Vaticano a 24 de Junio de 2009

Natividad de San Juan Bautista

 

 

N° 20091905

 

 

A todos los Reverendísimos Superiores Generales

de los Institutos de Vida Consagrada, de las Sociedades

de Vida Apostólica y de las Asociaciones clericales

 

 

            Desde hace poco ha comenzado el Año Sacerdotal. En tal circunstancia el Santo Padre ha dirigido una Carta a todos los Sacerdotes del mundo. Un año “para favorecer… la tensión de los sacerdotes hacia la perfección espiritual de la que, sobre todo, depende la eficacia de su ministerio”, y para que los sacerdotes en primer lugar, y con ellos el entero pueblo de Dios, puedan redescubrir y dar nuevo vigor a la conciencia del extraordinario e indispensable don del sacerdote ordenado.

 

            El mismo Sumo Pontífice ha indicado un lema para este Año: “Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote” y ha indicado un modelo en San Juan María Vianney.

 

            Todo ello constituye una clara e ineludible señalización durante el recorrido di este Año y para un mejor éxito; para ello, se deberán movilizar todas las fuerzas de cada circunscripción eclesiástica y todos los componentes del pueblo de Dios.

 

            Mediante una página web en Internet, abierta a tal fin (www. annussacerdotalis.org) y la organización de las tres jornadas finales del encuentro sacerdotal en la Urbe (9-10-11 junio 2010), esta Congregación ofrecerá material para meditaciones, oración, reflexión y estudio útiles, ya sea en beneficio propio o de los Ordinarios, a favor de jornadas sacerdotales, retiros y encuentros del clero.

 

            Las diversas realidades locales de cada uno de los Institutos / Sociedades / Asociaciones deben considerarse protagonistas en tomar sus propias iniciativas, que deben emanar de la doctrina y de la espiritualidad, que anima la predicha Carta del Santo Padre. Esa debería conocerse en forma capilar, asimilada y estudiada por los Sacerdotes del propio Instituto / Sociedad / Asociación, y por todos los aspirantes al sacerdocio; ser también levadura para la pastoral vocacional y para un examen de conciencia con el fin de verificar el estado de la formación permanente y la vivacidad del propio carisma fundacional.

 

            Precedentemente, la Congregación había enviado a todas las Conferencias Episcopales y a todos los Superiores Mayores un folleto tamaño revista – impreso después en diversos idiomas y ampliamente difundido – para promover la adoración eucarística y el ejercicio de la maternidad espiritual a favor de la santificación de los sacerdotes. En el presente, es más oportuno que nunca que en cada diócesis, como en cada Instituto / Sociedad / Asociación se proponga un lugar para la adoración prolongada o posiblemente perpetua a favor de aquel fin.

 

            Juntamente a tales iniciativas se exponen como objetivos, por ejemplo:

 

-La capilar recepción, difusión y profundización por parte de los sacerdotes y de los seminaristas de la Carta del Santo Padre (cfr. anejo)

 

-Ejercicios espirituales anuales, retiros periódicos y jornadas sacerdotales, estructurados según la Carta del Santo Padre

 

-Desarrollo del programa de formación permanente durante el Año Sacerdotal teniendo en cuenta la Carta del Santo Padre, haciendo particular hincapié en los puntos tratados en la misma

 

-Profundizar –  también con los seminaristas – el tema sobre el sagrado celibato en la dimensión histórica, teológica, espiritual y pastoral (se ofrecerán elementos cuanto antes posible en la web www.annussacerdotalis.org

 

-Estudio del Directorio para el ministerio y la vida de los presbíteros, publicado por la Congregación para el Clero en el año 1994 (en www.annussacerdotalis.org

 

-Publicar cuidadosamente artículos sobre el sacerdocio ministerial en las revistas (o afines) del propio Instituto, o en aquellas otras promovidas por el mismo Instituto

 

-Promoción de peregrinajes a lugares particularmente significativos

 

-Participación del mayor número posible de sacerdotes (también de aspirantes) al Encuentro Internacional en Roma (9-10-11 junio 2010)

 

-Profundizar en la identidad sacerdotal y en el consecuente desarrollo de la espiritualidad específica

 

-Evidenciar y subrayar de nuevo la vocación misionera propia de cada sacerdote (a tal propósito y durante el Año se publicará una Carta)

 

-Atención a los sacerdotes en dificultad por problemas de salud, de edad o debido a otras situaciones particulares.

 

            El Espíritu hará que emerjan, fruto de la meditación de la Carta del Santo Padre, las más oportunas iniciativas para ofrecer un servicio providencial a favor del sacerdocio, para dar coraje a tantísimos hermanos que viven abrumados por el “pondus diei”, para ayudar a quienes se encuentran en dificultad, para corregir a aquellos que siguen un camino equivocado, para potenciar la fundamental pastoral vocacional.

 

            Sería de gran utilidad se si trasmitieran a este Dicasterio las noticias de los proyectos o de las realizaciones más significativas, con el fin de que todos pudieran conocerlas y, de este modo, tener un intercambio de experiencias.

 

            Con la certeza de una férvida acogida de la iniciativa propuesta por el Santo Padre, mi augurio de un Año Sacerdotal con una gran fecundidad de todo bien.    

 

  

   Cláudio Card. Hummes                                               Franc Card. Rodé

Prefecto de la Congregación para el Clero                      Prefecto de la Congregación para los

                                                            Institutos de la Vida Consagrada y las

                                                                 Sociedades de Vida Apostólica

                                   

 

 

+ Mauro Piacenza                                              +Gianfranco Gardin, OFM Conc.

      Arz. Titular de Vittoriana                                                Arz. Titular de Torcello

                    Secretario                                                                               Secretario