Congregacion para la Doctrina de la Fe - IV PADRE Y MADRE COMO EDUCADORES

IV PADRE Y MADRE COMO EDUCADORES


37. Dios, concediendo a los esposos el privilegio y la gran responsabilidad de llegar a ser padres, les concede la gracia para cumplir adecuadamente su propia mision. Los padres en esta tarea de educar a sus hijos, estan guiados por " dos verdades fundamentales. La primera es que el hombre esta llamado a vivir en la verdad y en el amor. La segunda es que cada hombre se realiza mediante la entrega sincera de si mismo ".38 Como esposos, padres y ministros de la gracia sacramental del matrimonio, los padres se encuentran sostenidos dia a dia, por energias particulares de orden espiritual, otorgados por Jesucristo, que ama y nutre la Iglesia, su esposa.

En cuanto conyuges, hechos " una sola carne " por el vinculo matrimonial, comparten el deber de formar a los hijos mediante una voluntaria colaboracion nutrida por un vigoroso y mutuo dialogo, que " tiene una fuente nueva y especifica en el sacramento del matrimonio, que los consagra a la educacion propiamente cristiana de los hijos, es decir, los llama a participar de la misma autoridad y del mismo amor de Dios Padre y de Cristo Pastor, asi como del amor materno de la Iglesia, y los enriquece en sabiduria, consejo, fortaleza y con los otros dones del Espiritu Santo, para ayudar a los hijos en su crecimiento humano y cristiano ".39


38. En el contexto de la formacion en la castidad, la " paternidad-maternidad " incluye evidentemente al padre que queda solo y también a los padres adoptivos. La tarea del progenitor que queda solo no es ciertamente facil, pues le falta el apoyo del otro conyuge, y con ello, la actividad y el ejemplo de un conyuge de sexo diferente. Dios, sin embargo, sostiene a los padres solos con amor especial, llamandolos a afrontar esta tarea con igual generosidad y sensibilidad con que aman y cuidan a sus hijos en otros aspectos de la vida familiar.


39. Hay otras personas llamadas en ciertos casos a asumir el puesto de los padres: quienes toman de manera permanente su papel, por ejemplo, en relacion a los ninos huérfanos o abandonados. Sobre ellos recae la tarea de formar a los ninos y a los jovenes en sentido global y también en la castidad y recibiran la gracia de estado para hacerlo segun los mismos principios que guian a los padres cristianos.


40. Los padres nunca deben sentirse solos en esta tarea. La Iglesia los sostiene y los estimula, segura de que les cabe desarrollar esta funcion mejor que cualquier otro. Mision que incumbe igualmente a los hombres y mujeres que, frecuentemente con gran sacrificio, dan a los ninos sin padres una forma de amor paterno y de vida de familia. Todos deben afrontar este deber con un espiritu de oracion, abiertos y obedientes a las verdades morales de la fe y de la razon que integran la ensenanza de la Iglesia y considerando siempre a los ninos y a los jovenes como personas, hijos de Dios y herederos del Reino de los cielos.

Los derechos y deberes de los padres


41. Antes de entrar en los detalles practicos de la formacion de los jovenes en la castidad, es de extrema importancia que los padres sean conscientes de sus derechos y deberes, en particular frente a un Estado y a una escuela que tienden a asumir la iniciativa en el campo de la educacion sexual.

En la Familiaris consortio, el Santo Padre Juan Pablo II lo reafirma: " El derecho-deber educativo de los padres se califica como esencial, relacionado como esta con la transmision de la vida humana; como original y primario, respecto al deber educativo de los demas, por la unicidad de la relacion de amor que subsiste entre padres e hijos; como insustituible e inalienable y que, por consiguiente, no debe ser ni totalmente delegado ni usurpado por otros ",40 salvo el caso, al cual se ha hecho referencia al inicio, de la imposibilidad fisica o psiquica.


42. Esta doctrina se apoya en la ensenanza del Concilio Vaticano II41 y ha sido proclamada también por la Carta de los Derechos de la Familia: " Por el hecho de haber dado la vida a sus hijos, los padres tienen el derecho originario, primario e inalienable de educarlos; ... Ellos tienen el derecho de educar a sus hijos conforme a sus convicciones morales y religiosas, teniendo presentes las tradiciones culturales de la familia que favorecen el bien y la dignidad del hijo; ellos deben recibir también de la sociedad la ayuda y asistencia necesarias para realizar de modo adecuado su funcion educadora ".42


43. El Papa insiste en que esto vale particularmente en relacion a la sexualidad: " La educacion sexual, derecho y deber fundamental de los padres, debe realizarse siempre bajo su direccion solicita, tanto en casa como en los centros educativos elegidos y controlados por ellos. En este sentido la Iglesia reafirma la ley de la subsidiaridad, que la escuela tiene que observar cuando coopera en la educacion sexual, situandose en el espiritu mismo que anima a los padres ".43

El Santo Padre agrega: " Por los vinculos estrechos que hay entre la dimension sexual de la persona y sus valores éticos, esta educacion debe llevar a los hijos a conocer y estimar las normas morales como garantia necesaria y preciosa para un crecimiento personal y responsable en la sexualidad humana ".44 Ninguno esta en grado de realizar la educacion moral en este delicado campo mejor que los padres, debidamente preparados.

El significado del deber de los padres


44. Este derecho implica una tarea educativa: si de hecho no imparten una adecuada formacion en la castidad, los padres abandonan un preciso deber que les compete; y serian culpables también, si tolerasen una formacion inmoral o inadecuada impartida a los hijos fuera del hogar.


45. Esta tarea encuentra hoy una particular dificultad debido también a la difusion, a través de los medios de comunicacion social, de la pornografia, inspirada en criterios comerciales que deforman la sensibilidad de los adolescentes. A este respecto se requiere, por parte de los padres, un doble cuidado: una educacion preventiva y critica de los hijos y una accion de valiente denuncia ante la autoridad. Los padres, individualmente o asociados con otros, tienen el derecho y el deber de promover el bien de sus hijos y de exigir a la autoridad leyes de prevencion y represion de la explotacion de la sensibilidad de los ninos y de los adolescentes.45


46. El Santo Padre subraya esta mision de los padres delineando la orientacion y el objetivo: " Ante una cultura que "banaliza" en gran parte la sexualidad humana, porque la interpreta y la vive de manera reductiva y empobrecida, relacionandola unicamente con el cuerpo y el placer egoista, el servicio educativo de los padres debe basarse sobre una cultura sexual que sea verdadera y plenamente personal. En efecto, la sexualidad es una riqueza de toda la persona -cuerpo, sentimiento y espiritu- y manifiesta su significado intimo al llevar la persona hacia el don de si misma en el amor ".46


47. No podemos olvidar, de todas maneras, que se trata de un derecho-deber, el de educar en la sexualidad, que los padres cristianos en el pasado han advertido y ejercitado poco, posiblemente porque el problema no tenia la gravedad actual: o porque su tarea era en parte sustituida por la fuerza de los modelos sociales dominantes y, ademas, por la suplencia que en este campo ejercian la Iglesia y la escuela catolica. No es facil para los padres asumir este compromiso educativo, porque hoy se revela muy complejo, superior a las posibilidades de las familias, y porque en la mayoria de los casos no existe la experiencia de cuanto con ellos hicieron los propios padres.

Por esto, la Iglesia considera como deber suyo contribuir, con este documento, a que los padres recuperen la confianza en sus propias capacidades y ayudarles en el cumplimiento de su tarea.

V ITINERARIOS FORMATIVOS EN EL SENO DE LA FAMILIA


48. El ambiente de la familia es, pues, el lugar normal y originario para la formacion de los ninos y de los jovenes en la consolidacion y en el ejercicio de las virtudes de la caridad, de la templanza, de la fortaleza y, por tanto, de la castidad. Como iglesia doméstica, la familia es, en efecto, la escuela mas rica en humanidad.47 Esto vale especialmente para la educacion moral y espiritual, en particular sobre un punto tan delicado como la castidad: en ella, de hecho, confluyen aspectos fisicos, psiquicos y espirituales, deseos de libertad e influjo de los modelos sociales, pudor natural y fuertes tendencias inscritas en el cuerpo humano; factores, todos estos, que se encuentran unidos a la conciencia aunque sea implicita de la dignidad de la persona humana, llamada a colaborar con Dios, y al mismo tiempo marcada por la fragilidad. En un hogar cristiano los padres tienen la fuerza para conducir a los hijos hacia una verdadera madurez cristiana de su personalidad, segun la medida de Cristo, en el seno de su Cuerpo mistico que es la Iglesia.48

La familia, aun poseyendo estas fuerzas, tiene necesidad de apoyo también por parte del Estado y de la sociedad, segun el principio de subsidiaridad: " Pero ocurre que cuando la familia decide realizar plenamente su vocacion, se puede encontrar sin el apoyo necesario por parte del Estado, que no dispone de recursos suficientes. Es urgente entonces, promover iniciativas politicas no solo en favor de la familia, sino también politicas sociales que tengan como objetivo principal a la familia misma, ayudandola mediante la asignacion de recursos adecuados e instrumentos eficaces de ayuda, bien sea para la educacion de los hijos, bien sea para la atencion de los ancianos ".49


49. Conscientes de esto, y de las dificultades reales que existen hoy en no pocos paises para los jovenes, especialmente en presencia de factores de degradacion social y moral, los padres han de atreverse a pedirles y exigirles mas. No pueden contentarse con evitar lo peor -que los hijos no se droguen o no comentan delitos- sino que deberan comprometerse a educarlos en los valores verdaderos de la persona, renovados por las virtudes de la fe, de la esperanza y del amor: la libertad, la responsabilidad, la paternidad y la maternidad, el servicio, el trabajo profesional, la solidaridad, la honradez, el arte, el deporte, el gozo de saberse hijos de Dios y, con esto, hermanos de todos los seres humanos, etc.

El valor esencial del hogar


50. Las ciencias psicologicas y pedagogicas, en sus mas recientes conquistas, y la experiencia, concuerdan en destacar la importancia decisiva, en orden a una armonica y valida educacion sexual, del clima afectivo que reina en la familia, especialmente en los primeros anos de la infancia y de la adolescencia y tal vez también en la fase pre-natal, periodos en los cuales se instauran los dinamismos emocionales y profundos de los adolescentes. Se evidencia la importancia del equilibrio, de la aceptacion y de la comprension a nivel de la pareja. Se subraya ademas, el valor de la serenidad del encuentro relacional entre los esposos, de su presencia positiva -sea del padre sea de la madre- en los anos importantes para el proceso de identificacion, y de la relacion de sereno afecto hacia los ninos.


51. Ciertas graves carencias o desequilibrios que existen entre los padres (por ejemplo, la ausencia de la vida familiar de uno o de ambos padres, el desinterés educativo o la severidad excesiva), son factores capaces de causar en los ninos traumas emocionales y afectivos que pueden entorpecer gravemente su adolescencia y a veces marcarlos para toda la vida. Es necesario que los padres encuentren el tiempo para estar con los hijos y de dialogar con ellos. Los hijos, don y deber, son su tarea mas importante, si bien aparentemente no siempre muy rentable: lo son mas que el trabajo, mas que el descanso, mas que la posicion social. En tales conversaciones -y de modo creciente con el pasar de los anos- es necesario saberlos escuchar con atencion, esforzarse por comprenderlos, saber reconocer la parte de verdad que puede haber en algunas formas de rebelion. Al mismo tiempo, los padres podran ayudarlos a encauzar rectamente ansias y aspiraciones, ensenandoles a reflexionar sobre la realidad de las cosas y a razonar. No se trata de imponerles una determinada linea de conducta, sino de mostrarles los motivos, sobrenaturales y humanos, que la recomiendan. Lo lograran mejor, si saben dedicar tiempo a sus hijos y ponerse verdaderamente a su nivel, con amor.

Formacion en la comunidad de vida y de amor


52. La familia cristiana es capaz de ofrecer una atmosfera impregnada de aquel amor a Dios que hace posible el auténtico don reciproco.50 Los ninos que lo perciben estan mas dispuestos a vivir segun las verdades morales practicadas por sus padres. Tendran confianza en ellos y aprenderan aquel amor -nada mueve tanto a amar cuanto el saberse amados- que vence el miedo. Asi el vinculo de amor reciproco, que los hijos descubren en sus padres, sera una proteccion segura de su serenidad afectiva. Tal vinculo afina la inteligencia, la voluntad y las emociones, rechazando todo cuanto pueda degradar o envilecer el don de la sexualidad humana que, en una familia en la cual reina el amor, es siempre entendida como parte de la llamada al don de si en el amor a Dios y a los demas: " La familia es la primera y fundamental escuela de socialidad; como comunidad de amor, encuentra en el don de si misma la ley que la rige y hace crecer. El don de si, que inspira el amor mutuo de los esposos, se pone como modelo y norma del don de si que debe haber en las relaciones entre hermanos y hermanas, y entre las diversas generaciones que conviven en la familia. La comunion y la participacion vivida cotidianamente en la casa, en los momentos de alegria y de dificultad, representa la pedagogia mas concreta y eficaz para la insercion activa, responsable y fecunda de los hijos en el horizonte mas amplio de la sociedad ".51


53. En definitiva, la educacion al auténtico amor, que no es tal si no se convierte en amor de benevolencia, implica la acogida de la persona amada, considerar su bien como propio, y por tanto, instaurar justas relaciones con los demas. Es necesario ensenar al nino, al adolescente y al joven a establecer las oportunas relaciones con Dios, con sus padres, con sus hermanas y hermanas, con sus companeros del mismo o diverso sexo, con los adultos.


54. No se debe tampoco olvidar que la educacion al amor es una realidad global: no se progresa en establecer justas relaciones con una persona sin hacerlo, al mismo tiempo, con cualquier otra. Como se ha indicado antes, la educacion en la castidad, en cuanto educacion en el amor, es al mismo tiempo educacion del espiritu, de la sensibilidad y de los sentimientos. El comportamiento hacia las personas depende no poco de la forma con que administran lo sentimientos espontaneos, haciendo crecer algunos, controlando otros. La castidad, en cuanto virtud, nunca se reduce a un simple discurso sobre el cumplimiento de actos externos conformes a la norma, sino que exige activar y desarrollar los dinamismos de la naturaleza y de la gracia, que constituyen el elemento principal e inmanente de la ley de Dios y de nuestro descubrimiento de su condicion de garantia de crecimiento y de libertad.52


55. Es necesario, por tanto, poner de relieve que la educacion a la castidad es inseparable del compromiso de cultivar todas las otras virtudes y, en modo particular, el amor cristiano que se caracteriza por el respeto, por el altruismo y por el servicio que, en definitiva, es la caridad. La sexualidad es un bien tan importante, que precisa protegerlo siguiendo el orden de la razon iluminada por la fe: " cuanto mayor es un bien, tanto mas en él se debe observar el orden de la razon ".53 De esto se deduce que para educar a la castidad, " es necesario el dominio de si, que presupone virtudes como el pudor, la templanza, el respeto propio y ajeno y la apertura al projimo ".54

Son también importantes aquellas virtudes que la tradicion cristiana ha llamado las hermanas menores de la castidad (modestia, capacidad de sacrificio de los propios caprichos), alimentadas por la fe y por la vida de oracion.

El pudor y la modestia


56. La practica del pudor y de la modestia, al hablar, obrar y vestir, es muy importante para crear un clima adecuado para la maduracion de la castidad, y por eso han de estar hondamente arraigados en el respeto del propio cuerpo y de la dignidad de los demas. Como se ha indicado, los padres deben velar para que ciertas modas y comportamientos inmorales no violen la integridad del hogar, particularmente a través de un uso desordenado de los mass media.55 El Santo Padre ha subrayado en este sentido, la necesidad " de llevar a cabo una colaboracion mas estrecha entre los padres, a quienes corresponde en primer lugar la tarea de la educacion, los responsables de los medios de comunicacion en sus diferentes niveles, y las autoridades publicas, a fin de que la familia no quede abandonada a su suerte en un sector tan importante de su mision educativa... En realidad hay que establecer propuestas, contenidos y programas de sana diversion, de informacion y de educacion complementarios a aquellos de la familia y la escuela. Desgraciadamente, sobre todo en algunas naciones, se difunden espectaculos y escritos en que prolifera todo tipo de violencia y se realiza una especie de bombardeo con mensajes que minan los principios morales y hacen imposible una atmosfera seria, que permita transmitir valores dignos de la persona humana ".56

Particularmente, en relacion al uso de la television, el Santo Padre ha especificado: " El modo de vivir -especialmente en las Naciones mas industrializadas- lleva con frecuencia a las familias a descargar sus responsabilidades educativas, encontrando en la facilidad para la evasion (a través especialmente de la television y de ciertas publicaciones) la manera de tener ocupados a los ninos y los jovenes. Nadie niega que existe para ello una cierta justificacion, dado que muy frecuentemente faltan estructuras e infraestructuras suficientes para potenciar y valorizar el tiempo libre de los jovenes y orientar sus energias ".57 Otra circunstancia que propicia esta realidad es que ambos padres estén ocupados en el trabajo, a menudo fuera del hogar. " Los efectos los sufren precisamente quienes tienen mas necesidad de ser ayudados en el desarrollo de su "libertad responsable". De ahi el deber -especialmente para los creyentes, para las mujeres y los hombres amantes de la libertad- de proteger sobre todo a los ninos y a los jovenes de las "agresiones" que padecen por parte de los mass-media. Nadie falte a este deber aduciendo motivos, demasiado comodos, de no obligacion! ";58 " los padres, en cuanto receptores de tales medios, deben tomar parte activa en su uso moderado, critico, vigilante y prudente ".59

La justa intimidad


57. En estrecha conexion con el pudor y la modestia, que son espontanea defensa de la persona que se niega a ser vista y tratada como objeto de placer en vez de ser respetada y amada por si misma, se ha de considerar el respeto de la intimidad: si un nino o un joven ve que se respeta su justa intimidad, sabra que se espera de él igual comportamiento con los demas. De esta manera, aprendera a cultivar su sentido de responsabilidad ante Dios, desarrollando su vida interior y el gusto por la libertad personal, que le hacen capaz de amar mejor a Dios y a los demas.

El autodominio


58. Todo esto implica, mas en general, el autodominio, condicion necesaria para ser capaces del don de si. Los ninos y los jovenes han de ser estimulados a apreciar y practicar el autocontrol y el recato, a vivir en forma ordenada, a realizar sacrificios personales en espiritu de amor a Dios, de autorespeto y generosidad hacia los demas, sin sofocar los sentimientos y tendencias sino encauzandolos en una vida virtuosa.

Los padres modelo para los propios hijos


59. El buen ejemplo y el liderazgo de los padres es esencial para reforzar la formacion de los jovenes a la castidad. La madre que estima la vocacion materna y su puesto en la casa, ayuda enormemente a desarrollar, en sus propias hijas, las cualidades de la feminidad y de la maternidad y pone ante los hijos varones un claro ejemplo, de mujer recia y noble.60 El padre que inspira su conducta en un estilo de dignidad varonil, sin machismos, sera un modelo atrayente para sus hijos e inspirara respeto, admiracion y seguridad en las hijas.61


60. Lo mismo vale para la educacion al espiritu de sacrificio en las familias sometidas, hoy mas que nunca, a las presiones del materialismo y del consumismo. Solo asi, los hijos creceran " en una justa libertad ante los bienes materiales, adoptando un estilo de vida sencillo y austero, convencidos de que "el hombre vale mas por lo que es que por lo que tiene". En una sociedad sacudida y disgregada por tensiones y conflictos por el choque violento entre los varios individualismos y egoismos, los hijos han de enriquecerse no solo con el sentido de la verdadera justicia, que conduce al respeto de la dignidad de toda persona, sino también y mas aun con el sentido del verdadero amor, como solicitud sincera y servicio desinteresado hacia los demas, especialmente a los mas pobres y necesitados ";62 " la educacion se situa plenamente en el horizonte de la "civilizacion del amor"; depende de ella y, en gran medida, contribuye a construirla ".63

Un santuario de la vida y de la fe


61. Nadie puede ignorar que el primer ejemplo y la mayor ayuda que los padres dan a sus hijos es su generosidad en acoger la vida, sin olvidar que asi les ayudan a tener un estilo mas sencillo de vida y, ademas, " que es menor mal negar a los propios hijos ciertas comodidades y ventajas materiales que privarlos de la presencia de hermanos y hermanas que podrian ayudarlos a desarrollar su humanidad y a comprobar la belleza de la vida en cada una de sus fases y en toda su variedad ".64


62. Finalmente, recordamos que, para lograr estas metas, la familia debe ser ante todo casa de fe y de oracion en la que se percibe la presencia de Dios Padre, se acoge la Palabra de Jesús, se siente el vinculo de amor, don del Espiritu, y se ama y se invoca a la purisima Madre de Dios.65 Esta vida de fe y de oracion " tiene como contenido original la misma vida de familia que en las diversas circunstancias es interpretada como vocacion de Dios y actuada como respuesta filial a su llamada: alegrias y dolores, esperanzas y tristezas, nacimientos y cumpleanos, aniversarios de la boda de los padres, partidas, alejamientos y regresos, elecciones importantes y decisivas, muerte de personas queridas, etc., senalan la intervencion del amor de Dios en la historia de la familia, como deben senalar también el momento favorable a la accion de gracias, para la peticion al abandono confiado de la familia en el Padre comun que esta en los cielos ".66


63. En esta atmosfera de oracion y de reconocimiento de la presencia y la paternidad de Dios, las verdades de la fe y de la moral seran ensenadas, comprendidas y asumidas con reverencia, y la palabra de Dios sera leida y vivida con amor. Asi la verdad de Cristo edificara una comunidad familiar fundada sobre el ejemplo y la guia de los padres que " calan profundamente en el corazon de sus hijos, dejando huellas que los posteriores acontecimientos de la vida no lograran borrar ".67

VI LOS PASOS EN EL CONOCIMIENTO


64. A los padres corresponde especialmente la obligacion de hacer conocer a los hijos los misterios de la vida humana, porque la familia es " el mejor ambiente para cumplir el deber de asegurar una gradual educacion de la vida sexual. Cuenta con reservas afectivas capaces de llevar a aceptar, sin traumas, aun las realidades mas delicadas e integrarlas armonicamente en una personalidad equilibrada y rica ".1 Esta tarea primaria de la familia, hemos recordado, implica para los padres el derecho a que sus hijos no sean obligados a asistir en la escuela a cursos sobre temas que estén en desacuerdo con las propias convicciones religiosas y morales.2 Es, en efecto, labor de la escuela no sustituir a la familia, sino " asistir y completar la obra de los padres, proporcionando a los ninos y jovenes una estima de la "sexualidad como valor y funcion de toda la persona creada, varon y mujer, a imagen de Dios" ".3

Al respecto recordamos cuanto ensena el Santo Padre en la Familiaris consortio: " La Iglesia se opone firmemente a un sistema de informacion sexual separado de los principios morales, tan frecuentemente difundido, que no es sino una introduccion a la experiencia del placer y un estimulo para perder la serenidad, abriendo el camino al vicio desde los anos de la inocencia ".4

Es necesario, por tanto, proponer cuatro principios generales y seguidamente examinar las diversas fases de desarrollo del nino.

Cuatro principios sobre la informacion respecto a la sexualidad


65. 1. Todo nino es una persona unica e irrepetible y debe recibir una formacion individualizada. Puesto que los padres conocen, comprenden y aman a cada uno de sus hijos en su irrepetibilidad, cuentan con la mejor posicion para decidir el momento oportuno de dar las distintas informaciones, segun el respectivo crecimiento fisico y espiritual. Nadie debe privar a los padres, conscientes de su mision, de esta capacidad de discernimiento.5


66. El proceso de madurez de cada nino como persona es distinto, por lo cual los aspectos tanto biologicos como afectivos, que tocan mas de cerca su intimidad, deben serles comunicados a través de un dialogo personalizado.6 En el dialogo con cada hijo, hecho con amor y con confianza, los padres comunican algo del propio don de si, y estan en condicion de testimoniar aspectos de la dimension afectiva de la sexualidad no transmisibles de otra manera.


67. La experiencia demuestra que este dialogo se realiza mejor cuando el progenitor, que comunica las informaciones biologicas, afectivas, morales y espirituales, es del mismo sexo del nino o del joven. Conscientes de su papel, de las emociones y de los problemas del propio sexo, las madres tienen una sintonia especial con las hijas y los padres con los hijos. Es necesario respetar ese nexo natural; por esto, el padre que se encuentre solo, debera comportarse con gran sensibilidad cuando hable con un hijo de sexo diverso, y podra permitir que los aspectos mas intimos sean comunicados por una persona de confianza del sexo del nino. Para esta colaboracion de caracter subsidiario, los padres podran valerse de educadores expertos y bien formados en el ambito de la comunidad escolar, parroquial o de las asociaciones catolicas.


68. 2. La dimension moral debe formar parte siempre de las explicaciones. Los padres podran poner de relieve que los cristianos estan llamados a vivir el don de la sexualidad segun el plan de Dios que es Amor, en el contexto del matrimonio o de la virginidad consagrada o también en el celibato.7 Se ha de insistir en el valor positivo de la castidad y en la capacidad de generar verdadero amor hacia las personas: este es su mas radical e importante aspecto moral; solo quien sabe ser casto, sabra amar en el matrimonio o en la virginidad.


69. Desde la mas tierna edad, los padres pueden observar inicios de una actividad genital instintiva en el nino. No se debe considerar como represivo el hecho de corregir delicadamente estos habitos que podrian llegar a ser pecaminosos mas tarde, y ensenar la modestia, siempre que sea necesario, a medida que el nino crece. Es importante que el juicio de rechazo moral de ciertos comportamientos, contrarios a la dignidad de la persona y a la castidad, sea justificado con motivaciones adecuadas, validas y convincentes tanto en el plano racional como en el de la fe, y en un cuadro positivo y de alto concepto de la dignidad personal. Muchas amonestaciones de los padres son simples reproches o recomendaciones que los hijos perciben como fruto del miedo a ciertas consecuencias sociales o de publica reputacion, mas que de un amor atento a su verdadero bien. " Os exhorto a corregir con todo empeno los vicios y las pasiones que en cada edad os acometen. Porque si en cualquier época de nuestra vida navegamos despreciando los valores de la virtud y sufriendo de esta manera constantes naufragios, tenemos el riesgo de llegar al puerto vacios de toda carga espiritual ".8


70. 3. La educacion a la castidad y las oportunas informaciones sobre la sexualidad deben ser ofrecidas en el mas amplio contexto de la educacion al amor. No es suficiente comunicar informaciones sobre el sexo junto a principios morales objetivos. Es necesaria la constante ayuda para el crecimiento en la vida espiritual de los hijos, para que su desarrollo biologico y las pulsiones que comienzan a experimentar se encuentren siempre acompanadas por un creciente amor a Dios Creador y Redentor y por una siempre mas grande conciencia de la dignidad de toda persona humana y de su cuerpo. A la luz del misterio de Cristo y de la Iglesia, los padres pueden ilustrar los valores positivos de la sexualidad humana en el contexto de la nativa vocacion de la persona al amor y de la llamada universal a la santidad.


71. En los coloquios con los hijos, no deben faltar nunca los consejos idoneos para crecer en el amor de Dios y del projimo y para superar las dificultades: " disciplina de los sentidos y de la mente, prudencia atenta para evitar las ocasiones de caidas, guarda del pudor, moderacion en las diversiones, ocupacion sana, recurso frecuente a la oracion y a los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristia. Los jovenes, sobre todo, deben empenarse en fomentar su devocion a la Inmaculada Madre de Dios ".9


72. Para educar a los hijos a valorar los ambientes que frecuentan con sentido critico y verdadera autonomia, y habituarlos a un uso independiente de los mass-media, los padres han de presentar siempre modelos positivos y los medios adecuados para que empleen sus energias vitales, el sentido de la amistad y de solidaridad en el vasto campo de la sociedad y de la Iglesia.

En presencia de tendencias y de comportamientos desviados, para los cuales se precisa gran prudencia y cautela en distinguir y evaluar las situaciones, recurriran también a especialistas de segura formacion cientifica y moral para identificar las causas mas alla de los sintomas, y ayudar a las personas con seriedad y claridad a superar las dificultades. La accion pedagogica ha de orientarse mas sobre las causas que sobre la represion directa del fenomeno,10 procurando también -si fuera necesario- la ayuda de personas cualificadas como médicos, pedagogos, psicologos de recto sentir cristiano.


73. Uno de los objetivos de los padres en su labor educativa es transmitir a los hijos la conviccion de que la castidad en el propio estado es posible y genera alegria. La alegria brota de la conciencia de una madurez y armonia de la propia vida afectiva, que, siendo don de Dios y don de amor, permite realizar el don de si en el ambito de la propia vocacion. El hombre, en efecto, unica criatura sobre la tierra querida por Dios por si misma, " no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de si mismo a los demas ".11 " Cristo ha dado leyes comunes para todos... No te prohibo casarte, ni me opongo a que te diviertas. Solo quiero que tu lo hagas con templanza, sin obscenidad, sin culpas y pecados. No pongo como ley que huyais a los montes y a los desiertos, sino que seais valientes, buenos, modestos y castos viviendo en medio de las ciudades ".12


74. La ayuda de Dios no falta nunca si se pone el empeno necesario para corresponder a la gracia de Dios. Ayudando, formando y respetando la conciencia de los hijos, los padres deben procurar que frecuenten conscientemente los sacramentos, yendo por delante con su ejemplo. Si los ninos y los jovenes experimentan los efectos de la gracia y de la misericordia de Dios en los sacramentos, seran capaces de vivir bien la castidad como don de Dios, para su gloria y para amarlo a El y a los demas hombres. Una ayuda necesaria y sobrenaturalmente eficaz es frecuentar el Sacramento de la reconciliacion, especialmente si se puede contar con un confesor fijo. La guia o direccion espiritual, aunque no coincide necesariamente con el papel del confesor, es ayuda preciosa para la iluminacion progresiva de las etapas de maduracion y para el apoyo moral.

Son muy utiles las lecturas de libros de formacion elegidos y aconsejados para ofrecer una formacion mas amplia y profunda, y proponer ejemplos y testimonios en el camino de la virtud.


75. Una vez identificados los objetivos de la informacion, es necesario precisar los tiempos y las modalidades comenzando desde la edad de la adolescencia.


4. Los padres deben dar una informacion con extrema delicadeza, pero en forma clara y en el tiempo oportuno. Ellos saben bien que los hijos deben ser tratados de manera personalizada, de acuerdo con las condiciones personales de su desarrollo fisiologico y psiquico, teniendo debidamente en cuenta también el ambiente cultural y la experiencia que el adolescente realiza en su vida cotidiana. Para valorar lo que se debe decir a cada uno, es muy importante que los padres pidan ante todo luces al Senor en la oracion y hablen entre si, para que sus palabras no sean ni demasiado explicitas ni demasiado vagas. Dar muchos detalles a los ninos es contraproducente, pero retardar excesivamente las primeras informaciones es imprudente, porque toda persona humana tiene una natural curiosidad al respecto y antes o después se interroga, sobre todo en una cultura donde se ve demasiado también por la calle.


76. En general, las primeras informaciones acerca del sexo que se han de dar a un nino pequeno, no miran la sexualidad genital, sino el embarazo y el nacimiento de un hermano o de una hermana. La curiosidad natural del nino se estimula, por ejemplo, cuando observa en la madre los signos del embarazo y que vive en la espera de un nino. Los padres deben aprovechar esta gozosa experiencia para comunicar algunos hechos sencillos relativos al embarazo, siempre en el contexto mas profundo de la maravilla de la obra creadora de Dios, que ha dispuesto que la nueva vida por El donada se custodie en el cuerpo de la madre cerca de su corazon.


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