Catequesis sobre Jesucristo (1997)

 

 

1-El Reino de Dios está llegando. Convertíos y creed en el Evangelio

2-Convertíos al don de libertad y comunión

3-Palabras y signos del Reino

4-Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre

5-Obediente hasta la muerte de Cruz

7-Jesucristo revelador del hombre. Principio y fin de la creación

  1. El Reino de Dios está llegando. Convertíos y creed en el Evangelio.
  2.  

    SEÑOR, TÚ ME SONDEAS

    Señor, tú me sondeas y me conoces,

    conoces cuando me siento y me levanto,

    de lejos penetras mis pensamientos,

    conoces mi camino y mi descanso,

    todas mis sendas te son familiares.

    No ha llegado la palabra a mi boca

    y tú, Señor, ya te la sabes toda;

    me aprietas por detrás y por delante,

    me cubres con tu palma.

    Todas mis sendas te son familiares.

    Palabra de Dios

     

    Lectura del profeta Isaías. 55, 1-3. 6-9.

    Esto dice el Señor: Oíd, sedientos todos, acudid por agua también los que no tenéis dinero: venid, comprad trigo, comed sin pagar, vino y leche de balde. ¿Por qué gastáis dinero en lo que no alimenta y el salario en lo que no da hartura? Escuchadme atentos y comeréis bien, saborearéis platos sustanciosos. Inclinad el oído, venid a mí: escuchadme y viviréis. Sellaré con vosotros una alianza perpetua, la promesa que aseguré a David.

    Buscad al Señor mientras se le encuentra, invocadlo mientras está cerca; que el malvado abandone su camino, y el criminal sus planes; que regrese al Señor, y él tendrá piedad; a nuestro Dios, que es rico en perdón. Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos -oráculo del Señor.

    Salmo Responsorial. Isaías 12, 2-6

    Si el Señor es mi luz y mi salvación,

    Si el Señor es la defensa de mi vida,

    Si el Señor es mi luz, ¿a quién temeré?

    ¿Quién me hará temblar?

    El es mi Dios y Salvador: confiaré y no temeré,

    porque mi fuerza y mi poder es el Señor,

    el fue mi salvación.

    Y sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.

    Aquel día diréis:

    "Dad gracias al Señor, invocad su nombre,

    contad a los pueblos sus hazañas,

    proclamad que su nombre es excelso.

    Tañed para el Señor, que hizo proezas,

    anunciadlas a toda la tierra;

    gritad jubilosos, habitantes de Sión:

    "Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel".

    Si el Señor es mi luz y mi salvación,

    Si el Señor es la defensa de mi vida,

    Si el Señor es mi luz, ¿a quién temeré?

    ¿Quién me hará temblar?

     

    Lectura de la primera carta del Apóstol San Juan 4, 8-10. 14-16.

    Queridos hermanos: Dios es Amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios mandó al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de Él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó y nos envió a su Hijo, como víctima de propiciación por nuestros pecados.

    Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo, para ser Salvador del mundo. Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.

     

    PERMANECED UNIDOS EN MI AMOR

     

    Seguid unidos a mí y unidos siempre en mi amor,

    y en la alabanza tendréis cantando al Padre un solo corazón

    Permaneced unidos en mi amor como el sarmiento está unido a la vid.

    Os mostraré mis caminos, os daré mi paz

    y mi Espíritu os acompañará.

    Permaneced unidos en mi amor, un solo cuerpo, una sola luz,

    que alumbrará a todo corazón que necesite de mi amor.

    Somos un solo cuerpo, y Jesús es la cabeza.

    El ama a todos sus miembros sin importarle su pobreza.

    Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1, 14-18

    En aquel tiempo, cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: "Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: Convertíos y creed la Buena Noticia".

    Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando la red en el lago. Jesús les dijo: Venid conmigo y os haré pescadores de hombres. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.

    Catequesis

    ¿Por qué estás aquí? Estás aquí porque el Señor te llama. Él, que te ama más que nadie, te ha traído aquí hoy, para mostrarte su amor, para regalarte su luz, para darte su paz.

    El Señor te invita a descansar en Él. No importa ahora los problemas que tengas, las preocupaciones que te agobien, las dudas que te asalten… Sólo importa el amor que Dios te tiene. Sólo importa la historia de amor que Dios quiere vivir contigo. Por eso, ¡no te preocupes! ¡Descansa en el amor de Dios! ¡Él lleva tu vida! Él sabe lo que necesitas en cada momento. Y Él te dará lo que realmente te hace falta.

    La fe no es una teoría. La fe es una vida, una historia de amor entre Dios y nosotros, entre Dios y tú. Dios te ama, Dios te busca desde toda la eternidad, quiere vivir una historia contigo, una historia de amor y de salvación.

    Esta es la radical diferencia entre el cristianismo y las demás religiones: aquí no sólo eres tú quien busca a Dios: es Dios mismo quien te busca a ti. Es Dios mismo quien ha venido en persona -en Jesucristo- a hablarte al corazón y a mostrarte el camino de la vida.

    Esto es un misterio que nunca comprenderás. Pero no importa. A Dios no se le estudia: a Dios se le ama. Y la fe, misterio de amor, es un don que has de pedir al Señor. El Señor sólo se revela a los pobres, a los pequeños.

    ¿Qué es para tí el cristianismo? ¿Una doctrina, una moral, unos ritos…? No. Es mucho más que todo eso. El cristianismo es, fundamentalmente, una Buena Noticia, la buena noticia del amor de Dios.

    Jesús se presenta ante los hombres como el mensajero de un acontecimiento presente, que acaba de comenzar y está en pleno desarrollo: el Reino de Dios está aquí. Esta es la buena noticia. Dios no se ha olvidado de su pueblo: Dios cumple sus promesas. Dios que había prometido guiar a su pueblo, Dios que había anunciado la salvación de su pueblo cumple sus promesas. Esta es la Buena Noticia.

    Esta es la Buena Noticia: Dios no se ha olvidado de tí. Dios, que te ama desde toda la eternidad, te busca para hacer contigo obras grandes.

    Dios se ha hecho hombre en Jesucristo para rescatarte de la muerte, para salvarte del pecado, para darte la plenitud de la vida. Mira tu vida. ¿Te das cuenta de que no acabas de ser feliz porque muchas veces eres esclavo?

    Esclavo:

    · del dinero

    · del poder, de dominar a los demás y servirte de ellos

    · de tu imagen, de tu look, de caer bien a los demás

    · de tu prestigio, de tus notas

    · de tu afectividad, de tener que sentirte querido

    · de tu egoísmo

    · …del pecado

    Esta es tu esclavitud. Estas son las ataduras que no te dejan ser feliz. Las ataduras que te amargan y quitan la vida muchas veces…

    Ante esta esclavitud puedes tener tres actitudes:

    - Sentirte dios. Ser autosuficiente. Creer que lo puedes todo, que lo sabes todo, que este es el camino de la vida. Creer que tú eres el "señor" de tu vida.

    - Estar ciego. No querer ver la realidad. No hay peor ciego que el que no quiere ver. Y hoy son muchos los que no quieren ver, los que viven en la mentira, los que se refugian en falsos paraísos (alcohol, droga, sexo, juego, imagen, diversión "desenfrenada"…). Al final encuentran que los paraísos no son más que espejismos en medio del tremendo desierto de su propio egoísmo.

    - Ser humilde, sentirte pobre. Reconocer tu propia pobreza, reconocer tu impotencia. Ponerte en las manos de Dios, descubrir que tu fuerza y tu poder es el Señor y dejar que Él sea el Señor de tu vida.

    Esta es la Buena Noticia: Jesús ha venido a anunciar la salvación a los pobres. A los que se sienten necesitados de Dios. Él ha venido a salvarte a tí que no puedes con tu vida, Él ha venido a ser tu luz, a ser tu camino, a darte la vida.

    ¿Qué has de hacer? El Reino de Dios no es un reino espectacular que se imponga por la fuerza. Es un Reino cuya única condición para entrar a formar parte de él es creer en el amor del Padre que se manifiesta en Jesús. Se entra en el reino de Dios por la humildad, por la conversión de los pecados, causa y raíz de todos los males.

    Es lo único que el Señor te pide: que le abras del corazón, que le dejes entrar en tu vida, que confíes en Él, que le ames y le sigas cada día. Por ello no se impone por la fuerza. Simplemente se te ofrece como un don y se propone a tu colaboración.

    Ahora bien. El Reino de Jesús no es de este mundo. No es un reino de dominación o tiranía, sino un reino de misericordia, el reino de la verdad y la vida, el reino de la santidad y la gracia, el reino de la justicia, el amor y la paz. Es el reino del amor de Dios que se hace cercano, encontradizo y presente entre los hombres.

    El reino de Dios es la Buena Noticia. Jesús no sólo hace un anuncio de felicidad, sino una oferta y una proclamación. Las bienaventuranzas aseguran y conceden ya, aquí y ahora, alegría y felicidad anticipadas. Son una anticipación de lo que nos será dado en plenitud en el futuro.

    Diálogo en grupos

    ¿Qué esperanzas y aspiraciones profundas están presentes en el corazón de los jóvenes de hoy? ¿Qué respuesta da el Evangelio de Jesús?

    ¿Qué "salvadores" presenta hoy nuestra sociedad? ¿En qué se diferencian de Jesucristo?

    ¿Tu vida, tu forma de vivir, de valorar las cosas, de enjuiciarlas, de comportarte, anuncia y hace presente el Reino de Dios? ¿Qué valores sería necesario y urgente subrayar más?

    ¿Cómo puedes conocer más a fondo a Jesús? ¿Qué cosas concretas -a tu alcance- te pueden ayudar?

    Tu estilo de vida, ¿es una "buena noticia" para los que te rodean? ¿Qué tendrías que "poner" y qué tendrías que "quitar" para que tu estilo de vida fuera una "buena noticia" para los demás?

     

    SE HA CUMPLIDO LA PROMESA

    Se ha cumplido la promesa de nuestro Amigo al marchar;

    no fue vana nuestra espera, con nosotros ya está,

    ha llegado con su amor, con su fuerza y su poder,

    y jamás imaginamos lo grandioso que iba a ser.

    Aquí está, moviéndose eeee:

    es un viento recio es un pueblo que se asombra.

    Aquí está, moviéndose eeee:

    es un fuego que se extiende, es un mar que se desborda.

    Me han contado muchas cosas, muchas cosas he sabido,

    he oído hablar de Él en la Iglesia desde niño.

    Pero Él es más que todo eso, mucho más que todo eso,

    no me bastan las palabras cuando quiero hablar de Él.

     

  3. Convertíos al don de libertad y comunión.

 

COMO EL PADRE ME AMO

YO OS HE AMADO:

 

PERMANECED EN MI AMOR.

Si guardáis mis palabras

y como hermanos os amáis.

compartiréis con alegría

el don de la fraternidad.

Si os ponéis siempre en camino

sirviendo siempre a la verdad,

frutos daréis en abundancia,

mi amor se manifestará.

No veréis amor tan grande

como aquel que os mostré.

Yo doy la vida por vosotros:

amad como Yo os amé.

Si hacéis lo que os mando,

y os queréis de corazón

compartiréis mi pleno gozo

de amar como El os amó.

Palabra de Dios.

Lectura del profeta Ezequiel 36, 24-28

Esto dice el Señor: os recogeré de entre las naciones, os reuniré de todos los países y os llevaré a vuestra tierra. Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar; y os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Os infundiré mi espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos y que guardéis y cumpláis mis mandatos. Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres. Vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios.

Salmo Responsorial. Salmo 102

 

La bondat i l'amor del Senyor duren per sempre.

Bendice, alma mía, al Señor,

y todo mi ser a su santo nombre.

Bendice, alma mía, al Señor,

y no olvides sus beneficios.

El perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades;

el rescata tu vida de la fosa, y te colma de gracia y de ternura;

el sacia de bienes tus anhelos,

y como un águila se renueva tu juventud.

El Señor es compasivo y misericordioso,

lento a la ira y rico en clemencia;

no está siempre acusando ni guarda rencor perpetuo;

no nos trata como merecen nuestros pecados

ni nos paga según nuestras culpas.

Como un padre siente ternura por sus hijos,

siente el Señor ternura por sus fieles;

porque él conoce nuestra masa,

se acuerda de que somos barro.

La bondat i l'amor del Senyor duren per sempre.

 

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 19, 1-9

Entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad. Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa. Él bajó en seguida, y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban diciendo: Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador. Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor: Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más. Jesús le contestó: Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán.

Catequesis

En la primera catequesis vimos como la fe es una vida, una historia de amor entre Dios y nosotros, entre Dios y tú. Dios te ama, Dios te busca desde toda la eternidad, quiere vivir una historia de amor contigo, una historia de amor y de salvación.

El Evangelio es Buena Noticia de salvación, anuncio del amor de Dios que te reconcilia y te hace hijo suyo. Gratuita y amorosamente te invita a vivir en su compañía. La conversión, antes de ser una necesidad tuya, es una llamada amorosa de Dios Padre para que vuelvas a Él, una llamada a que vivas con Él y para Él.

Convertirte al Reino de Dios es lo mismo que comenzar a vivir como hijo de Dios, es poder volver a llamar Padre a Dios, es vivir con Él una intensa, viva y profunda relación de amor.

Creer en el Evangelio comporta aceptar y asumir la voluntad de Dios por encima de todo. Convertirse significa cambiar el modo de pensar y de vivir.

La conversión supone dejar los criterios y valores del mundo para vivir guiado únicamente por la luz de la Palabra de Dios. La conversión supone abandonar los ídolos de este mundo que te esclavizan para comenzar una vida nueva en la que Jesucristo, el más bello de los hombres, sea el único Señor y el único Maestro de tu vida. Convertirse significa tener a Cristo como el modelo de tu vida. Quien cree y se convierte se libra de falsos ídolos y se abre a una más plena comunión con Dios.

La conversión a la que llama Jesús supone renuncia, ciertamente. Pero la renuncia es la condición de la libertad verdadera, el precio de un bien superior: el Reino de Dios que es como un tesoro escondido.

Hay que elegir: o dejas que Jesucristo sea el Señor de tu vida, y entonces te conviertes en su discípulo: le amas, le escuchas, te fías de Él, le obedeces, le sigues, descansas en su voluntad... y, entonces andarás por el camino de la vida; o te empeñas en ser tú mismo tu propio dios, quieres llevar tu vida por donde te apetece, quieres seguir los criterios del mundo, no te fías de que el Evangelio sea de verdad buena noticia... y, entonces andarás por el camino de la muerte. Ese fue el pecado de Adán.

El Evangelio de Jesucristo es anuncio y tarea de libertad y liberación.

La fe en Dios, la confianza y la obediencia al Padre te hace plenamente libre. Te libera de todo aquello que te esclaviza, como vimos en la catequesis anterior:

 

Diálogo en grupos

¿Qué conversión fundamental te pide el Señor a ti que quieres acoger la Buena Noticia del Evangelio del Reino de Dios y vivir según él?

¿Cuáles son las resistencias más habituales que sueles poner a la acogida del Reino de Dios y a vivir de acuerdo con Él? ¿Qué resistencias observas en tu ambiente respecto del Evangelio del Reino de Dios?

¿Qué promete y concede Jesús a los que se convierten al Evangelio y le siguen?

¿Cómo está tu relación filial con el Padre? ¿Cómo está tu vida de oración? ¿Qué cosas concretas te puedan ayudar a mejorar?

 

Vengo ante Ti, mi Señor

reconociendo mi culpa,

con la fe puesta en tu amor,

que tú me das como a un hijo.

Te abro mi corazón

y te ofrezco mi miseria

despojado de mis cosas

quiero llenarme de Ti.

QUE TU ESPÍRITU, SEÑOR,

ABRASE TODO MI SER;

HAZME DÓCIL A TU VOZ,

TRANSFORMA MI VIDA ENTERA;

HAZME DÓCIL A TU VOZ,

TRANSFORMA MI VIDA ENTERA.

Puesto en tus manos, Señor,

siento que soy pobre y débil,

mas Tú me quieres así,

y yo te bendigo y alabo.

Padre, en mi debilidad,

tú me das la fortaleza;

amas al hombre sencillo,

le das tu paz y perdón.

 

  1. Palabras y signos del Reino

 

QUE SEA MI VIDA LA SAL

 

El que me sigue en la vida

sal de la tierra será

mas si la sal se adultera

los hombres la pisarán.

QUE SEA MI VIDA LA SAL

QUE SEA MI VIDA LA LUZ

SAL QUE SALA LUZ QUE BRILLA

SAL Y FUEGO ES JESÚS.

Somos la luz del mundo

que a la ciudad alumbra

esta se pone en la cima

donde el monte se encumbra

Que brille así nuestra luz

ante los hombres del mundo

que palpen las buenas obras

de lo extremo a lo profundo.

Palabra de Dios

 

Mateo 13, 31-35

También les contó Jesús esta parábola: - El reino de Dios puede compararse al grano de mostaza que el labrador siembra en el campo. Se trata, por cierto, de la más pequeña de todas las semillas, pero luego crece más que las otras plantas del huerto y llega a hacerse como un árbol, hasta el punto de que en sus ramas anidan los pájaros. También les dijo: - El reino de Dios puede compararse a la levadura que una mujer mezcló con tres medidas de harina para que fermentara toda la masa. Jesús expuso todas estas parábolas a la multitud, y sin parábolas no les decía nada, para que se cumpliera lo anunciado por el profeta: Hablaré por medio de parábolas; pondré de manifiesto cosas que han estado ocultas desde el principio del mundo.

Salmo 36

 

La verdadera y la falsa felicidad

No te exasperes por los malvados,

no envidies a los que obran el mal:

se secarán pronto, como la hierba,

como el césped verde se agotarán.

Confía en el Señor y haz el bien,

habita tu tierra y practica la lealtad;

sea el Señor tu delicia,

y él te dará lo que pide tu corazón.

Encomienda tu camino al Señor,

confía en él, y él actuará:

hará tu justicia como el amanecer,

tu derecho como el mediodía.

Descansa en el Señor y espera en él,

no te exasperes

por el hombre que triunfa

empleando la intriga:

cohibe la ira, reprime el coraje,

no te exasperes, no sea que obres mal;

porque los que obran mal son excluídos,

pero los que esperan en el Señor

poseerán la tierra.

El Señor asegura los pasos del hombre,

se complace en sus caminos;

si tropieza, no caerá,

porque el Señor lo tiene de la mano.

Apártate del mal y haz el bien,

y siempre tendrás una casa;

porque el Señor ama la justicia

y no abandona a sus fieles.

 

Mateo 5, 13-16

Vosotros sois la sal de este mundo. Pero si la sal pierde su sabor, cómo seguirá salando? Ya no sirve más que para arrojarla fuera y que la gente la pisotee. Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada en lo alto de una montaña no puede ocultarse. Tampoco se enciende una lámpara y se la tapa con una vasija. Al contrario, se la pone en alto, de manera que alumbre a todos los que están en la casa. Pues así debe alumbrar vuestra luz delante de los demás, para que todos vean el bien que hacéis y alaben por ello a vuestro Padre celestial.

Catequesis

 

A TI QUE ESTÁS SENTADO EN TU SILLÓN

 

A ti que estás sentado en tu sillón

atento, distraído, te reclamo

quiero que hagamos vida esta canción.

Y a Dios vayamos juntos de la mano.

Hasta ahora sólo hablamos en teoría

de un mundo que sería más cristiano

de un mundo que será sólo teoría si tú y yo

ahora no hacemos nada por cambiarlo.

De poco servirán nuestros esfuerzos

si en la calle no hacemos que se noten

las palabras que lanzamos a los vientos

que Cristo sigue vivo en cada hombre.

Ya no valdrán ni peros ni disculpas

que Cristo no es alguien con quien se juega

si nuestro mundo no cambia solamente será culpa

del que diciendo sí, luego reniega.

A ti que estás sentado en tu sillón

quisiera que no olvides este rato.

Dios ha pasado por este rincón

y quiere que a Él vayamos de la mano.

Diálogo en grupos

¿Qué te dificulta descubrir la acción de Dios en tu vida?

¿Cómo percibes la acción de Dios (signos concretos)?

¿Cómo puedes manifestar a los demás la acción de Dios?

 

  1. Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre

 

Palabra de Dios

Filipenses 2, 5-11 Se rebajó hasta someterse a la muerte

Mateo 16, 13-17 ¿Y vosotros quién decís que soy yo?

Juan 1, 1-5; 9-14 La Palabra se hizo carne

Salmo 45 (44) Eres el más bello de los hombres

Tito 2, 11-14 Ha aparecido la gracia de Dios

Hebreos 1, 1-6 De muchas maneras habló Dios...

 

Catequesis

 

 

Diálogo en grupos

¿Quién es para tí Jesucristo?

¿Cuáles son las principales dudas que tienes respecto de Jesús?

¿Qué deformaciones de Jesús conocer?

¿Qué implica confesar que Jesús es el Señor de tu vida? ¿A qué te compromete?

¿Cuál es tu experiencia de pertenencia a la Iglesia? ¿Cómo podrías mejorar, profundizar, esa pertenencia?

¿Cómo podrías contribuir a que los no creyentes vean en la Iglesia el rostro de Cristo?

 

  1. Obediente hasta la muerte de Cruz

 

Palabra de Dios

Génesis 22 Sacrificio de Isaac

Isaías 52, 13-53,12 Siervo de Yahvé

Salmo 21 Dios mío, Dios mío

Lucas 23, 39-45 Los dos ladrones ante la Cruz

 

Catequesis

Diálogo en grupos

Comentar la Palabra de Dios proclamada

¿Qué consecuencias se derivan de la muerte de Jesús en la Cruz para tu vida cristiana?

¿Cómo vives la presencia de la cruz en tu vida? ¿Cómo hacer que esa cruz no te destruya, sino que sea fecunda?

 

7 Jesucristo revelador del hombre. Principio y fin de la creación.

DÍ QUE ES POR SU AMOR

 

Dí, que fue el Señor quien dio la vida,

que fue Jesús quien dio su vida con amor,

dí que es por su amor.

Dí, que sólo Dios puede amar tanto,

que sólo Dios quiso entregarte el corazón,

dí que por su amor.

DILE A TODO EL MUNDO

QUE SU DIOS ES EL QUE NACE

CADA DÍA, EN CADA HOMBRE,

DÍ QUE ES POR SU AMOR (bis).

Dí, que hay que contarle a todo el mundo,

que hay que decirle

que es Jesús quien nos amó,

dí que es por su amor.

Dí que por amor se hacen las obras,

que Dios confía en tu respuesta y tu labor,

dí que es por su amor.

Palabra de Dios

 

Lectura del libro del Génesis 3, 9-15

 

La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh Dios había hecho. Y dijo a la mujer: "¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles del jardín?" Respondió la mujer a la serpiente: "Podemos comer del fruto de los árboles del jardín. Mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte."

Replicó la serpiente a la mujer: "De ninguna manera moriréis. Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal."

Y como viese la mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, que igualmente comió. Entonces se les abrieron a entrambos los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; y cosiendo hojas de higuera se hicieron unos ceñidores.

Oyeron luego el ruido de los pasos de Yahveh Dios que se paseaba por el jardín a la hora de la brisa, y el hombre y su mujer se ocultaron de la vista de Yahveh Dios por entre los árboles del jardín.

Salmo: Romanos 8, 35-39

Nada nos separará del amor de Dios

¿Quién, pues, podrá arrebatarnos el amor de Cristo? ¿El sufrimiento, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, el miedo a la muerte? Ya lo anuncia la Escritura: Por tu causa estamos en trance de muerte cada día; nos tratan como a ovejas destinadas al matadero. Pero Dios, que nos ama, nos hace salir victoriosos de todas estas pruebas.

Seguro estoy de que nada, ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni cualquiera otra suerte de fuerzas sobrehumanas, ni lo presente, ni lo futuro, ni poderes sobrenaturales, ni lo de arriba, ni lo de abajo, ni criatura alguna existente, será capaz de arrebatarnos este amor que Dios nos ha mostrado por medio de Cristo Jesús, Señor nuestro.

Nada nos separará del amor de Dios

Juan 10, 1-15

Os aseguro que quien no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino por cualquier otra parte, es un ladrón y un salteador. El pastor de las ovejas entra por la puerta. A éste el guarda le abre la puerta, y las ovejas en seguida reconocen su voz; él va llamándolas por su propio nombre, y las hace salir fuera del aprisco. Cuando ya han salido todas, se pone delante de ellas y les va abriendo camino; las ovejas siguen sus pasos, pues le reconocen por la voz. En cambio, nunca siguen a un extraño, sino que huyen de él, porque su voz les resulta desconocida.

Jesús les puso este ejemplo, pero ellos no comprendieron su significado. Entonces Jesús se lo explicó con estas palabras: - Os aseguro que yo soy la puerta del aprisco. Todos los que se presentaron con semejantes pretensiones antes de venir yo, eran ladrones y salteadores. Por eso las ovejas no les hicieron ningún caso. Yo soy la puerta verdadera. Todo el que entre en el aprisco por esta puerta, estará a salvo; entrará y saldrá libremente y siempre encontrará su sustento. El ladrón, cuando llega, no hace más que robar, matar y destruir. Yo he venido para que todos tengan vida, y la tengan abundante.

Yo soy el buen pastor. El buen pastor se desvive por las ovejas; no así el asalariado, que no es verdadero pastor ni propietario de las ovejas, y por eso, cuando ve venir al lobo, las abandona y huye dejando que el lobo haga estragos en unas y ahuyente a las otras. Y es que a él no le importa más que la paga; las ovejas le traen sin cuidado. Yo soy el buen pastor. Como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre, así conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. Y doy mi vida por mis ovejas.

Tengo todavía otras ovejas que no están en este aprisco; a éstas también debo atraerlas para que se familiaricen con mi voz. Entonces habrá un solo rebaño, bajo la guía de un solo pastor.

 

Catequesis

 

 

LA VIDA TE DOY

 

No creó Dios la vida

para que fueras

a guardarla en una habitación.

Si la vida existe

es para derrocharla a manos llenas.

No creó Dios la vida

para que fueras

a esconderla en tu corazón,

existe para que exista yo mismo,

si lo hago brotar en tí.

PORQUE EL AMOR ESTÁ

EN DESHACER MI VIDA

POR LOS DEMÁS.

FUNDIÉNDOLA EN EL MAR,

PUES SÉ QUE ES ASÍ.

PARA ENTREGARLO

TODO HE DE NEGARME A MÍ

Y ASÍ GANAR LA VIDA

QUE TIENE PARA MÍ.

DEJAR MI OSCURIDAD,

SEGUIR TU LUZ;

VIVIR, RESUCITAR EN TÍ.

No se humilló Dios

al nacer en el más grande suburbio,

sólo porque sí, si se acercó a mí,

fue para hacerme uno con Él, uno con Él.

No se dejó clavar Jesús

en dos trozos de madera a causa de nada.

El entró en mi ser, para darme la vida,

que yo te daré, que yo te daré.

 

Diálogo en grupos