PIO XI, MAGISTERIO PONTIFICIO 913

"DIVINI REDEMPTORIS": SOBRE EL COMUNISMO ATEO


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Carta enciclica del Papa Pio XI

promulgada el 19 de marzo de 1937

La promesa de un Redentor ilumina la primera pagina de la historia de la humanidad; por eso la segura esperanza de tiempos mejores alivio el pesar del paraiso perdido(
Gn 3,23) y acompano al género humano en su atribulado camino, hasta que, cuando vino la plenitud de los tiempos(Ga 4,4) el Salvador del mundo, viniendo a la tierra, colmo la expectación e inauguro una nueva civilización universal, la civilización cristiana, inmensamente superior a la que hasta entonces trabajosamente habia alcanzado el hombre en algunos pueblos mas privilegiados.

2. Pero, como triste herencia del pecado original, quedo en el mundo la lucha entre el bien y el mal; y el antiguo tentador nunca ha desistido de enganar a la humanidad con falaces promesas. Por eso en el curso de los siglos se han ido sucediendo unas a otras las convulsiones hasta llegar a la revolución de nuestros dias, desencadenada ya, o que amenaza, puede decirse, en todas partes y que supera en amplitud y violencia a cuanto hubo de sufrirse en las precedentes persecuciones contra la Iglesia. Pueblos enteros estan en peligro de caer de nuevo en una barbarie peor que aquella en que aun yacia la mayor parte del mundo al aparecer el Redentor.

3. Este peligro tant amenazador, ya lo habéis comprendido, Venerables Hermanos, es el comunismo bolchevique y ateo, que tiende a derrumbar el orden social y a socavar los fundamentos mismos de la civilización cristiana.

I. ACTITUD DE LA IGLESIA

CONDENACIONES ANTERIORES

4. Frente a esta amenaza, la Iglesia catolica no podia callar y no callo. No callo, sobre todo, esta Sede Apostolica, que sabe como su misión especialisima es la defensa de la verdad y de la justicia y de todos aquellos bienes eternos que el comunismo ateo desconoce y combate. Desde los tiempos en que algunos grupos intelectuales pretendieron liberar la civilización humana de las cadenas de la moral y de la religión, Nuestros Predecesores llamaron, abierta y explicitamente, la atención del mundo sobre las consecuencias de la descristianización de la sociedad humana. Y por lo que hace al comunismo, ya desde el 1846 Nuestro venerado Predecesor Pio IX, de s. m., pronuncio una solemne condenación, confirmada después en el Syllabus, contra la nefanda doctrina del llamado comunismo, tan contraria al mismo derecho natural, la cual, una vez admitida, llevaria a la radical subversión de los derechos, bienes y propiedades de todos y aun de la misma sociedad humana(Enc. Qui pluribus 9 nov. 1846: ) Mas tarde, otro Predecesor Nuestros, de i. m., Leon XIII, en la enciclica Quod Apostolici muneris, lo definia mortal pestilencia que serpentea por las mas intimas entranas de la sociedad humana y conduce al peligro extremo de la ruina(Enc. Quod Apostolici muneris 28 dec. 1878; A.L. 1, 170-183) y con clarividencia indicaba que el ateismo de las masas populares en la época del tecnicismo, traia su origen de aquella filosofia, que de siglos atras se afanaba por lograr que la ciencia y la vida se separasen de la fe y de la Iglesia.

actos del presente Pontificado

5. También Nos, durante Nuestro Pontificado, hemos denunciado a menudo y con apremiante insistencia las corrientes ateas que crecian amenazadoras. Cuando, en 1924, Nuestra misión de socorro volvia de la Unión Soviética, condenamos Nos los errores y métodos de los comunistas, en una Alocución especial, dirigida al mundo entero(Alloc. 18 dec. 1924: A.A.S. 16, 494. 495) Y en Nuestras enciclicas Miserentissimus Redemptor(8 maii 1928: A.A.S. 20, 165-178) Quadragesimo anno(15 maii 1931: A.A.S. 23, 177-228) Caritate Christi(3 maii 1932: A.A.S. 24, 177-194) Acerba animi(29 sept. 1932: A.A.S. 24, 321-332) Dilectissima Nobis(3 iun. 1933: A.A.S. 25, 261-274) elevamos solemne protesta contra las persecuciones desencadenadas en Rusia, Méjico y Espana; y no se ha apagado aun el eco universal de aquellas alocuciones, que pronunciamos el ano pasado con motivo de la inauguración de la Exposición mundial de la Prensa catolica, de la audiencia a los profugos espanoles y del Mensaje de Navidad. Hasta los mas encarnizados enemigos de la Iglesia, que desde Moscu dirigen esta lucha contra la civilización cristiana, atestiguan con sus ininterrumpidos ataques de palabra y obra que el Papado, también en nuestros dias, continua fielmente tutelando el santuario de la religión cristiana, y que ha llamado la atención sobre el peligro comunista con mas frecuencia y de modo mas persuasivo que cualquier otra autoridad publica terrenal.

NECESIDAD DE OTRO DOCUMENTO SOLEMNE

6. Pero, a pesar de estas repetidas advertencias paternas, que vosotros, Venerables Hermanos, con gran satisfacción Nuestra, habéis tan fielmente transmitido y comentado a los fieles en tantas recientes pastorales, algunas de ellas colectivas, el peligro se va agravando cada dia mas bajo el impulso de habiles agitadores. Por eso Nos nos creemos en el deber de elevar de nuevo Nuestra voz con un documento aun mas solemne, como es costumbre de esta Sede Apostolica, Maestra de la verdad, y como lo pide el hecho de que todo el mundo católico desea ya un documento de esta clase. Y confiamos que el eco de Nuestra voz llegara a dondequiera que haya mentes libres de prejuicios y corazones sinceramente deseosos del bien de la humanidad; tanto mas, cuanto que Nuestras palabras se hallan hoy confirmadas dolorosamente por el espectaculo de los amargos frutos producidos por las ideas subversivas; frutos que habiamos previsto y anunciado, y que espantosamente se multiplican de hecho en los paises dominados ya por el mal, o se ciernen amenazadores sobre todos los demás paises del mundo.

7. Una vez mas, por lo tanto, queremos Nos exponer en breve sintesis los principios del comunismo ateo, tal como se manifiestan principalmente en el bolchevismo, y mostrar sus métodos de accion; contraponemos a esos falsos principios la luminosa doctrina de la Iglesia e inculcamos de nuevo, con insistencia, los medios con los que la civilización cristiana, la unica Civitas verdaderamente humana, puede librarse de este satanico azote y desarrollarse mejor para el verdadero bienestar de la sociedad humana.

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II. DOCTRINA Y FRUTOS DEL COMUNISMO

FALSO IDEAL

8. El comunismo de hoy, de modo mas acentuado que otros movimientos similares del pasado, contiene en si una idea de falsa redencion. Un seudoideal de justicia, de igualdad y de fraternidad en el trabajo, impregna toda su doctrina y toda su actividad con cierto falso misticismo que comunica a las masas, halagadas por falaces promesas, un impetu y entusiasmo contagiosos, especialmente en tiempos como los nuestros, en los que a la defectuosa distribución de los bienes de este mundo ha seguido una miseria, que no es la normal. Mas aun, se hace gala de este seudoideal, como si él hubiera sido el iniciador de cierto progreso economico, el cual, cuando es real, se explica por otras causas muy distintas: como son la intensificación de la producción industrial en paises que casi carecian de ella, la explotación de enormes riquezas naturales, y el uso de métodos inhumanos para efectuar grandes trabajos a poca costa.

materialismo de Marx

9. La doctrina, que el comunismo oculta bajo apariencias a veces tan seductoras, se funda hoy esencialmente en los principios del materialismo, llamado dialéctico e historico, ya proclamados por Marx, y cuya unica genuina interpretación pretenden poseer los teorizantes del bolchevismo. Esta doctrina ensena que no existe mas que una sola realidad, la materia, con sus fuerzas ciegas: la planta, el animal, el hombre son el resultado de su evolucion. La misma sociedad humana no es sino una apariencia y una forma de la materia, que evoluciona del modo dicho, y que por ineludible necesidad tiende, en un perpetuo conflicto de fuerzas, hacia la sintesis final: una sociedad sin clases. En semejante doctrina es evidente que no queda ya lugar para la idea de Dios: no existe diferencia entre el espiritu y la materia, ni entre el cuerpo y el alma; ni sobrevive el alma a la muerte, ni por consiguiente puede haber esperanza alguna de otra vida. Insistiendo en el aspecto dialéctico de su materialismo, los comunistas sostienen que los hombres puden acelerar el conflicto que ha de conducir al mundo hacia la sintesis final. De ahi sus esfuerzos para hacer mas agudos los antagonismos que surgen entre las diversas clases de la sociedad; la lucha de clases, con sus odios y destrucciones, toma el aspecto de una cruzada por el progreso de la humanidad. En cambio, todas las fuerzas, sean las que fueren, que se oponen a esas violencias sistematicas, deben ser aniquiladas como enemigas del género humano.

EL HOMBRE Y LA FAMILIA

10. El comunismo, además, despoja al hombre de su libertad, principio espiritual de su conducta moral, quita toda dignidad a la persona humana y todo freno moral contra el asalto de los estimulos ciegos. No reconoce al individuo, frente a la colectividad, ningun derecho natural de la personalidad humana, porque ésta, en la teoria comunista, es solo una simple rueda engranada en el sistema. En las relaciones de los hombres entre si, sostiene el principio de la absoluta igualdad, rechazando toda jerarquia y autoridad establecida por Dios, incluso la de los padres; todo eso que los hombres llaman autoridad y subordinación se deriva de la colectividad como de su primera y unica fuente. Ni concede a los individuos derecho alguno de propiedad sobre los bienes naturales y sobre los medios de producción, porque, al ser éstos una fuente de otros bienes, su posesión conduciria al predominio de un hombre sobre los demás. Por eso precisamente, por ser la fuente originaria de toda esclavitud economica, debera ser destruida radicalmente tal forma de propiedad privada.

11. Naturalmente, esta doctrina, al negar a la vida humana todo caracter sagrado y espiritual, hace del matrimonio y de la familia una institución puramente convencional y civil, o sea, el fruto de un determinado sistema economico; niega la existencia de un vinculo matrimonial de naturaleza juridico-moral que esté por encima del arbitrio de los individuos y de la colectividad, y por consiguiente, niega también su indisolubilidad. En particular, no existe para el comunismo nada que ligue a la mujer con la familia y la casa. Al proclamar el principio de la emancipación de la mujer, la separa de la vida doméstica y del cuidado de los hijos para arrastrarla a la vida publica y a la producción colectiva en la misma medida que al hombre; se dejara a la colectividad el cuidado del hogar y de la prole(Cf. enc. Casti connubii 31 dec. 1930: A.A.S. 30, 567) Niega, finalmente, a los padres el derecho a la educación, porque éste es considerado como un derecho exclusivo de la comunidad, y solo en su nombre y por mandato suyo lo pueden ejercer los padres.

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LO QUE SERIA LA SOCIEDAD

12. ¿Qué seria, pues, la sociedad humana basada sobre tales fundamentos materialistas? Seria una colectividad sin mas jerarquia que la del sistema economico. Tendria como unica misión la de producir bienes por medio del trabajo colectivo, y como unico fin el goce de los bienes de la tierra en un paraiso en el que cada cual daria según sus fuerzas y recibiria según sus necesidades. El comunismo reconoce a la colectividad el derecho, o mas bien, el arbitrio ilimitado de obligar a los individuos al trabajo colectivo, sin atender a su bienestar particular, aun contra su voluntad y hasta con la violencia. En esa sociedad, tanto la moral como el orden juridico ya no serian sino una emanación del sistema economico de cada momento; es decir, de origen terreno, mudable y caduco. En una palabra: se pretende introducir una nueva época y una nueva civilización, fruto exclusivo de una evolución ciega -una humanidad sin Dios.

13. Cuando ya todos hayan adquirido las cualidades colectivas, y en aquella utopica sociedad no haya diferencia alguna de clases, el Estado politico, que ahora se concibe solo como instrumento de la dominación de los capitalistas para esclavizar a los proletarios, perdera toda su razon de ser y "se disolvera"; pero hasta que no se realice aquella feliz condición, el Estado y el poder estatal es para el comunismo el medio mas eficaz y universal de conseguir su fin.

14. Venerables Hermanos: ¡tal es el nuevo evangelio, que el comunismo bolchevique y ateo pretende anunciar a la humanidad como un mensaje de salvación y de redencion! Sistema lleno de errores y sofismas; opuesto a la razon y a la revelación divina; subversivo del orden social, porque destruye sus bases fundamentales; desconocedor del verdadero origen, naturaleza y fin del Estado; negador de los derechos de la personalidad humana, de su dignidad y libertad.

PROMESAS DESLUMBRADORAS

15. Pero ¿como un tal sistema, anticuado ya hace mucho tiempo en el terreno cientifico, desmentido por la realidad de los hechos, como -decimos- semejante sistema ha podido difundirse tan rapidamente en todas las partes del mundo? La explicación esta en el hecho de que son muy pocos los que han podido penetrar en la verdadera naturaleza del comunismo; los mas, en cambio, ceden a la tentación, habilmente presentada bajo promesas las mas deslumbradoras. Con el pretexto de no querer sino la mejora de la suerte de las clases trabajadoras, de suprimir los abusos reales causados por la economia liberal y de obtener de los bienes terrenos una mas justa distribución (fines sin duda, del todo legitimos), y, aprovechandose de la crisis economica mundial, ha conseguido lograr que su influencia penetre aun en aquellos grupos sociales que, por principio, rechazan todo materialismo y todo terrorismo. Y como todo error contiene siempre una parte de verdad, este aspecto de verdad -al que hemos hecho alusion-, es puesto astutamente de relieve, según los tiempos y lugares para cubrir, cuando conviene, la brutalidad repugnante e inhumana de los principios y métodos del comunismo; asi logra seducir aun a espiritus no vulgares hasta convertirlos en apostoles junto a las jóvenes inteligencias poco preparadas aun para advertir sus errores intrinsecos. Los corifeos del comunismo saben también aprovechar los antagonismos de raza, las divisiones y oposiciones de los diversos sistemas politicos y hasta la desorientación reinante en el campo de la ciencia sin Dios, para infiltrarse en las Universidades y corroborar con argumentos seudocientificos los principios de su doctrina.

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EL LIBERALISMO LE PREPARO EL CAMINO

16. Y para comprender como el comunismo ha conseguido que las masas obreras lo hayan aceptado sin discusión, conviene recordar que los trabajadores estaban ya preparados por el abandono religioso y moral en el que los habia dejado la economia liberal. Con los turnos de trabajo, incluso el domingo, no se les daba tiempo ni aun para cumplir sus mas graves deberes religiosos de los dias festivos; no se pensaba en construir iglesias junto a las fabricas, ni en facilitar el trabajo del sacerdote; al contrario, se continuaba promoviendo positivamente el laicismo. Ya se recogen los frutos de errores tantas veces denunciados por Nuestros Predecesores y por Nos mismo; no cabe maravillarse de que en un mundo, hace ya tiempo tan intensamente descristianizado, se propague, inundandolo todo, el error comunista.

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PROPAGANDA ASTUTA Y VASTISIMA

17. Además, esta difusión tan rapida de las ideas comunistas, que se infiltran en todos los paises, grandes y pequeños, civilizados o retrasados, de modo que ningun rincon de la tierra se ve libre de ellas, se explica por una propaganda verdaderamente diabolica, tal como jamas conocio el mundo: propaganda dirigida desde un solo centro y habilmente adaptada a las condiciones de los diversos pueblos; propaganda que dispone de grandes medios economicos, de organizaciones gigantescas, de congresos internacionales, de innumerables fuerzas bien adiestradas; propaganda que se hace en folletos y revistas, en el cinematografo y en el teatro, en la radio, en las escuelas y hasta en las Universidades, y que penetra poco a poco en todas las clases sociales, aun en las mas sanas, sin que se aperciban casi del veneno que insensiblemente va infiltrandose cada vez mas en todos los espiritus y en los corazones todos.

CONSPIRACIÓN DEL SILENCIO

18. Un tercer y muy poderoso factor contribuye a la intensa difusión del comunismo: esa verdadera conspiración del silencio en la mayor parte de la Prensa mundial no catolica. Decimos conspiración, porque no se puede explicar de otro modo que una Prensa tan avida de poner de relieve aun los mas menudos incidentes cotidianos, haya podido pasar en silencio, tanto tiempo, los horrores cometidos en Rusia, en Méjico y también en gran parte de Espana, y hable relativamente tan poco de organización mundial tan vasta como el comunismo moscovita. Silencio debido en parte a razones de una politica poco previsora; silencio, apoyado por diversas organizaciones secretas que hace tiempo tratan de destruir el orden social cristiano.

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CONSECUENCIAS DOLOROSAS

19. Mientras tanto, ante nuestros ojos tenemos las dolorosas consecuencias de esa propaganda. Alli donde el comunismo ha logrado afirmarse y dominar -Nuestro pensamiento va ahora con singular afecto paternal a los pueblos de Rusia y Méjico-, se ha esforzado por todos los medios en destruir desde sus cimientos (2Th 2,4) proclama abiertamente) la civilización y la religión cristiana, borrando hasta su recuerdo en el corazon de los hombres, especialmente de la juventud. Obispos y sacerdotes desterrados, condenados a trabajos forzados, fusilados, asesinados de modo inhumano; simples seglares, solo por haber defendido la religión, han sido detenidos por sospechosos, vejados, perseguidos y llevados a prisiones y tribunales.

20. También alli donde, como en nuestra queridisima Espana, el azote comunista no ha tenido aun tiempo para hacer sentir todos los efectos de sus teorias, se ha desencadenado, en desquite, con la violencia mas furibunda. No ha derribado alguna que otra iglesia, algun que otro convento; sino que, siempre que le fue posible, destruyo todas las iglesias, todos los conventos y hasta toda huella de religión cristiana, aunque se tratase de los mas insignes monumentos del arte y de la ciencia. El furor comunista no se ha limitado a matar Obispos y millares de sacerdotes, de religiosos y religiosas, escogiendo precisamente a los que con mayor celo se ocupaban de los obreros y de los pobres; sino que ha hecho un numero mucho mayor de victimas entre los seglares de toda clase, que aun ahora son asesinados cada dia, en masa, por el mero hecho de ser buenos cristianos, o, al menos contrarios al ateismo comunista. Destrucción tan espantosa se lleva a cabo con un odio, una barbarie y una ferocidad que no se hubiera creido posible en nuestro siglo. -Todo hombre de buen juicio, todo hombre de Estado, consciente de su responsabilidad, temblara de horror al pensar que cuanto hoy sucede en Espana, tal vez pueda repetirse manana en otras naciones civilizadas.

FRUTOS NATURALES DEL SISTEMA

21. Ni se diga que tales atrocidades son un fenomeno transitorio, que suele acompanar a todas las grandes revoluciones, o excesos aislados de exasperación, comunes a toda guerra; no, son frutos naturales de un sistema falto de todo freno interior. El hombre, individual y socialmente, necesita un freno. Hasta los pueblos barbaros tuvieron ese freno en la ley natural, esculpida por Dios en el alma de todo hombre. Y cuando esta ley natural fue mejor observada, se vio como antiguas naciones se levantaban a una grandeza que deslumbra aun, mas de lo que convendria, a ciertos observadores superficiales de la historia humana. Pero cuando del corazon de los hombres se arranca hasta la idea misma de Dios, las pasiones desbordadas los empujaran necesariamente a la barbarie mas feroz.

lucha contra todo lo divino

22. Ese es, desgraciadamente, el espectaculo que contemplamos: por primera vez en la historia, asistimos a una lucha friamente intentada y arteramente preparada por el hombre contra todo lo que es divino(Enc. Divini illius Magistri 31 dec. 1929: A.A.S. 22 (1930), 49-86) el comunismo es, por naturaleza, antirreligioso, y considera la religión como el opio del pueblo porque los principios religiosos, que hablan de la vida de ultratumba, impiden que el proletario aspire a la conquista del paraiso soviético, que es de este mundo.

EL TERRORISMO

23. Pero no se pisotea impunemente la ley natural, ni al Autor de ella: el comunismo no ha podido ni podra realizar su ideal, ni siquiera en el campo puramente economico. Es verdad que en Rusia ha contribuido a liberar hombres y cosas de una larga y secular inercia, y a obtener con toda suerte de medios, frecuentemente sin escrupulos, algun éxito material; pero sabemos por testimonios no sospechosos, algunos muy recientes, que, de hecho, ni en eso siquiera ha obtenido el fin que habia prometido; esto, dejando aparte la esclavitud que el terrorismo ha impuesto a millones de hombres. Aun en el campo economico es necesaria alguna moral, algun sentimiento moral de responsabilidad, para el cual no hay lugar en un sistema puramente materialista, como el comunismo. Para sustituir tal sentimiento, ya no queda sino el terrorismo, como el que ahora vemos en Rusia, donde antiguos camaradas de conspiración y de lucha se destrozan unos a otros; terrorismo que, además, no logra contener, no ya la corrupción de las costumbres, pero tampoco la disolución del organismo social.

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PATERNAL RECUERDO

24. Al hablar asi, no queremos en modo alguno condenar en masa a los pueblos de la Unión Soviética, por los que sentimos el mas vivo afecto paternal. Sabemos que no pocos de ellos gimen bajo el duro yugo impuesto a la fuerza por hombres en su mayoria extranos a los verdaderos intereses del pais, y reconocemos que otros mucho han sido enganados con falaces esperanzas. Lo que Nos condenamos, es el sistema, sus autores y sus fautores, que han considerado a Rusia como el terreno mas apto para poner en practica una teoria elaborada ya hace decenios, y que desde alli siguen propagando por todo el mundo.

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III. DOCTRINA DE LA IGLESIA

25. Expuestos ya los errores y los medios violentos y enganosos del comunismo bolchevique y ateo, es hora ya, Venerables Hermanos, de oponerles brevemente la verdadera noción de la Civitas humana, de la Sociedad humana, cual -por medio de la Iglesia, Magistra gentium- nos la ensenan la razon y la revelación, y tal cual vosotros ya la conocéis.

SUPREMA REALIDAD: DIOS

26. Por encima de toda otra realidad esta el sumo, unico, supremo Ser, Dios, Creador omnipotente de todas las cosas, Juez infinitamente sabio y justo de todos los hombres. Esta suprema realidad, Dios, es la condenación mas absoluta de las desvergonzadas mentiras del comunismo. Y no es que Dios exista, porque asi los hombres lo creen; sino porque El existe, creen en El y elevan a El sus suplicas cuantos no cierran voluntariamente los ojos ante la verdad.

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HOMBRE Y FAMILIA

27. Cuanto a lo que la razon y la fe dicen del hombre, Nos lo hemos expuesto en sus puntos fundamentales en la Enciclica sobre la educación cristiana(Enc. Casti connubbi 31 dec. 1930: A.A.S. 22, 539-582) El hombre tiene un alma espiritual e inmortal; es una persona, adornada admirablemente por el Creador con dones de cuerpo y de espiritu, un verdadero microcosmos, como decian los antiguos, esto es, un pequeño mundo, que excede con mucho en valor a todo el inmenso mundo inanimado. Dios solo es su ultimo fin, en esta vida y en la otra; la gracia santificante lo eleva al grado de hijo de Dios y lo incorpora al reino de Dios en el cuerpo mistico de Cristo. Además, Dios lo ha dotado con multiples y variadas prerrogativas: derecho a la vida, a la integridad del cuerpo, a los medios necesarios para la existencia; derecho de tender a su ultimo fin por el camino trazado por Dios; derecho de asociación, de propiedad y del uso de la propiedad.

28. Asi como el matrimonio y el derecho a su uso natural son de origen divino, asi también la constitución y prerrogativas fundamentales de la familia han sido determinadas y fijadas por el Creador mismo, no por voluntad humana ni por factores economicos. De esto hemos hablado largamente en la Enciclica sobre el matrimonio cristiano(1Co 3,22 1Co 3,23) y en la otra, ya citada, sobre la educacion.

¿QUÉ ES LA SOCIEDAD?

29. Al mismo tiempo Dios destino también al hombre para vivir en la sociedad civil, exigida por su propia naturaleza. En el plan del Creador, la sociedad es un medio natural que el hombre puede y debe usar para obtener su fin, pues la sociedad humana es para el hombre, y no al contrario. Lo cual no ha de entenderse en el sentido del liberalismo individualista, que subordina la sociedad al uso egoista del individuo; sino solo en el sentido de que, por la unión organica con la sociedad, se haga posible a todos, mediante la mutua colaboración, la realización de la verdadera felicidad terrena; además, que en la sociedad se desarrollan todas las cualidades individuales y sociales innatas en la naturaleza humana, las cuales, superando el interés inmediato del momento, reflejan en la sociedad la perfección divina, lo cual no puede verificarse en el hombre aislado. Pero aun esta finalidad dice, en ultimo analisis, relación al hombre, para que, al reconocer éste el reflejo de la perfección divina, lo convierta en alabanza y adoración del Creador. Solo -y no la colectividad en si-, solo el hombre, la persona humana, esta dotado de razon y de voluntad moralmente libre.

30. Por lo tanto, asi como el hombre no puede sustraerse a los deberes para con la sociedad civil, impuestos por Dios, y asi como los representantes de la autoridad tienen el derecho de obligarle a su cumplimiento cuando lo rehuse ilegitimamente, asi también la sociedad no puede privar al hombre de los derechos personales que le han sido concedidos por el Creador -antes hemos aludido a los mas importantes-, ni hacer, por principio, imposible su uso. Es, pues, conforme a la razon y a sus exigencias, que en ultimo término todas las cosas de la tierra estén ordenadas a la persona humana, para que por su medio hallen el camino hacia el Creador. Y al hombre, a la persona humana, se aplica lo que el Apostol de las Gentes escribe a los Corintios sobre el plan divino de la salvación cristiana: Todo es vuestro, vosotros sois de Cristo, Cristo es de Dio(Enc. Rerum novarum 15 maii 1891) Mientras el comunismo empobrece a la persona humana, invirtiendo el orden en las relaciones del hombre y de la sociedad, ¡ved las alturas a que la razon y la revelación elevan a aquélla!

31. Los principios directivos del orden economico-social fueron expuestos en la Enciclica social de Leon XIII sobre la cuestión obrera(Enc. Quadragesimo anno 15 maii 1931) y, adaptados a las exigencias de los tiempos presentes, en nuestra Enciclica sobre la restauración del orden social(Enc. Diuturnum illud 29 iun. 1891) Además, insistiendo de nuevo en la doctrina secular de la Iglesia sobre el caracter individual y social de la propiedad privada, Nos hemos precisado el derecho y la dignidad del trabajo, las relaciones de apoyo mutuo y de ayuda que deben existir entre los poseedores del capital y los trabajadores, el salario debido en estricta justicia al obrero, para si y para su familia.

32. En la misma Enciclica demostramos que los medios para salvar al mundo actual de la triste ruina en que el liberalismo amoral lo ha hundido, no consisten ni en la lucha de clases ni en el terror, mucho menos aun en el abuso autocratico del poder estatal, sino en la penetración de la justicia social y del sentimiento de la caridad cristiana en el orden economico y social. Demostramos como debe restaurarse la verdadera prosperidad según los principios de un sano corporativismo que respete la debida jerarquia social, y como todas las corporaciones deben unirse en unidad armonica, inspiradas en el principio del bien comun de la sociedad. La misión mas genuina y principal del poder publico y civil consiste en promover eficazmente la armonia y la coordinación de todas las fuerzas sociales.

JERARQUIA SOCIAL Y PRERROGATIVAS DEL ESTADO

33. Para asegurar esta colaboración organica y llegar a la tranquilidad, la doctrina catolica reivindica para el Estado la dignidad y autoridad de defensor vigilante y previsor de los derechos divinos y humanos, sobre los que la Sagrada Escritura y los Padres de la Iglesia insisten con tanta frecuencia. No es verdad que todos tengan derechos iguales en la sociedad civil, y que no exista jerarquia legitima. Bastenos recordar las Enciclicas de Leon XIII, antes citadas, especialmente las relativas al poder del Estado(Enc. Immortale Dei 1 nov. 1885) (Lc 2,14) la constitución cristiana del Estado(Mt 6,33) En ellas encuentra el católico luminosamente expuestos los principios de la razon y de la fe, que le haran capaz de defenderse contra los errores y los peligros de la concepción estatal comunista. La expoliación de los derechos y la esclavización del hombre, la negación del origen trascendente y primigenio del Estado y del poder estatal, el horrible abuso del poder publico al servicio del terrorismo colectivista, son precisamente todo lo contrario de lo que exigen la ética natural y la voluntad del Creador. Tanto la persona humana como la sociedad civil tienen su origen en el Creador, que las ha ordenado mutuamente la una para la otra; por consiguiente, ninguna de las dos puede eximirse de los deberes correlativos, ni negar o disminuir sus derechos. El Creador mismo ha regulado esta mutua relación en sus lineas fundamentales, y es una injusta usurpación la que se arroga el comunismo al imponer, en lugar de la ley divina, basada en los inmutables principios de la verdad y de la caridad, un programa politico de partido, que dimana del arbitrio humano y esta lleno de odio.

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BELLEZA DE ESTA DOCTRINA DE LA IGLESIA

34. La Iglesia, al ensenar esta luminosa doctrina, no tiene otra mira que la de realizar el feliz anuncio cantado por los angeles sobre la gruta de Belén al nacer el Redentor: Gloria a Dios... y... paz a los hombres...( ) Cf. Mt 13, 55; Marc. 6, 3) paz verdadera y verdadera felicidad, aun aqui abajo, en cuanto es posible, con miras y preparación a la felicidad eterna; pero paz reservada a los hombres de buena voluntad. Esta doctrina se aparta tanto de los errores extremos como de las exageraciones de los partidos politicos y de sus teorias y métodos; y aquélla se mantiene siempre en el equilibrio de la verdad y de la justicia; equilibrio que reivindica en la teoria, aplica y promueve en la practica, al conciliar los derechos y los deberes de los unos con los de los otros, como la autoridad con la libertad, la dignidad del individuo con la del Estado, la personalidad humana en el subdito con la representación divina en el superior y, por lo tanto, la sumisión debida, y el amor ordenado de si y de la familia y de la patria, con el amor de las demás familias y pueblos, fundado en el amor de Dios, Padre de todos, primer principio y ultimo fin. La justa preocupación de los bienes temporales no separa de la solicitud por los eternos. Si subordina los primeros a los segúndos, según la palabra de su divino Fundador: Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se os dara por anadidura(Cic. De officiis 1, 42) esta, sin embargo, muy lejos de desinteresarse de las cosas humanas y de impedir el progreso y las ventajas materiales de la sociedad, antes bien las ayuda y las promueve del modo mas razonables y eficaz. Asi, en el terreno economico y social, aunque jamas haya presentado la Iglesia un determinado sistema técnico, por no ser de su incumbencia, sin embargo, ha fijado claramente los principios y las normas que, aun admitiendo de hecho las mas diversas aplicaciones concretas según las varias condiciones de tiempos, lugares y pueblos, indican el camino seguro para obtener el feliz progreso de la sociedad.

35. La sabiduria y suma utilidad de esa doctrina esta admitida por cuantos verdaderamente la conocen. Con razon pudieron afirmar insignes estadistas que, después de haber estudiado los diversos sistemas sociales, no habian hallado nada mas sabio que los principios expuestos en las enciclicas Rerum novarum y Quadragesimo anno. También en paises no catolicos, mas aun, ni siquiera cristianos, se reconoce cuan utiles son para la sociedad humana las doctrinas sociales de la Iglesia; asi, apenas hace un mes, un eminente politico, no cristiano, del Extremo Oriente, no dudo en proclamar que la Iglesia con su doctrina de paz y de fraternidad cristiana aporta una contribución preciosa al establecimiento y mantenimiento tan laborioso de la paz constructiva entre las naciones. Hasta los mismos comunistas, según sabemos por relaciones fidedignas que de todas partes afluyen a este Centro de la cristiandad, si no estan del todo corrompidos, cuando se les expone la doctrina social de la Iglesia, reconocen su superioridad sobre las doctrinas de sus jefes y maestros. Solo los cegados por la pasión y por el odio cierran sus ojos a la luz de la verdad y la combaten obstinadamente.

¿HA OBRADO LA IGLESIA CONFORME A ESTA DOCTRINA?

36. Pero los enemigos de la Iglesia, aunque obligados a reconocer la sabiduria de su doctrina, acusan a la Iglesia de no haber sabido obrar en conformidad con sus principios, y por ello afirman que hay que buscar otros caminos. Toda la historia del Cristianismo demuestra la falsedad e injusticia de esta acusacion. Nos referimos solo, ahora, a algunos hechos caracteristicos: el Cristianismo fue el primero en proclamar, en una forma, amplitud y convicción desconocidas en los siglos precedentes, la verdadera y universal fraternidad de todos los hombres de cualquier condición y estirpe; asi contribuyo poderosamente a la abolición de la esclavitud, no con revoluciones sangrientas, sino por la fuerza interna de su doctrina, que a la soberbia patricia romana le hacia ver en su esclava una hermana suya en Cristo. Fue el Cristianismo, que adora al Hijo de Dios hecho hombre por amor de los hombres y convertido en Hijo del Artesano, mas aun, Artesano también El mismo(Jc 1,22) fue el Cristianismo el que elevo el trabajo manual a su verdadera dignidad; aquel trabajo manual, antes tan despreciado que hasta el probo Marco Tulio Ciceron, resumiendo la opinión general de su tiempo, no vacilo en escribir estas palabras, de las que hoy se avergonzaria todo sociologo: Todos los artesanos se ocupan en oficios despreciables, puesto que en el taller no puede haber nada de noble(Jc 1,17)

37. Fiel a estos principios, la Iglesia ha regenerado a la sociedad humana; bajo su influencia surgieron admirables obras de caridad, potentes gremios de artesanos y trabajadores de toda categoria, despreciados como algo medieval por el liberalismo del siglo pasado, pero que hoy son admiración de nuestros contemporaneos, que en muchos paises tratan de restablecer siquiera en su idea fundamental. Y cuando otras corrientes ponian obstaculos a la obra e impedian el influjo saludable de la Iglesia, ésta, siempre y hasta nuestros dias, continuo amonestando a los extraviados. Baste recordar con qué firmeza, energia y constancia Nuestro predecesor Leon XiII reivindico para el obrero el derecho de asociación que el liberalismo, dominante en los Estados mas o menos poderosos, se empenaba en negarle. Y este influjo de la doctrina de la Iglesia es, aun en estos tiempos, mas grande de lo que parece, porque grande y cierto, aunque invisible y dificil de calcular, es el predominio de las ideas sobre los hechos.

38. Se puede decir, en verdad, que la Iglesia, a semejanza de Cristo, pasa a través de los siglos haciendo bien a todos. No habria ni socialismo ni comunismo, si quienes gobiernan los pueblos no hubieran despreciado las ensenanzas y las maternales advertencias de la Iglesia; pero ellos han preferido construir sobre las bases del liberalismo y del laicismo otras construcciones sociales, que parecian a primera vista potentes y grandiosas, pero que muy pronto se ha visto como carecian de solidos fundamentos; por lo que una tras otra se van derrumbando miserablemente, como tiene que derrumbarse todo cuanto no se apoya sobre la unica piedra angular que es Jesucristo.

IV. RECURSOS Y MEDIOS

39. Tal es, Venerables Hermanos, la doctrina de la Iglesia, la unica que, como en todos los demás campos, también en el terreno social puede traer verdadera luz y ser la salvación frente a la ideologia comunista. Pero es preciso que esta doctrina se realice cada vez mas en la practica de la vida, conforme al aviso del apostol Santiago: Sed... obradores de la palabra, y no tan solo oidores, enganandoos a vosotros mismos(28 oct. 1936: A.A.S. 28 (1936), 421-424) por esto, lo que mas urge al presente es aplicar con energia los oportunos remedios para oponerse eficazmente a la amenazadora revolución que se esta preparando. Tenemos la firme confianza de que al menos la pasión, con que los hijos de las tinieblas trabajan dia y noche en su propaganda materialista y atea, servira para estimular santamente a los hijos de la luz a un celo no desigual, y aun mayor, por honor de la Majestad divina.

40. ¿Qué, pues, hacer? ¿Qué remedios emplear para defender a Cristo y la civilización cristiana contra ese tan pernicioso enemigo? Como un padre en el seno de la familia, quisiéramos Nos conversar, por decirlo asi, en la intimidad, sobre los deberes que la gran lucha de nuestros dias impone a todos los hijos de la Iglesia, dirigiendo también Nuestra paternal admonición aun a aquellos hijos que se han alejado de ella.


PIO XI, MAGISTERIO PONTIFICIO 913