Reliquia
del corazón del Santo Cura d’Ars hace peregrinación por toda la
Argentina. Mons.
Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús y coordinador de esta
Peregrinación relata como fue esta grande y feliz experiencia:
“Sin duda
ha sido una intensa experiencia religiosa para todo el pueblo de Dios, en la República
Argentina, ya que 26 diócesis, en 21 días han recibido, orado, venerado, el
testimonio elocuente de la vida y ministerio de San Juan María B. Vianney,
propuesto como patrono de todos los sacerdotes en este Año
Sacerdotal por el Santo Padre Benedicto XVI”. Ver más...
Desde los primeros días de mayo de
2008, cuando Mons. Guy Bagnard, Obispo de Belley-Ars, nos respondiera
favorablemente al pedido que le hiciéramos para que la reliquia del Corazón del
Santo Cura visitara la Argentina quisimos preparar la acogida de la santa
reliquia de la manera más fructuosa. Mayor fue nuestra alegría cuando al poco
tiempo recibíamos la Carta de S.S. Benedicto XVI proclamando la celebración de
un Año Sacerdotal al conmemorar los 150 años del “dies natalis” de San Juan María Vianney.
Desde que nos enteramos que en el
año 2005 había peregrinado a Roma abrigamos la ilusión de contar con tan
venerable reliquia para realizar esta peregrinación por algunos de nuestros Seminarios,
alentando en nuestros seminaristas el deseo de santidad inspirados en tan alto
testimonio, promoviendo la oración por las vocaciones y por la santidad de
todos los consagrados, particularmente de los sacerdotes; y ya que en nuestro
país se encuentra avanzado el proceso de beatificación de un sacerdote
diocesano, ejemplar para el clero argentino –el Siervo de Dios José Gabriel del
Rosario Brochero, “el cura de Ars
argentino” según dichos de Juan Pablo II– tal visita nos permitiría
intensificar la oración por esta causa. Y así se desarrolló.
Así, el viernes 6 de noviembre llegaban
a Ezeiza la Reliquia del Corazón del Santo Cura y su solícito custodio, el P.
Karlo Tyberghien. Inmediatamente fueron trasladados al Carmelo Lisieux
Argentino, donde el maestro orfebre, Juan Carlos Pallarols, ultimó
los detalles en el Relicario que él mismo confeccionara para esta ocasión.
Mons. Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús y coordinador de
esta Peregrinación, acompañado por Mons. Raúl Martín, obispo auxiliar de Buenos
Aires, una veintena de sacerdotes, las monjas carmelitas y un sinnúmero de
laicos celebraron la santa Misa en acción de gracias por el buen viaje y feliz
arribo, del P. Karlo T, asimismo encomendaron todos y cada uno de los eventos
preparados.
Por la tarde fue recibida en la catedral de Avellaneda-Lanús y se dio inicio a
la Peregrinación en la santa Misa
presidida por S.E.R. Mons. Adriano Bernardini, Nuncio Apostólico en la Argentina.
Por la noche fue trasladada al Seminario Diocesano “Pablo VI”, donde los
seminaristas animaron una devota Vigilia Vocacional junto a algunos
seminaristas de la diócesis vecina de Lomas de Zamora y Morón.
Por la mañana del sábado 7 fue llevada en Procesión hasta el Santuario Diocesano de Oración por las vocaciones “San Juan M. B. Vianney” en Monte Chingolo, allí fue innumerable el paso de fieles laicos, religiosos y sacerdotes que con sus comunidades se acercaban para venerar la santa Reliquia; por la noche, la comunidad del Santuario animó una participada Vigilia Juvenil de oración.
En la
mañana del Domingo 8 fue llevada
hasta la Catedral de la Diócesis de San Miguel donde una multitud de niños
recibieron y festejaron la llegada del Corazón del Santo Cura; durante toda la
jornada numerosos hermanos de esa diócesis y de diócesis vecinas pasaron para
hacer su momento de oración y veneración personal. Los miembros del Seminario
Diocesano “Arcángel San Miguel”, rector, formadores y seminaristas celebraron la santa Eucaristía en la que
rezaron por el aumento y perseverancia de las vocaciones sacerdotales.
Por la
mañana del lunes 9 la Santa Reliquia
pasó por el Carmelo Santa Teresa de Jesús, en Buenos Aires, e inmediatamente después de la Misa
concelebrada por un grupo de sacerdotes y presidida por Mons. Luis Fernández, obispo
auxiliar de Buenos Aires, fueron trasladados al Aeroparque para abordar el
vuelo que los llevaría a la Diócesis de Comodoro Rivadavia, en la Patagonia. Al
arribar fueron recibidos por el Obispo Mons. Virginio D. Bressanelli y una
nutrida delegación Diocesana. Desde el aeropuerto se dirigieron en procesión
hasta la Catedral, haciendo dos paradas que posibilitaron la veneración de
sendas comunidades. En la Catedral se congregaron fieles de todas las
comunidades acompañados por sus sacerdotes, con quienes rezaron por la
santificación del clero y después de celebrar la Eucaristía, que presidiera el
Obispo, llevaron en procesión el Corazón del santo hasta el Monasterio
Carmelita “San José de Diadema” donde las monjas dedicaron una
Vigilia de oración por el aumento y perseverancia de todas las vocaciones a la
vida consagrada, especialmente en las diócesis de la Región Patagónica.
El martes 10, bien temprano, Mons.
Bressanelli, presidió la santa Misa de despedida de su diócesis en el Carmelo y
se encaminaron hacia el aeropuerto para continuar esta santa Peregrinación. Así
por la tarde fue recibida solemnemente por el Rector del Seminario
Arquidiocesano “San José” de la Arq. De La Plata, P. Gabriel Delgado, todos los
seminaristas y una nutrida concurrencia de fieles de distintas comunidades
platenses. Por la noche, Mons. Héctor R. Aguer, en la Capilla del Seminario, presidió
la Misa, acompañado por el Obispo auxiliar de la Arquidiócesis, Mons. Antonio
Marino, un centenar de sacerdotes y seminaristas y una numerosa feligresía.
Durante la noche los seminaristas se dispusieron por turnos para hacer una
guardia de honor y oración venerando la Santa Reliquia.
Por la
mañana del miércoles 11 se la
trasladó al “Seminario Santo
Cura de Ars” de la Arquidiócesis de Mercedes-Luján. Allí
una multitud de jóvenes y niños, procedentes de las escuelas cercanas
recibieron con cantos y bombas de estruendo, festejando la llegada de la
Reliquia. El P. Karlo T. brindó una conferencia acerca de la vida y testimonio
actual del Santo Cura Vianney para los jóvenes de hoy. Desde distintas
comunidades se allegaron hasta la capilla del Seminario para dedicar un tiempo
adecuado para la devoción y oración por la santificación de los sacerdotes y de
aquellos que perseveran en esa Casa de formación. Por la tarde nos dirigimos a la
Basílica Nacional de N.S. de Luján, donde con los obispos argentinos reunidos
en la Asamblea Ordinaria se celebró la Eucaristía en acción de gracias por el
testimonio de santidad de tantos sacerdotes que pasaron por nuestro suelo, y se
rezó por la santificación de todo el clero en Argentina. Al término de la Misa,
Mons. Sergio Buenanueva, acompañado por los custodios de la reliquia se
dirigieron al aeroparque J. Newbery para abordar el avión que los trasladaría
hasta Mendoza, donde una multitud los esperaba en el Seminario Arquidiocesano
"Nuestra Señora del Rosario". Los seminaristas se encargaron de la
animación de esa noche de oración vocacional.
Por la
mañana del jueves 12 nos dirigimos
en procesión hasta la Catedral donde se celebró la Eucaristía. A media mañana
un centenar de sacerdotes participaron de un retiro predicado por el P. Diego
de Jesús, monje del Monasterio del Cristo Orante; luego fue llevada hasta el
Monasterio de Dominicas “Nuestra Señora
del Rosario”. y posteriormente al Monasterio Carmelita “Espíritu Santo y María Madre de la Iglesia” desde donde partimos
hacia la diócesis de San Rafael.
Por la tarde, al entrar en la
Diócesis nos aguardaba una numerosa concurrencia con quienes nos dirigimos
procesionalmente hacia la sede del Instituto del Verbo Encarnado, allí después
de haber rezado el Rosario por las vocaciones, nos encaminamos hacia el
Monasterio Santa Teresa de Jesús de los Andes, comunidad de monjas
contemplativas del IVE y desde allí nos encaminamos procesionalmente hasta la
Catedral, donde se celebró la Santa Misa, presidida por Mons. José M. Taussig,
obispo de esa diócesis de San Rafael, acompañado por un gran número de
sacerdotes y una feligresía que desbordaba la Catedral. Al término de la Misa,
después de un prudencial tiempo de veneración, fue llevada la Santa Reliquia
hasta el Seminario Diocesano “Santa María Madre de Dios” donde los seminaristas
participaron y animaron una festiva y devota Vigilia de Oración.
Por la mañana del viernes 13, al término de la Misa, presidida por el
P. Rector y todos los formadores del Seminario nos encaminamos hacia la Diócesis
de San Luis.
Al llegar
a la Catedral, Mons. Jorge Lona, recibió la Santa Reliquia y con todos los
sacerdotes de la diócesis se encaminaron para celebrar, junto a una nutrida
concurrencia de fieles, la santa Misa. Al mediodía se la trasladó hasta el
Seminario Diocesano “San Miguel Arcángel” donde formadores y seminaristas
tuvieron un momento de piadosa y personal devoción invocando la intercesión del
Santo Cura por el aumento y perseverancia de las vocaciones, para toda la
Iglesia, particularmente en su diócesis. Alrededor de las 3 de la tarde nos
dirigimos a la Parroquia de las Mercedes, donde después de celebrar la Santa
Eucaristía, el Obispo bendijo a la multitud de los fieles que se habían
acercado hasta allí para venerar el Corazón incorrupto de San Juan María.
Finalmente ese día nos encaminamos hacia el Seminario “Jesús Buen Pastor” de la Diócesis de
Río Cuarto. Donde los seminaristas de las diócesis de Villa María, San
Francisco y Río Cuarto animaron distintos momentos de oración. Por su parte a
distintas horas, durante toda la noche se acercaron comunidades que acudían en
peregrinación con sus sacerdotes para dedicar un tiempo a la veneración de la
Reliquia y a la oración por la santificación de todos los consagrados.
Por la
mañana del sábado 14, bien temprano,
nos recibió una comunidad de la Diócesis de Villa María y alrededor de media
mañana llegamos a la Catedral, donde se celebró la Santa Misa, después de lo
cual con los sacerdotes presentes se compartió un encuentro fraterno. Alrededor
de media tarde se trasladó la Reliquia y sus custodios rumbo a la Arquidiócesis
de Córdoba: allí se hizo una parada en la Parroquia San Juan María Vianney para
llegar finalmente al Seminario Arquidiocesano “Nuestra Señora de Loreto” donde se desarrolló, animada por los
seminarista una Vigilia de Oración.
A media
mañana del Domingo 15, nos dirigimos
al santuario de la Virgen del Rosario del Milagro, y acompañados
por la venerada imagen nos encaminamos con la Reliquia del Santo Cura hacia la
Catedral, pasando por el Monasterio de Santa
Catalina de Siena, de las Dominicas. En un clima festivo toda la comunidad
Arquidiocesana de Córdoba, animada por su Arzobispo, Mons. Carlos Ñáñez, oró
insistentemente para pedir por el “don de la lluvia” que tanto hacia falta por
esos días en Córdoba y en varias regiones de nuestro país. Por eso en la Misa exhortó
a una mayor responsabilidad por el cuidado del medio ambiente; y a la luz de la
figura del Cura de Ars reflexionó acerca de la fidelidad sacerdotal, agradeció
las oraciones de la comunidad y pidió a los fieles cercanía y acompañamiento
hacia todos nuestros sacerdotes. Después de la Misa pasamos por el Monasterio
Carmelita “San José”. Camino hacia la
Diócesis de Cruz del Eje nos detuvimos en la Abadía “Gaudium Mariae” de las monjas benedictinas. Finalmente arribamos
a la Diócesis de Cruz del Eje, específicamente a Villa Cura Brochero; allí nos
esperaba, en la entrada del Pueblo, su obispo, Mons. Santiago Olivera,
acompañado por una multitud de fieles, con quienes peregrinamos hacia la
Parroquia Nuestra Señora del Tránsito donde se encuentra sepultado el Venerable
Siervo de Dios José Gabriel del Rosario Brochero. Durante toda la tarde y hasta
la noche un fluido pasar de peregrinos mantuvo una insistente oración por las
vocaciones y una perseverante súplica por la pronta Glorificación del Cura
Brochero: ésta fue también la intención de la Misa presidida por Mons. Olivera,
acompañado por Mons. Colomé, obispo emérito de esta diócesis, un gran número de
sacerdotes peregrinos y de fieles.
Durante
toda la noche fue incesante el afluir de peregrinos que con devoción veneraban
la reliquia del Santo Cura y pedían por la santificación de todos los
sacerdotes.
Por la
mañana del lunes 16, el P. Karlo
Tyberghien, capellán en el Santuario de Ars y custodio en esta ocasión de la
Santa Reliquia, brindó una conferencia sobre aspectos destacados de la vida y
ministerio del Santo Cura. Al finalizar se celebró la Santa Misa, presidida
esta vez, por Mons. Rubén Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús quien acudiera
como peregrino para sumarse a la insistente súplica al Señor, implorando la
intercesión de san Juan María, acompañado por Mons. Olivera y un gran número de
sacerdotes y fieles. Al cabo de la misma fuimos trasladados con la reliquia
para abordar un vuelo a la Diócesis de Catamarca, donde arribamos para
encaminarnos en procesión hasta la Catedral. Allí, después de celebrar la Santa
Eucaristía y venerar comunitariamente la reliquia los sacerdotes compartieron
un encuentro fraterno y se llevó el Corazón del Santo Cura hasta el Monasterio
“Inmaculada del
Valle” de las monjas dominicas.
El martes 17, por la mañana, nos encaminamos hacia la Diócesis de
la Santísima Concepción. Allí nos esperaba el Obispo, Mons. Armando José María
Rossi, O.P., quien acompañado por un numeroso grupo de sacerdotes y fieles de
su comunidad diocesana se dirigió en peregrinación hacia la Catedral; durante
el trayecto la reliquia era llevada por cada uno de los sacerdotes. Después de
celebrar la Santa Misa, se pudo compartir un fraterno encuentro sacerdotal.
Durante toda la tarde se acercaron distintas comunidades para venerar el
Corazón incorrupto de San Juan María. Por la noche llevamos la reliquia hasta
el Monasterio de la Inmaculada Concepción de las monjas Dominicas.
Por la
mañana del miércoles 18, fuimos
trasladados hasta la Diócesis de
Jujuy. Allí fue recibida la Reliquia en el Monasterio “Nuestra Señora de Río Blanco y San José” de las Carmelitas
descalzas; desde allí el Obispo, Mons. Marcelino Palentini, trasladó la
reliquia hasta la Catedral donde concelebró con sus sacerdotes pidiendo por el
aumento y perseverancia de las vocaciones a la vida consagrada, sacerdotal y
misionera. Por la noche nos encaminamos hacia la Arquidiócesis de Salta donde
nos esperaba su arzobispo, Mons. Mario A. Cargnello, quien acompañado por todos
los seminaristas, gran número de sacerdotes y una multitudinaria presencia de
fieles laicos y religiosas se dispuso a iniciar una Vigilia de Oración por la
santificación del Clero que se extendió a lo largo de toda la noche.
En la
mañana del jueves 19 fue llevado el
Corazón del Santo Cura hasta la Catedral donde hasta el mediodía se lo estuvo
venerando. Por su parte, el Arzobispo después de presidir la Santa Eucaristía,
acompañado por los sacerdotes de la Arquidiócesis, bendijo a la multitud de los
fieles que se habían acercado hasta allí para venerar esta Santa Reliquia, y
con su bendición nos encaminamos hacia la Arquidiócesis de Tucumán. Como en los
casos anteriores una multitud nos esperaba en la entrada de la ciudad de
Tucumán y con una caravana de autos nos encaminamos hacia la catedral, pasando
y deteniéndonos en el Seminario Arquidiocesano “Nuestra Señora de La Merced y
San José”. Por la noche los superiores y seminaristas animaron distintos
momentos de oración vocacional.
Por la
mañana del viernes 20, Mons. Luis
Villalba, arzobispo de Tucumán, acompañado por un centenar de sacerdotes y una multitudinaria
feligresía presidió la Santa Misa encomendando al Santo Cura de Ars
especialmente a sus sacerdotes y seminaristas. Al finalizar, agraciados por su
bendición, nos encaminamos hacia la Diócesis de Santiago del Estero. Allí
llegamos al Seminario Mayor
Interdiocesano “Santiago el Mayor”, donde seminaristas y formadores prepararon
y animaron un dedicado tiempo para la veneración comunitaria de este santo
Corazón sacerdotal. Por la tarde fue llevada hasta la Catedral donde quedó
expuesta a la veneración de los fieles hasta la Santa Misa, presidida por Mons.
Adriano Bernardini, Nuncio Apostólico
en la Argentina, acompañado por el Obispo del lugar, Mons. Francisco Polti y
Mons. Ariel Torrado Mosconi, Obispo auxiliar de la misma diócesis de Santiago
del Estero, acompañados por gran número de sacerdotes y fieles.
El sábado 21, bien temprano, nos encaminamos hacia la diócesis de
Añatuya. Allí Mons. Adolfo Uriona f.d.p., obispo de esta diócesis, recibió la
Reliquia en la Catedral y concelebrando la Misa con varios sacerdotes la
ofreció a la veneración de los fieles. Más tarde fue llevada al Monasterio “Madre de Dios” de monjas dominicas contemplativas. Alrededor de
media tarde nos encaminamos hacia la Diócesis de Rafaela. Hicimos una
parada en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de la Comunidad de Ceres, y
finalmente arribamos por la noche a la Catedral donde nos esperaba Mons. Carlos
M. Franzini. Allí se inició una Vigilia de oración a la que concurrieron desde
distintas comunidades a lo largo de toda la noche.
Por la
mañana del Domingo 22, presidió la
Santa Misa, acompañado por varios sacerdotes y seminaristas, en la que alentó a
los fieles a perseverar en la oración por el aumento y perseverancia de las
vocaciones, sobre todo a la vida sacerdotal, y por la santificación de sus
sacerdotes. Por la tarde nos encaminamos hacia la Arquidiócesis de Paraná. Al
cruzar el puente subfluvial una multitud de hermanos aguardaban la llegada de
la santa Reliquia. Mons. Mario L. B. Maulión, acompañado por el obispo auxiliar
César D. Fernández, recibieron el Corazón del Santo Cura e iniciaron así la
caravana de autos que procesionalmente se dirigieron hasta la Catedral. Allí se
celebró la santa Eucaristía y quedó expuesta a la veneración de los fieles que,
por su afluencia y devoción retrasaron la llegada prevista para la medianoche al
Seminario Arquidiocesano “Nuestra
Señora del Cenáculo”, donde los seminaristas y formadores desarrollaron
una Vigilia de oración vocacional.
En la mañana del lunes 23, se desarrolló una mañana de oración y
meditación acerca de la vida y ministerio del Santo Cura, predicada por un
sacerdote de la Arquidiócesis. Al finalizar, seminaristas, sacerdotes de la
arquidiócesis y de diócesis vecinas participaron de la Santa Misa, presidida
por S.E.R. Cardenal Estanislao Esteban Karlic, arzobispo emérito de
Paraná, acompañado por el actual arzobispo Mons. Maulión y el obispo auxiliar
Mons. Fernández. Al finalizar la Misa, Mons. Maulión encomendó a cada uno de
los seminaristas y sacerdotes presentes al Santo Cura de Ars e impartiendo su
bendición nos alentó a continuar esta piadosa peregrinación… Así nos
encaminamos hacia la Arquidiócesis de Rosario. Mons. José Luis Mollaghan la
recibió en la Catedral y la expuso a la veneración de los fieles. Acompañado por
Mons. Eduardo V. Mirás, obispo emérito de esa arquidiócesis y Mons. Rinaldo F.
Brédice, Obispo Emérito de la diócesis de Santa Rosa, Mons. Mollaghan presidió la Celebración
Eucarística vespertina, intensamente vivida por una multitud de fieles que
colmaban el templo y que había empezado a congregarse en horas de la tarde, ni
bien llegara la mencionada reliquia; en dicha celebración nueve
sacerdotes festejaron sus bodas de plata ministeriales. A medianoche fue trasladado
el relicario con el Corazón incorrupto del Santo Cura hasta el Seminario Metropolitano “San
Carlos Borromeo”, allí fue llevado procesionalmente por los mismos seminaristas
y todos los presentes, quienes acompañaron con una marcha de antorchas hasta la
capilla del mismo donde permaneció durante toda la noche hasta la mañana
siguiente, en la que el Señor Arzobispo presidió la Santa Misa.
Así, el martes 24, nos trasladamos hacia la
diócesis de Venado Tuerto. Al llegar a Firmat la comunidad se reunió en su
parroquia para venerar la reliquia del santo párroco francés. Por la tarde una
multitud de niños
de las distintas
parroquias y colegios se dieron cita en la catedral para
recibir la visita del Corazón
de San Juan María Vianney. Por la noche, con la asistencia de los seminaristas
de la diócesis, un gran número de sacerdotes y fieles de las distintas
comunidades parroquiales, Mons. Gustavo A. Help, obispo de esta diócesis,
presidió la santa Misa en la que fueron admitidos dos seminaristas.
Por la mañana,
bien temprano, del miércoles
25, nos encaminamos con la santa Reliquia para pasar por la Pquia. San
Juan M. Vianney en Arquidiócesis de Buenos Aires. Allí la recibieron su párroco
y un sinnúmero de jóvenes, niños y adultos de la comunidad parroquial y de
comunidades vecinas. Alrededor del mediodía, Mons. Eduardo H. García, obispo
auxiliar de Buenos Aires, acompañado por una veintena de sacerdotes, presidió
la Santa Misa, después de lo cual invitó a los presentes a venerar el Corazón
de este Santo y rezar por la santificación de los sacerdotes. Por la tarde fue
trasladada a la Parroquia Sagrado Corazón de Lanús, donde Mons. Frassia,
acompañado por todos los sacerdotes de su diócesis de Avellaneda-Lanús,
presidió la Eucaristía en la que fueron ordenados dos sacerdotes. A medianoche
se llevó la Reliquia al Introductorio San José, de la misma diócesis en la que
un grupo de jóvenes, muchos de ellos en proceso de discernimiento vocacional,
celebraron una heroica vigilia de oración.
Por la
mañana del jueves 26, se la trasladó
hasta la Catedral Metropolitana de la Arquidiócesis de Buenos Aires; allí se
desarrolló un Encuentro para sacerdotes,
en el que tuvo lugar una plática a cargo de S.E.R. Cardenal Estanislao Esteban Karlic; mucho
más de tres cientos presbíteros y la mayoría de los obispos de la
Región Pastoral de Buenos Aires
participaron de la
Santa Misa que presidiera S.E.R Cardenal Jorge Mario Bergoglio. Inmediatamente
después fue llevada la Reliquia del Corazón a la Diócesis de San Nicolás de los
Arroyos. Allí se arribó alrededor de las tres de la tarde y Mons. Héctor S.
Cardelli, obispo del lugar la recibió en la Catedral y la expuso a la
veneración de los fieles con quienes oró por el aumento y perseverancia de las
vocaciones sacerdotales. A media tarde presidió la Misa en la que se imploró la
intercesión del Santo Cura, pidiendo por la santificación de todos los
consagrados. Bendecidos por el Obispo nos encaminamos hacia el Carmelo “N.S. de la Paz” de la diócesis de Lomas
de Zamora (previo paso y Santo Rosario en el Monasterio carmelita “Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote”). Allí
las monjas dedicaron una Vigilia de oración durante toda la noche.
El viernes 27, acompañado por Mons. Rubén
O. Frassia, Mons Jorge Lugones presidió la Santa Misa con la que se terminaba
la visita a nuestro país de la Reliquia del Corazón del Santo Cura de Ars. Participaron,
además de las monjas, una veintena de sacerdotes, y gran cantidad de religiosas
y familias. Finalmente, se preparó todo lo necesario para el viaje de regreso de
la reliquia y se lo acompañó al P. Karlo Tyberghien hasta que se embarcó hacia Francia.
Algunas
constantes que vale la pena destacar: el clima de oración que se generaba
cuando era expuesta la Reliquia para la veneración de los fieles; era llamativo
la cantidad y la disposición de las personas que pedían celebrar y celebraban
el sacramento de la Reconciliación; el ambiente de alegre fraternidad
sacerdotal que se provocaba entre los consagrados presentes, en las distintas
celebraciones y encuentros…
Sin duda
ha sido una intensa experiencia religiosa para todo el pueblo de Dios, en la República
Argentina, ya que 26 diócesis, en 21 días han recibido, orado, venerado, el
testimonio elocuente de la vida y ministerio de San Juan María B. Vianney,
propuesto como patrono de todos los sacerdotes en este Año
Sacerdotal por el Santo Padre Benedicto XVI.
Nota: La coordinación con cada diócesis para la previsión de horarios,
traslados, celebraciones, alojamiento de los custodios y resolución de
imprevistos, estuvo a cargo de: P.
Gabriel L. Favero y P. Fabián O. Esparafita (este último acompañando
durante todo el trayecto la visita de la santa reliquia). Ellos contaron con la
colaboración de varios laicos con quienes conformaron la Comisión organizadora.