Fdez-Carvajal: Antologia - VERACIDAD

VERACIDAD

Citas de la Sagrada Escritura

Sea tu sí, sí, tu no, no. Mt 5,37.

Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Jn 14,6.

Cuando viniere Aquél, el Espíritu de verdad, os guiará hacia la verdad completa. Jn 14,13.

Si permanecéis en mi palabra, seréis en verdad discípulos míos y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Jn 8,31-32.

Abrazados a la verdad, en todo ctezcamos en la caridad. Ep 4,15.

El demonio es el padre de la mentira: Jn 8,42.

El cristiano no debe mentir: Ep 4,25 Ap 14,5.

Es una infamia en el hombre la mentira [. . . ]. Si 20,26.

Los cobardes, los infieles, los abominables, los homicidas, los fornicarios, los hechiceros, los idólatras y todos los embusteros tendrán su parte en el estanque que arde con fuego y azufre, que es la segunda muerte. Ap 21,8.

Seis cosas aborrece Yavé, y aun siete abomína su alma. Ojos altaneros, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente. Corazón que trama iniquidades, pies que corren presurosos al mal. Testigos falsos, que difunden calumnias y encienden rencores entre hermanos. Pr 6,16-19.

Guardaos, pues, de murmuraciones inútiles, preservaos de la lengua mal hablada, porque la palabra más secreta no quedará impune, y la boca embustera da muerte al alma. Sg 1,11.

Los labios mentirosos los aborrece Yavé, se agrada de los que proceden sinceramente. Pr 12,22.

Es preferible el ladrón al mentiroso, uno y otro tendrán por heredad la perdíción. Si 20,27.

Guárdate de mentir y de añadir mentiras a mentiras, que eso no acaba en bien. Si 7,14.

Por lo cual, dejando de lado a la mentira, hable cada uno verazmente con su prójimo, pues que todos somos miembros unos de otros. Ep 4,25.

No hay para qué gloriaros, ni levantar mentiras contra verdad:

que esa sabiduría no es la que desciende de arriba, sino más bien una sabiduría terrena, animal y diabólica. Jc 3,14-15.

Ellos (los gentiles) habían colocado la mentira en el lugar de la verdad 1. . . ] Rm 1,25.

Fuera perros, hechiceros, fornícanos, homicidas, idólatras y todos los que aman y practican la mentira. Ap 22,15.

Nuestro Señor es la misma verdad; el Verbo de Dios que podemos conocer y en quien debernos vivir. 1Jn 5,7.

Por lo tanto, es inútil buscar la verdad fuera de El: toda la sabiduría está contenida en Jesús. Col 2,3.

Amor a la verdad


5286 En sentido amplio, consiste la veracidad en el amor a la verdad. Más concretamente, designa la verdad en las palabras, la conformidad de éstas (o gestos equivalentes) con el pensamiento, con la convicción interior (cfr. Suma Teológica,2-2, q. 109, a. 1).


5287 No tengas miedo a la verdad, aunque la verdad te acarree la muerte (J. ESCRIVÄ DE BALAGLER, Camino, n. 34).


5288 Quien no ama la verdad, todavía no conoce (SAN GRECORIO MAGNO, Hom. 14 sobre los Evang. ).


5289 ¡Oh Verdad!, tú presides en todas partes a todos los que te consultan y a un tiempo les respondes a todos, aunque sean cosas diversas. Claramente tú respondes, pero no todos oyen claramente. Todos te consultan sobre lo que quieren. Optimo ministro tuyo es el que atiende tanto a oir de ti lo que él quisiera, cuanto a querer aquello que de ti oyere (SAN AGUSI¡N, Confesiones,10).


5290 (La mentira) asemeja al hombre al diablo (SANTO TOMAs, Sobre los mandamientos, l. c. , p. 280).


5291 La transigencia es señal cierta de no tener la verdad. Cuando un hombre transige en cosas de ideal, de honra

o de Fe, ese hombre es un. . . hombre sin ideal, sin honra, y sin Fe (J. ESCRivA DE BALAGUER, Camino, n. 394).


5292 Los hombres pasan, la verdad del Señor permanece para siempre (Imitación de Cristo,1,5,2).


5293 No poseemos plenamente una verdad sí no la enseñamos a otros, si no los hacemos partícipes de nuestra contemplación; no amamos verdaderamente una virtud si no deseamos ver cómo la aman los demás; no amamos sinceramente a Dios si no deseamos hacer que los demás le amen. (GARRIGOL-LAGRANGE R. Las conversiones del alma, p 19).

La veracidad y las demás virtudes


5294 Por ser animal sociable, el hombre debe a los demás cuanto sea necesario para la conservación de la sociedad. Ahora bien, no sería posible la convivencia entre los hombres si no se fiaran entre si, convencidos de que se dicen mutuamente la verdad (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 109, a. 3).


5295 La verdad huye del entendimiento que no encuentra humilde (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 18 sobre los Evang. ).


5296 Es cierto que la verdad huye siempre de las mentes que no son humildes (SAN AGLSTIN, Sermón sobre humildad y temor de Dios).


5297 La mentira hace imposible la vida social (SANTO ToMÁS, Sobre los mandamientos,1. c. , p. 281).


5298 Se oponen entre sí la vanidad y la verdad (SAN AGUSTíN, Sermón 12).


5299 No podemos admitir el miedo a la ciencia, porque cualquier labor, si es verdaderamente científica, tiende a la verdad. Y Cristo dijo: Ego sum ventas (Jn 14,6). Yo soy la verdad (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,10).

Rectificar cuando sea necesario


5300 Acostúmbrate a no mentir jamás a sabiendas, ni por excusarte, ni de otro modo alguno, y para esto ten presente que Dios es el Dios de la verdad. Si acaso faltas a ella por equivocación, enmiéndalo al instante, si puedes, con alguna explicación o reparación; hazlo así, que una verdadera excusa tiene más gracia y fuerza para disculpar que la mentira (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, III,30).


5301 Existen muchas personas -cristianos y no cristianos- decididas a sacrificar su honra y su fama por la verdad, que no se agitan en un salto continuo para buscar el sol que más caliente. Son los mismos que, porque aman la sinceridad, saben rectificar cuando descubren que se han equivocado. No rectifica el que empieza mintiendo, el que ha convertido la verdad sólo en una palabra sonora para encubrir sus claudicaciones (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,82).

Alguna vez es licito ocultar la verdad, pero nunca es lícito mentir


5302 De que se pueda en ocasiones ocultar la verdad, no se debe concluir que sea lícito mentir (SAN AGUSTíN, en Catena Aurea, vol. 1P 425).


5303 Por dos causas debe ocultarse el conocimiento de alguna cosa a quienes la preguntan. A saber, cuando el que inquiere es incapaz de comprenderla, o cuando por odio o menosprecio se hace indigno de que se le explique (SAN BE DA, en Catena Aurea, vol. VI, p. 368).


5304 La mentira unas veces constituye pecado mortal; otras, venial. Es mortal mentir en asuntos de fe, cosa que puede ocurrir a predicadores y maestros ilustres; y entre todas las clases de mentiras es ésta la más grave: Habrá entre vosotros maestros mendaces, que introducirán sectas perniciosas (2P 2,1). Algunos lo hacen en ocasiones por aparentar sabiduría (SANTO TOMAS. Sobre los mandamientos, l. c. , p. 281).

La ignorancia y el error


5305 Perverso maestro es el diablo, que mezcla muchas veces lo falso con lo verdadero,para encubrir el engaño con apariencia de verdad. (SAN BEDA. en Catena Aurea, vol. IV, p. 76).


5306 Si me preguntáis por qué hay tan pocos cristianos que obren con la exclusiva intención de agradar a Dios, ved la razón de ello. Es porque la mayor parte de los cristianos se hallan sumidos en la más espantosa ignorancia, lo cual hace que todo su obrar sea meramente humano. De manera que, si comparaseis sus intenciones con las de los paganos, ninguna diferencia encontraríais. ¡Dios mio!, ¡cuántas buenas obras se pierden para el cielo! (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la virtud).


5307 Sólo como falsa ciencia puede ser calificada la doctrina de los herejes, los cuales enmascaran su propia ignorancia llamándola ciencia, del tiempo revuelto dicen que está sereno y a las tinieblas las llaman luz (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 21).


5308 Cuando se estudia mucho, se conoce a Dios: frecuentemente, la ignorancia es hija de la pereza (SAN JUAN CRISÓS-TOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 78).


5309 La antorcha encendida significa que no debemos permitir que nadie viva en las tinieblas de la ignorancia (SAN CIRILO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 101).


5310 La mayoría de las falsedades contienen algo de verdad; por lo menos, aquellas falsedades que son perversiones de la verdad son las que tienen más éxito. Pero, aun sin falsedad, vosotros sabéis cuán extraña puede aparecer la verdad a mentes no familiarizadas con ella (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón en la inaugurac. del Seminario 5. Bernardo,3-X- 1873).


5311 Conmueven a Jesús el hambre y el dolor, pero sobre todo le conmueve la ignorancia (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,109).


5312 No se lee en el Evangelio que Cristo dijese: "os envío el Espíritu Santo para que os instruya sobre el curso del sol y de la luna". Porque quería hacer cristianos, no matemáticos (SAN AGUSTÍN, Sermón 2).


5313 Muchas veces juzgamos las cosas conforme a nuestro deseo, y perdemos con frecuencia el verdadero juicio por amor propio (Imitación de Cristo,1,14,1).


5314 Si se da una razón contra la autoridad de las divinas Escrituras, por muy aguda que sea, engaña con semejanza de verdad, pues no puede ser verdadera (SAN A(;USTIN, Epístola 143, a Marceliano).


5315 La doctrina del Salvador es por si misma perfecta v de ninguna necesita pues es la virtud y sabiduría de Dios La filosofía griega al unirse a ella no hace mas poderosa la verdad; mas por hacer debiles los argumentos de los sofistas contra aquella y rechazar las engañosas asechanzas contra la misma fue llamada ajustado muro, cerca y valladar de la viña (CLEMENTE DE ALEJANDRIA Stromata 1)

VIDA SOBRENATURAL

Citas de la Sagrada Escritura

Respondió Jesús y le dijo:

Quien bebe de esta agua volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le diere no tendrá jamás sed; el agua que yo le de se liará en él una fuente que salte hasta la vida eterna. Jn 4,13-14.

Y ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mi. Y aunque al presente vivo en carne, vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mi. Ga 2,20.

Os digo, pues: Andad en espíritu y no deis satisfacción a la concupiscencia de la carne. Porque la carne tiene tendencias contrarias a las del espíritu, y el espíritu tendencias contrarias a las de la carne, pues uno y otra se oponen de manera que no hagáis lo que queréis. Ga 5,16-17

Y murió por todos para que los que viven no vivan ya para sí, sino para aquel que por ellos murió y resucitó. 2Co 5,15.

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no lleve fruto, lo cortará; y todo el que dé fruto, lo podará, para que dé más fruto. Jn 15,1-2.

Permaneced en mi y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto de si mismo si no permaneciere en la vid, tampoco vosotros si no permaneciereis en mí. Yo soy la vid. Vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto, porque sin mino podéis hacer nada. Jn 15,4-6.

Sí permanecéis en mi y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que quisiereis, y se os dará. En esto será glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así seréis discípulos míos. Jo 15,7-8.

Por sus frutos los conoceréis. ¿Por ventura se recogen racimos de los espinos o higos de los abrojos? Todo árbol bueno da buenos frutos, y todo árbol malo da frutos malos. No puede árbol bueno dar malos frutos, ni árbol malo frutos buenos. El árbol que no da buenos fruto0 es cortado y arrojado al fuego. Por los frutos, pues, los conocereis. Mt 7,16-20.

Aquel, pues, que escucha mis palabras y las pone por obra, será el varón prudente, que edífíca su casa sobre roca. Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y dieron sobre la casa; pero no cayó, porque estaba fundada sobre roca. Mt 7,24-25.

El que halla su vida, la perderá, y el que la perdiere por amor de mi, la hallará. Mt 10,39.

Vida sobrenatural y deseos de Dios: Buscar a Dios


5320¡Oh, Vida que la dais a todos!, no me neguéis a mi esta agua dulcísima que prometéis a los que la quieren. Yo la quiero, Señor, y la pido, y vengo a Vos; no os escondáis, Señor, de mi, pues sabéis mi necesidad y que es verdadera medicina del alma llagada por Vos. ¡Oh, Señor, qué de maneras de fuegos hay en esta vida! ¡Oh, con cuánta razón se ha de vivir con temor! Unos consumen el alma, otros la purifican, para que viva siempre gozando de Vos. ¡Oh, fuentes vivas de las llagas de mi Dios, cómo manaréis siempre con gran abundancia para nuestro mantenimiento y qué seguro irá por los peligros de esta miserable vida el que procurare sustentarse de este divino licor! (SANTA TERESA, Exclamaciones,9).

La vida sobrenatural está destinada a crecer


5316 Cuanto más conoce el alma a Dios, tanto más le crece el deseo de verlo y la pena de no verLo (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,6,2).


5317 Todo amor o sube o baja. Con el buen amor nos elevamos a Dios, con el malo nos hundimos en el precipicio (SAN AGUSTíN, Coment. sobre el Salmo 122).


5318 En la fragua suelen echar agua para que el fuego se encienda y avive más. Esto hace el Señor con algunas de estas almas que tienen estas calmas de amor. Les da algunas señales de su excelencia para enfervorizarías más y así ir preparándolas para los regalos que después les quiere hacer (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,11,1).


5319 Si dijeres basta, estás perdido. Ve siempre a más, camina siempre, progresa siempre. No permanezcas en el mismo sitio [. . . ] (SAN AULST]N, Sermón 169).

"Recomenzar" muchas veces Ver nn. 1999-2000; 3381-3384.


5321 Hay quien no es capaz ni siquiera de cambiarse de sitio por Dios.

Quisieran sentir gustos y consuelos de Dios sin hacer más esfuerzo que tragar lo que El les echa en la boca y gozar lo que les pone en el corazón sin mortificarse ellos en nada; sin dejar sus gustos, consuelos y veleidades.

Pero esperan en vano. Porque mientras ellos no salgan a buscar a Dios, por mucho que le llamen, no le encontrarán (SAN JUAN DE LA CRUZ, Cántico espiritual,3,2).


5322 Sin duda tenían fe los que dijeron: Señor auméntanos la fe. Y mientras se vive aquí, ésta es la canción de todos los

que avanzan (SAN AGUsTíN, Coment. sobre el Salmo 17).


5323 Se quedaron muy grabadas en mi cabeza de niño aquellas señales que, en las montañas de mi tierra, colocaban a los bordes de los caminos; me llamaron la atención unos palos altos, ordinariamente pintados de rojo. Me explicaron entonces que, cuando cae la nieve, y cubre senderos, sementeras y pastos, bosques, peñas y barrancos, esas estacas sobresalen como un punto de referencia seguro, para que todo el mundo sepa siempre por dónde va la ruta.

En la vida interior, sucede algo parecido (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,151).

Por eso, en los mmentos de nevada y de ventisca, unas 5324 prácticas piadosas sólidas -nada sentimentales-, bien arraigadas y ajustadas a las circunstancias propias de cada uno, serán como esos palos pintados de rojo, que continúan marcándonos el rumbo, hasta que el Señor decida que brille de nuevo el sol, se derritan los hielos, y el corazón vuelva a vibrar, encendido con un fuego que en realidad no estuvo apagado nunca: fue sólo rescoldo oculto por la ceniza de una temporada de prueba, o de menos empeño, o de escaso sacrificio (J. ESCRIVÁ DE BALACUER, Amigos de Dios,151).


5325 Está claro que es menester trabajar mucho, y gran ayuda es tener altos pensamientos para esforzarnos a que lo sean nuestras obras (SANTA TEREsA, Camino de perfección,4,

1).


5326 Según la capacidad que el vaso de la fe lleve a la fuente, así es su llenumbre (SAN AGUSTIN, Trat. Evang. S. Juan,17).


5327 Toda la vida del buen cristiano es un santo deseo. Lo que deseas no lo ves todavía, mas por tu deseo te haces capaz de ser saciado cuando llegue el momento de la visión. Supón que quieres llenar una bolsa, y que conoces la abundancia de lo que van a darte; entonces tenderás la bolsa, el saco, el odre o lo que sea; sabes cuán grande es lo que has de meter dentro y ves que la bolsa es estrecha, y por esto ensanchas la boca de la bolsa para aumentar su capacidad. Asi Dios, difiriendo su promesa, ensancha el deseo; con el deseo, ensancha el alma y, ensanchándola, la hace capaz de sus dones (SAN AGESTIN, Trat. sobre la 1a carta de S. Juan).


5328 ¡Oh, vida, vida! ¿cómo puedes sustentarte estando ausente de tu vida? (SANTA TERESA, Exclamaciones,1).


5329 Nos hiciste, Señor, para ti y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en ti (SAN AGESTIN, Confesiones

1,1).

Manifestaciones


5330 En la vida espiritual no hay una nueva época a la que llegar. Ya está todo dado en Cristo, que murió, y resucitó, y vive y permanece siempre. Pero hay que unirse a El por la fe, dejando que su vida se manifieste en nosotros, de manera que pueda decirse que cada cristiano es no ya alter Chrístus, sino ipse Christus, ¡el mismo Cristo! (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,104).


5331 El que quisiere ver cuánto ha aprovechado en este camino de Dios, mire cuánto crece cada día en humildad interior y exterior. ¿Cómo sufre las injusticias de los otros? ¿Cómo sabe dar pasada a las flaquezas ajenas? ¿Cómo acude a las necesidades de sus prójimos? ¿Cómo se compadece y no se indigna contra los defectos ajenos? ¿Cómo sabe esperar en Dios en el tiempo de la tribulación? ¿Cómo rige su lengua? ¿Cómo guarda su corazón? ¿Cómo trae domada su carne con todos sus apetitos y sentidos? ¿Cómo se sabe valer en las prosperidades y adversidades? ¿Cómo se repara y provee en todas las cosas con gravedad y discreción? Y, sobre todo esto, mire si está muerto el amor de la honra, y del regalo, y del mundo, y según lo que en esto hubiere aprovechado o desaprovechado, así se juzgue, y no según lo que siente o no siente de Dios (SAN PEDRO DE ALCÁNTARA, Tra(. de la oración y meditación, II,5).


5332 Es como si Dios penetrase cada vez más profundamente en nuestra voluntad. (SANTO TOMÁs. Suma Teológica,1-2, q. 2, a. 1 ad 3).


5333 Y así como hay cosas que ayudan a la devoción, así también hay cosas que la impiden, entre las cuales la primera son los pecados, no sólo los mortales sino también los veniales, porque éstos, aunque no quitan la caridad, quitan el fervor de la caridad, que es casi lo mismo que devoción; por donde es razón evitarlos con todo cuidado, ya que no fuese por el mal que nos hacen, a lo menos por el grande bien que nos impiden (SAN PEDRO ALCÁNTARA, Trat. de la oración y meditación, II,3).


5334 Tan sin peso es la carga de Cristo que, lejos de oprimir, alivia. No es al modo de las cargas que, por pesar poco, se dice no pesan nada; su peso tienen [. . . ]. No es así la carga de Cristo, antes conviene que la lleves para ser aliviado, y más agobiado te verás cuando la dejes en el suelo. Miradlo en las aves. El ave lleva la carga de sus alas; observad que las pliega para descender a tierra, para descansar [. . . ]

¿Piensas que está cargada? Quitale las alas, y caerá; cuando menos carga se le deje, menos volará. Te parecerá que es usar con ella de misericordia el quitarle ese peso de las alas; mas sí quieres hacerle favor, no se las quites, y si ya se las quitaste, deja que le vuelvan a crecer; así, creciendo en peso, alzará el vuelo sobre la tierra (SAN AGUSTíN, Sermón /1).


5335 Tú, al que llenas de ti, lo elevas; mas, como yo aún no me he llenado de ti, soy todavía para mi mismo una carga (SAN AGUSTíN. Confesiones,10).


5336 Ha de hacer cuenta el que comienza, que comienza a hacer un huerto en tierra muy infructuosa, que lleva muy malas hierbas, para que se deleite el Señor. Su Majestad arranca las malas hierbas, y ha de plantar las buenas. Pues hagamos cuenta de que está ya hecho esto cuando se determina a tener oración un alma, y lo ha comenzado a usar. Y, con ayuda de Dios, hemos de procurar, como buenos hortelanos, que crezcan estas plantas y tener cuidado de regarías, para que no se pierdan, sino que vengan a echar flores que den de sí gran olor, para dar recreación a este Señor nuestro, y así se venga a deleitar muchas veces a esta huerta y a holgarse entre estas virtudes (SANTA TERESA, Vida,11,2).


5337 Si me preguntáis qué es lo más esencial en la religión y en la disciplina de Jesucristo, os responderé: lo primero la humildad, lo segundo la humildad y lo tercero la humildad (SAN AGUSTíN, Epístola 118).


5338 Que nuestra vida tenga su centro en nuestro interior, donde Cristo habita (SAN BERNARDO, Sermón 5).


5339 Cada uno es lo que es su amor. . . ¿Amas la tierra? Te harás tierra. ¿Amas a Dios? Serás Dios (S\N A(USTIN, Trat. Evang. S. Juan,2).


5340 La fecunda vida cristiana reproduce de algún modo la "circulación" trinitaria: donde está una Persona están las otras dos. También el quehacer temporal, el apostólico, y el amor de Dios se reclaman mutuamente. Más aún: cuando esa nidad existe realmente, no se sabe con exactitud

dónde empiezan y terminan el trabajo, el apostolado y la oración; todo es a la vez oración, trabajo y apostolado (J. M. PEROSANz. El símbolo atanasiano, PP. 62-63).


5341 Distraerte. -¡Necesitas distraerte!. . . abriendo mucho tus ojos para que entren bien las imágenes de las cosas, o cerrándolos casi, por exigencia de tu miopía. . . ¡Ciérralos del todo!: ten vida interior, y verás, con color y relieve insospechados, las maravillas de un mundo mejor, de un mundo nuevo: y tratarás a Dios. . . , y conocerás tu miseria. . . , y te endiosarás. . . con un endiosamiento que, al acercarte a tu Padre, te hará más hermano de tus hermanos los hombres (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 283).

La vida sobrenatural del sacerdote


5342 Una contraposición entre el ministerio sacerdotal y la vida espiritual del sacerdote es falsa, y sólo puede proceder de no haber entendido rectamente una de las dos cosas, o las dos. Esa contraposición no se ha dado jamás en los sacerdotes santos, que han encontrado en el ejercicio del ministerio una exigencia de propia vida espiritual, y en esa vida espiritual un estimulo para el ministerio cultual y pastoral (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 120).

¿Ejerces la cura de almas? No por ello olvides la cura de ti 5343 mismo, ni te entregues tan pródigamente a los demás que no quede para ti nada de ti mismo; porque es necesario, ciertamente, que te acuerdes de las almas a cuyo frente estás, pero no de manera que te olvides de ti (SAN CARLOS BoRROMEO, Sermón con ocasión de su último sínodo).


5344 El ministerio rectamente ejercido -por ejemplo, la Misa bien celebrada, los Sacramentos bien administrados, la Palabra de Dios bien predicada, la caridad pastoral delicadamente vivida, etc. - fomenta la vida interior; y la vida interior bien encauzada dispone para el mejor ejercicio del ministerio; pero ni una ni otra cosa salen solas, las dos requieren atención, correspondencia a la gracia (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 121).


5345 Dice muy bien la Iglesia, refiriéndose a sus miembros enfermos: Me pusieron a guardar sus viñas; y n?i viña, la mía, no la supe guardar. Elegidos como guardas de las viñas, no custodiamos ni tan sólo nuestra propia viña, sino que, entregándonos a cosas ajenas a nuestro oficio, descuidamos los deberes de nuestro ministerio (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 17 sobre los Evang. )

La vida sobrenatural y los demás


5346 Sin una vida interior sólida, sin una auténtica unión con Jesucristo, sin piedad verdadera, no se puede ser apóstol. Para restaurar todas las cosas en Cristo por medio del apostolado es menester la gracia divina, y el apóstol no la recibe sí no está unido a Cristo. Todos los que participan del apostolado deben, por tanto, poseer la verdadera piedad (SAN Pío X, Carta,11-6-1909).


5347 Recibe de Cristo, para que puedas hablar a los demás. Acoge en ti el agua de Cristo [. . . ]. Llena, pues, de esta agua tu interior, para que la tierra de tu corazón quede humedecida y regada por sus propias fuentes (SAN ANIBROSIO, Carta 2).


5348 Donde está la caridad, ¿qué puede faltar? Y donde ella no está, ¿qué puede aprovechar? (SAN AGUSTíN, Trat. Evang.

S. Juan,3).


5349 Es preciso que seas "hombre de Dios", hombre de vida interior, hombre de oración y sacrificio. -Tu apostolado debe ser una superabundancia de tu vida "para adentro" (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER Camino, n. 961).


5350 Todo el que quiere vivir tiene de dónde vivir y de qué vivir. Que venga y crea. Que se incorpore para ser vivificado, que no le atemorice la unión con los demás miembros. Que no sea un miembro gangrenado que haya que amputar, ni torcido, del que haya que avergonzarse. Que sea un miembro robusto, adaptado, sano. Que se abrace firmemente al cuerpo (SAN AGUSTíN, Trat. Evang. S. Juan,26).


5351 (El Bautista) [. . . ] escuchaba en su interior la voz de la verdad para manifestar al exterior lo que oía (SAN GREGORIO M(N(), Hom. 20 sobre los Evang. ).


5352 Reina la concupiscencia carnal donde no hay caridad (SAN AGUSTíN, Enquiridio,117).


5353 No hay camino más sublime que el de la caridad, y por él sólo andan los humildes (SAN AGUSTíN, Co¡nent. sobre el

Sabno 141).


5354 Acá, estas dos cosas pide el Señor; amor a Su Majestad y al prójimo; es en lo que hemos de trabajar. Guardándolas con perfección, hacemos su voluntad, y así estaremos unidos con El [. . . ].

La señal más cierta que -a mi parecer- hay de si guardamos estas dos cosas, es guardando bien la del amor del prójimo; porque sí amamos a Dios no se puede saber (aunque hay indicios grandes para entender que le amamos), mas el amor del prójimo, sí. Y estad ciertas que mientras más en éste os viereis aprovechadas, más lo estáis en el amor de Dios; porque es tan grande el que Su Majestad nos tiene, que en pago del que tenemos al prójimo hará que crezca el que tenemos a Su Majestad por mil maneras; en esto yo no puedo dudar [. . . J creo yo que, según es malo nuestro natural, que si no es naciendo de raíz del amor de Dios, no llegaremos a tener con perfección el del prójimo. (SANTA TERESA Las Moradas,5,3).

VIGILANCIA

Citas de la Sagrada Escritura

Vela sobre ti, atiende a la enseñanza, insiste en ella. Haciendo así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchan. 1Tm 4,16.

Yo sé que después de mí partida vendrán a vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño, y que de entre vosotros mismos se levantarán hombres que enseñen doctrinas perversas para arrastrar a los discípulos en su seguimiento. Velad, pues, acordándoos de que por tres años, noche y día, no cesé de exhortaros a cada uno con lágrimas. Ac 20,29-31.

Yo duermo, pero mí corazón vela. Es la voz del amado que llama: ¡Abreme, hermana mía, amada mía, paloma mía, inmaculada mía!. Que está mí cabeza cubierta de rocío y mis cabellos de la escarcha de la noche. Ct 5,2.

Amo a los que me aman, y el que me busca me hallará. Pr 8,17.

entonces estarán dos en el campo, uno será tomado y otro será dejado. Dos molerán en la muela, una será tomada y otra será dejada.

Velad, pues, porque no sabéis cuándo llegará vuestro Señor. Pensad bien que si el padre de familia supiera en qué vigilia vendría el ladrón, velaria y no permitiría horadar su casa. Por eso vosotros habéis de estar preparados, porque a la hora que menos penséis vendrá el Hijo del hombre. Mt 24,40-44.

Llegaron más tarde las otras vírgenes, diciendo: Señor, señor, ábrenos. Pero él respondió: En verdad os digo que no os conozco. Velad, pues que no sabéis el día ni la hora. Mt 25,11-13.

Y tomando a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y angustiarse. Entonces les dijo: Triste está mi alma hasta la muerte; quedaos aquí y velad conmigo. Mt 26,37-38.

Y viniendo a los discípulos, los encontró dormidos, y dijo a Pedro: ¿De modo que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad para que no caigáis en la tentación; el espíritu está pronto, pero la carne cs flaca. Mt 26,40-41.

Estad alerta, velad, porque no sabéis cuándo será el tiempo. Como el hombre que parte de viaje, al dejar su casa, encargó a sus siervos a cada uno su obra, y al portero le encargó que velase. Velad, pues, vosotros, porque no sabéis cuándo vendrá el amo de la casa, si por la tarde, si a medianoche, o al canto del gallo, o a la madrugada, no sea que, viniendo de repente, os encuentre dormidos. Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.

Mc 13,33-37.

Estad atentos, no sea que se emboten vuestros corazones por la crápula, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, y de repente venga sobre vosotros aquel día como un lazo; porque vendrá sobre todos los moradores de la tierra. Velad, pues, en todo empo y orad, para que podáis evitar todo esto que ha de venir y comparecer ante el Hijo del hombre. Lc 21,34-36.

Tened ceñidos vuestros lomos y encendidas las lámparas, y sed como hombres que esperan a su amo de vuelta de las bodas, para que, al llegar él y llamar, al instante le abran. Dichosos los siervos aquellos a quienes el amo hallare en vela; en verdad os digo que se ceñirá, y los sentará a la mesa, y se prestará a servirlos. Ya llegue a la segunda vigilia, ya a la tercera, silos encontrare así, dichosos ellos. Vosotros sabéis bien que, si el amo de casa conociera a qué hora habría de venir el ladrón, velaría y no dejaría horadar su casa. Lc 12,35-40.

Velad y estad firmes en la fe, obrando varonilmente y mostrándoos fuertes. 1 Co 16,13.

El fin de todo está cercano. Sed, pues, discretos y sobrios (para prepararse) a la oración. 1P 4,

Sed sobrios y vigilad, que vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda rondando y busca a quien devorar. 1P 5,8.

Por lo cual, ceñidos los lomos de vuestra mente y viviendo sobriamente, tened vuestra esperanza completamente puesta en la gracia que os ha traído la revelación de Jesucristo. ]P 1,13.

Cuanto a vosotros, hermanos, no viváis en tinieblas, para que ese día no os sorprenda como ladrón, porque todos sois hijos de la luz e hijos del día; no lo sois de la noche ni de las tinieblas. Por consiguiente, no durmamos como los otros, sino que estemos vigilantes y vivamos sobriamente. Los que duermen, de [loche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros, hijos del día, seamos sobrios, revestidos de la coraza de la fe y de la caridad y del yelmo de la esperanza en la salvación. Que no nos destína Dios a la ira, sino a la adquisición de la salvación por nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros para que, ya velemos, ya durmamos, vivamos unidos a El,1 Th 5,4-10.

Al ángel de la iglesia de Sardes escribe: Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: Conozco tus obras y que tienes nombre de vivo, pero estás muerto. Estáte alerta y consolída lo demás, que está para morir, pues no he hallado perfectas tus obras en la presencia de mi Dios. Por tanto, acuérdate de lo que has recibido y has escuchado, y guárdalo y arrepiéntete. Porque, si no velas, vendré como ladrón, y no sabrás la hora en que vendré a ti. Ap 3,1-3.

He aquí que vengo como ladrón; bienaventurado el que vela y guarda sus vestidos para no andar desnudo y que se vean sus vergüenzas. Ap 16,15.

Tomad el yelmo de la salvación y la espada del espíritu, que es la palabra de Dios, con toda suerte de oraciones y plegarias, orando en todo tiempo en espíritu, y para ello velando con toda perseverancia y súplica por todos los santos. Ep 6,17-18.

Aplicaos a la oración, velad en ella con hacímiento de gracias, orando a una también por nosotros; para que Dios nos abra puerta para la palabra, para anunciar el misterio de Cristo, por amor del cual estoy preso. Col 4,2-3.

"No sabemos ni el día ni la hora"


5355 [. . . ] cada cual ha de ser juzgado en el estado en que salga de este mundo; y por esto ha de velar todo cristiano, para que la llegada del Señor no le encuentre dormido: y le encuentra en esta situación al que en el último dia de su vida le encuentra desprevenido (SAN AGUSTIN, en Catena Aurea, vol. III, p. 202).


5356 Quiso el Señor que nos fuese desconocida la última hora, para que, no pudiendo preverla, estemos siempre preparándonos para ella (SAN GREGORIO MAGNO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 106).


5357 Siempre hemos de tener presente la hora de nuestra salida; siempre hemos de tener ante los ojos del alma este consejo de Nuestro Redentor: Velad, porque no sabéis el día ni la hora (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 12 sobre los Evang. ).


5358 Estad vigilantes, pues no sabéis cuándo llegará vuestro Señor. Pensad bien que si el padre de familias supiera en qué vigilia vendría el ladrón [. . . ].

Con esto parece confundir a aquellos que no ponen tanto cuidado en guardar su alma, como en guardar sus riquezas del ladrón que esperan (SAN JUAN CRISÓSTOMO en Catena Aurea, vol. III, p. 204).


5359 A nadie se le ha prometido nunca el día de mañana (SAN AGUSTIN, Sermón 87).

Vigilancia en la doctrina


5360 Se dejaron seducir por el brillo de un lenguaje acicalado y por ciertas máximas de los filósofos. Estas, a primera vista, no parecían estar en pugna con nuestros sentimientos religiosos ni en desacuerdo con nuestra santa fe. Tenían el brillo del oro; pero en realidad era un brillo falso, postizo. Por eso, después de haberse dejado engañar con esta apariencia de doctrina que, en la superficie, parecía inocua y verdadera, se encontraron de pronto en la miseria más absoluta, como quienes se han provisto sólo de moneda falsa (CASIANO, Colaciones,1).


5361 Como piezas falsas que imitan la moneda del rey legitimo, parecen estas obras, a primera vista, impresas con el troquel de la piedad o acuñadas con ella. Pero en realidad no llevan la impronta de la moneda autorizada, quiero decir, de los Padres católicos, reconocidos universalmente, ni proceden de la oficina legal de los antepasados, ya que no forman parte del genuino legado de sus enseñanzas. Al contrarío, son piezas fabricadas clandestinamente y en forma fraudulenta por los mismos demonios, que las hacen circular en seguida para engatusar a los ingenuos e ignorantes (CASIANO, Colaciones,1).

Parte de la virtud de la prudencia


5362 A la vigilancia se opone la negligencia o falta de solicitud debida, que procede de cierta desgana de la voluntad, lo cual impide que el entendimiento sea impulsado y movido a imperar lo que debe o en la forma que debe (SANTO To-MÁS, Suma Teológica,2-2, q. 54, a. 3).


5363 Cuidad que no se os oscurezcan las luces de vuestra inteligencia: porque los cuidados de esta vida ahuyentan la prudencia, hacen vacilar la fe y causan el naufragio (TITO BROCENSE, en Catena Aurea, vol. VI, p. 420).


5364 La prudencia está en guardia y en vigilancia diligente, no sea que insinuándose poco a poco una mala inclinación, nos engañemos y caigamos (SAN AGUSTíN, De las costumbres de la Iglesia,24).

Para custodiar el amor a Dios


5365 Vela con el corazón, vela con la fe, con la caridad, con las buenas obras ¡. . . ]; prepara las lámparas, cuida de que no se apaguen, alímentándolas con el aceite interior de una recta conciencia; permanece unido al Esposo por el Amor, para que El te introduzca en la sala del banquete, donde tu lámpara nunca se extinguirá (SAN AGUSTIN, Sermón 93).


5366 Me pondré de centinela, me plantaré en la atalaya, velaré para escuchar lo que me dice, lo que responde a mis quejas. Procuremos, hermanos, ponernos también nosotros de centinela, porque la vida presente es tiempo de lucha (SAN BERNARDO, Sermón 5).


5367 Para custodiar el Amor se precisa la prudencia, vigilar con cuidado y no dejarse dominar por el miedo. Entre los autores clásicos de espiritualidad, muchos comparan al demonio con un perro rabioso, sujeto por una cadena: sí no nos acercamos, no nos morderá, aunque ladre continuamente. Sí fomentáis en vuestras almas la humildad, es seguro que evitaréis las ocasiones, reaccionaréis con la valentía de huir; y acudiréis diariamente al auxilio del Cielo, para avanzar con garbo por este sendero de enamorados (J. EScRIvÁ DL BALAGUER, Amigos de Dios,180).


5368 No sabemos cuán grande es un pecado. No sabemos cuán sutil y penetrante es un mal. Da vueltas a nuestro alrededor y entra por cada rendija, o mejor, por cada poro. Es como el polvo, que todo lo cubre. contaminándonos por todos lados, y hace necesaria una atención y limpieza constantes (CARD, J. H. NEWMAN, Dom. de Septuagésima, Serm. del juicio).

Para no caer en la tentación


5369 Estad en vela, porque cuando el cuerpo duerme es nuestra naturaleza la que domina y obramos no guiados por nuestra voluntad, sino por los impulsos de nuestra naturaleza. Y cuando un pesado sopor, por ejemplo, la pusilanimidad o la tristeza, domina el alma, ésta es dominada por el enemigo y, bajo los efectos de ese sopor, hace lo que no quiere. Los impulsos dominan a la naturaleza y el enemigo al alma (SAN EFREN, Coment. al Diatéssaron,18,15-17).


5370 En fin, es menester siempre velar y orar, porque no hay mejor remedio para descubrir las cosas ocultas del demonio y hacerle dar señal que con la oración (SANTA TERESA, Camino de perfección,7,6).


5371 El diablo no permite a aquellos que no velan, que vean el mal hasta que lo han consumado (SAN JUAN CRIsOSTO1O, en Catena Aurea, vol. 111, p. 345).


5372 Si estás dormido y tu corazón no está en vela, se marcha sin haber llamado; pero si tu corazón está en vela, llama y pide que se le abra la puerta (SAN AMBROSIO, Coment. sobre el Salmo 18).


5373 Pero tened presente que, cum dormirent homines, mientras dormían los hombres, vino el sembrador de la cizaña, dice el Señor en una parábola (Mt 13,25). Los hombres estamos expuestos a dejarnos llevar del sueño del egoísmo, de la superficialidad, desperdigando el corazón en mil experiencias pasajeras, evitando profundizar en el verdadero sentido de las realidades terrenas. ¡Mala cosa ese sueño, que sofoca la dignidad del hombre y le hace esclavo de la tristeza! (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,147).


5374 Este adversario enemigo nuestro por donde quiera que pueda procura dañar; y pues él no anda descuidado, no lo andemos nosotras (SANTA TERESA, Camino de perfección,19,13).


Fdez-Carvajal: Antologia - VERACIDAD