Nota
explicativa para incrementar en Diócesis
(parroquias,
rectorías, capillas, monasterios, conventos, seminarios)
la
práctica de la adoración eucarística continuada[1]
en
favor de todos los sacerdotes y las vocaciones sacerdotales
En la
Exhortación Apostólica "Sacramentum Caritatis", el Santo Padre Benedictus
XVI ha concretado la perenne enseñanza de la Iglesia sobre la centralidad de la
adoración eucarística en la vida eclesial, en una llamada operativa para la
adoración perpetua dirigida a todos los Pastores, Obispos y Sacerdotes, y al
Pueblo de Dios: "juntamente con la Asamblea Sinodal, recomiendo
ardientemente a los Pastores de la Iglesia y al Pueblo de Dios la práctica de
la adoración eucarística, tanto personal como comunitaria.
(194) A tal propósito,
será de gran ayuda una catequesis adecuada en la que se explique a los fieles
la importancia de este acto de culto, que permite vivir más profundamente y con
mayor fruto la celebración litúrgica. Además, cuando sea posible, sobre todo en
los lugares más poblados, será conveniente indicar las iglesias u oratorios que
se pueden dedicar a la adoración perpetua. Recomiendo también que en la
formación catequética, sobre todo en el ciclo de preparación para la Primera
Comunión, se inicie a los niños en el significado y belleza de estar con Jesús,
fomentando el asombro por su presencia en la Eucaristía. (Sacramentum Caritatis,
n. 67)
Para
favorecer la llamada del Santo Padre, la Congregación para el Clero, en su solicitud
para los Presbiterios, propone:
1. que en cada
Diócesis se encargue a un sacerdote que se dedique íntegramente - dentro de lo
posible - al específico ministerio de promoción de la adoración eucarística y a
la coordinación de este importante servicio en la Diócesis. Dedicándose
generosamente a tal ministerio él mismo tendrá la posibilidad de vivir esta
particular dimensión de vida litúrgica, teológica, espiritual y pastoral,
posiblemente en un lugar oportunamente reservado a tal objetivo, identificado por
el mismo Obispo, donde los fieles podrán beneficiarse de la adoración
eucarística perpetua. Así como existen Santuarios marianos, con rectores asignados
a un particular ministerio adaptado a las exigencias específicas, de la misma
manera podrán existir "Santuarios eucarísticos" con sacerdotes responsables,
que irradien y promuevan el especial amor de la Iglesia por la Santa Eucaristía,
dignamente celebrada y continuamente adorada. Un tal ministerio, al interno del
presbiterio, les recordará a todos los sacerdotes diocesanos, como ha dicho Benedictus
XVI, que "precisamente en la Eucaristía radica el secreto de su
santificación. (…) el presbítero ante todo debe adorar y contemplar la
Eucaristía" (Ángelus del 18 de septiembre de 2005);
2. que se
indiquen lugares específicos que puedan ser reservados especialmente a la
adoración eucarística continuada. Con tal objetivo que sean animados los
sacerdotes, los rectores y los capellanes a introducir en sus comunidades la
práctica de la adoración eucarística, ya sea personal que comunitaria, según
las posibilidades de cada uno y con un esfuerzo colectivo de incremento de la
vida de oración. Que no dejen de ser involucradas en esta práctica todas las
fuerzas vivas, a partir de los niños que se preparan para la Primera Comunión;
3. que las
Diócesis interesadas en tal proyecto puedan buscar subsidios apropiados para
organizar la adoración eucarística continuada en el Seminario, en las
Parroquias, en las Rectorías, en los Oratorios, en los Santuarios, en los
Monasterios, en los Conventos. La Divina Providencia también ayudará a encontrar
bienhechores que contribuyan en adecuadas obras para poner en practica este
proyecto de renovación eucarística de las Iglesias particulares, como por
ejemplo: construcciones o adaptaciones de un lugar de culto para la adoración, al
interior de un gran edificio de culto; la adquisición de un solemne ostensorio
o un noble paramento litúrgico; la subvención de material
litúrgico-pastoral-espiritual para tal promoción;
4. que las
iniciativas finalizadas al Clero local, sobre todo aquellas relativas a la
formación permanente del mismo, estén siempre impregnadas por un clima
eucarístico, que será justamente favorecido por un congruo tiempo dedicado a la
adoración del Santísimo Sacramento, de modo que ella misma se vuelva, junto a la
Santa Misa, la fuerza propulsora de cada empeño individual y comunitario;
5. que las
modalidades para la adoración eucarística en los distintos lugares, puedan ser
diferentes, según las posibilidades concretas. Por ejemplo:
·
adoración eucarística perpetua durante las 24 horas;
·
adoración eucarística continuada desde las primeras
horas de la mañana hasta la noche;
·
adoración eucarística desde las ….. horas hasta las ….horas
de cada día;
·
adoración eucarística desde las ….. horas hasta las
….horas de uno o más día de la semana;
·
adoración eucarística en particulares circunstancias
como fiestas o solemnidades.
La
Congregación para el Clero expresa su gratitud a los Ordinarios que serán animadores
de tal proyecto, y que ayudarán a renovar espiritualmente al Clero y al pueblo
de Dios en sus Iglesias particulares.
Con el
objetivo de poder seguir de cerca el desarrollo de cuanto deseado por el Santo
Padre, se solicita a los Ordinarios, interesados a tal iniciativa, señalar a
este Dicasterio los puntos relativos a la adoración eucarística continuada en
su Diócesis, sobre todo indicando cuáles sacerdotes y lugares han sido
señalados en este importante apostolado eucarístico.
La
Congregación para el Clero queda a vuestra disposición para eventuales o ulteriores
explicaciones en materia, donde sea necesario.
Ciudad
del Vaticano, el 8 de diciembre de 2007
Solemnidad
de la Inmaculada Concepción de María
[1] Por “adoración eucarística continuada” se
entiende no solamente la adoración sin interrupciones durante las 24 hs, sino
también la adoración continuada desde las primeras horas de la mañana hasta las
últimas horas de la noche. Esta última, de hecho será más factible para los
sacerdotes y los fieles de las pequeñas comunidades. Obviamente y allí donde el
número de files es mayor y exista la disponibilidad, se podrá evaluar la
posibilidad de exponer la Eucaristía sin interrupciones.