Aquino: I Corintios 29

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1Co 8,1-8)

Lección 1: 1Co 8,1-8

Al establecer lo cierto acerca de las viandas sacrificadas a los ídolos, afirma que muchos tienen conocimiento de ellas, mas no fundado en la verdad, ya que el comer de tales viandas no es lo que nos hace recomendables a Dios.

1. Acerca de las cosas o viandas sacrificadas a los ídolos, ya sabemos que todos nosotros tenemos bastante ciencia o conocimiento sobre eso. Mas la ciencia por si sola hincha, la caridad es la que edifica.
2. Y si alguno se imagina saber algo, y no sabe esto, todavía no ha entendido de qué manera le convenga saber.
3. Pero el que ama a Dios ése es conocido o amado de EL
4. En orden, pues, a los manjares inmolados a los ídolos, sabemos que el ídolo es nada en el mundo, y que no hay mas que un solo Dios.
5. Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, ya en el cielo, ya en la tierra, (y que así. se cuenten muchos dioses y muchos Señores),
6. con todo eso, para nosotros no hay mas que un solo Dios, que es el Padre, del cual tienen el ser todas las cosas, y que nos ha hecho a nosotros para El; y no hay sino un solo Señor, que es Jesucristo, por quien han sido hechas todas las cosas, y somos nosotros por El.
7. Mas no en todos se halla esta ilustración; sino,que hay alguno que, creyendo todavía que el ídolo es alguna cosa, comen en esta suposición viandas que se le han ofrecido; y así, la conciencia de éstos, por ser débil, viene a quedar contaminada.
8. Lo cierto es que el comer de tales viandas no es lo que nos hace recomendables a Dios; pues ni porque comamos, tendremos delante de El ventaja alguna, ni porque nada comamos desmereceremos en nada.

Ya que de errores ha venido tratando, después de haber dado una buena barrida a los concernientes a la corrección de los crimenes (cap. 5 y 6), y acerca de, la virginidad y del matrimonio, la emprende ahora con los tocantes a la comestión y abstención de manjares (cap. VIII,1X y X), tomando por blanco lo inmolado a los ídolos, que, aunque licitamente pudiesen comerlo, amonesta a abstenerse de él, dando por causa el tropiezo de los flacos o escandalo; su propio ejemplo, ya que por consideración a los otros, se abstiene de recibir licitamente por su trabajo dinero (cap. 1X); el de los judíos, que, después de tantos beneficios de Dios, quedaron muertos, en pena de su ingratitud, en el desierto (cap. X). Luego abstenerse de manjares, aunque licitos, hemos de hacerlo alguna vez, a ejemplo del Apóstol, por no dar escandalo al prójimo, no por temor al castigo.

Lo primero que quiere quede liso y llano es que es licito comer de las viandas inmoladas a ídolos; con todo, por no dar escandalo a la ajena flaqueza de hermanos que se escandalizarian, aunque licito, mejor no comerlas. Las otras 4 cosas, acerca de la ciencia o conocimiento de esas viandas, son que los mas respetables de entre ellos tienen ese conocimiento, y en qué grado; que algunos de menos valer no lo tienen, por cuya razón, no den ocasión, los que la tienen, a comer esas viandas en su presencia. Ademas que esta ciencia no todos la tienen con suficiencia; ni basta ella sola, si sin caridad no es de útilidad.

Dice, pues: "acerca de las viandas... "; como si dijera: me preguntasteis de lo anterior, es a saber, de las cosas tocantes al matrimonio; no así de las otras, como, por ejemplo, de las viandas inmoladas a ídolos, ni era necesario, siendo a todos notorio lo que hay de verdad sobre esto, que es lo que dice: "acerca de las viandas sacrificadas a los ídolos" si es licito comerlas o no, sabemos vosotros y yo que si es licito (Tt 1); y "lo sabemos, porque tenemos bastante conocimiento sobre eso", esto es, vosotros y yo, de mas perfección que los otros; conocimiento, digo, del Creador y de la creatura, y, por consiguiente, menos excusa tenemos, si mal obramos.

-"Mas la ciencia por si sola hincha. . ". Aquí muestra como sin caridad no es de útilidad la ciencia que tienen; como si dijera: ¿qué os aprovecha la ciencia que tenéis, si con ella os ensoberbecéis contra los que no la tienen, ya que la ciencia por si sola hincha? (Si 1 Hch.Si 26). De este pie cojeaban los Egipcios, o sabios de este mundo, de henchirse de aire como vejigas (Ex 1).

-"la caridad edifica" a los flacos; pues, como no busca lo suyo, lo que a ellos les estorba lo quita. De donde al conocimiento -dice aquí San Agustín- désele por complemento y cabal la caridad, y sera de útilidad, ya que por si no lo es, y lo es por la caridad. El saber -dice el Filosofo-, en orden a ser virtuoso, poco o nada es provechoso.

-"Y si alguno se imagina saber algo... ". En quiénes este conocimiento no llega a su cumplimiento, porque se usa en detrimento del prójimo, éste es el razónamiento con que lo señala aquí: cualquiera que tiene ciencia, pero no el modo de usarla, no tiene la suficiente. Mas es de tal calidad el que sin la caridad. Luego el que tiene ciencia, mas no tiene caridad, tiene ciencia insuficiente. Supone, pues, primero, que hay ciencia sin caridad, y demuestra, lo segundo, que tal ciencia no es bastante; por qué razón no lo es lo indica en tercer lugar.

Dice, pues: "y si alguno se imagina... ", que es como si dijera: demos que sepais, pero no lo suficiente, porque si alguno imagina que sabe, sin caridad, algo sabe ciertamente, es a saber, que comer de lo inmolado a los ídolos cosa es que se puede hacer; mas no entiende todavía que por el hecho demuestra que no sabe "de qué modo le convenga eso saber", esto es, do qué manera ha de usar de esa ciencia, porque es para edificar, no para perjudicar a los otros. Dos modos hay de saber: tener ciencia y valerse de la ciencia; así como el ver consiste en tener vista y usar de ella.

No aprueba aquí el Apóstol -dice en la Glosa San Bernardo- al que mucho sabe, si el modo de saber no sabe, que esta en saber por qué orden, con qué aplicación y qué fin se ha de saber cada cosa.

a) respecto del orden, de suerte que lo primero sea lo que antes con antes me lleve pronto a salvarme.

b) por lo que hace al estudio, que su ardiente aplicación dedique con mas ardor a lo que es mas eficaz para encender el amor.

c) por lo que al fin, de guisa que si algo quiere, no sea por gloria vana ni inútil curiosidad, mas para edificación de tu prójimo y de ti. Que algunos hay que en saber no otro fin sino saber tienen, y es curiosidad; otros para ser sabidos, o que otros sepan de ellos, y esto es grande vanidad; otros mas para vender por dinero lo que saben, y esto es torpe granjeria; unos para edificarse, y eso se llama prudencia; otros para edificar, y se llama caridad.

-"Pero el que ama a Dios... ". Los que usan de la ciencia, movidos de caridad, ésos son los que la tienen en capaz concavidad, de los cuales trata aquí y quienes tienen, supone, ciencia junta a caridad, y ciencia con suficiencia.

Dice, pues: "pero el que ama... "; que es como si dijera: de todo punto no sabe el que no sabe la clave de qué modo ha de saber; "pero el que ama a Dios, y, por tanto, junto a ciencia tiene también caridad, ése tai es conocido, es a saber, aprobado, o amado de El"; que bien conoce el Señor a los que le pertenecen (IITt 2). De donde, pues Dios lo aprueba, el tal sabe de verdad que bien usa de la ciencia por la aneja caridad. Mas para que alguno sepa de qué modo ha de saber, son menester 9 cosas:

1- con humildad, sin soberbia ni hinchazon (Ph 4 SalmoPh 130).
2- con sobriedad, sin orgullo o presunción (1Co 1 Rm 12).
3- con certidumbre, sin duda o vacilación (IITt 1).
4- con verdad y sin error (IITt 3).
5- con sencillez, sin engano (I Ti. 6).
6- sanamente, con amor y caridad (1Co 13).
7- con edificación y provecho del prójimo (1Co 12).
8- & de; gracia y con franca mano comunicando la ciencia (Sg 6).
9- con buenas obras dando eficacia a la ciencia (Stg.4).

La primera cualidad, es a saber, la humildad, es la prueba para argüir de soberbios a los sabios; la sobriedad, de curiosos; la certeza, de dudosos; la verdad, de herejes; la sencillez, de abogados; la sanidad, de hinchados; la servicialidad, de malvados; la liberalidad, de tacanos; la eficacia, de poltrones.

-"En orden, pues, a los manjares...". Muéstrales aquí la ciencia que tienen acerca de las viandas inmolas a los ídolos, por saber, primero, que el ídolo es nada; segundo, por saber, que todo tiene su origen y procedencia de Dios: "pues aunque haya algunos que se llamen dioses. para nosotros no hay mas que un soio Dios". Así que dice, primero, que el ídolo nada es, y segundo, según esto, que no hay mas que un solo Dios.

Dice, pues: "en orden a los manjares... "; como si dijera: la ciencia según los modos ya dichos valor no tiene; pero, con todo, "en orden a los manjares inmolados a los ídolos, sabemos, con verdadero saber, que licitos son de suyo, ni son manjares inmundos, por inmolarse a los ídolos; y esto por esta razón, porque en verdad nada son los ídolos en el mundo"; que se explica de tres modos:

a) que el ídolo es nada en el mundo, esto es, entre las criaturas cuanto a la forma de ídolo; pues, si bien en la materia es algo, conviene a saber, oro, plata, o cosa así; con todo, es nada en la forma, como piensan los idolatras, que creen esta Dios ahí; "pero es claro que vosotros sois hechos de la nada, y vuestro ser viene de una cosa que nada es" (Is 41,24).

b) el ídolo nada es: no es persona que conste del simulacro o imagen y de Espíritu que la anime; que de estas dos cosas, no como creen los idolatras, nada resulta allí. "Necio se hizo todo hombre con su ciencia; la misma estatua del ídolo es la confusión de todo artifice, pues no es mas que falsedad lo que ha formado, un cuerpo sin alma" (Jr X,14).

c) el ídolo es nada en el mundo, esto es, no tiene semejanza con ninguna cosa del mundo; que hay diferencia entre simulacro e ídolo, pues simulacro se dice lo que a semejanza de una cosa natural se hace; pero el ídolo no tiene semejanza con ninguna cosa, algo así como si al cuerpo humano le encajasen una cabeza de caballo. "¿A qué cosa, pues, habéis vosotros asemejado a Dios?" (Is 40,18). Y sabemos también "que no hay mas que un solo Dios" (Dt 6).

-"pues, aunque haya algunos que se llamen dioses". Con esto les da a entender que tienen conocimiento de que el origen de todo es Dios, no los dioses de nombre o por adopción, como los ídolos son, o los santos, sino el sumo y unico Dios. Así que primero dice como ha de entenderse eso de pluralidad de dioses, conviene a saber, de nombre o por adopción, y segundo la unidad en la divinidad, es a saber, por esencia, en el Padre y en el Hijo; donde toca estas 3 cosas: la esencia, porque es un Dios; la persona, porque es Padre; el poder, pues de ahí todo; la clemencia, pues que nosotros en El también nos hallamos, o a su cuidado corremos. Lo mismo dice del Hijo.

Así, pues: "aunque haya algunos... "; que es como si dijera: y en verdad no hay mas que un Dios; "pues aunque haya algunos que se liamen dioses", o por participación de la divinidad, como los santos (Ps 8!) ya en el cielo, como los comprensores, ya en la tierra, como los viadores (y que así se cuenten muchos dioses) con verdadera participación de la divinidad, como los santos y los justos, los Apostoles y los prelados, "con todo, para nosotros no hay mas que un solo Dios".

Otro modo de leer el texto es éste: "pues aunque hay algunos que se llamen dioses, esto es, los gentiles falsamente los llaman así, ya en el cielo, como el sol y la luna, ya en la tierra, como Mercurio y Diana; y que así se cuenten muchos dioses, es a saber, de solo nombre, con el que les dan los gentiles; y muchos Señores, que a otros son superiores; con todo, piara nosotros no hay mas que un Dios por esencia, que es el Padre, del cual tienen el ser todas las cosas, por paterna autoridad, según la naturaleza (Rm XI; Hch. XVII); y no hay sino un solo Señor, que es Jesucristo (Jn X), por quien han sido hechas todas las cosas, es a saber, según su naturaleza (Jn 1), y somos nosotros por El", esto es, estamos en Dios por la gracia (Rm 1). Luego no hay mas que un Creador de todas las cosas, altisimo y todopoderoso. De donde, por todo lo dicho, puede hacerse este argumento: no hay sino un solo Dios, autor de todas las cosas. Es así que hay muchos ídolos. Luego no son Dios, autor de todas las cosas, ni son algo; luego nada.

-"mas no en todos se halla esta ilustracion". Supuesto que los mayores tienen ciencia de las viandas que a los ídolos se ofrecen, muestra aquí que los menores de una ciencia tai carecen; donde indica, lo primero, que no tuvieron algunos esa ciencia de las viandas, y lo segundo, que por tal causa, es a saber, que por comer de esas viandas, se amancilla su conciencia. Así que toca la causa de ia conciencia manchada, y luego la misma mancha.

Dice, pues: "pero no en todos. ..; que es casi como decir: lo que sabemos nosotros es que el ídolo es nada en el mundo; pero no en todos, como en los flacos, hay este conocimiento, y en verdad que no lo hay, sino que algunos... ". O pongase de este modo: nosotros sabemos que el ídolo es nada en el mundo; sino que algunos, que creen que el ídolo es algo, esto es, algo divino, aun hoy, es a saber, después de su conversión, del mismo modo que antes, comen del ídolotito, esto es, de los manjares inmolados a los ídolos, y éstos no como manjares sencillamente manjares, sino como ídolotitos, esto es, a honra del ídolo, y con esto su conciencia, siendo flaca, se amancilla, por causa de aquellos, digo, que, teniendo recta ciencia, pero no con caridad, dan ocasión a los flacos a caer en falsedad (Dt 27). Con lo que les da a entender que no el manjar, sino la conciencia se mancha por el pecado, comiendo de lo inmolado, a uso y traza de los malos.

-"Lo cierto es que el comer... ". Esta es la cuarta razón para mostrarles que de las viandas buen cuidado han de tener de no comer delante de ellos; donde enseña, lo primero, que para con Dios no aprovecha tal comida, ni ventaja conocida; segundo, sale de ahí.

Dice, pues: "lo cierto es... "; cual si dijera: a aquéllos vuestro comer es perjuicio y menoscabo, y a vosotros no aprovecha, "pues no hace recomendable a Dios el comer", sino la fe bien derecha en el comer; ya que ni justificado fue Esau con las lentejas, ni con la carne Elias manchado (Rm 14 He 13).

-"Pues ni porque comamos... ". Aquí demuestra su intento, y es tai el racionamiento: no disminuye lo bueno el no comer de esa vianda, ni comer de ella lo aumenta. Luego con Dios no aprovecha tomar o no tal manjar; que esto es lo que aquí dice: "pues ni porque nada comamos, desmereceremos", esto es, menos mérito tendremos, ni tampoco si comemos, por esa razón tendremos mas virtud, porque el manjar no a la mente, al estomago aprovecha; y así porque con la verdad de la vida, de la justicia y doctrina, no tiene nada que ver, despedirlo es menester, por no dar lugar a escandalo.

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1Co 8,9-13)

Lección 2: 1Co 8,9-13

Exhortalos a que su libertad en proceder no sirva de tropiezo a los flacos, asegurandoles que preferiria abstenerse de carnes para siempre que comerlas, sin con eso escandalizara a un hermano.

9. Pero cuidad de que esta libertad que tenéis no sirva de tropiezo a los flacos.
10. Porque si uno de éstos ve a otro de los que están mas instruidos puesto a la mesa en un lugar dedicado a los ídolos, ¿no es claro que el que tiene su conciencia flaca se inclinara a comer también de aquellas viandas sacrificadas que cree impuras?
11. ¿Y es posible que haya de perecer, por el uso indiscreto de tu ciencia, ese hermano enfermo por amor del cual murio Cristo?
12. Así sucede que pecando contra los hermanos, y llagando su conciencia poco firme, venis a pecar contra Cristo.
13. Por lo cual si lo que yo como escandaliza a mi hermano, no comeré en mi vida carne alguna, solo por no escandalizar a mi hermano.

Esta es la segunda parte de este capitulo; porque en la anterior mostro que de suyo es licito comer de las viandas inmoladas a los ídolos, y aquí los amonesta a abstenerse de ellas por no escandalizar a los flacos; donde, lo primero, exhorta a no dar escándalo a los hermanos comiendo de esas viandas; lo segundo, a que adviertan que pueden ofender; lo tercero, indica lo malo que de ahí puede resultar; lo cuarto, proponese como ejemplo de abstinentes de manjar.

Dice, pues: ya veis que, cuanto a nosotros, nada aprovecha ni estorba la comida como tal, pero, con todo, "cuidad que esta vuestra libertad por la que sabéis que es licito comer de aquellos manjares, no escandalice a los flacos" en la fe, que aun no saben, que el ídolo nada es (Lv 19).

-"Porque si uno de éstos ve... ". Aquí muestra como pueden a los flacos ofender, es a saber, con comer de viandas sacrificadas, estando viéndolo ellos; en donde tres circunstancias concurren para el escandalo: la ciencia de los mayores, el comer de los manjares sacrificados en publico, la ocasión o coyuntura.

Dice, pues: "porque si uno. . "; que es como si dijera: y en verdad que puede haber escándalo; "porque si uno de éstos ve a otro de los que están mas instruidos puesto a la mesa en el ídolo, esto es, en presencia del ídolo, ¿no es claro que el que tiene su conciencia flaca, por causa tuya se inclinara, es a saber, por verte hacer lo propio, a comer también de aquellas viandas sacrificadas" a honra del ídolo? cual si dijera: pues de esta manera quien ve a su hermano, que bien sabe lo que hace, puesto a la mesa a comer de las viandas inmoladas, y en un lugar dedicado a honrar a los ídolos, también empieza a comer, no empero con la conciencia con que aquél, esto es, bien instruida, sino que piensa que es dios quien como a dios se honra.

-"y perecera ese hermano enfermo...". 1ndica aquí el mal que de ahí puede resultar, que es el escandalo y la ofensa del prójimo, en que intervienen tres circunstancias: la condición del que peca, de quebradiza pasta; la ocasión del pecado, porque es contra tu conciencia; la enormidad del pecado, en virtud de la muerte de Cristo por aquel hermano.

Dice, pues: y de esta manera "perecera ese hermano, no bien fundado en la fe, esto es, en que tu sabes, y con ocasión de tu ciencia, porque a ti, sabio, te ve que comes de esos manjares, y piensa que si tu comes es para honrar a los ídolos, por cuyo amor murio Cristo", y así pecas gravemente (Rm 14).

-"Así sucede que pecando contra los hermanos, con

pecado de escandalo, y llagando su conciencia poco firme, con la espada del mal (Am 9), venis a pecar en Cristo", cuyos miembros sois. No dice contra Cristo, "in Christum", según la Glosa, porque pecar contra Cristo es negar a Cristo, esto es, pecar en la fe. Pecar en Cristo es pecar en aquellos que son de Cristo, esto es, en las costumbres; como se dice también que el que esta en la ley peca en la ley; pero quien no esta en la lev peca el tal contra la ley.

-"Por lo cual si lo que como... ". Por ultimo aquí se propone como ejemplo de abstinencia; donde saca a cuento lo del escandalo, y de ahí su propósito de guardar abstinencia; y, por si una duda pudiera ofrecerse, la previene saliéndole al paso: "para no escandalizar a mi hermano".

Dice, pues: "por lo cual, es a saber, para no pecar contra Cristo, si lo que yo como escandaliza a mi hermano, no comeré carne alguna, no solamente la inmolada a los ídolos, en toda mi vida". De donde se sigue que, si por no escandalizar a un hermano, hay que abstenerse de lo casi necesario a la vida, ¿cuanto mas de lo superfluo? y esto no porque el manjar como manjar sea malo, sino "por no escandalizar a mi hermano", pues "quien escandalizare a uno de estos pequenitos, mas le valiera le atarán una rueda de molino al cuello " (Mt 18 Rm 14).

Objeciones. 1. Sobre aquello: "la ciencia hincha",

dice la Glosa: la ciencia de suyo es inútil; y, al contrario, de suyo es buena. Luego es útil.

- Respondo: es útil para muchas cosas, e inútil para salvarse.

2. "La caridad edifica"; y, al contrario, así como no es la causa, sino solo la ocasión, la ciencia, de la hinchazon, así lo es la caridad.

R. Niego aquí la semejanza, que al poseedor de la ciencia ésta se da a conocer; mas no así la caridad, de la cual a nadie consta con certeza que la tenga.

3. Acerca de que "el ídolo nada es", dice la Glosa: la naturaleza Dios la formo, mas le dio forma la necedad de los hombres; y, por el contrario: todo ser viene de Dios; luego también toda forma.

R. No habla la Glosa de la forma verdadera, sino de la putativa.

4. 1nstancia sobre lo mismo: la humana forma en el ídolo hecha no fue por el Verbo; y, al contrario: "todo fue hecho por El" (Jn 1).

R. Aunque también esa forma ha sido hecha por El, no empero hecha en el ídolo, quiere decir, hecha para darle culto.

5. Sobre lo mismo: el ídolo nada es, pues no tiene semejanza con cosa alguna del mundo; y, por el contrario, no puede el artifice idearlo o darle forma, si no es tal como él lo vio.

R. Distingo: la semejanza no es total, sino parcial.

6. Asimismo sobre aquello: "que no hay mas que un solo Dios", objeta la Glosa: esto lo dice, no sea que alguno piense que en el ídolo esta Dios; y, por el contrario, aunque Dios no hay sino uno, con todo, esta en todas partes. R. En el ídolo no esta, cual pensaban los Gentiles, por presencia o por unión, sino solo por potencia.

7. Sobre lo mismo: parte de la Trinidad no puede ser uno cualquiera en los tres; y, por el contrario, de cualquier numero es la parte la unidad. R. La Trinidad es numero de personas, no sencillamente numero.

8. Asimismo sobre aquello: "pues aunque hay algunos que se llaman dioses", por participación de la divinidad, dice la Glosa; mas, por el contrario, la Divinidad no es participable.

R. Esta participación no es por esencia, sino por causa.

9. Acerca de lo mismo pregunta la Glosa si los Angeles han de llamarse dioses. R. Aunque participen de la divinidad, no ha de llamarseles dioses, por el peligro que hay de adorarlos como a dioses.

10. También sobre aquello: "con todo, para nosotros no hay mas que un Padre", dice la Glosa: un padre para nosotros es toda la Trinidad, empero no aquel que en ella es la tercera persona; mas, por el contrario, lo mismo y lo diverso dividen el ser. R. Lo admito en el ser creado, pero no en el increado, porque allí hay identidad junto con diversidad: identidad en esencia, diversidad en personas.

11. Asimismo "no se halla en todos ciencia"; y, por el contrario, ciencia todos la tenemos. R. No se entiende en general, sino de los superiores, aventajados, mayores.

12. También sobre aquello: "el manjar, dice la Glosa, ya se coma o no se coma, no es lo que nos hace recomendables a Dios"; y por el contrario. Luego abstenerse de él no tiene mérito alguno.

R. La virtud de la abstinencia, no la virtud del manjar, es la que entra en provecho.

13. Asimismo "si el manjar escandaliza. .."; y, por el contrario. Luego, por no escandalizar, para siempre he de evitar comer pan y beber vino. R. No hay razón, siendo uno y otro contrario, a llevar por un rasero lo superfluo y lo necesario; o el! escandalo a que alude es activo, no pasivo, o a perfección se refiere, no a pura necesidad.

Notemos aquí, sobre aquello: un Dios, que este término Dios tiene multiples acepciones:

a) los falsamente llamados así, los ídolos (Ps 95 Jr 10).

b) los que por adopción verdadera se denominan así, los santos (81).

c) los que por su autoridad en el mundo, los prelados (Ex 22 Jn X).

d) €1 que con toda verdad tiene en exclusividad y por derecho tal titulo, por propiedad de la esencia, y así es Dios la Trinidad (Dt 5).

Asimismo es de advertir que también1 de muchos modos Cristo es unico en su género y en eso no tiene par:

I) Es un Dios, por su naturaleza divina; y así no hay sino uno.

2) Es un Creador, por su infinito poder (Si 1).

3) Es un hombre, por su eminente y singular santidad (Sa!mo 13;Jn 1 Jn 1).

4) Es un Señor, por su gobierno aventajado; y en esto es unico Jesús.

5) Es un maestro, por la infusión del conocimiento (Mt 23).

6) Es un Padre, por proveedor del universo (Mt 22).

7) Es un pastor, porque apacienta en general al pueblo fiel (Jn X).

8) Es una victima, por el precio singular de nuestra redención (He 10).

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1Co 9,1-10)


Capítulo 9

Lección 1: 1Co 9,1-10

Demuestra que, aunque como Apóstol era libre, y con poder y derecho de recibir de los fieles lo que necesitase para su sustento, con todo, nunca lo hizo.
1. ¿No tengo yo libertad? ¿No soy yo Apóstol? ¿No he visto yo a Jesucristo Señor nuestro? ¿No sois vosotros obra mia en el Señor?
2. Aun cuando para los otros no juera Apóstol, a lo menos lo seria para vosotros, siendo como sois el sello de mi apostolado en el Señor.
3. Ved ahí mi respuesta a aquellos que se meten a examinar mi proceder.
4. ¿Acaso no tenemos derecho o ser alimentados?
5. ¿Por ventura no tenemos también facultad de llevar en los viajes alguna mujer hermana en Jesucristo, para que nos asista, como hacen los demás apostoles, y los parientes del Señor, y el mismo Cejas?
6. ¿O solo yo, y Bernabé, no podemos hacer esto?
7. ¿Quién milita jamas a sus expensas? ¿Quién planta una vina, y no come de su fruto? ¿Quién apacienta un rebano, y no se alimenta de la leche del ganado?
8. ¿Y por ventura esto que digo es solamente un raciocinio humano? ¿O no dice la Ley esto mismo?
9. Pues en la Ley de Moisés esta escrto; no pongas bozal al buey que trilla ¿Pero en Dios tanto desvelo en mirar por unos bueyes?
10. ¿Acaso no dice esto principalmente por nosotros? Por nosotros, ciertamente, se han escrito estas cosas, porque la esperanza hace arar al que ara, y el que trilla lo hace con la esperanza de percibir el fruto.

En el capitulo octavo amonesto a precaver la comida de las viandas inmoladas a los ídolos, por no escandalizar a los hermanos de fe poco culta; aquí se propone por ejemplo, ya que por otros se abstiene de cosas que le son licitas, como de recibir dinero, que, aunque demuestra ser licito de muchos modos, eso no obstante, no quiere recibirlo. Prueba, pues, que le es licito tomar para sus gastos lo necesario, por autoridad, por razón, por comparación con ejemplos parecidos. El argumento de autoridad asimismo lo divide en tres partes: en autoridad de la dignidad apostolica, en autoridad de la usanza humana, en autoridad de la Ley divina. Tocante a. lo primero, demuestra en general que es Apóstol, que lo es de ellos de modo especial, que licitamente puede recibir para sus gastos lo necesario. 1nquiere también si tiene esa libertad y si es Apóstol, lo cual demuestra con dos razónes.

Dice, pues: "¿no soy libre... ?"; como si dijera: el argumento que os doy para guardar abstinencia en lo que tenéis licencia, quiero decir, abstenerse de comer de lo inmolado a los ídolos, es porque también yo me abstengo de recibir estipendios, bien que tenga libertad para recibir la paga. ¿Qué, "acaso no soy Apóstol? Lo soy, y de cuerpo entero (Ga 2). El razónamiento es de este tenor: atento a su apostolado, goza un Apóstol cualquiera de la libertad de aceptar por su trabajo la paga. Es así que soy Apóstol (después prueba uno y otro). Luego.

-"¿No vi acaso a Cristo Nuestro Señor?". Aquí prueba por dos capitulos, el de causa y el de efecto, que es Apóstol: el primero, de parte del que le envia, Cristo; el segundo, de parte de a quien es enviado, los Corintios. He aquí su razónamiento: yo vi al Señor, que me mando a predicar. Luego soy Apóstol; que es lo que dice: ¿acaso... ? cual si dijera: ¿qué mas prueba de que soy Apóstol que haber visto a Nuestro Señor?, lo cual dice por los apostoles falsos, que afirmaban que no era Apóstol porque no estuvo, como los otros Apostoles, en el grupo del Señor; mas él le vio ya inmortal, según la Glosa, o de camino a Damasco, o en el templo (Ac 9 Ac 22). Del cual hecho Bernabé echo mano, tomo pie para consigo llevandole presentarle a los Apostoles y contarles del modo que en el camino vio al Señor aparecido (Ac 9 1Co 15).

-"¿No sois vosotros. . .". Este es el segundo razónamiento: si vosotros os convertisteis a la fe fue porque a eso me enviaron. Luego soy Apóstol. "¿No sois por ventura vosotros obra mia en el Señor?", loh, Corintiosi, ¿como el templo lo es del arquitecto? (1Co 3), ¿como el hijo del padre? (1Co 4). Si, por cierto, vosotros sois obra mia, y obra mia en el Señor, esto es, con la ayuda del Señor; o en el Señor, es a saber, para gloria del Señor, como si dijera: tales sois.

-"Aun cuando para los otros no fuera Apóstol... "; prueba, al decir esto, que es Apóstol suyo de manera especial, que es lo primero que aquí propone, y lo demuestra por los efectos, que lo acreditan como Apóstol.

Dice, pues: "aun cuando... ", que es como si dijera: en verdad que sois obra mia, porque, "aun cuando para los otros, es a saber, judíos, cuya ley he dejado sin valor, no fuera, esto es, no parezco serlo, Apóstol, a lo menos lo seria para vosotros, que, si os convertisteis, a mi lo debéis de modo especial (Rm XI), que con toda verdad soy vuestro Apóstol, "siendo como sois el sello de mi apostolado", esto es, la forma y el sello, porque la huella que dejo mi apostolado en vosotros es como la forma que imprime el sello en la cera. En esto -dice la Glosa- se echa de ver que soy Apóstol: en que por mi tenéis lo que también por otros Apostoles (1Co 1X). "Vosotros lo sois, repito, el sello de mi apostolado en el Señor", esto es, en el Señor como autor principal; y en verdad que así es, pues "mi respuesta a los que me preguntan" si soy Apóstol o no es ésta: vosotros, ya que por vosotros demuestro que soy Apóstol.

-"¿Acaso no tenemos derecho a ser alimentados?" Da a entender aquí que le es licito recibir dinero; donde investiga si tiene esta potestad primero en general, y luego en especial cuanto a determinadas personas, y singularmente si él y Bernabé se ven privados de ella.

Dice, pues: ¿acaso. . ?, como si dijera: puesto que soy Apóstol, ¿acaso no tenemos, yo y los mios, derecho a comer y beber de lo nuestro, esto es, de vivir a nuestras expensas? Dice aquí San Agustín que el Señor les permitio, no les mando, a los Apostoles, recibir lo necesario de sus subditos.

-"¿Por ventura no tenemos también facultad de llevar en los viajes alguna mujer hermana" en la fe, para que nos asista? San Ambrosio comenta en la Glosa que seguian a los Apostoles, y los servian y asistian en sus necesidades, mujeres avidas del manjar de la doctrina evangélica, encendidas en el deseo de practicar la virtud, así como habían seguido a Cristo (Lc 8 y 23).

-"como hacen los demás apostoles", según refieren los Hechos, y como los hermanos, esto es, los parientes del Señor, que son los de la llave dorada, Santiago y Juan (Ga 2), y el mismo Cefas, el mayor entre los Apostoles, de donde Cefas se interpreta cabeza.

Advierte San Ambrosio que lo que dice el Apóstol no lo dice en son de reprensión, mas para demostrar que, a ejemplo de los Apostoles, le es licito a él lo mismo; que a este fin -como lo nota San Agustín- quiso el Señor le siguiesen algunas mujeres dedicadas a su servicio, para mostrar con eso lo que hacer debe la gente con los Evangelistas; o asimismo porque no pareciese que a las mujeres se las excluia de la salvación. O "¿acaso yo solo, y Bernabé -que a estos dos se envió juntos a predicar a los gentiles (Ac 13)-; no podemos, según vosotros, hacer esto?", es a saber, llevar con nosotros alguna mujer y recibir lo necesario para alimentarnos; como si dijera: ¡claro que si! Y pues vemos que los otros licitamente lo hacen; luego también nosotros.

-"¿Quién milita jamas a sus expensas?" Prueba que

puede recibir dinero por la autoridad de la costumbre, en los soldados, agricultores y pastores. Comparase el prelado al soldado por la paga, al agricultor por la palabra, al pastor por el ejemplo; y enderézase la comparación a considerar en el primero a los que viven fuera de la 1glesia, en el segundo a los que entrán en ella, en el tercero a los que viven dentro.

Dice, pues: "¿quién milita?; como si dijera: ¡Claro que tenemos facultad de recibir dinero!, y con toda razón; porque ¿quién milita jamas a sus expensas?"; como si quisiese decir: es cosa llana que nadie; ya que a los soldados les pagaba el fisco su sueldo. De ahí lo de San Juan: "contentaos con vuestras pagas" (Lc 3,14). Así que los predicadores y los prelados pueden recibir dinero de los subditos (I Ti. 1).

-"¿Quién planta una vina, y no come de su fruto?"

La vina del Señor es la 1glesia (Is 5), puesto que los Apostoles fueron los que la plantaron: "yo planté, Apolo rego" (1Co 3).

-"¿Quién apacienta un rebano y no se alimenta de la leche del ganado?"; como si dijera: claro que nadie. El rebano del Señor son los fieles de la 1glesia (Ez 34); sus pastores y rabadanes son los prelados y predicadores. De ahí que al primer prelado se le haya dicho: "apacienta mis ovejas" (Jn 21). Los pastores pueden alimentarse con la leche del rebano, porque pueden recibir dinero de los subditos, o podemos, ya que defendemos, plantamos y apacentamos, como lo hacen respectivamente los buenos soldados, los buenos labradores, los buenos pastores. Mas puesto que ahora hay muchos que reciben dinero, y no militan, muchos que comen las uvas que no plantaron, y se alimentan de la leche del ganado que no apacientan (Ez 34), (pudiera ponerse en tela de juicio ese derecho).

A propósito de aquel texto: "¿no he visto yo a Jesucristo Señor nuestro?", hay que advertir que en la Escritura se habla de muchas visiones:

a) de una corporal, transitoria, a la que alude Baruc: "después de tales cosas, El se ha dejado ver sobre la tierra, y ha conversado con los hombres" (3,38).

b) de una espiritual, presente: "vacad, desocupaos de otra cosa, para entregaros enteramente a Mi, y veréis que Yo soy Dios" (Ps 45,1 Ps 1).

c) de otra eterna, futura1a la que se refiere San Juan: quiero que donde Yo estoy estén también ellos", para que vean mi gloria (17; Job 19).

d) de otra también futura, pero momentanea: "entonces verán al Hilo del hombre que viene con gran poder sobre las nubes" (Lc 21).

La primera acontecio en el mundo, la segunda tiene su escenario en el alma, la tercera lo tendra en el cielo, la cuarta en el juicio. La primera sirve de ejemplo y norma de vida; la segunda de aliento para aprovechar; la tercera enciende el deseo de llegar al término de la jornada; la cuarta despierta el odio al pecado-.

La primera por triple via da ejemplo o norma de vida:

1- porque, para refrenar la codicia de riquezas, dejose ver pobre y con vestidos raidos, como lo vieron los pastores (Lc 2 Ps 68).

2- para refrenar la ambición de honores, vil y despreciable se ofrecia a los ojos. "Le hemos visto, y nada hay que atraiga nuestros ojos, ni llame nuestra atención hacia; El" (Is 53,2). Por eso dice por S. Mateo: "aprended de Mi que soy manso y humilde" (XI).

3- para refrenar la concupiscencia sensual de los placeres, fue visto en la Pasión hecho un retablo de dolores (Lm 1).

La segunda visión, también por triple camino, ayuda para aprovechar:

I9) porque mostrando, como el sol los atomos, las culpas y penas a los penitentes, los esfuerza con eso (Da 5).

2°) porque a los que aquí andamos la pica sobre el hombro, nos pone a la vista la recompensa, como el Señor a San Esteban, que veia los cielos abiertos, sustenta nuestra esperanza.

39) porque, así como el tabernero con un poquito de vino convida a beber, así esta visión, con el pregusto de la oración, ensancha de gozo su corazón a los que se entregan a la contemplación. "Gustad y ved qué suave es el Señor" (Ps 33 Gn 32).

La tercera visión eternal enciende el deseo de llegar a la meta:

a) por la verdadera alegria; "veréis y se alegrara vuestro corazón", pues la visión de ia luz es dulce y deleitosa. Así sucedio cuando los discipulos vieron al Señor: que "se llenaron de alegria" (Jn 20).

b) por la multiplicidad o pluralidad de esa alegria. "Entonces veras y se ensanchara tu corazón, y no cabras de gozo" (Is 60,5); porque le veremos tal como E! es, y El sera todo en todas las cosas; pues para la razón sera luz en toda su plenitud, para la voluntad paz en abundancia, para la memoria continuación de la eternidad.

c) por la eternidad en toda su pureza. "Sus servidores !e serviran, y verán su rostro, y reinarán por los siglos de los siglos" (Ap 22,5).

La cuarta visión despierta el odio y el horror al pecado:

1) por sacar a plaza, viéndolo el juez, lo robado (Mi 3).

2) por la venganza severa que se tomara de las malas acciones; ya que al ladron, al ver que ahorcan a su companero, mas miedo le entra de robar; "y si no, id a Silo -que se interpreta arrancada-, lugar de mi morada... y considerad lo que hice con él" (Jr 7 Ap 1).

3) por la recompensa que en publico se dara a los buenos; porque el clérigo, al ver que a otro, por bueno, le dan en premio una prebenda, buen cuidado pone en guardarse de lo malo. "Verán los justos y se alegraran, y toda iniquidad cerrara su boca" (Ps 106).

-"¿Y por ventura esto que digo... ?". Prueba aquí con una tercera autoridad, la de la ley divina, que es licito recibir dinero; donde prueba, lo primero, que así lo dice la ley, y pone sus palabras,, e indica como se han de entender.

Dice, pues: "¿y por ventura... ?"; como si dijera: ya he demostrado que podemos recibir dinero, porque así se acostumbra en el trato humano; mas "¿por ventura esto que digo es solamente un raciocinio humano?, esto es, según lo acostumbrán los hombres, ¿o no dice esto mismo la ley de Moisés promulgada por Dios?; como si dijera: por supuesto que si; ya que en el Deuteronomio esta escrito, y lo trae San Pablo: "no pondras bozal al buey que trilla" (Dt 25 Dt 1 Ti.Dt 5), para que pueda vivir de su trabajo; lo cual quiere decir que a los predicadores no hay que prohibirles vivir del Evangelio; ya que triturar es separar el grano de la paja, que es lo que hace el predicador, arrancando las almas de lo terreno, discerniendo las virtudes de los vicios, apartando de lo vano lo provechoso (Jr XV).

Al decir luego: "¿sera que a Dios le apurán mucho los bueyes?", indica como ha de entenderse dicha autoridad, que, tal como suena, se entiende primero de los bueyes; segundo, no solamente, al pie de la letra, de los bueyes, sino en sentido espiritual de los predicadores; con lo cual insiste, por tercera vez, en demostrar que es licito recibir dinero.

Dice, pues: "¿sera que a Dios... "; como quien dice: esta autoridad se entiende de los bueyes espirituales, esto es, de los predicadores; pues "¿por ventura de los bueyes materiales tanto cuidado tiene Dios que un precepto lo ponga en obligación de mirar por ellos?" "¿Acaso no dice esto principalmente por nosotros?; como si dijera: ciertamente que por nosotros lo dice; "pues por nosotros se han escrito éstas y parecidas cosas" (Rm XV); "por nosotros, repito, yjla razón es porque el predicador, que abre a la fe los corazónes, debe arar con la esperanza de la paga temporal, aunque no por ella; pues lo primero que ha de buscar es el reino de Dios; y el que trilla, esto es, el que con su predicación, enderezada a reformar las costumbres, separa a buenos de malos, como al grano de la paja, debe hacerlo también con la esperanza de percibir el fruto", que es a quien primero le toca, al labriego trabajador (IITt 2 Si 6).


Aquino: I Corintios 29