Congregacion para la Doctrina de la Fe - Conclusion

Conclusion


42. La Virgen Maria, Madre e imagen perfecta de la Iglesia, desde los comienzos del Nuevo Testamento ha sido proclamada bienaventurada, debido a su adhesion de fe inmediata y sin vacilaciones a la palabra de Dios (cf. Lc l,38. 45), que conservaba y meditaba permanentemente en su corazon (Lc 2,19 Lc 2,51). Ella se ha convertido asi en modelo y apoyo para todo el pueblo de Dios confiado a su cuidado maternal. Le muestra el camino de la acogida y del servicio a la Palabra y, al mismo tiempo, el fin ultimo que jamas debe perderse de vista: el anuncio a todos los hombres y la realizacion de la salvacion traida al mundo por su Hijo Jesucristo.

Al concluir esta instruccion, la Congregacion para la doctrina de la fe invita encarecidamente a los obispos a mantener y desarrollar relaciones de confianza con los teologos, compartiendo un espiritu de acogida y de servicio a la Palabra y en comunion de caridad, en cuyo contexto se podran superar mas facilmente algunos obstaculos inherentes a la condicion humana en la tierra. De este modo todos podran estar cada vez mas al servicio de la Palabra y al servicio del pueblo de Dios, para que este ultimo, perseverando en la doctrina de la verdad y de la libertad escuchada desde el principio, permanezca también en el Hijo y en el Padre y obtenga la vida eterna, realizacion de la Promesa (1Jn 2,24-25).

El Sumo Pontifice Juan Pablo II durante la audiencia concedida al infrascripto prefecto, ha aprobado esta instruccion, acordada en reunion ordinaria de esta Congregacion, y ha ordenado su publicacion. Roma, en la sede de la Congregacion para la doctrina de la fe,24 de marzo de 1990, solemnidad de la Ascension del Senor.

Cardenal Joseph RATZlNGER,

Prefecto

Alberto BOVONE,

Arzobispo titular de Cesarea di Numidia,

Secretario


CONGREGACION PARA LA DOCTRINA DE LA FE

CARTA A LOS OBISPOS DE LA IGLESIA CATOLICA

SOBRE ALGUNOS ASPECTOS DE LA IGLESIA CONSIDERADA COMO COMUNION

INTRODUCCION


1. El concepto de comunion (koinonia), ya puesto de relieve en los textos del Concilio Vaticano II(1), es muy adecuado para expresar el nucleo profundo del Misterio de la Iglesia y, ciertamente, puede ser una clave de lectura para una renovada eclesiologia catolica(2). La profundizacion en la realidad de la Iglesia como Comunion es, en efecto, una tarea particularmente importante, que ofrece amplio espacio a la reflexion teologica sobre el misterio de la Iglesia, "cuya naturaleza es tal que admite siempre nuevas y mas profundas investigaciones"(3). Sin embargo, algunas visiones eclesiologicas manifiestan una insuficiente comprension de la Iglesia en cuanto misterio de comunion, especialmente por la falta de una adecuada integracion del concepto de comunion con los de Pueblo de Dios y de Cuerpo de Cristo, y también por un insuficiente relieve atribuido a la relacion entre la Iglesia como comunion y la Iglesia como sacramento.


2. Teniendo en cuenta la importancia doctrinal, pastoral y ecuménica de los diversos aspectos relativos a la Iglesia considerada como Comunion, la Congregacion para la Doctrina de la Fe, con la presente Carta, ha estimado oportuno recordar brevemente y clarificar, donde era necesario, algunos de los elementos fundamentales que han de ser considerados puntos firmes, también en el deseado trabajo de profundizacion teologica.

I LA IGLESIA, MISTERIO DE COMUNION


3. El concepto de comunion esta "en el corazon del autoconocimiento de la Iglesia"(4), en cuanto misterio de la union personal de cada hombre con la Trinidad divina y con los otros hombres, iniciada por la fe(5), y orientada a la plenitud escatologica en la Iglesia celeste, aun siendo ya una realidad incoada en la Iglesia sobre la tierra(6).

Para que el concepto de comunion, que no es univoco, pueda servir como clave interpretativa de la eclesiologia, debe ser entendido dentro de la ensenanza biblica y de la tradicion patristica, en las cuales la comunion implica siempre una doble dimension: vertical (comunion con Dios) y horizontal (comunion entre los hombres). Es esencial a la vision cristiana de la comunion reconocerla ante todo como don de Dios, como fruto de la iniciativa divina cumplida en el misterio pascual. La nueva relacion entre el hombre y Dios, establecida en Cristo y comunicada en los sacramentos, se extiende también a una nueva relacion de los hombres entre si. En consecuencia, el concepto de comunion debe ser capaz de expresar también la naturaleza sacramental de la Iglesia mientras "caminamos lejos del Senor"(7), asi como la peculiar unidad que hace a los fieles ser miembros de un mismo Cuerpo, el Cuerpo mistico de Cristo(8), una comunidad organicamente estructurada(9), "un pueblo reunido por la unidad del Padre y del Hijo y del Espiritu Santo"(10), dotado también de los medios adecuados para la union visible y social(11).


4. La comunion eclesial es al mismo tiempo invisible y visible. En su realidad invisible, es comunion de cada hombre con el Padre por Cristo en el Espiritu Santo, y con los demas hombres coparticipes de la naturaleza divina(12), de la pasion de Cristo(13), de la misma fe(14), del mismo espiritu(15). En la Iglesia sobre la tierra, entre esta comunion invisible y la comunion visible en la doctrina de los Apostoles, en los sacramentos y en el orden jerarquico, existe una intima relacion. Mediante estos dones divinos, realidades bien visibles, Cristo ejerce en la historia de diversos modos Su funcion profética, sacerdotal y real para la salvacion de los hombres(16). Esta relacion entre los elementos invisibles y los elementos visibles de la comunion eclesial es constitutiva de la Iglesia como Sacramento de salvacion.

De esta sacramentalidad se sigue que la Iglesia no es una realidad replegada sobre si misma, sino permanentemente abierta a la dinamica misionera y ecuménica, pues ha sido enviada al mundo para anunciar y testimoniar, actualizar y extender el misterio de comunion que la constituye: a reunir a todos y a todo en Cristo(17); a ser para todos "sacramento inseparable de unidad"(18).


5. La comunion eclesial, en la que cada uno es inserido por la fe y el Bautismo(19), tiene su raiz y su centro en la Sagrada Eucaristia. En efecto, el Bautismo es incorporacion en un cuerpo edificado y vivificado por el Senor resucitado mediante la Eucaristia, de tal modo que este cuerpo puede ser llamado verdaderamente Cuerpo de Cristo. La Eucaristia es fuente y fuerza creadora de comunion entre los miembros de la Iglesia precisamente porque une a cada uno de ellos con el mismo Cristo: "participando realmente del Cuerpo del Senor en la fraccion del pan eucaristico, somos elevados a la comunion con El y entre nosotros: 'Porque el pan es uno, somos uno en un solo cuerpo, pues todos participamos de ese unico pan' (1Co 10,17)"(20).

Por esto, la expresion paulina la Iglesia es el Cuerpo de Cristo significa que la Eucaristia, en la que el Senor nos entrega su Cuerpo y nos transforma en un solo Cuerpo(21), es el lugar donde permanentemente la Iglesia se expresa en su forma mas esencial: presente en todas partes y, sin embargo, solo una, asi como uno es Cristo.


6. La Iglesia es Comunion de los santos, segun la expresion tradicional que se encuentra en las versiones latinas del Simbolo apostolico desde finales del siglo IV(22). La comun participacion visible en los bienes de la salvacion (las cosas santas), especialmente en la Eucaristia, es raiz de la comunion invisible entre los participantes (los santos). Esta comunion comporta una solidaridad espiritual entre los miembros de la Iglesia, en cuanto miembros de un mismo Cuerpo(23), y tiende a su efectiva union en la caridad, constituyendo "un solo corazon y una sola alma"(24). La comunion tiende también a la union en la oracion(25), inspirada en todos por un mismo Espiritu(26), el Espiritu Santo "que llena y une toda la Iglesia"(27).

Esta comunion, en sus elementos invisibles, existe no solo entre los miembros de la Iglesia peregrina en la tierra, sino también entre éstos y todos aquellos que, habiendo dejado este mundo en la gracia del Senor, forman parte de la Iglesia celeste o seran incorporados a ella después de su plena purificacion(28). Esto significa, entre otras cosas, que existe una mutua relacion entre la Iglesia peregrina en la tierra y la Iglesia celeste en la mision historico-salvifica. De ahi la importancia eclesiologica no solo de la intercesion de Cristo en favor de sus miembros(29), sino también de la de los santos y, en modo eminente, de la Bienaventurada Virgen Maria(30). La esencia de la devocion a los santos, tan presente en la piedad del pueblo cristiano, responde pues a la profunda realidad de la Iglesia como misterio de comunion.


II IGLESIA UNIVERSAL E IGLESIAS PARTICULARES


7. La Iglesia de Cristo, que en el Simbolo confesamos una, santa, catolica y apostolica, es la Iglesia universal, es decir, la universal comunidad de los discipulos del Senor(31), que se hace presente y operativa en la particularidad y diversidad de personas, grupos, tiempos y lugares. Entre estas multiples expresiones particulares de la presencia salvifica de la unica Iglesia de Cristo, desde la época apostolica se encuentran aquellas que en si mismas son Iglesias(32), porque, aun siendo particulares, en ellas se hace presente la Iglesia universal con todos sus elementos esenciales(33). Estan por eso constituidas "a imagen de la Iglesia universal"(34), y cada una de ellas es "una porcion del Pueblo de Dios que se confia al Obispo para ser apacentada con la cooperacion de su presbiterio"(35).


8. La Iglesia universal es, pues, el Cuerpo de las Iglesias(36), por lo que se puede aplicar de manera analogica el concepto de comunion también a la union entre las Iglesias particulares, y entender la Iglesia universal como una Comunion de Iglesias. A veces, sin embargo, la idea de "comunion de Iglesias particulares", es presentada de modo tal que se debilita la concepcion de la unidad de la Iglesia en el plano visible e institucional. Se llega asi a afirmar que cada Iglesia particular es un sujeto en si mismo completo, y que la Iglesia universal resulta del reconocimiento reciproco de las Iglesias particulares. Esta unilateralidad eclesiologica, reductiva no solo del concepto de Iglesia universal sino también del de Iglesia particular, manifiesta una insuficiente comprension del concepto de comunion. Como la misma historia demuestra, cuando una Iglesia particular ha intentado alcanzar una propia autosuficiencia, debilitando su real comunion con la Iglesia universal y con su centro vital y visible, ha venido a menos también su unidad interna y, ademas, se ha visto en peligro de perder la propia libertad ante las mas diversas fuerzas de sometimiento y explotacion(37).


9. Para entender el verdadero sentido de la aplicacion analogica del término comunion al conjunto de las Iglesias particulares, es necesario ante todo tener presente que éstas, en cuanto "partes que son de la Iglesia unica de Cristo"(38), tienen con el todo, es decir con la Iglesia universal, una peculiar relacion de "mutua interioridad"(39), porque en cada Iglesia particular "se encuentra y opera verdaderamente la Iglesia de Cristo, que es Una, Santa, Catolica y Apostolica"(40). Por consiguiente, "la Iglesia universal no puede ser concebida como la suma de las Iglesias particulares ni como una federacion de Iglesias particulares"(41). No es el resultado de la comunion de las Iglesias, sino que, en su esencial misterio, es una realidad ontologica y temporalmente previa a cada concreta Iglesia particular.

En efecto, ontologicamente, la Iglesia-misterio, la Iglesia una y unica segun los Padres precede la creacion(42), y da a luz a las Iglesias particulares como hijas, se expresa en ellas, es madre y no producto de las Iglesias particulares. De otra parte, temporalmente, la Iglesia se manifiesta el dia de Pentecostés en la comunidad de los cientoveinte reunidos en torno a Maria y a los doce Apostoles, representantes de la unica Iglesia y futuros fundadores de las Iglesias locales, que tienen una mision orientada al mundo: ya entonces la Iglesia habla todas las lenguas(43).

De ella, originada y manifestada universal, tomaron origen las diversas Iglesias locales, como realizaciones particulares de esa una y unica Iglesia de Jesucristo. Naciendo en y a partir de la Iglesia universal, en ella y de ella tienen su propia eclesialidad. Asi pues, la formula del Concilio Vaticano II: la Iglesia en y a partir de las Iglesias (Ecclesia in et ex Ecclesiis)(44), es inseparable de esta otra: Las Iglesias en y a partir de la Iglesia (Ecclesiae in et ex Ecclesia)(45). Es evidente la naturaleza mistérica de esta relacion entre Iglesia universal e Iglesias particulares, que no es comparable a la del todo con las partes en cualquier grupo o sociedad meramente humana.


10. Cada fiel, mediante la fe y el Bautismo, es incorporado a la Iglesia una, santa, catolica y apostolica. No se pertenece a la Iglesia universal de modo mediato, a través de la pertenencia a una Iglesia particular, sino de modo inmediato, aunque el ingreso y la vida en la Iglesia universal se realizan necesariamente en una particular Iglesia. Desde la perspectiva de la Iglesia considerada como comunion, la universal comunion de los fieles y la comunion de las Iglesias no son pues la una consecuencia de la otra, sino que constituyen la misma realidad vista desde perspectivas diversas.

Ademas, la pertenencia a una Iglesia particular no esta nunca en contradiccion con la realidad de que en la Iglesia nadie es extranjero(46): especialmente en la celebracion de la Eucaristia, todo fiel se encuentra en su Iglesia, en la Iglesia de Cristo, pertenezca o no, desde el punto de vista canonico, a la diocesis, parroquia u otra comunidad particular donde tiene lugar tal celebracion. En este sentido, permanenciendo firmes las necesarias determinaciones de dependencia juridica(47), quien pertenece a una Iglesia particular pertenece a todas las Iglesias; ya que la pertenencia a la Comunion, como pertenencia a la Iglesia, nunca es solo particular, sino que por su misma naturaleza es siempre universal(48).

III COMUNION DE LAS IGLESIAS, EUCARISTIA Y EPISCOPADO


11. La unidad o comunion entre las Iglesias particulares en la Iglesia universal, ademas de en la misma fe y en el Bautismo comun, esta radicada sobre todo en la Eucaristia y en el Episcopado.

Esta radicada en la Eucaristia porque el Sacrificio eucaristico, aun celebrandose siempre en una particular comunidad, no es nunca celebracion de esa sola comunidad: ésta, en efecto, recibiendo la presencia eucaristica del Senor, recibe el don completo de la salvacion, y se manifiesta asi, a pesar de su permanente particularidad visible, como imagen y verdadera presencia de la Iglesia una, santa, catolica y apostolica(49).

El redescubrimiento de una eclesiologia eucaristica, con sus indudables valores, se ha expresado sin embargo a veces con acentuaciones unilaterales del principio de la Iglesia local. Se afirma que donde se celebra la Eucaristia, se haria presente la totalidad del misterio de la Iglesia, de modo que habria que considerar no-esencial cualquier otro principio de unidad y de universalidad. Otras concepciones, bajo influjos teologicos diversos, tienden a radicalizar aun mas esta perspectiva particular de la Iglesia, hasta el punto de considerar que es el mismo reunirse en el nombre de Jesús (cfr. Mt 18,20) lo que genera la Iglesia: la asamblea que en el nombre de Cristo se hace comunidad, tendria en si los poderes de la Iglesia, incluido el relativo a la Eucaristia; la Iglesia, como algunos dicen, naceria "de la base". Estos y otros errores similares no tienen suficientemente en cuenta que es precisamente la Eucaristia la que hace imposible toda autosuficiencia de la Iglesia particular. En efecto, la unicidad e indivisibilidad del Cuerpo eucaristico del Senor implica la unicidad de su Cuerpo mistico, que es la Iglesia una e indivisible. Desde el centro eucaristico surge la necesaria apertura de cada comunidad celebrante, de cada Iglesia particular: del dejarse atraer por los brazos abiertos del Senor se sigue la insercion en su Cuerpo, unico e indiviso. También por esto, la existencia del ministerio Petrino, fundamento de la unidad del Episcopado y de la Iglesia universal, esta en profunda correspondencia con la indole eucaristica de la Iglesia.


12. Efectivamente, la unidad de la Iglesia esta también fundamentada en la unidad del Episcopado(50). Como la idea misma de Cuerpo de las Iglesias reclama la existencia de una Iglesia Cabeza de las Iglesias, que es precisamente la Iglesia de Roma, que "preside la comunion universal de la caridad(51), asi la unidad del Episcopado comporta la existencia de un Obispo Cabeza del Cuerpo o Colegio de los Obispos, que es el Romano Pontifice(52). De la unidad del Episcopado, como de la unidad de la entera Iglesia, "el Romano Pontifice, como sucesor de Pedro, es principio y fundamento perpetuo y visible"(53). Esta unidad del Episcopado se perpetua a lo largo de los siglos mediante la sucesion apostolica, y es también fundamento de la identidad de la Iglesia de cada época con la Iglesia edificada por Cristo sobre Pedro y sobre los demas Apostoles(54).


13. El Obispo es principio y fundamento visible de la unidad en la Iglesia particular confiada a su ministerio pastoral(55), pero para que cada Iglesia particular sea plenamente Iglesia, es decir, presencia particular de la Iglesia universal con todos sus elementos esenciales, y por lo tanto constituida a imagen de la Iglesia universal, debe hallarse presente en ella, como elemento propio, la suprema autoridad de la Iglesia: el Colegio episcopal "junto con su Cabeza el Romano Pontifice, y jamas sin ella"(56). El Primado del Obispo de Roma y el Colegio episcopal son elementos propios de la Iglesia universal "no derivados de la particularidad de las Iglesias"(57), pero interiores a cada Iglesia particular. Por tanto, "debemos ver el ministerio del Sucesor de Pedro, no solo como un servicio 'global' que alcanza a toda Iglesia particular 'desde fuera', sino como perteneciente ya a la esencia de cada Iglesia particular 'desde dentro'"(58). En efecto, el ministerio del Primado comporta esencialmente una potestad verdaderamente episcopal, no solo suprema, plena y universal, sino también inmediata, sobre todos, tanto sobre los Pastores como sobre los demas fieles(59). Que el ministerio del Sucesor de Pedro sea interior a cada Iglesia particular, es expresion necesaria de aquella fundamental mutua interioridad entre Iglesia universal e Iglesia particular(60).


14. Unidad de la Eucaristia y unidad del Episcopado con Pedro y bajo Pedro no son raices independientes de la unidad de la Iglesia, porque Cristo ha instituido la Eucaristia y el Episcopado como realidades esencialmente vinculadas(61). El Episcopado es uno como una es la Eucaristia: el unico Sacrificio del unico Cristo muerto y resucitado. La liturgia expresa de varios modos esta realidad, manifestando, por ejemplo, que toda celebracion de la Eucaristia se realiza en union no solo con el propio Obispo sino también con el Papa, con el orden episcopal, con todo el clero y con el entero pueblo(62). Toda valida celebracion de la Eucaristia expresa esta comunion universal con Pedro y con la Iglesia entera, o la reclama objetivamente, como en el caso de las Iglesias cristianas separadas de Roma(63).

IV UNIDAD Y DIVERSIDAD EN LA COMUNION ECLESIAL


15. "La universalidad de la Iglesia, de una parte, comporta la mas solida unidad y, de otra, una pluralidad y una diversificacion, que no obstaculizan la unidad, sino que le confieren en cambio el caracter de 'comunion'"(64). Esta pluralidad se refiere sea a la diversidad de ministerios, carismas, formas de vida y de apostolado dentro de cada Iglesia particular, sea a la diversidad de tradiciones liturgicas y culturales entre las distintas Iglesias particulares(65).

La promocion de la unidad que no obstaculiza la diversidad, asi como el reconocimiento y la promocion de una diversidad que no obstaculiza la unidad sino que la enriquece, es tarea primordial del Romano Pontifice para toda la Iglesia(66) y, salvo el derecho general de la misma Iglesia, de cada Obispo en la Iglesia particular confiada a su ministerio pastoral(67). Pero la edificacion y salvaguardia de esta unidad, a la que la diversidad confiere el caracter de comunion, es también tarea de todos en la Iglesia, porque todos estan llamados a construirla y respetarla cada dia, sobre todo mediante aquella caridad que es "el vinculo de la perfeccion"(68).


16. Para una vision mas completa de este aspecto de la comunion eclesial -unidad en la diversidad-, es necesario considerar que existen instituciones y comunidades establecidas por la Autoridad Apostolica para peculiares tareas pastorales. Estas, en cuanto tales, pertenecen a la Iglesia universal, aunque sus miembros son también miembros de las Iglesias particulares donde viven y trabajan. Tal pertenencia a las Iglesias particulares, con la flexibilidad que le es propia(69), tiene diversas expresiones juridicas. Esto no solo no lesiona la unidad de la Iglesia particular fundada en el Obispo, sino que por el contrario contribuye a dar a esta unidad la interior diversificacion propia de la comunion(70).

En el contexto de la Iglesia entendida como comunion, hay que considerar también los multiples institutos y sociedades, expresion de los carismas de vida consagrada y de vida apostolica, con los que el Espiritu Santo enriquece el Cuerpo Mistico de Cristo: aun no perteneciendo a la estructura jerarquica de la Iglesia, pertenecen a su vida y a su santidad(71).

Por su caracter supradiocesano, radicado en el ministerio Petrino, todas estas realidades eclesiales son también elementos al servicio de la comunion entre las diversas Iglesias particulares.

V COMUNION ECLESIAL Y ECUMENISMO


17. "La Iglesia se reconoce unida por muchas razones con quienes, estando bautizados, se honran con el nombre de cristianos, pero no profesan la fe en su totalidad o no guardan la unidad de comunion bajo el sucesor de Pedro"(72). En las Iglesias y comunidades cristianas no catolicas, existen en efecto muchos elementos de la Iglesia de Cristo que permiten reconocer con alegria y esperanza una cierta comunion, si bien no perfecta(73).

Esta comunion existe especialmente con las Iglesias orientales ortodoxas, las cuales, aunque separadas de la Sede de Pedro, permanecen unidas a la Iglesia Catolica mediante estrechisimos vinculos, como son la sucesion apostolica y la Eucaristia valida, y merecen por eso el titulo de Iglesias particulares(74). En efecto, "con la celebracion de la Eucaristia del Senor en cada una de estas Iglesias, la Iglesia de Dios es edificada y crece"(75), ya que en toda valida celebracion de la Eucaristia se hace verdaderamente presente la Iglesia una, santa, catolica y apostolica(76).

Sin embargo, como la comunion con la Iglesia universal, representada por el Sucesor de Pedro, no es un complemento externo de la Iglesia particular, sino uno de sus constitutivos internos, la situacion de aquellas venerables comunidades cristianas implica también una herida en su ser Iglesia particular. La herida es todavia mas profunda en las comunidades eclesiales que no han conservado la sucesion apostolica y la Eucaristia valida. Esto, de otra parte, comporta también para la Iglesia Catolica, llamada por el Senor a ser para todos "un solo rebano y un solo pastor"(77), una herida en cuanto obstaculo para la realizacion plena de su universalidad en la historia.


18. Esta situacion reclama fuertemente de todos el empeno ecuménico hacia la plena comunion en la unidad de la Iglesia; aquella unidad "que Cristo concedio desde el principio a su Iglesia, y que creemos subsiste indefectible en la Iglesia Catolica y esperamos que crezca hasta la consumacion de los siglos"(78). En este empeno ecuménico, tienen prioritaria importancia la oracion, la penitencia, el estudio, el dialogo y la colaboracion, para que en una renovada conversion al Senor se haga posible a todos reconocer la permanencia del Primado de Pedro en sus sucesores, los Obispos de Roma, y ver realizado el ministerio petrino, tal como es entendido por el Senor, como universal servicio apostolico, presente en todas las Iglesias desde dentro de ellas y que, salvada su sustancia de institucion divina, puede expresarse en modos diversos, segun los lugares y tiempos, como testimonia la historia.


CONCLUSION


19. La Bienaventurada Virgen Maria es modelo de la comunion eclesial en la fe, en la caridad y en la union con Cristo(79). "Eternamente presente en el misterio de Cristo"(80), Ella esta, en medio de los Apostoles, en el corazon mismo de la Iglesia naciente(81) y de la Iglesia de todos los tiempos. Efectivamente, "la Iglesia fue congregada en la parte alta (del cenaculo) con Maria, que era la Madre de Jesús, y con sus hermanos. No se puede, por tanto, hablar de Iglesia si no esta presente Maria, la Madre del Senor, con sus hermanos"(82).

Al concluir esta Carta, la Congregacion para la Doctrina de la Fe, haciendo eco a las palabras finales de la Constitucion Lumen gentium(83), invita a todos los Obispos y, a través de ellos, a todos los fieles, especialmente a los teologos, a confiar a la intercesion de la Bienaventurada Virgen su empeno de comunion y de reflexion teologica sobre la comunion.

El Sumo Pontifice Juan Pablo II, en el curso de la audiencia concedida al infrascripto Cardenal Prefecto, ha aprobado la presente Carta, acordada en reunion ordinaria de esta Congregacion, y ha ordenado su publicacion.

Roma, desde la Sede de la Congregacion para la Doctrina de la Fe, el 28 de mayo de 1992.

Joseph Card. Ratzinger

Prefecto

+ Alberto Bovone

Arzobispo Tit. de Cesarea de Numidia

Secretario

(1) 1 Cfr. Const. Lumen gentium, nn. 4,8,13-15,18,21,24-25; Const. Dei Verbum, n. 10; Const. Gaudium et spes, n. 32; Decr. Unitatis redintegratio, nn. 2-4,14-15,17-19,22.

(2) 2 Cfr. SINODO DE LOS OBISPOS, II Asamblea extraordinaria (1985), Relatio finalis, II, C),1.

(3) 3 PABLO VI, Discurso de apertura del segundo periodo del Conc. Vaticano II,29-IX-1963: AAS 55 (1963) p. 848. Cfr., por ejemplo, las lineas de profundizacion indicadas por la COMISION TEOLOGICA INTERNACIONAL, en Themata selecta de ecclesiologia: "Documenta (1969- 1985)", Lib. Ed. Vaticana 1988, pp. 462-559.

(4) 4 JUAN PABLO II, Discurso a los Obispos de los Estados Unidos de América,16-IX-1987, n. 1: "Insegnamenti di Giovanni Paolo II" X,3 (1987) p. 553.

(5) 5 1 Jn 1,3: "Os anunciamos lo que hemos hemos visto y oido, para que estéis en comunion con nosotros. Nuestra comunion es con el Padre y con su Hijo Jesucristo". Cfr. también 1Co 1,9; JUAN PABLO II, Exh. Ap. Christifideles laici,30-XII-1988, n. 19; SINODO DE LOS OBISPOS (1985), Relatio finalis, II, C),1.

(6) 6 Cfr. Fil 3,20-21; Col 3,1-4; Const. Lumen gentium, n. 48.

(7) 7 2Co 5,6. Cfr. Const. Lumen gentium, n. 1.

(8) 8 Cfr. ibidem, n. 7; PIO XII, Enc. Mystici Corporis,29-VI-1943: AAS 35 (1943) pp. 200 ss.

(9) 9 Cfr. Const. Lumen gentium, n. 11/a.

(10) 10 S. CIPRIANO, De Oratione Dominica,23: PL 4,553; cfr. Const. Lumen gentium, n. 4/b.

(11) 11 Cfr. Const. Lumen gentium, n. 9/c.

(12) 12 Cfr. 2 Pedro 1,4.

(13) 13 Cfr. 2Co 1,7.

(14) 14 Cfr. Ep 4,13; Filem 6.

(15) 15 Cfr. Fil 2,1.

(16) 16 Cfr. Const. Lumen gentium, nn. 25-27.

(17) 17 Cfr. Mt 28,19-20; Jn 17,21-23; Ep 1,10; Const. Lumen gentium, nn. 9/b,13 y 17; Decr. Ad gentes, nn. 1 y 5; S. IRENEO, Adversus haereses, III,16,6 y 22,1-3: PG 7,925-926 y 955-958.

(18) 18 S. CIPRIANO, Epist. ad Magnum,6: PL 3,1142.

(19) 19 Ep 4,4-5: "Un solo cuerpo y un solo Espiritu, asi como habéis sido llamados a una sola esperanza, la de vuestra vocacion. Un solo Senor, una sola fe, un solo bautismo". Cfr. también Mc 16,16.

(20) 20 Const. Lumen gentium, n. 7/b. La Eucaristia es el sacramento "mediante el cual se construye la Iglesia en el tiempo presente" (S. AGUSTIN, Contra Faustum,12,20: PL 42,265). "Nuestra participacion en el cuerpo y en la sangre de Cristo no tiende a otra cosa que a transformarnos en aquello que recibimos" (S. LEON MAGNO, Sermo 63,7: PL 54,357).

(21) 21 Cfr. Const. Lumen gentium, nn. 3 y 11/a; S. JUAN CRISOSTOMO, In 1 Cor. hom.,24,2: PG 61,200.

(22) 22 Cfr. Denz.-Schön. 19,26-30.

(23) 23 Cfr. 1Co 12,25-27; Ep 1,22-23; 3,3-6.

(24) 24 Hechos 4,32.

(25) 25 Cfr. Hechos 2,42.

(26) 26 Cfr. Rm 8,15-16.26; Gal 4,6; Const. Lumen gentium, n. 4.

(27) 27 STO. TOMAS DE AQUINO, De Veritate, q. 29, a. 4 c. En efecto, "levantado en la cruz y glorificado, el Senor Jesús envio el Espiritu que habia prometido, por medio del cual llamo y congrego al pueblo de la Nueva Alianza, que es la Iglesia" (Decr. Unitatis redintegratio, n. 2/b).

(28) 28 Cfr. Const. Lumen gentium, n. 49.

(29) 29 Cfr. He 7,25.

(30) 30 Cfr. Const. Lumen gentium, nn. 50 y 66.

(31) 31 Cfr. Mt 16,18; 1Co 12,28; etc.

(32) 32 Cfr. Hechos 8,1; 11,22; 1Co 1,2; 16,19; Gal 1,22; Apoc 2,1.8; etc.

(33) 33 Cfr. PONTIFICIA COMISION BIBLICA, Unité et diversité dans l'Eglise, Lib. Ed. Vaticana 1989, especialmente, pp. 14-28.

(34) 34 Const. Lumen gentium, n. 23/a; cfr. Decr. Ad gentes, n. 20/a.

(35) 35 Decr. Christus Dominus, n. 11/a.

(36) 36 Const. Lumen gentium, n. 23/b. Cfr. S. HILARIO DE POITIERS, In Psalm. 14,3: PL 9,301; S. GREGORIO MAGNO, Moralia, IV,7,12: PL 75,643.

(37) 37 Cfr. PABLO VI, Exh. Ap. Evangelii nuntiandi,8-XII-1975, n. 64/b.

(38) 38 Decr. Christus Dominus, n. 6/c.

(39) 39 JUAN PABLO II, Discurso a la Curia Romana,20-XII-1990, n. 9: "L'Osservatore Romano",21-XII-1990, p. 5.

(40) 40 Decr. Christus Dominus, n. 11/a.

(41) 41 JUAN PABLO II, Discurso a los Obispos de los Estados Unidos de América,16-IX-1987, n. 3: cit., p. 555.

(42) 42 Cfr. PASTOR DE HERMAS, Vis. 2,4: PG 2,897-900; S. CLEMENTE ROMANO, Epist. II ad Cor.,14,2: Funck,1,200.

(43) 43 Cfr. Hechos 2,1 ss. S. IRENEO, Adversus haereses, III,17,2 (PG 7,929-930): "en Pentecostés (...) todas las naciones (...) se habian convertido en un admirable coro para entonar el himno de alabanza a Dios en perfecta consonancia, porque el Espiritu Santo habia anulado las distancias, eliminado la discordancia y transformado la reunion de los pueblos en una primicia para ofrecer a Dios Padre". Cfr. también S. FULGENCIO DE RUSPE, Sermo 8 in Pentecoste,2-3: PL 65,743-744.

(44) 44 Const. Lumen gentium, n. 23/a: "[las Iglesias particulares]... en las cuales y a partir de las cuales se constituye laIglesia Catolica, una y unica". Esta doctrina desarrolla en la continuidad lo que ya habia sido afirmado anteriormente, por ejemplo por PIO XII, Enc. Mystici Corporis, cit., p. 211: "...a partir de las cuales existe y esta compuesta la Iglesia Catolica".

(45) 45 Cfr. JUAN PABLO II, Discurso a la Curia Romana,20-XII-1990, n. 9: cit., p. 5.

(46) 46 Cfr. Gal 3,28.

(47) 47 Cfr., por ejemplo, C.I.C., can. 107.

(48) 48 S. JUAN CRISOSTOMO, In Ioann. hom.,65,1 (PG 59,361): "quien esta en Roma sabe que los Indios son sus miembros". Cfr. Const. Lumen gentium, n. 13/b.

(49) 49 Cfr. Const. Lumen gentium, n. 26/a; S. AGUSTIN, In Ioann. Ev. Tract.,26,13: PL 35,1612- 1613.

(50) 50 Cfr. Const. Lumen gentium, nn. 18/b,21/b,22/a. Cfr. también S. CIPRIANO, De unitate Ecclesiae,5: PL 4,516-517; S. AGUSTIN, In Ioann. Ev. Tract.,46,5: PL 35,1730.

(51) 51 S. IGNACIO DE ANTIOQUIA, Epist. ad Rom., prol.: PG 5,685; cfr. Const. Lumen gentium, n. 13/c.

(52) 52 Cfr. Const. Lumen gentium, n. 22/b.

(53) 53 Ibidem, n. 23/a. Cfr. Const. Pastor aeternus: Denz.-Schön. 3051-3057; S. CIPRIANO, De unitate Ecclesiae,4: PL 4,512-515.

(54) 54 Cfr. Const. Lumen gentium, n. 20; S. IRENEO, Adversus haereses, III,3,1-3: PG 7,848-849; S. CIPRIANO, Epist. 27,1: PL 4,305-306; S. AGUSTIN, Contra advers. legis et prophet.,1,20,39: PL 42,626.

(55) 55 Cfr. Const. Lumen gentium, n. 23/a.

(56) 56 Ibidem, n. 22/b; cfr. asimismo n. 19.

(57) 57 JUAN PABLO II, Discurso a la Curia Romana,20-XII-1990, n. 9: cit., p. 5.

(58) 58 JUAN PABLO II, Discurso a los Obispos de los Estados Unidos de América,16-IX-1987, n. 4: cit., p. 556.

(59) 59 Cfr. Const. Pastor aeternus, cap. 3: Denz-Schön 3064; Const. Lumen gentium, n. 22/b.

(60) 60 Cfr. supra, n. 9.

(61) 61 Cfr. Const. Lumen gentium, n. 26; S. IGNACIO DE ANTIOQUIA, Epist. ad Philadel.,4: PG 5,700; Epist. ad Smyrn.,8: PG 5,713.

(62) 62 Cfr. MISAL ROMANO, Plegaria Eucaristica III.

(63) 63 Cfr. Const. Lumen gentium, n. 8/b.

(64) 64 JUAN PABLO II, Discurso en la Audiencia general,27-IX-1989, n. 2: "Insegnamenti di Giovanni Paolo II" XII,2 (1989) p. 679.

(65) 65 Cfr. Const. Lumen gentium, n. 23/d.

(66) 66 Cfr. ibidem, n. 13/c.

(67) 67 Cfr. Decr. Christus Dominus, n. 8/a.

(68) 68 Col 3,14. STO TOMAS DE AQUINO, Exposit. in Symbol. Apost., a. 9: "La Iglesia es una (...) por la unidad de la caridad, porque todos estan unidos por el amor de Dios, y entre si por el amor mutuo ".

(69) 69 Cfr. supra, n. 10.

(70) 70 Cfr. supra, n. 15.

(71) 71 Cfr. Const. Lumen gentium, n. 44/d.

(72) 72 Const. Lumen gentium, n. 15.

(73) 73 Cfr. Decr. Unitatis redintegratio, nn. 3/a y 22; Const. Lumen gentium, n. 13/d.

(74) 74 Cfr. Decr. Unitatis redintegratio, nn. 14 y 15/c.

(75) 75 Ibidem, n. 15/a.

(76) 76 Cfr. supra, nn. 5 y 14.

(77) 77 Jn 10,16.

(78) 78 Cfr. Decr. Unitatis redintegratio, n. 4/c.

(79) 79 Cfr. Const. Lumen gentium, nn. 63 y 68; S. AMBROSIO, Exposit. in Luc.,2,7: PL 15,1555; S. ISAAC DE ESTRELLA, Sermo 27: PL 194,1778-1779; RUPERTO DE DEUTZ, De Vict. Verbi Dei,12,1: PL 169,1464-1465.

(80) 80 JUAN PABLO II, Enc. Redemptoris Mater,25-III-1987, n. 19.

(81) 81 Cfr. Hechos 1,14; JUAN PABLO II, Enc. Redemptoris Mater, cit., n. 26.

(82) 82 S. CROMACIO DE AQUILEYA, Sermo 30,1: "Sources Chrétiennes",164, p. 134. Cfr. PABLO VI, Exh. Ap. Marialis cultus,2-II-1974, n. 28.

(83) 83 Cfr. Const. Lumen gentium, n. 69.


CONGREGACION PARA LA DOCTRINA DE LA FE

Congregacion para la Doctrina de la Fe - Conclusion