Fdez-Carvajal: Antologia - PRIMEROS CRISTIANOS

PRIMEROS CRISTIANOS

Cómo vivian: trabajo, hospitalidad, fortaleza, cumplimiento de las leyes. . .


4370 Eso fueron los primeros cristianos, y eso hemos de ser los cristianos de hoy: sembradores de paz y de alegría, de la paz y de la alegria que Jesús nos ha traido. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,30).


4371 T odo el que llegue a vosotros en nombre del Señor, sea recibido; luego, examinándole, le conoceréis [. . . 1. Si el que llega es un caminante, no permanecerá entre vosotros más de dos cias o, si hubiera necesidad, tres. Pero si quiere establecerse entre vosotros, teniendo un of icio, que trabaje y así se alimente. Mas si no tiene oficio, proveed según vuestra prudencia, de modo que no viva entre nosotros ningún cristiano ocioso. Si no quiere hacerlo así, es un traficante de Cristo; estad alertas contra los tales. (Didaché,12,1-5).


4372 Augusto, el que dio forma al imperio, no queria que se le llamase Señor, que esto es nombre de Dios. Yo bien llamaré señor al emperador, en el sentido vulgar. . . Pero respecto a él soy libre; mi Señor es sólo uno, el Dios omnipotente y eterno, que es también Señor del emperador. (TERTULIANO, Apologético,34).


4373 No nos basta ser justos-la justicia consiste en dar igual a los iguales-, sino que se nos propone ser buenos y pacientes. (ATENÁGORAS, Legación,34).


4374 Habitan sus propias patrias, pero como forasteros; toman parte en todo como ciudadanos, y todo lo soportan como extranjeros. Toda tierra es para ellos patria y toda patria tierra extraña. Como todos, se casan; como todos, engendran hijos; pero no exponen a los hijos que nacen. Ponen mesa común, pero no lecho. Están en la carne, pero no viven según la carne. Pasan el tiempo en la tierra, pero tienen su ciudadania en el cielo. Obedecen a las leyes establecidas, pero, con su vida, sobrepasán las leyes. (Carta a Diogneto,5).


4375 ¿Cómo pueden ser inútiles los que viven donde vivis, comen lo mismo que coméis, usan los mismos vestidos y todas las mismas cosas que necesitan para vivir? No somos brahmanes ni gimnosofitas indios, ni habitantes de las selvas, ni desterrados de la vida. Somos conscientes de deber gracias al Señor Dios, Creador: no repudiamos ningún fruto que es obra suya; lo tomamos con templanza, ni con exceso ni con defecto. Vivimos con los demás hombres; no nos pasamos sin la plaza, la carniceria, los baños, las tabernas, los talleres, los mesones, las ferias y los demás comercios. Con vosotros, también nosotros navegamos, con vosotros somos soldados, labramos el campo, comerciamos, entendemos de oficios y exponemos nuestras obras para vuestro uso. No sé cómo se puede llamar inútiles a aquellos con quienes y de quienes vivis. (TERTULIANO Apologético,42).

Cómo vivian la caridad. Respeto mutuo


4376 Fue con amor como se abrieron paso en aquel mundo pagano y corrompido. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,172).


4377 Esta práctica de la caridad es, sobre todo, lo que a los ojos de muchos nos imprime un sello peculiar. Ved-dicen- cómo se aman entre si, ya que ellos se odian mutuamente. Y cómo están dispuestos a morir unos por otros, cuando ellos están más bien preparados a matarse los unos a los otros. (TERTULIANO, Apologético,39).


4378"Saludad a todos los santos. Todos los santos os saludan. A todos los santos que viven en Efeso. A todos los santos en Cristo Jesús, que están en Filipos". -¿Verdad que es conmovedor ese apelativo-¡santos!- que empleaban los primeros fieles cristianos para denominarse entre si?

-Aprende a tratar a tus hermanos. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER. Camino, n. 469).

Fortaleza en la fe


4379 Allí donde somos pasados a cuchillo, triunfamos; y cuando se nos lleva ante el juez quedamos en libertad. (TERTULIANO, Apologético,50).


4380 Las cadenas, las prisiones, el exilio, el hambre, el fuego, las bestias feroces y todos los suplicios que la crueldad de los perseguidores les ha hecho imaginar, no han podido empañar esta fe que la ascensión del Señor al cielo aumenta vivamente y que los dones del Espíritu Santo fortifican. No solamente hombres, sino también mujeres, niños pequeños y muchachas han combatido por ella en todas las partes del mundo hasta derramar su sangre. Esta fe ha puesto en fuga a los demonios, desterrado las enfermedades, resucitado a los muertos. (S. LEÓN MAGNO, Sermón 72, en la Ascensión del Señor).


4381 Palabras de Santa Inés en el momento del martirio: "No puedo cambiar mi propósito, ni quebrantar la fe jurada al que me escogió antes de que yo lo eligiera. Y tú-dice volviéndose al verdugo-descarga el golpe sobre mi cuello". (S. AMBROSIO, Sobre las virgenes,1).


4382 No hacían caso de los peligros ni de la muerte [. . . ], ni de su pequeño número, ni de la multitud de sus contrarios, ni del poder, fuerza y sabiduría de sus enemigos; porque tenían fuerzas mayores que todo eso: el poder de Aquel que había muerto en la Cruz y había resucitado. (S. JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,4).


4383 S. Policarpo, ejecutado cuando este discípulo de los Apóstoles contaba casi noventa años, le dice al Procónsul: "Nosotros profesamos una doctrina que nos manda tributar el honor debido a los magistrados y autoridades que están por Dios establecidas, mientras ello no vaya en detrimento de nuestra conciencia". (Martirio de S. Policarpo, l0).


4384 (Cuenta S. Ambrosio un caso conocido por él de una joven que fue fuerte en su vocación ante la oposición de sus padres).

Y, volviéndose a los parientes, añade: "Perdéis el tiempo brindándome un desposorio que rechazo. ¿No veis que ya he celebrado mis bodas? Pero aunque todavia fuese libre, ¿qué esposo me ofrecéis? Yo quiero el mejor de todos: Si el que me preparáis es rico, poderoso y de noble condición, no lo será tanto como el que yo elegi, que en riquezas, poderío y dignidad vence a cuanto puede imaginarse en lo creado". (S. AMBROSIO, Sobre las virgenes,1).


4385 A estos hombres, maestros de una vida santa, vino a agregarse una gran multitud de elegidos que, habiendo sufrido muchos suplicios y tormentos, se han convertido para nosotros en un magnífico ejemplo. Por envidia fueron perseguidas muchas mujeres que [. . . ], sufriendo graves y nefandos suplicios, corrieron hasta el fin la ardua carrera de la fe y [. . . ] obtuvieron un premio memorable. (S. CLEMENTF ROMANO, Carta a los Co¿ntios,5).

Se diferencian de los paganos en su modo de vida. Ejemplaridad


4386 (Los paganos) exponen a niños concebidos en casa y acogen pajaritos [. . . ]. No admiten a un hijo huérfano y crian papagayos [. . . ]. Hacen ostentación de riqueza. Su caballo, su finca, su siervo, su oro valen quince talentos. Ellos valen tres céntimos. (CLEMENTE DE ALEJANDRIA Pedagogo,3).


4387 (Los paganos) para ocultar la fornicación, usan medicinas mortales que acarrean la ruina total, tanto del feto como del amor. (CLEMENTE DE ALEJANDRIA, Pedagogo,2).


4388 Habita el alma en el cuerpo, pero no procede del cuerpo; así los cristianos viven en el mundo, pero no son del mundo [. . . ]. La carne aborrece y combate al alma, sin haber recibido agravio alguno de ella, porque no le permite gozar a su antojo de los placeres; a los cristianos les aborrece el mundo, sin haber recibido ofensa de ellos, porque renuncian a los placeres. El alma ama la carne y a los miembros que la aborrecen, y los cristianos aman también a quienes los odian. (Carta a Diogneto,5).


4389 Se casan como todos; como todos engendran hijos, pero no abandonan a los que les nacen. . . Están en la carne, pero no viven según la carne. Pasan el tiempo en la tierra, pero tienen su ciudadania en el cielo. Obedecen a las leyes establecidas, pero con su vida sobrepasan las leyes [. . . ]. Para decirlo brevemente, lo que el alma es en el cuerpo, eso son los cristianos en el mundo. (Carta a Diogneto,5).


4390 Más vale callar y ser, que hablar y no ser. Bien está enseñar, a condición de que quien enseñe haga. Un Maestro hay que dijo y fue. Mas también lo que, callando, hizo, son obras dignas de su Padre. El que de verdad posee la palabra de Jesús puede también escuchar su silencio, para ser perfecto. De esta manera, según lo que habla, obra; y es conocido por lo que calla. (S. IGNACIO DE ANTIOQUIA, Carta a los Efesios,15).


4391 Los cristianos no se distinguen de los demás hombres ni por su tierra, ni por su habla, ni por sus costumbres: porque no habitan ciudades exclusivas suyas, ni hablan una lengua extraña, ni llevan un género de vida distinto de los demás. Verdaderamente esta doctrina no ha sido inventada por ellos gracias al talento y a la especulación de hombres curiosos; no profesan, como otros hacen, una enseñanza humana. Habitando ciudades griegas o bárbaras, según la suerte que a cada uno le cupo, y adaptándose en vestido, comida y demás género de vida a los usos o costumbres del país, dan muestra de un tenor peculiar de conducta que es admirable y, según confesión de todos, sorprendente. (Carta a Diogneto,5).


4392 En cuanto a tributos y contribuciones, nosotros procuramos pagarlos antes que nadie a quienes vosotros tenéis para ello ordenados por todas partes, tal como fuimos por El enseñados. Porque por aquel tiempo se le acercaron algunos a preguntarle si había que pagar tributo al César. Y El respondió: Decidme, ¿qué efigie lleva la moneda? Ellos le dijeron: La del César. Y El les volvió a responder: Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios (Mt 22,17).

De ahi que sólo a Dios adoramos; pero, en todo lo demás, os servimos a vosotros con gusto, confesando que sois emperadores y gobernantes de los hombres y rogando que,junto con el poder imperial, se halle que también tengáis prudente razonamiento. (S. JUSTINO, Apologia 1,17)

Universalidad. Fuerza expansiva del cristianismo


4393 Asi como muchas veces basta una sola mala conversación para perder a una persona, no es raro tampoco que una conversación buena la convierta o le haga evitar el pecado. ¡Cuántas veces, después de haber conversado con alguien que nos habló del buen Dios, nos hemos sentido vivamente inclinados a El y hemos propuesto portarnos mejor en adelante!. . . Esto es lo que multiplicaba tanto el número de los santos en los primeros tiempos de la Iglesia: en sus conversaciones no se ocupaban de otra cosa que de Dios. Con ello los cristianos se animaban unos a otros y conservaban el gusto y la inclinación hacia las cosas de Dios. (SANTO CuRA DE ARS, Sermón sobre el precepto 1. ° del decálogo).


4394 Somos de ayer y ya hemos llenado el orbe y todas vuestras cosas: las ciudades, las islas, los poblados, las villas, las aldeas, el ejército, el palácio, el senado, el foro. A vosotros sólo hemos dejado los templos. (TERTULIANO, Apologético,37).


4395 Gritáis que ya está cercada Roma, viendo que no hay campo, ni isla, ni poblado que no esté lleno de cristianos; os apesadumbráis, como de un gran mal, de que se pasen al cristianismo personas de todo sexo, edad y condición, también de la nobleza. (TERTULIANO. Apologético,1).


4396 No hay raza alguna del hombre, llámese bárbaros o griegos, o con otros nombres cualesquiera, ora habiten en casas o se llamen nómadas sin viviendas o moren en tiendas de pastores, entre los que no se ofrezca por el nombre de Jesús crucificado oraciones y acciones de gracias al Padre y Hacedor de todas las cosas. (JUSTINO, Diálogo con Trifón,117).


4397 Los cristianos, constantemente mortificados, se multiplican más y más. Tan importante es el puesto que Dios les ha asignado que no les es licito desertar. (Carta a Diogneto,5).


4398 Nos hacemos más numerosos cada vez que nos cosecháis: es semilla la sangre de los cristianos. (TERTULIANO, Apologético,50).


4399 Todo esto, carisimos, os lo escribimos no sólo para amonestaros a vosotros, sino también para recordárnoslo a nosotros mismos, porque hemos bajado a la misma arena y tenemos delante el mismo combate. (S. CLEMENTE, Epistola a los Corintios,7).


4400 Nada pudo contener o menguar su empuje: ni la cólera del pueblo, ni la violencia de los tiranos, ni el ataque de los demonios, ni los asesinatos cotidianos. Como un rio impetuoso pasaron por encima de todo lo que estaba delante de ellos. (S. JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Juan,51).


4401 Nosotros admitimos a todos los que quieren oirnos, aunque sean viejecitas o muchachos; toda edad es honrada por nosotros. (TACIANO Discurso 32).

PROVIDENCIA

Citas de la Sagrada Escritura

Se extiende poderosa su mano del uno al otro extremo, y lo gobierna todo con suavidad. Sap 8,

Por eso os digo: no andéis preocupados por vuestra vida: qué vais a comer; O por vuestro cuerpo: con qué os vais a vestir, En efecto, la vida vale más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido. Fijaos en los cuervos: no siembran ni siegan, no tienen despensa y granero, pero Dios los alimenta. Cuánto mas valéis vosotros que las aves! ¿Quién de vosotros, por más que cavile, puede añadir un codo a su estatura? Si no podéis hacer ni lo mas pequeño, ¿por qué os preocupáis por las demás cosas? Contemplad los lirios! cómo crecen, no se fatigan ni hilan, pero YO Os digo que ni Salomón en toda su gloria pudo vestirse como uno de ellos. Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es v mañana se echa al horno, ¡cuánto más a vosotros, hombres de poca re! Así, vosotros no andéis buscando qué comer o que beber, y no estéis inquietos.

Por todas esas cosas se afanan los paganos. Bien sabe vuestro Padre que necesitáis de ellas. Buscad más bien el Reino de Dios y su justicia, y esas cosas se os darán por añadidura. Lc 12,22-31.

Echad sobre El todos vuestros cuidados, puesto que cuida de vosotros. 1P 5,7.

Echa sobre Yavé el cuidado de ti, y El te sostendrá, pues no permitirá jamás que el justo vacile. Sg 54,23.

Dios sabe la necesidad que tenemos de las cosas; busquemos el reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas senos darán: Mt 6 Mt 32-33 Lc 12,31.

Dios, que provee de simiente al sembrador. os dará también pan que comer y multiplicará vuestra sementera. .

Dios dice: No te desampararé ni te abandonaré, Podemos animosamente decir: El Señor es quien me ayuda, no temeré cosa alguna que hagan contra mi los hombres, He 13,5-6.

Pero tú, Señor de la fuerza, juzgas con benignidad, y con mucha indulgencia nos gobiernas. pues tienes el poder en la mano. Sg 2,13-18.

cuando os entreguen, no os preocupe como o qué hablaréis, porque seos dará en aquella hora lo que debéis decir.

El ha hecho al pequeño y al grande y cuida igualmente de todos. Sg 6,8.

Todo lo dispusiste con medida numero y peso Sg 2,21.

Uno se dispone a navegar, se dispone a atravesar por las furiosas ondas e invoca a un leño mas frágil que la nave que le lleva. Pues esta fue inventada por la codicia del lucro y fabricada con sabiduría por un artífice. Pero tu providencia Padre la gobierna porque tu preparaste un camino en el mar, y en las ondas senda segura Sg 14,1-3.

Eles quien da a todos la' vida, el aliento v todas las cosas. Ac 7,25.

Gobierno y conservación de todas las cosas por Dios


4402 Providencia es, también la voluntad de Dios que imprime a cada cosa a dirección que le corresponde Y si la providencia divina es voluntad todo lo que sucede providencialmente ha de ser en extremo excelente, y digno de Dios, y tiene que suceder del mejor modo posible (San Juan Damasceno, Sobre la fe ortodoxa 2)


4403 A todas las cosas ya través de ellas, a cada una en particular y a todas en general, es El quien les otorga y conserva la

vida. (S. ATANASIO. Disertación contra los gentiles).


4404 La Providencia no es otra cosa que el acto por el que Dios quiere proporcionar a los hombres los recursos necesarios y útiles para conseguir su ñn. (S. FRANCISCO DE SALES. Trat del amor a Dios, II,3).


4405 Así como el músico, con la lira bien templada, ejecuta una armonía, combinando con los recursos del arte los sonidos graves con los agudos y los intermedios, así también la sabiduría de Dios, teniendo en sus manos el universo como una lira, une ¡as cosas gobernándolas con su voluntad y beneplácito. (S. ATANASIO. Disertación contra los gentiles).


4406 En cuanto a ja ejecución de ese plan, Dios gobierna unas cosas mediante otras. (SANTO TOMÁS. Suma Teológica,1, q. 103, a. 6 e).


4407 Cuando un carpintero hace una silla y la deja, la silla continúa existiendo; ¿por qué? Porque el material del que está hecha conserva la forma que le ha dado. En otras palabras, cuando alguien que hace algo lo deja, se mantiene en la existencia gracias al material del que está hecho. Pero si Dios, habiéndonos hecho, nos abandonase, ¿podría mantenernos en la existencia el material del que estamos hechos, que es la nada?

Esta es la verdad acerca del Universo en su totalidad y en cada una de sus partes (incluidos nosotros). A menos que Dios no lo mantenga en la existencia momento a momento, dejarla de existir sin más. (F. J. SHEED, Teología para todos, p. 73).


4408 A la luz de las palabras de Dios,1qué pequeños resultan los designios humanos cuando intentan alterar lo que Nuestro Señor ha establecido! (J, Escrivá de Balaguer. Hom. El fin sobrenatural de la Iglesia, l c. ).


4409 La Providencia todo lo abarca, reina sobre todo y todo lo encamina a su gloria. Hay sin duda casos Fortuitos y accidentes inesperados; pero sólo respecto de nosotros, pues están presentes, y muy presentes, ante la Providencia divina, que los prevé y ordena al bien común del Universo, (S. FRANCISCO DE SALES Trat. del amor a Dios, TI,3).

Para los que aman a Dios, todo es para su bien


4410 Dios endereza absolutamente todas las cosas para su provecho, de suerte que aun a los que se desvían y extralimitan, les hace progresar en la virtud, porque se vuelven más humildes y experimentados. (S. AGUSTIN, Sobre la conversión y la gracia,30).


4411 Debemos creer firmemente dos cosas. Ante todo, que nadie es tentado sin permisión de Dios. Luego, que todo cuanto nos viene departe de Dios y que al pronto nos parece próspero o adverso, nos es enviado por un padre lleno de ternura y por el más sabio de los médicos, con miras a nuestro propio bien. (CASIANO, Colaciones,7).


4412 El sabe ciertamente que con frecuencia nuestros sufrimientos son un instrumento de salvación. S. GREGORIO NAC, Disertación 7).


4413 Fulano cometió y se hizo deudor de muchas maldades; Mengano cometió pocas, por la asistencia de Dios. Al mismo que aquél atribuye el perdón de lo cometido, atribuye éste lo que no cometió. Tú no fuiste adúltero en aquella tu vida pasada, llena de ignorancia, ajeno a la iluminación bautismal, sin distinguir el bien y el mal, sin creer todavía en Aquel Que te iba a la mano sin tú saberlo. Esto es lo que te dice el Señor: <(Te gobernaba para mi, te guardaba para mi. Te faltó un mal consejero para que no fueras adúltero; yo hice que te faltara. Te faltó lugar y tiempo; yo hice que no los tuvieras. No te faltó un mal consejero, ni el lugar ni la ocasión, para que tú no consintieras; yo atemoricé tu conciencia". Reconoce, pues, la gracia de Aquel a quien debes la preservación de los pecados no cometidos. (S. AGUSTIN, Sermón 99).

Confianza en la divina Providencia


4414 Les ocurre lo que al que no sabe medicina y ve al médico recetar a un enfermo agua y a otro vino, según sus conocimientos le sugieren; al no saber medicina, pensará que hace al azar lo que dispone con conocimiento de causa, dando vino al segundo y agua al primero.

As pasa con respecto a Dios. El, con conocimiento de causa y según su providencia, dispone las cosas que necesitan los hombres: aflige a algunos que son buenos, y deja vivir en prosperidad a otros que son malos. (SANTO TOMÁS

Sobre el Credo,1, l. c. , p. 35).


4415 La historia no está sometida a fuerzas ciegas ni es el resultado del acaso, sino que es la manifestación de las misericordias de Dios Padre. Los pensamientos de Dios están por encima de nuestros pensamientos, dice la Escritura (cfr. 15 55,8; Ron; 1,33); por eso, confiar en el Señor quiere decir tener fe a pesar de los pesares, yendo más allá de las apariencias. La caridad de Dios que nos ama eternamente está detrás de cada acontecimiento, aunque de una manera a veces oculta para nosotros.

Cuando el cristiano vive de fe -con una fe que no sea mera palabra, sino realidad de oración personal-, la seguridad del amor divino se manifiesta en alegría, en libertad interior. Esos nudos que atenazan aveces el corazón, esos pesos que aplastan el alma, se rompen y se disuelven. Si

Dios está por nosotros, ¿quién contra nosotros? (1Co 8,31). Y la sonrisa viene en seguida a los labios. Un hijo de Dios, un cristiano que viva de fe, puede sufrir y llorar. puede tener motivos para dolerse; pero, para estar triste, no. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER Hom. Las riquezas de la fe).


4416 Por lo demás, conviene que creamos con una fe incondicional que nada acontece en el mundo sin la intervención de Dios. Debemos reconocer, en efecto, que todo sucede o por su voluntad o por su permisión. El bien, por su voluntad y mediante su ayuda; el mal por su permisión. (CASIANO. Colaciones,3,20).


4417 Cualquier cosa que te suceda recíbela como un bien, consciente de que nada pasa sin que Dios lo haya dispuesto.

(Epístola de Bernabé,19).


4418 Si viviéramos más confiados en la Providencia divina, seguros con fe recia!- de esta protección diaria que nunca nos falta, cuántas preocupaciones o inquietudes nos ahorraríamos. Desaparecerían tantos desasosiegos que, con frase de Jesús, son propios de los paganos, de los hombres mundanos (Le 12,30), de las personas Que carecen de sentido sobrenatural. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Amigos de Dios,1)


4419 Ahora nos mueve a una confianza firme e inquebrantable con el ejemplo de as aves, diciendo: mirad los cuervos, que no siembran ni siegan (esto es, para tener que comer), los cuales no tienen despensa ni granero (esto es, para conservar), y Dios las alimenta. Pues, ¡cuánto más no valéis vosotros que ellos!. . . (S. CIRILO en Catena Aurea, vol, VI, p. 88)


4420 Confiad a lo más secreto de la Providencia divina las molestias que encontréis y creed firmemente que Dios os conducirá con dulzura, por lo que hace a vuestra vida y a vuestros asuntos.

Los pastores de Arabia, cuando ven que relampaguea y truena y el espacio se carga de rayos, se retiran con sus rebaños bajo los copudos laureles. Cuando las persecuciones o contrariedades amenacen, retirémonos con todos nuestros afectos al amparo de la cruz. (S. FRANCISCO DE SALES. Epistolario, fragm. 72, I. c. , p. 706).

PRUDENCIA

Citas de la sagrada Escritura

Donde no hay gobierno el pueblo va a la ruina, en la abundancia del consejo está la salvación. .

Con la sabiduría se edifica la casa y con la prudencia se afirma. Pr 24,3.

Hace más el sabio que el valiente, el hombre de ciencia más que el fuerte. .

Mejor adquirir sabiduría; no la olvides, no te apartes de los dichos de mi boca. .

Fuente de vida es la cordura para quien la tiene, y es castigo leí necio la necedad. Pr 16,22.

Pues la prudencia vale más que las perlas, y cuanto hay de codiciable no puede comparársele. .

El corazón de sabio hace prudente su boca, y sobre sus labios crece la persuasión. Pr 16 Pr 23.

Objeto y fin de la prudencia

El fin de todas las cosas se va acercando; por tanto, sed prudentes y velad en oración. 1P 4,7.

Los hijos de este siglo son en sus negocios más prudentes que los hijos de la luz. Lc 16,8.

Por las riquezas de su gracia, que con abundancia ha derramado sobre nosotros, nos ha colmado de toda sabiduria y prudencia. Ep 1,

7-8.

No queráis juzgar por las apariencias, sino juzgad por un juicio recto. Jn 7,24.

Si nos juzgáramos rectamente, no seríamos juzgados. 1Co 11,31.

Mirad, hermanos, que andéis con gran circunspección: no como necios, sino como prudentes; recobrando el tiempo, porque los días son malos. Ep 5,15-16.

Mientras tenemos tiempo obremos bien. Gil 6,10; porque la escena de este mundo pasa. 1Co 7,31.

La prudencia de la carne es muerte, mientras que la prudencia del espíritu es vida y paz. Rm 8,6.

Así está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé la prudencia de los prudentes. 1Co 1,19.

Os envío como ovejas en medio de los lobos; sed, pues, prudentes como serpientes y sencillos corno palomas. Jc 10,16.

Traza el corazón del hombre sus caminos, pero es Yavé quien dirige sus pasos. Pr 16,9.


4421 Entre los pecados, ni uno solo hay que no conspire contra esta virtud. La injusticia, la cobardía y la intemperancia se oponen primero, en electo, a las virtudes de justicia, fortaleza y templanza; pero, en definitiva, a través de ellas se oponen a la prudencia. Todo pecador es imprudente.

La prudencia es, por tanto, causa, raíz, "madre", medida9 ejemplo, guía y razón formal de las virtudes morales; en todas esas virtudes influye, sin excepción, suministrando a cada una el complemento que le permite el logro de su propia esencia; y todas participan de ella, alcanzando, merced a tal participación, el rango de virtud (J. Pieper, Las virtudes fundamentales, p. 39).


4422 La prudencia constituye la llave para la realización de la fundamental tarea que cada uno de nosotros ha recibido de Dios. (JUAN PABLO II, Sobre la prudencia,25-X-78).


4423 Las acciones particulares, cuya dirección compete a la prudencia, distan mucho de ser inmediatamente inteligibles. Y tanto mas cuanto más inciertas e indeterminadas son la prudencia necesita del buen razonamiento del hombre para poder aplicar rectamente los principios universales a los casos particulares, que son variados e inciertos. (SANTO TOMAS Suma Teológica,2-2, q. 49, a. 6)


4424 El primer paso de la prudencia es el reconocimiento de la propia limitación: la virtud de la humildad. Admitir, en determinadas cuestiones, que no llegamos a todo, que no podemos abarcar, en tantos casos, circunstancias que es preciso no perder de vista a la hora de enjuiciar. Por eso acudimos a un consejero; pero no a uno cualquiera, sino a uno capacitado y animado por nuestros mismos deseos sinceros de amar a Dios, de seguirle fielmente. No basta solicitar un parecer; hemos de dirigirnos a quien pueda dárnoslo desinteresado y recto.

Después es necesario juzgar, porque la prudencia exige ordinariamente una determinación pronta, oportuna. Si a veces es prudente retrasar la decisión hasta que se completen todos los elementos de juicio, en otras ocasiones seria gran imprudencia no comenzar a poner por obra, cuanto antes, lo que vemos que se debe hacer; especialmente cuando está en juego el bien de los demás. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER Amigos de Dios,86).


4425 (A ella se opone la negligencia, o falta de solicitud debida, que procede de cierta desidia de la voluntad), lo cual impide que el entendimiento sca impulsado y movido a imperar lo que debe o en la forma que debe. (SANTO TOMAS, Suma Teológica,2-2, q. 54, a. 3).


4426 La prudencia es, en palabras de Paul Claudel (Cinq Grandes Odes), la "inteligente proa" de nuestra esencia, que en medio de la multiplicidad de lo finito, pone rumbo a la perfección (J. PIEPER, Las virtudes fundamentales. , p 57).


4427 Esta virtud cordial es indispensable en el cristiano; pero las últimas metas de la prudencia no son la concordia social o la tranquilidad de no provocar fricciones. El motivo fundamental es el cumplimiento de la Voluntad de Dios, que nos quiere sencillos, pero no pueriles; amigos de la verdad, pero nunca aturdidos o ligeros. El corazón prudente poseerá la ciencia (Pr 18, ¡5); y esa ciencia es la del amor de Dios, el saber definitivo, el que puede salvarnos [. . . ]. (J. ESCRIVÁ DL RLAGLER, Amigos de Dios,88).


4428 Veamos cuál es la prudencia que exige el Señor. Como serpientes -dice-. Así como a la serpiente no le importa perderlo todo, aunque sea seccionando su cuerpo, con tal de conservar la cabeza, así también tú -dice- debes estar dispuesto a perderlo todo, tu dinero, tu cuerpo y aun la misma vida, con tal que conserves la fe. La fe es la cabeza y la raíz; si la conservas, aunque pierdas todo lo demás, lo recuperarás luego con creces. (S. JUAN CRISOSTOMO. Hom. sobre s. Mareo,33)


4429 ¿Soy prudente? ¿Vivo consecuente y responsablemente? El programa que realizo, ¿sirve para el bien verdadero? ¿Sirve para la salvación que quiere para nosotros Cristo y la Iglesia? Si hoy me escucha un estudiante o una estudiante, un hijo o una hija, contemple, bajo esta luz, sus propias tareas de la escuela, las lecturas, los intereses, los pasatiempos, el ambiente de los amigos y amigas. Si me escucha un padre o una madre de familia, piense un poco en sus compromisos conyugales y de padre. Si me escucha un ministro o un hombre de Estado, mire el abanico de sus deberes y de sus responsabilidades. ¿Busca él el verdadero bien de la sociedad, de la nación, de la humanidad? ¿O sólo intereses particulares o parciales? Si me escucha un periodista, un publicista, un hombre que ejerce influencia sobre la opinión pública, reflexione sobre el valor y sobre el fin de esta influencia. (JUAN PABlO II, Sobre la prudencia,25-X-1978).

Contar con el juicio de los demás. Petición de consejo


4430 El tratar de lo particular y contingente exige, para conocer algo con certeza, tener en cuenta muchas condiciones y circunstancias, difícilmente observables por uno solo, que pueden en cambio ser percibidas con más seguridad por varios. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 47, a. 15).


4431 Incluso es una nota de excelencia contar con otras personas que puedan ayudarnos. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica, q. 129, a. 9).


4432 Mas adonde hay necesidad, puédense mal tomar los consejos si no dan remedio. (SANTA TERESA Fundaciones,19,8).


4433 En lo que atañe a la prudencia, nadie hay que se baste siempre a si mismo, es necesario contar con la ayuda de otras personas antes de tomar nuestras decisiones personales. (SANTO TOMÁS. . Suma Teológica,2-2, q. 49, a. 3).


4434 El hombre necesita aconsejarse cuando está atribulado, como precisa el enfermo la orientación de los médicos. Por consiguiente, estando enfermos todos por el pecado, hemos de pedir consejo para curarnos. (SANTO TOMAS> Sobre el Padrenuestro, l. c. ,153)

Vigilancia diligente


4435 La prudencia está en guardia y en vigilancia diligente, no sea que, insinuándose poco a poco una mala inclinación, nos engañemos y caigamos. (S. ACLSTIN, Sobre el Sermón de la 2\4ontaña. 24. >


4436 Asi que aunque más gustos y prendas de amor el Señor os dé, nunca andéis tan seguras que dejéis de temer -que podéis tornar a caer- y guardaos de las ocasiones. (SANTA TURÍSA> Camino de perfección,39,6).


4437 Asi como es propio de la previsión descubrir lo que es de suyo conveniente para cl fin, la circunspección considera si ello es conveniente a ese fin, dadas las actuales circunstancias. (SANTO TOMAS> Suma Teológica,2-2, q. 49, a. 8).

Manifestaciones de esta virtud


4438 Por la prudencia el hombre es audaz, sin insensatez; no excusa, por ocultas razones de comodidad, el esfuerzo necesario para vivir plenamente según los designios de Dios. La templanza del prudente no es insensibilidad ni misantropia; su justicia no es dureza; su paciencia no es servilismo. (J. ESCRiVÁ [)L BALAGLER. Amigas de Dios,87).


4439 De nada vale que el carro sea sólido y la cuadriga bien adiestrada si el cochero o auriga va loco. ¿De qué vale una nave muy bien construida si cl piloto va borracho? (S. GREGORIO DE NISA> Sobre los que han de ser amados, discurso 1).


4440 [. . . ]. Una manifestación clara de prudencia consistirá en

poner el remedio oportuno, a fondo, con caridad y con fortaleza, con sinceridad. No caben las inhibiciones. Es equivocado pensar que con omisiones o con retrasos se resuelven los problemas. La prudencia exige que, siempre que la situación lo requiere emplee la medicina, totalmente y sin paliativos [. . . ]. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER Amigos de Dios,157).


4441 No es prudente cl que no se equivoca nunca, sino el que sabe rectificar sus errores. Es prudente porque prefiere no acertar veinte veces, antes que dejarse llevar de un cómodo abstencionismo. No obra con alocada precipitación o con absurda temeridad, pero se asume el riesgo de sus decisiones, y no renuncia a conseguir el bien por miedo a no acertar. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,88).

Prudencia en las lecturas y al exponer o recibir la doctrina


4442 Es buena garantía de salvación saber de quién se ha de huir. (Se refiere a los falsos doctores, que enseñan su propia doctrina y no la de Cristo). (S. JUAN CRISÓSTOMO. en Catena Aurea, vol. 1, PP. 440-441).


4443 Guardaos de los falsos profetas que vienen a vosotros disfrazados con piel de oveja. . . Ninguna cosa hace tan o daño al bien como la ficción: las Ovejas son los cristianos y la piel de oveja es una especie de cristiandad y de religión fingida. (S. JUAN CRISOSTOMO, en Carena Aurea, vol. 1P 441).


4444 Debéis, pues, vosotros seguir al detalle el ejemplo de las abejas. Porque éstas no se paran en cualquier flor ni se esfuerzan por llevarse todo de las flores en las que posan su vuelo, sino que una vez que han tomado lo conveniente para su intento, lo demás lo dejan en paz.

También nosotros, si somos prudentes, extrayendo de estos autores lo que nos convenga y más se parezca a la verdad, dejaremos lo restante, de la misma manera que al coger la flor del rosal esquivamos las espinas, as al pretender sacar el mayor fruto posible de tales escritos, tendremos cuidado con lo que pueda perjudicar los intereses del alma. (S. BASILIO, Discurso a los jóvenes).


4445 Debemos precavernos no sea que, tendiendo a la sabiduría, que sólo puede hallarse en Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia> seamos engañados, con cl nombre mismo de Cristo, por los herejes o por quienes entienden mal la verdad, y por los amadores de este mundo. (S. AGUSTIN, Sobre el Sermón de la Montaña,2).


4446 En la selección de las publicaciones destinadas a la venta os guien, pues, las sanas máximas que os son muy conocidas, anticipando de este modo con un autoexamen, digno de personas respetuosas de la verdad y de la honestidad [. . . ]. Asi, además, vosotros mismos atendéis directamente a la venta, tanto más vuestra honorabilidad, vuestro sentido cívico, pero, sobre todo, la caridad hacia el prójimo, particularmente hacia la juventud, os hará rehuir toda difusión clandestina de publicaciones nocivas y corruptoras de las buenas costumbres. El pretexto de que otros lo hagan seria demásiado débil excusa para disculpar a quien se hiciese cómplice de tan gran mal. (Pío XII, Abc. 2-lo-1958).


4447 El escuchar las palabras de los perversos (se refiere a los libros de autores gentiles) es un camino para llegar a los hechos. Por eso, con todo cuidado debemos guardar nuestra alma, no sea que a través de un estilo o palabras agradables, sin sentirlo, admitamos algo peor, como los que toman veneno mezclado con miel. (S. BASILIO. Discurso a los jóvenes).


4448 No hemos de admitir y aceptar todo sin más ni más (de los libros o autores gentiles), sino lo que nos sea útil. Pues no podemos apartar lo dañoso tratándose de alimentos, y no tener cuenta alguna con las lecturas, que alimentan el alma, y lanzarse a cualquier cosa que se presente, como el torrente que arrastra consigo lo que encuentra. (S. BASILIO, Discurso a los jóvenes).


4449 No es fácil dar para todos una norma común, sino que 4449 cuando os relatan hazañas, proezas y dichos de los héroes, debéis esforzaros por aceptarlo con afecto y tratar de imitarles e intentar con todo ahinco ser como ellos; pero cuando se trate de hombres perversos, entonces es necesario huir de imitarles, dejar su ejemplo, tapándonos los oídos con no menos precaución de la que dicen que tuvo Ulises al huir del canto de las sirenas. (S. BASILIO, Discurso

a los jóvenes).

Prudencia de quien es constituido "buen pastor"


4450 No sólo manda el Señor a sus discípulos que busquen para su hospedaje personas dignas, sino que les prohíbe andar de casa en casa: primero, para no ofender a quien los recibiera en la suya; y luego, porque no cobren fama de glotones y amigos de pasarlo bien [. . . . ¿Veis cómo de este modo atendió el Señor al prestigio de sus apóstolcs y cómo animó a quienes los recibieran? (S. jtjAN CRISÓsTOMO.

ibm. sobre S. Mareo,32).


4451 Para curar una herida, primero se limpia bien, también alrededor, desde bastante distancia. De sobra sabe el cirujano que duele; pero, si omite esa operación, más dolerá después. Además, se pone enseguida el desinfectante: escuece -pica, decimos en mi tierra-, mortifica, y no cabe otro remedio que usarlo, para que la haga no se infecte. Si para la salud corporal es obvio que se han de adoptar estas medidas, aunque sc trate de escoriaciones de poca categoria, en las cosas grandes de la salud del alma -en los puntos neurálgicos de la vida de un hombre-, ¡fijaos si habrá que lavar, si habrá que sajar, si habrá que pulir, si habrá que desinfectar, si habrá que sufrir! La prudencia nos exige intervenir de este modo y no rehuir el deber, porque soslayarlo demostraría una falta de consideración, e incluso un atentado grave contra la justicia y contra la fortaleza. (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,161.


4452 El pastor debe saber guardar silencio con discreción y hablar cuando es útil, de tal modo que nunca diga lo que se debe callar ni deje de decir aquello que hay que manifestar. (S. GRFGORIO MAGNO, Regla pastora¿,2>.


4453 [. . . ] la virtud de la prudencia resulta imprescindible a cualquiera que se halle en situación de dar criterio, de fortalecer, de corregir, de encender, de alentar. (J. ESCPIVÁ DE BALAGVFR, Amigos de Dios,155>.

La falsa prudencia


4454 El hombre prudente, que se afana por todo lo que es verdaderamente bueno, se esfuerza por medir todo asunto, toda situación su obrar todo, según el metro del bien moral. Pues no es prudente, como se pretende con frecuencia, el que sabe situarse en la vida y sacar de ella el mayor provecho, sino el que sabe construir su vida según la voz de la recta conciencia y según las exigencias de la justa moral.

(JUAN PABLO II, Sobre la prudencia,25-X-l 978).


4455 No me gusta tanto eufemismo: a la cobardia la llamáis prudencia. -Y vuestra "prudencia" es ocasión de que los enemigos de Dios, vacio de ideas el cerebro, se den tono de sabios y escalen puestos que nunca debieran escalar. (J. ESCRIVA DE BALAGUER, Camino, n. 35).

Prudencia para no alabar lo que puede causar daño en las almas


4456 No alabaremos a los poetas cuando insultan y escarnecen, ni cuando relatan escenas de amores lujuriosos y de embriagueces, ni cuando fijan la felicidad en una mesa bien surtida con canciones disolutas. (S. BASII. IO, Discurso a ¿os jóvenes)


4457 Servir de altavoz al enemigo es una idiotez soberana; y, SL el enemigo es enemigo de Dios, es un gran pecado.

-Por eso, en el terreno profesional, nunca alabare la ciencia de quien se sirve de ella como cátedra para atacar a la Iglesia. (3. ESCRIVÁ DE BALAGUER. Camino, n. 836).


Fdez-Carvajal: Antologia - PRIMEROS CRISTIANOS