Mensaje de Navidad 2008
A los queridos Presbíteros,
Diáconos y Catequistas de todo el mundo
Mis gozosos y fraternales
augurios de una santa y festiva Navidad y de un Año 2009 lleno de luz, de
gracia y de servicio en favor de Jesucristo y de los hermanos, especialmente de
los pobres y de aquellos que sufren: La Navidad no se cierra en la sola
conmemoración de un extraordinario acontecimiento del pasado, que recordamos
con amor y gratitud, sino que es un avenimiento que hoy se actualiza en medio
de nosotros.
Jesucristo viene porque
nos ama y quiere salvarnos del mal – de todos los males – y hasta de la muerte.
Viene para acogernos, hacernos experimentar su amor, trasformarnos en discípulos
suyos – verdaderos hijos del Padre celeste – , para invitarnos a anunciar en
todo el mundo que Dios es amor y que nos ama sin medida e incondicionalmente.
¡Jesús viene! Se hace nuestro compañero en el camino de la vida. Dejémonos
alcanzar por El. Dejemos que habite en nosotros. El cenará con nosotros en una
comunión inimaginable, en la que nos hará probar la profundidad misteriosa y
eficaz de su amistad y de su salvación. Iluminados y transformados por este
encuentro con El iremos a anunciarlo a cada hombre y a cada mujer de nuestro
tiempo. ¡Esta es la Navidad!
Cardinal Cláudio Hummes
Arzobispo Emérito de San
Pablo (Brasil)
Prefecto de la
Congregación para el Clero