Taoismo

Su fundador, Lao-tse nace en el siglo VI A.C.. Ocupa un puesto importante en la corte del emperador, pero al contemplar tanta corrupción decide organizar un viaje al lejano Oeste.

En su libro, "Tao-te-King", propone un camino de salvación muy distinto al de Confucio. Su doctrina se acerca al hinduismo. Dice que lo importante es alejarse de todo lo sensorial y caminar hacia lo puro, el Tao. El Tao es el origen del cielo y la tierra, de quienes surgen todas las cosas, es quien regula el Yang-Yin. Es el modelo de comportamiento de todos los hombres y el principio de toda actividad justa en lo político y lo social. Para imitar al Tao hay que tener paciencia, ser sencillos y sin pretensiones. Hay que llegar a no hacer nada para poder hacerlo todo. Hay que evitar las tensiones, se desea llegar a una quietud mística.

Las tres virtudes fundamentales del taoísmo:

Paz, tranquilidad y silencio.

Su modelo es la naturaleza es un buen modelo para el hombre, ella no prolonga indefinidamente la tormenta o el huracán.

Esta metafísica de la no acción contribuyó a fomentar en el pueblo toda clase de supersticiones y magias, buscando ansiosamente el elixir de la vida.

En la actualidad el toísmo se encuentra en decadencia, casi extinto.