Fdez-Carvajal: Antologia - VOCACION


5566 Todos los fieles, desde el Papa al último bautizado, participan de la misma vocación, de la misma fe, del mismo Espíritu, de la misma gracia [. . . ]. Todos participan activa y corresponsablemente -dentro de la necesaria pluralidad de ministerios- en la única misión de Cristo y de la Iglesia (A. DEL PORTILLO, Fieles y laicos en la Iglesia, p. 38).


5567 Para decirlo brevemente, lo que el alma es en el cuerpo, eso son los cristianos en el mundo (Discurso a Diogneto,5).


5568 Vuestra vocación humana es parte, y parte importante, de vuestra vocación divina. Esta es la razón por la cual os tenéis que santificar, contribuyendo al mismo tiempo a la santificación de los demás, de vuestros iguales, precisamente santificando vuestro trabajo y vuestro ambiente:

esa profesión u oficio que llena vuestros días, que da fisonomía peculiar a vuestra personalidad humana, que es vuestra manera de estar en el mundo; ese hogar, esa familia vuestra; y esa nación, en la que habéis nacido y a la que amáis (J. ESCRIVÄ DE BALACLER, Es Cristo que pasa,46).

Especiales llamamientos de Dios


5569 La vocación no es debida a nuestros méritos, sino a la benevolencia y misericordia de Dios (SAN AGUSTIN, Coment. sobre el Salmo 5).


5570 [. . . ] Dios no hace acepción de personas (cfr. 2 Par 19,7; Rm 2,11 Ff6,9; Col 3,25, etc. ), como nos repite insistentemente la Escritura. No se fija, para invitar a un alma a una vida de plena coherencia con la fe, en méritos de fortuna, en nobleza de familia, en altos grados de ciencia. La vocación precede a todos los méritos [. . . ] (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,33).


5571 También se dice que es semejante el reino de los cielos a un comerciante que anda en busca de perlas finas, y hallando una muy preciosa, vende cuanto tiene y la compra [. . . J. En comparación con aquélla, nada tiene yalor, y el alma abandona todo cuanto había adquirido, derrama todo cuanto había congregado, se enardece con el amor de las cosas celestiales, no siente placer en las cosas terrenas y considera como deforme todo lo que le parecía bello en la tierra, porque sólo brilla en el alma el resplandor de aquella perla preciosa (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 11 sobre los Evang. ).


5572 El descubrimiento de la vocación personal es el momento más importante de toda existencia. Hace que todo cambie

sin cambiar nada, de modo semejante a como un paisaje, siendo el mismo, es distinto después de salir el sol que antes, cuando lo bañaba la luna con su luz o le envolvían las tinieblas de la noche. Todo descubrimiento comunica una nueva belleza a las cosas y, como al arrojar nueva luz provoca nuevas sombras, es preludio de otros descubrimientos y de luces nuevas, de más belleza (F. SUÁREZ, La Virgen

Nuestra Señora, p. 80).


5573 Comencé a rezar muchas oraciones vocales y a procurar que todas me encomendasen a Dios que me diese el estado

en que le había de servir; mas todavía deseaba no fuese monja, que éste no fuese Dios servido de dármele, aunque también temía el casarme (SANTA TERESA, Vida,3,2).


5574 ¡Oh, válgame Dios, por qué términos me andaba Su Majestad disponiendo para el estado en que se quiso servir de mi, que, sin quererlo yo, me forzó a que me hiciese fuerza!. . .

Aunque fueron los días que estuve pocos, con la fuerza que hacían en mi corazón las palabras de Dios, así leídas como oídas, y la buena compañía, vine a ir entendiendo la verdad de cuando niña, de que no era todo nada, y la vanldad del mundo, y cómo acababa en breve, y a temer, si me hubiera muerto, cómo me iba al infierno [. . . ]. Poníame el demonio que no podría sufrir los trabajos de la religión, por ser tan regalada. A esto me defendía con los trabajos que pasó Cristo, porque no era mucho yo pasase algunos por El; que El me ayudaría a llevarlos -debía pensar-, que esto postrero no me acuerdo. Pasé hartas tentaciones estos dias (SANTA TERESA, Vida,3,4-6).


5575 Y subiendo a un monte llamó a los que El quiso [. . . ]. Pues no por propia iniciativa y preparación, sino por la gracia

divina, setian llamados al apostolado (SAN BEDA, Trat. Evang. S. Marcos).


5576 No se ha de mirar tanto a la edad como a las prendas del alma [. . . ]. ¿Y qué más razonamientos, sino decir que en cualquier edad puede servir a Dios y ser perfecta para consagrarse a Cristo? (SAN AMBROSIO, Sobre la virginidad,40).


5577 Calla: No olvides que tu ideal es como una lucecica recién encendida. - Puede bastar un soplo para apagarla en tu corazón (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Camino, n. 644).


5578 Los demás soldados van se como pueden, y a las veces se apartan de donde ven el mayor peligro, y no los echa nadie de ver ni pierden honra; mas estotros, como llevan todos los ojos en ellos, no se pueden bullir. Bueno es el oficio, y honra grande y merced hace el Rey a quien le da; mas no se obliga a poco quien le recibe (SANTA TERESA, Camino de perfección,18,6).

Respuesta personal a la llamada de Dios. Dios llama en el momento oportuno


5579 Pero, ¿por qué no llamó a Mateo al mismo tiempo que a Pedro y a Juan? Porque aún no estaba bien dispuesto.

Aquel que conoce bien el fondo de los corazones sólo llama a quien está dispuesto a obedecer (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. II, p. 11).


5580 Si ves claramente tu camino, síguelo. -¿Cómo no desechas la cobardía que te detiene? (J. ESCRIVA DE BALAGLER, Camino, n. 903).


5581 Mas ya que habéis visto el poder del que llama, considerad también la obediencia del llamado. Porque Mateo no opuso ni un momento de resistencia, ni dijo, dudando: ¿Qué es esto? ¿No será una ilusión que me llame a mi, que Soy hombre tal? Humildad, por cierto, que hubiera estado totalmente fuera de lugar. (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. Sobre S. Mateo,30).


5582 Y al mostrar (Mateo) una decisión pronta para todo y desprenderse así de golpe de todas las cosas de la vida, atestiguaba muy bien, por su perfecta obediencia, que le había llamado el Señor en el momento oportuno (SAN JUAN CRíSÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,30).


5583 El Señor, cuando prepara a los hombres para el Evangelio, no quiere que interpongan ninguna excusa de piedad temporal o terrena, y por eso dice: Sígueme y deja a los muertos que entierren a sus muertos (SAN AGUSTIN, en Catena Aurea vol. 1P 493).


5584 Si Dios nos ha elegido entre una infinidad de criaturas posibles para desempeñar un papel en la creación, esto es un hecho que nosotros no podemos cambiar y ante el cual la única actitud digna de un hombre es la de aceptarlo tal cual es, porque ni depende de nosotros ni dejará de ser así porque pretendamos ignorarlo. (F. SUÁREZ, La Virgen Nuestra Señora, p. 81).

Dios da las gracias necesarias para perseverar


5585 A los que Dios elige para una misión los dispone y prepara de suerte que resulten idóneos para desempeñar la misión para la que fueron elegidos (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,3, q. 27, a. 4 c).


5586 Es norma general de todas las gracias especiales comunicadas a cualquier creatura racional que, cuando la gracia divina elige a alguien para algún oficio especial o algún estado muy elevado, otorga todos los carismas que son necesarios a aquella persona así elegida y que la adornan con profusión (SAN BERNARDINO DE SIENA, Sermón 2).


5587 En una ocasión vi un águila encerrada en una jaula de hierro. Estaba sucia, medio desplumada; tenía entre sus garras un trozo de carroña. Entonces pensé en lo que sería de mi, si abandonara la vocación recibida de Dios. Me dio pena aquel animal solitario, aherrojado, que había nacido para subir muy alto y mirar de frente al sol (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,11).

El Señor llama de muchas y diferentes maneras

Cuando Jesús dice: Sigueme, lo hace a través de la predicación, o por la voz de la Escritura, o por una inspiración interior (RABANO MAURO, en Catena Aurea, vol. II, p. 17).

so ni un momento de resistencia, ni dijo, dudando: ¿Qué es esto? ¿No será una ilusión que me llame a mi, que Soy hombre tal? Humildad, por cierto, que hubiera estado totalmente fuera de lugar. (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. sobre S. Mateo,30).


5588 Cuando Jesús dice: Sigueme, lo hace a través de la predicación, o por la voz de la Escritura, o por una inspiración interior (RABANO MAURO, en Catena Aurea, vol. II, p. 17).


5589 Hay tres géneros de llamamiento. Uno, cuando nos llama Dios directamente; otro, cuando nos llama por medio de los hombres; y el tercero, cuando lo hace por medio de la necesidad (CASIANO, Colaciones,3).


5590 En esta especie de Iglesia doméstica los padres deben ser para sus hijos los primeros predicadores de la fe, mediante la palabra y el ejemplo, y deben fomentar la vocación propia de cada uno, pero con un cuidado especial la vocación sagrada (CONC. VAT. II, Const. Lumen gen tium,11).


5591 Muchos son los caminos que conducen a Dios. Por eso, cada cual debe seguir con decisión irrevocable el modo de vida que primero abrazó, manteniéndose fiel en su dirección primera. Cualquiera que sea la vocación escogida, podrá llegar a ser perfecto en ella (CASIANO Colaciones,14).


5592 Muchos piden consejos a Dios sobre diversas cosas. El da a todos una sola e inmediata respuesta, con palabra abierta y clara; pero no siempre la entienden todos, aunque les haya hablado claro, pues se dirigen a El para pedirle consejo de lo que desean, y no siempre obtienen lo que piden. Bueno y fiel servidor será, por cierto, quien no aspire a obtener respuesta con arreglo a su voluntad y quiera solamente lo que estime agradable a Dios, según la respuesta que le plazca darle, conformando su voluntad a la de la Majestad Divina (SAN FRANCISCO DE SALES, Epistolario, fragm. 46,1. c. , p. 680).

La Iglesia tiene necesidad de vocaciones


5593 Son pocos los operarios que hay para recoger tan abundante mies, lo cual no podemos decir sin que nos cause profunda pena, porque aun cuando hay quienes oigan cosas buenas, escasean los que las dicen (SAN GREGORIO MAO NO, Hom. 17 sobre los Evang. ).


5594 Si existen buenas ovejas habrá también buenos pastores, pues de entre las buenas ovejas salen los buenos pastores (SAN AGUSTIN, Sermón 46, sobre los pastores).


5595 Escuchemos lo que dice el Señor a los predicadores que envía a sus campos: La mies es mucha, pero los operarios son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que envíe trabajadores a su mies. Por tanto, para una mies abundante son pocos los trabajadores; al escuchar esto, no podemos dejar de sentir una gran tristeza, porque hay que reconocer que, si bien hay personas que desean escuchar cosas buenas, faltan, en cambio, quienes se dediquen a anunciarlas (SAN GREGORIO MAGNO, Hoin. 17 sobre los Evang. ).


5596 (Todo sacerdote tiene necesidad) -signo inequívoco de amor a su misión- de promover vocaciones al sacerdocio. Esta exigencia, que afecta a todo el Pueblo de Dios, recae especialmente sobre el sacerdote, que ha de sentir el anhelo de dar un testimonio constante de servicio y de la alegría de su vida de entrega, y de emplear todos los medios, en primer lugar los sobrenaturales, para que sean muchos quienes, sintiendo las necesidades de la Iglesia y la grandeza de la vocación sacerdotal, sepan hacer de su vida un servicio ministerial a Dios y a los hombres. El sacerdote ha de tener el corazón puesto en el seminario, sabiendo que los nuevos presbíteros serán continuadores de su misión y corona de su vida de entrega (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, p. 49).

Los padres y la vocación de los hijos


5597 Y porque sé de no pocas jóvenes que, deseosas de consagrar a Dios su virginidad, no lo consiguieron por estorbárselo sus madres [. . . ], a tales madres dirijo ahora mi discurso y pregunto: ¿no son libres vuestras hijas para amar a los hombres y elegir marido entre ellos, amparándolas la ley en su derecho aun contra vuestra voluntad? Y las que pueden libremente desposarse con un hombre, ¿no han de ser libres para desposarse con Dios? (SAN A1BROsI(), Trat. sobre las vírgenes,1).


5598 Dijo esto (Deja a los muertos que entierren a sus muertos) no mandando despreciar el honor que se debe a los padres, sino mostrando que ninguna cosa es tan necesaria para nosotros como ocuparnos de los negocios del cielo. Con este fin nos debemos entregar con todo nuestro ardor, y no tardar ni un momento, por inevitables o importantes que sean las cosas que quieran detenernos (SAN JUAN CRISOSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1P 494).


5599 "Nesciebatis quia in his quae Patris mei sunt oportet me esse?" -¿No sabíais que yo debo emplearme en las cosas que miran al servicio de mi Padre?

Respuesta de Jesús adolescente. Y respuesta a una madre como su Madre, que hace tres días que va en su busca, creyéndole perdido. -Respuesta que tiene por complemento aquellas palabras de Cristo, que transcribe San Mateo: "El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí" (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Canzino, n. 907).


5600 Cuando en el seno del hogar te presente el demonio la batalla, mostrándote a los padres suplicantes, con lágrimas en los ojos, anunciadoras del dolor que tu partida deja en sus corazones, no te rindas, sino puesta la mirada en Dios, resiste valerosamente, porque si alcanzas victoria en el ataque del amor paterno, no habrá ya amor del mundo capaz de volverte atrás (SAN AMBROSIO, Trat. sobre las vírgenes,


5601 Ni siquiera pidió (Mateo) al Señor que le permitiera ir a su casa y dar la noticia a los suyos; por lo demás, tampoco lo hicieron los pescadores. Estos dejaron redes, barca y padre, y Mateo su oficio de alcabalero y su negocio, para seguir al Señor (SAN JUAN CRISOSTONIO, Hom. sobre S. Mateo,30).


5602 Déjenlas, pues, ir a ella si Dios las llama, que El sabe cuidar a sus escogidos (SA\ ANIBROSIO, Sobre la virginidad (1,38).


5603 Santiago y Juan son alabados porque siguieron al Señor, abandonando a su padre, y no porque su padre los incitase al mal, sino porque estimaron que su padre podría pasar la vida de otro modo, siguiendo ellos a Cristo (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 101, a. 4 ad 1).


5604 Cosa es de gran lástima, que está el mundo ya con tanta desventura y ceguedad, que les parece a los padres que está su honra en que no se acabe la memoria de este estiércol de los bienes de este mundo, y no la haya en que tarde o temprano se ha de acabar; y todo lo que tiene fin, aunque dure, se acaba, y hay que hacer poco caso de ello, y que a costa de los pobres hijos quieran sustentar sus vanidades, y quitar a Dios con mucho atrevimiento las almas que quiere para sí, y a ellas un tan gran bien [. . . ]. Abridíes, Dios mío, los ojos; dadíes a entender qué es el amor que están obligados a tener a sus hijos, para que no los hagan tanto mal, y no se quejen delante de Dios en aquel juicio final de ellos, adonde, aunque no quieran, entenderán el valor de cada cosa (SANTA TERESA, Fundaciones,10,9).

VOLUNTAD DE DIOS

Citas de la Sagrada Escritura

Jesús le dijo: Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y acabar su obra. Jn 4,34.

Que no os conforméis a este siglo, sino que os transforméis por la renovación de la mente para que sepáis discernir cuál es la voluntad de Dios, buena, grata y perfecta. He 12,2.

Por esto, no seáis insensatos, sino sabed cuál es la voluntad del Señor. Ep 5,17.

Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Lc 22,42.

Por esto, también desde el dia en que tuvimos esta noticia, no cesamos de orar y pedir por vosotros; para que seáis llenos del conocimiento de la voluntad de Dios, con toda sabiduría e inteligencia espiritual. Col 1,9.

No todo el que dice: ¡Señor, Señor! entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos. Mt 7,21.

Ese siervo que, conociendo la voluntad de su amo, no se preparo ni hizo conforme a ella, recibirá muchos azotes. Lc 12,47.

Y el mundo pasa, y también sus concupiscencias; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 1Jn 2,17.

Aquel, pues, que escucha mis palabras y las pone por obra, será semejante al varón prudente, que edifica su casa sobre roca. Mt 7,24.

¡Ah! si hubieses atendido a mis mandamientos, tu paz sería como un río, y tu justicia como las olas del mar. Is 48,18.

Quien me escuche vivirá tranquilo, seguro y sin temor de mal. Pr 1,33.

Los que cumplen la voluntad de Dios son los verdaderos parientes de Nuestro Señor: Mt 12,50 Mc 3,35 Lc 8,19-21.

Nuestro Señor bajó del cielo para cumplir la voluntad 4e su Padre: Jn 6,38.

Cómo Pablo conoce y cumple su voluntad divina: Ac 20,22-25 Ac 21,13-14.

La voluntad divina es inmutable: 2Co 1,18-22.

No debemos buscar agradar sino a Dios: Ga 1,10-16.

Cómo hay que cumplir esta santa voluntad: Ph 2,14-15.

Las órdenes que nos son dadas por nuestros superiores representan la voluntad de Dios respecto de nosotros: Col 3,22-24.

Cómo los Sagradas Escrituras nos revelan esta santa voluntad: 2Tm 3,16-17.

Cómo cumplió Nuestro Señor la santa voluntad de su Padre: Ph 2,8 He 10,7-9.

El cumplimiento de la voluntad de Dios, camino cierto de salvación y de felicidad


5605 El corazón del hombre camina derecho cuando va de acuerdo con la voluntad divina (SANTO TOMÁS, Sobre el Padrenuestro,1. c. ,142).


5606 La verdadera prueba del hombre no es el gusto de la oración, sino la paciencia de la tribulación, la abnegación de sí mismo y el cumplimiento de la divina voluntad, aunque para todo esto aprovecha grandemente así la oración como los gustos y consolaciones que en ellas se dan (SAN PEDRO DE ALCÁNTARA, Trat. de la oración y ,metación II,5).


5607 Si fuésemos capaces de guardar los mandamientos, iríamos mejor nosotros e iría también mejor el mundo (JUAN PABLO I, Abc. 6-IX-1978).


5608 Pierde ella su regalo, y lo tiene por bien perdido, porque no se acuerda de su contento, sino en cómo hacer más la voluntad del Señor, y así es en la obediencia. Sería recia cosa que nos estuviese claramente diciendo Dios que fuésemos a alguna cosa que le importa, y no quisiésemos, porque estamos más a nuestro placer (SANTA TERESA, Fundaciones,5,5).


5609 Si no me hubiese retenido el amor que os tengo, no hubiese esperado a mañana para marcharme. En toda ocasión yo digo: "Señor, hágase tu voluntad: no lo que quiere éste o aquél, sino lo que tú quieres que haga". Este es mi alcázar, ésta es mi roca inamovible, éste es mi báculo seguro. Si esto es lo que quiere Dios, que así se haga. Si quiere que me quede aquí, le doy gracias. En cualquier lugar donde me mande, le doy gracias también (SAN JUAN CRISÓSTOMO,

Hom. antes del exilio,1-3).


5610 Esforcémonos en guardar sus mandamientos, para que su voluntad sea nuestra alegría (Epístola de Bernabé,2).


5611 Y ya que en su voluntad está la vida, no podemos dudar lo más mínimo de que nada encontraremos que nos sea más

útil y provechoso que aquello que concuerda con el querer divino. Por tanto, si en verdad queremos conservar la vida de nuestra alma, procuremos con solicitud no desviarnos en lo más mínimo de la voluntad de Dios (SAN BERNARDO,

Sermón 5).


5612 ¿De dónde procede esta inquietud general de los espíritus, sino de un cierto disgusto que sentimos hacia la sujeción, y una bajeza de espíritu que nos hace pensar que cada uno está mejor que nosotros? Pero todo es lo mismo: el que no está plenamente resignado, vuélvase donde se vuelva, no hallará reposo. Los que tienen fiebre no encuentran ningún lugar cómodo, apenas duran quince minutos en una cama y ya querrían otra; y no es defecto de la cama sino de la fiebre que los atormenta. Una persona que no tiene fiebre pasa bien con todo, con tal que Dios sea servido no se preocupa de la dignidad en que Dios lo emplea: con tal de hacer la voluntad divina, todo le es igual (SAN FRANCISCO DE SALES Carta a la Presidente Brulart,13-X-1604).


5613 Porque cuando el cuerpo sigue las inspiraciones del espíritu, de la misma manera que la tierra se somete al cielo, dejamos de padecer (SAN AGUSTíN, en Catena Aurea, vol. 1P 374).


5614 El camino del Reino de los cielos es la obediencia a la voluntad de Dios, no el repetir su nombre (SAN HILARIO, en Catena Aurea, vol. 1P 449).


5615 Aceptemos sin miedo la voluntad de Dios, formulemos sin vacilaciones el propósito de edificar toda nuestra vida de acuerdo con lo que nos enseña y exige nuestra fe. Estemos seguros de que encontraremos lucha, sufrimiento y dolor, pero, si poseemos de verdad la fe, no nos consideraremos nunca desgraciados: también con penas e incluso con calumnias, seremos felices con una felicidad que nos impulsará a amar a los demás, para hacerles participar de nuestra alegría sobrenatural (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,97).


5616 Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Antes de llegar al cielo nos enseña a hacer de la tierra cielo con estas palabras: Hágase tu voluntad [. . . ] (SAN JUAN CRISÓSTOMO, en Catena Aurea, vol. 1P 359).


5617 (No se haga mi voluntad, sino la tuya). Esta voz de la cabeza es la salvación de todo el cuerpo; esta voz enseña a todos los fieles, enciende a los confesores, coronó a todos los mártires (SAN LEÓN MAGNO, Sermón 58).


5618 ¿Quiénes son los rectos de corazón? Los que quieren lo que Dios quiere [. . . ]. No quieras torcer la voluntad de Dios para acomodarla a la tuya; corrige en cambio tu voluntad para acomodarla a la voluntad de Dios (SAN AGUS-TIN, Coment. sobre el Salmo 93).


5619 La perfección consiste en hacer Su voluntad, en ser lo que El quiere que seamos (SANTA TERESA DE LISIELX, Manuscritos autobiográficos).

Dios quiere lo mejor para nosotros, aunque, en ocasiones, no lo entendamos. "Dios sabe más"


5620 Dios sabe más. Los hombres entendemos poco de su modo paternal y delicado de conducirnos hacia El (A. DEL PORTI LLO, en la presentación de "Amigos de Dios").


5621 [. . . ] si el Creador cuida de todos -incluso de sus enemigos-, ¡cuánto más cuidará de sus amigos! (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Amigos de Dios,305).


5622 Este es nuestro engaño, no dejarnos del todo a lo que el Señor hace, que sabe mejor lo que nos conviene (SANTA TERESA, Vida,6,3).


5623 Cualquier cosa que te suceda recíbela como un bien, consciente de que nada pasa sin que Dios lo haya dispuesto (Epístola de Bernabé,19).


5624 Son dignos, ciertamente, de alabanza los designios de Dios, que inflige a los suyos unos castigos temporales para preservarlos de los eternos, que hunde para elevar, que corta para curar, que humilla para ensalzar (SAN PEDRO DAMIÁN, Cartas,8).


5625 Si algo acontece en contra de lo que hemos pedido, tolerémoslo con paciencia y demos gracias a Dios por todo, sin dudar en lo más mínimo de que lo más conveniente para nosotros es lo que acaece según la voluntad de Dios y no según la nuestra (SAN AGUSTIN, Carta 130, a Proba).


5626 El Señor conoce mejor que el hombre lo que conviene en cada momento, lo que ha de otorgar, añadir, quitar, aumentar, disminuir, y cuándo lo ha de hacer (SAN AGUSTIN, Epístola 138).


5627 Nunca debemos olvidar que nosotros no hemos de cumplir nuestra propia voluntad, sino la de Dios, tal como el Señor nos mandó pedir en nuestra oración cotidiana. ¡Qué contrasentido y qué desviación es no someterse inmediatamente al imperio de la voluntad del Señor, cuando él nos llama para salir de este mundo! Nos resistimos y luchamos, somos conducidos a la presencia del Señor como unos siervos rebeldes, con tristeza y aflicción, y partimos

de este mundo forzados por una ley necesaria, no por la sumisión de nuestra voluntad; y pretendemos que nos honre con el premio celestial aquel a cuya presencia llegamos por la fuerza (SAN CIPRIANO Trat. sobre la muerte,18,24).


5628 (Pone en labios de Cristo las siguientes palabras): "No es la voluntad del hombre, sino mi voluntad, la que obra en ellos y en ti . . . ). Mi voluntad no quiere más que vuestro bien, y cuanto doy o permito, lo permito y lo doy para que consigáis vuestro fin, para el cual os crié" (SANTA CATAL 1-NA DE SIENA, El Diálogo,2,6).


5629 Abandono en Dios
Vuestra soy, para Vos nací,
¿Qué mandáis hacer de mí?
Soberana Majestad,
Eterna sabiduría,
Bondad buena al alma mía,
Dios, alteza, un ser, bondad,
La gran vileza mirad
Que hoy os canta amor así.
¿Qué mandáis hacer de mí? Vuestra soy, pues me criastes,
Vuestra, pues me redimistes,
Vuestra, pues me sufristes,
Vuestra, pues me llamastes,
Vuestra, pues me conservastes,
Vuestra, pues no me perdí.
¿Qué mandáis hacer de mí? (. . . J Dadme riqueza o pobreza,
Dad consuelo o desconsuelo,
Dadme alegría o tristeza,
Dadme infierno o dadme cielo,
Vida dulce, sol sin velo,
Pues del todo me rendí.
¿Qué mandáis hacer de mí? [. . . ]
Vuestra soy, para Vos nací,
¿Qué mandáis hacer de mí (SANTA TERESA. Poesías,5).


5630 Como gente que tiene dormida la fe, no van adelante con la consideración, ni se acuerdan que es Dios el que así lo ordena, para dejarlo todo en sus manos (SANTA TERESA, Fundaciones,20,3).


5631 Cada uno entienda que el fin de todos estos ejercicios y de toda la vida espiritual es la obediencia de los mandamientos de Dios y el cumplimiento de la divina voluntad, para lo cual es necesario que muera la voluntad propia, para que así viva y reine la divina, pues es tan contraria a ella (SAN PEDRO DE ALCANTARA, Trat. de la oración y meditación,2,5).


5632 Acto de identificación con la Voluntad de Dios: ¿Lo quieres, Señor?. . . ¡Yo también lo quiero! (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Camino, n. 762).


5633 Renunciar a la propia vida significa no buscar nunca la propia voluntad, sino la voluntad de Dios, y hacer del querer divino la norma única de la propia conducta (SAN GREGORIO DE NISA Sobre la conducta cristiana).


5634 Basta decir con verdadera determinación: fiat voluntas tua: cúmplase, Señor, en mí vuestra voluntad de todos los modos y maneras que Vos, Señor mio, quisiéredes. Si queréis con trabajos, dadme esfuerzo y vengan; si con persecuciones y enfermedades y deshonras y necesidades, aquí estoy; no volveré el rostro, Padre mío, ni es razón vuelva las espaldas. Pues vuestro Hijo dio en nombre de todos mi voluntad, no es razón falte por mi parte (. . . ]; pues El me lo pidió, disponed en mi como en cosa vuestra conforme a vuestra voluntad (SANTA TERESA Camino de perfección,32,10).


5635 Finalmente [. . . ], de lo que estoy cierto es de que Dios no me abandonará sin culpa mía. Por esto me pongo totalmente en manos de Dios con absoluta esperanza y confianza (SANTO TOMÁS MORO Carta escrita en la cárcel a su hija Margarita).


5636 Nuestra conformidad con la voluntad divina debe ser entera, sin reserva y constante. Esta es la cima de la perfección, y a ella, repito, deben tender todas nuestras acciones, todos nuestros deseos, todas nuestras oraciones (SAN ALFONSO Ma DE LIGORIO, Práctica del amor a Jesucristo,13).


5637 ¿Qué quieres que haga? Palabra breve, pero muy llena, viva y eficaz, y digna de ser atendida. ¡Qué pocas personas se encuentran en esta disposición de obediencia perfecta, que hayan renunciado a su voluntad hasta el punto de que su mismo corazón no les pertenezca! Se encuentran muy pocos que en cada momento busquen, no lo que ellos en particular quieran, sino lo que Dios quiera, y que le digan: ¿Qué quieres que haga?, o estas palabras de Samuel: Habla, Señor, que tu siervo escucla (1S 1S 3,10) (SAN BERNARDO Sermón 1, sobre la conversión de S. Pablo).


5638 Un acto de perfecta conformidad con la voluntad divina basta para hacer un santo. Ved a Saulo: cuando él avanza como perseguidor de la Iglesia, Jeuscristo le ilumina y lo convierte. ¿Qué hace Saulo? ¿Qué dice? Sólo una cosa, se ofrece a la volutnad de Dios: Señor, ¿qué quieres que haga? (Ac 9,6). Y en seguida el Señor le proclama vaso de elección y apóstol de las naciones (Ac 9,15) (SAN ALFONSO M. DE LIGORIO, La conformidad con la voluntad de Dios).


5639 En lo que está la suma perfección claro está que no es en regalos interiores ni en grandes arrobamientos [. . . ], sino en estar nuestra voluntad tan conforme a la Voluntad de Dios, que ninguna cosa entendamos que no quiera, que no la queramos con toda nuestra voluntad (SANTA TERESA, Fundaciones,5,10).

Cumplimiento de la voluntad de Dios en los pequeños deberes de cada día


5640 No hay que llevar la cruz de los demás, sino la propia; y para llevar cada uno la suya, nuestro Señor quiere que cada cual renuncie a sí mismo, es decir, a su propia voluntad.

Preferiría esto o aquello; estaría mejor aquí o allí: son tentaciones. Nuestro Señor sabe muy bien lo que hace: hagamos lo que quiere, continuemos donde nos ha puesto (SAN FRANCISCO DE SALES, Carta a la Presidente Brulart,13-X-1604).


5641 Hay que abrir los ojos, hay que saber mirar a nuestro alrededor y reconocer esas llamadas que Dios nos dirige a través de quienes nos rodean (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER, Es Cristo que pasa,146).


5642 Vuestra reverencia tenga paciencia. Pues le ha dado el Señor tanto deseo de padecer, alégrese de cumplirle en eso, que ya entiendo no es pequeño trabajo. Si hubiésemos de andar a escoger los que queremos y dejar los otros, no sería imitar a nuestro Esposo, que con sentir tanto en la oración del Huerto su Pasión el remate era: Fiat voluntas tua. Esta voluntad hemos menester hacer siempre, y haga El lo que quisiere de nosotros (SANTA TERESA, Carta 287 a la M. María de San José).

Amor a Dios y cumplimiento de su Santa Voluntad


5643 Es señal manifiesta de amor la prontitud en la observancia de los mandamientos de Dios (SANTO TOMÁS, Sobre la caridad, l. c. ,203).


5644 Dame, Señor, lo que me mandas, y manda lo que quieras (SAN AGUSTÍN, Confesiones,10,29).


5645 Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno escucha mi voz y me abre la puerta entraré en su casa, cenaré con él y él conmigo. Nosotros escuchamos su voz, le abrimos la puerta y le recibimos en nuestra casa cuando de buen grado prestamos nuestro asentimiento a sus advertencias, ya vengan desde fuera, ya desde dentro, y ponemos por obra lo que conocemos que es voluntad suya (SAN BEDA, Hom. 21).


5646 Verdaderamente es prudente el que todo lo terreno tiene por estiércol por ganar a Cristo; y verdaderamente es sabio aquel que hace la voluntad de Dios y deja la suya (Imitación de Cristo,1,4,2).


5647 Y ya que las fiestas se han de celebrar con alegría, los que aman al Crucificado procurarán celebrar esta fiesta de la cruz sufriendo en silencio, con un rostro alegre y sereno, de tal manera que quede oculta a los hombres y conocida sólo de Aquel que es el sumo bien. En esta fiesta se celebran continuamente solemnes banquetes, en los que el alimento es la voluntad divina, según el ejemplo que nos dejó nuestro Amor crucificado (SAN PABLO DE LA CRUZ, Carta 1).


5648 El primer grado de la contemplación, amados hermanos, consiste en considerar atentamente cuál sea la voluntad del Señor y qué es lo acepto a sus ojos (SAN BERNARDO, Sermón 5).


5649 Jesús, lo que tú "quieras". . . yo lo amo (J. ESCRIVÄ DE BALAGUER, Camino, n. 773).


5650 Si nosotros, pues, deseamos agradar enteramente al corazón de Dios, procuremos no solamente conformarnos en todo a su santa voluntad, sino aún más, uniformamos a ella, si se me permite hablar así. La palabra "conformar" quiere decir que nosotros unimos nuestra voluntad a la de Dios, pero "uniformar" significa más, que de dos voluntades hacemos una, de tal manera que solamente queremos lo que Dios quiere, que solamente permanece la voluntad de Dios y que ella es la nuestra (SAN ALEONSO M. a DE LIGO-RIO, La conformidad con la voluntad de Dios).


Fdez-Carvajal: Antologia - VOCACION