CAMINO DE PERFECCION 42


Censura del Camino de Perfección


He visto con atención este libro de avisos y consejos que da la madre Teresa de Jesús, fundadora de los monasterios de descalzas carmelitas, a sus hijas. No he hallado en él cosa que me ofenda en lo que toca a buena y santa doctrina. Muchas cosas y casi todas las que dice provocan a toda virtud, en especial a oración vocal y mental y contemplación. Da muy importantes avisos contra los peligros que hay en el camino de la vida contemplativa; pone ánimo a los incipientes y algún temor a los que piensan van adelante. Su estilo es tan sin arte humana, que se echa bien de ver que habla más su corazón de lo que por experiencia siente, que su entendimiento de lo que por ciencia o lección o buen discurso sabe; y así habla con espíritu y le pega con lo que dice, como lo experimentará quien con atención leyere este tratado.
Paréceme haría provecho si se comunicase, y más a religiosas, de cualquier Orden que sean; porque, por ser mujer la que habla por experiencia, parece que con su ejemplo se animarán más las mujeres a ser varones en la virtud, que si oyesen a un hombre docto por muy bueno que sea.
Algunas cosas van corregidas de mi mano entre renglones o en las márgenes; otras testadas partes, por falta del escritor, parte por estar oscuramente dichas o superfluamente repetidas. En el capítulo treinta y uno declaré en la margen qué llaman cosas sobrenaturales en los movimientos o quietud del espíritu. Esto es lo que me parece de este tratado y así lo firmo de mi nombre.







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