CELAM - III. PROMOCION HUMANA


IV. CULTURA CRISTIANA


20 Aunque el Evangelio no se identifica con ninguna cultura en particular, si debe inspirarlas, para de esta manera transformarlas desde dentro, enriqueciéndolas con los valores cristianos que derivan de la fe. En verdad, la evangelizacion de las culturas representa la forma mas profunda y global de evangelizar a una sociedad, pues mediante ella el mensaje de Cristo penetra en las conciencias de las personas y se proyecta en el "ethos" de un pueblo, en sus actitudes vitales, en sus instituciones y en todas las estructuras (cf. Discurso a los intelectuales y al mundo universitario, Medellin, 5 de julio 1986, 2).

El tema "cultura" ha sido objeto de particular estudio y reflexion por parte del CELAM en los ultimos anos. También la Iglesia toda dirige su atencion a esta importante materia "ya que la nueva evangelizacion ha de proyectarse sobre la cultura "adveniente", sobre todas las culturas, incluidas las culturas indigenas" (cf. Angelus, 28 de junio 1992). Anunciar a Jesucristo en todas las culturas es la preocupacion central de la Iglesia y objeto de su mision. En nuestros dias, esto exige, en primer lugar, el discernimiento de las culturas como realidad humana a evangelizar y, consiguientemente, la urgencia de un nuevo tipo de colaboracion entre todos los responsables de la obra evangelizadora.


21 En nuestros dias se percibe una crisis cultural de proporciones insospechadas. Es cierto que el sustrato cultural actual presenta un buen numero de valores positivos, muchos de ellos fruto de la evangelizacion; pero, al mismo tiempo, ha eliminado valores religiosos fundamentales y ha introducido concepciones enganosas que no son aceptables desde el punto de vista cristiano.

La ausencia de esos valores cristianos fundamentales en la cultura de la modernidad no solamente ha ofuscado la dimension de lo transcendente, abocando a muchas personas hacia el indiferentismo religioso -también en América Latina-, sino que, a la vez, es causa determinante del desencanto social en que se ha gestado la crisis de esta cultura. Tras la autonomia introducida por el racionalismo, hoy se tiende a basar los valores sobre todo en consensos sociales subjetivos que, no raramente, llevan a posiciones contrarias incluso a la misma ética natural. Piénsese en el drama del aborto, los abusos en ingenieria genética, los atentados a la vida y a la dignidad de la persona.

Frente a la pluralidad de opciones que hoy se ofrecen, se requiere una profunda renovacion pastoral mediante el discernimiento evangélico sobre los valores dominantes, las actitudes, los comportamientos colectivos, que frecuentemente representan un factor decisivo para optar tanto por el bien como por el mal. En nuestros dias se hace necesario Un esfuerzo y un tacto especial para inculturar el mensaje de Jesus, de tal manera que los valores cristianos puedan transformar los diversos nucleos culturales, purificandolos, si fuera necesario, y haciendo posible el afianzamiento de una cultura cristiana que renueve, amplie y unifique los valores historicos pasados y presentes, para responder asi en modo adecuado a los desafios de nuestro tiempo (cf. Redemptoris missio, 52). Uno de estos retos a la evangelizacion es el de intensificar el dialogo entre las ciencias y la fe, en orden a crear un verdadero humanismo cristiano. Se trata de mostrar que la ciencia y la técnica contribuyen a la civilizacion y a la humanizacion del mundo en la medida en que estan penetradas por la sabiduria de Dios. A este proposito, deseo alentar vivamente a las Universidades y Centros de estudios superiores, especialmente los que dependen de la Iglesia, a renovar su empeno en el dialogo entre fe y ciencia.


22 La Iglesia mira con preocupacion la fractura existente entre los valores evangélicos y las culturas modernas, pues estas corren el riesgo de encerrarse dentro de si en una especie de involucion agnostica y sin referencia a la dimension moral (cf. Discurso al Pontificio Consejo para la Cultura, 18 de enero 1983). A este respecto, conservan pleno vigor aquellas palabras del Papa Pablo VI: "La ruptura entre Evangelio y cultura es sin duda alguna el drama de nuestro tiempo, como lo fue también en otras épocas. De ahi que haya que hacer todos los esfuerzos con vistas a una generosa evangelizacion de la cultura, o mas exactamente de las culturas. Estas deben ser regeneradas por el encuentro con la Buena Nueva" (Evangelii nuntiandi, EN 20) .

La Iglesia, que considera al hombre como su "camino" (Redemptor hominis, RH 14), ha de saber dar una respuesta adecuada a la actual crisis de la cultura. Frente al complejo fenomeno de la modernidad, es necesario dar vida a una alternativa cultural plenamente cristiana. Si la verdadera cultura es la que expresa los valores universales de la persona, ¿qué puede proyectar mas luz sobre la realidad del hombre, sobre su dignidad y razon de ser, sobre su libertad y destino que el Evangelio de Cristo?

En este hito historico del medio milenio de la evangelizacion de vuestros pueblos, os invito pues, queridos Hermanos, a que, con el ardor de la nueva evangelizacion, animados por el Espiritu del Senor Jesus, hagais presente la Iglesia en la encrucijada cultural de nuestro tiempo, para impregnar con los valores cristianos las raices mismas de la cultura ''adveniente'' y de todas las culturas ya existentes. A este respecto, particular atencion habréis de prestar a las culturas indigenas y afroamericanas, asimilando y poniendo de relieve todo lo que en ellas hay de profundamente humano y humanizante. Su vision de la vida, que reconoce la sacralidad del ser humano, su profundo respeto a la naturaleza, la humildad, la sencillez, la solidaridad son valores que han de estimular el esfuerzo por llevar a cabo una auténtica evangelizacion inculturada, que sea también promotora de progreso y conduzca siempre a la "adoracion a Dios en espiritu y en verdad" (Jn 4,23). Mas, el reconocimiento de dichos valores no os exime de proclamar En lodo momento que "Cristo es el unico Salvador de la humanidad, el unico en condiciones de revelar a Dios y de guiar hacia Dios" (Redemptoris missio, 5) .

"La evangelizacion de la cultura es un esfuerzo por comprender las mentalidades y las actitudes del mundo actual e iluminarlas desde el Evangelio. Es la voluntad de llegar a todos los niveles de la vida humana para hacerla mas digna" (Discurso al mundo de la cultura, Lima, 15 de mayo 1988, 5). Pero este esfuerzo de comprension e iluminacion debe estar siempre acompanado del anuncio de la Buena Nueva (cf. Redemptoris missio, 46), de tal manera que la penetracion del Evangelio en las culturas no sea una simple adaptacion externa, sino un "proceso profundo y global que abarque tanto el mensaje cristiano, como la reflexion y la praxis de la Iglesia" (Jn 52), respetando siempre las caracteristicas y la integridad de la fe.


23 Al ser la comunicacion entre las personas un importante elemento generador de cultura, los modernos medios de comunicacion social revisten en este terreno una importancia de primer orden. Intensificar la presencia de la Iglesia en el mundo de la comunicacion ha de ser ciertamente una de vuestras prioridades. Vienen a mi mente las graves palabras de mi venerado predecesor el Papa Pablo VI: "La Iglesia se sentiria culpable ante Dios si no empleara esos poderosos medios, que la inteligencia humana perfecciona cada vez mas" (Evangelii nuntiandi, EN 45).

Por otra parte, se ha de vigilar también sobre el uso de los medios de comunicacion social en la educacion de la fe y en la difusion de la cultura religiosa. Una responsabilidad que incumbe sobre todo a las casas editoriales dependientes de instituciones catolicas que deben "ser objeto de particular solicitud por parte de los Ordinarios del lugar, a fin de que sus publicaciones sean siempre conformes a la doctrina de la Iglesia y contribuyan eficazmente al bien de las almas" (Instruccion de la Congregacion para la Doctrina de la Fe sobre algunos aspectos relativos al uso de los instrumentos de comunicacion social en la promocion de la doctrina de la fe, 30 de marzo 1992, 15, 2).

Ejemplos de inculturacion del Evangelio lo constituyen también ciertas manifestaciones socio-culturales que estan surgiendo en defensa del hombre y de su entorno, y que han de ser iluminadas por la luz de la fe. Es el caso del movimiento ecologista en favor del respeto debido a la naturaleza y contra la explotacion desordenada de sus recursos, con el consiguiente deterioro de la calidad de vida. La conviccion de que "Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso de todo el género humano" (Gaudium et spes, GS 69) ha de inspirar un sistema de gestion de los recursos mas justo y mejor coordinado a nivel mundial. La Iglesia hace suya la preocupacion por el medio ambiente e insta a los gobiernos para que protejan este patrimonio segun los criterios del bien comun (cf. Mensaje para la XXV Jornada Mundial de la Paz, 1 de enero 1992).


24 El desafio que representa la cultura "adveniente" no debilita sin embargo nuestra esperanza, y damos gracias a Dios porque en América Latina el don de la fe catolica ha penetrado en lo mas hondo de sus gentes, conformando en estos quinientos anos el alma cristiana del Continente e inspirando muchas de sus instituciones. En efecto, la Iglesia en Latinoamérica ha logrado impregnar la cultura del pueblo, ha sabido situar el mensaje evangélico en la base de su pensar, en sus principios fundamentales de vida, en sus criterios de juicio, en sus normas de accion.

Se nos presenta ahora el reto formidable de la continua inculturacion del evangelio en vuestros pueblos, tema que habréis de abordar con clarividencia y profundidad durante los proximos dias. América Latina, en Santa Maria de Guadalupe, ofrece un gran ejemplo de evangelizacion perfectamente inculturada. En efecto, en la figura de Maria -desde el principio de la cristianizacion del Nuevo Mundo y a la luz del evangelio de Jesus- se encarnaron auténticos valores culturales indigenas. En el rostro mestizo de la Virgen del Tepeyac se resume el gran principio de la inculturacion: la intima transformacion de los auténticos valores culturales mediante la integracion en el cristianismo y el enraizamiento del cristianismo en las varias culturas (cf. Redemptoris missio, 52).


V. UNA NUEVA ERA BAJO EL SIGNO DE LA ESPERANZA


25 He ahi, queridos hermanos y hermanas, algunos de los desafios que se presentan a la Iglesia en esta hora de la nueva evangelizacion. Ante este panorama cargado de interrogantes, pero también gravido de promesas, hemos de preguntarnos cual es el camino que debe seguir la iglesia en América Latina para que su mision dé en la proxima etapa de su historia los frutos que espera el Dueno de la mies (Lc 10,2 Mc 4,20). Vuestra Asamblea habra de delinear el rostro de una Iglesia viva y dinamica que crece en la fe, se santifica, ama, sufre, se compromete y espera en su Senor, como nos recuerda el Concilio Ecuménico Vaticano II, punto obligado de referencia en la vida y mision de todo Pastor (Gaudium et spes, GS 2).

La tarea que os aguarda durante las proximas jornadas es ardua, pero marcada por el .signo de la esperanza que viene de Cristo Resucitado. Mision vuestra es la de ser heraldos de la esperanza, de que nos habla el apostol Pedro (1P 1P 3, l 5): esperanza que se apoya en las promesas de Dios, en la fidelidad a su palabra y que tiene como certeza inquebrantable la resurreccion de Cristo, su victoria definitiva sobre el pecado y la muerte, primer anuncio y raiz de toda evangelizacion, fundamento de toda promocion humana, principio de toda auténtica cultura cristiana, que no puede por menos de ser la cultura de la resurreccion y de la vida, vivificada por el soplo del Espiritu de Pentecostés.

Amados Hermanos en el Episcopado, en la unidad de la Iglesia local, que brota de la Eucaristia, se encuentra todo el Colegio Episcopal con el Sucesor de Pedro a la cabeza, como perteneciente a la misma esencia de la Iglesia particular (cf. Carta de la Congregacion para la Doctrina de la Fe sobre algunos aspectos de la Iglesia entendida como comunion, 14). En torno al obispo y en perfecta comunion con él tienen que florecer las parroquias y comunidades cristianas como células pujantes de vida eclesial. Por eso, la nueva evangelizacion requiere una vigorosa renovacion de toda la vida diocesana. Las parroquias, los movimientos apostolicos y asociaciones de fieles, y todas las comunidades eclesiales en general, han de ser siempre evangelizadas y evangelizadoras. En particular, las Comunidades eclesiales de base deben caracterizarse siempre por una decidida proyeccion universalista y misionera, que les infunda un renovado dinamismo apostolico (Evangelii nuntiandi, EN 58 Puebla, 640-642). Ellas -que han de estar marcadas por una clara identidad eclesial- deben tener en la Eucaristia, que preside el sacerdote, el centro de la vida y comunion de sus miembros, en estrecha union con sus pastores y en plena sintonia con el Magisterio de la Iglesia.


26 Condicion indispensable para la nueva evangelizacion es poder contar con evangelizadores numerosos y cualificados. Por ello, la promocion de las vocaciones sacerdotales y religiosas, asi como de otros agentes de pastoral ha de ser una prioridad de los Obispos y un compromiso de todo el Pueblo de Dios. Hay que dar, en toda América Latina, un impulso decisivo a la pastoral vocacional y afrontar, con criterios acertados y con esperanza, lo referente a los Seminarios y Centros de formacion de los religiosos y religiosas, asi como el problema de la formacion permanente del Clero y de una mejor distribucion de los sacerdotes entre las diversas Iglesias locales, en las que hay que considerar también la apreciada labor de los diaconos permanentes. Para todo esto se encuentran orientaciones apropiadas en la Exhortacion Apostolica Postsinodal Pastores dabo vobis.

Por lo que se refiere a los religiosos y religiosas, que en América Latina llevan el peso de una parte considerable de la accion pastoral, deseo hacer mencion de la Carta Apostolica Los Caminos del Evangelio, que les dirigi con fecha 29 de junio de 1990. También quiero recordar aqui a los Institutos Seculares, con su pujante vitalidad en medio del mundo, y a los miembros de las Sociedades de Vida Apostolica, que desarrollan una gran actividad misionera.

En la hora presente, los miembros de los Institutos religiosos, tanto masculinos como femeninos, han de centrarse mas en la labor especificamente evangelizadora desplegando toda la riqueza de iniciativas y tareas pastorales que brotan de sus diversos carismas. Fieles al espiritu de sus Fundadores, les debe caracterizar un profundo sentido de Iglesia y el testimonio de una estrecha y fiel colaboracion en la pastoral, cuya direccion compete a los Ordinarios diocesanos y, en determinados aspectos, a las Conferencias Episcopales.

Como recordé en mi Carta a las contemplativas de América Latina (12 de diciembre 1989), la accion evangelizadora de la Iglesia esta sostenida por esos santuarios de la vida contemplativa, tan numerosos en todo el Continente, que constituyen un testimonio de la radicalidad de la consagracion a Dios, que tiene que ocupar siempre el primer puesto en nuestras opciones.


27 En la Exhortacion Apostolica Postsinodal Christifideles laici sobre la "vocacion y la mision de los laicos en la Iglesia", he querido poner particularmente de relieve que en la "grande, comprometedora y magnifica empresa" de la nueva evangelizacion es indispensable la labor de los seglares, en especial de los catequistas y "delegados de la Palabra". La Iglesia espera mucho de todos aquellos laicos que, con entusiasmo y eficacia evangélica, operan a través de los nuevos movimientos apostolicos, que han de estar coordinados en la pastoral de conjunto y que responden a la necesidad de una mayor presencia de la fe en la vida social. En esta hora en que he convocado a todos a trabajar con ardor apostolico en la vina del Senor, sin que nadie quede excluido, "los fieles laicos han de sentirse parte viva y responsable de esta empresa (de la nueva evangelizacion), llamados como estan a anunciar y a vivir el Evangelio en el servicio a los valores y a las exigencias de las personas y de la sociedad" (n. 64). Digna de todo elogio, como transmisora de la fe, es la mujer latinoamericana, cuyo papel en la Iglesia y en la sociedad hay que poner debidamente de relieve (cf. Carta Apostolica Mulieris dignitatem). Particular solicitud pastoral se ha de prestar a los enfermos, en vista también de la fuerza evangelizadora del sufrimiento (cf. Carta Apostolica Salvifici doloris, sobre el sentido cristiano del sufrimiento humano, 11 de febrero 1984).

Hago una llamada especial a los jovenes de América Latina. Ellos -tan numerosos en un Continente joven- habran de ser protagonistas en la vida de la sociedad y de la Iglesia en el nuevo milenio cristiano ya a las puertas. A ellos hay que presentar en su propio lenguaje la belleza de la vocacion cristiana y ofrecerles ideales altos y nobles, que les sostengan en sus aspiraciones de una sociedad mas justa y fraterna.


28 Todos estan llamados a construir la civilizacion del amor en este Continente de la esperanza. Es mas, América Latina, que ha sido receptora de la fe transmitida por las Iglesias del Viejo Mundo, ha de prepararse a difundir el mensaje de Cristo en el mundo entero dando "desde su pobreza" (cf. Mensajes al III y IV Congresos Misioneros Latinoamericanos, Santafé de Bogota 1987 y Lima 1991). "Ha llegado el momento de dedicar todas las fuerzas eclesiales a la nueva evangelizacion y a la mision ad gentes. Ningun creyente en Cristo, ninguna institucion de la Iglesia puede eludir este deber supremo: anunciar a Cristo a todos los pueblos" (Redemptoris missio, 3). Este momento ha llegado también para América Latina. "¡La fe se fortalece dandola La nueva evangelizacion de los pueblos cristianos", también en las Iglesias de América, "hallara inspiracion y apoyo en el compromiso por la mision universal" (). Para América Latina, que recibio a Cristo hace ahora quinientos anos, el mayor signo del agradecimiento por el don recibido, y de su vitalidad cristiana, es empenarse ella misma en la mision.


29 Queridos Hermanos en el Episcopado, como sucesores de los Apostoles debéis dedicar todos vuestros desvelos a la grey "en medio de la cual os ha puesto el Espiritu Santo para pastorear la Iglesia de Dios" (Ac 20,28). Por otra parte, como miembros del Colegio Episcopal, en estrecha unidad afectiva y efectiva con el Sucesor de Pedro, estais llamados a mantener la comunion y preocupacion por toda la Iglesia. Y, en esta circunstancia, como miembros de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, os incumbe una responsabilidad historica.

En virtud de la misma fe, de la Palabra revelada, de la accion del Espiritu y por medio de la Eucaristia que preside el Obispo, la Iglesia particular tiene con la Iglesia Universal una peculiar relacion de mutua interioridad, porque en ella se encuentra y opera verdaderamente la Iglesia de Cristo que es Una, Santa, Catolica y Apostolica (Christus Dominus, CD 11). En ella ha de resplandecer la santidad de vida a la que todo evangelizador esta llamado, dando testimonio de una intensa vivencia del misterio de Jesucristo, sentido y experimentado fuertemente en la Eucaristia, en la asidua escucha de la Palabra, en la oracion, en el sacrificio, en la entrega generosa al Senor, que en los sacerdotes y las demas personas consagradas se expresa de modo especial mediante el celibato.

No hay que olvidar que la primera forma de evangelizacion es el testimonio (cf. Redemptoris missio, 42-43), es decir, la proclamacion del mensaje de salvacion mediante las obras y la coherencia de vida, llevando a cabo asi su encarnacion en la historia cotidiana de los hombres. La Iglesia, desde los origenes, se hizo presente y operante no solo mediante el anuncio explicito del evangelio de Cristo sino también, y sobre todo, mediante la irradiacion de la vida cristiana. Por eso la nueva evangelizacion exige coherencia de vida, testimonio compacto de la caridad, bajo el signo de la unidad, para que el mundo crea (Jn 17,23).


30 Jesucristo, el Testigo fiel, el Pastor de los pastores, esta en medio de nosotros, pues nos hemos reunido en su nombre (Mt 18,20). Con nosotros esta el Espiritu del Senor que guia la Iglesia a la plenitud de la verdad y la rejuvenece con la palabra revelada, como en un nuevo Pentecostés.

En la comunion de los Santos velan sobre los trabajos de este importante encuentro eclesial una pléyade de Santos y Santas latinoamericanos, que evangelizaron este Continente con su palabra y sus virtudes, y -muchos de ellos- lo fecundaron con su sangre. Ellos son los frutos mas excelsos de la evangelizacion.

Como en el Cenaculo de Pentecostés nos acompana la Madre de Jesus y Madre de la Iglesia. Su presencia entranable en todos los rincones de Latinoamérica y en los corazones de sus hijos es garantia del sentido profético y del ardor evangélico que deben acompanar vuestros trabajos.


31 "¡Dichosa tu que has creido, porque lo que te ha dicho el Senor se cumplira"! (Lc 1,45). Estas palabras, que Isabel dirige a Maria, portadora de Cristo, son aplicables a la Iglesia, de la que la Madre del Redentor es tipo y modelo. ¡Dichosa tu, América, Iglesia de América, portadora de Cristo también, que has recibido el anuncio de la salvacion y has creido en "lo que te ha dicho el Senor"! La fe es tu dicha, la fuente de tu alegria. ¡Dichosos vosotros, hombres y mujeres de América Latina, adultos y jovenes, que habéis conocido al Redentor! Junto con toda la Iglesia, y con Maria, vosotros podéis decir que el Senor "ha puesto los ojos en la humildad de su sierva" (Lc 1,48). ¡Dichosos vosotros, los pobres de la tierra, porque ha llegado a vosotros el Reino de Dios!

"Lo que te ha dicho el Senor se cumplira". ¡Sé fiel a tu bautismo, reaviva en este Centenario la inmensa gracia recibida, vuelve tu corazon y tu mirada al centro, al origen, a Aquel que es fundamento de toda dicha, plenitud de todo! ¡Abrete a Cristo, acoge el Espiritu, para que en todas tus comunidades tenga lugar un nuevo Pentecostés! Y surgira de ti una humanidad nueva, dichosa; y experimentaras de nuevo el brazo poderoso del Senor, y "lo que te ha dicho el Senor se cumplira". Lo que te ha dicho, América, es su amor por ti, es su amor por tus hombres, por tus familias, por tus pueblos. Y ese amor se cumplira en ti, y te hallaras de nuevo a ti misma, hallaras tu rostro, "te proclamaran bienaventurada todas las generaciones" (Lc 1,48).

Iglesia de América, el Senor pasa hoy a tu lado. Te llama. En esta hora de gracia, pronuncia de nuevo tu nombre, renueva su alianza contigo. ¡Ojala escuchases su voz, para que conozcas la dicha verdadera y plena, y entres en su descanso! (Ps 94,7 Ps 94,11).

Terminemos invocando a Maria, estrella de la primera y de la nueva evangelizacion. A Ella, que siempre espero, confiamos nucstra esperanza. En sus manos ponemos nuestros afanes pastorales y todas las tareas de esta Conferencia, encomendando a su corazon de Madre el éxito y la proyeccion de la misma sobre el futuro del Continente. Que Ella nos ayude a anunciar a su Hijo:

"¡Jesucristo ayer, hoy y siempre!"

Amén.


















MENSAJE DE LA IV CONFERENCIA A LOS PUEBLOS DE AMERICA LATINA Y EL CARIBE



I. PRESENTACION


1 Convocados por el Santo Padre Juan Pablo II a la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y presididos por él en su inauguracion, nos hemos reunido en Santo Domingo, representantes de los episcopados de América Latina y Caribe y colaboradores del Papa en la Curia Romana. Participaron también otros obispos invitados de diversas partes del mundo e igualmente sacerdotes, diaconos, religiosos, religiosas y laicos, ademas de observadores pertenecientes a otras iglesias cristianas.


2 Una significativa efeméride ha sugerido la fecha de esta IV Conferencia: los 500 anos del inicio de la evangelizacion del nuevo mundo. Desde entonces, la Palabra de Dios fecundo las culturas de nuestros pueblos llegando a ser parte integrante de su historia. Por eso, tras una larga preparacion que incluyo una novena de anos inaugurada aqui mismo en Santo Domingo por el Santo Padre, nos hemos congregado con actitud asumida por el mismo Santo Padre, a saber, con la humildad de la verdad dando gracias a Dios por las muchas y grandes luces y pidiendo perdon por las innegables sombras que cubrieron este periodo.


3 La IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano ha querido perfilar las lineas fundamentales de un nuevo impulso evangelizador que ponga a Cristo en el corazon y en los labios, en la accion y la vida de todos los latinoamericanos. Esta es nuestra tarea: hacer que la verdad sobre Cristo, la Iglesia y el hombre penetren mas profundamente en todos los estratos de la sociedad en busqueda de su progresiva transformacion. La NUEVA EVANGELIZACION ha sido la preocupacion de nuestro trabajo.


4 Nuestra reunion esta en estrecha relacion y continuidad con las anteriores de la misma naturaleza: la primera celebrada en Rio de Janeiro en 1955; la siguiente en Medellin en 1968, y la tercera en Puebla en 1979. Reasumimos plenamente las opciones que enmarcaron aquellos encuentros y encarnaron sus conclusiones mas sustanciales.


5 Estos eventos constituyen una valiosa experiencia eclesial de la cual procede una rica ensenanza episcopal, util a las Iglesias y a la sociedad de nuestro continente. A estas orientaciones se suma ahora el compromiso evangelizador que emerge de la presente reunion, y que ofrecemos con humildad y alegria a nuestros pueblos.


6 La presencia maternal de la Virgen Maria, unida entranablemente a la fe cristiana en Latinoamérica y Caribe, ha sido desde siempre, y en especial en estos dias, guia de nuestro camino de fe, aliento en nuestros trabajos y estimulo frente a los desafios pastorales de hoy.




II. AMERICA LATINA Y EL CARIBE: ENTRE EL TEMOR Y LA ESPERANZA


7 Grandes mayorias de nuestros pueblos, padecen condiciones dramaticas en sus vidas. Asi lo hemos comprobado en las diarias tareas pastorales, y lo hemos expresado con claridad en muchos documentos. Asi cuando sus dolores nos apremian, resuena en nuestros oidos la palabra que dijo Dios a Moisés: "He visto la afliccion de mi pueblo, he oido sus gritos de dolor. Conozco muy bien sus sufrimientos. Por eso he bajado para hacerlo subir a la tierra espaciosa y fértil" (Ex 3,7-8).


8 Esas condiciones podrian cuestionar nuestra esperanza. Pero la accion del Espiritu Santo nos proporciona un motivo vigoroso y solido para esperar: la fe en Jesucristo, muerto y resucitado, quien cumple su promesa de estar con nosotros siempre (Cfr. Mt 28,20). Esta fe nos lo muestra atento y solicito a toda necesidad humana. Nosotros buscamos realizar lo que El hizo y enseno: asumir el dolor de la humanidad y actuar para que se convierta en camino de redencion.


9 Vana seria nuestra esperanza si no fuera actuante y eficaz. Falaz seria el mensaje de Jesucristo si permitiera una disociacion entre el creer y el actuar. Exhortamos a quienes sufren a abrir sus corazones al mensaje de Jesus, que tiene el poder de dar un sentido nuevo a sus vidas y dolores. La fe, unida a la esperanza y a la caridad en el ejercicio de la actividad apostolica, tiene que traducirse en "tierra espaciosa y fértil" para quienes hoy sufren en Latinoamérica y el Caribe.


10 La hora presente nos hace evocar el episodio evangélico del paralitico que estaba desde hacia treinta y ocho anos j unto a la piscina de la curacion pero que no tenia quien le introdujese en ella. Nuestro quehacer evangelizador quiere actualizar la palabra de Jesus al hombre invalido "Levantate, toma tu camilla y anda". (Cfr. Jn 5 Jn 1-8)


11 Deseamos convertir nuestros afanes evangelizadores en acciones concretas que hagan posible a las personas superar sus problemas y sanar sus dolencias -tomar sus camillas y caminar- siendo protagonistas de sus propias vidas, a partir del contacto salvifico con el Senor.




III. UNA ESPERANZA QUE SE CONCRETA EN MISION

1. La Nueva Evangelizacion


12 Desde la visita del Santo Padre a Haiti en 1983 nos hemos sentido animados por un impulso alentador para una renovada y mas eficaz accion pastoral en nuestras iglesias particulares. A ese proyecto global que auspicia un nuevo Pentecostés, se le da el nombre de Nueva Evangelizacion. (Cfr. Discurso Inaugural, Juan Pablo II, nn. 6 y 7).


13 El episodio de los discipulos de Emaus, relatado por el evangelista Lucas, nos presenta a Jesus resucitado anunciando la Buena Nueva. Puede ser también un modelo de la Nueva Evangelizacion.



2. Jesucristo Ayer, Hoy y Siempre:

Jesus sale al encuentro de la humanidad que camina (Lc 24,13-17)


14 Mientras los discipulos de Emaus desconcertados y tristes caminaban de regreso a su aldea, el Maestro se les acerca para acompanarlos en su camino. Jesus busca las personas y camina con ellas para asumir las alegrias y esperanzas, las dificultades y tristezas de la vida.


15 Hoy también nosotros, como pastores de la Iglesia en América Latina y el Caribe, en fidelidad al Divino Maestro, queremos renovar su actitud de cercania y de acompanamiento a todos nuestros hermanos y hermanas; proclamamos el valor y la dignidad de cada persona, y procuramos iluminar con la fe su historia, su camino de cada dia. Este es un elemento fundamental de la Nueva Evangelizacion.



3. Promocion Humana:

Jesus comparte el camino de los seres humanos (Lc 24,17-24).


16 Jesus no solamente se acerca a los caminantes. Va mas alla: Se hace camino para ellos (Cfr. Jn 14,6), penetra en la vivencia profunda de la persona, en sus sentimientos, en sus actitudes. Por medio de un dialogo sencillo y directo conoce sus preocupaciones inmediatas. El mismo Cristo Resucitado acompana los pasos, las aspiraciones y busquedas, los problemas y dificultades de sus discipulos cuando éstos se dirigen a su aldea.


17 Aqui Jesus pone en practica con sus discipulos cuanto ensenara un dia a un doctor de la ley: las heridas y gemidos del hombre apaleado y moribundo que yacia al borde del camino constituyen las urgencias del propio caminar.(Cfr. Lc 10,25-37).La parabola del Buen Samaritano nos concierne directamente frente a todos nuestros hermanos, especialmente a los pecadores por los cuales Jesus derramo su sangre. Recordamos en particular a todos los que sufren: los enfermos, los ancianos que viven en soledad, los ninos abandonados. Miramos también a los que son victima de la injusticia: los marginados, los mas pobres, los habitantes de los suburbios de las grandes ciudades, los indigenas y afroamericanos, los campesinos, los sin tierra, los desempleados, los sin techo, las mujeres desconocidas en sus derechos. Nos interpelan también otras formas de opresion: la violencia, la pornografia, el trafico y el uso de drogas, el terrorismo, el secuestro de personas, y otros muchos problemas acuciantes.



4. La cultura:

Jesus ilumina con las Escrituras el camino de los hombres

(Lc 24,25-28).


18 La presencia del Senor no se agota en una simple solidaridad humana. El drama interior de los dos caminantes era que habian perdido toda esperanza. Ese desencanto se ilumino por la explicacion de las Escrituras. La Buena Nueva que oyeron de Jesus transmitia el mensaje recibido de su Padre.


19 Explicandoles las Escrituras, Jesus corrige los errores de un mesianismo puramente temporal y de todas las ideologias que esclavizan al hombre. Explicandoles las Escrituras, les ilumina su situacion y les abre horizontes de esperanza.


20 El camino que Jesus recorre al lado de sus discipulos esta marcado con las huellas del designio de Dios sobre cada una de las criaturas y sobre el acontecer humano.


21 Exhortamos a todos los agentes pastorales a profundizar en el estudio y la meditacion de la Palabra de Dios para poder vivirla y transmitirla a los demas con fidelidad.


22 Reiteramos la necesidad de encontrar nuevos métodos para que a los constructores de la sociedad pluralista les lleguen las exigencias éticas del Evangelio, sobre todo en el orden social. La Doctrina Social de la Iglesia forma parte esencial del mensaje cristiano. Su ensenanza, difusion, profundizacion y aplicacion son exigencias imprescindibles para la nueva evangelizacion de nuestros pueblos.



5. Un nuevo ardor:

Jesus se da a conocer en la fraccion del pan (Lc 24,28-32).


23 Pero la explicacion de la Escritura no fue suficiente para abrirles los ojos y hacerles ver la realidad desde la perspectiva de la fe. Es cierto que hizo arder sus corazones pero el gesto definitivo para que pudieran reconocerle vivo y resucitado de entre los muertos fue el signo concreto de partir el pan.


24 En Emaus se abrio ademas un hogar para Alguien que andaba peregrino. Cristo revelo su intimidad a los companeros de camino y en su actitud de compartir reconocieron al que durante su vida no hizo mas que darse a los hermanos y quien sello con su muerte en la cruz la entrega de toda su vida.


25 Concluidos estos dias de oracion y de reflexion volvemos a los hogares que forman nuestras iglesias particulares para compartir con los hermanos, con quienes construimos lo cotidiano de la vida; en especial con quienes participan mas de cerca en nuestro ministerio: nuestros presbiteros y diaconos a quienes deseamos expresar un particular afecto y gratitud . Que la celebracion eucaristica inflame siempre mas sus corazones para llevar a la practica la Nueva Evangelizacion, la promocion humana y la cultura cristiana.



6. Mision: Jesus es anunciado por los discipulos (Lc 24,33-35).


26 El encuentro entre el Maestro y los discipulos ha terminado. Jesus desaparece de su vista. Pero ellos impulsados por un nuevo ardor, salen gozosos a emprender su tarea misionera. Abandonan la aldea y van en busqueda de los otros discipulos. La vivencia de la fe se realiza en comunidad. Por eso los discipulos regresan a Jerusalén a encontrarse con sus hermanos y comunicarles el encuentro con el Senor. A partir de la fe, vivida en comunidad, ellos se convierten en pregoneros de una realidad totalmente nueva: "El Senor ha resucitado y esta de nuevo entre nosotros" . La fe en Jesus lleva consigo la mision.


27 "Para América Latina y el Caribe que recibio a Cristo hace ahora quinientos anos, el mayor signo del agradecimiento por el don recibido, y de su vitalidad cristiana, es empenarse ella misma en la mision" (Discurso Inaugural, Juan Pablo II, n. 28), sea en su interior mas alla de sus fronteras.




CELAM - III. PROMOCION HUMANA