Congregacion para la Doctrina de la Fe - Las fases principales del desarrollo del niño

Las fases principales del desarrollo del niño


77. Es importante que los padres tengan siempre en consideracion las exigencias de sus hijos en las diversas fases de su desarrollo. Teniendo en cuenta que cada uno debe recibir una formacion individualizada, los padres han de adaptar los aspectos de la educacion al amor a las necesidades particulares de cada hijo.


1. Los años de la inocencia


78. Desde la edad de cinco anos aproximadamente hasta la pubertad -cuyo inicio se coloca en la manifestacion de las primeras modificaciones en el cuerpo del muchacho o de la muchacha (efecto visible de un creciente influjo de las hormonas sexuales)-, se dice que el nino esta en esta fase, descrita en las palabras de Juan Pablo II, como " los anos de la inocencia ".13 Periodo de tranquilidad y de serenidad que no debe ser turbado por una informacion sexual innecesaria. En estos anos, antes del evidente desarrollo fisico sexual, es comun que los intereses del nino se dirijan a otros aspectos de la vida. Ha desaparecido la sexualidad instintiva rudimentaria del nino pequeno. Los ninos y las ninas de esta edad no estan particularmente interesados en los problemas sexuales y prefieren frecuentar a los de su mismo sexo. Para no turbar esta importante fase natural del crecimiento, los padres tendran presente que una prudente formacion al amor casto ha de ser en este periodo indirecta, en preparacion a la pubertad, cuando sea necesaria la informacion directa.


79. Durante esta fase del desarrollo, el nino se encuentra normalmente satisfecho del cuerpo y sus funciones. Acepta la necesidad de la modestia en la manera de vestir y en el comportamiento. Aun siendo consciente de las diferencias fisicas entre ambos sexos, muestra en general poco interés por las funciones genitales. El descubrimiento de las maravillas de la creacion, propio de esta época, y las respectivas experiencias en casa y en la escuela, deberan ser orientadas hacia la catequesis y el acercamiento a los sacramentos, que se realiza en la comunidad eclesial.


80. Sin embargo, este periodo de la ninez no esta desprovisto de significado en términos de desarrollo psico-sexual. El nino o la nina que crece, aprende, del ejemplo de los adultos y de la experiencia familiar, qué significa ser una mujer o un hombre. Ciertamente no se han de despreciar las expresiones de ternura natural y de sensibilidad por parte de los ninos, ni, a su vez, excluir a las ninas de actividades fisicas vigorosas. Sin embargo, en algunas sociedades sometidas a presiones ideologicas, los padres deberan cuidar también de adoptar una actitud de oposicion exagerada a lo que se define comunmente como " estereotipo de las funciones " . No se han de ignorar ni minimizar las efectivas diferencias entre ambos sexos y, en un ambiente familiar sano, los ninos aprenderan que es natural que a estas diferencias corresponda una cierta diversidad entre las tareas normales familiares y domésticas respectivamente de los hombres y las mujeres.


81. Durante esta fase, las ninas desarrollaran en general un interés materno por los ninos pequenos, por la maternidad y por la atencion de la casa. Asumiendo constantemente como modelo la Maternidad de la Santisima Virgen Maria, deben ser estimuladas a valorizar la propia feminidad.


82. Un nino, en esta misma fase, se encuentra en un estadio de desarrollo relativamente tranquilo. Es de ordinario un periodo oportuno para establecer una buena relacion con el padre. En este tiempo, ha de aprender que su masculinidad, aunque sea un don divino, no es signo de superioridad respecto a las mujeres, sino una llamada de Dios a asumir ciertas tareas y responsabilidades. Hay que orientar al nino a no ser excesivamente agresivo o estar demasiado preocupado de la fortaleza fisica como garantia de la propia virilidad.


83. Sin embargo, en el contexto de la informacion moral y sexual, pueden surgir en esta fase de la ninez algunos problemas. En ciertas sociedades, existen intentos programados y predeterminados de imponer una informacion sexual prematura a los ninos. Sin embargo, estos no se encuentran en condiciones de comprender plenamente el valor de la dimension afectiva de la sexualidad. No son capaces de entender y controlar la imagen sexual en un contexto adecuado de principios morales y, por tanto, de integrar una informacion sexual que es prematura, con su responsabilidad moral. Tales informaciones tienden asi a perturbar su desarrollo emocional y educativo y la serenidad natural de este periodo de la vida. Los padres han de evitar en modo delicado pero a la vez firme, los intentos de violar la inocencia de sus hijos, porque comprometen su desarrollo espiritual, moral y emotivo como personas en crecimiento y que tienen derecho a tal inocencia.


84. Una ulterior dificultad aparece cuando los ninos reciben una informacion sexual prematura por parte de los mass-media o de coetaneos descarriados o que han recibido una educacion sexual precoz. En esta circunstancia, los padres habran de comenzar a impartir una informacion sexual limitada, normalmente, a corregir la informacion inmoral erronea o controlar un lenguaje obsceno.


85. No son raras las violencias sexuales con los ninos. Los padres deben proteger a sus hijos, sobre todo educandolos en la modestia y la reserva ante personas extranas; ademas, impartiendo una adecuada informacion sexual, sin anticipar detalles y particulares que los podrian turbar o asustar.


86. Como en los primeros anos de vida, también durante la ninez, los padres han de fomentar en los hijos el espiritu de colaboracion, obediencia, generosidad y abnegacion, y favorecer la capacidad de autoreflexion y sublimacion. En efecto, es caracteristico de este periodo de desarrollo, la atraccion por actividades intelectuales: la potencia intelectual permite adquirir la fuerza y la capacidad de controlar la realidad circundante y, en un futuro no lejano, también los instintos del cuerpo, y asi transformarlos en actividad intelectual y racional.

El nino indisciplinado o viciado tiende a una cierta inmadurez y debilidad moral en el futuro, porque la castidad es dificil de mantener si la persona desarrolla habitos egoistas o desordenados y no sera entonces capaz de comportarse con los demas con aprecio y respeto. Los padres deben presentar modelos objetivos de aquello que es justo o equivocado, creando un contexto moral seguro para la vida.


2. La pubertad


87. La pubertad, que constituye la fase inicial de la adolescencia, es un tiempo en el que los padres han de estar especialmente atentos a la educacion cristiana de los hijos: es el momento del descubrimiento de si mismos " y del propio mundo interior; el momento de los proyectos generosos, en que brota el sentimiento del amor, asi como los impulsos biologicos de la sexualidad, del deseo de estar con otros; tiempo de una alegria particularmente intensa, relacionada con el embriagador descubrimiento de la vida. Pero también es a menudo la edad de los interrogantes profundos, de las busquedas angustiosas e incluso frustrantes, de desconfianza en los demas y del repliegue peligroso sobre si mismo; a veces también el tiempo de los primeros fracasos y de las primeras amarguras ".14


88. Los padres deben velar atentamente sobre la evolucion de los hijos y a sus transformaciones fisicas y psiquicas, decisivas para la maduracion de la personalidad. Sin manifestar ansia, temor ni preocupacion obsesiva, evitaran que la cobardia o la comodidad bloqueen su intervencion. Logicamente es un momento importante en la educacion a la castidad, que implica, entre otros aspectos, el modo de informar sobre la sexualidad. En esta fase, la exigencia educativa se extiende al aspecto de la genitalidad y exige por tanto su presentacion, tanto en el plano de los valores como en el de su realidad global; implica su comprension en el contexto de la procreacion, el matrimonio y la familia, que deben estar siempre presentes en una labor auténtica de educacion sexual.15


89. Los padres, partiendo de las transformaciones que las hijas y los hijos experimentan en su propio cuerpo, deben proporcionarles explicaciones mas detalladas sobre la sexualidad siempre que -contando con una relacion de confianza y amistad- las jovenes se confien con su madre y los jovenes con el padre. Esta relacion de confianza y de amistad se ha de instaurar desde los primeros anos de la vida.


90. Tarea importante de los padres es acompanar la evolucion fisiologica de las hijas, ayudandoles a acoger con alegria el desarrollo de la feminidad en sentido corporal, psicologico y espiritual.16 Normalmente se podra hablar también de los ciclos de la fertilidad y de su significado; no sera sin embargo necesario, si no es explicitamente solicitado, dar explicaciones detalladas acerca de la union sexual.


91. Es muy importante también que los adolescentes de sexo masculino reciban ayudas para comprender las etapas del desarrollo fisico y fisiologico de los organos genitales, antes de obtener esta informacion de los companeros de juego o de personas que no tengan recto criterio y tino. La presentacion de los hechos fisiologicos de la pubertad masculina ha de hacerse en un ambiente sereno, positivo y reservado, en la perspectiva del matrimonio, la familia y la paternidad. La instruccion de las adolescentes y de los adolescentes, ha de comprender una informacion realista y suficiente de las caracteristicas somaticas y psicologicas del otro sexo, hacia el cual se dirige en gran parte su curiosidad.

En este ambito, a veces sera de gran ayuda para los padres el apoyo informativo de un médico responsable o de un psicologo, sin separar nunca tales informaciones de la referencia a la fe y a la tarea educativa del sacerdote.


92. A través de un dialogo confiado y abierto, los padres podran guiar las hijas no solo a enfrentarse con los momentos de perplejidad emotiva, sino a penetrar en el valor de la castidad cristiana en la relacion de los sexos. La instruccion de las adolescentes y los adolescentes debe tender a resaltar la belleza de la maternidad y la maravillosa realidad de la procreacion, asi como el profundo significado de la virginidad. Asi se les ayudara a oponerse a la mentalidad hedonista hoy tan difundida y, particularmente, a evitar, en un periodo tan decisivo, la " mentalidad contraceptiva " por desgracia muy extendida y con la que las hijas habran de enfrentarse mas tarde, en el matrimonio.


93. Durante la pubertad, el desarrollo psiquico y emotivo del adolescente puede hacerlo vulnerable a las fantasias eroticas y ponerle en la tentacion de experiencias sexuales. Los padres han de estar cercanos a los hijos, corrigiendo la tendencia a utilizar la sexualidad de modo hedonista y materialista: les haran presente que es un don de Dios, para cooperar con El a " realizar a lo largo de la historia la bendicion original del Creador, transmitiendo en la generacion la imagen divina de hombre a hombre "; y les reforzaran en la conciencia de que " la fecundidad es el fruto y el signo del amor conyugal, el testimonio vivo de la entrega plena y reciproca de los esposos ".17 De esta manera los hijos aprenderan el respeto debido a la mujer. La labor de la informacion y de educacion de los padres es necesaria no porque los hijos no deban conocer las realidades sexuales, sino para que las conozcan en el modo oportuno.


94. De forma positiva y prudente los padres realizaran cuanto pidieron los Padres del Concilio Vaticano II: " Hay que formar a los jovenes, a tiempo y convenientemente, sobre la dignidad, funcion y ejercicio del amor conyugal, y esto preferentemente en el seno de la misma familia. Asi, educados en el culto de la castidad, podran pasar, a la edad conveniente, de un honesto noviazgo al matrimonio ".18

Esta informacion positiva sobre la sexualidad sera siempre parte de un proyecto formativo, capaz de crear un contexto cristiano para las oportunas informaciones sobre la vida y la actividad sexual, sobre la anatomia y la higiene. Por lo mismo las dimensiones espirituales y morales deberan prevalecer siempre y tener dos concretas finalidades: la presentacion de los mandamientos de Dios como camino de vida y la formacion de una recta conciencia.

Jesús, al joven que lo interroga sobre lo que debe hacer para obtener la vida eterna, le responde: " si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos " (Mt 19,17); y después de haber enumerado los que miran al amor del projimo, los resume en esta formula positiva: " ama el projimo como a ti mismo " (Mt 19,19). Presentar los mandamientos como don de Dios (inscritos por el dedo de Dios, Ex 31,18) y expresion de la Alianza con El, confirmados por Jesús con su mismo ejemplo, es decisivo para que el adolescente no los separe de su intima relacion con una vida interiormente rica y libre de los egoismos.19


95. La formacion de la conciencia exige, como punto de partida, mostrar el proyecto de amor que Dios tiene por cada persona, el valor positivo y libertador de la ley moral y la conciencia tanto de la fragilidad introducida por el pecado como de los medios de la gracia que fortalecen al hombre en su camino hacia el bien y la salvacion.

Presente " en lo mas intimo de la persona, la conciencia moral " -que es el " nucleo mas secreto y el sagrario del hombre ", segun afirma el Concilio Vaticano II-,20 " le ordena, en el momento oportuno, practicar el bien y evitar el mal. Juzga también las elecciones concretas, aprobando las buenas y denunciando las malas. Atestigua la autoridad de la verdad con referencia al Bien supremo por el cual la persona humana se siente atraida y cuyos mandamientos acoge ".21

En efecto, " la conciencia moral es un juicio de la razon por el que la persona humana reconoce la cualidad moral de un acto concreto que piensa hacer, esta haciendo o ha hecho ".22 Por tanto, la formacion de la conciencia requiere luces sobre la verdad y el plan de Dios, pues la conciencia no debe confundirse con un vago sentimiento subjetivo ni con una opinion personal.


96. Al responder a las preguntas de sus hijos, los padres deben dar argumentos bien pensados sobre el gran valor de la castidad, y mostrar la debilidad intelectual y humana de las teorias que sostienen conductas permisivas y hedonistas; responderan con claridad, sin dar excesiva importancia a las problematicas sexuales patologicas ni producir la falsa impresion de que la sexualidad es una realidad vergonzosa o sucia, dado que es un gran don de Dios, que ha puesto en el cuerpo humano la capacidad de engendrar, haciéndonos participes de su poder creador. Tanto en la Escritura (Ct 1-8 Os 2 Jr 3,1-3 Ez 23, etc. ), como en la tradicion mistica cristiana23 se ha visto el amor conyugal como un simbolo y una imagen del amor de Dios por los hombres.


97. Ya que durante la pubertad los adolescentes son particularmente sensibles a las influencias emotivas, los padres deben, a través del dialogo y de su modo de obrar, ayudar a los hijos a resistir a los influjos negativos exteriores que podrian inducirles a minusvalorar la formacion cristiana sobre el amor y sobre la castidad. A veces, especialmente en las sociedades abandonadas a las incitaciones del consumismo, los padres tendran que cuidar -sin hacerlo notar demasiado- las relaciones de sus hijos con adolescentes del otro sexo. Aunque hayan sido aceptadas socialmente, existen costumbres en el modo de hablar y vestir que son moralmente incorrectas y representan una forma de banalizar la sexualidad, reduciéndola a un objeto de consumo. Los padres deben ensenar a sus hijos el valor de la modestia cristiana, de la sobriedad en el vestir, de la necesaria independencia respecto a las modas, caracteristica de un hombre o de una mujer con personalidad madura.24


3. La adolescencia en el proyecto de vida


98. La adolescencia representa, en el desarrollo del sujeto, el periodo de la proyeccion de si, y por tanto, del descubrimiento de la propia vocacion: dicho periodo tiende a ser hoy -tanto por razones fisiologicas como por motivos socio-culturales- mas prolongado en el tiempo que en el pasado. Los padres cristianos deben " formar a los hijos para la vida, de manera que cada uno cumpla en plenitud su cometido, de acuerdo con la vocacion recibida de Dios ".25 Se trata de un empeno de suma importancia, que constituye en definitiva la cumbre de su mision de padres. Si esto es siempre importante, lo es de manera particular en este periodo de la vida de los hijos: " En la vida de cada fiel laico hay momentos particularmente significativos y decisivos para discernir la llamada de Dios ... Entre ellos estan los momentos de la adolescencia y de la juventud ".26


99. Es fundamental que los jovenes no se encuentren solos a la hora de discernir su vocacion personal. Son importantes, y a veces decisivos, el consejo de los padres y el apoyo de un sacerdote o de otras personas adecuadamente formadas -en las parroquias, en las asociaciones y en los nuevos y fecundos movimientos eclesiales, etc.- capaces de ayudarlos a descubrir el sentido vocacional de la existencia y las formas concretas de la llamada universal a la santidad, puesto que " el sigueme de Cristo se puede escuchar a través de una diversidad de caminos, por medio de los cuales proceden los discipulos y testigos del Redentor ".27


100. Por siglos, el concepto de vocacion habia sido reservado exclusivamente al sacerdocio y a la vida religiosa. El Concilio Vaticano II, recordando la ensenanza del Senor -" sed perfectos como perfecto es vuestro Padre celestial " (Mt 5,48)-, ha renovado la llamada universal a la santidad:28 " esta fuerte invitacion a la santidad -escribio poco después Pablo VI- puede ser considerada como el elemento mas caracteristico de todo el magisterio conciliar y, por asi decirlo, su ultima finalidad ";29 e insiste Juan Pablo II: " El Concilio Vaticano II ha pronunciado palabras altamente luminosas sobre la vocacion universal a la santidad. Se puede decir que precisamente esta llamada ha sido la consigna fundamental confiada a todos los hijos e hijas de la Iglesia, por un Concilio convocado para la renovacion evangélica de la vida cristiana.30 Esta consigna no es una simple exhortacion moral, sino una insuprimible exigencia del misterio de la Iglesia ".31

Dios llama a la santidad a todos los hombres y, para cada uno de ellos tiene proyectos bien precisos: una vocacion personal que cada uno debe reconocer, acoger y desarrollar. A todos los cristianos -sacerdotes y laicos, casados o célibes-, se aplican las palabras del Apostol de los gentiles: " elegidos de Dios, santos y amados " (Col 3,12).


101. Es pues necesario que no falte nunca en la catequesis y en la formacion impartida dentro y fuera de la familia, no solo la ensenanza de la Iglesia sobre el valor eminente de la virginidad y del celibato,32 sino también sobre el sentido vocacional del matrimonio, que nunca debe ser considerado por un cristiano solo como una aventura humana: " Gran misterio es éste, lo digo respecto a Cristo y a la Iglesia ", dice san Pablo (Ep 5,32). Dar a los jovenes esta firme conviccion, trascendental para el bien de la Iglesia y de la humanidad, " depende en gran parte de los padres y de la vida familiar que construyen en la propia casa ".33


102. Los padres deben prepararse para dar, con la propia vida, el ejemplo y el testimonio de la fidelidad a Dios y de la fidelidad de uno al otro en la alianza conyugal. Su ejemplo es particularmente decisivo en la adolescencia, periodo en el cual los jovenes buscan modelos de conducta reales y atrayentes. Como en este tiempo los problemas sexuales se tornan con frecuencia mas evidentes, los padres han de ayudarles a amar la belleza y la fuerza de la castidad con consejos prudentes, poniendo en evidencia el valor inestimable que, para vivir esta virtud, poseen la oracion y la recepcion fructuosa de los sacramentos, especialmente la confesion personal. Deben, ademas, ser capaces de dar a los hijos, segun las necesidades, una explicacion positiva y serena de los puntos esenciales de la moral cristiana como, por ejemplo, la indisolubilidad del matrimonio y las relaciones entre amor y procreacion, asi como la inmoralidad de las relaciones prematrimoniales, del aborto, de la contracepcion y de la masturbacion. Respecto a estas ultimas, contrarias al significado de la donacion conyugal, conviene recordar ademas que " las dos dimensiones de la union conyugal, la unitiva y la procreativa, no pueden separarse artificialmente sin alterar la verdad intima del mismo acto conyugal ".34 En este punto, sera una preciosa ayuda para los padres el conocimiento profundo y meditado de los documentos de la Iglesia que tratan estos problemas.35


103. En particular, la masturbacion constituye un desorden grave, ilicito en si mismo, que no puede ser moralmente justificado, aunque " la inmadurez de la adolescencia, que a veces puede prolongarse mas alla de esa edad, el desequilibrio psiquico o el habito contraido pueden influir sobre la conducta, atenuando el caracter deliberado del acto, y hacer que no haya siempre falta subjetivamente grave ".36 Se debe ayudar a los adolescentes a superar estas manifestaciones de desorden que son frecuentemente expresion de los conflictos internos de la edad y no raramente de una vision egoista de la sexualidad.


104. Una problematica particular, posible en el proceso de maduracion-identificacion sexual, es la de la homosexualidad, que, por desgracia, tiende a difundirse en la moderna cultura urbana. Es necesario presentar este fenomeno con equilibrio, a la luz de los documentos de la Iglesia.37 Los jovenes piden ayuda para distinguir los conceptos de normalidad y anomalia, de culpa subjetiva y de desorden objetivo, evitando juicio de hostilidad, y a la vez clarificando la orientacion estructural y complementaria de la sexualidad al matrimonio, a la procreacion y a la castidad cristiana. " La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atraccion sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psiquico permanece en gran medida inexplicado ".38 Es necesario distinguir entre la tendencia, que puede ser innata, y los actos de homosexualidad que " son intrinsecamente desordenados "39 y contrarios a la ley natural.40

Muchos casos, especialmente si la practica de actos homosexuales no se ha enraizado, pueden ser resueltos positivamente con una terapia apropiada. En cualquier caso, las personas en estas condiciones deben ser acogidas con respeto, dignidad y delicadeza, evitando toda injusta discriminacion. Los padres, por su parte, cuando advierten en sus hijos, en edad infantil o en la adolescencia, alguna manifestacion de dicha tendencia o de tales comportamientos, deben buscar la ayuda de personas expertas y calificadas para proporcionarle todo el apoyo posible.

Para la mayoria de las personas con tendencias homosexuales, tal condicion constituye una prueba. " Deben ser acogidos con respeto, compasion y delicadeza. Se evitara, respecto a ellos, todo signo de discriminacion injusta. Estas personas estan llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Senor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condicion ".41 " Las personas homosexuales estan llamadas a la castidad ".42


105. La conciencia del significado positivo de la sexualidad, en orden a la armonia y al desarrollo de la persona, como también en relacion con la vocacion de la persona en la familia, en la sociedad y en la Iglesia, representa siempre el horizonte educativo que hay que proponer en las etapas del desarrollo de la adolescencia. No se debe olvidar que el desorden en el uso del sexo tiende a destruir progresivamente la capacidad de amar de la persona, haciendo del placer -en vez del don sincero de si- el fin de la sexualidad, y reduciendo a las otras personas a objetos para la propia satisfaccion: tal desorden debilita tanto el sentido del verdadero amor entre hombre y mujer -siempre abierto a la vida- como la misma familia, y lleva sucesivamente al desprecio de la vida humana concebida que se considera como un mal que amenaza el placer personal.43 " La banalizacion de la sexualidad ", en efecto, " es uno de los factores principales que estan en la raiz del desprecio por la vida naciente: solo un amor verdadero sabe custodiar la vida ".44


106. Es necesario recordar también que en las sociedades industrializadas los adolescentes estan interiormente inquietos, y a veces turbados, no solo por los problemas de identificacion de si, del descubrimiento del propio proyecto de vida, y de las dificultades para alcanzar una integracion madura y bien orientada de la sexualidad, sino también por problemas de aceptacion de si y del propio cuerpo. Surgen incluso ambulatorios y centros especializados para la adolescencia, caracterizados a menudo por intentos puramente hedonistas. Una sana cultura del cuerpo, que lleve a la aceptacion de si como don y como encarnacion de un espiritu llamado a la apertura hacia Dios y hacia la sociedad, ha de acompanar la formacion en este periodo altamente constructivo, pero también no desprovisto de riesgos.

Frente a las propuestas de agregacion hedonista propuestas especialmente en las sociedades del bienestar, es sumamente importante presentar a los jovenes los ideales de la solidaridad humana y cristiana y las modalidades concretas de compromiso en las asociaciones y en los movimientos eclesiales y en el voluntariado catolico y misionero.


107. Durante este periodo son muy importantes las amistades. Segun las condiciones y los usos sociales del lugar en que se vive, la adolescencia es una época en que los jovenes gozan de mas autonomia en las relaciones con los otros y en los horarios de la vida de familia. Sin privarles de la justa autonomia, los padres han de saber decir que no a los hijos cuando sea necesario45 y al mismo tiempo, cultivar el gusto de sus hijos por todo lo que es bello, noble y verdadero. Deben ser también sensibles a la autoestima del adolescente, que puede atravesar una fase de confusion y de menor claridad sobre el sentido de la dignidad personal y sus exigencias.


108. A través de los consejos, que brotan del amor y de la paciencia, los padres ayudaran a los jovenes a alejarse de un excesivo encerramiento en si mismos y les ensenaran -cuando sea necesario- a caminar en contra de los usos sociales que tienden a sofocar el verdadero amor y el aprecio por las realidades del espiritu: " sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el diablo, ronda como leon rugiente, buscando a quien devorar. Resistidle firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos que estan en el mundo soportan los mismos sufrimientos. El Dios de toda gracia, el que os ha llamado a su eterna gloria en Cristo, después de breves sufrimientos, os restablecera, afianzara, robustecera y os consolidara " (1P 1P 5,8-10).


4. Hacia la edad adulta


109. No es objeto de este documento tratar de la preparacion proxima e inmediata al matrimonio, exigencia de formacion cristiana, particularmente recomendada por la Iglesia en los tiempos actuales.46 Se debe tener presente, sin embargo, que la mision de los padres no cesa cuando el hijo alcanza la mayoria de edad, de acuerdo con las diversas culturas y legislaciones. Momentos particulares y significativos para los jovenes son su ingreso en el mundo del trabajo o en la escuela superior, asi como el entrar en contacto -a veces brusco, pero que puede ser benéfico- con modelos distintos de conducta y con ocasiones que representan un verdadero y propio reto.


110. Los padres, manteniendo un dialogo confiado y capaz de promover el sentido de responsabilidad en el respeto de su legitima y necesaria autonomia, constituiran siempre un punto de referencia para los hijos, con el consejo y con el ejemplo, a fin de que el proceso de socializacion les permita conseguir una personalidad madura y plena interior y socialmente. En modo particular, se debera tener cuidado que los hijos no disminuyan, antes intensifiquen, la relacion de fe con la Iglesia y con las actividades eclesiales; que sepan escoger maestros del saber y de la vida para su futuro; y que sean capaces de comprometerse en el campo cultural y social como cristianos, sin temor a profesarse como tales y sin perder el sentido y la busqueda de la propia vocacion.

En el periodo que lleva al noviazgo y a la eleccion de aquel afecto preferencial que puede conducir a la formacion de una familia, el papel de los padres no debera limitarse a simples prohibiciones y mucho menos a imponer la eleccion del novio o de la novia; deberan, sobre todo, ayudar a los hijos a discernir aquellas condiciones necesarias para que nazca un vinculo serio, honesto y prometedor, y les apoyaran en el camino de un claro testimonio de coherencia cristiana en la relacion con la persona del otro sexo.


111. Se debera evitar la difusa mentalidad segun la cual se deben hacer a las hijas todas las recomendaciones en tema de virtud y sobre el valor de la virginidad, mientras no seria necesario a los hijos, como si para ellos todo fuera licito.

Para una conciencia cristiana y para una vision del matrimonio y de la familia, y de cualquier vocacion, conserva todo su vigor la recomendacion de San Pablo a los Filipenses: " cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso ocupe nuestra atencion " (Flp 4,8).

VII ORIENTACIONES PRACTICAS


112. Es tarea de los padres ser promotores de una auténtica educacion de sus hijos en el amor, en las virtudes: a la generacion primera de una vida humana en el acto procreativo debe seguir, por su misma naturaleza, la generacion segunda, que lleva a los padres a ayudar al hijo en el desarrollo de la propia personalidad.

Por tanto, recordando de modo sintético cuanto se ha dicho hasta ahora y exponiéndolo en plan operativo, se hacen las siguientes recomendaciones.1

Recomendaciones a los padres y a los educadores


113. Se recomienda a los padres ser conscientes de su propio papel educativo y de defender y ejercitar este derecho-deber primario.2 De aqui se sigue que toda intervencion educativa, relativa a la educacion en el amor, por parte de personas extranas a la familia, ha de estar subordinada a la aceptacion por los padres y se ha de configurar no como una sustitucion, sino como un apoyo a su actuacion: en efecto, " la educacion sexual, derecho y deber fundamental de los padres, debe realizarse siempre bajo su direccion solicita, tanto en casa como en los centros educativos elegidos y controlados por ellos ".3 No falta frecuentemente ni el conocimiento ni el esfuerzo por parte de los padres. Sin embargo, a veces, se encuentran muy solos, indefensos y con frecuencia culpabilizados. Tienen necesidad no solo de comprension, sino también de apoyo y de ayuda por parte de grupos, asociaciones e instituciones.


1. Recomendaciones para los padres


114. 1. Se recomienda a los padres asociarse con otros padres, no solo con el fin de proteger, mantener o completar su mision de primeros educadores de sus hijos, especialmente en el area de la educacion en el amor,4 sino también para contrarrestar formas danosas de instruccion sexual y para garantizar que sus hijos se formen segun los principios cristianos y en consonancia con su desarrollo personal.


115. 2. En el caso de que los padres reciban ayudas de otros en la educacion al amor de los hijos, se les recomienda que se informen de manera exacta sobre los contenidos y las modalidades con que se imparte tal educacion complementaria.5 Nadie puede obligar a los ninos o a los jovenes al secreto en relacion con el contenido o al método de la instruccion impartida fuera de la familia.


116. 3. Se conocen las dificultades y, con frecuencia, la imposibilidad de los padres para participar plenamente en la instruccion suplementaria fuera de casa; se reivindica, sin embargo, el derecho a que sean informados sobre la estructura y los contenidos del programa. De todas maneras, nunca se les podra negar el derecho a estar presentes durante el desarrollo de los encuentros.6


117. 4. Se recomienda a los padres seguir con atencion cualquier forma de educacion sexual que se imparte a los hijos fuera de casa, y retirarlos cuando no corresponda a sus principios.7 Esta decision de los padres nunca debera ser motivo de discriminacion para los hijos.8 Por otra parte, los padres que retiran los hijos de dicha instruccion tienen el deber de darles una adecuada formacion, apropiada al estado de desarrollo de cada nino o joven.



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