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| 9999 | BENDICIÓN
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| 1 | INTRODUCCIÓN
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| 4 | CAPÍTULO I - JESUCRISTO ÚNICO SALVADOR
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| 5 | « Nadie va al Padre sino por mí »
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| 7 | La fe en Cristo es una propuesta a la libertad del hombre
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| 9 | La Iglesia, signo e instrumento de salvación
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| 10 | La salvación es ofrecida a todos los hombres
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| 11 | « Nosotros no podemos menos de hablar » (@AC 4,20@)
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| 12 | CAPÍTULO II - EL REINO DE DIOS
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| 13 | Cristo hace presente el Reino
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| 14 | Características y exigencias del Reino
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| 16 | En el Resucitado, llega a su cumplimiento y es proclamado el Reino de Dios
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| 17 | El Reino con relación a Cristo y a la Iglesia
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| 20 | La Iglesia al servicio del Reino
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| 21 | CAPÍTULO III - EL ESPÍRITU SANTO PROTAGONISTA DE LA MISIÓN
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| 22 | El envío « hasta los confines de la tierra »
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| 24 | El Espíritu guía la misión
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| 26 | El Espíritu hace misionera a toda la Iglesia
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| 28 | El Espíritu está presente operante en todo tiempo y lugar
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| 30 | La actividad misionera está aún en sus comienzos
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| 31 | CAPÍTULO IV - LOS INMENSOS HORIZONTES DE LA MISIÓN AD GENTES
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| 32 | Un marco religioso, complejo y en movimiento
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| 33 | La misión « ad gentes » conserva su valor
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| 35 | A todos los pueblos, no obstante las dificultades
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| 37 | Ámbitos de la misión « ad gentes »
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| 39 | Fidelidad a Cristo y promoción de la libertad del hombre
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| 40 | Dirigir la atención hacia el Sur y hacia el Oriente
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| 41 | CAPÍTULO V - LOS CAMINOS DE LA MISIÓN
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| 42 | La primera forma de evangelización es el testimonio
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| 44 | El primer anuncio de Cristo Salvador
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| 46 | Conversión y bautismo
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| 48 | Formación de Iglesias locales
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| 51 | Las « comunidades eclesiales de base » fuerza evangelizadora
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| 52 | Encarnar el Evangelio en las culturas de los pueblos
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| 55 | El diálogo con los hermanos de otras religiones
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| 58 | Promover el desarrollo, educando las conciencias
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| 60 | La Caridad, fuente y criterio de la misión
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| 61 | CAPÍTULO VI - RESPONSABLES Y AGENTES DE LA PASTORAL MISIONERA
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| 63 | Los primeros responsables de la actividad misionera
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| 65 | Misioneros e Institutos « ad gentes »
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| 67 | Sacerdotes diocesanos para la misión universal
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| 69 | Fecundidad misionera de la consagración
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| 71 | Todos los laicos son misioneros en virtud del bautismo
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| 73 | La obra de los catequistas y la variedad de los ministerios
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| 75 | Congregación para la Evangelización de los Pueblos y otras estructuras para la actividad misionera
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| 77 | CAPÍTULO VII - LA COOPERACIÓN EN LA ACTIVIDAD MISIONERA
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| 78 | Oración y sacrificios por los misioneros
« Heme aquí, Señor, estoy dispuesto, envíame »
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| 81 | « Mayor felicidad hay en dar que en recibir »
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| 82 | Nuevas formas de cooperación misionera
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| 83 | Animación y formación del Pueblo de Dios
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| 84 | La responsabilidad primaria de las Obras Misionales Pontificias
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| 85 | No sólo dar a la misión, sino también recibir
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| 86 | Dios prepara una nueva primavera del Evangelio
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| 87 | CAPÍTULO VIII - ESPIRITUALIDAD MISIONERA
Dejarse guiar por el Espíritu
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| 88 | Vivir el misterio de Cristo « enviado »
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| 89 | Amar a la Iglesia y a los hombres como Jesús los ha amado
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| 90 | El verdadero misionero es el santo
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| 92 | CONCLUSIÓN
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