EL PINTOR CHRISTIANO Y ERUDITO-Juan Interián de Ayala - CAPITULO IV.


CAPITULO V.


De las Pinturas, é Imágenes del martirio de S. Juan Evangelista, de S. Estanislao Martir, y de los Santos Domitila, Neréo, y Achîléo.

I Como el ingenio humano es amante por lo comun de cosas maravillosas, y de novedades, no han faltado muchos Autores de primera clase, y aun Santos Padres que fueron de parecer, que el electo, y amado Discípulo S. Juan Evangelista, no había muerto, ó que despues de muerto, había resucitado luego, ó finalmente, que le reservó Dios para que muriese al fin del mundo, y resucitase entonces: cuyos nombres, y opiniones sería largo de referir, ni es cosa de mi propósito. Véa quien quisiere, ó tenga tiempo para ello, á algunos Autores de los que cito abaxo (1297), mientras yo voy á mi asunto.

2 S. Juan, y su hermano Santiago, hijos del Zebedéo, como pidiesen las primeras sillas en el Reyno de Christo que ellos por entonces lo imaginaban temporal, y preguntándoles expresamente el Señor: (1298) ¿Podeis beber el caliz, que yo he de beber? y respondiendo ellos animosamente, Podemos; añadiese Jesu-Christo: A la verdad bebereis mi caliz, &c. Nace de aquí la qüestion que han tocado casi todos los Santos Padres, ¿cómo se haya cumplido el vaticinio del Señor, ó qual haya sido el martirio que padecieron los dos hermanos? Pues este era, y no otro, el caliz que Christo les había significado. De Santiago claramente refieren los Hechos Apostólicos, que Herodes Agripa mandó ??? matarle á cuchillo, con estas palabras (1299): El Rey Herodes envió tropa para maltratar á algunos de la Iglesia; y mató á Jacobo el hermano de Juan á cuchillo: pero de S. Juan Evangelista, nada nos refieren las Sagradas Letras: antes al contrario, por tradición de la Iglesia, y monumentos de mucho peso, consta haber muerto en Efeso una muerte plácida, y tranquila, quando pasaba ya de noventa años (1300). S. Gerónimo propuso la duda mas claramente que los demas, á que responde probando el martirio de S. Juan por monumentos, é Historias Eclesiásticas. No quiero omitir sus mismas palabras, que dicen así (1301): Pregúntase ¿de qué manera bebieron el caliz del martirio los hijos del Zebedéo, á saber, Santiago, y S. Juan? refiriéndonos solamente la Escritura haber cortado Herodes la cabeza á Santiago, y habiendo Juan acabado la vida por muerte natural. Pero, si leémos las Historias Eclesiásticas en que se dice, que el mismo S. Juan por el martirio fué metido dentro de una tina, ó caldera de aceyte que estaba hirviendo; que de aquí salió el athleta de Christo para recibir la corona, y que luego fué desterrado á la Isla de Patmos; veremos que no le faltó ánimo para el martirio, y que bebió Juan el caliz de la confesion, que bebieron los tres muchachos en el horno de Babylonia, aunque el tirano no hiciera derramar su sangre.

3 Las Historias Eclesiásticas, y monumentos que cita aquí S. Gerónimo, juzgo ser los que se sacan del grande, y antiguo Autor Tertuliano (1302), el qual, conforme observó bien su Comentador Christiano Lupo, fué el primero que escribió el martirio de S. Juan Evangelista, pues estas son sus palabras: Luego que el Apóstol Juan, despues de haberle metido dentro del aceyte hirviendo, ??? no padeció, ni sintió nada, fué desterrado á una isla. A que subscribe S. Ambrosio, y S. Gerónimo (1303), no solo en el lugar citado, sí tambien en el libro contra Joviniano, donde despues de otras cosas, dice: Refiere Tertuliano, que habiéndole metido en Roma dentro de una caldera de aceyte que estaba hirviendo, salió de allí mas puro, y robusto de lo que había entrado. Por la misma razon Eusebio de Cesaréa (1304) no duda tampoco llamarle Martir.

4 Esto es por lo que toca al hecho. Pero por lo que mira á la Pintura, me desagradan en gran manera dos cosas en las Imágenes que mas freqüentemente vemos de este Santo. La primera, que como el genio de los Pintores es tenaz en conservar aquellas máxîmas, y costumbres en que han estado imbuídos, pintan muy joven al Evangelista, y Martir S. Juan en el ilustre testimonio que dió de su Fé, y constancia, y nos le representan casi de la misma edad que tenia, quando Christo le llamó para ser su mas íntimo Discípulo, y tener estrecha amistad con él; pues era entonces mozo, como nadie ignora. Pero quando padeció martirio, pasaba lo que menos, de noventa años. ¡O qué bien dice esto con pintarle tan joven en su pasion! Pero ni esto, ni todo lo que hemos notado en el discurso de toda esta obra, podrá recabar de los Pintores, que le representen de diversa manera en sus Pinturas: sin embargo he querido advertirlo, para que lo reparen los que sean mas instruídos.

5 Lo segundo que me disgusta mucho en esta Pintura, es, que segun se representa, pintan al Santo Apostol no metido en una grande caldera, sino como que estuviera arrodillado, y que el aceyte hirviendo apenas le llegára á las rodillas; sin embargo de constar ??? por los monumentos antiguos, que le metieron dentro de ella. No digo esto por pensar que S. Juan no pudiera ser atormentado bastante, y aun quedarse muerto en tan terrible baño; sino que dicha Pintura no denota bastantemente el hecho, ni se representa á la vista el milagro de haber quedado libre el glorioso Athleta, saliendo de la caldera de aceyte hirviendo, como dice S. Gerónimo en el lugar citado, mas puro, y robusto de lo que habla entrado. Téngalo esto presente el Pintor cuerdo, y erudito, y considére, si sería mejor pintar al Santo viejo metido hasta el cuello, ó aun hasta los hombros, en la gran caldera de bronce, y puesto fuego debaxo, para representar mas al vivo todo el hecho. Pero esto, segun pienso, es dar música á un sordo.

6 El dia 7. del mismo mes, se celébra la memoria de S. Estanislao Obispo de Cracovia; cuyo dia está destinado á su Festividad, por estár ocupada la Iglesia el dia siguiente, que es el propio de dicho Santo, en celebrar la Fiesta del Arcangel S. Miguél. De este Prelado, hombre integérrimo, y lleno de méritos, y lo que es mas principal, ilustre Martir de Christo, casi nada tendria que decir por lo que toca á mi intento, á no haber observado en algunas Imágenes que he visto de este Santo, no representarse su pasion muy conforme á las leyes de la historia. Píntanle vestido con adornos Pontificales, y traspasándole el verdugo sus costados: lo que, á mi parecer, contiene tres cosas, que deberán enmendar, y corregir los Pintores. Porque en primer lugar, este esclarecido Prelado, acérrirno zelador de la ley, y gloria de Dios, fué muerto dentro del Templo quando estaba celebrando; por cuya razon, antes se le debe pintar con Casulla, que con Capa Pontifical. Ademas: no debe pintarse traspasados los costados, sino herido en la cabeza con un terrible, y mortal golpe.

Finalmente, no se le debe pintar herido por algún verdugo, sino (¡causa horror ??? el decirlo!) por el pésimo, é impurísimo Boleslao Rey de Polonia, que hizo las veces de verdugo: ó mejor será pintar al mismo Rey, adornado con alguna insignia de dignidad, ó magestad real, hiriendo por su propia mano al Santo Obispo. Todo lo dice su rezo con estas palabras: Al fin el impío Rey cortó la cabeza por su propia mano al Sacerdote del Señor, que estaba ofreciendo en el altar la hostia inmaculada. Mas, poniéndolo todo excelentemente á la vista un Historiador de los Hechos de Polonia (1305), y con un estilo mas elegante de lo que se podia esperar de un Sármata, me ha parecido bien poner aquí toda su narracion. El mismo Estanislao (dice este Historiador) iba caminando á escondidas con pocos Sacerdotes hácia la Iglesia de S. Miguél, que está en una peña escarpada sobre el Vístula, á la frente del alcazar, para celebrar allí el Santo Sacrificio. Apenas tuvo noticia de esto Boleslao, y le cercioraron de ello los suyos, tomando un dia las armas, y estando fuera de sí, se encaminó allá con mucho acompañamiento, y gran número de alabarderos. Envia antes á algunos, que saquen por fuerza á Estanislao del altar donde estaba diciendo Misa, para matarle, como había determinado: los quales, como hubiesen entrado en la Iglesia, heridos por un repentino, é insólito resplandor, cayeron en tierra boca arriba; y tuvieron que salir á gatas de la Iglesia. Envia el Rey á otros segunda, y tercera vez, pero lo mismo sucede á estos, que á los primeros. Y no pudiendo ya sufrir tanta tardanza, arrebatado de furor, y reprehendiendo la cobardía, y miedo de los alabarderos, éntrase él mismo con ímpetu por el templo desenvaynada la espada, y dándole un golpe mortal, hirió al Santo Obispo en lo sumo de la cabeza, de suerte que cayendo en tierra, quedó la pared próxima salpicada de su celébro. Hasta aquí el mencionado Autor. ??? Parecia ahora, que debíamos decir algo del Arcangel S. Miguél, cuya Aparición se celébra el dia ocho de este mes: pero no ofreciéndose cosa particular que advertir, bastará que el Lector dé un repaso á lo que diximos arriba tratando de las Pinturas, é Imágenes de los Angeles.

7 El dia I0. de este mes, celébra la Iglesia Romana la Fiesta de Santa Flavia Domitila, descendiente de noble linage, y de sangre consular, junto con sus siervos, y criados también Mártires, Neréo, y Achîléo; aunque es verdad, que el Martyrologio Romano hace memoria de Domitila el dia 7 de este mes. No es mi ánimo referir ahora largamente, quan noble fuese esta esclarecida Virgen, ademas de las muchas virtudes que la adornaban, lo que explica difusamente el Cardenal Baronio, y el insigne ilustrador de las cosas de España D. Nicolas Antonio en su Biblioteca Antigua Española (1306). Pero, ni en su martirio, que se consumó encendiendo el mismo quarto en donde moraba con otras dos Vírgenes Eufrosina, y Theodora; ni en sus Imágenes, y Pinturas, hay cosa especial que notar. Y así omitiría gustoso el hablar de dicha Santa, á no querer advertir una cosa, que la he diferido hasta aquí. Escriben de esta Santa, y esclarecida Virgen, que el Pontífice S. Clemente le confirió el sagrado velo de las Vírgenes: asunto, sobre que podrian decirse cosas muy selectas; pero no quiero amontonar mucho. Lo cierto es, que hubo costumbre en los principios de la Iglesia, de que los Obispos cubrieran solemnemente con el sagrado velo á las Vírgenes consagradas á Dios: lo que no solamente consta por Autores antiguos, y Santos Padres, sí tambien por los mismos Cánones de la Iglesia, y Sagrados Concilios (1307). ???

8 Ni paró solo en esto el pudor, y la modestia Christiana. Pues recomendando tan seriamente el Apostol que anden cubiertas las mugeres, de aquí dimanó la costumbre en la Iglesia, de que todas ellas, así las vírgenes que estaban ya en edad de casarse, como las casadas, y viudas, se cubriesen con un velo comun: y el Autor gravísimo, y antiguo S. Clemente Alexandrino (1308) es de parecer, que el Apostol mandó á las mugeres Christianas, no solo que cubrieran con velo su cabeza, sí tambien todo el semblante. Por esto acostumbraron algunas, particularmente las Vírgenes consagradas á Dios, tapar no ya con velo, sino con una mantilla, ó paño grosero, así su cabeza, como su cara. Suelen algunas madres (dice S. Gerónimo) (1309), quando han prometido que su hija ha de ser virgen, vestirla luego una túnica obscura, y cubrirla con una mantilla parda. Educadas de este modo las mugeres Christianas, tenian por gravísimo dispendio de su pudor, el que las quitáran el velo de su cabeza: lo que advirtiendo astutamente los perseguidores, y enemigos del nombre Christiano, les mandaron muchas veces por ignominia, y en lugar de suplicio, desnudar sus cabezas. Así se lée en las verdaderas, y genuínas Actas de Santa Areta Martir (1310): Como él (esto es, el perseguidor) lo hubiese oído, miró airado á los que estaban presentes, y habiéndoles dicho: ¿Qué desvergonzadamente se porta contra nosotros esta exêcrable muger? mandó quitarle el velo de su cabeza, y de la de sus hijas, y de este modo, y tendido el cabello, llevarlas ignominiosamente por los reales. Hasta aquí las Actas de esta Santa.

9 Ni solo practicaron esto las mugeres Christianas (pues quiero añadir esto, para que se entienda mas lo grave del asunto) sino que lo hicieron tambien las Judías, ??? y Gentiles, que eran tenidas por bárbaras. De las Judías, dice Tertuliano (1311): Entre los Judíos, es tan freqüente el andar sus mugeres con velo en la cabeza, que por ahí se conocen. Y en quanto á las Romanas, puede bastar lo que refiere Valerio Máxîmo, el qual dice (1312): Terrible fué tambien la severidad marital de Caio Sulpicio Galo; pues repudió á su muger, por haber sabido que había andado fuera de casa, descubierta la cabeza. Lo mismo viene á decir Tácito hablando de Popéa Sabina (1313): Rara vez (dice) salía en público, y entonces cubierto en parte el semblante, por no ser apetecida, ó porque así lo pedía la decencia. Con efecto, hablando Plutarco de los Romanos, atestigua, que sus mugeres solían andar cubierta la cabeza (1314): Suelen (dice) salir en publico, cubierta la cabeza las mugeres, y los hombres, descubierta. Por lo que mira á los Griegos, confirma lo mismo Apuleyo, diciendo (1315): Las mugeres suelen andar resplandecientes con su manto blanco. Finalmente el mismo Plutarco, dice (1316): Las Doncellas de Lacedemonia acostumbran salir en público, descubierto el semblante, y cubierto, las casadas: aquellas, para así encontrar maridos; y estas, para significar que ya no deben agradar mas, que á su marido. Y en quanto á las naciones bárbaras, nadie ignora, que observaron tambien la misma costumbre: pues hablando Tertuliano de las mugeres Gentíles de la Arabia, dice (1317): Serán nuestros jueces las mugeres Arabes Gentiles, que no solamente cubren la cabeza, sino tambien todo el semblante, de tal modo que dexando solo libre un ojo, prefieren no gozar mas que la mitad de la luz, que prostituir todo su semblante. A que podría añadir otros muchos exemplos que omito gustoso.

I0 Pero ¿para qué son menester mas pruebas? quando ??? las mugeres Mahometanas, tanto en Asia, como en la Africa, y en Europa, observan no solo religiosa, pero casi supersticiosamente el cubrir su cabeza, y su rostro, como nos lo refieren por extenso testigos oculares. Y que dicha costumbre se observa no solo de algún tiempo á esta parte, sino de tiempos muy antiguos, lo notó un varon de recóndita lectura, y erudición (1318), en el libro que dió á luz para ilustrar la Ley Real acerca de cubrir sus rostros las mugeres; libro, que podrá vér el que quiera instruirse á fondo, y saber lo mas recóndito sobre esta materia, que á mí me basta haber tocado esto de paso: pues ciñéndome á lo que es de mi asunto, he querido notarlo, á fin de que los Pintores modestos, y eruditos, dexen la perversa costumbre de pintar á las Santas Vírgenes, y Mártires de Christo, como si fueran verdaderamente otras Helenas, ó Diosas Venus, esto es, con la cabellera rubia, despejado, y encarnado el semblante, descubierta totalmente la cabeza, por no referir otras cosas acaso menos honestas, que en ningúna manera dicen bien con la pureza, y candor virginal que debe observarse entre Christianos.

II Acerca de los dos hermanos Neréo, y Achîléo, siervos de Domitila, casi no tengo que advertir otra cosa, sino que estos Santos, como tambien S. Juan, y S. Pablo, y otros que se ofrecen muchas veces, deben pintarse con semblante de eunucos. Pues nadie ignora que solían ser tales los que se destinaban para servir á las mugeres ilustres; lo que no dudo se podria confirmar tambien por las Sagradas Letras, donde leémos freqüentemente, que los palacios de los Reyes estaban llenos de ellos (1319): y aun hoy entre los Turcos, y en el palacio de su Emperador, no se admiten sino á estos para servir á las mugeres nobles que están custodiadas ??? en él: con tal severidad, que les obligan á castrarse enteramente para poder servir á dichas mugeres, como afirman unánimemente los Escritores de las Historias de los Turcos (1320).




CAPITULO VI.


De las Pinturas, é Imágenes de los Santos Españoles Santo Domingo de la Calzada, S.

Pedro Regalado, y S. Isidro Labrador.

I Aunque no son muchas, ni muy recónditas las cosas, que se ofrecen que decir, y notar acerca de Santo Domingo de la Calzada, S. Pedro Regalado, y S. Isidro Labrador, sin embargo por ser ellas algunas, no debieron de pasarse en silencio en un libro escrito por un Español. Con efecto, Santo Domingo de la Calzada, varon de grande santidad, y opinion, que hizo tan grandes, y magníficas obras, de quien tomó el nombre la Ciudad que vulgarmente llamamos Santo Domingo de la Calzada, que antiguamente tuvo Obispo, y aun hoy tiene Catedral; en tanto que el Obispo de Calahorra tiene el título de Obispo de Calahorra, y de la Calzada: A este tal, y tan grande varon, digo, no faltan Autores, bien que no de los mas instruídos, sino de los mas comunes, y menos exâctos, los quales imbuídos de opiniones, y preocupaciones vulgares, lo tienen por Monge Benedictino. Por lo que, si alguno de ellos le pintára, ó mandára pintar en trage de Monge de S. Benito (pues podria el Pintor no estár instruído en estas materias) obraría contra la fé de la Historia, y cometeria un error que aunque en ningúna manera pernicioso, sin embargo se opondria á la verdad del hecho. Es verdad que este Santo, que floreció por el siglo XI. y murió á principios del XII.

pidió con mucho ardor quando mozo, ser admitido ??? en la Religion de S. Benito, lo que nunca pudo conseguir. Oigamos lo que de él se dice en su Rezo de los Santos de España, en donde se explica todo claramente con estas palabras: Pensando el Santo, que esto (á saber, el unirse con Dios, y obedecer con mas firmeza sus preceptos) lo conseguiría mas facilmente viviendo baxo la disciplina Monástica, suplicó humildemente ser admitido por Monge al Abad de Valvanera de la Orden de S. Benito, y despues al Monasterio de S. Millan, tambien de la misma Orden. Pero no habiendo sido admitido en ninguno de dichos Monasterios, disponiéndole Dios para cosas mayores, llevó una vida eremítica por espacio de cinco años, que pasó en continua oracion, y en varias mortificaciones del cuerpo, en el desierto de Bureba; donde edificó una pobre choza, y una Capilla á la Virgen Santísima. Debe, pues, pintarse Santo Domingo de la Calzada, no con Hábito de S. Benito, sino en trage mas sencillo de Ermitaño, esto es, con túnica, y capa: sin que por esto se pueda inferir legítimamente, que fué Monge Benedictino, antes lo contrario.

2 Ni hubiera tenido yo el cuidado de advertir esto, á no haberme movido á ello la autoridad de un varon ilustre, y Excelentísimo, muy versado en el conocimiento de la Historia, y antigüedad Eclesiástica (1321). Este erudito Autor, negando, que S. Fructuoso, Hijo, y Patrono de Segovia, fuese Monge Benedictino (como defendian algunos, fundados en las monstruosas historias de Julian, del Falso Luitprando, y de Auberto de Sevilla) se valen del argumento tomado de las Pinturas, é Imágenes antiguas, en las quales se nos representa S. Fructuoso, no con Hábito de Monge, sino en trage de Ermitaño: lo que en vano procurará evitar, si quiere recurrir á no sé qué Instituto de Ermitaños Benedictinos. Pero este efugio, tal qual es, lo previeron ya, y preocuparon hombres ??? muy doctos, y que han tratado muy bien sobre las Actas y hechos de los Santos (1322). Confieso yo, y me confesaré perpetuamente muy afecto al Instituto, y Orden de S. Benito; pero la verdadera gloria, y que está apoyada con sólidos fundamentos, no necesita á la verdad de un honor falso, y prestado.

3 Como la naturaleza humana es muy inclinada á los deleytes, á la gula, y á los regalos, no faltan algunos, no solo del vulgo, sino (lo que es mas de sentir) de los que hacen mas papel que el vulgo, de los quales he oído yo mismo algunos que estaban disputando sériamente, segun á ellos les parecia, sobre este particular; los quales son de parecer, que S. Pedro Regalado, hombre el mas observante del muy áspero, y severo Instituto del Gran Padre S. Francisco, y el primer rigidísimo Reformador de esta Orden que hubo en España, fué llamado así, por comer con alguna mayor delicadez, y por haber sido criado con mas delicias, y regalos. Por lo que, si alguno llevado de éste error, pintára, ó mandára pintar á este Santo, sin duda lo propondria á la vista, qual se representó en otro tiempo aquel, que dixo:

Me pinguem, et nitidum benè curata cute vises, Cùm ridere voles, Epicuri de grege porcum.

Pero lejos estén los ánimos, no solo de los Pintores, sí tambien de toda la gente juiciosa, de semejantes delirios, y errores crasísimos; no fuese caso, que le hiciesen al Pintor trastornar su juicio (que en verdad deberá siempre desearse en él); aunque hayan engañado alguna vez á hombrecillos de la ínfima plebe, á quienes dió ocasion de errar el renombre mal entendido de este varon insigne en santidad, y penitencia Christiana, á quien honró principalmente la Iglesia, dándole el elogio ??? de hombre mortificado en la carne.

Porque el llamarle Regalado, que en efecto es el apellido de una noble, y distinguida familia, que hay, ó hubo en Valladolid, y que segun la locución Española, suena lo mismo, que un hombre entregado á los deleites, y regalos; hizo, que lo que era un mero renombre (de donde quiera que lo hubiesen heredado sus antepasados) por ignorancia de los hechos, se transfiriese á las costumbres.

4 Acaso hubiera sido mas célebre la memoria de S. Isidro Labrador, hijo (como se crée) y esclarecido Patrono de Madrid, si hubiese florecido en tiempo en que los hombres se hubieran dedicado mas á escribir, y notar lo que acontecia en su siglo. Escribió sin embargo sus ilustres hechos, y su vida llena de testimonios de su gran santidad, é inocencia, un cierto Juan Diácono (de quien han tomado los demas) cuyo escrito original se conserva hoy en la Iglesia Parroquial de S. Andrés: y su Cura Párroco, y Amigo mio, hombre dignísimo á la verdad de todo honor, y alabanza, el Doctor D. Juan de Ferreras (1323), afirma tenerlo en su poder. Fué S. Isidro, conforme lo dice su renombre, Labrador, y lo que aun parecerá menos á los ojos del mundo, no tal que cultivara él sus propios campos, sino que ganaba su vida trabajando en las posesiones de su amo. Este, que en aquel tiempo, esto es, en el siglo XI. y en el siguiente, pasaba por uno de los mas nobles Madrileños, dicen, se llamaba Iván de Vargas, ó lo que yo tengo por mas verdadero, Juan: pues como por ignorancia del siglo, escribiesen en Castellano Iván en lugar de Juan, ni se leyera mejor que se escribia; el que en Castellano se llamaba Juan, le nombraban freqüentemente Iván, pronunciando la v consonante en lugar de la b. Lo qual, aunque de paso, y ??? sin tratar directamente esta materia, me ha parecido bien advertir.

5 Por manos de este Varon tan grande, y de tanta santidad, se cultivaban entonces los campos de Madrid: por lo que no es de extrañar, que llevaran frutos tan abundantes, como dicen, acaso mas en atención al pío trabajo de quien los cultivaba, que á la abundancia, y feracidad de ellos, aunque de suyo muy fértiles. Esto me hace venir á la memoria lo que graciosa, y elegantemente dixo Plinio tratando de la fertilidad de los campos de Roma, cuya fecundidad atribuye á la dignidad de los labradores (1324): Por manos (dice) de los mismos Emperadores se cultivaban los campos, gozándose (como es de creér) la tierra con tener la reja coronada de laureles, y un labrador triunfante. Basten estas, aunque cortas alabanzas en honor, y reverencia de tan ilustre Patrono, á cuyos méritos atribuyo mi larga vida (¡oxalá, que la que se me ha concedido la hubiera empleado mejor!) pues conforme me refirieron los que podian informarme sobre este particular, como yo (quando aun no había cumplido quatro años) hubiese caído en una peligrosa enfermedad, y me contasen ya en el número de los muchos, Quos dulcis vitæ exortes, & ab ubere raptos Abstulit atra dies, & funere mersit acerbo;

ofreciéndome mi madre á este piadosísimo, y poderosísimo Patrono, no sin admiracion, convalecí casi de repente: en testimonio de lo qual, y en cumplimiento del voto, se colgó una tablilla con mi retrato en la Ermita del Santo, la que acaso ha subsistido hasta estos tiempos, en que, por la diligencia, y cuidado de un Señor Excelentísimo, se ha ensanchado, y renovado ??? á su costa la antigua Capilla, dándole otra estructura mas decente, y hermosa.

6 Por lo que mira á sus Pinturas, é Imágenes, la mas freqüente de todas es, en la que se vé pintado al Santo Labrador arando con un par de bueyes, y mirando al Cielo; pues aunque trabajaba con afan la tierra, pensaba mas en las estrellas, y en el Cielo, que es la verdadera patria, y tierra de los vivientes: de suerte que no fuera del caso podria alguno decir aquí: CSlum findetur aratro: Será hendido el Cielo con el arado. Pero quando yo contemplo esta Imagen, se me hace muy sensible el ver, que le falten á su lado dos, no ya Labradores, sino Angeles moradores de la Patria Celestial, supliendo sus veces en el cultivo de los campos. Lo que el Pintor propondria delante de la vista con mucha mas fidelidad, y felicidad que pueda yo referir, si hiciera reflexîon á solas las palabras de que usa la Iglesia en su rezo: donde, despues de contar el desvelo quotidiano de este hombre santísimo, el qual ya muy de mañana no empezaba á trabajar sin visitar primero las Iglesias dedicadas en honor de la Virgen, y de los Santos, añade: Por lo que, como el amo del campo llevára muy á mal su tardanza, y lo aguardase un dia desde un lugar mas elevado para reprehenderle con mas libertad, vió á dos Angeles que iban arando con dos pares de bueyes, y en medio de ellos á Isidro. No podia decirse cosa mas clara, ni mas expresa.

7 Los demás hechos, y milagros de este Santo, los describió elegantemente D. Francisco Ricci, Pintor del Rey, en la magnífica, y verdaderamente Real Capilla, que dedicó á, S. Isidro Felipe IV. Rey de España, y está unida á la misma Iglesia Parroquial de S. Andrés Apostol, en cuyo cimenterio estuvo enterrado por espacio de quarenta años, conservándose tan entero, é incorrupto, como si ya estuviera revestido de la inmortalidad. ??? Entre estas Pinturas hay una en que se vé pintada la célebre batalla, que unidos entre sí todos los Reyes de España, tuvo D. Alfonso Rey de Castilla, en la llanura que llaman las Navas de Tolosa, contra el formidable exército de los Moros: y junto á los combatientes está pintado S. Isidro, vestido en el trage vulgar, y acostumbrado de Labrador; al qual le pintan en esta ocasion, por haber creído muchos, y divulgado, que aquel rústico desconocido, que dudando mucho los nuestros penetrar por lo mas escarpado del monte, les enseñó el camino (de quien hace mención un Escritor antiguo que asistió en la misma batalla, D. Rodrigo Ximenez (1325) Arzobispo de Toledo); no fué otro que nuestro S. Isidro Labrador, el qual, benévolo, y agradecido para con su Patria, quiso socorrer al Rey, que peleaba á favor de ella, y de la Religion. Sobre lo qual, aunque muchos Autores, y los mas graves, nada nos hayan dexado escrito, esto no quita, que otros muchos llevados de su piedad, y devocion, lo crean, y afirmen.




CAPITULO VII.


De las Pinturas de S. Pedro Celestino, de S. Bernardino de Sena, de Santa María del Socós, Virgen: y de las de Santa María Magdalena de Pazzis, y de S. Urbano Papa, y Martir.

I De un Labrador pasamos á un Ermitaño: tal fué S. Pedro de Morón, llamado Celestino por el nombre con que se llamó siendo Pontífice. Este Santo amante de la vida solitaria, y luego fundador de la Congregación de Monges baxo la regla de S. Benito, á quienes se les dió despues el nombre de Celestinos, floreció mucho en ??? virtud, y santidad, y con un raro, y nuevo exemplo, sin saberlo él, y aun rehusándolo, fué elevado á la suprema Dignidad de Sumo Pontífice el año de M.CC.XCIV. siendo de edad de setenta y nueve años. Pero, el que estaba acostumbrado á otros negocios, y ocupaciones, oprimido, y agoviado con la nueva carga, mas pesada para él que para ningún otro; y movido no menos por su admirable candor, y sencillez de ánimo, que por las malas artes de algunos, renunció el Pontificado, cosa que antes de él nadie había hecho, ni lo hará tal vez otro en adelante. Volviendo, pues, á su vida particular, y lo que es mas de admirar, puesto en una cruel prision, al cabo de dos años despues de su elevación al Solio Pontificio, le llamó Dios, no sin la gloria de los milagros, para ocupar en el Cielo un lugar mas sublime, y elevado, el año de M.CC.XCVI., y en el de M.CCC.XIII. le canonizó Clemente V. en el mismo Concilio de Viena.

2 He visto repetidas veces la Imagen, y Pintura de este Varon Santísimo, en que se le representa como que actualmente está renunciando el Pontificado, y entregando á los Clérigos, y Cardenales aquella insignia de honor, esto es, aquel género de sombrero redondo, y con ínfulas, cercado de tres coronas, que vulgarmente llamamos Tiara, y que los Italianos en su idioma vulgar, llaman Triregno: lo que debe tenerse por cosa enteramente libre de error. Pues, aunque esta insignia no es muy antigua en la Iglesia, y aun dicen algunos (y ciertamente me acuerdo haberlo leído, y observado en alguno de ellos, á quien hasta ahora no he podido encontrar) que Bonifacio VIII. succesor de Celestino, fué el primero que la introduxo; sin embargo, como ya por espacio de mas de quatro siglos, en que cada dia fué floreciendo mas, y mas el Arte de la Pintura, se haya recibido la insignia de la Tiara por propia, y peculiarísima del Romano Pontífice; por esto ??? los Pintores que no se han parado tanto en indagar semejantes materias, atribuyeron este género de adorno, con que siempre se ha denotado la suprema Dignidad del Pontificado, á los Pontífices Romanos antiguos: en tanto grado que la Universidad de Salamanca, madre de Ciencias, y de virtudes, á quien nombro por el honor, y reverencia que le tengo, y cuyo alumno, y Doctor soy (aunque sin merecerlo) y por tal me tendré siempre, parece aprobarlo con su dictámen; pues que no tiene por insignias, ó por armas otra cosa, sino las Llaves de la Iglesia y la misma Tiara Pontificia.

3 Y para que á alguno no le parezca extraño el decir, que el uso de la Tiara es moderno en la Iglesia, me parece á propósito tocar algo aquí de la insignia Episcopal mas antigua, y mas recibida, que llamamos Mitra. Hablando de este adorno un Escritor pío, y diligente, digno de ser respetado por su elevada dignidad, dice (1326): Algunos piensan ser esta una nueva invención que empezó cerca del año mil de Jesu-Christo, cuya opinion prueban en primer lugar por las Pinturas, y otros monumentos antiguos, en los quales, así los Sumos Pontífices, como los demas Obispos, se vén vestidos con todos los adornos Pontificales, pero descubierta siempre su cabeza. Prueban lo mismo en segundo lugar por los Rituales escritos mas hace de setecientos años, y por los Escritores antiguos de las cosas de la Iglesia, los quales, refiriendo con bastante individualidad todos los ornamentos Episcopales, no hablan palabra alguna de la Mitra. Otros por el contrario piensan que el uso de la Mitra dimanó de los mismos Apóstoles, lo que intentan persuadir con varias razones, y monumentos: añadiendo, que la otra sentencia se funda solamente en sutilezas de poco peso, y que carece de todo fundamento sólido. Pero yo juzgo (añade poco despues el mismo Autor) que ambas ??? opiniones se pueden conciliar con mucha facilidad, diciendo, que la Mitra, conforme se usa en el dia, es un adorno moderno que apenas se había introducido aun antes del año mil de Jesu-Christo. Todo esto que acabo de referir, me persuado no será muy fuera de propósito, para que de aquí se eche de vér, que la Mitra, de que usan hoy los Señores Obispos celebrando de Pontifical, y muchas veces tambien el Romano Pontífice, no es un adorno muy antiguo, aunque los Pintores pinten con ellas á los Obispos de los primeros siglos: y que la Tiara, de que solamente usa el Supremo Pontífice, es todavía mucho mas moderna, por mas que freqüentemente la atribuyan tambien á los Romanos Pontífices antiguos. Si alguno quiere instruirse á fondo sobre el uso de la Mitra, así sagrada, como profana, léa al Padre Lelio Bisciola, varon muy erudito, en su obra intitulada Horæ subsecivæ lib. I7. c. I3. pues no es mi ánimo explicar ahora todo lo que hay sobre esta materia.

4 Si el método que he adoptado, me permitiera explicar brevemente, y en compendio, los hechos de S. Bernardino de Sena, brillante lumbrera de la Religion Seráfica, tendria que tocar muchas cosas, que las dexo para los Escritores de dicha Religion, los quales (como tambien otros extraños) han escrito mucho de este varon santísimo, y doctísimo. Por lo que mira á sus Imágenes, es cierto que S. Bernardino fué no solo de semblante agradable, y ahidalgado, sí que tambien tuvo una cara agraciada, y hermosísima: lo que dió ocasion, para que sin embargo de ser de tanto embarazo la hermosura del cuerpo para la castidad;

.........Rara est adeo concordia formæ, Atque pudicitiæ...................................

consiguiese ilustres victorias de los insultos del demonio, ??? y de los engaños de la lascivia. Y aunque murió ya algo viejo, y cumplidos sesenta y tres años, esto es, el año de Christo M.CD.XLIV. teniendo quebrantada su salud por su grande penitencia, y trabajos que había pasado en la predicación del Evangelio; sin embargo es de creér, que conservaria el decoro, y magestad del semblante, quanto decia bien con un hombre viejo, y gravísimo, permitiéndolo así Dios para manifestar su pureza, y candor de ánimo. Acerca de aquella tablilla con que le pintan siempre, y deben pintarle, en que se vé resplandeciente el santísimo nombre de JESUS, cercado de rayos de luz por todas partes, con sus acostumbradas letras; tocaría aquí algo, á no haberlo hecho ya, quando traté de este Santísimo Nombre (1327). Suelen tambien, y deben pintarse á sus pies las insignias Episcopales, á saber, las Mitras de que acabamos de hablar: pues que habiéndosele ofrecido espontaneamente tres insignes Obispados, y aun instádosele con ansia que los admitiese, los renunció constantemente el humildísimo Santo. Dichos Obispados fueron los de Sena, Ferrara, y Urbino, que de ningún modo quiso aceptar; y así justamente se pintan echadas las Mitras á sus pies. Finalmente, es justo, el que sin embargo de que no se le pinte con la borla, é insignias regulares de los Doctores, con todo se le represente como Doctor, por haber escrito píos, y doctos libros, y sermones llenos de erudición no vulgar. La Religion Seráfica cuidó de dar á luz todas sus obras, que se hallan impresas en cinco tomos en Leon de Francia el año de M.D.CL.

5 Es muy célebre en santidad la gloriosa Virgen, y primera Monja de nuestra Religion Santa María llamada de Cervelló, conforme á su apellido patrio, y de Socós, ó de Subsidio, por haber socorrido muchas veces ??? á los navegantes: cuya festividad, como hasta aquí se hubiese celebrado el dia XXV. de Septiembre, por un moderno decreto de N. SS. P. Benedicto XIII. de feliz memoria, se ha anticipado al dia XXI. de Abril, con rito doble de segunda clase, y octava por toda nuestra Orden, asignándose ademas á dicha Santa un insigne, y magnífico elogio en el Martirologio Romano. En otro tiempo escribí un breve compendio de su vida, que imprimí en Salamanca en 1965., adonde remito gustoso á los devotos de esta Santa. Por lo que respeta á su Imagen, solamente he de advertir, que en su mano derecha debe pintarse un navío guarnecido con velas, y con el demas aparato que le corresponde: lo que se hace con mucha razon, por haber socorrido muchas veces á los navegantes que corrian grave peligro; de que (como antes deciamos) tomó su renombre. En la izquierda se le debe poner una cándida azucena, en señal de su castidad, y pureza virginal: sin que se me ofrezca otra cosa que notar. Porque, que el navío (de que acabamos de hablar, y que se vé pintado en la Imagen de esta Santa) esté armado con cañones, aunque esto contiene algún error, pues en los tiempos de esta Santa todavía no se había descubierto la funesta invención de la pólvora, es un anacronismo en que apenas repáran los hombres mas advertidos.

6 Llévense en este capítulo todas las palmas, y laureles, España, é Italia: y despues de haber hablado de una Virgen Española, y Barcelonesa, hablemos de otra de Toscana, qual es Santa María Magdalena de Pazzis: cuyas grandes virtudes, y cúmulo de celestiales gracias con que fué enriquecida, mas quiero pasarlas en silencio, aunque son muchas, y á la verdad dignísimas de admiracion, que tocarlas solo ligeramente, y de corrida. Por lo que mira á sus Imágenes, la vemos freqüentemente pintada de edad que apenas pasa de diez y seis años, sin embargo de que conforme á ??? la regla que oportunamente prescribimos arriba, deben pintarse los Santos, y Santas en la edad que murieron: y consta haber muerto esta Santa de edad de quarenta y un años cumplidos; pues que habiendo nacido el dia 2 de Abril de 1566, murió en Florencia á 25 de Mayo de I607. Por lo que, sería mejor, y mas á propósito pintarla de dicha edad. No ignoro dos cosas que pueden oponerme los que practican lo contrario. La primera, que las doncellas libres de los cargos del matrimonio, conservan por mas tiempo floreciente, y robusta su juventud; lo que tambien se observa muchas veces en las que no están dotadas de tan excelente santidad. La segunda, que esta Santa tuvo freqüentes éxtasis, é ilustraciones celestiales: y se ha observado varias veces, que las personas que tienen la dicha de lograr tan celestiales delicias, particularmente en el acto de gozarlas, se rejuvenecen de un modo admirable. Todo lo qual podría probarse facilmente con muchos exemplos tomados de la vida, y hechos de esta esclarecida Virgen.

7 Pero el que hiciera estas dos objeciones, debería tambien tener presente otras dos cosas. La una, que esta Santa, como las demas, no se entregó á la ociosidad, y regalos, sino que refrenó su carne, y la lozanía de su cuerpecito con exercicios, y trabajos de una vida la mas austéra, y abstinente, de suerte que lo reduxo casi á un esqueleto. La otra, que aquel resplandor, y jovialidad de su semblante al parecer mas joven, así que volvia del éxtasis, lo perdia, como sucedia tambien á las demas Santas: de suerte que por lo mismo se echaba bien de vér, que esto último era propio de la naturaleza debil, y flaca, y aquello privilegio de la gracia. Y así (como decíamos antes) es mucho mas conforme á razon, que se la pinte de edad mas adelantada, qual es la que diximos. No tiene duda, que Christo Señor nuestro por el singular amor ??? que tiene á los que le aman, imprimió á esta Virgen interiormente, y en su alma, las sagradas señales de sus llagas, no sin algún dolor, y señal sensible en el acto de executarlo (1328), segun nos refieren los Historiadores de su vida. Pero no por esto deberá pintarse con dichas señales patentes, y visibles, lo que solo se concedió al Seráfico Padre S. Francisco: sino casi de la misma manera que se lée en la vida de Santa Catalina de Sena. Véase lo que notamos antes tratando de sus Pinturas (1329). Finalmente, representan los Pintores á Santa María Magdalena de Pazzis (y esta es la Pintura mas freqüente de dicha Santa) descubierto un tantico el pecho, y patente su corazon, donde con letras de oro están grabadas aquellas palabras dignísimas de fixarse en los corazones de todos: Verbum caro factum est. Aunque yo estoy persuadido por muchas razones, no ser tal Pintura histórica, sino simbólica, para denotar (lo que con ningúnas palabras puede bastantemente expresarse) el singular amor de esta Virgen para con el inefable Misterio de la Encarnacion. Por lo que, otra Pintura de la misma Santa, en que se la representa llevando en su mano su propio corazon encendido, é impresas en él con letras de oro las palabras dichas, tiene un no sé qué, que me agrada mucho mas, y me parece mucho mas á propósito.

8 El mismo dia, en que se venéra la memoria de Santa María Magdalena de Pazzis, se celébra tambien la del Pontífice, y Martir S. Urbano, á quien pasaría enteramente en silencio, sin decir apenas nada acerca de sus hechos, á no haberse extendido mucho sobre esta Imagen el principal Escritor de estas materias (1330). Supone este Autor, que pintan á Urbano con una vid, de que vá indagando la razon, con mas trabajo, y ??? anhelo de lo que era debido; y añade, que este Pontífice pintado con la vid, no es realmente el Papa, y Martir S. Urbano, sino otro Urbano Obispo Lingonense: pero yo, que nunca jamas he visto la Imagen de este Pontífice pintado con la vid, no es menester que me detenga en una cosa enteramente dudosa, contentándome con decir, que saben bien nuestros Labradores por la misma experiencia, que las viñas estarán defendidas de los hielos, y escarchas, el año que pasen el dia de S. Urbano (esto es, el 25 de Mayo) sin haber recibido semejante daño.




EL PINTOR CHRISTIANO Y ERUDITO-Juan Interián de Ayala - CAPITULO IV.