CELAM - TITULO VII PROTESTANTISMO Y MOVIMIENTOS ANTICATOLICOS, PRESERVACION Y DEFENSA DE LA FE


1) Se incluya en los catecismos un capitulo especial sobre el espiritismo, y el mandamiento divino que prohibe las supersticiones, la magia y la invocacion de los muertos y de los espiritus;


2) En las parroquias particularmente infestadas por el espiritismo:

a) los sacerdotes hablen de él a los fieles, con caridad pero claramente, explicando la imposibilidad de continuar siendo catolicos adhiriéndose al espiritismo; insistase también en el grave deber que todos tienen de no contribuir, ni material ni moralmente, a la creacion o sostenimiento de las llamadas obras de caridad del espiritismo;

b) los catequistas, los militantes de Accion Catolica, de las Congregaciones Marianas y de las otras asociaciones de apostolado, reciban un curso especial sobre el espiritismo y las principales objeciones y acusaciones que los espiritistas acostumbran proponer contra la Iglesia y la doctrina cristiana, a fin de que sean ellos los mas exactos en el cumplimiento de las disposiciones de la Iglesia en esta materia, y los mas activos en difundir entre los demas fieles la verdadera doctrina para preservarles de lamentables caidas.

(Rio, Conclusiones 75)

Recomienda, con respecto a la masoneria:

a) que se forme sobre su caracter anticatolico la conciencia de los fieles con oportunas y documentadas instrucciones, y se les den a conocer las censuras que estan en vigor contra ésta y otras sectas secretas;

b) que se favorezca la difusion en los Paises latinoamericanos de aquellas instituciones que puedan ayudar en la defensa contra las sectas secretas.

(Rio, Conclusiones 76)

Exhorta a los catolicos a que nieguen su adhesion a las instituciones que, difundiendo una ideologia y una moral puramente naturales, prescinden del espiritu cristiano y de los principios sobrenaturales en la educacion y en la vida de los individuos y de las Naciones.

(Rio, Conclusiones 77)

Lamenta la propaganda que incluso algunas personas autorizadas hacen, con el pretexto del folklore, de ciertas practicas supersticiosas, que son verdaderos actos de falso culto importados de regiones paganas.

(Rio, Conclusiones 78)


TITULO VIII PROBLEMAS SOCIALES

La Conferencia General del Episcopado Latinoamericano no puede dejar de expresar su honda preocupacion ante los problemas sociales de América Latina y la situacion angustiosa en que se encuentra todavia -a pesar del cumulo de bienes que la Providencia ha dispensado al Continente- una no pequena parte de sus habitantes, y en particular algunas clases de trabajadores del campo y de la ciudad, sin olvidar la llamada clase media, por los salarios insuficientes y la demanda de trabajo.

Frente a tal panorama y al sinnumero de cuestiones practicas que se presentan -entre las cuales hay que destacar los problemas de la vivienda rural y obrera juntamente con los creados por el intenso proceso industrial en vias de realizacion en América Latina- la Conferencia siente el deber de subrayar de la manera mas decidida, la urgente necesidad de que todos los catolicos colaboren con empeno para buscar, a la luz de la doctrina de la Iglesia, una justa solucion; y con tal fin acuerda hacer sobre este punto un llamamiento especial.

(Rio, Conclusiones 79)

La Conferencia, ve con satisfaccion todo el conjunto de obras que la caridad cristiana ha sugerido en las Naciones de América Latina, para remediar, en parte al menos, tantos sufrimientos y amarguras; y alaba, igualmente, las diversas iniciativas y esfuerzos que, inspirados en los principios de la justicia social, se han hecho para solucionar estos problemas, buscando, sobre todo, establecer la armonia cristiana entre el capital y el trabajo.

Sin embargo, comprobando cuanto dista todavia el problema social en los Paises Latinoamericanos de su solucion cristiana, a pesar de tan laudables esfuerzos, proclama la urgencia de orientar e intensificar la labor social, encauzando las iniciativas hacia la raiz misma de los males que han de remediarse, y dando a la Accion social catolica el espiritu y las formas de coordinacion comunitaria que exige la gravedad de la situacion.

(Rio, Conclusiones 80)

La Conferencia quiere subrayar la importancia fundamental que tienen, para América Latina, las iniciativas dirigidas a la formacion de cuantos deseen trabajar en el campo social, junto con las de indole directamente asistencial.

(Rio, Conclusiones 81)

Confia asimismo que los seglares catolicos dedicados a la accion social, ademas de desarrollar su actividad en obras especificamente catolicas, se hagan merecedores de que su colaboracion sea deseada y requerida también en otras instituciones tanto privadas como publicas, por la seguridad de su doctrina, el espiritu desinteresado de su accion y la perfeccion de sus conocimientos y del trabajo que realizan.

(Rio, Conclusiones 82)

Mientras pone el acento sobre la necesidad de desarrollar una siempre mas amplia e intensa actividad social y benéfica en favor de las clases mas necesitadas, la Conferencia no quiere cejar en el deber que le incumbe de llamar enérgicamente la atencion de todos los catolicos, sobre las insidias y peligros de las doctrinas marxistas y de la propaganda del comunismo, y sobre la necesidad de precaverse y defenderse contra ellas principalmente alli donde estén mas desarrolladas.

(Rio, Conclusiones 83)

Por ultimo, la Conferencia acuerda expresar su particular interés por el problema de la elevacion espiritual y social de la poblacion indigena de América Latina.

(Rio, Conclusiones 84)



TITULO IX MISIONES, INDIOS Y GENTE DE COLOR

La Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, después de haber sometido a detenido estudio el estado de las Misiones y las circunstancias en que la labor misional viene realizandose en el Continente Latinoamericano:

Alaba el celo apostolico con que los misioneros de América Latina -siguiendo el nobilisimo ejemplo de sus predecesores- dedican sus actividades, sus energias, y aun su propia vida, a la santa empresa de incorporar a la Iglesia Catolica a todos los habitantes de las zonas que aun constituyen territorios de mision; y abriga la absoluta confianza de que continuaran, cada dia con mayor entusiasmo, tan apostolica tarea.

(Rio, Conclusiones 85)

Sugiere:

a) que, con motivo de las Conferencias Episcopales o en otras circunstancias oportunas, procuren los Prelados de los territorios de Mision en cada Pais, tener también reuniones con el fin de estudiar sus problemas comunes;

b) que se haga lo posible para que en cada circunscripcion misional se tenga al menos un Seminario Menor; y donde esto no fuere factible, se cree un Seminario Intermisional para la formacion del Clero nativo;

c) que -dada la escasez de misioneros, sobre todo en las regiones de un elevado porcentaje de poblacion indigena- se favorezca la institucion de catequistas o "doctrineros", que instruyan a los indios, dirijan sus rezos preparen para el bautismo de urgencia, asistan a los moribundos, etc.;

d) que se procure que todas las escuelas de los territorios de Mision estén atendidas, si es posible, por personal religioso y siempre bajo el prudente control y vigilancia de la autoridad eclesiastica;

e) que se funden escuelas normales rurales, de artes y oficios, agricolas y de labores domésticas para los nativos;

f) que se fomenten en los territorios misionales las obras de asistencia social- hospitales, asilos, sanatorios, dispensarios- y se busque a este fin, donde sea posible, también la ayuda de la autoridad civil;

g) que se incremente el numero de equipos sanitarios de médicos y enfermeras, integrados también, a ser posible, por religiosos y religiosas.

(Rio, Conclusiones 86)

Hace votos a fin de que el mayor numero posible de ordenes, Congregaciones e Institutos Seculares, de ambos sexos, asi como de Institutos de asistencia social e Instituciones de seglares catolicos preocupados por el problema misional, envien a los territorios de Mision personal capacitado y especializado, en numero y calidad cada dia mayor.

(Rio, Conclusiones 87)

Encarece a todos los Excmos. Prelados Diocesanos que, en sus respectivas jurisdicciones, fomenten generosamente la Union Misional del Clero y las demas Obras Pontificias misionales.

(Rio, Conclusiones 88)

La Conferencia recordando la accion especialisimamente benemérita de la Iglesia y de sus Misiones en la defensa y en la elevacion espiritual, moral y social de la poblacion indigena de América Latina:

a) se permite recomendar encarecidamente a los Prelados de los territorios de Mision que continuen vigorosamente en esta labor tan profundamente humana y cristiana, y ruega asimismo a todos los Excmos. Ordinarios, que se preocupen, interesando a su vez también a las autoridades civiles, para que los indigenas sean, siempre y en todas partes, amparados y protegidos en sus personas y bienes;

b) expresa respetuosamente su deseo de que muy pronto se establezca en América Latina una Institucion de caracter etnologico e indigenista, que desarrollando una labor seria y bien organizada, contrarreste los peligros que dimanan de analogas instituciones de inspiracion no catolica;

c) exhorta a todos los catolicos, y de manera muy especial a los Profesores de Colegios e Institutos, que sigan esforzandose en eliminar todo uso y costumbre que pueda aparecer como discriminacion racial.

(Rio, Conclusiones 89)


TITULO X INMIGRACION Y GENTE DE MAR

Capitulo I Inmigracion

"La Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, ante los problemas espirituales, sociales y materiales que suscita la inmigracion en los Paises latinoamericanos, desea destacar de modo particular, por su especial urgencia e interés, las siguientes conclusiones:

Corresponde a los Paises latino -americanos, como un deber de caridad cristiana, de justicia social y de solidaridad humana, abrir sus puertas a la inmigracion.

Los catolicos de América Latina deben considerar la inmigracion como un problema de familia, ya que la mayoria de los inmigrantes son también catolicos, procedentes de Paises superpoblados; deben por lo tanto procurar, donde sea necesario, crear un ambiente favorable a la inmigracion, tanto entre el pueblo como entre los gobernantes.

(Rio, Conclusiones 90)

Ha de ponerse especial cuidado en organizar urgentemente en todos los Paises latino -americanos, la Obra de la asistencia espiritual a los inmigrantes, segun las normas de la Constitucion Apostolica Exsul Familia y las disposiciones concretas que, en cada caso, dé la S. C. Consistorial. En particular:

a) constituyase donde aun no exista, el "peculiaris coetus seu Commissio Episcopalis pro spirituali emigrantium assistentia";

b) designense, en cada Nacion, sacerdotes especialmente competentes y celosos, que seran presentados a la S. C. Consistorial para su nombramiento de "director operum de emigratione", y dada la importancia del problema, de cuya recta solucion depende el bien de tantas almas, se les dé a dichos sacerdotes toda clase de facilidades que les sean necesarias para el fiel cumplimiento de su cargo;

c) para la asistencia espiritual de los emigrantes, recurrase a la S. C. Consistorial con el fin de obtener el indulto Apostolico necesario para erigir, donde sea posible, la "paroecia pro diversitate sermonis seu nationis"; o por lo menos, la "missio cum cura animarum" segun las normas de la citada Constitucion Apostolica;

d) celébrese el "Dia del emigrante".

(Rio, Conclusiones 91)

Se debe intensificar la asistencia social al inmigrante, por medio de Secretariados de colocacion, servicio social, asistencia juridica y médica, orientacion profesional y de acomodacion al ambiente, etc.; esta labor podra facilitarse extendiendo al plan nacional los organismos locales ya existentes.

(Rio, Conclusiones 92)

Capitulo II Gente de mar

La Conferencia:

Hace votos para que se establezca en todos los Paises del litoral la Obra del Apostolado del Mar, bajo la advocacion de la Virgen Maria, "Stella maris".

(Rio, Conclusiones 93)

Espera por lo tanto que en esos Paises, segun las directrices de la Santa Sede, se instituya, en cuanto sea posible y en el caso de que no exista todavia, una Comision Episcopal del Apostolatus maris.

(Rio, Conclusiones 94)

Sugiere que esta Comision designe un sacerdote que sera presentado a la S. C. Consistorial para su nombramiento de Director de los Capellanes del Apostolatus maris y, al mismo tiempo, para que sea adscrito al Secretariado General Internacional de la Obra.

(Rio, Conclusiones 95)

Aconseja que se designe un numero conveniente de sacerdotes que puedan ser nombrados Capellanes del Apostolatus maris, y que se procure fundar y fomentar en los puertos de mayor trafico, "clubs" para marineros, que les aseguren una eficaz asistencia religiosa, moral y social.

(Rio, Conclusiones 96)


TITULO XI CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO

Ademas de las conclusiones hasta aqui enumeradas, la Conferencia formulo el siguiente voto referente a la creacion de un Consejo Episcopal Latinoamericano:

La Conferencia General del Episcopado Latinoamericano por unanimidad ha aprobado pedir, y atentamente pide a la Santa Sede Apostolica, la creacion de un Consejo Episcopal Latinoamericano sobre las siguientes bases:


1) El Consejo Episcopal Latinoamericano estara compuesto por los Representantes de las Conferencias Episcopales Nacionales de la América Latina, en proporcion de un Representante por cada Conferencia Episcopal, designado por la misma.


2) Seran funciones del Consejo:

a) estudiar los asuntos que interesan a la Iglesia en la América Latina;

b) coordinar las actividades;

c) promover y ayudar Obras Catolicas;

d) preparar nuevas Conferencias del Episcopado Latinoamericano, cuando fueren convocadas por la Santa Sede.


3) Las reuniones del Consejo seran cada ano.

4) El lugar de las reuniones sera normalmente la ciudad donde tenga su sede el Secretariado General; pero el Consejo podra fijar ocasionalmente otro lugar.


5) La Presidencia del Consejo estara integrada por un Presidente y dos Vicepresidentes, elegidos por el propio Consejo, y durara en su cargo dos anos.


6) Dependera del Consejo Episcopal, y mas directamente de su Presidencia, un Secretariado General, que tendra ademas los siguientes Subsecretariados:

I. Preservacion y propagacion de la Fe Catolica, con cuatro secciones:

a) Defensa de la Fe,

b) Predicacion, Catecismo, Ensenanza religiosa,

c) Misiones e Indios,

d) Prensa, radio, cine y television.

II. Clero e Institutos Religiosos. Vocaciones.

III. Educacion y Juventud.

IV. Apostolado de los laicos.

V. Accion Social.


7) El Secretariado General se ocupara también de las relaciones con la Jerarquia y los organismos catolicos de Estados Unidos, Canada, Espana y Portugal.


8) El Secretariado General residira en la ciudad que designe la Santa Sede Apostolica.


9) Los Subsecretariados residiran, en linea general, en la misma sede del Secretariado General; sin embargo, a juicio del Consejo, podran tener su sede en otras ciudades.


10) Financiamiento: se hara conforme a una contribucion proporcional de cada Nacion Latinoamericana, segun normas que seran estudiadas y fijadas oportunamente.

(Rio, Conclusiones 97)


APNDICE A LAS CONCLUSIONES

DE LA CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO

Recomendaciones

La Conferencia General del Episcopado Latinoamericano recomienda se dé todo el debido y practico apoyo a las Organizaciones Internacionales Catolicas, llamadas a desarrollar en la vida social moderna una actividad de suma importancia para la Iglesia Catolica.

(Rio, Conclusiones 98)

La Conferencia recomienda al futuro Secretariado General del Consejo Episcopal Latinoamericano el estudio de las peticiones presentadas por la Confederacion Interamericana de Educacion Catolica.

(Rio, Conclusiones 99)





#41

MEDELLIN (1968)





PRESENTACION

El Consejo Episcopal Latinoamericano -que ha tenido a su cargo la preparacion de la Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en su parte organizativa y técnica- recibe ahora la delicada mision de presentar la edicion oficial del Documento Final de Medellin.

Dicho documento -que contiene el fruto de los trabajos de las diez y seis Comisiones y Subcomisiones en que se dividio la Conferencia- ha sido definitivamente aprobado por S. S. el Papa Pablo VI, como consta en carta del Sr. Cardenal Secretario de Estado, al Senor Cardenal Antonio Samoré, Presidente de la Pontificia Comision para América Latina, con fecha 24 de octubre de 1968 En la misma carta se encarga al CELAM la publicacion oficial del Documento.

En cumplimiento, pues, de tan honrosa mision entregamos hoy al publico el texto definitivo de las Conclusiones de la Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano.

Conviene destacar el juicio positivo y elogioso que los distintos Dicasterios y oficios de la Curia Romana han emitido acerca de los textos sometidos a su respectiva competencia y que la Secretaria de Estado de Su Santidad ha hecho llegar, junto con las observaciones correspondientes, a la Secretaria General de la Conferencia a través de la Pontificia Comision para América Latina. Dichas observaciones que tienden a precisar y enriquecer algunas ideas, han sido tenidas en cuenta en la redaccion definitiva.

El Documento Final que hoy presentamos es fruto de un trabajo intenso realizado en la fecunda intimidad del Senor Jesus. Maduro en las jornadas fraternas de Medellin, donde el Espiritu de Dios hizo patente su accion iluminadora y congrego a los obispos en profunda comunion de Iglesia. Creemos que verdaderamente alli se vivio, en union con Maria la Madre de Jesus, un auténtico Pentecostés para la Iglesia de América Latina.

Ahora toca asimilar el espiritu, profundizar las Conclusiones, aplicar lo resuelto.

Comienza para la Iglesia de América Latina "un nuevo periodo de su vida eclesiastica", conforme al deseo de S.S. el Papa Pablo VI. Periodo marcado por una profunda renovacion espiritual, por una generosa caridad pastoral, por una auténtica sensibilidad social.

Sobre el continente latinoamericano Dios ha proyectado una gran Luz que resplandece en el rostro rejuvenecido de su Iglesia. Es la hora de la esperanza.

Somos conscientes de las graves dificultades y de los tremendos problemas que nos afectan. Pero mas que nunca, el Senor esta en medio de nosotros construyendo su Reino.

La aplicacion decidida de las Conclusiones de Medellin exige de nosotros que prolonguemos nuestra comunion fraterna. Que nos sintamos unidos en el Senor Jesus, viviendo juntos una misma inquietud, un mismo compromiso, una misma esperanza.

Comienza ahora la tarea de profundizacion, divulgacion y realizacion. Se trata de estudiar a fondo las conclusiones adoptadas, de hacerlas conocer a todo el Pueblo de Dios y de comprometer su progresiva aplicacion.

Es tarea que corresponde a las Conferencias Episcopales, atendiendo a las particulares necesidades y urgencias de cada pais. A todas anima el mismo Espiritu de Dios que impulsa a una renovacion profunda y a un generoso servicio a los hombres. A todas preocupa el problema de una auténtica promocion humana, en relacion con las exigencias de la justicia y de la paz, de la familia y demografia, de la educacion y de la juventud. A todas interesa la tarea esencial de la evangelizacion y crecimiento de la fe, que atiende a una renovada pastoral popular y de las élites, a una catequesis viva y organica, a una liturgia fructuosa y expresiva. A todas preocupa una revision evangélica de la Iglesia visible y sus estructuras, que anime los movimientos apostolicos de laicos, el ministerio y vida de los sacerdotes, la actividad de los religiosos y religiosas, la actualizada y solida formacion del clero, el testimonio de la pobreza evangélica, la coordinacion pastoral en sus diversos niveles, la utilizacion sabia de los medios de comunicacion social.

El compromiso no es solo de los obispos. Es todo el Pueblo de Dios el que -en esta hora providencial del continente- experimenta el llamado del Espiritu. La respuesta exige profundidad en la oracion, madurez en las decisiones, generosidad en las tareas.

Bogota, 30 de noviembre de 1968


+ DOM AVELAR BRANDAO VILELA

Presidente del CELAM

+ EDUARDO F. PIRONIO

Secretario Gral. del CELAM









DISCURSO DE S.S. PABLO VI : EN LA APERTURA DE LA SEGUNDA CONFERENCIA

0 Saludo

Venerados, queridos, carisimos Hermanos:

Benedicamus Domino! Bendecimos y damos gracias al Senor que nos concede este fraternal encuentro. Saludamos a todos y a cada uno de vosotros con la veneracion, con el afecto, con la profundidad y la riqueza de sentimientos que la caridad de nuestro Senor y la eleccion comun al gobierno pastoral y al servicio generoso de la Iglesia pueden suscitar en el corazon del humilde sucesor de Pedro. Y con vosotros saludamos y bendecimos a todos los obispos y ordinarios de América Latina, representados aqui por vosotros, a los Sacerdotes, Religiosos y Religiosas y a todos los fieles, a toda la Santa Iglesia Catolica de este gran continente.

La primera visita del Papa a América Latina

¡Venerables Hermanos! No podemos ocultaros la viva emocion que invade nuestro espiritu en estos momentos. Nos mismos estamos maravillados de encontrarnos entre vosotros. La primera visita personal del Papa a sus Hermanos y a sus Hijos en América Latina, no es en verdad un sencillo y singular hecho de cronica; es, a nuestro parecer, un hecho historico, que se insiere en la larga, compleja y fatigosa accion evangelizadora de estos inmensos territorios y que con ello la reconoce, la ratifica, la celebra y al mismo tiempo la concluye en su primera época secular; y, por una convergencia de circunstancias proféticas, se inaugura hoy con esta visita un nuevo periodo de la vida eclesiastica. Procuremos adquirir conciencia exacta de este feliz momento, que parece ser por divina providencia conclusivo y decisivo.

El pasado misionero y pastoral

Quisiéramos deciros tantas cosas sobre vuestro pasado misionero y pastoral y rendir honor a cuantos han trazado los surcos del Evangelio en estos campos tan amplios, tan inaccesibles, tan abiertos y tan dificiles al mismo tiempo para la difusion de la fe y para la sincera vitalidad religiosa y social. Ha sido plantada la Cruz de Cristo, ha sido dado el nombre catolico, se han realizado esfuerzos sobrehumanos para evangelizar estas tierras, se han llevado a cabo grandes e innumerables obras, se han conseguido, con escasez de hombres y de medios, resultados dignos de admiracion; en resumen, se ha difundido por todo el continente el nombre del unico Salvador, Jesucristo, ha sido construida la Iglesia, ha sido difundido un Espiritu cuyo valor e impulso hoy estamos sintiendo ¡Dios bendiga a aquellos que han gastado su vida! ¡Dios bendiga a vosotros, Hermanos carisimos, que estais consagrados a esta empresa gigantesca!

El porvenir: esfuerzo, audacia, sacrificio


La obra, como todos sabemos, no esta acabada. Mas aun, el trabajo realizado denuncia sus limites, pone en evidencia las nuevas necesidades, exige algo nuevo y grande. El porvenir reclama un esfuerzo, una audacia, un sacrificio que ponen en la Iglesia un ansia profunda. Estamos en un momento de reflexion total. Nos invade, como una ola desbordante, la inquietud caracteristica de nuestro tiempo especialmente de estos paises, proyectados hacia su desarrollo completo, y agitados por la conciencia de sus desequilibrios economicos, sociales, politicos y morales. También los Pastores de la Iglesia -¿no es verdad?- hacen suya el ansia de los pueblos en esta fase de la historia de la civilizacion; y también ellos, los guias, los maestros, los profetas de la fe y de la gracia, advierten la inestabilidad que a todos nos amenaza.

La hora del animo y de la confianza

Nos condividimos vuestra pena y vuestro temor, Hermanos. Desde lo alto de la mistica barca de la Iglesia, también Nos y no en menor grado, sentimos la tempestad que nos rodea y nos asalta, Pero escuchad también de nuestros labios, Hermanos, vosotros -personalmente mas fuertes y mas valientes que Nos mismos-, la palabra de Jesus, con la cual El, presentandose entre las olas borrascosas, en una noche llena de peligros, grito a sus discipulos que navegaban: "¡Soy Yo, no temais!" [Mt 14, 27]. Si, Nos queremos repetiros esa exhortacion del Maestro: "No temais" [Lc 12, 32]. Esta es para la Iglesia una hora de animo y de confianza en el Senor.

Permitid que condensemos brevemente en algunos parrafos lo mucho que tenemos en el corazon, para vuestro momento presente y para vuestro proximo futuro. No esperéis de Nos tratados completos; las reuniones de vuestra Segunda Asamblea General del Episcopado Latinoamericano, que sabemos preparadas con tanto esmero y competencia, abordaran mas a fondo vuestros problemas. Nos limitaremos a indicaros una triple direccion a vuestra actividad de obispos, sucesores de los Apostoles, custodios y maestros de la fe y Pastores del Pueblo de Dios.


I. ORlENTACIONES ESPIRITUALES

Llamado a la perfeccion y a la santificacion

Una orientacion espiritual, en primer lugar. Entendemos, ante todo, una orientacion espiritual personal. Ninguno ciertamente querra impugnar que nosotros, obispos llamados al ejercicio de la perfeccion y a la santificacion de los demas, tengamos un deber inmanente y permanente de buscar para nosotros mismos la perfeccion y la santificacion. No podemos olvidar las exhortaciones solemnes que nos fueron dirigidas en el acto de nuestra consagracion episcopal. No podemos eximirnos de la practica de una intensa vida interior. No podemos anunciar la palabra de Dios sin haberla meditado en el silencio del alma. No podremos ser fieles dispensadores de los misterios divinos sin habernos asegurado antes a nosotros mismos sus riquezas. No podremos dedicarnos al apostolado, si no sabemos corroborarlo con el ejemplo de las virtudes cristianas y sacerdotales.

Testimonio de vida

Estamos muy observados: "spectaculum facti sumus" [1 Cor 4, 9]: el mundo nos observa hoy de modo particular con relacion a la pobreza, a la sencillez de vida, al grado de confianza que ponemos en nuestro uso de los bienes temporales; nos observan los angeles en la trasparente pureza de nuestro unico amor a Cristo que se manifiesta tan luminosamente en la firme y gozosa observancia de nuestro celibato sacerdotal; y la Iglesia observa nuestra fidelidad a la comunion, que hace de todos nosotros uno, y a las leyes que siempre debemos recordar, de su ensambladura visible y organica. Dichoso nuestro tiempo atormentado y paradojico, que casi nos obliga a la santidad que corresponde a nuestro oficio tan representativo y tan responsable, y que nos obliga a recuperar en la contemplacion y en la ascética de los misterios del Espiritu Santo aquel intimo tesoro de personalidad del cual casi nos proyecta fuera la entrega a nuestro oficio extremadamente acuciante.

La fe, razon de ser de la Iglesia

Y después, haciendo puente entre nosotros y nuestro rebano, las virtudes teologales asumen para nuestra alma y la del projimo toda su soberana importancia. Nos hicimos una llamada a la Iglesia para celebrar un "ano de la fe", como memoria y homenaje a la fecha centenaria del martirio de los santos Apostoles Pedro y Pablo, y también a vosotros ha llegado el eco de nuestra solemne profesion de fe. La fe es la base, la raiz, la fuente, la primera razon de ser de la Iglesia, bien lo sabemos.

Insidias contra la fe

Y sabemos también como la fe es insidiada por las corrientes mas subversivas del pensamiento moderno. La desconfianza que, incluso en los ambientes catolicos se ha difundido acerca de la validez de los principios fundamentales de la razon, o sea, de nuestra "philosophia perennis", nos ha desarmado frente a los asaltos, no raramente radicales y capciosos, de pensadores de moda; el "vacuum" producido en nuestras escuelas filosoficas por el abandono de la confianza en los grandes maestros del pensamiento cristiano, es invadido frecuentemente por una superficial y casi servil aceptacion de filosofias de moda, muchas veces tan simplistas como confusas; y éstas han sacudido nuestro arte normal, humano y sabio de pensar la verdad; estamos tentados de historicismo, de relativismo, de subjetivismo, de neo-positivismo, que en el campo de la fe crean un espiritu de critica subversiva y una falsa persuasion de que para atraer y evangelizar a los hombres de nuestro tiempo, tenemos que renunciar al patrimonio doctrinal, acumulado durante siglos por el magisterio de la Iglesia, y de que podemos modelar, no en virtud de una mejor claridad de expresion, sino de un cambio del contenido dogmatico, un cristianismo nuevo, a medida del hombre y no a medida de la auténtica palabra de Dios. Desafortunadamente, también entre nosotros, algunos teologos no siempre van por el recto camino.

Los teologos

Tenemos gran estima y gran necesidad de la funcion de teologos buenos y animosos; ellos pueden ser providenciales, estudiosos y valientes expositores de la fe, si se conservan discipulos inteligentes del magisterio eclesiastico, constituido por Cristo en custodio e intérprete, por obra del Espiritu Santo, de su mensaje de verdad eterna. Pero hoy algunos recurren a expresiones doctrinales ambiguas, se arrogan la libertad de enunciar opiniones propias, atribuyéndoles aquella autoridad que ellos mismos, mas o menos abiertamente, discuten a quien por derecho divino posee carisma tan formidable y tan vigilantemente custodiado; incluso, consienten que cada uno en la Iglesia piense y crea lo que quiere, recayendo de este modo en el libre examen, que ha roto la unidad de la Iglesia misma, y confundiendo la legitima libertad de conciencia moral con una mal entendida libertad de pensamiento, que frecuentemente se equivoca por insuficiente conocimiento de las genuinas verdades religiosas.

No lo toméis con desagrado, venerables Hermanos, constituidos maestros y pastores del Pueblo de Dios, si os repetimos y os exhortamos, en virtud del mandato dado por Cristo a Pedro de "confirmar a los Hermanos" [Lc 22, 32], con las mismas palabras del Apostol: "Resistite fortes in fide" [1 Pe 5, 9].

La oracion

Ya comprenderéis como de este principio nacen otros tantos principios de vitalidad espiritual, con doble beneficio, es decir, para nosotros y para el rebano que se nos ha confiado. Y entre ellos sean los principales los siguientes. Los Hechos de los Apostoles, nos los recuerdan, a saber, la oracion y el ministerio de la palabra [Act 6, 4]. Con respecto a esto, lo sabéis todo. Pero permitidme que os recomendemos, por lo que se refiere a la oracion, la aplicacion de la reforma liturgica, en sus hermosas innovaciones y en sus normas disciplinares, pero sobre todo en sus finalidades primordiales y en su espiritu: purificar y dar autenticidad al verdadero culto catolico, fundado sobre el dogma y consciente del misterio pascual que encierra, renueva y comunica; y asociar el Pueblo de Dios a la celebracion jerarquica y comunitaria de los santos ritos de la Iglesia, al de la Misa, con conocimiento familiar y profundo, en ambiente de sencillez y de belleza (os recomendamos en particular el canto, el canto sagrado, liturgico y colectivo) ejercitando no solo formalmente, sino también sincera y cordialmente, la caridad fraterna.

El ministerio de la palabra

En cuanto al ministerio de la palabra, todo lo que se haga en favor de una instruccion religiosa de todos los fieles, una instruccion popular y cultural, organica y perseverante, estara bien hecho; no debe existir por mas tiempo analfabetismo religioso entre las poblaciones catolicas. Y estara bien todo ejercicio directo de la predicacion o de la instruccion que vosotros, obispos singularmente y como grupos canonicamente constituidos, tengais a bien proporcionar al Pueblo de Dios. Hablad, hablad, predicad, escribid, tomad posiciones, como se dice, en armonia de planes y de intenciones, acerca de las verdades de la fe, defendiéndolas e ilustrandolas, de la actualidad del evangelio, de las cuestiones que interesan la vida de los fieles y la tutela de las costumbres cristianas, de los caminos que conducen al dialogo con los Hermanos separados, acerca de los dramas ora grandes y hermosos, ora tristes y peligrosos, de la civilizacion contemporanea.

La Constitucion Pastoral del Concilio "Gaudium et spes" ofrece ensenanzas y estimulos de gran riqueza y de alto valor.




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