La Formación Humana del Cristiano
El cristiano, a imagen de Cristo, se caracteriza por una cuádruple formación:
formación religiosa
formación apostólica o combativa
formación intelectual
formación humana
Características de la formación humana:
Hace del cristiano un hombre dispuesto, preparado, eficiente para trabajar por el Reino de Cristo.
Tiene su razón de ser en Jesucristo, ideal, ejemplo, el Hombre Nuevo.
La formación humana es una base firme para la acción sobrenatural de la Gracia.
El cristiano se hace un instrumento más apto y eficaz para luchar por el Reino.
Hace más fácil el camino de la fidelidad a la gracia y el éxito en la acción apostólica
La falta de formación humana:
Nos retrae y nos impide acercarnos a las almas.
Impiden la comunicación inicial con los hombres
Nos sentimos incapacitados y desorganizados ante las exigencias de nuestra vocación apostólica.
Facetas de la formación humana:
Responsabilidad y madurez
Coherencia de vida
Espíritu de sinceridad y convicción
Facultades en orden
Trato con las personas
Signo de orden y limpieza en las cosas personales.
Al tratar una persona dejarle la impresión de una formación humana al estilo de Cristo.
Continuo autoanálisis de actitudes, de acciones y una confrontación serena pero exigente, con los modelos presentados por la Iglesia.
Conquistar hábitos mentales:
1. Disciplina en el pensamiento
2. Adquisición de una organización mental que repercuta posteriormente en el orden externo
3. Disciplina en la imaginación y los sentidos
4. Dominio de la mente para convertirla en un instrumento eficaz de progreso al servicio de Cristo
Adquirir hábitos volitivos:
1. Sentido de iniciativa
2. Sentido de disciplina
3. Educación en la libertad
4. Vivencia de la autenticidad
5. Hábito de colaboración
6. Sentido del orden
Cuidar la formación de:
1. El temperamento, el carácter.
2. La sinceridad (felicidad de saber que en todo momento se está cumpliendo la voluntad de Dios)
3. La gratitud, que habla de espíritus sencillos y humildes
4. El orden externo que es símbolo del orden interno.
5. La lealtad
6. La caballerosidad en el trato
La educación en las normas de sociabilidad y de urbanidad, basados en la conciencia de fe que nos lleva a ver a Dios en los demás y tratarlos como se trataría al Señor, y también en la convicción de su sentido redentor frente a las almas, a las que se busca para el Reino.
La forma de vestir y de comer deben reflejar en todo momento nuestra calidad de hijos de Dios.
Fomentar la vivencia de la caridad
La Santidad para un cristiano está en la síntesis perfecta entre lo material y lo espiritual.