"Yo he obtenido de Dios para la Iglesia, el Papa que ha sido preparado y formado por mi. El se ha consagrado asimismo a mi Corazón Inmaculado y me ha confiado solemnemente la Iglesia, de la cual Yo soy la Madre y Reina. En la persona y en el trabajo del Santo Padre, Juan Pablo II, estoy reflejando mi gran luz, la cual será mas fuerte a medida que la obscuridad envuelva todo." (1979)

"Yo prometo nunca abandonarlos y ser siempre Vuestra Defensa segura y vuestra Pastora. Los Bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo." (1997)

Cuando Jesús, en la cruz, dijo a Su amado discípulo, "He ahí tu madre" (John 19:26-27) El estaba confiando María al cuidado del discípulo, como "madre". Este discípulo representa toda la comunidad Cristiana, asi a petición de su Hijo, María pasó a ser Madre de la Iglesia.

Así la veamos como el primer discípulo, como miembro de la Sagrada Familia, como Virgen Madre de Dios encarnado, o como Madre de la Iglesia, siempre podemos encontrar su amor manifestado en su actitud de madre intercediendo por nosotros ante el Señor, llevando nuestras peticiones al Cenáculo de Su Amor Divino y ayudándonos a crecer fuertes en nuestra Fé.

Nuestra Madre nos invita a permanecer unidos en el amor de Dios, a compartir la última cena en nuestros templos, a proclamar Su palabra, a ser mansos y humildes de corazón, a vivir en la luz de Su verdad y Su camino, a ser instrumentos de paz y de amor, a participar en las actividades de nuestras Iglesias y a prestar una mano a nuestros Sacerdotes. Entonces podremos ser parte de la roca sobre la cual Jesús construyó Su Iglesia