. Paris,3 1 -V- 1 980).


1916 Un cristiano no es dueño de si mismo, sino que esta entregado al servicio de Dios (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA Epistola a S. Policarpo).


1917 El que en esta vida busca todavia las cosas propias, aun no ha llegado a la viña del Señor. Pues solo trabajan para el Señor los que no buscan su propia utilidad sino la de su amor, que sirven con el celo de la caridad y el deseo de adelantar en la virtud, que procuran ganar almas para Dios y hacen cuanto esta de su parte para llevar a otros consigo a la viña. Todo aquel que solo vive para si, que se alimenta del deseo de la carne, con razon se le reprende como ocioso, porque no busca el fruto de la obra divina (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 19 sobre los Evang. ).


1918 Dios nos saca de las tinieblas de nuestra ignorancia, de nuestro caminar incierto entre las incidencias de la historia, y nos llama con voz fuerte, como un dia lo hizo con Pedro y con Andres: Venite post me, et faciam vos fieri piscatores hominum (Mt 4,19), seguidme y yo os hare pescadores de hombres, cualquiera que sea el puesto que en el mundo ocupemos (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,45).


1919 Todos los fieles cristianos, en las condiciones, ocupaciones o circunstancias de su vida, y a traves de todo eso, se santificaran cada dia mas si lo aceptan todo con fe de la mano del Padre celestial y colaboran con la voluntad divina, haciendo manifiesta a todos, incluso en su dedicación a las tareas temporales, la caridad con que Dios amo al mundo (CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium,41).

Dios pide una entrega del todo y sin condiciones


1920 Si no estamos dispuestos para correr, con la ayuda de Jesucristo, hasta a la misma muerte para imitar su pasión, tampoco su vida esta en nosotros (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Epistola a los Magnesios).


1921 Deja mucho el que no retiene nada para si; deja mucho el que lo abandona todo, por muy poco que sea. Nosotros conservamos con pasión lo que poseemos, y tratamos de conseguir lo que no tenemos. Si, Pedro y Andres dejaron mucho, puesto que tanto el uno como el otro abandonaron hasta el deseo de poseer. Abandonaron mucho porque al renunciar a sus bienes renunciaron también a sus ansias. Siguiendo al Señor renunciaron a todo lo que hubieran podido desear de no haberlo seguido (SAN GREGORIO MA(;NO, Hom. 5 sobre los Evang. ).


1922 El corazon del que ama ya no es suyo, lo dio al Amado (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cantico Espiritual,9,2).


1923 A veces (la voluntad) parece resuelta a darse y servir sin trabas a Cristo, pero quiere contar al propio tiempo con el aplauso y favor de los hombres. Incluso diriase que, en ocasiones, esta dispuesta a confesar la verdad, a despecho de las consecuencias; mas se inhibe luego ante el compromiso, y solo lo hace cuando no causa disgusto a nadie [. . . ]. Indudablemente, una voluntad así no nos permitirla llegar nunca a la verdadera santidad (CASIANO Colaciones,4,12).


1924 Cuando los hipocritas planteen a vuestro alrededor la duda de si el Señor tiene derecho a pediros tanto, no os dejeis engañar. Al contrario, os pondreis en presencia de Dios sin condiciones, dociles, como la arcilla en manos del alfarero (Jr 18,6), y le confesareis rendidamente: Deus meus et omnia!, Tu eres mi Dios y mi todo. ( Amigos de Dios,167). J. ESCRIVA DE BALAGUER. )


1925 Renunciar a la propia vida significa no buscar nunca la propia voluntad sino la voluntad de Dios, y hacer del querer divino la norma unica de la propia conducta (SAN GREGORIO DE NISA, Sobre la conducta cristiana).


1926 El Reino de Dios no tiene precio, y sin embargo cuesta exactamente lo que tengas [. . . ]. A Pedro y a Andres les costo el abandono de una barca y de unas redes; a la viuda le costo dos moneditas de plata (cfr. Lc 21,2); a otro, un vaso de agua fresca (cfr. Mt 10,42) (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 5 sobre los Evang. ).


1927 La cama es estrecha, y uno de los dos se cae; manta pequeña no cubre a dos (Is 28,20); donde al corazon del hombre se le compara con una cama estrecha y una manta pequeña. Ya es estrecho el corazon humano para Dios solo; si además das en el entrada a otras cosas, arrojas a Dios (SANTO TOMAS, Sobre la caridad,1. c. ,214).

Lo "nuestro" se salva cuando lo entregamos


1928 Tu barcaótus talentos, tus aspiraciones, tus logrosóno vale para nada, a no ser que la dejes a disposición de Jesucristo, que permitas que El pueda entrar ahi con libertad, que no la conviertas en un idolo. Tu solo, con tu barca, si prescindes del Maestro, sobrenaturalmente hablando, marchas derecho al naufragio. Unicamente si admites, si buscas, la presencia y el gobierno del Señor, estaras a salvo de las tempestades y de los reveses de la vida. Pon todo en las manos de Dios: que tus pensamientos, las buenas aventuras de tu imaginación, tus ambiciones humanas nobles, tus amores limpios, pasen por el corazon de Cristo. De otro modo, tarde o temprano, se iran a pique con tu egoismo (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,21).


1929 Soy trigo de Dios y he de ser molido por los dientes de las fieras, para llegar a ser pan limpio de Cristo. Rogad por mi a Cristo, para que, por medio de esos instrumentos, llegue a ser una victima para Dios (SAN IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los Romanos).


1930 Amar es, por tanto, esencialmente entregarse a los demás. Lejos de ser una inclinación instintiva, el amor es una decisión consciente de la voluntad de ir hacia los otros. Para poder amar en verdad, conviene desprenderse de todas las cosas y, sobre todo, de uno mismo, dar gratuitamente, amar hasta el fin. Esta desposesión de si mismo [. . . 1 es exhaustiva y exaltante. Es fuente de equilibrio. Es el secreto de la felicidad (JUAN PABLO II, Aloc. I-VI-1980).

Jesucristo corresponde siempre a nuestra entrega


1931 Acordaos que hay pocas almas que le acompañen y le sigan en los trabajos; pasemos por El algo, que Su Majestad nos lo pagara; y acordaos también que de personas habra que no solo quieren no estar con El, sino que con descomedimiento le echen de si. Pues algo hemos de pasar para que entienda que le tenemos deseos de ver (SANTA TERESA, Camino de perfección,3S,2).


1932 Deseaba (Zaqueo) verle solamente; pero el que hace por nosotros mas de lo que le pedimos, le concedio mas de lo que esperaba (TITO BOSTRENSE, en Catena Aurea, vol. Vl,P. 329)


1933 El Señor concede siempre mas de lo que se le pide: el ladron solo pedia que se acordase de el, pero el Señor le dice: Hoy mismo estaras conmigo en el paraiso (SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 507).


1934 Y como El no ha de forzar nuestra voluntad, toma lo que le damos; mas no se da a Si del todo hasta que nos damos del todo (esto es cosa cierta, y porque importa tanto os lo acuerdo tantas veces), ni obra en el alma como cuando del todo, sin embarazo, es suya. Ni se como ha de obrar; es amigo de todo concierto (SANTA TERESA, Camino de perfección,28,12).


1935 Si nos damos, El se nos da (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,22).


1936 Nuestro Rey, a pesar de su condición altisima, por nosotros viene humilde, mas no con las manos vacias; el trae para sus soldados una dadiva esplendida, ya que no solo les otorga copiosas riquezas, sino que les da también una fortaleza invencible en el combate. En efecto, trae consigo el don de la caridad (SAN FULGENCIO DE RUSPE, Sermón 3).


1937 Dios nunca falta de ayudar a quien por El se determina a dejarlo todo (SANTA TERESA, Camino de perfección,1,2).

La entrega a Dios libera de todas las ataduras


1938 Cuando nos decidimos a contestar al Señor: mi libertad para ti, nos encontramos liberados de todas las cadenas que nos habían atado a cosas sin importancia, a preocupaciones ridiculas, a ambiciones mezquinas (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,38).


1939 Haced alto en el camino y ved. Preguntad por los caminos de antes: ¿Es esa la senda buena? Pues seguidla, y hallareis la puz para vuestras almas (Jr 6,16). Vosotros vereis al - punto como se os allanan las cuestas y se os nivelan los declives (Is 40,4). Gustareis y vereis que el Señor es bueno (Sal 23,9). Ante la palabra de Cristo en el Evangelio: Venid a mi todos los que estais fatigados y cargados, que yo os aliviare (Mt 11,28), depondreis el peso abrumador de vuestros pecados. La senda del Señor es todo refrigerio, si se marcha por ella. Somos nosotros quienes nos creamos dolores y tormentos por nuestras preocupaciones, siempre que preferimos seguir los cmainos tortuosos de este siglo, incluso a trueque de peligros y dificultades (CASIANO Colaciones,23,25).

La falta de entrega oscurece el camino


1940 Cuando un hombre llena de buen vino unas tinajas muy bien dispuestas para ello, y entre ellas deja algunas a medio llenar, si luego se da una vuelta por las tinajas, no examina las que dejo llenasópues sabe que estan llenasó, sino que mira a las que estan a medio llenar, pues teme que se hayan agriado (PASTOR DE HERMAS, Mandamientos 13,5,3).


1941 (Palabras de S. Basilio a un monje de poca entrega): Et senatorem perdidisti, et monachum nos fecisti: Has sacrificado al senador y no has hecho al monje (CASIANO, Instituciones,7,19).


1942 Elias, por otra parte, preguntaba: ¿ Hasta cuando vais a estar cojeando para ambos lados? (3 Rey 18,21). Y es que, como el cojo se va inclinando un paso a la derecha y otro a la izquierda, así el pecador tan pronto peca como trata de buscar a Dios. Pero el Señor dice: Volveos a ml con todo vuestro corazon (Joel 2,12) (SANTO TOMAS, Sobre el doble precepto de la caridad,1. c. , p. 214).


1943 Si encontramos amarga la admirable suavidad del yugo del Señor, ¿no será porque la corrompe la amargura de nuestra falta de correspondencia? Si la alegre ligereza de la carga divina nos es tan pesada, ¿no será porque, llevados de una orgullosa presunción, despreciamos a aquel que nos ayuda a llevarla? (CASIANO, Colaciones,24,24).


1944 Parecenos que lo damos todo; y es que ofrecemos a Dios la renta o los frutos y quedamonos con la raiz y posesión (SANTA TERESA, Vida, I I,1).

Generosidad en la entrega


1945 Pareceme ahora a mi esta manera de caminar un querer concertar cuerpo y alma para no perder aca el descanso y gozar alla de Dios. Y así será ello si se anda en justicia y vamos asidos a virtud, mas es paso de gallina; nunca con el se llegara a la libertad de espiritu (SANTA TERESA. Vida,13,3).


1946 Torno a decir que esta el todo o gran parte en perder el cuidado de nosotras mismas y de nuestro regalo; porque quien de veras comienza a servir al Señor, lo menos que le puede ofrecer es la vida (SANTA TERESA Camino de perfección,12,2).


1947 [. . . ] los antiguos hombres debian consagrarle los diezmos de sus bienes; pero nosotros, que ya hemos alcanzado la libertad, ponemos al servicio del Señor la totalidad de nuestros bienes, dandolos con libertad y alegria aun los de mas valor, pues lo que esperamos vale mas que todos ellos; echamos en el cepillo de Dios todo nuestro sustento, imitando así el desprendimiento de aquella viuda pobre del evangelio (SAN IRENEO, Trat. contra las herejas,4).


1948 Las personas que han amado a Dios sin reservas tienen capacidad especial para amar al hombre y entregarse a el sin intereses personales y sin limites (JUAN PABLO II Aloc. 10 -Xl-1978).


1949 Demosle ya una vez la joya del todo, de cuantas acometemos a darsela. Es verdad que nos da primero para que se la demos (SANTA TERESA, Camino de perfección,32,8).


1950 Pero, ¿que ofreceremos nosotros, hermanos mios, o que le devolveremos por todos los bienes que nos ha hecho? El ofrecio por nosotros la Victima mas preciosa que tuvo, y no puede haber otra mas preciosa; hagamos también nosotros lo que podamos, ofreciendole lo mejor que tenemos, que somos nosotros mismos (SAN BERNARDO, Hom. en la Purificación,3,3).


1951 Y no os pido cosas nuevas, hijas mias, sino que guardemos nuestra profesión, pues es nuestro llamamiento y a lo que estamos obligadas, aunque de guardar a guardar va mucho (SANTA TERESA, Camino de perfección,4,1).

La entrega del sacerdote comporta un especial servicio a los demás


1952 Los sacerdotes no tenemos derechos: a mi me gusta sentirme servidor de todos, y me enorgullece ese titulo. Tenemos deberes exclusivamente, y en esto esta nuestro gozo: el deber de ensenar el catecismo a los nirios y a los adultos, el deber de administrar los sacramentos, el de visitar a los enfermos y a los sanos; el deber de llevar a Cristo a los ricos y a los pobres, el de no dejar abandonado el Santisimo Sacramento, a Cristo realmente presente bajo la apariencia de pan; el deber de buen pastor de las almas, que cura a la oveja enferma y busca a la que se descarria, sin echar en cuenta las horas que se tenga que pasar en el confesonario (J. ESCRIVA DE BALAGUER, citado por A. del Portillo en Escritossobree/sacerdocio, pp. 125-126).


1953 No hay ningun buen pastor si no esta unido a Cristo por la caridad, quedando así convertido en un miembro del verdadero pastor.

El servicio del buen pastor consiste en la caridad. Por eso dice Jesús que el da la vida por sus ovejas (Jn 10,11) [. . . ]. Un buen pastor, en la realidad de la vida, tiene que aguantar mucho para cuidar bien el ganado que se le ha encomendado, como dice Jacob: Durante el dia me consumia el calor, y por la noche me ateria de frio (sen 31,40) (SAN TO TOMAS, Lectura sobre S. Juan,10, lect. 3,1-2 ).


1954 Los sacerdotes han sido elegidos por Dios y entresacados del Pueblo "para que se entreguen por completo (totaliter) a la obra para la cual el Señor los tomo" (Decr. Presbyterorum Ordinis, PO 3). A partir de su ordenación, toda "recuperacion" de aquellas realidades o funciones a las que, elegido y movido por Dios, renuncio para entregarse a su misión, seria ya una perdida: para la Iglesia, en donde el sacerdote es punto focal de irradiación salvifica, y para el mismo sacerdote que, hecho vaso de elección, configurando ontologica y definitivamente (in aeternum) por el caracter sacerdotal, se encuentra ante la alternativa de llenar su existencia de vida sacerdotal o tenerla vacia (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 118).

ENVIDIA

Citas de la Sagrada Escritura

Porque sois todavia carnales. Si, pues hay entre vosotros envidia y discordia. `,No prueba esto que sois carnales y vivis a lo humano?1Cor3,3.

Mas por envidia del diablo entro la muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen. Sg 2,24.

Es malo el de ojos envidiosos, el que vuelve el rostro y desprecia a las personas. Si 14,8.

No comas con el envidioso ni codicies sus manjares. Pr 23,6.

No te goces en la caida de tu enemigo, no se alegre tu corazon al verle resbalar. No lo vea Dios y le desagrade. Pr 24,17.

Despojaos, pues, de toda maldad y de todo engaño, de hipocresia, envidias y maledicencias. 1P 2,1.

No seamos codiciosos de la gloria vana, provocandonos y envidiandonos unos a otros. Ga 5,26.

No ire con el que de envidia se consume, porque la envidia no tiene nada que ver con la sabiduria. Sg 6,23.

El que insulta al pobre insulta a su Hacedor, y el que se goza del mal ajeno no quedara impune. Pr 17,5.

Porque donde hay envidias y rencillas, alli hay desorden y toda clase de vilezas. Jc 3,16.

Corazon apacible es vida del cuerpo, y la envidia es la caries de los huesos. Pr 14,30.

Si alguno enseña de otra manera [. . . ], es un soberbio que nada sabe, sino que mas bien enloquece sobre cuestiones y disputa de palabras; de donde se originan envidias, contiendas, blasfemias 1Tm 6,3-4.

Bien manifiestas son las obras de la carne, las cuales son adulterio, fornicación, deshonestidad, lujuria, culto de idolos, hechicerias, enemistades, pleitos, celos, enojos, riñas, disensiones, herejias, envidias, homicidios, embriagueces, glotonerias y cosas semejantes [. . . ]: los que tales cosas hacen no alcanzaran el reino de Dios. Ga 5,19-21.

Tambien nosotros eramos en algun tiempo insensatos, incredulos, extraviados, esclavos de infinitas pasiones y deleites, llenos de malignidad y de envidia, aborrecibles y aborreciendonos los unos a los otros. Tt 3,3.

Como no quisieron reconocer a Dios, Dios los entrego a un reprobo sentido [. . . ], quedando atestados de toda suerte de iniquidad [. . . ]; llenos de envidia, homicidas, pendencieros, fraudulentos [. . . ]. Los cuales no echaron de ver que los que hacen tales cosas son dignos de muerte; y no solo los que las hacen, sino también los que aprueban a los que las hacen. Rm 1,28-32.

Pilato sabia que le habían entregado a Jesús por envidia: Mt 27,18.

Al insensato le mata el enojo, y al necio la cólera. Jb 5,2.

Corazon apacible es vida del cuerpo, y la envidia es la caries de los huesos. Pr 14,30.

Esos sueños (los de José) y las cosas que el contaba fueron causa de que (sus hermanos) le tuviesen mas envidia y mas odio. Gn 37,8.

Todo trabajo y todo cuanto de bueno se hace mueve la envidia del hombre contra su prójimo. Si 4,4.

Tristeza ante el bien del prójimo


1955 Es la envidia un pesar, un resentimiento de la felicidad y prosperidad del prójimo. De aquí que nunca falte al envidioso ni tristeza, ni molestia. ¿Esta fertil el campo del prójimo? ¿Su casa abunda en comodidades de vida? ¿No le faltan ni los esparcimientos del alma? Pues todas estas cosas son alimento de la enfermedad y aumento de dolor para el envidioso. De aquí que este no se diferencia del hombre desarmado, que por todos es herido (SAN BASILIO, Hom. sobre la envidia).


1956 Cuanto mas se engrandece el prójimo por la sumisión de la humildad o por la paciencia o por la munificencia, mas herido se siente el envidioso con los aguijones de la pasion. Lo que el quisiera es la ruina de su hermano, su muerte, nada mas (CASIANO, Colaciones,17,17).


1957 Los pecados capitales estan unidos por tan estrecho parentesco, que uno se origina de otro. El descendiente principal de la soberbia es la vanagloria, que, al corromper el alma de la que se ha apoderado, engendra enseguida la envidia; porque, deseando la gloria de un vano hombre, se entristece porque otro la puede alcanzar (SAN GREGORIO MAGNO, Moralia,3l,45).

De la envidia nacen el odio y otros muchos pecados y faltas


1958 De la envidia nace el odio (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 34, a. 6).


1959 La envidia es el mas feroz descendiente del odio. Pues los beneficios vuelven dociles y mansos a aquellos a quienes, por otra parte, hemos ofendido; pero los beneficios que se otorgan y dan al envidioso y maligno, le irritan mas aun (SAN BASILIO, Hom. sobre la envidia).


1960 De la envidia nacen el odio, la murmuración, la detracción, la alegria en la adversidad del prójimo y la aflicción en la prosperidad (SAN GREGORIO MAGNO,MOralia,31,45).


1961 La envidia se opone a la misericordia y a la caridad (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 36, a. 3).


1962 Huyamos, pues, hermanos, de esta terrible enfermedad, que nos impulsa a hacer guerra a Dios, que es la madre del homicidio, la ruina y trastorno de la naturaleza, el olvido de los vinculos de familia y la molestia mas absurda. Si nada grave te ha acontecido, ¿por que te afliges? ¿Por que haces la guerra al que disfruta de algunos bienes y no amenaza a los tuyos? (SAN BASILIO, Hom. sobre la envidia).


1963 ¿No ves cuan grande es el pecado de hipocresia? Pues esta es fruto de la envidia. Porque la envidia es la que principalmente produce en los hombres la doblez, puesto que, sintiendo odio en su interior, manifiestan cierto exterior que revela un tinte o especie de caridad; como los escollos ocultos en el mar que, encubiertos bajo muy poca agua, causan a los incautos un mal imprevisto (SAN BASILIO Hpm. sobre la envidia).


1964 La polilla que roe poco a poco los vestidos es la envidia, que destruye el celo, el fruto bueno, y rompe el lazo de la unidad (SANTO TOMAS, en Catena Aurea, vol. Vl, p. 98).

La envidia, "enfermedad grave de la amistad"


1965 El envidioso sacia su alma atormentada con la pena por la felicidad ajena (SAN GREGORIO MAGNO, Moralia,5,46).


1966 Asi nos lo dice Salomon: El hombre es envidiado por su propio compañero (Si 4,4). Y así sucede en verdad. El escita no envidia al egipcio, sino cada uno al de su misma nación; y entre los habitantes de una misma nación no existe envidia entre los que no se conocen, sino entre los muy familiares; y entre estos, a los primeros que se envidia es a los vecinos y a los que ejercen el mismo arte o profesión, o con quienes se esta unido por algun parentesco; y aun entre estos ultimos, a los de la misma edad, a los consanguineos y a los hermanos. Y, en suma, así como el tizon es una epidemia propia del trigo, así también la envidia es la plaga de la amistad (SAN BASLIO, Hom. sobre la envidia).

Fealdad y malicia de la envidia


1967 No obstante, quiero que lo sepais, la enfermedad de la envicia es de mas dificil curación que los otros vicios (CASIANO, Colaciones,18,17).


1968 Asi como los buitres, que pasan volando por muchos prados y lugares amenos y olorosos sin que hagan aprecio de su belleza, son arrastrados por el olor de cosas hediondas; así como las moscas, que no haciendo caso de las partes sanas van a buscar las ulceras; así también los envidiosos no miran ni se fijan en el esplendor de la vida, ni en la grandeza de las obras buenas, sino en lo podrido y corrompido; y si notan alguna falta de alguno (como sucede en la mayor parte de las cosas humanas) la divulgan, y quieren que los hombres sean conocidos por sus faltas (SAN BASILIO, Hom. sobre la envidia).


1969 Quien se abandona a la envidia demuestra su pequeñez (CASIANO, Instituciones,5,22).

Es dificil de curar


1970 Puede ocultarse el veneno de la envidia, pero es dificil hacerlo desaparecer (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. VI, p. 388).


1971 Los perros se hacen dociles con el alimento que se les da, y los leones, cuando se los cura, se hacen tratables: pero los envidiosos se hacen mas insufribles y mas ofensivos con los obsequios y beneficios (SAN BASILIO, Hom. sobre la rnvidia).


1972 El envidioso ni halla medico para su enfermedad ni puede encontrar medicina alguna que le libre de este mal, por mas que las Santas Escrituras esten llenas de semejantes remedios. El unico alivio que espera es el ver caer a alguno de aquellos a quienes envidia (SAN BASILIO, Hom. sobrera envidia).

El envidioso se hace daño sobre todo a si mismo


1973 Asi como el dardo arrojado con gran fuerza, cuando choca en una parte dura y resistente se vuelve contra el que le arrojo, así también los movimientos de la envidia, sin que perjudiquen al envidiado, se convierten en heridas para el envidioso. Porque, [quien por angustiarse y afligirse disminuyo los bienes del prójimo? Antes bien, el que se entristece por el bien de los demás, a si mismo es a quien asesina (SAN BASILIO, Hom. sobre la envidia).


1974 No nace en el corazon del hombre vicio mas pernicioso que el de la envidia, la cual, sin dañar a los extraños, es ante todo un mal, y mal interior para el que la tiene. Porque así como el orin roe y destruye al hierro, así también la envidia roe y consume al alma a quien infesta. Y así como dicen que las viboras nacen desgarrando el vientre materno, así también la envidia suele devorar el alma que la fomenta (SAN BASILIO, Hom. sobre la envidia).


1975 Los envidiosos llevan retratado en su cara el mal de que adolecen. Sus ojos son aridos y sombrios, los parpados caldos, contraidas las cejas, el animo inquieto por torvo afecto y faltos de un juicio recto para apreciar la verdad (SAN BASILIO, Hom. sobre la envidia).

ESCANDALO


Fdez-Carvajal: Antologia - ENFERMOS