"ECCLESIA IN AFRICA"(exctracto)


(omissis)

Invasión de los medios de comunicación social.
52.
Finalmente, la Asamblea especial se ha preocupado de los medios de comunicación social, cuestión de enorme importancia porque se trata, al mismo tiempo, de instrumentos de evangelización y medios de difusión de una nueva cultura que necesita ser evangelizada. (65) Los Padres sinodales han constatado así el triste hecho de que "los países subdesarrollados, en vez de transformarse en naciones autónomas, preocupadas de su propia marcha hacia la justa participación en los bienes y servicios destinados a todos, se convierten en piezas de un mecanismo y de un engranaje gigantesco. Esto sucede a menudo en el campo de los medios de comunicación social, los cuales, al estar dirigidos mayormente por centros de la parte Norte del mundo, no siempre tienen en la debida consideración las prioridades y los problemas propios de estos países, ni respetan su fisonomía cultural; a menudo, imponen una visión desviada de la vida y del hombre y así no responden a las exigencias del verdadero desarrollo". (66)

Medios de comunicación social.
71.
"Desde siempre Dios se caracteriza por su voluntad de comunicación. Lo realiza de modos diversos. Da el ser a todas las criaturas animadas o inanimadas. Establece particularmente con el hombre relaciones privilegiadas. `Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo' (Hb 1, 1-2)". (134) El Verbo de Dios es, por su naturaleza, palabra, diálogo y comunicación. Ha venido a restaurar, de una parte, la comunicación y las relaciones entre Dios y los hombres, y, de otra, las de los hombres entre sí.

Los medios de comunicación social han llamado la atención del Sínodo bajo dos aspectos importantes y complementarios: como un universo cultural nuevo y naciente, y como un conjunto de instrumentos al servicio de la comunicación. Constituyen desde el inicio una cultura nueva que tiene su lenguaje propio y sobre todo sus valores y contravalores específicos. En este sentido tienen necesidad, como todas las culturas, de ser evangelizados. (135)

En efecto, en nuestros días los medios de comunicación social constituyen no sólo un mundo, sino una cultura y una civilización. Y la Iglesia es enviada también a llevar la Buena Nueva de la salvación a este mundo. Los heraldos del Evangelio deben, pues, penetrar en ellos para impregnarse de esta nueva civilización y cultura, con el fin de servirse oportunamente de la misma. "El primer areópago del tiempo moderno es el mundo de la comunicación, que está unificando a la humanidad y transformándola -- como suele decirse -- en una `aldea global'. Los medios de comunicación social han alcanzado tal importancia que para muchos son el principal instrumento informativo y formativo, de orientación e inspiración para los comportamientos individuales, familiares y sociales". (136)

La formación para el uso de los medios de comunicación social es una necesidad, no sólo para quien anuncia el Evangelio, que debe entre otras cosas poseer el estilo de la comunicación, sino también para el lector, el receptor y el telespectador que, formados para comprender este tipo de comunicación, deben saber asumir sus aportaciones con discernimiento y espíritu crítico.

En Africa, donde la tradición oral es una de las características de la cultura, esta formación tiene una importancia capital. Este tipo de comunicación debe recordar a los Pastores, especialmente a los Obispos y sacerdotes, que la Iglesia es enviada a hablar, a predicar el Evangelio mediante la palabra y los gestos. Ella no puede, pues, callar, bajo el riesgo de incumplir su misión; a menos que, en ciertas circunstancias, el silencio mismo sea un modo de hablar y de testimoniar. Debemos, pues, anunciar siempre a tiempo y a destiempo (cf. 2 Tm 4, 2), pero teniendo como objetivo edificar en la caridad y en la verdad.

II. COMUNICAR LA BUENA NUEVA.

Seguir a Cristo, Comunicador por excelencia.
122.
El Sínodo, teniendo muy presentes las actuales circunstancias, ha tratado extensamente el tema de la comunicación social en el ámbito de la evangelización de Africa. El punto de partida teológico es Cristo, el Comunicador por excelencia, que transmite a quienes creen en Él la verdad, la vida y el amor compartido con el Padre celestial y el Espíritu Santo. Por esto, "la Iglesia es consciente del deber de promover la comunicación social ad intra y ad extra. Ella pretende favorecer la comunicación en su interior mejorando la difusión de la información entre sus miembros". (238) Esto le facilitará el comunicar al mundo la Buena Nueva del amor de Dios revelado en Jesucristo.

Formas tradicionales de comunicación.
123.
Las formas tradicionales de comunicación social no deben despreciarse de ningún modo. Todavía son muy útiles y eficaces en numerosas zonas africanas. Además, son "menos costosas y más accesibles". (239) Comprenden los cantos y la música, el mimo y el teatro, los proverbios y cuentos. Como transmisores de la sabiduría y del espíritu popular, son una fuente preciosa de contenidos e inspiración para los medios modernos.

Evangelización del mundo de los medios de comunicación.
124.
Los modernos medios de comunicación social no son solamente instrumentos de comunicación, sino también un mundo que hay que evangelizar. Hay que asegurarse que, en los mensajes que transmiten, se propongan el bien, la verdad y la belleza. Teniendo en cuenta la preocupación de los Padres del Sínodo, manifiesto mi inquietud por lo que se refiere al contenido moral de muchos programas que los medios de comunicación difunden en el continente africano; en particular, prevengo contra los peligros de la pornografía y la violencia, con las cuales se están invadiendo las naciones pobres. Por otra parte, el Sínodo ha deplorado justamente "la imagen tan negativa que los medios de comunicación social dan de lo africano y pide que esto cese inmediatamente". (240)

Cada cristiano debe preocuparse de que los medios de comunicación sean vehículo de evangelización. Pero el cristiano que trabaja como profesional de este sector ha de desempeñar un papel especial. En efecto, es su deber actuar de modo que los principios cristianos iluminen la práctica de la profesión, incluido el sector técnico y administrativo. Para que pueda desarrollar este papel de modo adecuado, es necesario dotarle de una sana formación humana, religiosa y espiritual.

Uso de los medios de comunicación social.
125.
La Iglesia de hoy puede disponer de una variedad de medios de comunicación social, tanto tradicionales como modernos. Es su deber hacer el mejor uso de ellos para difundir el mensaje de la salvación. Para la Iglesia en Africa, el acceso a estos medios se ha hecho difícil por numerosos obstáculos, y entre ellos su elevado coste. Además, en muchas localidades existen normas gubernamentales que imponen, al respecto, un control indebido. Es necesario hacer todos los esfuerzos para superar esos obstáculos: los medios de comunicación, privados o públicos, deben estar al servicio de las personas, sin excepción. Por tanto, invito a las Iglesias particulares de Africa a hacer todo lo posible para conseguir este objetivo. (241)

Colaboración y coordinación de los medios de comunicación social.
126.
Los medios de comunicación, sobre todo en sus formas más modernas, ejercen un influjo que supera toda frontera; en este ámbito es necesaria una estrecha coordinación, que permita una colaboración más eficaz a todos los niveles: diocesano, nacional, continental y universal. En Africa, la Iglesia necesita mucho de la solidaridad de las Iglesias hermanas de los Países más ricos y avanzados desde el punto de vista tecnológico. Asimismo, deberían ser impulsados y revitalizados algunos programas de colaboración continental ya operantes, como el "Comité episcopal panafricano de comunicaciones sociales". Y como ha sugerido el Sínodo, es necesario establecer una colaboración más estrecha en otros sectores, como la formación profesional, las estructuras productivas de la radio y la televisión y las emisoras de alcance continental. (242)


NOTAS

65 Cf. Mensaje del Sínodo (6 mayo 1994), 45-48: L'Osservatore Romano, ed semanal en lengua española, 20 mayo 1994, 6.
66 Carta enc. Sollicitudo rei socialis (30 diciembre 1987), 22: AAS 80 (1988), 539.
134 SINODO DE LOS OBISPOS, Asamblea especial para Africa, Instrumentum laboris, 127.
135 Cf. Mensaje del Sinodo (6 mayo 1994), 45-46: L'Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española, 20 mayo 1994, 6.
136 Carta enc. Redemptoris missio (7 diciembre 1990), 37, c: AAS 83 (1991), 285.
238 Propositio 57.
239 Ibíd.
240 Propositio 61.
241 Cf. Propositio 58.
242 Cf. Propositio 60.

(omissis)


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