Aquino - PRIMERA TIMOTEO 10

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1Tm 3,4-11)

LECTIO 2: Ad 1 Timotheum 3,4-11

Prosigue hablando de los mismos en lo que concierne a su familia privada y a la 1glesia que les han encomendado, y dice a los diáconos cómo han de haberse consigo y con sus propias mujeres.

4. Sed suae domui bene praepositum, filios habentem subditos cum omni castitate.5. Si quis autem domui suae praeesse nescit, quomodo Ecclesiae Dei düigentiam habebit?6. Non neophytum, ne in superbiam elatus, in iudicium incidat diaboli.7. Oportet autem et illum testimonium habere bonum ab his qui joris sunt, ut non in opprobrium incidat et in laqueum diaboli.8. Diáconos similiter púdicos, non bilingües, non multo vino deditos, non turpe lucrum sedantes;9. Habentes mysterium fidei in conscientia pura.10. Et hi autem probentur primum, et sic ministrent, nullum crimen habentes.11. Mulleres similiter púdicas, non detrahentes, sobrias, fideles. ..

Arriba mostró el Apóstol cuál debe ser el obispo por lo que mira a sí, aquí por lo que mira a los demás, a la multitud: de la familia doméstica, de la 1glesia (de los feligreses), de los infieles. Da razón de lo primero diciendo: "pues si uno no sabe gobernar su casa, ¿cómo cuidará de la 1glesia de Dios?" Muestra asimismo que es menester en el obispo el debido gobierno de la familia y la buena educación de los hijos: "teniendo los hijos a raya".

Dice pues: es necesario que el obispo sepa gobernar bien su casa, esto es, su familia, para que la rija bien. Y el buen gobierno no consiste no más en la adquisición de las riquezas -ya que éstas, como instrumento, no son el fin de la economía- sino en la recta vida. "Pacíficos en sus casas" (Eccli. 44). De modo especial su principal desvelo y cuidado han de ser ios hijos; por eso hace de ellos especial mención: "teniendo sus hijos a raya"; esto es, que ejerza su autoridad en ellos, no reblandecido de amorosa ternura, que alguna vez extiende a los hijos. Y entre otras cosas que han de tener los hijos de los obispos, habidos antes de haberlo sido, requiérese que sean castos; por eso añade: con toda castidad; porque su mala vida sería un testimonio contra su padre y prelado. "Cual es el juez del pueblo, tales son sus ministros, y cual es el gobernador de la ciudad, tales son sus habitantes" (Eccli. X,2). "Porque los hijos nacidos de uniones ilícitas, al preguntárseles de quién son, vienen a ser testigos que deponen contra el crimen de sus padres" (Sg 4,6). Segunda razón, porque a la casa del obispo concurre el pueblo, por eso es necesario que sean castos. Ahí está, para confirmarlo, el ejemplo de los impuros hijos de Helí que "dormían con las mujeres que venían al templo a velar" (I Samuel 2,22). Por eso fue castigado por el Señor.

-"Pues si alguno... " Da la razón de lo que va diciendo; pues pudiera alguno decir: teniendo como tiene el cuidado de todos, ¿a qué hacer mención de que rija bien la familia? Por eso dice: "pues si uno no sabe gobernar su casa", es decir, la propia familia. "Quien es fiel en lo poco lo será también en lo mucho" (Lc 16,10). Sucede con todo frecuentemente que algunos que no saben arreglárselas en menudencias domésticas bien se las barajan en cosas mayores. Mas lo que dice: no sabe, se refiere a la negligencia; porque el que descuida las cosas pequeñas fácilmente descuida las grandes, aunque alguna vez se maneje bien en las cosas mayores el que no hace caso de menudencias. Muestra por consiguiente cómo ha de portarse con la multitud que concurre a la iglesia, en la cual no ha de ser novicio en la fe, sino antiguo.

-"no neófito", esto es, recién admitido a la fe. "Es necesario pues que de éstos que han estado en nuestra compañía se elija uno" (Ac 1,21). "Júntame 70 varones de los ancianos" (Nb 2,16). "Porque no hacen venerable la vejez los muchos días". Pues acontece alguna vez hallarse en algunos tal sobreabundancia de gracia y en los años mozos tal ancianidad de costumbres, que por dispensa se les concede la promoción, como a San Ambrosio, por inspiración divina. De donde lo que aquí dice se refiere a los que no sólo por edad, mas en perfección, neófitos son. Y la razón de esto es porque "no caiga en la condenación del diablo, hinchado de soberbia". Pues, cuando un recién convertido a la fe sube de categoría y es promovido a un cargo, repútase por mejor que otros e imprescindible, de suerte que a no ser por él no tuviese de dónde proveerse la 1glesia. Y dice: del diablo, porque él fue condenado por el pecado de soberbia.

-"También es necesario que tenga buena reputación entre los extraños". Quiere decir cómo ha de haberse con la muchedumbre de infieles y lo alecciona con estos documentos: lo. que tenga buena fama. "Portaos sabiamente con aquellos que están fuera de la 1glesia" (Col 4,5). "Llevando una vida ajustada entre los gentiles" (1P 2,12). Y esto le es necesario al prelado, porque por su proceder se juzga el de toda la congregación. Pero al contrario 2Co 6: "en medio de infamia y de buena fama". Respondo: la infamia nace algunas veces por culpa del infamado, y ésta es la que aquí prohibe; otras por malicia de los detractores, y entonces conviene tener paciencia, y de ésta habla el Apóstol en el lugar citado. Mas aquí habla del que ha de ser elevado al episcopado, que debe llevar la infamia con que es falsamente infamado, aunque sea bueno, en paciencia.

Señala en 2o. lugar la razón: "para que no caiga en desprecio", donde toca un doble peligro, a saber, para que no se haga despreciable y por esto se disminuya su autoridad, y, por consiguiente, se le quite la audacia de corregir. También para que no caiga en el lazo del diablo, por su impaciencia en sobrellevar las injurias, que lo induzca al odio y desesperación o cosa parecida. Y que el prelado se haga odioso a los laicos sucederá si descuida el ejercicio de la oración y el culto divino.

"Habéis hecho nula la alianza de Leví, y por eso os he hecho despreciables y viles delante de todos los pueblos" (Malq. 2,8).

-"De la misma suerte los diáconos" que en griego suenan lo mismo que ministros. Pues en la primitiva 1glesia sólo había 3 órdenes, como dice Dionisio, a saber, de los obispos, presbíteros y ministros; y no se dividían en diversos grados, sino que todos estaban en un orden por la escasez de ministros y por ser nueva la 1glesia. Muestra pues cuáles deben ser cuanto a su persona y cuanto a los otros. Muestra también cómo hay que examinarlos: "por tanto, sean éstos antes probados". Cuanto a su propio cuerpo señala lo que se refiere a las cualidades de todo él y a la refrenación de la lengua.

Dice pues: digo que los obispos deben ser castos, lo mismo losdiáconos, porque lo contrario a la castidad hace a uno inepto para las cosas espirituales; porque el ánimo, que los tales debieran tener elevado a esas cosas, lo hace negado redondamente para ellas. "Purificaos vosotros los que traéis los vasos del Señor" (Is 52,2). "Tened ceñidos vuestros lomos" (Lc 12). Muestra luego cómo han de portarse con la boca, puesta al servicio de la locución y el gusto:

-"no dobles en sus palabras". "La lengua de un tercero ha alborotado a muchos y los ha dispersado de un pueblo a otro" (Eccli. 28,15). El bilingüe es el que tiene 2 lenguas. No serán tales los diáconos ministros de la paz.

-"no bebedores de mucho vino". "¿Para quién son los ayes?" "¿Para qué padre son las desdichas? ¿Contra quién serán las riñas? ¿Para quién los precipicios? ¿Para quién las heridas sin motivo alguno? ¿Quién irae los ojos encendidos? ¿No son éstos los dados al vino y los que hallan sus delicias en apurar copas?" (Pr 23,29-30). "¡Ay de vosotros que sois briosos para beber vino y hombres fuertes para embriagaros con diversos licoresi" (Is 5,22).

-"no aplicados a torpe ganancia". Muestra cómo deben haberse con las cosas exteriores; pues no sólo se apartan de la justicia algunas veces por codicia de ganancia, sino también de la verdad, diciendo lo que no conviene. Por eso se les prohibe el lucro temporal, por el cual se entiende toda torpe ganancia.

-"Que traten el misterio de la fe". Esto se refiere a la afección, y los instruye cuanto a la fe, quiere decir, no sólo la simple fe, sino la inteligencia de lo que oculta la fe; que eso suena misterio: oculto; porque los ministros han de saber no solamente las cosas de fe que también el pueblo entiende, mas igualmente las misterios, pues deben instruir a otros. "Prontos siempre a dar satisfacción a cualquiera que os pida razón de la fe y esperanza en que vivís" (1P 3,15). Asimismo demanda una conciencia pura, que la impura hace errar en la fe; "pues el fin de los mandamientos es la caridad, que nace de un corazón puro, de una buena conciencia y de fe no fingida" (I Timoteo 1,5).

-"Y por tanto sean antes probados", es decir, cómo hay que examinarlos; pues pudiera decir alguno: para mí que todos son buenos, porque esto debe estar en tu haber. Mas cuanto a su promoción hay que examinarlos a todos, y de hecho se les examina.

-"Y así entren en el ministerio, no siendo tachados de ningún delito", esto es, pecado mortal, no venial, porque, como dice 1 Juan 1: "si dijéremos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos". Ni dice los que tuvieron, sino los que tienen, es decir, los que son notables y llevan a cuestas el crimen de infamia. De otra suerte esto sería derogar a las llaves de la 1glesia.

-"Las mujeres (diaconisas) igualmente", que tenían en la primitiva 1glesia. Dice cómo han de portarse con ellas los diáconos y de qué cualidades o virtudes deben estar adornadas, a saber, de castidad, modestia, sobriedad y fidelidad. Dice pues: lo mismo que dije de los diáconos, digo de sus mujeres, que sean castas, porque así conviene. "Gracia sobre gracia la mujer santa y vergonzosa" (Eccli. 26,19). También modestas en su modo de hablar, "no chismosas". "El detractor oculto es semejante a la serpiente que pica sin hacer ruido" (Eccles X,2). Asimismo sobrias, que es el máximo ornato en las mujeres, como dijo arriba (II,9). Otros fieles en todo, o a Dios cuanto a la verdadera fe, o a sus maridos. Mas ¿qué culpa tiene el diácono si su mujer sale mala? Respondo: la causa de la repulsa del ministerio no sólo es la culpa sino el impedimento que tenga alguno. Por tanto, si sus mujeres pudiesen ser malas sin culpa de ellos, el impedimento estaría en pie, lo.: porque al ser malas necesitan de mayor cuidado y con eso menos se aplicarían sus maridos a los ministerios eclesiásticos. 2o.: porque las malas mafias las heredan de sus mujeres. Otro peligro, porque sus casas las frecuentan muchos. Dijeron los herejes Catafrigas que, desde que entre los diáconos se trata de mujeres, pueden éstas ordenarse de diaconisas. Pero es de saber que en Derecho se les da este nombre no porque tengan ese orden, sino por algún ministerio de la 1glesia, así como en griego se llama diácono cualquier ministro.

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(
1Tm 3,12-16)

LECTIO 3: Ad 1 Timotheum 3,12-16

Dice que le escribió estas cosas para que, si dilatase en venir a él, sepa cómo deba portarse en la 1glesia.

12. Diaconi sint unius uxoris viri, qui filiis suis bene praesint et suis domibus.13. Qui enim bene ministraverint gradum bonum sibi acquirent et multam fiduciam in fide quae est in Christo lesu.14. Haec tibi scribo, fili Timothee, sperans me venire ad te cito.15. Si autem tardavero, ut scias quomodo oporteat te in domo Dei conversan, quae est Ecclesia Dei viví, columna et firmamentum veritatis.16. Et manifesté magnum est pietatis sacramentum, quod manifestatum est in carne, iustificatum est in spiritu, apparuit angelis, praedicatum est gentibus, creditum est in mundo, assumptum est in gloria.

Arriba mostró el Apóstol qué tales deban ser los diáconos y sus mujeres, aquí cómo se han de portar con ellas, con sus hijos y su familia. Alecciónalo y explícale la razón: "pues los que ejercitaren bien su ministerio".

Dice pues: dije que las mujeres de los diáconos sean castas. Si por ellos sus mujeres tienen que guardar castidad, tanto con mayor razón ellos y en tal grado que estén inmunes de todo contacto de mujeres. Mas ya que según esto pocos fueran los ministros, concédeles que a lo menos sean maridos de una sola mujer, porque haber tenido muchas es señal de incontinencia y va contra la significación del Sacramento. Por eso el Señor instituyó el matrimonio de uno con una. De donde se bendice la primera mujer, no la segunda. Le avisa en seguida cómo ha de portarse con los hijos:

-"que gobiernen bien sus hijos", a saber dándoles una buena educación en la disciplina y buena vida. "¿Tienes hijos? adoctrínalos" (Eccli. 7,25). Consiguientemente los exhorta a gobernar bien toda su casa, esto es, la familia, y con mansedumbre. "No seas en tu casa como un león, aterrando a tus domésticos y oprimiendo a tus subditos" (Eccli. 4,35). Y da la razón: "pues los que ejercieren bien su ministerio"... Como si dijera: lo que exiges de los obispos es cosa razonable, pues son prelados; mas ¿por qué del diácono, que es ministro? Responde: "pues los que... ", y muestra que el buen uso de este ministerio es vía para una mayor dignidad y vía para la vida eterna.

Cuanto a lo primero dice: "pues los que bien administrasen ejercitando el oficio de diácono, "se granjearán un ascenso honorífico", esto es, merecen la promoción a un grado superior. "Porque fuiste fiel en lo poco, te constituiré sobre ¡o mucho" (Mateo 25,21).

Y dice bueno, porque "quien desea obispado desea un buen ministerio". Con todo no está en esto su fin, mas con esto reciben de Dios su recompensa. "Quiero que donde estoy Yo ahí esté también mi servidor". (Jn 12). Por eso dice: "y mucha confianza", a saber, del auxilio de la gracia de presente, y de gloria en lo futuro.

Y esto "en la fe", es a saber, por la fe de Cristo, "tal confianza tenemos" (I!Co 3,12). "Viviré lleno de confianza y no temeré" (Is 12,2).

-"Esto te escribo". Da la razón de todas las antedichas moniciones y excluye: lo. la causa conjetural; 2o. establece la verdadera: "y si tardare"; indica la razón: "que es la 1glesia". Acerca de lo primero es de saber que pudiese Timoteo creer que desde que escribió Pablo, ya no lo vería más; de otra manera parecería inútil avisarle por carta. Por eso dice: "esto te escribo, hijo".

Y le llama hijo, porque le era queridísimo. "Por eso os envié a Timoteo, que es mi hijo queridísimo". Y dice: "con la esperanza", como si no estuviese cierto. Escribo, pues, aunque tengo esperanza, porque la esperanza puede alargarse mucho. Por eso dice: " y si tardare", "para que sepas cómo debes portarte en la casa de Dios".

-"que es la 1glesia". Señala la razón por qué así tenga uno que portarse en ella, y la otra doble razón de esta causa, recomendando a la misma 1glesia y su unidad: "y a todas luces". Y recomienda la 1glesia de parte de Aquel cuya es la iglesia, y de parte de la verdad de la misma 1glesia: columna. De parte de Aquel cuya es la 1glesia, porque es de Dios vivo. Dícese 1glesia como si dijéramos adunación, porque en la 1glesia está la adunación de los fieles, "a quienes llamó" (Rm 8); y se júntan para alabar a Dios, "para que ellos también en nosotros sean uno" (Jn 17). Por eso dice: que es de Dios; y añade: vivo, para distinguirlo de los otros dioses, a cuya honra se congregan las gentes; porque éstos son dioses muertos, pero el Dios de la 1glesia es vivo. Así como el Padre tiene la vida en sí mismo" (Jn 5,26). Sea pues nuestro trato y conversación en ella de tal suerte que espiritualmente vivamos. "A tu casa, Señor, le cuadra la santidad" (Ps 92,5).

La segunda razón para recomendar la 1glesia se toma de la verdad de la misma 1glesia; pues siendo perfección del entendimiento, natural le es al hombre el deseo de conocer la verdad. De donde dice San Agustín que el fin del hombre es la felicidad, que no es otra cosa que la fruición de la verdad. Esto llegaron a conocerlo los filósofos por medio de las criaturas, aunque su conocimiento no era firme, por no tener certidumbre de la verdad, ya porque los errrores los habían corrompido, ya porque apenas se halla entre ellos quien concuerde con la verdad. Pero en la 1glesia hay un firme conocimiento y verdad. De donde dice: columna. "Mi trono en una columna de nubes" (Eccli. 24,7). "columnas de oro" (Eccli. 26,23). Dícese de oro porque en sí es santa; "y apoyo", a saber, cuanto a los otros, pues no pueden afianzarse en la verdad sino por los sacramentos de la 1glesia. "Tú una vez convertido confirma a tus hermanos" (Lc 22). "Yo afiancé sus columnas" (Ps 74,4). Debemos pues estar en la 1glesia, porque ella hace en Dios la unidad y da el conocimiento de la verdad.

-"y a todas luces". Recomienda la verdad de la 1glesia, y primero a Cristo, que apareció para la manifestación de ella. Trata también de su exaltación y recomienda a Cristo cuanto a su doble naturaleza, divina y humana. Dice pues: "y a todas luces", porque sacramento es lo mismo que sagrado secreto, y nada tan secreto como lo que llevamos en el corazón. Mucho pues más secreto y sagrado lo que Dios lleva en el suyo. "Así es que las cosas de Dios nadie las ha conocido sino el espíritu de Dios" (1Co 2,2). "Mi secreto para mí" (Is 24). "Tú eres un Dios escondido" (Is 45). Y esto es el Verbo de Dios en el corazón del Padre. "Rebosa mi corazón una bella palabra" (Ps 44,2); puesto que este secreto es un sacramento de piedad, pero el secreto del hombre alguna vez es vano. "Eí Señor conoce los pensamientos de los hombres que son vanos" (Ps 93,1 1). Así pues, en cuanto es restaurativo del mundo, es sacramento de piedad.

Asimismo grande, porque es el verdadero Dios, cuya grandeza no tiene fin. Y este secreto, que estaba escondido en el corazón del Padre, se hizo hombre. Por eso lo describe. También la naturaleza humana, cuanto a la carne y cuanto al alma. "Que se ha manifestado en carne". Así como la palabra que está escondida en el corazón se manifiesta por la palabra sensible, del mismo modo en el corazón de Dios estaba escondido el Verbo de Dios, mas se ha manifestado en la carne. "Y el Verbo se hizo carne". Cuanto al alma dice: "ha sido justificado por el Espíritu Santo", y esto se explica de 2 maneras. Una, porque no se crea que la carne primero fue concebida, lo niega diciendo que en el Espíritu, esto es, fue concebido por obra del Espíritu Santo. Porque lo que ha nacido de Ella es por obra del Espíritu Santo" (Mateo 1); y "lo que nacerá de Ti se llamará Hijo de Dios"; y esto porque "el Espíritu Santo descenderá sobre Ti". O, según otra explicación, en el Espíritu Santo humano, según San Juan 19: "entregó su espíritu". Y así se manifestó en la carne conjúntamente con el espíritu; y digo espíritu justificado, a saber, porque es justo y sin mácula.

-"Ha sido visto de los ángeles". Muestra su manifestación hecha primero a ellos, luego a los hombres: "predicado a los gentiles". Habla pues de ese sacramento que se dejó ver de los ángeles, pero excede su conocimiento. Y dícese aparecerse ¡o que puede ser visto y no visto, a voluntad del que se aparece, pero no del vidente. Así que no se dice: se me aparece la piedra, sino veo la piedra. Si pues el ángel tuviese en su naturaleza o potestad la capacidad de ver al Verbo, no se dijera que el Verbo se le aparece, sino que él era visto cuando el ángel quisiese. Por eso dice el Apóstol que apareció a los ángeles, porque no lo vieron en su naturaleza. Y es verdad que desde el principio apareció a los ángeles cuando por su conversión a Sí (por la prueba) los edificó; mas cuando se encarnó muchos misterios llegaron a su noticia, que antes no habían conocido. Por eso dice Beda que en la Navidad apareció a los ángeles una claridad que no había sido antes vista de los hombres en la verdad. Y esto de dos maneras: lo. cuanto al ministerio de los apóstoles; 2a. cuanto al conocimiento de los pueblos a quienes se manifestaba; ya que antiguamente a sólo los judíos se manifestaba, pero ahora también a los Gentiles. Por eso dice: "ha sido predicado a los Gentiles". "Id pues y enseñad a todas las gentes" (Mateo 28). "Anunciad entre las gentes tu gloria" (Ps 95). Y esto eficazmente, porque "se creyó en el mundo". Esto pedía el Señor, y esto es lo más admirable: la conversión de todo el mundo por hombres sencillos, pobres e impotentes. "No hay entre vosotros muchos sabios" (1Co 1), "para que no se gloríe ningún hombre". Manifiesta también que sola la verdad de Dios hace esto, porque "fue elevado a la gloria", a saber, Cristo, porque, después de haberse manifestado, fue elevado a los cielos. "Así el Señor Jesús, después de haberles hablado, fue elevado al cielo". (Marcos 16,19) "y toda lengua confiese que el Señor Jesucristo está en la gloria de Dios Padre" (Ph 2,11).


CAPUT 4

12
(
1Tm 4,1-5)

LECTIO 1: Ad 1 Timotheum 4,1-5

Predícese la apostasía de la fe y el error de los que hipócritamente prohiben casarse y abstenerse de manjares como malo de por sí.

1. Spiritus autern manifesté dicit quia in novissimis temporibus discedent quídam a jide, attendentes spiritibus erroris et doctrinis daemoniorum.2. 1n hypocrisi loquentium mendacium, et cauteriatam habentium suam conscientiam.3. Prohibentium nubere, et abstinere a cibis quos Deus creavit ad percipiendum cum gratiarum actione fidelibus, et his qui cognoverunt veritatem.4. Quia omnis creatura Dei bona est, et nihil reiiciendum quod cum gratiarum actione percipitur.5. Sanctificatur enim per verbum Dei et orationem.

Arriba instruyó a Timoteo en lo tocante a la ordenación eclesiástica en las cosas espirituales; cuanto a la enseñanza de la fe, culto de Dios y disposición de los ministerios; aquí lo instruye en lo tocante a esa misma ordenación cuanto a las cosas exteriores: alimentos, estados de los hombres y riquezas. Acerca del uso y dispensa de los manjares, excluye la supersticiosa abstinencia y prefiere la piedad a una abstinencia lícita. Asimismo prenuncia la falsa doctrina de una abstinencia ilícita y lo instruye para que esto se lo proponga a los hermanos. También manifiesta el error y lo excluye. Otrosí prenuncia el error futuro de parte de los engañados y de los engañadores "llenos de hipocresía". Pone por último al anunciante (el Espíritu Santo); luego Ja falta de fe: "que en ios venideros tiempos han de apostatar algunos de la fe"; y la causa de esa falta: "por dar oídos a espíritus falaces y a doctrinas diabólicas, enseñadas por impostores llenos de hipocresía".

Dice pues: grande es el misterio de la piedad, o amor divino, que ha sido justificado por el Espíritu Santo, mas por encima de este misterio predice el Espíritu Santo algo futuro; porque a El pertenece revelar los misterios. "Os anunciará las cosas venideras" (Jn 16,13). Así pues el Espíritu prenuncia las cosas futuras que estaban primero secretas en el corazón del Padre. Pero antes hablaba por comparaciones o semejanzas. "Si hubiere entre vosotros algún profeta del Señor, Yo me apareceré a él en visión o le hablaré entre sueños" (Nb 12,6). "Yo soy el que te hab!é por los profetas, haciéndoles ver muchas cosas venideras, y por medio de los profetas me descubrí a vosotros" (Oseas 12,10). Mas en el Nuevo Testamento "el Espíritu Santo claramente habla"; "abiertamente os manifestaré, anunciaré las cosas del Padre" (Jn 16,25). Y prenuncia el desfallecimiento futuro de la fe. De donde dice: "en los postreros tiempos". Dícese tiempo postrero o novísimo la última edad, porque a nosotros nos han tocado las postrimerías de los siglos; y en estas postrimerías hay un término tanto más al cabo del tiempo cuanto más vecino al último día. Y así como en la 1glesia primitiva, por la vecindad a Cristo y los sacramentos recientemente instituidos, hubo una fe hervorosísima; así en los postreros tiempos, en comparación al tiempo de los apóstoles, "apostatarán algunos de la fe", porque se darán al vicio de la carne, pero al fin habrá mayor abundancia de errores. "júntaos todos aquí a fin de que os anuncie las cosas que han de suceder en los postreros días" (Gen. 49,1). La causa de esta deserción es doble. Una de parte del diablo engañador. "Mas temo que así como la serpiente engañó a Eva con su astucia". (Cor. 1 1). Por eso dice: "dando oídos a espíritus falaces", a saber, a los demonios, cuyo oficio es inducir al error. "Es mentiroso y padre de la mentira" (Jn 8). Saldré y seré un espíritu mentiroso en la boca de todos sus profetas" (I Reyes 22,22). Y dice espíritus porque el demonio mayor tiene muchos a su servicio. Mas ¿cómo les darán oídos? ¿Por ventura los verán? No, sino hablarán en ellos. Por eso añade la segunda causa, esto es, la falsa doctrina. Y según la Glosa llama aquí falsos doctores, y no sin razón, a los demonios. Porque así como a veces los hombres buenos se llaman ángeles, así éstos por su consumada malicia se llaman demonios. "¿Por ventura no os elegí 12 y uno de vosotros es un demonio?" (Jn 6). De parte de los engañadores también es doble la causa: su falsedad y la perversidad de su conciencia. Cuanto a lo primero dice: "de los demonios", esto es, de hombres poseídos por el demonio, y de éstos digo "que hablan mentira". "¿Y hasta cuándo ha de durar esta imaginación en el corazón de los profetas que vaticinan la falsedad y anuncian las ilusiones de su corazón?" (Jr 23,26). Y advertid que nadie pudiera engañar a ninguno por una simple mentira sin velo de apariencia. Lo mismo éstos a nadie pudiesen engañar si no arropasen su mentira con un velo o de buena intención, o de simulación o falsa autoridad. "Nadie os engañe". "Mostrando, sí, apariencia de piedad" (l¡Tm 3,5), esto es, una fingida piedad. Y de los demonios, digo "que tienen la conciencia cauterizada". El cauterio es una corrupción que hace el fuego en la carne, de donde mana continuamente la podredumbre. Lo mismo con el fuego de una perversa voluntad, de ira, de odio, de concupiscencia, se llaga la conciencia y brota la falsa doctrina de los demonios. "Tienen contaminada su alma y su conciencia" (Tt 1,15).

Señala luego qué falsa doctrina sea ésta y alude a la herejía de los Maniqueos, que condenan el matrimonio, contra lo que dice San Mateo 19: "no separe el hombre lo que Dios ha unido"; "la mujer si se casa no peca" (1Co 7). Prohiben asimismo los Maniqueos el uso de los manjares, esto es, mandan abstenerse de ellos. Mas puede uno lícitamente guardar la abstinencia con la intención de domar la carne, como Timoteo se abstenía de tomar vino, o por el escándalo, como dice el Apóstol: "si lo que yo como escandaliza a mi hermano, no comeré en mi vida carne alguna" (1Co 8,13).

También ilícitamente: de un modo por el precepto de la Ley, como si dichos preceptos hubiesen de observarse todavía, contra lo que dice en Gálatas 2. De otro, según la herejía Maniquea, no porque esté prohibido por la ley (que condenan), mas porque dicen que en las carnes, huevos, vino y cosas parecidas, esto es en alguna partecilla de ellas se mixtura la divina naturaleza, cosa imposible de pensarse en Dios. Mas no parece decir esto de los manjares legales -porque se refiere a los últimos días- sino de los prohibidos por los Maniqueos. Y a éstos los llama demonios porque encumbran al diablo en un pedestal más honroso que todos los herejes, equiparándolo con el Dios bueno como principio del mundo visible. Esta errónea doctrina la reprueba el Apóstol por la intención de Dios al crear los alimentos y por la condición de la creatura.

Dice pues que prescriben la abstinencia, y esto contra la intención de Dios que "los creó para tomarlos". "Ved que os he dado todas las hierbas... para que os sirvan de alimento" (Gen. 1,29). Mas dirás: ¿por ventura las plantas por los animales, y los animales por los hombres? Respondo que sí, aun según el Filósofo, porque lo imperfecto se ordena a lo más perfecto. Y así como en la generación hay múltiple perfección: primero la de las plantas, luego la de los animales, por último la humana, lo mismo en el uso de las cosas; y, por consiguiente, para tomarlas, mas "con hacimiento de gracías saber, por habéroslo dado. Y añade: los fieles, porque los que los toman con hacimiento de gracias son fieles; pues nadie puede dar gracias a Dios por lo que es ilícito. Necio sería quien diese a Dios gracias de haber fornicado, no siendo Dios obrador de maldades. Luego el que da gracias las da porque el uso de los manjares es lícito. Y esto ciertamente lo conoce por la sola fe, y por esta razón dice: fieles.

-"y los que han conocido la verdad". Reprueba el error por la condición de la criatura, demostrando que es buena de su cosecha y de parte de su uso. Dice pues: "toda criatura es buena", a saber, en su naturaleza. "Vio Dios todas las cosas que había hecho y eran en gran manera buenas" (Gen. 1,31). También porque del buen hacedor no hay cosa que no sea buena. Mas porque hay muchas cosas, buenas en sí, pero cuyo uso no es bueno, demuestra que toda criatura es buena, cuanto a su naturaleza y cuanto a su uso, "puesto que se santifica". Dice pues:

-"nada se debe desechar", a saber, por deuda con la divina ley, a no ser por otra causa: como comer veneno, en cuanto manjar no es pecado, pero en cuanto mortífero no hay que tomarlo. Lo mismo los otros alimentos, en cuanto tales no hay que desecharlos, sino en cuanto son incitamento de la lascivia. Luego según la discreción de la razón y la ordenación de la caridad no hay que rechazarlos. "No io que entra por la boca es lo que mancha al hombre" (Mateo 15,2).

¿Por qué pues en la ley antigua estaban vedados algunos manjares? San Agustín en su libro contra Fausto da la razón: porque en aquel estado estaba prefigurado Jesucristo, no sólo por las palabras, mas también por las acciones. Por eso en los manjares, vestidos y sacrificios hubo figuras del futuro estado. No están pues vedados como tales, mas por ser figuras de cosas inmundas, por ejemplo el puerco señal es de vida inmunda. Por eso la prohibición de su carne señal es de que en la ley de Cristo prohibida está toda inmundicia. Y es ejemplo de San Agustín. Este nombre fatuo puede considerarse o como voz compuesta de letras, y así es buena, o como señal y con significación de tal cosa, y así es mala y está prohibida. Así pues todo uso de criatura por razón de sí es buenc < la razón es, porque si fuese malo, esto no pudiera ser sino porque el diablo, después del pecado del hombre, adquirió poder sobre ellas; porque, desde que el hombre pecó, adquirió poder sobre el hombre y sobre sus cosas; mas por Cristo le fue quitado este poder, y esto se llama santificación. De donde todo lo que bendecimos es exorcizado primero, y allí está la oración que arroja al diablo. Por eso dice: "puesto que se santifica por la palabra de Dios", esto es, por Cristo, que los santifica a todos (Jn 17) y por la oración de los fieles. "Mucho vale la oración perseverante del justo" (Sant. 5,16).

13
(
1Tm 4,6-10)

LECTIO 2: Ad 1 Timotheum 4,6-10

Propónesele a Timoteo seguir en todo la piedad y le encarga que por oficio dé a conocer lo sobredicho.

6. Haec proponens fratribus, bonus eris minister Christi 1esu, enutritus verbis fidei et bonae doctrinae, quam assecutus es.7. 1neptas autem et añiles fábulas devita. Exerce autem teipsum ad pietatem.8. Nam corporalis exercitatio ad modicum utilis est, pietas autem ad omnia utilis est, promissionem habens vitae quae nunc est et futurae.9. Fidelis sermo et omni acceptione dignus.10. 1n hoc enim laboramus et maledicimur quia speramus in Deum vivum qui est salvator omnium hominum, máxime autem fidelium.

Reprobó arriba la supersticiosa abstinencia de los manjares, aquí manda a Timoteo que proponga a los fieles la doctrina antedicha, mostrándole qué debe proponer y qué debe evitar: las fábulas ridiculas. Debe proponer lo anterior por el oficio que le han cometido y por su educación. Dice pues: proponiendo lo que dije arriba, a saber, que toda criatura de Dios es buena y nada se debe desechar de lo que se toma con nacimiento de gracias, "serás buen ministro de Jesucristo, como educado en las verdades de la fe, y de la buena doctrina, que has aprendido"; pues Timoteo estaba constituido en el oficio ministerial de Cristo, porque todos los que tienen por oficio predicar, regir y gobernar son constituidos ministros de Cristo. "A nosotros pues nos ha de considerar el hombre como unos ministros de Cristo" (1Co 4,1). Y es buen ministro aquel que sigue la intención de su señor. Así lo enseñó Cristo: "no lo que entra por la boca mancha". Por eso este oficio requiere enseñar eso, y también la misma educación lo requiere. "La senda por la cual comenzó el ¡oven a anclar desde el principio, esa misma seguirá también cuando viejo" (Pr 22,6). Por eso es disonante que se aparten de la verdad de la doctrina algunos que han sido alimentados por ella. De donde el que se aparta de la doctrina, con la que instruye la 1glesia a sus pequeñitos, no es buen ministro de Cristo. Por eso dice: "educado en las verdades de la fe". Porque la palabra de Dios es un alimento espiritual con que se sustenta el alma, como el cuerpo con la comida. "No de solo pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mateo 4). Esta palabra de fe instruye lo. sobre el dogma, y así dice: "educado en las verdades de la fe"; 2o. sobre los mandamientos, y así añade: "y de la buena doctrina". O digamos, las verdades de la fe, que tiene también la gente sencilla, y la buena doctrina, que tienen los maestros espirituales.

-"Cuanto a las fábulas ridiculas, y cuentos de viejas, dales de mano". Muestra que hay que evitarlas por eso, porque son fábulas ridiculas, sin seso, sin sentido. Pues la fábula, según el Filósofo, es un compuesto o agregado de maravillas, inventado al principio con la intención de inducir a los hombres a adquirir las virtudes y evitar los vicios; y la gente sencilla se mueve más con las representaciones que con las razones. De donde en un retablo de maravillas bien representado se deleita uno, porque en la comparación halla gusto la razón. Y como la representación de hazañas es deleitable, así la que se hace con palabras -y en esto consiste la fábula, a saber, en un dicho representativo que representando mueve a hacer algo; pues ios antiguos tenían algunas fábulas acomodadas a cosas verdaderas que ocultaban la verdad en las fábulas. Dos pues son los elementos de la fábula, a saber, que contenga el verdadero sentido y represente algo útil; asimismo que diga bien con esa verdad. Si pues se propone una fábula que no pueda representar una verdad, es vana; y la que no la representa propiamente es ridicula, como las del Talmud.

-"y dedícate al ejercicio de la virtud". Excluyendo la abstinencia supersticiosa, compara aquí la virtuosa con otras virtudes; porque es de saber que Timoteo era un hombre muy dado a la abstinencia. Por eso le dice abajo que use de un poco de vino, y quizá para que ande solícito de lo que toca a la misericordia, porque los que no son indulgentes consigo frecuentemente ni con los otros lo son. Por eso lo induce a anteponer a la abstinencia la piedad, "pues los ejercicios corporales sirven para pocas cosas"; y confirma cierto dicho: "como que trae consigo Sa promesa11; da forma de enseñar la piedad: "ordena esto".

Dice pues: "date al ejercicio de la piedad". La piedad es la virtud por la cual con la patria y los padres ejercitamos el oficio de la benevolencia, como la religión, por la cual damos a Dios el culto debido. Pues la piedad dice cierta inclinación por afecto a su principio; y principio de la generación es el padre y la patria. Por eso es necesario que el hombre para con ellos sea benévolo. Y Padre de todos es Dios. "Pues si Yo soy vuestro Padre, ¿dónde esiá ia honra que me corresponde?" (Mal. 1,6). Por eso el nombre de piedad derivóse al culto de Dios, como dice San Agustín. De donde eussbeia es lo mismo que piedad. "Mira, la verdadera sabiduría consiste en la piedad" (Jb 28,28).

Cuanto a la piedad terrena pertenece a la piedad que el hombre sea benévolo con sus compatriotas; mas cuanto a la piedad cristiana es menester que el hombre lo sea con todos, porque todos somos de la misma patria. Por eso la piedad se toma por la misericordia. Así pues cuando dice: "date al ejercicio de ia piedad", puede entenderse según que se refiera al culto de Dios o a practicar las obras.de misericordia. La Glosa dice: a la piedad, esto es, al culto de Dios todopoderoso y a las obras de misericordia. Y dice: ejercítate, no haz, porque ejercicio dice presteza; y esto precisamente porque el que se ejercita lo hace con más ligereza, deleite y estabilidad. "Cultiva con esmero tu campo" (Pr 24,27).

-"Pues los ejercicios corporales sirven para pocas cosas". Al decir esto, los prefiere a la abstinencia, y muestra para qué sirven y para qué la piedad. La ejercitación corporal del ayuno y de otras asperezas no es buena por su naturaleza, sino penosa, y, si el hombre no hubiese pecado, nada de esto hubiese habido; pero son bienes medicinales. Porque así como el ruibarbo es bueno en cuanto exonera de la cólera, así también estos ejercicios corporales en cuanto tienen a raya las concupiscencias. Luego para este intento son de poca utilidad. "Castigo mi cuerpo y lo esclavizo" (1Co 9,27). "Haced pues morir los miembros del hombre terreno" (Col 3,5). Por eso si el hombre hubiese vivido en un estado en que el pecado no hubiese sido posible, no eran menester ayunos y cosas parecidas. De donde San Crisóstomo dice: Juan, puro hombre, necesitaba de la medicina del ayuno; Cristo era Dios y no puro hombre, por tanto no necesitaba de eso. Luego es de poca utilidad, porque sólo se aplica a remediar la enfermedad del pecado carnal, no del espiritual; ya que alguna vez por la abstinencia da de ojos el hombre en la ira, la vanagloria, la soberbia.

-"Al paso que la piedad... " Da a entender que es preferible a la abstinencia la piedad, y aquí se toma en los dos sentidos, a saber, por el culto de Dios y la misericordia y "sirve para todo", porque es para borrar todos los pecados. "El agua apaga el fuego ardiente y ia limosna expía los pecados" (Eccli,3,33). También para fomentar lo bueno. "La limosna del hombre la guarda Dios como un sello" (Eccli. 17,18). Granjéase asimismo una especial misericordia de Dios. "Bienaventurados ios misericordiosos porque alcanzarán misericordia". Para hacer notar esto hace el Señor especial mención de las obras de misericordia. Y lo prueba añadiendo: "que trae consigo la promesa". Pues en los preceptos del decálogo sólo uno se halla que pertenezca a la piedad, a saber, honrar al padre y a la madre, y en ése están contenidos todos los preceptos que miren a prestar algún beneficio al prójimo, y en este sentido es el único precepto con promesa de larga vida (Éxodo 20). Y el Apóstol interpreta aquí la longevidad entendiéndola "de la vida presente y de la futura".

Pero entonces ¿por qué hay personas piadosas que no llegan a longevas? Respondo que, como dice el Filósofo, estos bienes temporales en tanto son bienes en cuanto para la felicidad son útiles. De donde si por la abundancia de lo temporal uno se viese impedido del bien de la virtud y de la felicidad, eso no le serviría para su buena fortuna, mas para la mala. Y la vida larga es una de las cosas temporales que en tanto es buena en cuanto ayuda a la virtud. Algunas veces es ocasión de pecado, y por eso también algunas veces Dios se la quita al hombre, no porque falte a su promesa sino porque da lo que es mejor. "Fue arrebatado para que la malicia no alterase su modo de pensar" (Sg 4,1 1).

Otro asunto es por qué el Apóstol prefiere la piedad al ejercicio corporal, porque ella tiene esperanza de vida presente y futura. Mas ¿por ventura el ejercicio corporal no tiene esperanza? De otra suerte el ayunador no merecería la vida eterna. Respondo: cuando hay 2 virtudes y una contiene a otra, lo que de por sí es de virtud superior le toca por accidente a la inferior; mas la virtud a la que toca de su cosecha el merecimiento de ia vida eterna es la caridad, cuyo propio e inmediato efecto es la piedad. Por tanto, según su propia razón, llega a merecer la vida eterna, no así la abstinencia, sino en cuanto se ordena a la caridad y a la piedad; porque, si el que ayuna no refiere su ayuno al amor de Dios, no merece la vida eterna.

La 3a. cuestión es porque dice aquí San Ambrosio en la Glosa: toda la suma de la disciplina cristiana consiste en la misericordia y en la piedad, y el que la siga no perecerá, aunque por algún desliz de la carne recibirá sin duda su buena zurra de azotes. Mas brota la duda, porque la misericordia y la piedad inmediatamente se ordenan a la caridad, en la que está la suma de la religión cristiana. Respondo: opinión fue de algunos, según San Agustín, que los que se ejercitan en obras piadosas, por mucho que añadan pecados a pecados carnales, al fin no perecerán eternamente. Y para esto es esta autoridad. Lo mismo en Mateo 24, donde a los condenados sólo !es echa en cara su falta de misericordia. Luego la pena eterna se debe sólo a ios inmisericordes. Pero San Agustín dice lo contrario, porque según el Apóstol: "los que tales cosas hacen no poseerán el reino de Dios". Porque, cuantoquiera ejercitado esté uno en las obras de misericordia, si la muerte le coge en pecado mortal, no entrará al reino. A las objeciones opuestas hay que decir que no es misericordioso quien consigo no lo es, según aquello del Eccli. 30,24: "apiádate de tu alma, procurando agradar a Dios"; y esto se hace si el hombre se une a Dios por el amor; de otra suerte no es misericordioso. A lo del Evangelio responde San Agustín que no todo el que peca es arrojado luego al infierno, pues le queda lugar para la penitencia, sino el que finalmente muere en pecado; y la penitencia pertenece a la misericordia.

Mas ¿por qué dice: si cometiere un desiiz... ? Respondo: habla de un desliz en materia grave. Y el decir: no perecerá, aunque no sea de condigno, es de congruo, por cuanto el ánimo se dispone al bien; de donde, caído el hombre, el Señor lo repara. Y esto parece ser ío peculiar de la piedad, porque, haciendo a otros el bien, indúcelos a orar por sí, y el Señor por las oraciones de los Santos concede alguna vez el perdón a los pecadores, por cuanto se les alcanza la venia de los pecados y el don de la gracia, porque el hombre puede merecer de congruo la primera gracia a otra persona; de otra suerte de nada serviría que la 1glesia orase por los pecadores.

-"Promesa fiel" por la que se nos promete la vida futura, y esto lo demuestra por los trabajos de los Santos, por su esperanza, por la benignidad de Dios. Dice pues: promesa, a saber, porque la piedad tiene promesa, es fiel, como se explicó arriba. Y ¿por qué? "Que en verdad por eso", esto es, por cuya causa, para conseguir la vida eterna, "sufrimos trabajos". "El labrador, para recibir los frutos, es menester que trabaje primero" (2Tm 2,6). También para que hagamos bien, aunque nos lo paguen mal. De donde dice: bendecimos y en recompensa nos maldicen. "La paciencia perfecciona la ob^a" (Sant. 1). Y soportamos por la esperanza de la vida, "porque esperamos en Dios vivo", que es el Salvador de la vida presente y futura. También por el oficio de Dios, cuyo cometido es salvar. "No hay otro que salve sino Yo" (Is 43). Y para eso se encarnó Dios y fue llamado Jesús; "porque El salvará a su puebio de sus pecados" (Mateo 1). Y Jesús es lo mismo que salvador, porque salva, con salud corporal, a todos; por eso dice: "de todos los hombres". También con salvación espiritual a los buenos; por eso dice: "mayormente de los fieles".


Aquino - PRIMERA TIMOTEO 10