Gonzalo Viñes Masip

 

            Nació en Játiva (Valencia) el día 19 de enero de 1883 y fue bautizado al día siguiente. Hijo de Gonzalo y Mercedes, estudió el bachillerato en el Colegio Setabense con buenas calificaciones. Obtenido el título de Bachiller, ingresó en el Seminario Central de Valencia, donde cursó la carrera eclesiástica. Recibió la ordenación de presbítero en 1906. Fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de Santa María de Játiva. Al erigirse dicha iglesia en Colegiata, fue beneficiado en la misma, y más tarde canónigo archivero. Perteneció a la Sociedad Aragonesa de Ciencias Naturales, a la de Buenas Letras de Barcelona, al Centro de Cultura Valenciana y al Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia, bajo cuyos auspicios excavó la estación neolítica de “Cova Negra”, ayudando a los compañeros del Servicio en las de “Les Alcuses”, en Mogente, y el “Parpalló”, en Gandía. El 24 de septiembre de 1917 el Ayuntamiento le nombró cronista de la ciudad y Archivero Municipal honorario. Fue galardonado con varios premios literarios, arqueológicos e históricos. En su ministerio sacerdotal, reorganizó y presidió la Juventud Católica Masculina, favoreció la escuela del Círculo Católico de Obreros y su semanario, que veía como vehículos al servicio de la evangelización y de la difusión de la cultura. Organizó la Academia de la Juventud Católica y creó un pequeño museo. Como director de El obrero Setabense, publicó más de treinta artículos. Fomentó la creación de una biblioteca especial, fue colaborador del Centro de Cultura Valenciana, de la Sociedad Aragonesa de Ciencias Naturales y de la Academia de Buenas Letras de Barcelona. Mosén Viñes formó parte de un movimiento de sacerdotes valencianos cuya erudición y humanismo les hizo preocuparse también por la recuperación de su lengua materna. Él dio un profundo sentido eclesial a sus investigaciones históricas y a sus actividades literarias. Su mayor devoción fue a la Santísima Virgen de la Seo, a quien consideraba inspiradora de sus trabajos.

            Estallada la revolución, sufrió varios registros, le arrebataron sus tan queridos libros de religión y ciencia, objetos, imágenes y ropas del culto católico. Lo detuvieron en el comité revolucionario por varias veces, pidiéndole dinero y exigiendo que declarase dónde estaba el tesoro de Santa Clara o de San Agustín y amenazándole de muerte si no lo decía. Le instaron a que suscribiera una declaración jurada renegando del sacerdocio, cosa que rehusó con valor y entereza. Su martirio fue la coronación de una vida santa, que vivió con total fidelidad al Evangelio, destacando por su amor a la Virgen. Fue martirizado el 10 de diciembre de 1936, a los 53 años. Sus restos fueron enterrados en el cementerio de Játiva. Después han sido trasladados a una capilla de la Colegiata de Játiva, donde actualmente se veneran.

            Beatificado en Roma el 11 de marzo de 2001.

 

En: González Rodríguez, Mª E., Los primeros 479 santos y beatos mártires del siglo XX en España. Quiénes son y de dónde vienen. Editorial EDICE, Madrid 2008, pp.361-362.