Isaías (BPD) 1


Primera Parte del Libro de Isaías



ORÁCULOS SOBRE JUDÁ Y JERUSALÉN



Título

1 1 Visión que tuvo Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén, en tiempos de Ozías, de Jotám, de Ajaz y de Ezequías, reyes de Judá.

La infidelidad de Israel

2 ¡Escuchen, cielos! ¡Presta oído, tierra!
porque habla el Señor:
Yo crié hijos y los hice crecer,
pero ellos se rebelaron contra mí.
3
El buey conoce a su amo
y el asno, el pesebre de su dueño;
¡pero Israel no conoce,
mi pueblo no tiene entendimiento!

Invectiva contra Judá

4 ¡Ay, nación pecadora,
pueblo cargado de iniquidad,
raza de malhechores,
hijos pervertidos!
¡Han abandonado al Señor,
han despreciado al Santo de Israel,
se han vuelto atrás!
5
¿Dónde pueden ser golpeados todavía,
ustedes, que persisten en la rebelión?
Toda la cabeza está enferma
y todo el corazón dolorido;
6
de la planta de los pies a la cabeza,
no hay nada intacto:
¡heridas, contusiones, llagas vivas,
que no han sido curadas ni vendadas,
ni aliviadas con aceite!
7
Su país es una desolación,
sus ciudades, presa del fuego;
su suelo, delante de ustedes,
lo devoran extranjeros:
¡hay tanta desolación como en el desastrede Sodoma!
8
La hija de Sión ha quedado
como una choza en un viñedo,
como una cabaña en una plantación de pepinos,
como una ciudad sitiada.
9
¡Si el Señor de los ejércitos
no nos hubiera dejado algunossobrevivientes,
seríamos como Sodoma,
nos pareceríamos a Gomorra!

Inutilidad del culto sin la práctica de la justicia

10 ¡Escuchen la palabra del Señor,
jefes de Sodoma!
¡Presten atención a la instrucción de nuestro Dios,
pueblo de Gomorra!
11
¿Qué me importa la multitud
de sus sacrificios? –dice el Señor–.
Estoy harto de holocaustos de carneros
y de la grasa de animales cebados;
no quiero más sangre
de toros, corderos y chivos.
12
Cuando ustedes vienen a ver mi rostro,
¿quién les ha pedido que pisen mis atrios?
13
No me sigan trayendo vanas ofrendas;
el incienso es para mí una abominación.
Luna nueva, sábado,convocación a la asamblea...
¡no puedo aguantar la falsedad y la fiesta!
14
Sus lunas nuevas y solemnidades
las detesto con toda mi alma;
se han vuelto para mí una carga
que estoy cansado de soportar.
15
Cuando extienden sus manos,
yo cierro los ojos;
por más que multipliquen las plegarias,
yo no escucho:
¡las manos de ustedesestán llenas de sangre!
16
¡Lávense, purifíquense,
aparten de mi vista
la maldad de sus acciones!
¡Cesen de hacer el mal,
17
aprendan a hacer el bien!
¡Busquen el derecho,
socorran al oprimido,
hagan justicia al huérfano,
defiendan a la viuda!
18
Vengan, y discutamos
–dice el Señor–:
Aunque sus pecados sean como la escarlata,
se volverán blancos como la nieve;
aunque sean rojos como la púrpura,
serán como la lana.
19
Si están dispuestos a escuchar,
comerán los bienes del país;
20
pero si rehusan hacerlo y se rebelan,
serán devorados por la espada,
porque ha hablado la boca del Señor.

Infidelidad y purificación de Israel

21 ¡Cómo se ha prostituido
la ciudad fiel!
Estaba llena de equidad,
la justicia moraba en ella,
¡y ahora no hay más que asesinos!
22
Tu plata se ha vuelto escoria,
se ha aguado tu mejor vino.
23
Tus príncipes son rebeldes
y cómplices de ladrones;
todos aman el soborno
y corren detrás de los regalos;
no hacen justicia al huérfano
ni llega hasta ellos la causa de la viuda.
24
Por eso –oráculo del Señorde los ejércitos,
el Fuerte de Israel–:
¡Ay! ¡Me desquitaré de mis adversarios
y me vengaré de mis enemigos!
25
Volveré mi mano contra ti,
depuraré tu escoria con potasa
y eliminaré todos tus desechos.
26
Haré a tus jueces como eran antes
y a tus consejeros, como al principio.
Después de esto, te llamarán
“Ciudad de la Justicia”, “Ciudad Fiel”.
27
Sión será rescatada por el derecho
y los que se conviertan, por la justicia.
28
Los rebeldes y pecadoresserán destrozados juntamente
y desaparecerán los que abandonan al Señor.
29
Ustedes se avergonzarán de las encinasque tanto amaban,
se sonrojarán de los jardinesque eligieron;
30
porque serán como una encinade hojas secas,
como un jardín sin agua.
31
El hombre fuertese convertirá en estopa
y su obra será la chispa:
arderán los dos juntos
y no habrá quien extinga el fuego.

Sión, centro del Reino universal del Señor

2 1 Palabra que Isaías, hijo de Amós, recibió en una visión, acerca de Judá y de Jerusalén:
2
Sucederá al fin de los tiempos,
que la montaña de la Casa del Señor
será afianzada sobre la cumbrede las montañas
y se elevará por encima de las colinas.
Todas las naciones afluirán hacia ella
3
y acudirán pueblos numerosos,que dirán:
“ ¡Vengan, subamos a la montaña del Señor,
a la Casa del Dios de Jacob!
Él nos instruirá en sus caminos
y caminaremos por sus sendas”.
Porque de Sión saldrá la Ley
y de Jerusalén, la palabra del Señor.
4
Él será juez entre las naciones
y árbitro de pueblos numerosos.
Con sus espadas forjarán arados
y podaderas con sus lanzas.
No levantará la espadauna nación contra otra
ni se adiestrarán más para la guerra.
5
¡Ven, casa de Jacob,
y caminemos a la luz del Señor!

La llegada del Día del Señor

6 Sí, tú has desechado a tu pueblo,a la casa de Jacob,
porque están llenos de adivinos de Oriente,
de astrólogos, como los filisteos,
y estrechan la mano de los extranjeros.
7
Su país está lleno de plata y oro
y sus tesoros no tienen fin.
Su país está lleno de caballos
y sus carros de guerra no tienen fin.
8
Su país está lleno de ídolos;
ellos se postran ante la obra de sus manos,
ante lo que fabricaron sus propios dedos.
9
El hombre será doblegado
y el mortal, humillado
–tú no podrías perdonarlos–.
10
¡Entra en la roca
y escóndete en el polvo,
lejos del Terror del Señor
y del esplendor de su majestad!
11
La mirada altanera del hombreserá humillada,
la arrogancia humana será abatida,
y sólo el Señor será exaltado
en aquel día.
12
Porque habrá un día para el Señorde los ejércitos
contra todo lo arrogante y altanero,
contra todo lo alto y encumbrado,
13
contra todos los cedros del Líbano,
altaneros y elevados,
contra todas las encinas de Basán,
14
contra todas las montañas altivas,
contra todas las colinas encumbradas,
15
contra todas las altas torres,
contra todo muro fortificado,
16
contra todas las naves de Tarsis,
contra todos los barcos suntuosos.
17
El orgullo del hombre será humillado,
la arrogancia humana será abatida,
y sólo el Señor será exaltado
en aquel día,
18
y hasta el último de los ídolosdesaparecerá.
19
¡Entren en las cavernas de las rocas
y en las cuevas del suelo,
lejos del Terror del Señor
y del esplendor de su majestad,
cuando él se levante para llenar la tierra de espanto!
20
Aquel día, el hombre arrojará
a los topos y a los murciélagos
los ídolos de plata y los ídolos de oro
que se había fabricado para adorarlos,
21
y se meterá en las hendiduras de las rocas
y en las grietas de los peñascos,
lejos del Terror del Señor
y del esplendor de su majestad,
cuando él se levante para llenar la tierra de espanto.
22
¡Dejen entonces al hombre
que sólo tiene aliento en sus narices!
¿En qué se lo puede estimar?

La anarquía en Jerusalén

3 1 Miren que el Señor de los ejércitosretira de Jerusalén y de Judá
toda clase de sustento:
todo sustento de pany todo sustento de agua,
2
el soldado y el hombre de guerra,
el juez y el profeta,
el adivino y el anciano,
3
el jefe de batallón, el dignatario y el consejero,
el experto en artes mágicasy el hábil encantador.
4
Yo les daré por jefes a adolescentes,
y niños caprichosos los dominarán.
5
La gente se maltratará mutuamente,
unos contra otros;
el joven acometerá contra el anciano
y el plebeyo contra el noble.
6
Entonces un hombreagarrará a su hermano
en la casa de su padre, y le dirá:
“Tú tienes un manto, sé nuestro jefe;
que este montón de ruinasesté bajo tu mando”.
7
Pero el otro replicará en aquel día:
“Yo no sirvo para curar,
y no hay en mi casa ni pan ni manto;
¡no harán de mí un jefe del pueblo!”.
8
Sí, Jerusalén tropieza
y Judá se desmorona,
porque su lengua y sus accionesestán contra el Señor,
desafiando su mirada gloriosa.
9
Su descaro atestigua contra ellos,
y como Sodoma publican su pecado,¡no lo ocultan!
¡Ay de ellos,
porque son los causantesde su propia desgracia!
10
¡Feliz el justo, porque le irá bien,
comerá el fruto de sus acciones!
11
¡Ay del malvado, porque le irá mal,
se le devolverá lo que hicieron sus manos!
12
¡Pueblo mío! Un niño pequeñolo tiraniza
y mujeres dominan sobre él.
¡Pueblo mío! Tus guías te extravían
y confunden el camino por donde vas.

El juicio del Señor contra su pueblo

13 El Señor se levanta para un juicio,
se pone de pie para juzgar a su pueblo.
14
El Señor entabla un pleito
contra los ancianos y los príncipes de su pueblo.
“¡Ustedes han arrasado la viña,
tienen en sus casas lo que arrebataronal pobre!
15
¿Con qué derecho aplastan a mi pueblo
y trituran el rostro de los pobres?”
–oráculo del Señor de los ejércitos–.

Contra el lujo de las mujeres de Jerusalén

16 Dice el Señor:
Ya que las hijas de Siónson tan arrogantes,
ya que andan con el cuello estirado,
provocando con la mirada,
y caminan con los pasos cortos,
haciendo sonar las hebillas de sus pies,
17
por eso, el Señor cubrirá de sarna
la cabeza de las hijas de Sión,
y pondrá al descubierto su desnudez.
18
Aquel día, el Señor suprimirá todo adorno: hebillas, soles y lunetas, 19 pendientes, brazaletes y velos, 20 turbantes, cadenillas, cinturones, talismanes y amuletos, 21 sortijas y anillos para la nariz, 22 vestidos de fiesta, pañuelos, chales y bolsos, 23 espejos, telas finas, diademas y mantillas.
24
En vez de perfume habrá podredumbre,
en vez de cinturón, una cuerda,
en vez de bucles, calvicie,
en vez de trajes lujosos, un sayal:
sí, en vez de hermosura,una marca de fuego.
25
Tus hombres caerán bajo la espada
y tus guerreros en el campo de batalla.
26
Tus puertas gemirány estarán de duelo,
y tú, desolada, te sentarás en el suelo.
4 1 Siete mujeres agarrarán a un hombre, en aquel día,
diciendo: “Comeremos nuestro propio pan
y nos vestiremos con nuestra ropa,
con tal de llevar tu nombre:
¡borra nuestra afrenta!”.

La gloria del Señor sobrelos sobrevivientes de Jerusalén

2 Aquél día, el germen del Señor
será la hermosura y la gloria
de los sobrevivientes de Israel,
y el fruto del país será su orgulloy su ornato.
3
Entonces, el resto de Sión, los sobrevivientes de Jerusalén, serán llamados santos: todos ellos estarán inscritos para la vida, en Jerusalén. 4 Cuando el Señor lave la suciedad de las hijas de Sión y limpie a Jerusalén de la sangre derramada en ella, con el soplo abrasador del juicio, 5 él creará sobre toda la extensión del monte Sión y en su asamblea, una nube de humo durante el día, y la claridad de un fuego llameante durante la noche. Porque la gloria del Señor, en lo más alto de todo, será un reparo 6 y una choza, para dar sombra contra el calor durante el día, y servir de abrigo y refugio contra la tempestad y la lluvia.

El poema de la viña

5 1 Voy a cantar en nombre de mi amigo el canto de mi amado a su viña.
Mi amigo tenía una viña
en una loma fértil.
2
La cavó, la limpió de piedras
y la plantó con cepas escogidas;
edificó una torre en medio de ella
y también excavó un lagar.
Él esperaba que diera uvas,
pero dio frutos agrios.
3
Y ahora, habitantes de Jerusalén
y hombres de Judá,
sean ustedes los jueces
entre mi viña y yo.
4
¿Qué más se podía hacer por mi viña
que yo no lo haya hecho?
Si esperaba que diera uvas,
¿por qué dio frutos agrios?
5
Y ahora les haré conocer
lo que haré con mi viña:
Quitaré su valla, y será destruida,
derribaré su cerco y será pisoteada.
6
La convertiré en una ruina,
y no será podada ni escardada.
Crecerán los abrojos y los cardos,
y mandaré a las nubes
que no derramen lluvia sobre ella.
7
Porque la viña del Señor de los ejércitos
es la casa de Israel,
y los hombres de Judá
son su plantación predilecta.
¡Él esperó de ellos equidad,
y hay efusión de sangre;
esperó justicia,
y hay gritos de angustia!

Seis maldiciones contra los poderosos de Judá: contra los explotadores

8 ¡Ay de los que acumulanuna casa tras otra
y anexionan un campo a otro,
hasta no dejar más espacio
y habitar ustedes solos en medio del país!
9
El Señor de los ejércitoslo ha jurado a mi oído:
Sí, muchas mansiones,grandes y hermosas,
quedarán desoladaspor falta de habitantes.
10
Porque diez yugadas de viña
no darán más que un tonel,
y diez medidas de semilla
producirán una sola.

Contra los libertinos

11 ¡Ay de los que madrugan
para correr tras la bebida,
y hasta muy entrada la noche
se acaloran con el vino!
12
Hay cítara y arpa,
tamboriles y flautas
y vino en sus banquetes;
pero ellos no miran la acción del Señor
ni ven la obra de sus manos.
13
Por eso mi pueblo será deportado
por falta de conocimiento;
sus nobles morirán de hambre
y su muchedumbre se abrasará de sed.
14
Por eso el Abismo dilata su garganta,
abre sus fauces desmesuradamente,
y allí se precipitan
el esplendor de la ciudady su muchedumbre,
su tumulto y sus festejos.
15
El hombre será doblegado,
el mortal, humillado,
y serán humillados los ojos altaneros;
16
pero el Señor de los ejércitosserá exaltado por su rectitud,
y el Dios santo se mostrará santopor su justicia.
17
Los corderos paceráncomo en sus praderas
y en las ruinas engordarán los cabritos.

Contra los impíos

18 ¡Ay de los que arrastran la culpa
con las cuerdas de la falsedad,
y tiran del pecado
como con las riendas de un carro!
19
Los que dicen: “¡Que se apure,
que haga pronto su obra,
para que la veamos;
que se acerque y llegue
el designio del Santo de Israel,
para que podamos conocerlo!”.

Contra los que tergiversan la verdad

20 ¡Ay de los que llaman bien al mal
y mal al bien,
de los que cambian las tinieblas en luz
y la luz en tinieblas,
de los que vuelven dulce lo amargo
y amargo lo dulce!

Contra los que presumen de sabiosy los libertinos injustos

21 ¡Ay de los que se tienen por sabios
y se creen muy inteligentes!
22
¡Ay de los valientes para beber vino
y de los campeones para mezclar bebidas,
23
de los que absuelven por soborno al culpable
y privan al justo de su derecho!
24
Por eso, como la lengua de fuegodevora la paja
y la hierba seca se consume en la llama,
así su raíz será como podredumbre
y su brote se disipará como el polvo,
porque rechazaron la ley del Señor de los ejércitos
y despreciaron la palabra del Santo de Israel.

La ira del Señor

25 Por eso la ira del Señor
se enciende contra su pueblo:
el Señor extiende su mano contra ély lo golpea,
se estremecen las montañas
y sus cadáveres son como basura
en medio de las calles.
A pesar de todo esto, no se aplacó su ira
y su mano está aún extendida.

La invasión asiria

26 Él alza una insigniapara una nación lejana,
la llama con un silbidodesde el extremo de la tierra,
y ella acude veloz, rápidamente.
27
Nadie siente cansancio ni tropieza,
nadie dormita ni duerme,
a nadie se le desata el cinturón
ni se le rompe la correa del calzado.
28
Sus flechas son filosas,
están tensos todos sus arcos;
los cascos de sus caballosson como pedernal,
las ruedas de sus carros,como torbellinos.
29
Su rugido es el de una leona,
ruge como los cachorros de león;
brama y se apodera de la presa,
la arrebata y nadie puede librarla.
30
Aquel día, lanzará un bramido contra ella
como el bramido del mar.
Mirarán a la tierra,
y sólo habrá tinieblas y angustia,
la luz será oscurecidapor sombríos nubarrones.


EL LIBRO DEL EMANUEL



VISIÓN INAUGURAL: LA VOCACIÓN DE ISAÍAS

6 1 El año de la muerte del rey Ozías, yo vi al Señor sentado en un trono elevado y excelso, y las orlas de su manto llenaban el Templo. 2 Unos serafines estaban de pie por encima de él. Cada uno tenía seis alas: con dos se cubrían el rostro, y con dos se cubrían los pies, y con dos volaban. 3 Y uno gritaba hacia el otro:
“¡Santo, santo, santo es el Señor de losejércitos!
Toda la tierra está llena de su gloria”.
4
Los fundamentos de los umbrales temblaron al clamor de su voz, y la Casa
se llenó de humo. 5
Yo dije:
“¡Ay de mí, estoy perdido!
Porque soy un hombre de labios impuros,
y habito en medio de un pueblo de labios impuros;
¡y mis ojos han visto al Rey, el Señorde los ejércitos!”.
6
Uno de los serafines voló hacia mí, llevando en su mano una brasa que había tomado con unas tenazas de encima del altar. 7 Él le hizo tocar mi boca, y dijo:
“Mira: esto ha tocado tus labios;
tu culpa ha sido borrada
y tu pecado ha sido expiado”.
8
Yo oí la voz del Señor que decía: “¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?”. Yo respondí: “¡Aquí estoy: envíame!”. 9 “Ve, me dijo; tú dirás a este pueblo:
‘Escuchen, sí, pero sin entender;
miren bien, pero sin comprender’.
10
Embota el corazón de este pueblo, endurece sus oídos y cierra sus ojos, no sea que vea con sus ojos
y oiga con sus oídos,
que su corazón comprenda
y que se convierta y sane”.
11
Yo dije: “¿Hasta cuándo, Señor?”. Él respondió:
“Hasta que las ciudades queden devastadas, sin habitantes,
hasta que las casas estén sin un hombre
y el suelo devastado sea una desolación.
12
El Señor alejará a los hombres
y será grande el abandonoen medio del país.
13
Y si queda una décima parte,
ella, a su vez, será destruida.
Como el terebinto y la encina
que, al ser abatidos,conservan su tronco talado,
así ese tronco es una semilla santa”.


Primer vaticinio de Isaías a Ajaz

7 1 En tiempos de Ajaz, hijo de Jotám, hijo de Ozías, rey de Judá, Resín, rey de Arám, y Pécaj, hijo de Remalías, rey de Israel, subieron contra Jerusalén para atacarla, pero no la pudieron expugnar. 2 Cuando se informó a la casa de David: “Arám está acampado en Efraím”, se estremeció su corazón y el corazón de su pueblo, como se estremecen por el viento los árboles del bosque.
3
El Señor dijo a Isaías: “Ve al encuentro de Ajaz, tú y tu hijo Sear Iasub, al extremo del canal del estanque superior, sobre la senda del campo del Tintorero. 4 Tú le dirás: Mantente alerta y no pierdas la calma; no temas, y que tu corazón no se intimide ante esos dos cabos de tizones humeantes, ante el furor de Resín de Arám y del hijo de Remalías. 5 Porque Arám, Efraím y el hijo de Remalías se han confabulado contra ti, diciendo: 6 “Subamos contra Judá, hagamos cundir el pánico, sometámosla y pongamos allí como rey al hijo de Tabel”.
7
Pero así habla el Señor:
Eso no se realizará, eso no sucederá.
8a Porque la cabeza de Arám es Damasco,
y la cabeza de Damasco, Resín;
9a la cabeza de Efraím es Samaría,
y la cabeza de Samaría,el hijo de Remalías.
8b –Dentro de sesenta y cinco años,
Efraím será destrozado,y no será más un pueblo–.
9b Si ustedes no creen, no subsistirán”.

Segundo vaticinio

10 Una vez más, el Señor habló a Ajaz en estos términos:  11 “Pide para ti un signo de parte del Señor, en lo profundo del Abismo, o arriba, en las alturas”. 12 Pero Ajaz respondió: “No lo pediré ni tentaré al Señor”. 13 Isaías dijo: “Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también a mi Dios?. 14 Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren, la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel. 15 Él se alimentará de leche cuajada y miel, cuando ya sepa desechar lo malo y elegir lo bueno. 16 Porque antes de que el niño sepa desechar lo malo y elegir lo bueno, quedará abandonada la tierra de esos dos reyes, ante los cuales estás aterrorizado.
17
El Señor hará venir sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la casa de tu padre, días como no los hubo iguales desde que Efraím se separó de Judá”.

La invasión devastadora

18 Aquel día, el Señor llamará con un silbido al tábano que está en el extremo de los canales de Egipto, y a la abeja que está en el país de Asiria. 19 Ellos vendrán a posarse en los barrancos escarpados,en las grietas de las rocas, sobre todos los matorrales y sobre todos los abrevaderos.
20
Aquel día, el Señor rapará con una navaja, alquilada al otro lado del Río –con el rey de Asiria–, la cabeza y el vello del cuerpo; y la navaja afeitará también la barba.
21
Aquel día, cada uno criará una ternera y dos ovejas; 22 y como darán leche en abundancia, se comerá leche cuajada, porque todo el que quede en medio del país se alimentará con leche cuajada y miel.
23
Aquel día, todo lugar donde había mil plantas de vid, a un valor de mil siclos de plata, se cubrirá de cardos y espinas. 24 Allí habrá que entrar con flechas y arco, porque todo el país será cardos y espinas. 25 Y por temor a los cardos y espinas, tú ya no irás a todas esas montañas que se escardaban con la azada: serán un lugar donde se sueltan los bueyes y que es pisoteado por las ovejas.

El hijo de Isaías, presagio viviente

8 1 El Señor me dijo: “Toma una tabla bien grande y escribe sobre ella, con caracteres comunes: Rápido Botín– Saqueo Veloz”. 2 Yo puse como testigos fidedignos al sacerdote Urías y a Zacarías, hijo de Baraquías. 3 Luego tuve relaciones con la profetisa, y ella concibió y dio a luz un hijo. Entonces el Señor me dijo: “Llámalo con el nombre de Rápido Botín – Saqueo Veloz, 4 porque antes de que el niño aprenda a decir ‘papá’ y ‘mamá’, las riquezas de Damasco y el botín de Samaría serán llevados ante el rey de Asiria”.

La invasión asiria

5 El Señor me volvió a hablar otra vez, diciendo:

6
Porque este pueblo rehusa
las aguas de Siloé, que corren mansamente,
y desfallece ante Resín y el hijo de Remalías,
7
por eso, el Señor hace subir contra ellos
las aguas torrenciales y caudalosas del Río
–el rey de Asiria con toda su gloria–.
Él rebasará todos sus cauces,
desbordará por todas sus orillas,\par 8
y pasará por Judá, inundará, crecerá,
llegará hasta el cuello.
Y sus alas desplegadas abarcarán
toda la extensión de tu país, Emanuel.

La presencia de Dios,garantía de victoria

9 ¡Tiemblen, pueblos, y espántense;
presten atención, regiones lejanas de la tierra!
¡Cíñanse las armas y espántense!
¡Cíñanse las armas y espántense!
10
Hagan un proyecto: ¡fracasará!
Digan una palabra: ¡no se realizará!
Porque Dios está con nosotros.

El Señor, piedra de tropiezo para Israel

11 Porque así me habló el Señor, cuando me tomó con su mano y me conminó a que no siguiera el camino de este pueblo:
12
No llamen “conjura”
a todo lo que este pueblo llama “conjura”;
no teman lo que él teme
ni tiemblen por eso.
13
Pero al Señor de los ejércitos,
a él sí proclámenlo santo:
que sólo él les infunda temor,
que sólo él los haga temblar.
14
Él será un santuario,
una piedra de tropiezo
y un escollo insuperable
para las dos casas de Israel;
será una red y una trampa
para los habitantes de Jerusalén.
15
Muchos de entre ellos tropezarán,
caerán y se quebrarán,
se enredarán en la trampay quedarán atrapados.

Retiro provisorio del profeta

16 Voy a guardar el testimonio, a sellar la instrucción entre mis discípulos.
17
Esperaré en el Señor,
que oculta su rostro a la casa de Jacob:
sí, lo aguardaré.
18
Yo y los hijos que me dio el Señor somos signos y presagios en Israel, de parte del Señor de los ejércitos, que habita en el monte Sión.

Contra los nigromantes y adivinos

19 Seguramente les dirán:
“Consulten a los nigromantes y adivinos,
que musitan y susurran.
¿No debe un pueblo consultar a sus dioses,
consultar a los muertosen favor de los vivos,
20
para recibir instrucción y testimonio?”.
Seguro que se expresan así
porque para ellos no despunta la aurora.

Tiempos oscuros para Israel

21 La gente pasará por el país,
abrumada y hambrienta;
y enfurecida por el hambre,
maldecirá a su rey y a su Dios.
Volverá su rostro hacia lo alto,
22
luego mirará a la tierra,
y sólo habrá aflicción y tinieblas,
angustiosa oscuridad.
Pero la tiniebla será disipada,
23
porque ya no habrá oscuridad
allí donde reinaba la angustia.

La gran luz y el niño maravilloso

En un primer tiempo, el Señor humilló al país de Zabulón y al país de Neftalí, pero en el futuro llenará de gloria la ruta del mar, el otro lado del Jordán, el distrito de los paganos.
9 1 El pueblo que caminaba             en las tinieblas
ha visto una gran luz;
sobre los que habitaban en el país de la oscuridad
ha brillado una luz.
2
Tú has multiplicado la alegría,
has acrecentado el gozo;
ellos se regocijan en tu presencia,
como se goza en la cosecha,
como cuando reina la alegría
por el reparto del botín.
3
Porque el yugo que pesaba sobre él,
la barra sobre su espalda
y el palo de su carcelero,
todo eso lo has destrozadocomo en el día de Madián.
4
Porque todas las botasusadas en la refriega
y las túnicas manchadas de sangre,
serán presa de las llamas,
pasto del fuego.
5
Porque un niño nos ha nacido,
un hijo nos ha sido dado.
La soberanía reposa sobre sus hombros
y se le da por nombre:
“Consejero maravilloso, Dios fuerte,
Padre para siempre, Príncipe de la paz”.
6
Su soberanía será grande,
y habrá una paz sin fin
para el trono de David
y para su reino;
él lo establecerá y lo sostendrá
por el derecho y la justicia,
desde ahora y para siempre.
El celo del Señor de los ejércitos hará todo esto.


ORÁCULOS DIVERSOS


El castigo de Samaría

7 El Señor ha enviado una palabra a Jacob,
ella caerá sobre Israel;
8
la conocerá el pueblo entero,
Efraím y los habitantes de Samaría,
esos que andan diciendo
con arrogancia y presunción:
9
“¡Cayeron los ladrillos,
pero construiremos con piedras talladas;
fueron cortados los sicómoros,
pero los suplantaremos con cedros!”.
10
El Señor suscitó contra él a sus adversarios
e incitó a sus enemigos,
11
Arám al este, los filisteos por detrás,
y ellos devoraron a Israel a boca llena.
A pesar de todo esto, no se aplacó su ira
y su mano está aún extendida.
12
Pero el pueblo no ha vueltoal que lo golpeaba,
no ha buscado al Señor de los ejércitos.
13
Y el Señor arrancó a Israel,en un sólo día,
cabeza y cola, palmera y junco.
14
–El anciano y el noble son la cabeza,
el profeta, maestro de mentiras, es la cola–.
15
Los guías de este pueblo lo extraviaron
y los que se dejaron guiar,han sido devorados.
16
Por eso el Señor no perdona a sus jóvenes
ni se compadece de sus huérfanosy de sus viudas,
porque todo este pueblo es impío y malvado
y toda boca profiere insensateces.
A pesar de todo esto, no se aplacó su ira
y su mano está aún extendida.
17
Porque la maldad quema como el fuego,
devora cardos y espinas,
arde en las espesuras del bosque,
y el humo se alza en torbellinos.
18
Por el furor del Señor de los ejércitos
se incendia el país,
y el pueblo es como pasto del fuego.
Nadie se compadece de su hermano,
19
cada uno devora la carne de su prójimo:
corta a la derecha, y queda con hambre;
devora a la izquierda, y no se sacia.
20
Manasés devora a Efraím,Efraím a Manasés,
y los dos juntos acometen contra Judá.
A pesar de todo esto, no se aplacó su ira
y su mano está aún extendida.

Contra los malos jueces

10 1 ¡Ay de los que promulgan                                         decretos inicuos
y redactan prescripciones onerosas,
2
para impedir que se haga justicia a los débiles
y privar de su derecho a los pobres de mi pueblo,
para hacer de las viudas su presa
y expoliar a los huérfanos!
3
¿Qué harán ustedes el día del castigo,
cuando llegue de lejos la tormenta?
¿Hacia quién huirán en busca de auxilio
y dónde depositarán sus riquezas?
4
No habrá más remedio que encorvarse con los prisioneros
y sucumbir con los que caen muertos.
A pesar de todo esto, no se aplacó su ira
y su mano está aún extendida.

Contra Asiria

5 ¡Ay de Asiria! Él es el bastón de mi ira
y la vara de mi furor está en su mano.
6
Yo lo envío contra una nación impía,
lo mando contra un puebloque provocó mi furor,
para saquear los despojosy arrebatar el botín,
y pisotearlo como al barro de las calles.
7
Pero él no lo entiende así,
no es eso lo que se propone:
él no piensa más que en destruir
y en barrer una nación tras otra.
8
Él dice, en efecto: “¿No son reyes todos mis jefes?
9
¿No le pasó a Calnó lo mismo que a Carquemis?
¿No es Jamat como Arpad
y Samaría como Damasco?
10
Así como mi mano alcanzó a los reinos de los ídolos,
cuyas estatuas superaban las de Jerusalény Samaría,
11
lo mismo que hice con Samaría y sus imágenes,
¿no lo haré con Jerusalén y sus ídolos?”.
12
Pero cuando el Señor termine de realizar toda su obra en el monte Sión y en Jerusalén, castigará al rey de Asiria por este fruto de su corazón arrogante y por la orgullosa altivez de su mirada. 13 Porque él ha dicho:
“Yo he obrado con la fuerza de mi mano,
y con mi sabiduría, porque soy inteligente.
He desplazado las fronteras de los pueblos
y he saqueado sus reservas:
como un héroe, he derribado
a los que se sientan en tronos.
14
Mi mano tomó como un nido
las riquezas de los pueblos;
como se juntan huevos abandonados,
así he depredado toda la tierra,
y no hubo nadie que batiera las alas
o abriera el pico para piar”.
15
¿Se gloría el hacha contra el leñador?
¿Se envanece la sierracontra el que la maneja?
¡Como si el bastón manejaraal que lo empuña
y el palo levantara al que no es un leño!
16
Por eso el Señor de los ejércitos
hará que la enfermedad consuma su vigor
y dentro de su carne hará arder una fiebre,
como el ardor del fuego.
17
La Luz de Israel se convertirá en un fuego
y su Santo en una llama,
que arderá y devorará sus zarzas
y sus espinas en un solo día.
18
La gloria de su bosque y su vergel,
la consumirá en cuerpo y alma,
como se va extinguiendo un agonizante;
19
y el resto de los árboles de su bosque
será un número tan reducido
que un niño los podrá anotar.

El pequeño resto

20 Aquel día, el resto de Israel
y los sobrevivientes de la casa de Jacob
dejarán de apoyarse en aquel que los golpea,
y se apoyarán con lealtad
en el Señor, el Santo de Israel.
21
“Un resto volverá”, un resto de Jacob,
al Dios Fuerte.
22
Sí, aunque tu pueblo, Israel,
sea como la arena del mar,
sólo un resto volverá.
La destrucción está decidida,
desbordante de justicia.
23
Porque el Señor de los ejércitos ejecutará este decreto de exterminio en medio de todo el país.

La destrucción de Asiria

24 Por eso, así habla el Señor de los ejércitos: Pueblo mío, que habitas en Sión, no temas nada de Asiria, que te golpea con el bastón y alza su vara contra ti a la manera de Egipto. 25 Porque dentro de poco, de muy poco tiempo, se acabará mi furor contra ti, y mi ira los destruirá. 26 El Señor de los ejércitos blandirá el látigo contra él, como cuando golpeó a Madián en la roca de Oreb, y alzará su vara sobre el mar, como la alzó en Egipto. 27 Aquel día, su carga será quitada de tus espaldas y su yugo se apartará de tu cuello.

Avance y derrota del invasor asirio

Avanza el devastador
por el lado de Rimón,
28 llega hasta Aiat,
atraviesa Migrón,
deja su equipaje en Micmás.
29
Cruzan el desfiladero,
en Gueba pasan la noche,
tiembla Ramá,
huye Guibeá de Saúl.
30
¡Grita con toda tu voz, Bat Galím,
presta atención, Laisa,
respóndele, Anatot!
31
Se desbanda Madmená,
buscan refugio los habitantes de Guebím.
32
Un día más, para hacer alto en Nob,
y él agitará su mano
hacia la montaña de la hija de Sión,
hacia la colina de Jerusalén.
33
¡Miren! El Señor, el Señor de los ejércitos,
desgaja con ímpetu el ramaje:
los árboles más altos son talados,
los más elevados, abatidos;
34
él corta con el hierro la espesuradel bosque,
y cae el Líbano con su esplendor.

El reinado del nuevo David

11 1 Saldrá una rama del tronco de   Jeséy un retoño brotará de sus raíces.
2
Sobre él reposará el espíritu del Señor:
espíritu de sabiduría y de inteligencia,
espíritu de consejo y de fortaleza,
espíritu de ciencia y de temor del Señor
3
–y lo inspirará el temor del Señor–.
Él no juzgará según las apariencias
ni decidirá por lo que oiga decir:
4
juzgará con justicia a los débiles
y decidirá con rectitud para los pobresdel país;
herirá al violento con la vara de su boca
y con el soplo de sus labioshará morir al malvado.
5
La justicia ceñirá su cintura
y la fidelidad ceñirá sus caderas.

La paz mesiánica

6 El lobo habitará con el cordero
y el leopardo se recostará junto al cabrito;
el ternero y el cachorro de leónpacerán juntos,
y un niño pequeño los conducirá;
7
la vaca y la osa vivirán en compañía,
sus crías se recostarán juntas,
y el león comerá pajalo mismo que el buey.
8
El niño de pecho jugará
sobre el agujero de la cobra,
y en la cueva de la víbora
meterá la mano el niño apenas destetado.
9
No se hará daño ni estragos
en toda mi Montaña santa,
porque el conocimiento del Señorllenará la tierra
como las aguas cubren el mar.

El retorno de los desterrados

10 Aquel día, la raíz de Jesé
se erigirá como emblema para los pueblos:
las naciones la buscarán
y la gloria será su morada.
11
Aquel día, el Señor alzará otra vezsu mano
para rescatar al resto de su pueblo,
a los que hayan quedado de Asiria y de Egipto,
de Patrós, de Cus, de Elám, de Senaar,
de Jamat y de las costas del mar.
12
Él levantará un emblemapara las naciones,
reunirá a los deportados de Israel
y congregará a los dispersos de Judá,
desde los cuatro puntos cardinales.
13
Cesarán los celos de Efraím
y serán exterminados los opresores de Judá;
Efraím no tendrá más celos de Judá
y Judá no hostigará más a Efraím.
14
Ellos se lanzarán a Occidente,
hacia la cuesta de los filisteos,
y juntos despojarán a los hijos de Oriente;
extenderán su mano sobre Edóm y Moab
y los amonitas estarán bajo su dominio.
15
El Señor secará el golfo del mar de Egipto
y agitará su mano contra el Río:
con su soplo abrasador,
lo dividirá en siete brazos,
y hará que se lo pueda pasar en sandalias.
16
Habrá un camino para el resto de su pueblo,
para lo que haya quedado de Asiria,
como lo hubo para Israel
cuando subió del país de Egipto.


Isaías (BPD) 1